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Es el decaimiento con el tiempo de las funciones fisiológicas del hombre, desde las cognitivas hasta las
físicas. A partir de cierta edad (50 años), comienzan a sentir disminución de la concentración y su
memoria, pierden fuerza muscular, y se produce un incremento de la grasa y cambia la distribución de la
misma en el cuerpo. Alteración en el ritmo de sueño, cambios de carácter, depresiones de mayor o
menor severidad, se pierde el interés por las cosas, cambios emotivos y del estado de ánimo, de forma
inapropiada
Síntomas y diagnostico
Los especialistas cuentan con una serie de cuestionarios y medidas través de los cuales detectan
si hay:
Los cambios hormonales también afectan, lógicamente, a la esfera sexual: se reduce el número
de erecciones nocturnas, es necesario un mayor estímulo físico para lograr la erección, la
eyaculación se retarda, el volumen seminal y la fuerza del eyaculado son menores, y el apetito
sexual se ve disminuido.
Existen muchos otros factores que van a influenciar hacia cambios de carácter, irritabilidad,
insomnio, depresión, disminución de la masa corporal (por disminución de la actividad física)
y por lo tanto disminución de la fuerza y vigor, dolores óseos con predominio de las cadera y
columna, disminución del deseo sexual y una gradual declinación de la capacidad eréctil del
pene, sin llegar a la impotencia.
Estas consecuencias, que se producen a partir de la llamada “crisis de los cincuenta”, también
están influenciadas por una serie de factores biopsico-socio-ambientales.
A esta edad hay factores que afectan el buen estado de salud, la actividad laboral ya termina o es
difícil conseguir trabajo. Como ejemplo tenemos la depresión post-jubilación, también la
actividad social disminuye, las presiones económicas aumentan, la familia sufre cambios (los
hijos abandonan el hogar o se casan), y hay descuido en tener una buena nutrición balanceada,
tan necesaria a partir de esta etapa.
La vida sedentaria y otros factores van contribuyendo a las crisis de los 50 y más años de edad.
También la presencia de enfermedades crónico degenerativas, como: las cardiovasculares
(hipertensión arterial y trastornos de la circulación), enzimáticas, el mismo proceso de
envejecimiento (arterioesclerosis), diabetes mellitus, el uso de drogas terapéuticas
permanentemente o por largos períodos, disfunción tiroidea, tabaquismo y el alcoholismo
crónico.
Tratamiento y recomendaciones
Las soluciones terapéuticas brindan reposición de la testosterona que se pierde, aunque todavía
es un tema controvertido. El tratamiento hormonal consigue revertir los síntomas y tiene efectos
beneficiosos sobre la función cardiaca, aumentando la sensación de bienestar y la calidad de vida
del hombre:
♦ No renunciar a la sexualidad.
♦ Encuentre nuevas formas de aliviar el estrés.
♦ Haga ejercicio regularmente
♦ Hablar de ello con la pareja, abiertamente y sin miedos.
♦ Busque un amigo que lo apoyo u otras formas de apoyo en grupo
♦ Ingiera una dieta nutritiva, baja en grasa y alta en fibra.
♦ Procure dormir suficiente
♦ Limite el consumo de alcohol y cafeína que le producen más alteración.
♦ La disfunción eréctil es un padecimiento muy frecuente, que puede tener un origen psicológico
u orgánico. Las causas más comunes son la diabetes, la hipertensión arterial, las hiperlipemias, el
tabaquismo, el consumo de alcohol, el sedentarismo, el uso de determinados fármacos y el
envejecimiento.
♦ Es importante mantener una actividad sexual estable, ya que se ha comprobado que tiene un
efecto beneficioso sobre la propia erección.
♦ Aunque la capacidad de erección cambia con la edad, ningún hombre es demasiado mayor para
consultar un problema de disfunción eréctil.
♦ Los cambios hormonales no sólo repercuten en la sexualidad del hombre, sino que tienen
efectos sobre su calidad de vida, condicionando su capacidad física, su rendimiento intelectual y
su estado de ánimo.