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OSO

Oso es un término que procede del


latín ursus y que permite nombrar a un
cierto tipo de animal. Los osos
pertenecen a la familia Ursidae y son
mamíferos plantígrados (debido a que se
desplazan apoyando la totalidad de la planta de sus pies).
Lo habitual es que sean calificados como omnívoros ya que,
además de alimentarse de otros animales, suelen comer plantas
y frutas. Las características de su alimentación dependen en gran
parte del hábitat en el que vive cada oso y de las posibilidades de
la estación.
En cuanto a su físico, los osos tienen ojos y orejas de pequeño
tamaño. Son animales muy pesados, con extremidades de gran
porte que les permiten sostener su estructura. Los osos tienen
el sentido olfativo muy desarrollado, a diferencia de su vista y
de su audición.
Aunque el tamaño varía según cada especie, puede decirse que
los osos más grandes miden casi tres metros de longitud y pesan
cerca de una tonelada. Los paleontólogos incluso han encontrado
fósiles de osos prehistóricos que habrían medido unos 3,5 metros
y pesado más de una tonelada y media.
Uno de los osos más populares del mundo por su particular
pelaje es el panda. Este animal que habita en Asia y se alimenta
sobre todo de bambú, se encuentra en riesgo de extinción.
El oso polar, por su parte, se destaca por su pelaje blanco y por
ser, junto al oso Kodiak, uno de los carnívoros más grandes
entre los que viven sobre la superficie terrestre.
Otro oso muy común es el oso pardo, característico de los
bosques de América del Norte.
Cambio climático y osos polares
En las últimas décadas la excesiva contaminación ha puesto
patas arribas casi todos los hábitats del mundo; uno de los más
perjudicados han sido las regiones árticas donde habitan los osos
polares. De las 19 variedades que hay dentro de lo que
conocemos como osos polares, 5 de ellas se encuentran en un
estado de vulnerabilidad preocupante. Entre las causas de esta
estadística se encuentra la fundición de los casquetes
polares que vuelven cada vez más difícil la vida a estas especies
y se suma a esto que durante más de veinte años han sido
víctimas de la casa indiscriminada por cazadores de todo el
mundo.

Se estima que si el desgaste en


sus ecosistemas continúa en aumento en igual medida dentro de
unos 50 años más del 30% del número de individuos que forman
esta especie (hablamos de seres vivos con deseos de vivir, de
luchar, de ser felices) habrán desaparecido.
Entre las muchas medidas que es necesario tomar se encuentra
la planificación de unas medidas claras de restricción contra la
caza de esta especie que se encuentra seriamente amenazada.
Cabe mencionar además que se calcula que un gran porcentaje
de ellos son asesinados de forma ilegal. Muchos de estos
cazadores argumentan que ha sido en defensa propio porque los
osos iban a atacarlos. En este punto cabe resaltar que estos
animales son sumamente reacios a enfrentarse a situaciones de
peligro semejantes, generalmente cuando ven a un humano
huyen.
Además del desgaste de su ecosistemas, los osos polares se
encuentran expuestos a muchísimos pesticidas que los navíos
eliminan sobre el agua del ártico; del mismo modo, las focas que
cazan suelen contener en su grasa muchísimas toxinas debido a
la misma causa, y esto provoca la muerte de muchísimos
ejemplares de osos polares.
En lo que respecta al calentamiento global es imprescindible
que realicemos cambios drásticos en nuestros estilos de
vida a fin de procurar una vida duradera a nuestro planeta. Una
de las cosas que se está estudiando detenidamente es la
importancia de realizar modificaciones en nuestra alimentación a
fin de colaborar con la reconstrucción de los diversos hábitats, de
darle a la naturaleza el tiempo y la tranquilidad que necesita para
sanar.

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