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MODELO ACCION DE TUTELA POR NO CONTESTACION DERECHO

DE PETICION
Señor
Juez ___________ de la ciudad de _________ 
E. S. D.

(Nombre) ________________________, mayor de edad, obrando en


nombre propio acudo a su despacho para solicitarle el amparo
constitucional establecido en el Art. 86 de la Constitución Política
denominado ACCION DE TUTELA en contra de (Entidad estatal,
Persona jurídica de derecho publico)________y/o quien corresponda
toda vez que ha vulnerado mi derecho fundamental al derecho de
petición, con fundamento en los siguientes: 
 
HECHOS
El día ____________ (Especificar, día, mes y año).solicité a la (Entidad
estatal, Persona jurídica de derecho publico) lo siguiente:
____________________ (ver fotocopia anexa) (Anexar fotocopia del
Derecho de petición).
Luego de transcurridos los 15 días que concede el Código Contencioso
Administrativo no me han contestado, ni afirmativa, ni negativamente la
solicitud.
La ______(Entidad estatal, Persona jurídica de derecho publico)cumple
funciones públicas teniendo en cuentas que obran por delegación y
autorización del Estado para la prestación del servicio público de Salud. 
 
PETICIÓN

Ordenar al Gerente de la (Entidad estatal, Persona jurídica de derecho


publico) y/o quien corresponda resolver en el término de 48 horas la
petición presentada en la fecha ________ (Especificar, día, mes y año). 
 
PRUEBA

Anexo fotocopia del derecho de petición con la constancia de recibido. 


 
DERECHO VIOLADO

De los hechos narrados se establece la violación del derecho de petición


consagrado en el Art. 23 de la Constitución Política ya que a la fecha no
ha sido respondida ni afirmativa, ni negativamente la petición. 
 
JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento afirmo que no he presentado otra acción


de tutela por los mismos hechos y derechos respecto de la petición que
hice el día (Especificar, día, mes y año)._____________ y que de la que
se pretende se conteste.
 
NOTIFICACIONES 
 
Señor
Juez ___________ de la ciudad de _________ REPARTO
E. S. D.

(Nombre) ________________________, mayor de edad, obrando en nombre propio acudo a su


despacho a solicitarle el amparo constitucional establecido en el Art. 86 de la Constitución Política
denominado ACCION DE TUTELA en contra del Gerente de la (EPS, ARS, etc.) ________y/o
quien corresponda.

DECLARACION

Ordenar al Gerente de la (EPS, ARS, etc.) _________y/o quien corresponda resolver en el término
de 48 horas la petición presentada en la fecha ________ (Especificar, día, mes y año).

HECHOS

El día ____________ (Especificar, día, mes y año).solicité a la (EPS, ARS, etc.) ____ lo siguiente:
____________________ (ver fotocopia anexa) (Anexar fotocopia del Derecho de petición).

Luego de transcurridos los 15 días que concede el Código Contencioso Administrativo no me han
contestado, ni afirmativa, ni negativamente la solicitud.

La ______(EPS, ARS, etc.) cumple funciones públicas teniendo en cuentas que obran por
delegación y autorización del Estado para la prestación del servicio público de Salud

PRUEBA

Anexo fotocopia del derecho de petición con la constancia de recibido.

DERECHO VIOLADO

De los hechos narrados se establece la violación del derecho de petición consagrado en el Art. 23
de la Constitución Política ya que a la fecha no ha sido respondida ni afirmativa, ni negativamente
la petición.

LOS ANTECEDENTES EN LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE

La Asamblea Nacional Constituyente decidió colocar el término "RESOLUCION" y no


"RESPUESTA".

En el libro "Los derechos Fundamentales en la Constitución de 1991", autor Manuel José Cepeda,
página 241 reza :

"Con relación a la expresión "obtener pronta resolución", se determinó su alcance diferenciándola


del término respuesta. "Es que respuesta puede ser simplemente decir.: RECIBIMOS SU
PETICIÓN DE TAL FECHA Y QUEDA RADICADA, ETC.; eso es una respuesta, pero resolución,
quiere decir resolver sobre la petición (...) Es un término mas amplio y así lo ha entendido la
jurisprudencia." (Mayúsculas, negrillas y subrayas no originales)

CUMPLIMIENTO AL ART. 37 DEL DICTO 2591/91 : JURAMENTO


Bajo la gravedad del juramento afirmo que no he presentado otra acción de tutela por los mismos
hechos y derechos respecto de la petición que hice el día (Especificar, día, mes y
año)._____________ y que de la que se pretende se conteste.

NOTIFICACIONES

A la________ (EPS, ARS, etc.) en la (Dirección) ___________________ de ésta ciudad.

Al suscrito(a) en la (Dirección) ______________ 


teléfono _______ de ésta ciudad.

Firma: 
Nombre _______________
Cédula de Ciudadanía Nro: __________________

TUTELA Y DERECHO DE PETICION

La acción de tutela procede para exigir el cumplimiento o respuesta  de un derecho de petición,
cuando como consecuencia de su no atención, se viola un derecho fundamental del peticionario.
Por regla general, la tutela no se puede interponer para conseguir que se le dé respuesta a
un derecho de petición, pero si el hecho de no atender un derecho de petición vulnera o afecta
un derecho constitucional considerado fundamental, la tutela procede de forma excepcional.
Recordemos que la entidad o el particular al que se le ha elevado un derecho de petición tienen
un tiempo perentorio para dar respuesta:
1. Quince (15) días para contestar quejas, reclamos y manifestaciones.
2. Diez (10) días para contestar peticiones de información.

3. Treinta (30) días para contestar consultas.

Si el derecho de petición no se atiende dentro de esos plazos, además de que el funcionario


público incurre en causal de mala conducta, permite al peticionario recurrir a la acción de tutela
para exigir el amparo de sus derechos.
Es importante aclarar que los plazos señalados son días hábiles.
Bien, sobre la procedencia de la acción de tutela para exigir el cumplimiento o atención de un
derecho de petición, la Corte constitucional se ha pronunciado en múltiples sentencias, y en una
de ellas [T-235 de 2002] consideró lo siguiente:
En otras palabras, cuando una persona solicita que se le reconozca su pensión y no
se le responde, ello implica no solamente la violación del derecho fundamental de
petición, sino también del derecho a obtener el reconocimiento de la pensión de
jubilación. Al respecto señaló la Corte: "Es muy grave el perjuicio que se le ocasiona a
un aspirante a pensionado, que teniendo el derecho para gozar de la prestación, no
se le resuelve de fondo a su pretensión. Respuestas simplemente formales, como ha
ocurrido en el presente caso, donde en muchas ocasiones se reproduce una primera
contestación y no se resuelve materialmente, no constituyen una contestación
adecuada al derecho de petición6."
Es claro entonces,  que cuando al no dar respuesta al derecho de petición se vulnera un derecho
fundamental, el ciudadano puede recurrir a la acción de tutela.

La respuesta que se dé en ocasión a un derecho de petición, debe dar una solución efectiva,
debe conducir a la solución, o por lo menos al esclarecimiento de lo solicitado en el derecho de
petición.
La respuesta a un derecho de petición debe ser puntual, precisa, pertinente; no se debe dar una
respuesta evasiva, vaga y que no ofrezca nada al peticionario.
Algunas entidades equivocadamente consideran que han garantizado el derecho de petición con
el envío de una simple nota al peticionario, sin ofrecer solución de fondo alguna, es decir,
dejando al peticionario en las mismas.
Si la entidad no puede ofrecer una solución junto con la respuesta al derecho de petición, debe
explicar o sustentar el por qué de la imposibilidad de dar una solución de fondo, y obviamente
que esa explicación debe ajustarse a la realidad.
Sobre este aspecto, existe abundante jurisprudencia, y en una de ellas, la Corte constitucional
ha considerado lo siguiente:
(…)
3.5. Derecho de petición. Es muy grave el perjuicio que se le ocasiona a un aspirante
a pensionado, que teniendo el derecho para gozar de la prestación, no se le resuelve
de fondo a su pretensión. Respuestas simplemente formales, como ha ocurrido en el
presente caso, donde en muchas ocasiones se reproduce una primera contestación y
no se resuelve materialmente, no constituyen una contestación adecuada al derecho
de petición. Tampoco es respuesta adecuada el no reconocimiento de la pensión,
cuando el comportamiento administrativo ha debido ser el de la prontitud en el trámite
para luego proferir el acto administrativo que reconozca al peticionario el status de
jubilado [Sentencia T-235/02].
(…)
Es claro que si una respuesta a un derecho de petición no da una solución, estando la entidad
obligada a ello, y existiendo el derecho de peticionario a obtenerla, esa respuesta no es
adecuada, no es completa, y podría incluso considerarse no atendido el derecho de petición, con
las connotaciones que ello conlleva para el funcionario responsable de la entidad.
Si un derecho de petición no es atendido, o es atendido indebidamente, en algunos casos, y en
la medida en que la violación al derecho de petición afecte derechos fundamentales, procede la
acción de tutela como en el caso tratado en la sentencia referida.

La respuesta que se dé en ocasión a un derecho de petición, debe ser de utilidad para el


peticionario, de lo contrario no se está atendiendo en debida forma  este derecho constitucional.
Así lo ha reiterado el Consejo de estado en reciente sentencia, en la que ha dicho:
En consecuencia, la Secretaría de Educación de Caldas deberá resolver dichas
peticiones, pues no se puede admitir que la Administración dé respuestas evasivas o
dé simples afirmaciones de que el asunto se encuentra en revisión o en trámite, toda
vez que este tipo de respuestas vulneran el derecho de petición, en razón de que los
solicitantes necesitan una pronunciamiento idóneo y útil acerca de lo pedido. Además,
esa respuesta debe ser comunicada a los peticionarios, pues de nada serviría que
exista una respuesta pero que ésta no sea puesta en conocimiento de los solicitantes
[Sentencia del 19 de agosto de 2010, radicación 17001 23 31 000 2010 00189-
01(AC)]
La jurisprudencia insiste una vez más en que la respuesta al derecho de petición debe ser de
fondo; debe brindar una solución efectiva al peticionario, o si esta no es posible, expresarlo
claramente, y si es necesario, sugerir el procedimiento a seguir, o indicar la autoridad o
instancia a la que se debe recurrir para conseguir la solución o respuesta que se pretende con el
derecho de petición, un derecho de rango constitucional, y que por eso  mismo no se debe
ignorar.
SENTENCIA

Dependencia: Procuraduría Primera Delegada para la Vigilancia


Administrativa
Radicación: 70-1397-03
Disciplinado: Rafael Fernando Parra Cardona
Cargo y entidad: Rector de la Universidad del Quindío
Quejoso: Pablo Hernán Cardona
Fecha queja: Mayo 27 de 2003
Fecha hechos: Marzo 20 de 2003
Asunto: Omitir dar respuesta a derecho de petición

Bogotá DC, 22 de febrero de 2005.

El Despacho, en virtud de la competencia que le otorga el artículo 25


numeral 4 del Decreto Ley 262/00 y el recurso de apelación interpuesto
por el defensor de RAFAEL FERNANDO PARRA CARDONA, procede a
revisar el fallo de primera instancia proferido el 5 de octubre de 2004 por
el Procurador Regional del Quindío, mediante el cual lo declaró
disciplinariamente responsable en calidad de Rector de la Universidad y
le impuso sanción principal de suspensión del cargo por el término de
seis meses y accesoria de inhabilidad especial por igual término.

ANTECEDENTES:

Por escrito de 27 de mayo de 2003, el sindicato de Trabajadores


Universitarios de Colombia a través de apoderado, puso en conocimiento
de la Procuraduría Regional del Quindío que RAFAEL FERNANDO
PARRA CARDONA en calidad de Rector de la Universidad había violado
el derecho fundamental de petición porque no contestó dentro de los
términos legales la solicitud formulada ante el Jefe de Recursos
Humanos el 24 de enero de 2003 y reiterada al Rector el 20 de marzo de
2003.
Indica que la Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores Universitarios
de Colombia, Seccional Universidad del Quindío, se dirigió a través de la
acción de petición ante GUSTAVO ADOLFO RINCÓN, Jefe de Recursos
Humanos de la Universidad del Quindío con el fin de solicitarle una
secretaria para esa agremiación.

Que dicha solicitud la trasladó oportunamente al Rector como conducto


regular para decidir sobre la misma, sin que el Sindicato obtuviera
respuesta alguna, razón que tuvieron para que el 20 de marzo de 2003
reiteraran la citada petición directamente a RAFAEL FERNANDO PARRA
CARDONA, quien permaneció en silencio absoluto, violando así el
derecho de que habla el artículo 23 de la Constitución Política.

La Procuraduría Regional del Quindío por auto de 14 de enero de 2004


decretó la apertura de investigación disciplinaria en contra de RAFAEL
FERNANDO PARRA CARDONA, Rector de la Universidad del Quindío
por la presunta violación al derecho de Petición (fls. 29 y 30).

Mediante auto del 23 de abril de 2004 (fls. 69 a 74), la Procuraduría


Regional del Quindío formuló pliego de cargos en contra de RAFAEL
FERNANDO PARRA CARDONA porque en calidad de Rector de la
Universidad del Quindío "....omitió un acto propio de sus funciones al no
dar respuesta dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de
recibo al derecho de petición formulado a su Despacho, con fundamento
en el artículo 23 de la Constitución Política, por el Sindicato de
Trabajadores Universitarios de Colombia SINTRAUNICOL el día 19 de
marzo de 2003 y presentado al día siguientes tal como aparece en el
mismo memorial..."

Tramitadas las etapas de descargos y alegaciones de conclusión, el 5 de


octubre de 2004 (fls. 87 a 100), la Procuraduría Regional del Quindío,
emitió fallo de primera instancia declarando responsable al citado Rector
por violación al derecho de petición a quien le impuso sanción
disciplinaria de suspensión en ejercicio del cargo por el término de seis
(6) meses e inhabilidad.

CARGOS FORMULADOS:

El Procurador Regional del Quindío, una vez identificó al investigado


formuló el auto de cargos que se contrae a lo siguiente (fls. 70 a 74):
"...El implicado RAFAEL FERNANDO PARRA CARDONA en su
condición de Rector de la Universidad del Quindío omitió un acto propio
de sus funciones al no dar respuesta dentro de los quince (15) días
siguientes a la fecha de recibo al derecho de petición formulado a su
Despacho, con fundamento en el artículo 23 de la Constitución Política,
por el Sindicato de Trabajadores Universitarios de Colombia
SINTRAUNICOL el día 19 de marzo de 2003 y presentado al día
siguiente tal como aparece en el mismo memorial..."

Se mencionó como elementos probatorios, el memorial queja, el oficio


contentivo del derecho de petición invocado, versión libre rendida por el
investigado y el auto de apertura de la investigación disciplinaria (fl. 70).

Como normas infringidas se señalaron los artículos 6 y 209 de la


Constitución Política, el artículo 6 del Código Contencioso Administrativo,
y los artículos 34 numerales 1-3-38 y 35 numeral 8 de la Ley 734 de 2002
(fls. 71 y 72).

El aquo calificó la falta como grave cometida a título de culpa (fl. 77).

FALLO DE PRIMERA INSTANCIA:

La Procuraduría Regional del Quindío en providencia de 5 de octubre de


2004 sancionó al investigado RAFAEL FERNANDO PARRA CARDONA
argumentando que la responsabilidad disciplinaria deviene del principio
de legalidad consagrado en el artículo 4 de la Ley 734 de 20202 en
cuanto el comportamiento al momento de su comisión debe estar
descrito como falta sancionable por el ordenamiento legal.

Señala que el investigado con la contestación de los cargos y la


presentación de los alegatos de conclusión no logra desvirtuar la
acusación elevada relativa a la omisión de contestar al Presidente del
Sindicato la petición del 19 de marzo de 2003 que le exigía exponer los
fundamentos para no nombrar secretaria para la Oficina de
SINTRAUNICOL, en los términos de los acuerdos firmados con la OIT,
Constitución Política, convenciones colectivas y acuerdo del Consejo
Superior 029 de junio 7 de 1983.

Considera infundadas las excusas rendidas por el investigado en la


versión libre, en los descargos y en los alegatos de conclusión, según lo
cual era imposible para el Rector y la Universidad, nombrar la secretaria
en los términos solicitados por el Sindicato en razón a las limitaciones de
carácter legal, presupuestal y del recurso humano del conocimiento
oficial por los miembros de la asociación sindical que fueron notificados
de manera verbal en la mesa de trabajo adelantada con ocasión de la
reforma del Estatuto General de la Universidad.

Objeta como disculpa la respuesta que dio la Universidad a través del


oficio 3488 de 30 de mayo de 2003 de la Jefatura de la División de
Recursos Humanos en cuanto rebasó el término de los quince (15) días
que confiere el artículo 6 del Código Contencioso Administrativo para
resolver los derechos de petición y que se cuentan a partir del siguiente a
la fecha de su recibo, plazo dentro del cual igualmente se deberá
informar al interesado los motivos de la demora (sic), señalando la fecha
posible de la resolución.

Se reitera en el fallo sancionatorio que el Rector no informó al interesado


por medio escrito los motivos de su demora ni fijó la fecha de para
resolver la petición y que si bien pudo ser cierto que hizo saber de las
limitaciones presupuestales y de personal a las directivas de
SINTRAUNICOL dentro de las reuniones oficiales, ese no era el medio
legal para responder máxime cuando el destinatario de la respuesta era
el Presidente del Sindicato CARLOS ARTURO MOLINA por los mismo
medios utilizados en la presentación personal de la solicitud.

Agrega además que la petición no solo debía resolverse dentro del plazo
legal requerido sino que por ser el destinatario del requerimiento, a él le
competía responder personalmente y no como a destiempo lo hizo a
través del Jefe de Recursos Humanos.

El fallo sancionatorio de primera instancia trae a colaciones apartes de la


Jurisprudencia Constitucional alusivas al derecho de petición como
determinante garantía de los derechos constitucionales alcanzables a
través de la pronta y oportuna respuesta que resuelva de fondo la
inquietud planteada a la administración.

Sobre los criterios de graduación de la sanción, se remite


tangencialmente a los artículos 43 y 44 de la Ley 734 de 2002,
concluyendo calificar la conducta como grave cometida a título culposo
para finalmente sancionarlo con suspensión del cargo por el término de
seis (6) meses e inhabilidad especial por igual período.

SUSTENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN:


Notificado personalmente del fallo sancionatorio (fl. 105) el implicado a
través de defensor y dentro del término legal, impugnó la decisión de
instancia, solicitando la revocatoria del acto administrativo apelado y en
su lugar exonerarlo de toda responsabilidad disciplinaria por los hechos
imputados.

Parte del hecho endilgado de no haber suministrado respuesta oportuna


dentro de los quince días siguientes, al derecho de petición formulado,
que violatorio resulta como se cito, entre otras normas, al artículo 35
numeral 8 de la Ley 734 de 2002.

Señala que el aquo desconoció el artículo 43 de la Ley 734 de 2002


sobre los criterios para determinar la gravedad o levedad de la falta,
porque no tuvo en cuenta las especiales características del ente
administrativo Universidad del Quindío y su propio Sindicato,
especialmente en su interactuar permanente que les permitía convivir en
armonía y el dialogar en la mesa de trabajo existente y dentro de la cual,
se discuten los diversos conflictos e interrogantes, en procura de los fines
y funciones de la Comunidad Universitaria.

Indica que la amplia armonía generada por las magníficas relaciones


existentes entre los diferentes organismos que conforman la Universidad
del Quindío, hacen innecesarias las excesivas formalidades en el diálogo
espontáneo e informal para atender las inquietudes que allí se expresan,
tanto así que al interior del Claustro y cerca a la Rectoría mantiene su
sede la organización sindical que siempre a contado con el apoyo
constante de la Administración.

Señala que el ejerció del Sindicato no fue el derecho fundamental de


petición, sino la correspondiente acción tendiente a satisfacer una
pretensión sujeta a la modificación del presupuesto y de la estructura
orgánica de la Universidad en virtud del supuesto tratado Internacional de
la OIT, supuesto éste que sería exigible a través de la acción de
cumplimiento de que habla el artículo 87 de la Constitución Política.

Por otra parte manifiesta que en razón a la calidad de las partes-


Sindicato vs. Universidad-no es apropiado decir que se vulneró el
derecho de petición en interés particular en donde se atropello su
dignidad humana, sino que se trato de los derechos de un colectivo que
participa activa y significativamente dentro de la organización
universitaria.
En escrito separado de 12 de enero de 2005, la defensa reitera los
fundamentos de la apelación, agregando que de acuerdo con la
Sentencia de la Corte Constitucional T-377 de 2002 la respuesta puede
realizarse verbalmente siempre que se personal y oportuna, y resuelva
de fondo, con claridad y precisión la pretensión deseada. Para el efecto
resalta apartes de lo que dice ser de decisión jurisprudencial en cita y
que al tenor literal transcribe: ".....d) por lo anterior, la respuesta no
implica aceptación de lo solicitado ni tampoco se concreta siempre en
una respuesta escrita..."

CONSIDERACIONES DE LA DELEGADA

El 20 de marzo de 2003 (fl. 18), se radicó en la Universidad del Quindío


el derecho de petición suscrito por CARLOS ARTURO MOLINA GARCÍA
y MARÍA EUGENIA ORDÓÑEZ CASTAÑO, Presidente y Secretaria de la
Junta Directiva del Sindicato de Trabajadores Universitarios de Colombia
- Subdirectora Seccional Quindío, dirigido al Rector RAFAEL
FERNANDO PARRA CARDONA, por medio del cual le recuerdan que el
24 de enero de 2003 solicitaron al Jefe de Recursos Humanos, el
nombramiento de una Secretaria de medio tiempo para esa agremiación,
petición que fue remitida a su Despacho sin haber obtenido respuesta
alguna.

Seguidamente solicitan se les informe los motivos por los cuales no se ha


nombrado la Secretaria para la Oficina de SINTRAUNICOL, invocando
que se han violado Acuerdos de la OIT, Constitución Política,
convenciones colectivas y el Acuerdo del Consejo Superior 29 de 1983.

En memorando de 21 de marzo de 2003 (fl. 19), aparece el memorando


interno enviado por la Rectoría de la Universidad del Quindío,
encargando del asunto al Jefe de Recursos Humanos. Dice el
documento: ".....universidad del Quindío. Memorando de tramitación.
Para: jefe recursos humanos. De: rectoría. Fecha: 21 mar 2003........xx
para su tramitación.....detalle. Le anexo dos documentos. Atentamente,
hay firma de Zulma C y registro de timbre de marzo 21.

Aparece copia del escrito de 24 de enero de 2003 (fl 20) por el cual
Presidente y Secretaria de la Junta Directiva de SINTRAUNICOL
solicitan al Jefe de Recursos Humanos de la Universidad del Quindío, se
nombre en propiedad una secretaria de medio tiempo para la
agremiación, preferiblemente con conocimientos contables, todo en
cumplimiento de los artículos 39 y 103 de la Constitución Política, la
convención colectiva y el Acuerdo 029 firmados el 1 y 7 de junio de 1983
(tiene fecha de recibo y firmas ilegibles. Seguidamente se localiza el
memorando de tramitación de 13 de marzo de 2003) (fl. 21), dirigido al
Rector por el Jefe de Recursos Humanos, para que exprese sus
comentarios y con nota marginal de ".hace falta Secretaria MT para
Sintraunicol..." rubricado con firma ilegible.

Mediante oficio 3488 de 30 de mayo de 2003 (fl. 22), el Jefe de la


División de Recursos Humanos de la Universidad del Quindío,
GUSTAVO ADOLFO RINCÓN BOTERO, da respuesta al derecho de
petición presentado por CARLOS ARTURO MOLINA GARCÍA ante la
Rectoría, informándole en relación con la asignación de una secretaria
para las oficinas de SINTRAUNICOL que, "...me permito comunicarle que
el Señor Rector está enterado del asunto y se encuentra legalizando los
ajustes administrativos y presupuestales necesarios para atender tal
petición..".

El artículo 23 de la Constitución Política establece que "...Toda persona


tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por
motivos de interés general o particular y obtener pronta resolución...."

Por su parte el artículo 6 del CCA señala que: "...Las peticiones se


resolverán o se contestarán dentro de los quince (15) días siguientes a la
fecha de su recibo. Cuando no fuere posible resolver o contestar la
petición en dicho plazo, se deberá informar así al interesado, expresando
los motivos de la demora señalando a la vez la fecha en que se resolverá
o se dará respuesta. Cuando la petición haya sido verbal, la decisión
podrá tomarse y comunicarse en la misma forma al interesado. En los
demás casos será escrita.

El artículo 7 del CCA indica: "...la falta de atención a las peticiones de


que trata este capítulo, la inobservancia de los principios consagrados en
el artículo 3, y la de los términos para resolver o contestar, constituirán
causal de mala conducta para el funcionario y darán lugar a las
sanciones correspondientes.

Es apenas lógico entender que en virtud de las normas citadas la petición


debió resolverse o por lo menos responder de manera clara, concreta y
por escrito describiendo los motivos de su nugatoria, antes del día 11 de
abril de 2003 inclusive, teniendo en cuenta que el registro de su recibo
data de 20 de marzo de 2003.
De acuerdo con la Constitución Política (art. 122), la responsabilidad de
RAFAEL FERNANDO PARRA CARDONA, deviene de la relación
especial de sujeción porque al posesionarse el 1 de mayo de 2002 (fl.
38), como Rector de la Universidad del Quindío, juró cumplir y defender
la Constitución y desempeñar los deberes que el cargo le imponen.

En materia disciplinaria el artículo 50 de la Ley 734 de 2002 consagra


que constituye falta disciplinaria grave o leve, el incumplimiento de los
deberes, el abuso de los derechos, la extralimitación de las funciones, o
la violación al régimen de prohibiciones consagrados en la Constitución o
en la ley. Igualmente contempla que la gravedad o levedad de la falta se
establecerá de conformidad con los criterios señalados en el artículo 43
ibídem y que los comportamientos previstos en normas constitucionales
o legales como causales de mala conducta se consideran graves o leves
si se cometen a título diferente de dolo o culpa gravísima.

El artículo 43 de la Ley 734 de 2002 determina que las faltas son graves
o leves de acuerdo con el grado de culpabilidad, la naturaleza esencial
del servicio, el grado de perturbación del servicio, la jerarquía y mando
del servidor público que tenga en la respectiva institución, la
trascendencia social o el perjuicio causado, las modalidades y
circunstancias en que se cometió la falta, los motivos determinantes de la
conducta, la calidad de las partes, y la comisión de la falta objetivamente
gravísima cometida con culpa grave.

Como se observa, no existe un punto de referencia que distinga hito


fronterizo entre las conductas que puedan resultar graves o leves, sino
que su medición queda al criterio del juez disciplinario previa la
valoración objetiva de las circunstancias modales que rodearon del
hecho que se investiga. De ahí, la necesidad de evaluar el
comportamiento disciplinario de manera provisional al formular los cargos
y definitivamente al decidir de fondo.

En el fallo de examen, se omitieron algunos de los postulados que exige


el artículo 170 de la Ley 734, en cuanto falto fundamentar la calificación
de la falta y la culpabilidad del sujeto pasivo de la acción disciplinaria. No
obstante, las falencias descritas no es óbice para resolver el recurso
impetrado.

Como está demostrado, la conducta omisiva que compromete al Rector


de la Universidad del Quindío es una realidad, simplemente porque no
dio respuesta al Sindicato dentro de los quince (15) días siguientes al
recibo de la petición, comportamiento que a la luz del artículo, 35
numeral 8 de la Ley 734 de 2002 en concordancia con el artículo 7 del
CCA se erigió como causal de mala conducta sancionable
disciplinariamente.

Para desvirtuar la irregularidad el investigado directamente y a través de


su defensor ha sostenido que no omitió contestar la solicitud elevada por
la asociación sindical, primero porque ordenó al Jefe de Recursos
Humanos de la Universidad su tramitación y en segundo lugar porque la
respuesta se cristalizó a través de la Mesa de Trabajo de la Comunidad
Universitaria en donde tiene asiento permanente el Sindicato de
Trabajadores, quienes conocieron oportunamente de las limitaciones
presupuestales y de personal que tenía la Universidad para nombrar la
Secretaria que exigían.

Sobre el traslado de la petición de la Rectoría a la Jefatura de Recursos


Humanos para su tramitación, existe memorando de 21 de marzo de
2003 (fl. 19), hecho que motivó el oficio 3488 de 30 de mayo de 2003 (fl.
22), por el cual el delegado GUSTAVO ADOLFO RINCÓN BOTERO
informó al Presidente de SINTRAUNICOL que el Rector estaba
realizando los ajustes administrativos y presupuestales necesarios para
atender el nombramiento de la Secretaria objeto de la solicitud. Quiere
decir el Rector de manera inmediata tramitó internamente las pretensión
del Sindicato, con tan mala fortuna que su inmediato colaborador
incumplió el encargo confiado pues solo hasta el 30 de mayo de 2003
respondió al requerimiento.

La falla de la administración en semejantes términos se constituyó


entonces en el olvido involuntario de formalizar la comunicación por la
cual se esbozaron las razones para desatender el nombramiento exigido
por el sindicato, hecho que compromete al Rector, como se ha sostenido,
porque omitió trasmitir al peticionario, por escrito y dentro de los quince
días, las limitaciones presupuestales y de recursos humanos que
afectaban a la Universidad que impedía satisfacer las necesidades
sindicales.

Descartada la existencia de una falta objetivamente gravísima por no


estar incluida dentro de las taxativamente descritas en el artículo 48 de la
Ley 734 de 2002, no puede enmarcarse como falta grave, la omisión
imputable al Rector de la Universidad del Quindío por los hechos
examinados (art. 43-9 Ley 734/02).
En cuanto al grado de culpabilidad (dolo o culpa) de que habla el numeral
1 del artículo 43 de la Ley 734 de 2002, se ha concluido que no hubo
vocación para mantener en silencio el requerimiento del Sindicato. Por el
contrario, encomendó nada menos que al Jefe de la División de
Recursos Humanos, del trámite correspondiente, por ser esa
Dependencia la encargada del manejo de novedades de personal y de la
disponibilidad de la nómina oficial, circunstancias que igualmente resulta
incuestionable por obrar con el elemento subjetivo del dolo.

Tampoco puede predicarse que la falta se cometió por alguno de los


elementos de la culpa como son la negligencia, la imprudencia o la
impericia, como quiera que el investigado para la época de los hechos
tenía plena conciencia de las implicaciones del silencio, tanto que al día
siguiente del recibo de la petición ordenó tramitarla, ora porque transmitió
al Sindicato, en la mesa de trabajo de la Universidad, las circunstancias
las dificultades para el nombramiento de la secretaria.

Con la omisión en los términos conocidos no se alteró el servicio ni


afectó la naturaleza esencial del mismo. Tampoco puso en riesgo la
actividad del Sindicato, pues se colige que desde su reconocimiento que
data de 1983 y/o 1996, funcionó sin los recursos secretariales que abogó
a través del oficio objeto de la investigación. La conducta se considera
leve porque tuvo origen en aquella falta de esmerada atención de
seguimiento a la orden que le impartió al Jefe de la División de Recursos
Humanos para atender la petición, razón para imponer la sanción
correspondiente distinta y menor a la que se tasó por falta grave que
lacónicamente se calificó en el auto de cargos y en el fallo motivo de la
revisión.

Si bien es cierto el investigado ocupa uno de las más altas dignidades


dentro de la Universidad del Quindío, esta condición por si sola no se
constituye en factor determinante para calificar por encima la gravedad
de la falta. A esta circunstancia se oponen los demás factores contenidos
en el artículo 43 de la Ley 734 de 2002 como quedo descrito
precedentemente.

Con relación a la graduación de la sanción, esta Delegada parte del


supuesto de que las faltas leves son sancionables a título de dolo o de
culpa correspondiéndole a aquellas la multa de carácter pecuniario
equivalente a salarios mínimos legales mensuales vigentes para la época
de los hechos y oscilante entre diez (10) y ciento ochenta (180) días, y de
amonestación para las segundas, medición que se hace teniendo en
cuenta los criterios de que habla el artículo 47 de la Ley 734 de 2002.

Conviene señalar que el investigado no reporta antecedentes


disciplinarios ni fiscales, no le atribuyó la responsabilidad a nadie (en el
caso concreto al Jefe de Recursos Humanos), el hecho no da lugar da
lugar a resarcimiento alguno o de compensación del perjuicios, etc. Su
responsabilidad devino como se acota, a la simple falta de un esmerado
seguimiento al trámite del derecho de petición que radicó en cabeza de
su inmediato colaborador.

Quiere decir que la sanción a imponer por carecer de dolo su


comportamiento, es equivalente la amonestación escrita contenida en el
artículo 44, numeral 5 de la Ley 734 de 2002.

Así las cosas, se revocará el ordinal primero resolutivo del fallo apelado
para que en su lugar se modifique la sanción de suspensión de los
cargos y se fije la amonestación escrita autorizadas para los casos en
que incurren los servidores públicos por la comisión de faltas leves
culposas.

En mérito de lo expuesto, el Procurador Primero Delegado para la


Vigilancia Administrativa, en uso de sus facultades jurídicas,

RESUELVE:

PRIMERO: Revocar parcialmente el ordinal primero del fallo proferido el


5 de octubre de 2004 por la Procuraduría Regional del Quindío por el
cual sancionó a RAFAEL FERNANDO PARRA CARDONA con
suspensión en el ejercicio de sus funciones de Rector de la Universidad
del Quindío por el término de seis (6) meses e inhabilidad de funciones
por el mismo tiempo.

SEGUNDO: Sancionar con Amonestación Escrita a RAFAEL


FERNANDO PARRA CARDONA identificado con cédula de ciudadanía
7.512.696 en calidad de Rector de la Universidad del Quindío de
conformidad con lo expuesto.

TERCERO: Notificar la decisión a las partes, con la advertencia de que


contra la misma no procede recurso gubernativo alguno.
CUARTO: Hacer los reportes y dejar las constancias de rigor,
especialmente para dar cumplimiento del artículo 172-5 y 174 de la Ley
734 de 2002.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.

CÉSAR AUGUSTO AMAYA MEDINA

Procurador Delegado Primero

Vigilancia Administrativa
CAAM

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