Triada trágica en el proceso de duelo perinatal a partir de la historia-de-vida de Juana la

cubana.

Descripcion del fenomeno:

El ser humano desde su existencia se ha encargado de buscar un legado, porcrearse e ir

evolucionando en un sentido descriptivo, como sabemos la mujer dentro de la pareja es
quien porta el futuro hijo en su vientre por 42 semanas aproximadamente, llevandola a una
preparación durante ese periodo para recibir a su hijo, planificando los detalles de este para
su llegada. Ahora bien, antes de los años setenta, el hijo era la consecuencia natural del
matrimonio, pero en la actualidad a nivel mundial está siendo vista como una construcción
cultural multideterminada, definida y organizada por normas que se desprenden de las
necesidades de un grupo social específico y de una época definida de su historia. Más
detalladamente, según Badinter y Knibiehler (2001), se trata de un fenómeno compuesto
por discursos y prácticas sociales que conforman un imaginario complejo y poderoso que
es, a la vez, fuente y efecto del género. Este imaginario tiene actualmente, como piezas
centrales, dos elementos que lo sostienen y a los que parecen atribuírsele, generalmente,
un valor de esencia: el instinto materno y el amor maternal.

-----Elizabeth blab blab dice “Traer un hijo al mundo es un compromiso a largo plazo, que implica
otorgarle prioridad a él. De todas las decisiones a las que un ser humano se enfrenta en la vida, ésta es
la que conlleva un cambio más radical” Actualmente las maneras de lograr un embarazo se han
ampliado debido a avances tecnológicos y además el concepto vario de familia se ha transformado
dando lugar a otras variantes, generando nuevas formas de parentalidad. Dentro de todos estos
elementos existe un factor fundamental tal como que para los progenitores no es el peso, ni la edad
gestacional lo que transforma al feto en hijo y lo dota de una identidad propia, sino que es el lugar que
le han creado en su corazón, en su mundo afectivo, lo que condiciona que lo consideren hijo y
persona.

Al adentrarnos en la construccion cultural venezolana, la educación que los padres imparten a sus
hijos desde el nacimiento hasta que crecen y se hacen adultos, es una tarea fundamental para cada
pueblo, por ende la maternidad tiene gran peso dentro de la cultura. Aqui es vista como una
celebracion por el nuevo integrante en la mayoria de los casos, esperando con ancias la llegada de este
para llenarlo del conocimiento de sus generaciones anteriores. En venezuela existen ciertas tribus
indigenas que perciben incluso la maternidad desde un nivel mucha mas tradicional. Los ye’kuana son
un pueblo indígena de habla y cultura caribe, que ocupa algunos afluentes del Orinoco en los Estados
Amazonas y Bolívar, de Venezuela, más un pequeño grupo del lado brasileño de la frontera y estos
acostumbran a que después del casamiento, la mujer puede quedar embarazada inmediatamente,
aunque las mujeres ye’kuana afirman que lo ideal es tener el primer hijo después de dos años de
casadas. El embarazo se percibe por el retraso de la menstruacion de la mujer y algunos cambios
corporales y de comportamiento. El futuro del feto ahora esta en completas manos de un Chaman, el
cual puede determinar el sexo del futuro hijo o hija de manera especializada, pero mismos miembros
de la tribu afirman que a veces el chaman puede equivocarse. De igual forma tienen creencias tales
como que las mismas mujeres pueden saber el sexo por la forma de la barriga y las ganas de comer.
Todo lo ya mencionado forma parte de la llamada construccion cultural que tiene la sociedad con
respecto al embarazo, la maternidad y sus creencias. Existe un fenomeno el cual sera nuestro punto
focal en la investigacion que se basa en la perdida de este hijo o hija tan esperado, el cual muere ya
sea a causa de un aborto de forma espontanea, por alguna complicación del parto o por afecciones
medicas pocos dias luego de nacer. Este acontecimiento rompe con todos los patrones de maternidad
propuestos por la sociedad ya que ahora las metas planeadas para la llegada, los cuidados y la crianza
de ese hijo no se llevarán a cabo. Para los Ye’kuana el alumbramiento de niños muertos,
tradicionalmente, es atribuido a alguna maldición lanzada contra la madre durante el embarazo. Otras
explicaciones se refieren a la falta de cuidado de la madre embarazada como comer alimentos
prohibidos, por lo que actualmente todas las que están en labor de parto estaran en ayunas.
En estos casos, una vez que el padre se encarga del entierro, todos los miembros del núcleo familiar
tienen que ayunar parcialmente por un cierto periodo y abstenerse durante un año de comer la carne
de algunos animales, como cachicamo o cochino, salvo que haya sido rezada por algún chamán o
algún anciano sabio. Incluso en el caso del nacimiento de niños con algún problema, con el labio
leporino, o de gemelos, no era bien visto tradicionalmente, tanto que se les dejan morir.

Siguiendo las ideas de lo antes expuesto no queda duda de que se apertura un proceso de duelo luego
de la perdida de un hijo o hija esperado. El DSM-IV-TR define al Duelo (Z63.4) (8) como una
reacción a la muerte de una persona querida, en la que algunos individuos afligidos presentan
síntomas característicos de un episodio de depresión mayor, como tristeza, insomnio, anorexia y
pérdida de peso. Sin embargo, la persona en duelo valora su ánimo depresivo como "normal".