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Santoyo Sosa Jesús Eduardo

Sociedad, Tecnología y Deontología 


1CV11 

Las Reinas de Polanco


Este libro, de tortuosa lectura, intenta darnos una descripción de como eran las niñas bien de
Polanco, como es que vivían alegremente en aquel residencial, para después contarnos como
fue que les afectó la crisis económica, las fuertes inflaciones que sufría el país, y como
sobrellevaban el cambio de vida millonaria a una vida “pobre”.
O al menos esa parece ser la propuesta original. Ciertamente Guadalupe Loeza, la pseudo-
escritora feminista mexicana, terminó por redactar un libro de estructura confusa, donde no es
claro lo que nos quiere contar ni cuál es su verdadera postura al respecto.
Inicia hablándonos sobre la vida de esas señoras “riquillas”, desde un punto de vista
ampliamente feminista, en el que redacta que eran mujeres poderosas, independientes, que
podían ir de “shopping” y gastar más de lo necesario en productos por puro capricho, dándonos
a entender que esto está bien y que toda otra mujer no millonaria no era mujer realmente. Al
mismo tiempo, nos cuenta un poco sobre su juventud y lo mucho que adoraba Polanco,
haciendo ver sus grandes traumas por no haber vivido allí, y dándole sentido al porque
idolatraba tanto a semejantes mujeres plásticas. Se nos dice que estas mujeres poderosas de
la clase alta, no necesitaban de ningún hombre, haciendo especial énfasis en que la mujer
debe ocultar ser mas lista que su marido para tenerlo feliz, algo bastante retrograda en sí,
describiendo que eran mujeres importantes en sus empleos las cuales generaban grandes
ganancias, pero a su vez comenta que tantas de esas mujeres disfrutaban gastar el dinero de
sus exitosos maridos en caprichos innecesarios, presentando una posición un tanto
contradictoria.
El libro se desenvuelve en cortos capítulos contados como historias, bastante difíciles de
engullir, ya que Loeza opto por utilizar el conocido “lenguaje fresa” o bien “Spanglish”, creando
frases aberrantes tales como: “Up, up, up, todo el mundo parece up, pero sobre todo happy”
(sic), las cuales provienen totalmente del pensamiento de la autora y no forman parte de algún
dialogo entre personajes ni nada por el estilo.
Al cabo de algunos capítulos y unas cuantas aberraciones de la lengua, Loeza nos introduce a
la vida de las “reinitas” durante la crisis económica: como hacían para organizarse, para
economizar (o al menos intentarlo), y en general para que sus riquezas rindieran lo suficiente
en un México sufrido después de tantas inflaciones.
La autora redacta que las llamadas “reinas” sufrían mucho ante tal situación económica,
discutiendo con sus “maids”, pasando por gran tristeza al no poder darse la cantidad de lujos
que solían tener, dando comentarios sarcásticos de que estas señoras vivían “pobremente”, al
mismo tiempo intenta darnos puntos validos sobre como la crisis humanizo a tantas de ellas.
Sin embargo, en el amplio desarrollo del libro Loeza cuenta que no había nada mejor que ser
una de esas “reinas” caprichosas, viviendo llena de lujos, pero eso nos deja con algunas
preguntas contradictorias: ¿No había nadie mejor que las reinas de Polanco?, ¿Estaba bien
gastar en caprichos innecesarios? ¿Las “reinas” comprendieron que era importante
preocuparse solo en las necesidades básicas? ¿La crisis humanizo a tales mujeres y eso las
hizo mejores personas? ¿Eran mejores por ser millonarias o fueron mejores al hacerse
humildes?
No nos queda del todo claro el punto que Loeza intenta defender, si es que realmente hay uno
detrás de tantos relatos que divinizan a las mujeres caprichosas a la par que las ataca. Lo que
sí queda claro al final, es que nuestra autora vivió traumas por no haber sido una de esas
“reinas” que parece idolatrar tanto, los cuales ha dejado plasmados junto con su ideal feminista
en un libro nada recomendable.

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