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EPONIMO ” GRAN MARISCAL DE AYACUCHO ANTONIO JOSE DE

SUCRE”

Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá ( nace en Cumaná, 3 de febrero de


1795-Berruecos, y muere el 4 de junio de 1830), conocido como el "Gran Mariscal
de Ayacucho", fue un político, estadista, diplomático y estratega militar venezolano,
prócer de la Independencia.

El título de Gran Mariscal de Ayacucho fue otorgado por el congreso peruano en


1824, igualmente recibió el título de General en Jefe del Ejército de la Gran
Colombia, rango más alto dado por el congreso de la Gran Colombia, y fue
Comandante del Ejército Libertador del Sur, cargo otorgado por Simón Bolívar.

Participó en toda la gesta independentista y se consagró en la Batalla de Ayacucho


al derrotar al último virrey español en América. Como lugarteniente de "El
Libertador" realizó actividades diplomáticas que permitieron la conformación del
Ejército Libertador del Sur, al cual Bolívar le dio la responsabilidad de comandar en
1822, labor que realizó venciendo al ejército realista español en la batalla de
Pichincha, donde obtuvo el cargo de General.

Asimismo participó en la creación de la nación del Ecuador, de quien fue uno de sus
fundadores y de la actual Bolivia, siendo su primer presidente y cuyo nombre lo
propuso en honor a Bolívar.

Emancipación de Ecuador, Perú y Bolivia


Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación
en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822. Con esta victoria de Sucre
se consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y
quedó el camino listo para la batalla contra las últimas fuerzas realistas que
quedaban en el Perú. Tras una reunión en Guayaquil entre Simón Bolívar y San
Martín, este último cede parte de su ejército al primero, y se retira definitivamente de
las batallas de la emancipación hispanoamericana. Así, Sucre llegó y entró en Lima
en 1823, precediendo a Bolívar. El 1 de diciembre de 1823 llegó a Yungay,
estableciéndose en él por ser el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus
inmediaciones a los batallones "Voltígeros de la Guardia" y "Pichincha" a los que la
población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de
febrero hacia Huánuco. Participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla
de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al virrey José de la Serna en
Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente
sudamericano. El Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y General en Jefe
de los Ejércitos.11

Batalla de Pichincha

La Batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán
Pichincha, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, arriba de la ciudad de
Quito, en el Ecuador actual. El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras
de Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el
mando del General venezolano Antonio José de Sucre y al realista, comandado por
el Mariscal de Campo Melchor de Aymerich. La derrota de las fuerzas realistas
leales a España condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las
provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la
Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que
eventualmente emergió la República del Ecuador. Al amanecer, sin que Sucre lo
supiera, los centinelas apostados cerca de Quito avistaron a las tropas
independentistas ascendiendo por las laderas del Pichincha.

La Batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas


terrestres de las Guerras de Independencia Hispanoamericana (1809-1826). La
batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinua en el departamento de Ayacucho,
Perú, el 9 de diciembre de 1824. La victoria de los independentistas, significó la
desaparición del último virreinato que seguía en pie, el del Perú, y puso fin al
dominio colonial español en Sudamérica; se cerraba la Independencia del Perú . Así
finalizaban las batallas de la independencia del Perú, con una capitulación militar
que se transformaría años más tarde en tratado diplomático firmado en París el 14
de agosto de 1879. Antes del inicio de la batalla, el general Antonio José de Sucre
arengaba a sus tropas:

Para finalizar con dos pensamientos del General Antonio José de Sucre

"¡Soldados!, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día
de gloria va a coronar vuestra admirable constancia. ¡Soldados!: ¡Viva el Libertador!
¡Viva Bolívar, Salvador del Perú!."

"Honor al vencido. Que continué en manos del Valiente". Luego, los términos de la
Capitulación no pudieron ser más generosos ni caballerosos. Así se mostró que la
nobleza y la hidalguía eran tan sudamericanas como españolas.

Antonio José de Sucre

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