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El día importante de Amelia

Érase una vez una hermosa niña llamada Amelia, ella se


encontraba muy feliz ya que dentro de poco entraría a
la escuela, su madre al llegar a casa le dio una hermosa
sorpresa, ella le había comprado sus útiles escolares,
alegre empezó a guardar todo y le pregunto a sus
hermanos que tan hermoso era ir a la escuela, ellos le
contaban cosas maravillosas de la escuela, que les
hacían muchas actividades donde incluían, el juego, el
canto, el baile, la exploración del medio.

Amelia al escuchar esto se sintió más alegre y ya quería


conocer la escuela.

Pasaron los días y cada vez se acercaba el día más


esperado por ella, ella no veia la hora de entrar a su
escuela soñada y conocer su maestra y hacer nuevos
amigos.
El día llego y el despertador sonó “ring – ring - ring”, ya era hora
de levantarse, Su madre se dirige hacia el cuarto de su hija
Amelia, antes que pudiese abrir la puerta, se llevó una gran
sorpresa…

- ¡OHHHHH! Ya te encuentras despierta querida hija


- (Grito de alegría) Síiiiii mamá
-Bueno, vamos alistarte; para que no llegues tarde a tu primer día
de clase
- Yuujuuu, por fin iré a mi escuelaaa.

Hora después, su madre se dirige a llevar Amelia a


la escuela.
De camino a la escuela, su madre le pregunta cómo
se sentía y si aún estaba muy feliz de ir a la escuela.
-Sí mami, pero me gustaría que te quedaras
conmigo
-Hija, eso no será posible. Tú sabes que tengo que
ir al trabajo.
-Lo sé, pero quiero que te quedes un rato conmigo.
¡Por favor mamá!
Llegaron a la escuela y Amelia se puso un poco
triste e inquieta, ya no quería entrar a la escuela y
le dice a su madre
-Llévame de nuevo a casa.

-No hija, es tu primer día de clases y tú esperaste mucho por estar


aquí
La maestra Lupita, se acerca a ella y le dice no te sientas triste esta
es una experiencia muy hermosa, tendrás muchos amiguitos y
unas maestras que te darán mucho cariño y te apoyarán. ven
conmigo y entremos juntas al que será tu salón.
Amelia se despide de su madre, con un fuerte y acogedor abrazo y
le dice
-Ven por mí, apenas salga
- Bueno hija, te quiero mucho. Chaooo
Amelia se dirige con la maestra al salón de clase, al llegar una niña
se le acercó y le dijo ven se mi nueva amiga y juguemos un rato.
Amelia, le pregunta por su nombre, ¿cómo te llamas?
- Me llamo Salome y ¿tú?
- Mi nombre es Amelia
La tristeza poco a poco fue desapareciendo y empezó hablar con
muchos de sus compañeros, al rato llega la maestra Carmen y
grito muy fuerte
- HAGAN SILENCIO, SHHHHHHH.

SILENCIO
-No me gustan que los niños hagan tanto ruido y desorden
en mi salón de clase y menos cuando yo esté en el salón.
Los niños se sorprendieron mucho y se sintieron triste y
regañados y Amelia ya no quería estar en la escuela, ya que
su maestra gritaba muchísimo, siempre estaba de mal
humor, castigaba a sus compañeros constantemente y se
notaba que no los quería ni un poquito.
Finalizo su clase.

FINAL
Luego llego la maestra Lupita, quien les daría su clase de Arte,
ella entro con una armonía y saludando con mucho amor a
todos los niños, empezó cantando, bailando y queriendo que
los niños se animaran para que su clase fuera dinámica, pero
ella noto que no querían participar y pregunto por qué estaban
así.
Ellos les respondieron con mucho miedo ya que pensaba que
los iba a regañar y gritar como su maestra Carmen
-Tenemos miedo de hacer ruido, desorden y que nos regañes
- ¿Por qué dicen eso mis amores?
- Porque la maestra Carmen, no le gusta que hagamos
desorden, ella nos regañó y nos gritó.
-Nooo, mis niños. Yo no los gritare y mucho menos los
regañare. Me gusta que participen y puedan expresar lo que
sientan.
-Está bien maestra.
Llega la madre de Amelia a recogerla y le pregunta cómo había
sido su primer día en la escuela, ella le respondió con un tono
cabizbajo
-No muy bien
- ¿Por qué dices eso?, mi pequeña niña
-Mamá, porque mi maestra Carmen fue muy mala con nosotros,
nos dejó jugar y nos gritó feo; en cambio mi otra maestra Lupita
fue muy dulce es tan hermosa como la luna, ella si nos dejó
jugar y es muy divertida.
-En serio mi pequeña, entonces mañana vendré y hablare con la
directora, para que me de una solución a esta situación, no te
desanimes vendrás días más divertidos e increíbles en la
escuela.
Al día siguiente, Amelia y su madre se dirigían a la escuela, al llegar a la
escuela se encuentran con la maestra Lupita y la madre de Amelia le
comenta la situación que había pasado ayer con su hija, ella le responde
-Ya los niños me habían contado el problema que habían tenido, espero
que esta situación tan penosa se pueda solucionar, ya que como maestros
debemos ser la guía de nuestros niños.
La madre de Amelia se dirige a coordinación, para hablar con la directora,
le dirá respuesta y solución a este pequeño problema ya que no quería
que su hija recibiera este tipo de educación, donde su hija y sus
compañeros fueran sumisos a todo lo que dijera la maestra.
La directora muy apena le dice, que no se preocupe ya que ella hablara
con la maestra, para darle solución a este problema. Apenas hable con la
maestra le daré respuesta a su inquietud.
En la hora del descanso la directora, llama a la maestra Carmen para que
ella le respondiera a la queja que tuve la acudiente y le recordó que no era
la primera vez que una acudiente se acercaba a ella por esta mi situación y
le recuerda que la escuela se rige por impartirle a los niños la buena
enseñanza de una forma donde dejamos de lado lo tradicional.
La maestra Carmen le responde a la directora, diciéndole
-Así es mi manera de enseñar, pienso que deben ser educados de una
manera muy estricta y que obedezcan a nuestras indicaciones.
-Bueno ya la decisión está en usted, si decide cambiar o renunciar a su
puesto como maestra en esta institución
-Mejor renunció, ya que esta escuela no se rige a mi estilo de enseñanza y
no puedo cambiar mi forma de ser.
-Bueno ya usted decidió, espero y encuentre una escuela donde imparta
su forma tan tradicional de educar.
La directora llama a la acudiente y le comenta que solución se le dio a su
problema, y le comento que la maestra había decidido renunciar.
Pasaron unos días y Amelia estaba contenta porque había una nueva
maestra, tan dulce como la miel que los quería y los dejaba ser ellos
mismos, no los regañaba como su anterior maestra, ella le cometa esto a
su madre, ella le dice que le alegraba que su hija estuviera feliz con su
nueva maestra y le estuviera yendo súper bien con sus maestras.

FIN

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