Aproximación cladista a la clasificación de los vertebrados
Se han descrito aproximadamente unas 65.000 especies de vertebrados de un total de 1,9
millones de especies descritas, es decir, un 3,4% de las especies conocidas. Debido a que hay infinidad de otros grupos peor conocidos, el porcentaje real de las especies de vertebrados presentes en nuestro planeta es probablemente mucho menor.
Actualmente se conocen un total de 76 sp. de mixines, 35 de lampreas, 1084 de condrictios,
30000 de actinopterigios, 8 de sarcopterigios, 7400 de anfibios, 10038 de reptiles, 10425 de aves y 5515 de mamíferos, siendo estos dos últimos grupos los más conocidos. Actualmente suelen aparecer especies nuevas en latitudes intertropicales, y revisando las clasificaciones y con nuevas técnicas genéticas también se descubren especies crípticas y otras mal clasificadas.
El estudio zoológico se puede entender como una narración histórica, como la
reconstrucción de las relaciones de parentesco entre los distintos taxones a lo largo del tiempo basándose en las características que comparten. A esto se le denomina una aproximación cladista. El cladismo es un término acuñado por Willi Hennig (1966) y se basa en el estudio de los caracteres compartidos entre los taxones; según el tipo de estos se les denomina de una forma u otra. Un carácter plesiomórfico es aquel que esta presente en los ancestros (estado ancestral o rasgo primitivo), mientras que uno apomórfico será evolutivamente novedoso, es decir, derivado de otro rasgo perteneciente a un taxón ancestral (estado derivado). De esta forma podemos distinguir los conceptos simplesiomorfía (caracteres plesiomórficos compartidos por un grupo monofilético) y sinapomorfía (caracteres apomórficos compartidos por un grupo monofilético). De esta forma solamente la compartición de caracteres derivados (sinapomorfías) permite el establecimiento de grupos monofiléticos.
Empleando esta aproximación cladista, los vertebrados/craneados se pueden clasificar en
base a unos conceptos/caracteres útiles. Partiendo de la situación de que todos los craneados tienen cráneo, en primer lugar podemos tener en cuenta la presencia de vértebras, que definirían al grupo de los vertebrados, y están ausentes solamente en mixines. Dentro de los vertebrados podemos tener en cuenta la presencia o ausencia de la mandíbula, que nos permite separar a las lampreas (agnados: sin mandíbulas) del resto (gnatóstomos: con mandíbulas). Además también se puede diferenciar, dentro de los gnatóstomos, el tipo de esqueleto que poseen, separando a los condrictios (esqueleto cartilaginoso) y a los osteíctios (esqueleto óseo). A continuación, dentro de los osteíctios, dependiendo el tipo de aletas (“extremidades”) se separarían los actinopterigios (aletas espinosas) de los sarcopterigios (aletas carnosas). Tanto mixines, lampreas, condrictios, actinopterigios y sarcopterigios son conocidos comúnmente como peces, a excepción de aquellos sarcopterigios que poseen 4 quiridios, los cuales pasan a ser tetrápodos. Dentro de los tetrápodos, se pueden diferenciar dos grupos más, los anamniotas (sin amnios) que se corresponden con los anfibios y los amniotas (con amnios) que se corresponden con los saurópsidos y mamíferos. Estos distintos grupos suelen ser estudiados por distintas subdisciplinas de la zoología. La ictiología se encargaría del estudio de los “peces”: mixines, lampreas, condrictios, actinopterigios y sarcopterigios. La herpetología se encargaría del estudio de los anfibios y de los reptiles, que son un grupo parafilético sin las aves, de las cuales se encarga la ornitología. Y por último la mastozoología trataría del estudio de los mamíferos.