Está en la página 1de 2

Ciclo biológico de las lampreas: pares de especies

Respecto a la reproducción de las lampreas se pueden destacar algunos rasgos


característicos: son semélparas, ponen muchos huevos pequeños con poco vitelo, su
desarrollo es indirecto con una fase larvaria filtradora prolongada, unos 6 años (larva
ammocoetes), y en la época reproductiva realizan migraciones, que en este caso son
anádromas, es decir que los adultos migran del mar al río para reproducirse.

Los pares de especies, consisten en un proceso de especiación actual, en tiempo real. Un


caso de los pares de especies lo podemos observar en la ​Lamprea fluviatilis ​y la ​Lamprea
planeri​, que están estrechamente relacionadas y morfológicamente son bastante similares,
aunque no se pueden cruzar (aislamiento reproductivo) y una de ellas es una forma no
parásita, de forma que ​L. planeri tiene una vida larvaria larga, sufre una metamorfosis y se
reproduce sin migrar para después morir. ​L. ​fluviatilis en cambio, si va hasta el mar para
desarrollarse y vuelve al río a reproducirse. ​L. planeri ​es mucho más pequeña que la ​L.
fluviatilis​, debido a que después de la metamorfosis cesa su crecimiento.

En los pares de especies, una de ellas no posee fase migradora-parásita y se aprovecha de


las ventajas de la vida como larva filtradora a costa de no continuar después su ciclo. Viven
en arroyos muy productivos y por ello se alarga su fase larvaria. Al sufrir la metamorfosis, en
la fase adulta el sistema digestivo ha degenerado, impidiendo la alimentación, por lo que el
objetivo único de esta fase es la reproducción.

El aislamiento reproductivo tiene que ver en parte por la diferencia de tamaño, ya que
dificulta el cortejo, el acoplamiento mecánico y la fecundación externa. Los machos hacen
nidos y esperan a que pasen las hembras para engancharse a ellas y verter los gametos,
pero si el tamaño es muy diferente la posibilidad de que estos gametos coincidan en el
espacio es casi nula (mecanismo de aislamiento reproductivo precigótico). Además, otro
factor que influye en el aislamiento reproductivo es la segregación en el espacio, ya que las
lampreas no parásitas realizan migraciones hacia zonas superiores de los ríos donde no
llegan los individuos de la otra especie. Esto es debido a que las no parásitas no utilizan
energía en migrar del mar al río, ya que pasan toda su vida en él, y causa una reducción
gradual del flujo génico

El gran éxito de la larva ammocoetes es un gran responsable de este suceso, y es debido a


que son filtradores eficientes y además viven en zonas de elevada productividad. Estas se
entierran en la arena y sacan un capuchón cefálico que les permite dirigir el agua hacia la
boca para alimentarse. Después de esta fase larvaria exitosa, sufren una metamorfosis y
pasan a la fase macroftalma, en la que se desarrollan los ojos y se inicia la migración hacia
el mar (en el caso que la realicen).

En el caso de las especies migradoras, la fase larvaria dura unos 4 años. Después se sufre
una metamorfosis y va hacia el mar, y tras crecer lo suficiente migra de vuelta hacia los ríos
a reproducirse. Por otro lado, en el caso de las especies no parásitas, la fase larvaria dura
unos 6 años, después sufre una metamorfosis rápida que se solapa con la maduración
sexual y finalmente se reproduce y muere. De esta forma, el esfuerzo reproductivo de las
especies no migradoras es mucho menor que el de las migradoras, ya que con una menor
“producción” de individuos pueden mantener las poblaciones al tener una menor tasa de
mortalidad hasta la siguiente generación que las migradoras.

También podría gustarte