Está en la página 1de 44

Hugo Chávez Frías

Líder Eterno y Presidente Fundador


Nicolás Maduro Moros
Presidente
Diosdado Cabello
Vicepresidente Primero
Héctor Rodríguez
Vicepresidente de Formación
Rodbexa Poleo
Secretaria General de la JPSUV
Nicolás Maduro Guerra
Comisionado Nacional de Formación Política e Ideológica de la
JPSUV y Director de la Escuela de Formación Antonio José de Sucre
Junta Directiva de la Escuela de Formación Antonio José de Sucre
Yadira Córdova
Diva Guzmán
Wuikelman Ángel Paredes
Jorge Pérez

Publicaciones
©Organización del Estado Bolivariano. Principios sobre su
funcionamiento
Autor: Michael Díaz Mendoza

Edición y corrección
Carlos A. Zambrano
Diseño de portada y diagramación
Juaníbal Reyes Umbría

ISBN:
Depósito Legal:
Elaborado en la República Bolivariana de Venezuela, 2020

Descargue nuestras publicaciones en:


www.psuv.org.ve / www.juventud.psuv.org.ve / www.escuelajpsuv.org.ve
MÓDULO IV:
Planificación y control
de la gestión pública
ÍNDICE

I. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA
BOLIVARIANA DE VENEZUELA (CRBV).........................7
1. La denominación de la República,
sus valores y los derechos irrenunciables de la nación.........8
2. El Estado Democrático y Social
de Derecho y de Justicia.........................................................10
3. Los fines del Estado.............................................................12
4. La República Bolivariana de Venezuela
como Estado Federal Descentralizado...................................13
5. La soberanía popular...........................................................26
6. Principios de gobierno........................................................27
7. La supremacía constitucional..............................................31
8. Los símbolos de la República...............................................35
9. El idioma................................................................................35

II. PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DEL ESTADO.....36


1. Principio de separación orgánica
de los Poderes Públicos............................................................36
2. Principio de legalidad, competencia o de
legitimidad de los órganos.....................................................38
3. La nulidad de los actos emanados de
toda autoridad usurpada........................................................39

5
4. Principio de la responsabilidad individual
derivada del ejercicio del Poder Público...............................39
5. Principio de responsabilidad patrimonial
del Estado por daños derivados del
funcionamiento de la Administración Pública....................40

BIBLIOGRAFÍA......................................................................42
I. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONSTITUCIÓN
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
(CRBV)
Los principios fundamentales es el conjunto de disposicio-
nes de la Constitución que poseen una función orientadora
o de esquema valorativo para la interpretación, delimitación
y aplicación del resto de la normativa constitucional. Son
núcleos que tienen un efecto irradiante, que condicionan
o determinan al resto de las disposiciones constitucionales.
Representan la base, el hilo conductor sobre el cual se cons-
truye todo el Texto Fundamental; en consecuencia, ninguna
norma o institución del sistema puede estar en contradicción
con estos postulados.
Los principios fundamentales están dotados de toda la
fuerza normativa, su alcance no consiste en la enunciación
de meros ideales que deben guiar los destinos institucionales,
políticos y sociales con el objeto de que algún día se llegue
a ellos; su eficacia normativa debe ser entendida como un
asunto del presente. En consecuencia, una interpretación o
aplicación de la Constitución que ignore los mandatos en ellos
contenidos cambiaría la naturaleza misma de la Constitución,
y la parte orgánica perdería su significado y razón de ser.
En el caso venezolano, el Título I de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), califica o
denomina los artículos que van del 1 al 9, como “Principios
Fundamentales”, los cuales de manera general establecen las

7
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

bases del nuevo orden jurídico y orientan la organización


jurídico-política del Estado. Estos principios se refieren a la
forma de Estado, de Gobierno, a la organización político te-
rritorial, la democracia participativa y protagónica, el respeto
a la dignidad humana, la soberanía popular, la supremacía
de la Constitución, entre otros.
1. La denominación de la República, sus valores y los dere-
chos irrenunciables de la nación
El Acta de Independencia proclama a la nación bajo la
denominación de Confederación Americana de Venezuela;
no obstante, dicha nomenclatura sufriría distintas transfor-
maciones a lo largo de nuestra historia republicana.
En efecto, la Constitución de 1811 la denomina “Estados
Unidos de Venezuela”, la Constitución de 1819 “República de
Venezuela”, la Constitución de 1821 “República de Colom-
bia”, ello como parte de la decisión soberana de Venezuela
de constituirse con la Nueva Granada en un solo Estado
independiente. La Constitución de 1830, vuelve nuevamente
a la fórmula de “República de Venezuela” consecuencia de la
separación de la nación de la Nueva Granada, denominación
que se mantendría en las Constituciones de 1857 y 1858.
Los Textos Constitucionales de 1864, 1874, 1881, 1891,
1901, 1904, 1909, 1914, 1922, 1925, 1928, 1929, 1931, 1936,
1945 y 1947 llamarían a la República “Estados Unidos de
Venezuela”.
Por su parte, las Constituciones de 1953 y 1961 retoman
nuevamente, sin adjetivo alguno, la rúbrica de “República
de Venezuela”.
Finalmente, la Constitución del 1999 rompe con el esquema
tradicional y pasa a denominar al Estado como “República

8
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

Bolivariana de Venezuela”, en honor al Libertador Simón


Bolívar, Padre de la patria, con lo cual se enaltece el legado
histórico, doctrinario e ideológico de quien luchó para
forjar una patria libre, soberana e independiente de toda
potencia extranjera.
Asimismo, el Texto Fundamental reconoce como valo-
res la independencia, la libertad, igualdad, justicia y paz
internacional; los cuales encuentran sustento en la doctri-
na bolivariana, es decir, en el cúmulo de ideas del Padre de
la patria, en su ejemplo histórico, en su postura anti-im-
perialista y proeza libertaria, en su visión integracionista y
fiel creyente del cultivo de las virtudes ciudadanas.
Estas ideas deben guiar el rumbo del país, servir de lí-
neas orientadoras, son el pilar del Bolivarianismo y de la
nueva República. Por ende, surgen las interrogantes:
• ¿Dónde encontrar el sustento de tales ideas?
• ¿Qué documentos histórico-constitucionales deben
examinarse para penetrar en el ideario bolivariano?
• ¿Qué documentos pueden constituir la doctrina bo-
livariana?
Creemos que el contenido de tales ideas derivan del Mani-
fiesto de Cartagena, Carta de Jamaica, Discurso de Angostu-
ra, Constitución Boliviana y la prolija correspondencia epis-
tolar del Libertador.
La disposición constitucional a la cual hacemos referen-
cia bajo el epígrafe de “La denominación de la República, sus
valores y los derechos irrenunciables de la nación” establece
textualmente:
Artículo 1. La República Bolivariana de Vene-
zuela es irrevocablemente libre e independiente y

9
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

fundamenta su patrimonio moral y sus valores de


libertad, igualdad, justicia y paz internacional en
la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son
derechos irrenunciables de la Nación la indepen-
dencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad,
la integridad territorial y la autodeterminación
nacional.
2. El Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia
La fórmula de la Constitución según la cual Venezuela se
define como un Estado Democrático y Social de Derecho y de
Justicia, es de una importancia y sin precedentes en el contexto
del constitucionalismo venezolano. Con esta prescripción la
CRBV se circunscribe a las tendencias del constitucionalismo
moderno, por lo que, este principio merece ser dilucidado en
cada una de sus partes.
La expresión “Estado Democrático” empleada en la redac-
ción constitucional es una idea fuerza que expresa el desiderátum
del Poder Constituyente de un Estado cuyas autoridades tengan
un origen legítimo, y la de un pueblo vinculado permanente-
mente en la deliberación de los asuntos públicos. Con dicha
expresión, además, se quiere expresar lo contrario a toda idea
o práctica autoritaria, totalitaria o dictatorial que suponga una
amenaza para las bases de la República o del Estado mismo.
Esta disposición irradia toda la normativa constitucional
relacionada con el ejercicio de la soberanía, de los derechos
políticos, de los medios de participación, de las normas que
configuran al Poder Electoral, así como de las disposiciones
vinculadas con los cargos de elección popular de los órganos
de rango constitucional.
El término “Estado Social” hace referencia fundamentalmente
a la cuestión social, por lo que obliga a sus órganos y entes a

10
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

tener una actuación más activa en la garantía de los derechos


contemplados en la normativa constitucional. Esto, en aras de
evitar que los poderes fácticos o hegemónicos de la sociedad
–por ejemplo, las fuerzas económicas– obstaculicen o impidan
la plena realización de las personas, denigren su condición hu-
mana y el libre desarrollo de su personalidad, sometiéndolas a
la pobreza y exclusión social.
Por el contrario, el accionar de los Poderes Públicos debe
estar dirigido a combatir las desigualdades socioeconómicas
existentes y las desventajas de los sectores, grupos o personas
de la población históricamente marginados o discriminados,
brindando protección especial a los más débiles o menos
favorecidos.
También exige esforzarse en la adopción de medidas po-
líticas, económicas y sociales que establezcan las condiciones
indispensables para asegurar a todos los habitantes el desarrollo
de sus aptitudes y la garantía de una vida digna, empleando
para ello el máximo de los recursos económicos que estén a
su alcance.
Lo cual condiciona la forma de actuar y finalidad de la Ad-
ministración Pública o del modelo de gestión gubernamental,
el que debe estar centrado en el ser humano, en la consecución
de la igualdad (no solo formal sino real) y el establecimiento
de condiciones de vida dignas para todas las personas.
La concepción social del Estado ejerce una influencia en
todas las normas del Texto Fundamental que conforman la
denominada constitución económica, guía la interpretación
de estas disposiciones y determina los ámbitos de su regula-
ción. Por ejemplo, de las normas sobre el régimen impositivo,
presupuestario y del gasto público; explotación de recursos
naturales; la producción, distribución, utilización y consumo

11
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

de bienes y servicios, por lo que el Estado tendría facultades


amplias de intervención en la economía.
El sintagma “Estado de Derecho” hace alusión a la sujeción
o sometimiento de los Poderes Públicos, de las autoridades, de
sus funcionarias y funcionarios a la Constitución y al sistema
de fuentes del derecho en ella establecido. Es el Estado que se
somete o subordina voluntariamente al régimen de derecho
por él mismo creado a fin de preservar los derechos humanos
y, por ende, la dignidad humana.
Por su parte la expresión “Estado de Justicia” empleada en
la preceptiva constitucional se interpreta como el Estado que
garantiza la justicia material por encima de la legalidad formal
o de tecnicismos jurídicos, que propende a la búsqueda de la
verdad y para ello asegura el acceso a los órganos jurisdiccionales
para que las personas hagan valer sus derechos e intereses y
puedan obtener de estos la decisión correspondiente.
La norma constitucional que contempla la cláusula del
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, es del
siguiente tenor:
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado
democrático y social de Derecho y de Justicia,
que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida,
la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad,
la democracia, la responsabilidad social y, en ge-
neral, la preeminencia de los derechos humanos,
la ética y el pluralismo político.
3. Los fines del Estado
El principio relativo a los fines del Estado traza un conjun-
to de objetivos o metas sobre aquellas áreas que la sociedad

12
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

aspira a disfrutar, y que deben alcanzarse de acuerdo con un


programa de acción. De la preceptiva constitucional se obser-
va que no son metas de un grupo en específico o de un sector
en particular sino de objetivos de toda la sociedad venezolana
en general, aspiraciones comunes que las y los constituyentis-
tas recogieron en un momento histórico determinado como
necesidades o deseos concretos de la colectividad.
De tal manera, los fines recogidos en la Constitución no se
reducen a un discurso retórico ni a ideales abstractos e inal-
canzables, se trata de tareas nacionales, cuya materialización
no solamente atañe al poder constituido sino también a los
particulares o sectores no estatales. Estos fines a los que ha-
cemos referencia se encuentran previstos en la CRBV bajo la
siguiente redacción:
Artículo 3. El Estado tiene como fines esencia-
les la defensa y el desarrollo de la persona y el
respeto a su dignidad, el ejercicio democrático
de la voluntad popular, la construcción de una
sociedad justa y amante de la paz, la promo-
ción de la prosperidad y bienestar del pueblo y
la garantía del cumplimiento de los principios,
derechos y deberes reconocidos y consagrados
en esta Constitución. La educación y el trabajo
son los procesos fundamentales para alcanzar
dichos fines.
4. La República Bolivariana de Venezuela como Estado
federal descentralizado
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
incorpora en su Título I, “De los Principios Fundamentales”,
una norma de reciente data en la que se afirma de manera
categórica que la República es un “Estado federal descen-
tralizado”.

13
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

Las constituciones venezolanas de 1811, 1819, 1821,


1830, 1857, 1858, 1864, 1874, 1881, 1891, 1901, 1904, 1909,
1914, 1922, 1925, 1928, 1929, 1931, 1936, 1945, 1947 y 1953
no establecían de manera expresa el carácter federativo del
Estado. Es a partir de la Constitución de 1961 en la cual
se señala en términos análogos, a la hoy vigente, que la
República es un Estado federal. Sin embargo, la ausencia
de un principio expreso en los textos constitucionales que
afirme o declare el carácter federal del Estado, antes de esa
fecha, no significa que el mismo en menor o mayor medida
no lo haya sido.
Artículo 4. La República Bolivariana de Vene-
zuela es un Estado federal descentralizado en
los términos consagrados en esta Constitución,
y se rige por los principios de integridad terri-
torial, cooperación, solidaridad, concurrencia
y corresponsabilidad.
La noción de federalismo alude al mecanismo político de
distribución del poder, entre un poder central y las entidades
periféricas que integran la división político territorial del
Estado. En el derecho constitucional contemporáneo un
Estado federal puede formarse por la unión de un conjunto
de Estados autónomos, independientes y soberanos que
voluntariamente pactan crear un ente con personalidad jurí-
dica, al cual ceden parte de su soberanía y transfieren parte
de sus competencias; o bien mediante un acto de soberanía
en el que se decide reconocer a unas regiones o provincias,
que nunca han tenido la característica de entidad política
independiente, la categoría de Estado miembro y dotarlas
de una autonomía de la cual carecían o nunca poseyeron.

14
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

La doctrina constitucional señala como características del


Estado federal las siguientes:
• División político territorial en varias unidades o entidades
(estados, provincias) dotadas de autonomía funcional;
• la limitación de la soberanía de los estados miembros
o de las unidades político territoriales, quienes carecen
de independencia;
• un sistema de distribución de competencias entre
los diferentes niveles político territoriales, según las
cuales determinadas materias o asuntos corresponden
bien sea al poder central, a los estados miembros o a
ambos niveles;
• el carácter exclusivo del Estado federal de figurar
como sujeto de derecho internacional público y, por
tanto, de la autoridad central para ejercer las relaciones
internacionales y contraer obligaciones en el ámbito
internacional;
• el poder de los estados miembros o de las unidades
político territoriales que componen la federación de
elegir o establecer sus autoridades;
• la existencia de un órgano deliberativo a nivel central
que represente los intereses nacionales y los intereses
de los estados miembros o de las unidades político
territoriales que componen la federación;
• la creación de una Corte o Tribunal Supremo como
garante del orden federal;
• la existencia de relaciones entre el Estado federal y
los estados miembros basadas en la cooperación y
coordinación;
• y la rigidez de la Constitución federal como garantía
para la preservación del carácter federal del sistema.

15
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

Ahora bien, ¿Esta norma que afirma el carácter federal


del Estado es una mera declaración principista del Texto
Fundamental? ¿Pueden encontrarse en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela elementos o rasgos
distintivos que realmente afirmen la existencia de un Esta-
do federal? ¿Será que se está en presencia solamente de una
intención constituyente que no tuvo desarrollo alguno en la
propia Constitución? Para dar respuesta a estas interrogan-
tes se requiere ubicar en el Texto Fundamental esos rasgos
o elementos característicos que hacen así reconocible a un
Estado como federal:
a) La distribución del Estado en entidades político territoriales
La Constitución de la República Bolivariana de Venezue-
la hace, conforme a todo modelo federal, una distribución
político territorial del poder público mediante un sistema
de “división vertical” en: Poder Publico Municipal, Poder
Público Estadal y Poder Público Nacional, creando así entes
territoriales en que se desagrega el Estado, esto es, los muni-
cipios, los estados y la República.
El principio del Estado federal tiene fundamentalmente
su desarrollo en la distribución territorial del Poder Público
que da lugar al nacimiento del Poder Nacional, que se corres-
ponde con la República; el Poder estadal que se corresponde
con los estados, y el Poder Municipal que se corresponde con
el municipio (artículo 136 de la CRBV).
Los estados son entidades autónomas e iguales en lo polí-
tico, con personalidad jurídica plena, obligados a mantener la
independencia, soberanía e integridad nacional, y a cumplir
y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República.
Los municipios constituyen la unidad política primaria
de la organización nacional, gozan de personalidad jurídica

16
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

y autonomía dentro de los límites de la Constitución y de la


ley (artículo 159 y 168 de la CRBV).
b) La autonomía de las entidades político territoriales de la
federación
La CRBV, coherentemente con el principio bajo examen,
reconoce autonomía a las entidades político administrativas
que constituyen la federación, vale decir, potestad para es-
tablecer su propio régimen, organización y administración
en el marco de las posibilidades que la propia Constitución
les otorga, con la obligación de mantener la integridad terri-
torial (de abstenerse de cualquier separación o cesación del
territorio al cual se encuentran ligadas).
Así, la preceptiva constitucional ha previsto que los estados
son entidades autónomas obligados a mantener la indepen-
dencia, soberanía e integridad nacional, y que los municipios
constituyen la unidad política primaria de la organización
nacional y gozan de autonomía dentro de los límites de la
Constitución y de la ley (artículos 159 y 168 de la CRBV).
c) La distribución de competencias entre las entidades político
territoriales
La CRBV ha establecido una distribución de competencias
entre las entidades político territoriales (municipios, estados
y República), las cuales pueden ser exclusivas, concurrentes,
residuales e implícitas.
• Las competencias exclusivas son el conjunto de mate-
rias que, de acuerdo con la Constitución, únicamente
pueden ser ejercidas por el ente territorial al cual se
le atribuyen (artículos 156, 164 y 178 de la CRBV);
• las competencias concurrentes son el conjunto de
materias cuyo ejercicio corresponde a dos o más niveles

17
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

del poder público, vale decir, aquellas que pueden ser


ejercidas en sus respectivas esferas competenciales
territoriales por los diversos entes a quienes se les
asignan;
• las competencias residuales se traducen en la asig-
nación a los estados de todo lo que no corresponda
en la Constitución a la competencia nacional ni a la
municipal (artículo 164, numeral 11 de la CRBV);
• las competencias implícitas son todas aquellas ma-
terias que la Constitución atribuya al Poder Público
Nacional o que le corresponda a este por su índole
o naturaleza (156 numeral 33, de la Constitución).
d) La transferencia de competencias a las unidades político
territoriales
La CRBV prevé que por decisión de la mayoría de los inte-
grantes de la Asamblea Nacional se transfieran competencias
de la materia nacional a los estados y municipios con el fin de
promover la descentralización; y asume la descentralización
como política nacional con el propósito de profundizar la
democracia y hacer más eficaz y eficiente la prestación de
las actividades o tareas que tienen las entidades estatales
(artículos 157 y 158 de la CRBV).
Así, el Texto Fundamental prescribe que las competencias
concurrentes (entendidas estas como el conjunto de materias
cuyo ejercicio corresponde a dos o más niveles del poder
público, por ejemplo, al Poder Público Nacional y al mismo
tiempo al Poder Público estadal), deben regularse mediante
leyes de bases y de desarrollo.
• Las leyes de base son instrumentos normativos sancio-
nados por la Asamblea Nacional que tienen como objeto

18
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

establecer el marco, las directrices y los propósitos que


regulan el ejercicio de las competencias concurrentes,
prevén conceptos generales, esenciales y orientadores para
asegurar a partir de la interdependencia, coordinación,
cooperación, corresponsabilidad y subsidiaridad, normas
comunes a partir de las que cada estado integrante de
la federación pueda, según sus necesidades, establecer
regulaciones particulares.
• Las leyes de desarrollo son instrumentos normativos
aprobados por los Consejos Legislativos Estadales que
tienen como finalidad complementar o establecer en
detalle las regulaciones establecidas por las leyes de base
(artículo 165 de la CRBV).
e) La creación de instituciones cooperativas de coordinación,
negociación y decisión
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
crea el Consejo Federal de Gobierno, a nivel nacional, el Con-
sejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas a
nivel estadal, y el Consejo Local de Planificación Pública, a
nivel municipal como instancias de naturaleza coordinadora,
planificadora y decisora destinadas a profundizar el federalis-
mo cooperativo y, por ende, la política de descentralización.
Dentro de dichas instancias sobresale el Consejo Federal
de Gobierno, órgano de rango constitucional de carácter
interterritorial encargado de la planificación y coordina-
ción de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de
descentralización y transferencia de competencias del Poder
Nacional a los estados y municipios.
Se encuentra presidido por el Vicepresidente Ejecutivo
o Vicepresidenta Ejecutiva e integrado por los Ministros o
Ministras, los Gobernadores o Gobernadoras, un Alcalde o

19
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

Alcaldesa por cada estado, y representantes de la sociedad


organizada.
Cuenta con una Secretaría, integrada por el Vicepresi-
dente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, dos Ministros o
Ministras, tres Gobernadores o Gobernadoras y tres Alcaldes
o Alcaldesas.
Del Consejo Federal de Gobierno depende el Fondo de
Compensación Interterritorial, destinado al financiamiento de
inversiones públicas para promover el desarrollo equilibrado
de las regiones, la cooperación y complementación de las
políticas e iniciativas de desarrollo de las distintas entidades
públicas territoriales, y a apoyar especialmente la dotación
de obras y servicios esenciales en las regiones y comunidades
de menor desarrollo (artículo 185 de la CRBV).
La CRBV crea en cada estado el Consejo de Planificación
y Coordinación de Políticas Públicas, el cual se encuentra
presidido por el Gobernador o Gobernadora e integrado por
los Alcaldes o Alcaldesas, los directores o directoras estadales
de los ministerios; y una representación de los legisladores
elegidos o legisladoras elegidas por el estado a la Asamblea
Nacional, del Consejo Legislativo, de los concejales o concejalas
y de las comunidades organizadas, incluyendo las indígenas
donde las hubiere (artículo 166 de la CRBV).
Consejo Local de Planificación Pública: esta instancia tiene
por objeto la planificación, coordinación y cooperación en la
definición y ejecución de las políticas públicas. Está presidido
por el Alcalde o Alcaldesa e integrado por los concejales y
concejalas, los presidentes o presidentas de las juntas parro-
quiales y representantes de organizaciones vecinales y otras de
la sociedad organizada, de conformidad con las disposiciones
que establezca la ley (artículo 182 de la CRBV).

20
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

f) Elección de las autoridades de las entidades político


territoriales que componen la federación
La CRBV establece en relación a este aspecto que en cada estado:
• El Poder Legislativo estará a cargo del Consejo Legislativo,
órgano que tiene como función legislar sobre las materias
de la competencia estadal y cuyos miembros deben ser
electos y electas por votación popular, directa y secreta.
• El Poder Ejecutivo estará a cargo del gobernador o go-
bernadora, quien es el jefe del gobierno estadal, elegido o
elegida mediante votación popular, directa y secreta. Por
lo que este último dejó de ser, a diferencia del régimen
constitucional derogado, agente del Ejecutivo Nacional,
no obstante debe mantener permanente relación y co-
ordinación con el gobierno central.
• Se crea la Contraloría del estado, órgano del Poder Público
estadal con autonomía funcional dotada de competencia
para el control, vigilancia y fiscalización de los ingresos,
gastos y bienes estadales, que debe trabajar en estrecha
coordinación con la Contraloría General de la República
(artículos 160, 162 y 163 de la CRBV).
En relación a los municipios el Texto Fundamental señala que:
• El Poder Legislativo estará a cargo del Concejo Municipal,
cuya función es legislar en las materias que son compe-
tencia del Poder Público Municipal y cuyos miembros
son electos por votación popular, directa y secreta.
• El Poder Ejecutivo estará bajo la responsabilidad del alcal-
de o alcaldesa, quien ejerce el gobierno y la administración
del municipio y constituye la primera autoridad civil.
• La Contraloría Municipal es un órgano del Poder Público
municipal con autonomía funcional, cuya función es el

21
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

control, vigilancia y fiscalización de los ingresos, gastos


y bienes municipales, así como de las operaciones re-
lativas a los mismos, sin menoscabo del alcance de las
atribuciones de la Contraloría General de la República,
y será dirigida por el Contralor o Contralora Municipal,
designado o designada por el Concejo mediante concurso
público que garantice la idoneidad y capacidad de quien
ocupe el cargo (artículos 174, 175 y 176 de la CRBV)”.
g) El control de los actos de las autoridades de las entidades
político territoriales
El control de los actos, omisiones y vías de hecho prove-
nientes de las autoridades, entes u órganos de las unidades
político administrativas del Estado federal están sujetas al
control jurisdiccional. En consecuencia, su revisión no co-
rresponde al Poder Ejecutivo Nacional, este no puede –bajo el
argumento de una supuesta jerarquía administrativa– entrar
a revisar, modificar y anular los actos de las autoridades de
los estados miembros.
Dicho control jurisdiccional, por tanto, constituye una
garantía del respeto a la autonomía de la cual han sido dotadas
las entidades político-territoriales (artículos 266 numeral 4,
259; 334 último aparte; 336 numerales 2, 4, 7 y 9 de la CRBV)”.
h) La participación de las entidades político territoriales en
la formación de la voluntad federal
La CRBV, coherente al desarrollo del principio in comen-
to, reconoce a los Consejos Legislativos iniciativa legislativa
cuando se trate de leyes relativas a los estados, y establece la
obligación de la Asamblea Nacional de consultarles cuando
legisle en materias referidas a estos (artículos 204 y 206 de
la CRBV).

22
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

i) La dirección de las relaciones internacionales como


competencia exclusiva del poder federal
En sintonía con las características de todo Estado federal, en
el cual el ejercicio de las relaciones internacionales corresponde
al Poder Central, el Texto Fundamental señala que la política
y actuación de la República en esta materia es competencia del
Poder Público Nacional, constituyendo una atribución exclu-
siva del Presidente o Presidenta de la República la dirección de
las relaciones internacionales (artículos 156 numeral 1, y 236
numeral 4 de la CRBV).
Asimismo –a tenor de la Norma Fundamental–, la ce-
lebración y ratificación de los tratados, convenios y pactos
internacionales es atribución del Presidente o Presidenta de
la República, correspondiendo su aprobación mediante ley a
la Asamblea Nacional, con excepción de aquellos mediante
los cuales se trate de ejecutar o perfeccionar obligaciones
preexistentes de la República, aplicar principios expresamente
reconocidos por ella, ejecutar actos ordinarios en las relacio-
nes internacionales o ejercer facultades que la ley atribuya
expresamente al Ejecutivo Nacional (artículos 236 numeral
4, y 187 numeral 18 de la CRBV).
j) El Tribunal Supremo de Justicia como garante del orden
federal
La forma federal del Estado puede traer consigo, en virtud
de la complejidad de las relaciones competenciales entre el
Poder Central y las entidades político administrativas que
lo integran, conflictos de poderes de las unidades político
territoriales entre sí o de estas con la Federación. Sin embargo,
la fórmula en los estados que han asumido el modelo federal
como organización es la de resolver tales eventos futuros, a
través de una corte o tribunal federal que dirima, en apego a

23
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

los preceptos de la Constitución nacional, las controversias que


se susciten sin que puedan las entidades político administrati-
vas resistirse a las disposiciones de ese órgano jurisdiccional.
Indubitablemente que con ello se busca preservar la unidad
de la Federación, y evitar que tales situaciones conflictivas
sirvan de pretexto para posibles acciones separatistas que
coloquen en riesgo la unidad territorial.
En el caso venezolano, la norma normarum crea el Tri-
bunal Supremo de Justicia, como Máximo Tribunal de
la República, que tiene entre sus atribuciones dirimir las
controversias de naturaleza administrativas que se susciten
entre la República y algún estado, municipio u otro ente
público (a menos que se trate de controversias entre mu-
nicipios de un mismo estado, caso en el cual la ley podrá
atribuir su conocimiento a otro tribunal), así como dirimir
las controversias constitucionales entre cualesquiera de los
órganos del Poder Público (artículo 266 numeral 4, y 336
numeral 9 de la CRBV).
k) La rigidez de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela
Propio de un Estado federal, la CRBV presenta las caracte-
rísticas de un texto rígido, cuya revisión debe tramitarse por
un procedimiento agravado o más complejo al previsto en
ella para sancionar o modificar las leyes ordinarias y contar
con la aprobación del Poder Constituyente (artículos 340 al
350 de la CRBV).
Dicha rigidez constitucional se presenta como una garantía
a la forma de Estado que se ha dado a sí mismo el pueblo de
Venezuela. Con ello se pretende evitar que por razones cir-
cunstanciales pueda alterarse libremente el espíritu federalista
contenido en el Texto Fundamental y modificar la distribución

24
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

competencial en el previsto, por ejemplo, se pretenda el aumento


de competencias del Estado federal en detrimento de sus en-
tidades político administrativas, anular la autonomía de estas
para escoger sus autoridades o, más grave aún, convertir a la
República en un Estado simple o unitario de corte centralista.
l) La Asamblea Nacional como garante de los intereses de
las entidades político territoriales
Una de las características más significativas de la arqui-
tectura del Estado federal es la de contar con un órgano deli-
berativo o parlamento con dos cámaras, una que representa
al colectivo nacional (cámara de diputados o baja) y otra
vocera de los intereses de cada estado miembro integrante
de la federación indistintamente de la extensión territorial
o número de habitantes de estos (cámara de senadores, alta
o federal).
Al respecto, la CRBV de Venezuela rompe con una tradición
constitucional: se aparta de los veinticinco texto constitucionales
que le precedieron y se distancia radicalmente de uno de los
elementos más distintivos de la organización que debe tener
cualquier Estado federal, al sustituir al Congreso de la República
(órgano bicameral) por la Asamblea Nacional (órgano unica-
meral) que debe representar y velar por los intereses del pueblo
en su totalidad y de los estados miembros de la Federación.
Esta falta de coincidencia del federalismo venezolano res-
pecto de este rasgo distintivo con la del resto de los países que
han optado por la federación como forma de organización
jurídico política, demuestra precisamente lo que el principio
bajo examen señala, esto es, que la República Bolivariana de
Venezuela es un Estado federal descentralizado en los términos
consagrados por la Constitución.

25
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

5. La soberanía popular
El principio de la soberanía popular en la CRBV presen-
ta cambios significativos en comparación con la redacción
empleada en todas las Constituciones que le precedieron.
En los textos constitucionales anteriores el pueblo no podía
ejercer directamente el poder que detenta sino que el mismo
se limitaba a la elección de los titulares de los órganos del
Poder Público (diputados y diputadas al Parlamento nacio-
nal, Presidente o Presidenta de la República, gobernadores y
gobernadoras, alcaldes y alcaldesas), quienes luego ejercían
su poder en nombre del pueblo y sin posibilidad de que este
reasumiera la potestad transferida a las autoridades elegidas.
La Constitución vigente establece que la titularidad de la
soberanía corresponde intransferiblemente al pueblo, quien
siempre la posee y está impedido para transferir o delegar esa
titularidad, y la ejerce a través de sus representantes o por sí
mismo.
Artículo 5. La soberanía reside intransferible-
mente en el pueblo, quien la ejerce directamente
en la forma prevista en esta Constitución y en
la ley, e indirectamente, mediante el sufragio,
por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía
popular y a ella están sometidos.
La CRBV desarrolla las formas directas e indirectas de
ejercicio de la soberanía, establece normas constitucionales
que le dan contenido a este principio, que materializan o
concreta su aplicabilidad.
En efecto, consagra el derecho de todos los ciudadanos y
ciudadanas de participar libremente en los asuntos públicos,

26
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

directamente o por medio de sus representantes elegidos o


elegidas, señalando además que la participación del pueblo
en la formación, ejecución y control de la gestión pública es
el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice
su completo desarrollo, tanto individual como colectivo, y que
es obligación del Estado, y deber de la sociedad, facilitar la
generación de las condiciones más favorables para su práctica
(Artículo 62 de la CRBV).
En este mismo orden de ideas, el texto constitucional ex-
plica –de manera amplia– qué son medios de participación
y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía:
• En lo político: la elección de cargos públicos, el
referendo, la consulta popular, la revocación del
mandato, las iniciativas legislativa, constitucional
y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de
carácter vinculante, entre otros;
• En lo social y económico: las instancias de atención
ciudadana, la autogestión, la cogestión, las coopera-
tivas en todas sus formas incluyendo las de carácter
financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria
y demás formas asociativas guiadas por los valores de
la mutua cooperación y la solidaridad. Dejando a la
ley las condiciones para el efectivo funcionamiento
de los medios de participación señalados (Artículo
70 de la CRBV).
6. Principios de gobierno
La CRBV pretende con esta cláusula asegurar una especie
de escudo protector del sistema o forma de gobierno por el cual
ha optado elegir, al afirmar que “el gobierno de la República y

27
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

de las entidades políticas que la componen es y será siempre


democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo,
responsable, pluralista y de mandatos revocables”. La conjugación
verbal “es y será siempre” empleada en la redacción constitucional
contiene un mandato para el presente y para el futuro, busca
petrificar el sistema de gobierno o evitar en cualquier momento
su alteración, variabilidad o cambio.
Artículo 6. El gobierno de la República Boliva-
riana de Venezuela y de las entidades políticas
que la componen es y será siempre democrático,
participativo, electivo, descentralizado, alter-
nativo, responsable, pluralista y de mandatos
revocables.
A fin de alcanzar una interpretación correcta de esta dispo-
sición [Art. 6] es necesario hacer el análisis de las expresiones
con las cuales se califica o cualifica al gobierno de la República,
así como de las entidades políticas que lo integran:
a) Democrático, participativo
Es la intervención directa de la sociedad en las decisiones
fundamentales del Gobierno, alude a un pueblo permanen-
temente consciente, activo y organizado, preocupado por los
asuntos públicos o por la República en el sentido romano de
la expresión, es decir, por la cosa pública, por lo que es de
todos y todas. La democracia participativa se presenta en la
Constitución como el complemento de la democracia repre-
sentativa, las cuales se integran y se encuentran en una especie
de relación simbiótica. En todo caso, un gobierno democrático
participativo lleva consigo la noción de gobernar con el pueblo.
Acá, la Constitución no aborda el problema de la elección del
Gobierno (carácter electivo) sino de cómo se debe gobernar.

28
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

b) Electivo
Significa la elección libre, universal, directa y secreta del Jefe
de Gobierno. Es decir, que este nace y emerge de la voluntad
popular, por lo que no podrá ser impuesto ni surgir de un
mecanismo distinto al electoral, lo cual ratifica el texto cons-
titucional al prescribir la elección del Presidente o Presidenta
de la República, de los gobernadores y gobernadoras, alcaldes
y alcaldesas mediante votación universal, directa y secreta
(artículos 160, 174, 228 de la CRBV).
c) Descentralizado
La descentralización es la fórmula organizativa que consiste
en transferir competencias que legalmente le han sido asignadas
a una persona jurídica hacia otra persona jurídica; es decir, de
un ente público a otro, los cuales pueden ser territoriales, o uno
territorial y otro institucional.
• La descentralización es territorial sí la transferencia de
competencias de cualesquiera de las funciones admi-
nistrativas, legislativas y judiciales es de un ente público
territorial a otro también territorial. Por ejemplo del
Estado federal a un estado miembro o de un estado
miembro a un municipio (artículo 157 de la CRBV).
• La descentralización es funcional sí la transferencia
de competencias es solamente en el campo administra-
tivo, de un ente público territorial a otro ente público
no territorial. Por ejemplo del Estado federal a un
institución autónomo, una fundación, una sociedad
mercantil o una asociación civil del Estado. Ejemplos
concretos serían: desde el Ministerio del Poder Popu-
lar para la Infraestructura a la Compañía Anónima
Metro de Caracas (para que gestione el servicio de

29
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

transporte subterráneo), o del Ministerio del Poder


Popular para la Ciencia y Tecnología al “Instituto de
Investigaciones Científicas” (para que diseñe y ejecute
la política en materia de investigación científica en el
ámbito nacional), (artículos 142 y 300 de la CRBV).
d) Alternativo
Por alternativo debe entenderse el cambio, la sustitución o
sucesión regular de gobernantes, en razón de elecciones, con
la finalidad de garantizar que el poder no se retenga en un solo
detentador, sino que se rote o cambie en distintos mandatarios
cada cierto tiempo en función de las necesidades del electorado.
Es importante aclarar que el carácter alternativo del gobierno
no supone un mecanismo de reparto obligatorio de porciones
de poder entre partidos políticos, a través del cual el gober-
nante actual que haya sido abanderado en su momento por
una determinada tolda política deba apartarse para darle paso
a otro candidato de un partido político diferente, a quien por
acuerdo entre asociaciones políticas le toca gobernar.
Es decir, gobierno alternativo no es equivalente en abso-
luto a bipardismo, por el contrario, implica la efectiva y real
posibilidad de que el electorado, en procesos comiciales reali-
zados bajo las garantías establecidas en la propia Constitución,
decida entre recompensar a quienes estime como sus mejores
gobernantes, o bien renovar completamente las estructuras de
poder cuando su desempeño haya sido deficiente.
e) Responsable
Significa que las autoridades, funcionarias y funcionarios
públicos asuman las consecuencias de las actuaciones y omisiones
derivadas del ejercicio de sus funciones o de las infracciones al
ordenamiento jurídico, las que pueden ser de tipo penal, civil
o administrativo.

30
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

f) Pluralista
El pluralismo consiste en la admisión de múltiples tendencias
políticas en el Estado, y en el reconocimiento de los grupos
sociales de los más diversos tipos e intereses existentes en el
país (religiosos, económicos, asociaciones de profesionales,
sindicales, gremiales, reinvindicativos, entre otros). El plura-
lismo entraña el reconocimiento, el respeto y la tolerancia a
las minorías que hacen vida dentro del Estado.
Este rasgo del Gobierno de la República y de las entidades
políticas que lo componen encuentra su desarrollo constitu-
cional en el reconocimiento del derecho a la asociación con
fines políticos o a la creación de partidos políticos, sindicatos,
cooperativas, colegios profesionales, entre otros (artículos 67,
95, 105, 118 de la CRBV).
g) Mandatos revocables
Engranado a los atributos “democrático” y “participativo”,
que caracterizan al Gobierno de la República y de las enti-
dades políticas que lo componen, se añade el de “mandatos
revocables”. Esto no es más que la postura enfática de las y
los constituyentistas según la cual los funcionarios y funcio-
narias de elección popular pueden cesar su mandato cuando
a juicio del electorado sus actos y desempeño no satisfagan
las expectativas.
7. La supremacía constitucional
Es un principio del constitucionalismo moderno que concibe
a la Constitución como la norma suprema y el fundamento
del ordenamiento jurídico, a la cual quedan sujetos todas las
personas y los órganos que ejercen el Poder Público. En efecto,
este principio afirma que la Constitución –en palabras de García
de Enterría (2001)– no solo es una norma, sino precisamente

31
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

la primera de las normas del ordenamiento jurídico entero, la


norma fundamental, la norma normarum, lex superior.
Artículo 7. La Constitución es la norma su-
prema y el fundamento del ordenamiento
jurídico. Todas las personas y los órganos que
ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución.
Es importante señalar que la CRBV ha atribuido al Poder
Judicial (concretamente, a todos los tribunales de la República
y a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia)
el deber de asegurar el cumplimiento de dicho principio, esto
es, la competencia para defender al Texto Fundamental de
los actos, hechos u omisiones provenientes de los distintos
órganos del Poder Público Nacional, estadal o municipal
que pudieran lesionar o vulnerar su contenido. Este poder
y, al mismo tiempo, deber de asegurar la primacía del texto
constitucional se ejerce a través del control difuso y el control
concentrado de la constitucionalidad.
a) Control difuso o concreto
El control difuso puede definirse como el poder y al mismo
tiempo el deber de todos los jueces que conozcan de una causa
en particular de abstenerse de aplicar una ley invocada por
una de las partes envueltas en el proceso del cual conoce, si
en el criterio de dicho juez se viola un precepto constitucional
(artículo 334 de la CRBV).
Este mecanismo de protección de la Constitución se ca-
racteriza por constituir un poder y deber de todos los jueces
de la República, de todos los tribunales e incluso de todas las
Salas del Tribunal Supremo de Justicia para desaplicar en el
caso concreto del cual conocen una norma que consideren
contraria a la Constitución.

32
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

Este mecanismo de protección de la Constitución se


caracteriza por:
• constituir un poder y deber de todos los jueces de la
República, de todos los tribunales e incluso de todas las
Salas del Tribunal Supremo de Justicia para desaplicar
en el caso concreto del cual conocen una norma que
consideren contraria a la Constitución;
• poseer carácter incidental, es decir, este deber judicial
solo puede ser cumplido en un proceso concreto que el
juez esté conociendo y donde la inconstitucionalidad
de la ley o norma no es ni el objeto de dicho proceso
ni el asunto principal del mismo, sino que surge cir-
cunstancialmente en el desarrollo de un caso de cual-
quier materia (civil, penal, administrativo, mercantil
o laboral) en donde la ley invocada es catalogada por
el juez como inconstitucional;
• darse de mutuo propio, vale decir, por iniciativa del
juez o como consecuencia de los alegatos que haga
una de las partes;
• tener efectos interpartes, esto es, que la decisión adop-
tada por el juez sobre la inaplicabilidad de la norma
solo tiene consecuencias en relación con los sujetos que
han participado en el caso concreto en el cual aquella
se adopta (no puede ser aplicada a otros particulares
ni beneficiar ni perjudicar a ningún otro individuo
ni a otros casos).
b) Control abstracto o concentrado de la constitucionalidad
El control concentrado de la constitucionalidad es el
poder que tiene de manera exclusiva y excluyente la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de anular
las leyes, los actos estatales con rango de ley o dictados en
ejecución directa de la Constitución. En otras palabras, el

33
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

control concentrado de la constitucionalidad existe cuando


un solo órgano estatal tiene la facultad de decidir jurisdic-
cionalmente la nulidad por inconstitucionalidad de los actos
legislativos y otros actos del Estado de rango y valor similar
a las leyes (artículos, 266 numeral 1º, 334 último aparte y
336 de la CRBV).
Por su parte el control concentrado de la constituciona-
lidad se caracteriza por:
• ser una competencia exclusiva y excluyente de la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal de la República,
por lo que, el poder para declarar la nulidad de las
leyes, la nulidad de los actos estatales con rango de
ley o los dictados en ejecución directa de la Consti-
tución ha sido conferido exclusivamente a un solo
órgano jurisdiccional que es la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia;
• tener carácter principal, en consecuencia, la cuestión
relativa a una ley o acto en ejecución directa con la
Constitución es la cuestión primordial y única del juicio
iniciado mediante acción directa interpuesta ante la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia;
• originarse por solicitud o demanda de cualquier
persona (natural o jurídica) que haya sido afectada en
sus derechos o intereses por el acto, hecho u omisión
dictado en ejecución directa e inmediata de la Cons-
titución o, bien, de oficio, iniciativa propia o mutuo
propio por parte de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia;
• sus efectos “erga omnes”, generales, contra todos o res-
pecto de todos, en el sentido de que la decisión dictada por
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia

34
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

afecta a todos los casos en los que dicha ley declarada


inconstitucional esté inmersa.
8. Los símbolos de la República
Los símbolos son representaciones visuales o verbales que
identifican a un pueblo en su conjunto. La Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela si bien se caracteriza
por ser desarrollada, por incorporar reglas detalladas objeto
del Legislador ordinario, hace una descripción mínima de los
símbolos de la República y deja en manos de la legislación la
normación de sus características, significados y usos.
Artículo 8. La bandera nacional con los colores
amarillo, azul y rojo; el himno nacional Gloria al
bravo pueblo y el escudo de armas de la República
son los símbolos de la patria. La ley regulará sus
características, significados y usos.
9. El idioma
La CRBV innova al reconocer al castellano y los idiomas
indígenas como lengua oficial para los pueblos indígenas. Esto
sin duda, constituye un logro para los pueblos originarios,
quienes han sido marginados y excluidos a lo largo de nues-
tra historia. El artículo aun cuando se refiere solo al idioma
representa en el fondo el reconocimiento constitucional de la
existencia de los pueblos originarios. El texto del artículo es
del tenor siguiente:
Artículo 9. El idioma oficial es el castellano. Los
idiomas indígenas también son de uso oficial
para los pueblos indígenas y deben ser respe-
tados en todo el territorio de la República, por
constituir patrimonio cultural de la Nación y
de la humanidad.

35
II. PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
prevé, además de los Principios Fundamentales, los principios
generales que regulan la actuación y ejercicio del Poder Pú-
blico. Los artículos contentivos de estos mandatos o reglas de
conducta se encuentran ubicados en el “Título IV, Del Poder
Público, Capítulo I, De las disposiciones fundamentales, Sección
primera: disposiciones generales”, por lo que, conlleva afirmar
que son aplicables a todos los Poderes Públicos, es decir, al
Poder Público nacional, al Poder Público estadal y al Poder
Público municipal; así como al Poder Ejecutivo, Legislativo,
Judicial, Ciudadano y Electoral.
1. Principio de separación orgánica de los Poderes Públicos
El principio de Separación de Poderes es una garantía insti-
tucional que tiene como finalidad esencial asegurar la libertad
de las personas, evitar la concentración del poder y, al mismo
tiempo, servir como mecanismo de racionalización de las
actividades ejecutadas por la organización estadal.
La CRBV hace una definida distribución del Poder Público
desde el punto de vista vertical en Poder Público Nacional,
Poder Público estadal y Poder Público municipal; y desde
el punto de vista horizontal en Poder Ejecutivo, Legislativo,
Judicial, Ciudadano y Electoral. La Constitución cambia –por
primera vez en nuestra historia republicana– la distribución
horizontal del Poder Público pasando a tener, además de los
ya tradicionales Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, ahora
el Poder Ciudadano y el Poder Electoral.

36
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre


el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder
Nacional. El Poder Público Nacional se divide
en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano
y Electoral. Cada una de las ramas del Poder
Público tiene sus funciones propias, pero los ór-
ganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán
entre sí en la realización de los fines del Estado.
Esta disposición prevé la creación de órganos independien-
tes y autónomos entre sí que han de ejercer separadamente
las distintas ramas del Poder Público (Legislativa, Ejecutiva,
Judicial, Ciudadano y Electoral), pero, que a su vez sirvan de
freno y contrapeso entre unos y otros. Se concibe a los órganos
que ejercen el Poder Legislativo (la Asamblea Nacional), el
Poder Ejecutivo (el Presidente o Presidenta de la República, el
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, el Con-
sejo de Ministros y Ministras, y demás órganos que integran
la Administración Publica Nacional), el Poder Judicial (el
Tribunal Supremo y demás tribunales que determine la ley),
el Poder Ciudadano (Ministerio Público, Contraloría General
de la República y Defensoría del Pueblo), y el Poder Electoral
(Consejo Nacional Electoral) separados unos de otros, pero,
dotados de atribuciones que generan un sistema de frenos
y contrapesos, de controles recíprocos e interrelaciones que
generan equilibrio o balanza institucional.
En este sentido, se observan en el Texto Fundamental como
ejemplos palpables de estos frenos y contrapesos entre los
órganos del Poder Público, la competencia de:
• la Asamblea Nacional para destituir por vía indirecta al
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva de
la República;

37
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

• el Tribunal Supremo de Justicia para destituir al Presidente


o Presidenta de la República;
• el Presidente o Presidenta de la República para disolver
la Asamblea Nacional;
• la Asamblea Nacional para nombrar y remover a los
Magistrados y Magistradas del Tribunal Supremo de
Justicia, al Contralor o Contralora General de la Re-
pública, al Fiscal General de la República, al Defensor
o Defensora del Pueblo y a los Rectores y Rectoras del
Consejo Nacional Electoral;
• la Asamblea Nacional para sancionar las leyes y la del
Presidente de la República por su parte para promulgarlas;
• el Presidente o Presidenta de la República para celebrar y
ratificar los tratados, convenios y pactos internacionales,
correspondiendo en cambio su aprobación mediante ley,
antes de su ratificación por el Presidente o Presidenta de
la República, a la Asamblea Nacional (187, 233, 236, 240,
265, 279, 296, 213 de la CRBV).
Finalmente, de la norma constitucional in examine se des-
prende que cada una de las ramas del Poder Público tiene sus
funciones propias, esto es, que la acción o actividad que ejecuta
cada órgano del Estado como tarea que le corresponde es inde-
legable, a excepción de que la propia Constitución lo permita.
2. Principio de legalidad, competencia o de legitimidad de
los órganos
El principio de legalidad consiste en el sometimiento de los
órganos del Poder Público al ordenamiento jurídico. Asimismo,
se le denomina principio de competencia, por cuanto delimita
dentro de parcelas el ámbito de actuación de cada uno de estos,
de tal manera que los órganos del Estado, de sus autoridades,
funcionarios y funcionarias, están habilitados para actuar

38
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

si así se los permite una norma jurídica: “Artículo 137. Esta


Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos
que ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las
actividades que realicen”.
3. La nulidad de los actos emanados de toda autoridad
usurpada
La usurpación consiste en el ejercicio de una competencia
por un sujeto carente de poder legal para ejercerla ya que esta
(la competencia) está asignada a otro en forma expresa, el
cual ha sido desplazado. La consecuencia de la usurpación
es la nulidad de los actos dictados y la ineficacia de los mis-
mos, es decir, que estos no pueden producir efecto alguno
en beneficio del usurpador. Sin embargo, no lo excluye de la
responsabilidad penal, civil, administrativa derivada del ejerci-
cio de una competencia que no le corresponde: “Artículo 138.
Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos”.
4. Principio de la responsabilidad individual derivada del
ejercicio del Poder Público
La CRBV recoge la obligación de los funcionarios públicos
y funcionarias públicas de asumir las consecuencias derivadas
del daño causado a las personas por abuso o desviación de
poder, es decir, cuando van más allá de los límites que han
sido trazados en virtud del principio de legalidad, o emplean
el poder para fines distintos a los establecidos por la Cons-
titución y la ley.
Esta responsabilidad individual abarca a los funcionarios
públicos y funcionarias públicas y autoridades de todos los
Poderes Públicos del Estado en su distribución vertical como
horizontal.
A modo de ejemplo: alcanza a los jueces, juezas, Magistrados
y Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia; legisladores

39
Organización del Estado Bolivariano
Principios sobre su funcionamiento

y legisladoras de la Asamblea Nacional, Consejos Legislativos


estadales y Concejos Municipales; fiscales del Ministerio
Público; defensores y defensoras de la Defensoría del Pueblo,
al Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente
Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Ministros y Ministras,
gobernadores y gobernadoras, alcaldes y alcaldesas y demás
funcionarios y autoridades del Poder Ejecutivo Nacional, es-
tadal y municipal; Rectores y Rectoras del Consejo Nacional
Electoral; al Contralor o Contralora General de la Contraloría
General de la República, al Contralor estadal y municipal. En
suma, no hay funcionario, funcionaria o autoridad alguna que
quede excluida de la aplicación de la norma constitucional
“Artículo 139. El ejercicio del Poder Público acarrea respon-
sabilidad individual por abuso o desviación de poder o por
violación de esta Constitución o de la ley”.
5. Principio de responsabilidad patrimonial del Estado por
daños derivados del funcionamiento de la Administración
Pública
La responsabilidad patrimonial puede ser definida como
la obligación del Estado de reparar, a través de un sistema
indemnizatorio, los daños que sufran los particulares en
cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea
imputable al funcionamiento, normal o anormal, de los ser-
vicios públicos y por cualesquiera de las actividades públicas,
administrativa, judicial, legislativa, ciudadana o electoral, de
los entes públicos o incluso de personas privadas en ejercicio
de tales funciones. Este principio se encuentra contemplado
en la CRBV bajo la siguiente redacción: “Artículo 140. El Es-
tado responderá patrimonialmente por los daños que sufran
los o las particulares en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea imputable al funcionamiento de la
administración pública”.

40
Escuela de Formación Política Antonio José de Sucre
Michael Díaz Mendoza

De conformidad con la disposición constitucional transcrita,


el Estado está en el deber de indemnizar todo tipo de daños
causados por las autoridades en el ejercicio de la función
pública, lo cual abarca a todos los entes y poderes públicos,
tanto en sentido horizontal (legislativo, ejecutivo, judicial,
ciudadano y electoral) como en sentido vertical (nacional,
estadal y municipal).
La obligación del Estado de reparar alcanza las actuaciones
y omisiones:
• del Poder Ejecutivo (hechos materiales, vías de hecho,
omisiones, retardos, abstenciones, actos administrati-
vos, contratos),
• del Poder Legislativo (leyes, omisión legislativa),
• del Poder Judicial (sentencias, retardos, error de juzga-
miento, falta de prestación o interrupción del servicio
de justicia),
• del Poder Ciudadano (conductas injustificadamente
erróneas o arbitrarias del Ministerio Público; vías de
hecho, omisiones, abstenciones y actos administrativos
de la Contraloría General de la República, así como las
omisiones de la Defensoría del Pueblo)
• del Poder Electoral (hechos materiales, vías de hecho,
omisiones, retardos, abstenciones y actos administra-
tivos de contenido electoral, entre otros).

41
BIBLIOGRAFÍA

Cabanellas, G. (1981). Diccionario Jurídico Elemental. Editorial


Heliasta. Buenos Aires-Argentina. Editorial, Heliasta.
Chalbaud, R. (1992). Estado y Política. Editorial, Mobil-libros.
Caracas-Venezuela.
Combellas, R. (2001). Derecho Constitucional. Una Introduc-
ción al estudio de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. McGraw Hill. Caracas-Venezuela.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ga-
ceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Año
CXXVII. Mes VI. Caracas, viernes 24 de marzo de 200. No.
5.453. Extraordinario.
García de Enterría, E. (2001). La Constitución como Norma y
el Tribunal Constitucional. (Tercera edición). Editorial Civitas.
Madrid – España.
Osorio, M. (2000). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas
y Sociales. Editorial, Heliasta. Buenos Aires- Argentina.
Peña, S. (2008). Lecciones de Derecho Constitucional General.
Volumen I. Tomo I. Universidad Central de Venezuela. Fa-
cultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Caracas, Venezuela.
________, (2008). Lecciones de Derecho Constitucional Gene-
ral. Volumen I. Tomo II. Universidad Central de Venezuela.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Caracas, Venezuela.

42
Rivas, A. (2005). Derecho Constitucional. Editorial Clemente
Editores. Valencia-Venezuela.
________, (2005). El Estado. Estructura y Valor de sus Insti-
tuciones. Editorial Clemente Editores. Valencia-Venezuela.
Rondón de Sansó, H (2006). Análisis de la Constitución Ve-
nezolana de 1999. Parte Orgánica y Sistemas. Editorial Ex
Libris. Caracas-Venezuela.

43

También podría gustarte