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Velázquez, Diego Rodríguez de Silva y

Enriqueta Harris

(Sevilla, 1599-Madrid, 1660). Pintor español. Adoptó el apellido de su madre,


según uso frecuente en Andalucía, firmando «Diego Velázquez» o «Diego de
Silva Velázquez». Estudió y practicó el arte de la pintura en su ciudad natal hasta
cumplir los veinticuatro años, cuando se trasladó con su familia a Madrid y entró
a servir al rey desde entonces hasta su muerte en 1660. Gran parte de su obra iba
destinada a las colecciones reales y pasó luego al Prado, donde se conserva. La
mayoría de los cuadros pintados en Sevilla, en cambio, ha ido a parar a
colecciones extranjeras, sobre todo a partir del siglo XIX. A pesar del creciente
número de documentos que tenemos relacionados con la vida y obra del pintor,
dependemos para muchos datos de sus primeros biógrafos. Francisco Pacheco,
maestro y después suegro de Velázquez, en un tratado terminado en 1638 y
publicado en 1649, da importantes fragmentos de información acerca de su
aprendizaje, sus primeros años en la corte y su primer viaje a Italia, con muchos
detalles personales. La primera biografía completa -la de Antonio Palomino- fue
publicada en 1724, más de sesenta años después de la muerte de Velázquez, pero
tiene el valor de haberse basado en unas notas biográficas redactadas por uno de
los últimos discípulos del pintor, Juan de Alfaro. Palomino, por otra parte, como
pintor de corte, conocía a fondo las obras de Velázquez que se encontraban en las
colecciones reales, y había tratado, además, con personas que habían coincidido
de joven con el pintor. Palomino añade mucho a la información fragmentaria
dada por Pacheco y aporta importantes datos de su segundo viaje a Italia, su
actividad como pintor de cámara, como funcionario de Palacio y encargado de
las obras de arte para el rey. Nos proporciona asimismo una lista de las mercedes
que le hizo Felipe IV junto con los oficios que desempeñaba en la casa real, y el
texto del epitafio redactado en latín por Juan de Alfaro y su hermano médico,
dedicado al «eximio pintor de Sevilla» («Hispalensis. Pictor eximius»). Sevilla,
en tiempo de Velázquez, era una ciudad de enorme riqueza, centro del comercio
del Nuevo Mundo, sede eclesiástica importantísima, cuna de los grandes pintores
religiosos del siglo y conservadora de su arte. Según Palomino, Velázquez fue
discípulo de Francisco de Herrera antes de ingresar con once años en el estudio
de Francisco Pacheco, el más prestigioso maestro en Sevilla por entonces,
hombre culto, escritor y poeta. Después de seis años en aquella «cárcel dorada
del arte», como la llamó Palomino, Velázquez fue aprobado como «maestro
pintor de ymagineria y al ólio [...] con licencia de practicar su arte en todo el
reino, tener tienda pública y aprendices». No sabemos si se aprovechó de la
licencia en cuanto a lo de tener aprendices en Sevilla, pero no es inverosímil,
dadas las repeticiones hechas de los bodegones que pintó en la capital andaluza.
En 1618 Pacheco le casó con su hija, «movido de su virtud [...] y de las
esperanzas de su natural y grande ingenio». Nacieron luego en Sevilla las dos
hijas del pintor. Escribiendo cuando su discípulo y yerno ya estaba establecido en
la corte, Pacheco atribuye su éxito a sus estudios, insistiendo en la importancia de
trabajar del natural y de hacer dibujos. Velázquez tenía un joven aldeano que
posaba para él, al parecer, y aunque no se ha conservado ningún dibujo de los
que sacara de este modelo, llama la atención la repetición de las mismas caras y
personas en algunas de sus obras juveniles. Pacheco no menciona ninguna de las
pinturas religiosas efectuadas en Sevilla aunque habría tenido que aprobarlas,
como especialista en la iconografía religiosa y censor de la Inquisición. Lo que sí
menciona y elogia, en cambio, son sus bodegones, escenas de cocina o taberna
con figuras y objetos de naturaleza muerta, nuevo tipo de composición cuya
popularidad en España se debe en gran parte a Velázquez. En tales obras y en sus
retratos el discípulo de Pacheco alcanzó «la verdadera imitación de la naturale-
za», siguiendo el camino de Caravaggio y Ribera. Velázquez, en realidad, fue
uno de los primeros exponentes en España del nuevo naturalismo que procedía
directa o indirectamente de Caravaggio y, por cierto, El aguador de Sevilla (h.
1619, Wellington Museum, Londres) fue atribuido al gran genio italiano al llegar
a la capital inglesa en 1813. El aguador fue una de las primeras obras en difundir
la fama del gran talento de Velázquez por la corte española, pero cuando se
marchó a Madrid por primera vez en 1622 fue con la esperanza -no realizada- de
pintar a los reyes. Hizo para Pacheco, aquel año, el retrato del poeta Don Luis de
Góngora y Argote (Museum of Fine Arts, Boston), que fue muy celebrado y
copiado luego al pincel y al buril, y esto, sin duda, fomentó su reputación de
retratista en la capital. Cuando volvió a Madrid al año siguiente, llamado por el
conde-duque de Olivares, realizó la efigie del joven Felipe IV, rey desde hacía
dos años. Su majestad le nombró en seguida pintor de cámara, el primero de sus
muchos cargos palatinos, algunos de los cuales le acarrearían pesados deberes
administrativos. A partir de entonces ya no volvería a Sevilla, ni tampoco salió
mucho de Madrid, salvo para acompañar al rey y su corte. Tan solo estuvo fuera
del país en dos ocasiones, en Italia, la primera en viaje de estudios y la segunda
con una comisión del rey. En el nuevo ambiente de la corte, famosa por su
extravagancia ceremonial y su rígida etiqueta, pudo contemplar y estudiar las
obras maestras de las colecciones reales y, sobre todo, los Tizianos. Como el gran
genio veneciano, Velázquez se dedicó a pintar retratos de la familia real, de
cortesanos y distinguidos viajeros, contando, sin duda, con la ayuda de un taller
para hacer las réplicas de las efigies reales. Su primer retrato ecuestre del rey,
expuesto en la calle Mayor «con admiración de toda la corte e invidia de los del
arte» según Pacheco, fue colocado en el lugar de honor, frente al famoso retrato
ecuestre de Carlos v en la batalla de Mühlberg, por Tiziano (Prado), en la sala
decorada para la visita del cardenal Francesco Barberini en 1626. Su retrato del
cardenal, en cambio, no gustó, por su índole «melancólica y severa», y al año
siguiente se le tachó de solo saber pintar cabezas. Esta acusación provocó un
concurso entre Velázquez y tres pintores del rey, que ganó el pintor sevillano con
su Expulsión de los moriscos (hoy perdido). Si su retrato de Barberini no fue del
gusto italiano, sus obras y su «modestia» merecieron en seguida los elogios del
gran pintor flamenco Pedro Pablo Rubens, cuando vino a España por segunda
vez en 1628, según Pacheco. Ya habían cruzado correspondencia los dos y
colaborado en un retrato de Olivares, grabado por Paulus Pontius en Amberes en
1626, cuya cabeza fue delineada por Velázquez y el marco alegórico diseñado
por Rubens. Durante la estancia de Rubens en Madrid, Velázquez le habría visto
pintar retratos reales y copiar cuadros de Tiziano, aumentando al contemplarle su
admiración para con los dos pintores que más influencia tendrían sobre su propia
obra. Su ejemplo inspiró, sin duda, su primer cuadro mitológico El triunfo de
Baco o los borrachos (1628-1629, Prado), tema que, en manos de Velázquez,
recordaría más el mundo de los bodegones que el mundo clásico. Parece que una
visita a El Escorial con Rubens renovó su deseo de ir a Italia, y partió en agosto
de 1629. Según los representantes italianos en España, el joven pintor de retratos,
favorito del rey y de Olivares, se iba con la intención de rematar sus estudios.
Cuenta Pacheco que copió a Tintoretto en Venecia y a Miguel Ángel y Rafael en
el Vaticano. Luego pidió permiso para pasar el verano en la Villa Médicis, donde
había estatuas antiguas que copiar. No ha sobrevivido ninguna de estas copias ni
tampoco el autorretrato que se hizo a ruego de Pacheco, quien lo elogia por estar
ejecutado «a la manera del gran Tiziano y (si es lícito hablar así) no inferior a sus
cabezas». Prueba de sus avances en esta época son las dos telas grandes que trajo
de Roma. La fragua de Vulcano (1630, Prado) y La túnica de José (1630, El
Escorial) justifican ampliamente las palabras de su amigo Jusepe Martínez, según
las cuales «vino muy mejorado en cuanto a la perspectiva y arquitectura se
refería». Además, tanto el tema bíblico como el mitológico, tratados por
Velázquez, demuestran la independencia de su interpretación de las estatuas
antiguas en los torsos desnudos sacados de modelos vivos. De regreso en Madrid
a principios de 1631, Velázquez volvió a su principal oficio de pintor de retratos,
entrando en un periodo de grande y variada producción. Dirigió o participó, por
otra parte, en los dos grandes proyectos del momento y del reino: la decoración
del nuevo palacio del Buen Retiro en las afueras de Madrid, y el pabellón que
usaba el rey cuando iba de caza, la Torre de la Parada. Pronto adornaban
suntuosamente el Salón de Reinos (terminado en 1635), sala principal del
primero de estos palacios, sus cinco retratos ecuestres reales, más Las lanzas o la
rendición de Breda (Prado), su contribución a la serie de triunfos militares. La
tela grande de San Antonio Abad y san Pablo, primer ermitaño (h. 1633, Prado),
destinada al altar de una de las ermitas de los jardines del Retiro, demuestra el
talento del pintor para el paisaje, y es obra notable en su línea destacando entre
los muchos ejemplos del género traídos de Italia para decorar el palacio. Para la
Torre de la Parada, Velázquez pintó retratos del rey, su hermano y su hijo,
vestidos de cazadores, con fondos de paisaje, lo mismo que los retratos ecuestres
del Buen Retiro y la Tela Real o Cacería de jabalíes en Hoyo de Manzanares (h.
1635-1637, National Gallery, Londres). Pintó también para la misma Torre las -
figuras de Esopo, Menipo y El dios Marte (todas en el Prado), temas apropiados
al sitio y no ajenos a las escenas mitológicas encargadas a Rubens y a su escuela
en Amberes. Por esta época, Velázquez pintó también sus retratos de bufones y
enanos, de los cuales sobresalían las cuatro figuras sentadas, por su matizada
caracterización y la diversidad de sus posturas, adaptadas a sus deformados
cuerpos. Con igual sensibilidad creó un aire festivo adecuado para La
Coronación de la Virgen (h. 1641-1642, Prado), destinada para el oratorio de la
reina en el Alcázar: vívida traducción de una composición de Rubens al idioma
propio de Velázquez. Parecido por la riqueza de su colorido, aunque con más
ecos de Van Dyck que de Rubens, es el vistoso retrato de Felipe IV en
Fraga (1643, Frick Collection, Nueva York), realizado para celebrar una de las
más recientes victorias del ejército. A partir de entonces no volvería a retratar al
rey durante más de nueve años. A pesar de sus muchos problemas militares,
económicos y familiares, Felipe IV no perdió su pasión por el arte ni sus deseos
de seguir enriqueciendo su colección. Por este motivo encargó a Velázquez que
fuera de nuevo a Italia a buscarle pinturas y esculturas antiguas. Partió Velázquez
en enero de 1649, recién nombrado ayuda de cámara del rey, y llevó consigo
pinturas para el papa Inocencio X en su Jubileo. Este segundo viaje a Italia de
Velázquez tuvo consecuencias importantes para su vida personal, lo mismo que
para su carrera profesional. En Roma tuvo un hijo natural, llamado Antonio, y
dio la libertad a su esclavo de muchos años, Juan de Pareja. En cuanto a su
comisión, sabemos el éxito que tuvo gracias a Palomino y los documentos al
respecto, y también cómo se le honró al elegirle académico de San Lucas y socio
de la Congregación de los Virtuosos. Se ganó asimismo el patrocinio de la curia
durante su estancia en Roma. En cuanto a su retrato de Juan de Pareja (1650,
Metropolitan Museum of Art, Nueva York), expuesto en el Panteón romano,
Palomino cuenta cómo «a voto de todos los pintores de todas las naciones [a la
vista del cuadro], todo lo demás parecía pintura, pero éste solo verdad». Su
mayor triunfo por entonces fue granjearse el favor del papa para que le dejara
retratarle, favor concedido a pocos extranjeros, retrato (Galleria Doria Pamphilj,
Roma) que le valió más adelante el apoyo del pontífice a la hora de solicitar
permiso para entrar en una de las órdenes militares. Pintado en el verano de 1650,
«ha sido el pasmo de Roma, copiándolo todos por estudio y admirándolo por
milagro», según Palomino, que no exageraba, por cierto, con estas palabras.
Existen múltiples copias del cuadro que ha inspirado a numerosos pintores desde
que se pintó hasta hoy. La impresión de formas y texturas creada con luz y color
mediante pinceladas sueltas recuerda la deuda de Velázquez a Tiziano, y anuncia
el estilo avanzado y tan personal de sus últimas obras. A esta estancia en Italia se
atribuye también, por su estilo, originalidad e historia, La Venus del
espejo (1650-1651, National Gallery, Londres), el único desnudo femenino
conservado de su mano. Se trata de una obra de ricas resonancias, una vez más,
de Tiziano y de las estatuas antiguas, pero el concepto de una diosa en forma de
mujer viva es característico del lenguaje personal del maestro español, único en
su tiempo. De vuelta en Madrid en 1652, y con el nuevo cargo de aposentador de
Palacio, Velázquez se entregó al adorno de las salas del Alcázar, aprovechándose
en parte de las obras de arte adquiridas en Italia, entre las cuales, según los
testimonios conservados, había alrededor de trescientas esculturas. En 1656, el
rey le mandó llevar cuarenta y una pinturas a El Escorial, entre ellas las
compradas en la almoneda londinense del malogrado monarca inglés Carlos I.
Según Palomino, redactó una memoria acerca de ellas en la que manifestó su
erudición y gran conocimiento del arte. Luego, para el salón de los espejos,
donde estaban colgadas las pinturas venecianas preferidas del rey, pintó cuatro
mitologías e hizo el proyecto para el techo, con la distribución de temas, que
ejecutarían dos pintores boloñeses contratados por Velázquez en Italia. A pesar
de estas ocupaciones, Velázquez no dejó de pintar, y encontró nuevos modelos en
la joven reina Mariana y sus hijos. La reina doña Mariana de Austria (h. 1651-
1652, Prado) y La infanta María Teresa, hija del primer matrimonio del rey
(1652-1653, Kunsthistorisches Museum, Viena), resultan muy parecidas en estos
retratos en cuanto a sus caras y sus figuras, emparejadas por las extravagancias
de la nueva moda. Supo crear con pincelada suelta, sin definir los detalles, la
forma y los elementos decorativos del enorme guardainfante, así como los
exagerados peinados y maquillajes. Consiguió, con la misma libertad de toques, -
resaltar la tierna vitalidad de los jóvenes infantes, dentro de la rígida funda de sus
vestidos. Los últimos dos retratos de Felipe IV, copiados al óleo y al buril, son
bien diferentes (1653-1657, Prado; h. 1656, National Gallery, Londres): bustos
sencillos vestidos de trajes oscuros, informales e íntimos, que reflejan el
decaimiento físico y moral del monarca del cual se dio cuenta. Hacía nueve años
que no se le había retratado y, como él mismo dijo en 1653: «No me inclino a
pasar por la flema de Velázquez, como por no verme ir envejeciendo». En los
últimos años de su vida, pese a su conocida flema y sus muchas preocupaciones,
Velázquez añadió dos magistrales lienzos a su obra, de índole original y nueva y
difíciles de clasificar: Las hilanderas o la fábula de Aracne (h. 1657, Prado) y el
más famoso de todos, Las meninas (1656, Prado). En ellos vemos cómo el
naturalismo «moderno» en su tiempo, el realismo detallado del pintor sevillano,
se había ido transformando a lo largo de su carrera en una visión fugaz del
personaje o de la escena. Los pinta con toques audaces que parecen incoherentes
desde cerca, aunque muy justos y exactos a su debida distancia, y se anticipa en
cierto modo al arte de Édouard Manet y al de otros pintores del siglo XIX en los
que tanta mella hizo su estilo. Su último acto público fue el de acompañar a la
corte a la frontera francesa y decorar con tapices el pabellón español en la isla de
los Faisanes para el matrimonio de la infanta María Teresa y Luis XIV (7 de
junio de 1660). Pocos días después de su vuelta a Madrid, cayó enfermo y murió
el 6 de agosto de 1660. Su cuerpo fue amortajado con el uniforme de la orden de
Santiago, que se le había impuesto el año anterior. Fue enterrado, según las
palabras de Palomino, «con la mayor pompa y enormes gastos, pero no
demasiado enormes para tan gran hombre».
OBRAS

 Adoración de los Reyes Magos, óleo sobre lienzo, 203 x 125 cm, 1619 [P001166]
 Cristo crucificado, óleo sobre lienzo, 248 x 169 cm, hacia 1632 [P001167]
 La coronación de la Virgen, óleo sobre lienzo, 178,5 x 134,5 cm, 1635 - 1636
[P001168]
 San Antonio Abad y san Pablo, primer ermitaño, óleo sobre lienzo, 261 x 192,5
cm, hacia 1634 [P001169]
 Los borrachos, o El triunfo de Baco, óleo sobre lienzo, 165 x 225 cm, 1628 -
1629 [P001170]
 La fragua de Vulcano, óleo sobre lienzo, 223 x 290 cm, 1630 [P001171]
 Las lanzas o La rendición de Breda, óleo sobre lienzo, 307,3 x 371,5 cm, hacia
1635 [P001172]
 Las hilanderas o la fábula de Aracne, óleo sobre lienzo, 220 x 289 cm, 1655 -
1660 [P001173]
 Las meninas, óleo sobre lienzo, 320,5 x 281,5 cm, 1656 [P001174]
 Mercurio y Argos, óleo sobre lienzo sin forrar, 127 x 250 cm, hacia 1659
[P001175]
 Felipe III, a caballo, óleo sobre lienzo, 300 x 212 cm, hacia 1635 [P001176]
 La reina Margarita de Austria, a caballo, óleo sobre lienzo, 297 x 212 cm, hacia
1635 [P001177]
 Felipe IV, a caballo, óleo sobre lienzo, 303 x 317 cm, hacia 1635 [P001178]
 La reina Isabel de Borbón, a caballo, óleo sobre lienzo, 301 x 314 cm, hacia
1635 [P001179]
 El príncipe Baltasar Carlos, a caballo, óleo sobre lienzo, 211,5 x 177 cm, 1634 -
1635 [P001180]
 Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, a caballo, óleo sobre lienzo, 313 x
242,5 cm, hacia 1636 [P001181]
 Felipe IV, óleo sobre lienzo, 198 x 101,5 cm, 1623 [P001182]
 Felipe IV, óleo sobre lienzo, 57 x 44 cm, 1626 - 1628 [P001183]
 Felipe IV, cazador, óleo sobre lienzo, 189 x 124 cm, 1632 - 1634 [P001184]
 Felipe IV anciano, óleo sobre lienzo, 69,3 x 56,5 cm, hacia 1653 [P001185]
Las lanzas o La rendición de Breda
Hacia 1635. Óleo sobre lienzo, 307,3 x 371,5 cm
Sala 075
El 5 de junio de 1625 Justino de Nassau, gobernador holandés de Breda,
entregó las llaves de la ciudad a Ambrosio Spínola, general genovés al
mando de los tercios de Flandes. La ciudad tenía una extraordinaria
importancia estratégica, y fue uno de los lugares más disputados en la
larga pugna que mantuvo la monarquía hispánica con las Provincias
Unidas del Norte. Su toma tras un largo asedio se consideró un
acontecimiento militar de primer orden, y como tal dio lugar a una
copiosa producción escrita y figurativa, que tuvo por objeto enaltecer a
los vencedores. No es de extrañar que cuando se decidió la decoración
del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro con una serie de
pinturas de victorias obtenidas durante el reinado de Felipe IV se
incluyera ésta que fue probablemente la más sonada, y que para
representarla se recurriera a Velázquez, para entonces el pintor más
prestigioso de la corte. Como en su retrato ecuestre de Felipe
IV (P01178), el artista declara orgullosamente su autoría y la
singularidad de su estilo mediante la hoja de papel en blanco que aparece
en el extremo inferior derecho del cuadro. Las dimensiones del cuadro,
la importancia del acontecimiento que describe y la significación del
lugar al que estaba destinado invitan a que el pintor se esmerase y diera
prueba de sus extraordinarias facultades. También lo propiciaba el
contexto competitivo que se creó en el Salón de Reinos, donde
concurrían los artistas más destacados de la corte. Velázquez respondió
al reto creando una obra maestra, en la que da prueba no sólo de sus
extraordinarias dotes descriptivas o de su dominio de la perspectiva
aérea sino también de su habilidad para la narración y de su capacidad
para poner todos los elementos de un cuadro al servicio de un contenido
concreto.
Como han señalado numerosos estudiosos, no estamos ante un cuadro
bélico al uso, en el que se recrea la victoria y se fomenta una visión
panegírica. No hay generales triunfantes y ejércitos humillados. El pintor
no soslaya la realidad bélica, y nos presenta un fondo humeante que nos
habla de destrucción, guerra y muerte. Pero concentra nuestra atención
en un primer plano en el que el general vencedor recibe, casi
afectuosamente, la llave del enemigo vencido, en un gesto que es casi
más anuncio del principio de la paz que del final de una guerra. Toda la
composición tiene como objetivo subrayar ese gesto, y tanto el grupo de
soldados holandeses (a la izquierda) como el de los españoles no hace
sino enmarcar, acompañar y cobijar ese motivo principal, dirigiendo
nuestra atención hacia él. Los dos generales componen una imagen de
extraordinaria eficacia comunicativa, de la que los historiadores han
señalado fuentes y antecedentes muy variados, pertenecientes tanto a la
cultura simbólica profana (los emblemas de Alciato) como a la
iconografía cristiana. La interpretación que hace Velázquez del hecho de
armas contaba con precedentes muy precisos. Tanto Hermann Hugo en
su tratado histórico Obsidio bredana como Pedro Calderón en una
comedia afrontan el tema desde perspectivas parecidas, insistiendo en la
magnanimidad del general Spínola y de su ejército, que en vez de
ensañarse con los vencidos los trataron como dignos rivales. De hecho
en el drama El sitio de Breda de Calderón, de 1625, se describe el
mismo acto que representa el cuadro, y en términos muy parecidos,
como un acontecimiento casi amistoso. Pero ese contenido no responde
sólo a un capricho del pintor o de quien decidió la decoración pictórica
del salón, pues está directamente relacionado con la imagen que la
monarquía quería proyectar de sí misma como una institución justa, que
respetaba las leyes de la guerra y que, llegado el caso, era capaz de tratar
con clemencia y magnanimidad al vencido. De hecho, un contenido
parecido se transmite en La recuperación de Bahía de Maíno (P885). La
genialidad de Velázquez estriba en haber encontrado la fórmula ideal
para transmitir ese contenido; y lo ha hecho prescindiendo de cualquier
retórica, y utilizando los medios más sencillos y, por tanto, más eficaces:
el simple gesto de los dos generales encierra en sí mismo una teoría del
Estado y una visión de la historia. De manera genérica, puede fecharse
entre 1634-1635, pues se sabe que la decoración del Salón de Reinos se
inició en 1634 y estaba acabada en la primavera de 1635.

Goya y Lucientes, Francisco de


 1746
30 de marzo. Francisco José de Goya y Lucientes nace en Fuendetodos
(Zaragoza). Cuarto hijo del maestro dorador zaragozano Joseph Goya y de Gracia
Lucientes y Salvador, de familia de hijosdalgos aragoneses
31 de marzo. Goya es bautizado por el vicario José Ximeno en la iglesia
parroquial de Fuendetodos. Al mes de su nacimiento la familia se traslada a
Zaragoza
 1750
Alumno de las Escuelas Pías de Zaragoza, donde fue compañero de Martín
Zapater, al que le unió una gran amistad durante toda su vida

 1751
Recibe la confirmación en la parroquia de San Gil de Zaragoza

 1759
10 de agosto. Inicio del reinado de Carlos III
Aprendiz en el taller del pintor José Luzán Martínez (1710-1785), donde
permanece cuatro años

 1761
Llegada a Madrid del pintor bohemio Anton Raphael Mengs, paradigma del
neoclasicismo, llamado por Carlos III y nombrado Primer Pintor de Cámara
 1762
Corrado Giaquinto, pintor napolitano que había sido Primer Pintor de Cámara
desde su llegada a España en 1753, regresa a Nápoles
Llegada a España del pintor veneciano Giambattista Tiepolo, acompañado de sus
hijos, para para hacerse cargo de las decoraciones del Palacio Nuevo
 1763
Primer viaje de Goya a Madrid, donde se supone que trabajó en el taller de
Francisco Bayeu
 1764
4 / 15 de diciembre. Participa, sin éxito, en el concurso convocado por la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid para obtener una pensión
de pintura que ganó Gregorio Ferro
23 de diciembre. Padrino en el bautizo de su sobrino Manuel Goya y Elizondo,
en Zaragoza
 1766
5 de enero / 22 de julio. Se presenta al concurso de Premios de Primera clase de
Pintura de la Academia de San Fernando, sin conseguir voto. Ramón Bayeu
obtuvo el primer premio
 1766-69
Posiblemente vivió entre Madrid y Zaragoza. En este período se pueden fechar
las puertas del armario de las reliquias de la sacristía de la iglesia de Fuendetodos
(Zaragoza) con la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago (destruido)
 1769
Mengs regresa a Italia en el mes de noviembre
Goya inicia en la primavera su viaje de dos años de duración a Italia, para
estudiar en la Accademia del Disegno de San Luca en Roma. El Cuaderno
italiano (Museo del Prado) revela datos importantes de su estancia italiana, como
las obras que vio, algunas de las que pintó en ese período y las ciudades que
visitó
 1770
Muerte en Madrid de Giambattista Tiepolo. De sus hijos, Giandomenico regresa
a Venecia mientras que Lorenzo, sin embargo, permanece en España, donde pinta
al pastel retratos e intensas escenas de personajes populares que tuvieron
influencia en las primeras obras de Goya como pintor de cartones de tapices
 1771
20 de abril / 27 de junio. Goya participa en el concurso de la Academia de
Parma con su versión de Aníbal vencedor, que por primera vez miró Italia desde
los Alpes (Fundación Selgas-Fagalde, Cudillero, Asturias), enviada desde Roma
y por la que recibe una mención especial. Este concurso y la participación de
Goya están reseñados en Le Mercure de France, enero de 1772, pp. 145 y ss.
21 de octubre. Tras su vuelta a España y posterior establecimiento en Zaragoza,
consigue su primer encargo importante: la decoración de la bóveda del coreto de
la Basílica del Pilar
 1772
Comienza a trabajar en las pinturas de la vida de la Virgen para la Cartuja del
Aula Dei en Zaragoza, que finalizará en 1774. En la carta enviada por Goya a la
Junta de la Fábrica de la basílica, el 22 de noviembre de este año, aseguraba que
era “Profesor de Dibujo en esta Ciudad [Zaragoza]”

 1773
25 de julio. Contrae matrimonio con Josefa Bayeu, hermana de Francisco, en la
iglesia parroquial de San Martín de Madrid. El matrimonio vive en Zaragoza
Don José Rodríguez Moñino, embajador español ante la Santa Sede desde 1772,
consigue la disolución de la compañía de Jesús. El rey le concede por ese motivo
el título de conde de Floridablanca
 1774
Regreso de Mengs a España
29 de agosto. Nace en Zaragoza el primer hijo de Goya, Antonio, bautizado en la
parroquia de San Miguel y apadrinado por el escultor Carlos Salas
 1775
3 de enero. Goya se traslada a Madrid, según él mismo, llamado por Mengs
Comienza su trabajo para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara bajo la
dirección de Mengs y del arquitecto Francisco Sabatini, con un sueldo de 8.000
reales de vellón al año

Realiza la serie de cartones con escenas de caza destinada al comedor de los


príncipes en San Lorenzo de El Escorial, seguramente según bocetos de
Francisco Bayeu

Inicia la correspondencia con Martín Zapater

15 de diciembre. Nace su segundo hijo, Eusebio, apadrinado por su cuñado,


Ramón Bayeu. De acuerdo con el certificado de nacimiento, la familia vive
entonces en casa de los Bayeu, en la calle del Reloj, nº 7 y 9
 1776
13 de junio. Goya solicita, sin éxito, su nombramiento como pintor del rey
30 de octubre. Comienza la serie de cartones para tapices destinada al comedor
de los príncipes de Asturias en el palacio de El Pardo. Firma el correspondiente
a La merienda (Museo del Prado), ya como obra de “invención mia”
 1777
A fines de enero Mengs regresa definitivamente a Roma
Enero. Goya pasa a depender de Mariano Salvador Maella en su trabajo para la
Fábrica de Tapices. Ante la marcha de Mengs, el artista le solicita en un borrador
de carta escrito en el Cuaderno italiano que le lleve con él a Italia, pues “bien
sabe Dios q.e si V.m se ba por tiempo [tachado] a mi me hira muy mal”,
refiriéndose seguramente a la hostilidad de Maella
22 de enero. En carta a su amigo Martín Zapater, Goya anuncia el nacimiento de
su tercer hijo, Vicente Anastasio, nacido un día antes. Es bautizado en la
parroquia de Santiago, siendo madrina su cuñada, María Bayeu. Vive en la calle
del Espejo n° 12
16 de abril. Cae gravemente enfermo
2 de octubre. Encargo de la serie de cartones para tapices para el dormitorio y
antedormitorio de los príncipes en el palacio de El Pardo, bajo la dirección de
Sabatini y Mariano Salvador Maella
 1778
28 de julio y 22 de diciembre. La Gaceta de Madrid anuncia la publicación de
las estampas dibujadas y grabadas al aguafuerte por Goya que copian cuadros de
Velázquez de la Colección Real, las cuales alabó Antonio Ponz en su Viage de
España. En este mismo período se fecha el aguafuerte de El agarrotado
7 de octubre. Vive en la Carrera de San Jerónimo, nº 66, en la casa perteneciente
a la marquesa de Campollano
 1779
9 de enero. Primera noticia sobre su éxito ante el rey y los príncipes, a quienes
muestra sus bocetos para los tapices del dormitorio y el antedormitorio del
palacio de El Pardo
24 de julio. Solicita, sin éxito, la plaza vacante de pintor del rey
9 de octubre. Nace su hija María del Pilar, bautizada en la parroquia de San Luis
y apadrinada por Camilo Goya, hermano del artista. Vive en la calle del
Desengaño, nº 1, donde residió hasta junio de 1800
 1780
Conoce a Gaspar Melchor de Jovellanos quien, hasta su caída en desgracia en
1799, fue amigo y protector de Goya

7 de mayo. Nombrado por unanimidad académico de mérito de la Academia de


San Fernando tras presentar, dos días antes, el Cristo crucificado (Museo del
Prado)
23 de mayo. Recibe, junto a Francisco y Ramón Bayeu, el encargo de la
decoración de varias cúpulas de la Basílica del Pilar de Zaragoza
9 de agosto. Informa a Zapater de que ha invertido algo más de 1.000 doblones
en renta vitalicia
20 de agosto. Nace su hijo Francisco de Paula Antonio Benito, bautizado en la
parroquia de San Luis de Madrid, y apadrinado por Sebastiana Merklein, esposa
de Francisco Bayeu
En el otoño se traslada con su familia a Zaragoza

5 de octubre. Los bocetos para el fresco que le correspondió en la basílica


zaragozana, con el tema de Regina Martyrum, son vistos con “gran atención y
gusto” por el comité de las obras del Pilar
 1781
10 de marzo. El cabildo del Pilar de Zaragoza rechaza sus frescos para las
pechinas de la cúpula, “a causa de la incorrección de la figura de la Caridad y la
oscuridad general del colorido”, y obliga a Goya a aceptar la revisión de
Francisco Bayeu. El artista culpó de la situación a la envidia de su cuñado,
aunque se sometió al cabildo, que aceptó sus pinturas, rehechas, el 17 de abril
30 de mayo. Regresa a Madrid
20 de julio. Encargo por el conde de Floridablanca del cuadro de La predicación
de San Bernardino de Siena para la iglesia de San Francisco el Grande de
Madrid, de fundación real (in situ)
17 de diciembre. Muere en Zaragoza Joseph Goya, padre del pintor
 1782
13 de abril. Nace su hija Hermenegilda, apadrinada por el niño Félix Laín, hijo
del comerciante aragonés del mismo nombre, compañero de caza de Goya en
estos años
Goya compra una acción del recién fundado Banco de San Carlos

 1783
Retrata al conde de Floridablanca (Banco de España, Madrid)

Agosto. Estancia en el palacio del infante don Luis de Borbón, en Arenas de San


Pedro (Ávila). Pinta la Familia del infante don Luis (Fundación Magnani-Rocca,
Parma)
20 de septiembre. Regresa a Madrid

Su hermano Camilo es nombrado capellán de la colegiata de Chinchón (Madrid),


por influencia del infante
 1784
Nueva estancia estival con el infante don Luis en Arenas de San Pedro. Pinta
a María Teresa de Vallabriga a caballo (Galleria degli Uffizi, Florencia). A la
muerte del infante, el 7 de agosto de 1785, Goya pierde a uno de sus primeros y
más importantes mecenas
Con la mediación de Jovellanos, recibe el encargo de cuatro cuadros para el Real
Colegio de Calatrava de Salamanca (desaparecidos)

2 de octubre. Nace su hijo Francisco Javier Goya, el único de los siete hijos del


pintor que sobrevivió. Fue bautizado en la parroquia de San Ginés y apadrinado
por Francisco Mozota y Sola, seguramente familiar lejano de Goya
3 de noviembre. Informa de que ha colocado 15 acciones en el Banco de San
Carlos
 1785
Cuenta con un amanuense: Perico de Carabanchel
11 de mayo. Nombrado teniente director de Pintura de la Academia de San
Fernando
El duque de Medinaceli le encarga La Anunciación para el convento madrileño
de San Antonio del Prado (colección duquesa de Osuna, Sevilla). Comienza seis
retratos oficiales para el Banco de San Carlos, entre ellos el del conde de
Cabarrús (Banco de España, Madrid). Pinta el retrato de la condesa-duquesa de
Benavente, duquesa de Osuna (colección particular), que da inicio a los
numerosos e importantes encargos de la casa de Osuna
 1786
25 de junio. Nombrado, junto con su cuñado Ramón Bayeu, pintor del rey.
Ahora, bajo la dirección de Mariano Salvador Maella, inicia la serie de los
cartones para tapices con destino al comedor, o pieza de conversación, del
príncipe en el palacio de El Pardo
Julio. Se hace una silla volante
Agosto. Sufre un accidente al volcar el birlocho
Retratos de La marquesa de Pontejos (National Gallery of Art, Washington) y
del Conde de Altamira (Banco de España, Madrid)
 1787
12 de abril. Encargo de tres cuadros de altar para la iglesia del convento de Santa
Ana de Valladolid (in situ)
22 de abril. Entrega la serie de siete cuadros de “escenas campestres” para el
gabinete de la duquesa de Osuna en su palacete de “El Capricho” de la Alameda,
a las afueras de Madrid (colecciones particulares españolas), y Dos episodios de
la vida de san Francisco Borja para la capilla del santo, propiedad de los Osuna,
en la catedral de Valencia (in situ)
Mayo. Toda la familia Goya contrae tercianas
6 de junio. Ha sustituido el birlocho de dos ruedas por una berlina de cuatro
 1788
Pinta el retrato de Los duques de Osuna y sus hijos (Museo del Prado)
Bocetos para los cartones de tapices para el dormitorio de las infantas en el
palacio del Pardo
14 de diciembre. Muerte de Carlos III y subida al trono de Carlos IV y María
Luisa de Parma
 1789
19 de febrero. El conde de Floridablanca es nombrado secretario del Despacho
de Estado
30 de abril. Goya es nombrado pintor de Cámara
Realiza retratos de los nuevos monarcas, de los que hay varios ejemplares
autógrafos (Museo del Prado, Academia de la Historia, colección de Altadis)

Registra y tasa las pinturas en el Palacio Real (1789-1791)

23 de mayo. Consulta a Zapater en un asunto de inversión de 10.000 reales


23 de junio. Asiste a un concierto en la corte
En torno a este año participa con la Aparición de la Virgen a San Julián en el
encargo de los cuadros del altar mayor de la iglesia parroquial de Valdemoro
(Madrid; in situ), dirigido por Francisco Bayeu, lo que supone la reconciliación
con su cuñado, con el que estaba enfrentado desde el asunto de los frescos de la
basílica del Pilar de Zaragoza, en 1780
La correspondencia con Zapater, numerosa en la década de 1780, revela la
amistad de Goya con ilustres zaragozanos: el comerciante Juan Martín de
Goicoechea, Manuel Fumanal, director del Seminario de San Carlos, Tomás
Pallás, militar y de la Real Sociedad Económica Aragonesa, Alejandro Ortiz y
Márquez, médico y catedrático de la universidad, José Yoldi, administrador
general del Canal de Aragón, y Ramón Pignatelli, fundador de la Real Sociedad
Económica Aragonesa, rector de la universidad e impulsor del Canal de Aragón.
En Madrid, la relación de Goya con Jovellanos, Cabarrús y Ceán Bermúdez, o en
Valencia con Mariano Ferrer y Aulet, secretario de la Academia de Bellas Artes
de San Carlos, le muestra como persona sociable y bien relacionada en ámbitos
muy diferentes de la sociedad

14 de julio. Toma de la Bastilla en París, que inicia la Revolución Francesa


 1790
20 de febrero. Elogiado por el rey por un retrato suyo para su hermano Fernando
IV, rey de Nápoles
2 de abril-mayo de 1791. Encargo de los cartones para tapices para el despacho
del rey en San Lorenzo de El Escorial. Goya se niega a pintarlos, insistiendo en
que como pintor de Cámara ha de recibir las órdenes reales del sumiller de Corps
y no de Maella, pero cede ante la amonestación del rey
28 de agosto. Viaja por dos meses a Valencia con licencia del rey para tomar los
“aires”, probablemente en compañía de su mujer
12 de octubre. Está en Zaragoza, con motivo de la festividad de la Virgen del
Pilar
20 de octubre. Nombrado individuo de mérito de la Real Academia de San
Carlos de Valencia
22 de octubre. Elegido socio de mérito de la Real Sociedad Económica
Aragonesa de Amigos del País. Retrata a sus amigos zaragozanos Martín
Zapater (colección particular) y Juan Martín de Goicoechea (Museo de
Zaragoza, Zaragoza)
10 de noviembre. Informa a Zapater de que su único hijo vivo, Javier, está
enfermo de viruelas
Diciembre. Recibido por el rey. Solicita a Zapater que le busque en Zaragoza
pruebas de su hidalguía.
 1791
Goya acude con asiduidad a la Alameda de Osuna

Octubre. Viaje de un mes a Zaragoza con la correspondiente licencia

 1792
Febrero. Caída de Floridablanca y ascenso del conde de Aranda a la secretaría
del Despacho de Estado
14 de octubre. Goya envía el importante informe solicitado por la Academia de
San Fernando sobre la enseñanza de la pintura. Ese mes asiste con normalidad a
las juntas y a sus clases en la Academia
15 de noviembre. Caída del conde de Aranda y nombramiento de Manuel Godoy
como primer secretario del Despacho de Estado
Noviembre. Retrata en Madrid a su amigo Sebastián Martínez (Metropolitan
Museum, Nueva York)
Noviembre-Diciembre. Enfermo de cólicos en Madrid
 1793
Ant. 19 de enero. Goya, repuesto de los cólicos consigue licencia de dos meses
para viajar a Andalucía, a donde marcha entre finales de ese mes o principios del
siguiente
21 de enero. Antes de la ejecución de su primo Luis XVI de Borbón, Carlos IV
envía una carta a la Convención reprochando el hecho, que determina la
declaración de guerra de Francia
Finales de febrero. Goya enferma gravemente en Sevilla y se traslada a casa de
Sebastián Martínez en Cádiz “en muy mal estado”. Pierde el oído para siempre a
causa de la enfermedad
2 de marzo. Muere su cuñado Ramón Bayeu en Aranjuez
29 de marzo. Sebastián Martínez escribe a Martín Zapater que “los ruidos en la
cabeza [de Goya] y la sordera no han mejorado, pero su vista está mucho mejor y
no sufre de los desórdenes que le hacían perder el equilibrio”
Mayo. A comienzos del mes firma ya en Madrid la nómina cuatrimestral de la
Academia aprobada el 30 de abril
5 de junio. Anuncia en el Diario de Madrid la pérdida de una cajita de oro en las
calles de la capital
30 de junio. Envía a Palacio facturas por gastos relacionados con los últimos
cartones de tapices, pintados antes de su enfermedad
10 de julio. Asiste a una sesión de la Academia de San Fernando y, según
testimonios de Bayeu y Maella, comienza a pintar de nuevo. Inicio de sus
primeras obras independientes y álbumes de dibujos
 1794
4 de enero. Presenta a Bernardo de Iriarte, Viceprotector de la Academia de San
Fernando, la serie de doce cuadros de gabinete sobre hojalata en los que Goya
señala que “he logrado hacer observaciones a que regularmente no dan lugar las
obras encargadas, en que el capricho y la invención no tienen ensanche” (Museo
del Prado; colecciones particulares de España)
Alaba el talento de Agustín Esteve como retratista de miniatura

Julio. Encargo de un retrato ecuestre de Godoy que no se ha conservado


Agosto. Entre sus nuevos mecenas se encuentran los duques de Alba. El primer
día de este mes recibe en su estudio a la duquesa de Alba, a la que maquilla y a la
que, según dice a Zapater, ha de pintar después del retrato ecuestre de Godoy
 1795
Pinta importantes retratos: los duques de Alba (Fundación Casa de Alba y Museo
del Prado), La marquesa viuda de Villafranca (Museo del Prado), La marquesa
de la Solana (Musée du Louvre, París), El general Antonio Ricardos (Museo del
Prado), Autorretrato en el estudio (Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, Madrid) y en el verano, posiblemente, los tres lienzos para el oratorio
de la Santa Cueva de Cádiz (in situ). También por estas fechas pudo haber
pintado La maja desnuda (Museo del Prado)
Julio. Paz de Basilea, con Francia. Godoy es nombrado Príncipe de la Paz
4 de agosto. Muere Francisco Bayeu. Goya participa en la exposición de la
Academia con el retrato de Francisco Bayeu, “sin concluir”, encargado por
Feliciana Bayeu (Museo del Prado)
13 de septiembre. Nombrado director de Pintura de la Academia de San
Fernando
 1796
4 de marzo. Goya está en Madrid, donde adquiere materiales de pintura
Abril. Inicio de su segundo viaje a Andalucía, de un año de duración. Huésped
de Juan Agustín Ceán Bermúdez en Sevilla. Después viaja a Cádiz
30 de abril. Josefa Bayeu firma, "por ausencia de mi Marido", el recibo de la
nómina cuatrimestral de este año, así como también los otros dos de 1796
9 de junio. Muerte del duque de Alba. Goya visita brevemente a la duquesa en
Sanlúcar de Barrameda, donde se había retirado con su servicio y familiares tras
la muerte del duque
La salud del artista, según testimonios de amigos, no es buena
18 de agosto. Tratado de San Ildefonso, alianza con Francia y guerra contra
Inglaterra
 1797
Goya inicia en Cádiz su amistad con Leandro Fernández de Moratín

14 de febrero. Derrota de la armada española por los ingleses en el cabo de San


Vicente
16 de febrero. La duquesa de Alba firma un testamento en el que deja sus bienes
a sus sirvientes y a los hijos de estos; a Javier Goya, hijo del pintor, le
correspondió la cantidad de 10 reales diarios de por vida. Goya había pintado en
este tiempo, seguramente en Cádiz, el segundo retrato de la duquesa, vestida de
negro (Hispanic Society, Nueva York)
2 de abril. Goya, de nuevo en Madrid, dimite como director de Pintura de la
Academia de San Fernando, aduciendo sus problemas de salud
30 de abril. Con el beneplácito del rey, la Academia le nombra director
honorario
Participa en la exposición de la Academia con el retrato de Simon Viegas
(desconocido) y “Dos Quadritos”, tal vez las Dos escenas de caníbales (Musée
des Beaux-Arts, Besançon)
28 de octubre. Solicita el pago del salario de su moledor de colores y otra serie
de gastos, que no le han abonado desde hace veintiséis meses
1 de noviembre. Goya exhibe en la Academia de San Fernando el Retrato de
Bernardo de Iriarte (Museé des Beaux-Arts, Estrasburgo)
10 de noviembre. Gaspar Melchor de Jovellanos es nombrado ministro de
Gracia y Justicia, y Juan Mélendez Valdés, fiscal de la Sala de Alcaldes de Casa
y Corte
Retratos de Juan Antonio Meléndez Valdés (Bowes Museum, Barnard Castle) y
de Martín Zapater (Museo de Bellas Artes de Bilbao). Inicio de los dibujos
preparatorios de los aguafuertes de los Sueños, primera idea de los Caprichos
 1798
17 de febrero. Tesorería deniega el pago de las facturas por los gastos de su real
servicio durante los meses de 1796 y 1797, en los que ha estado ausente en Cádiz
22 de marzo. Goya presenta un memorial al rey en el que afirma que “hace seis
años, que me faltó de todo punto la salud, y especialmente, el oydo, hallandome
tan Sordo, que no usando de las cifras de la mano no puedo entender cosa alguna,
por lo que no he podido ócuparme en cosas de mi Profesion”
28 de marzo. Godoy presenta su renuncia al rey, que nombra Secretario de
Estado a Francisco de Saavedra
13 de abril. Real Orden por la que se resuelve el pago de las cantidades debidas
a Goya por su real servicio
6 de mayo. Presenta la cuenta de varias pinturas hechas para el gabinete de la
duquesa de Osuna, que se le abonan en abril del año siguiente, aunque se trata de
los bocetos para los cartones de los tapices pintados para el rey con anterioridad
29 de junio. Entrega a los duques de Osuna la serie de cuadros de “Asuntos de
brujas” (Museo del Prado; National Gallery, Londres; Museo Lázaro Galdiano,
Madrid)
13 de agosto. Dimisión de Saavedra y de Jovellanos; Mariano Luis de Urquijo
nombrado Secretario de Estado
17 de agosto. Elogio en el Diario de Madrid del retrato de Andrés del Peral que
había expuesto en la Academia (National Gallery, Londres)
Agosto. Inicio de los frescos de la Ermita de San Antonio de la Florida en
Madrid. Termina la obra a principios de octubre
Retratos de Gaspar Melchor de Jovellanos (Museo del Prado) y de Francisco de
Saavedra (Courtauld Institute of Art, Londres). Seguramente en torno a este año,
el del embajador francés en Madrid, Ferdinand Guillemardet (Musée du Louvre,
París). Para los Osuna, el del general José de Urrutia (Museo del Prado)
 1799
6 de enero. Presenta en la Academia de San Fernando el Prendimiento para la
Catedral de Toledo (in situ)
6 de febrero. El Diario de Madrid publica el anuncio de la serie de ochenta
aguafuertes de los Caprichos. Dos días después, tras haber vendido veintisiete
ejemplares, él mismo retiró el resto de la venta, al parecer por miedo a represalias
por parte del Santo Oficio. El 19 de febrero, la Gaceta de Madrid, presenta un
anuncio semejante. La duquesa de Osuna había adquirido cuatro ejemplares de
los Caprichos el 19 de enero
1 de marzo. José Mor de Fuentes publica una “Oda a Goya” en el Semanario de
Zaragoza
31 de octubre. Es nombrado primer pintor de Cámara, junto con Mariano
Salvador Maella. Última carta conocida a Zapater; Goya le dice: “Los Reyes
están locos con tu amigo”
Retratos de La Tirana y de Leandro Fernández Moratín (Academia de San
Fernando, Madrid), de María Luisa de Parma con mantilla y de Carlos IV,
cazador (Palacio Real, Madrid) y de María Luisa de Parma a caballo (Museo
del Prado). Inicia el retrato de Carlos IV a caballo (Museo del Prado)
 1800
2 de enero. Informe negativo de Goya sobre la restauración de varias pinturas de
la colección real
Marzo. En respuesta a las órdenes recibidas para que tanto Maella como él
realizaran diseños para alfombras, Goya solicita al rey que se le encarguen
solamente asuntos de historia y figuras, según su especialidad
Abril-mayo. Pinta el retrato de la condesa de Chinchón (Museo del Prado),
encargado por su marido, Manuel Godoy
Mayo-junio. Se desplaza a Aranjuez para realizar diez estudios del natural de los
miembros de la familia real, que utiliza como modelos para el gran lienzo de
la Familia de Carlos IV (Museo del Prado, junto con los cinco estudios
conservados), según había pedido la reina en su correspondencia con Godoy del
mes de abril
23 de mayo. Subasta judicial de la casa de la calle del Desengaño, en la que vive
Goya con su familia. La adquiere Antonio de Noriega, tesorero general y
representante de Godoy, quien el 2 de junio siguiente la cede a su amante, Josefa
Tudó
23 de junio. Goya adquiere una casa en la calle Valverde, nº 15. Ésta había sido
adjudicada en venta judicial a su cuñado Marcos del Campo, quien renunció a
favor del pintor
22 de octubre. El Diario de Madrid anuncia la “Oda a Goya” de Mor de Fuentes
13 de diciembre. Caída de Urquijo y nombramiento de Pedro de Cevallos como
Secretario de Estado
La excelente relación de Goya con sus mecenas y su habilidad para manejarse en
el ambiente cortesano, cerca de los reyes y sus ministros, revela su astucia y
diplomacia en períodos difíciles y cambiantes de la historia de España

 1801
Enero. Pinta tres cuadros de altar para la iglesia de Monte Torrero, Zaragoza
(destruidos en 1808 durante el sitio de la ciudad por los franceses)
16 de mayo. España, aliada con Francia, invade Portugal, en la conocida como
guerra de las Naranjas. Godoy, que tiene de nuevo el favor de los reyes, está al
mando de las tropas
Retrato de Manuel Godoy (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
Madrid)
 1802
Recibe el encargo de varias obras alegóricas para el palacio de Godoy: La
Verdad, El Tiempo, La Historia y La Poesía (Nationalmuseum, Estocolmo), y
cuatro tondos con La Industria, El Comercio, La Agricultura (Museo del Prado)
y La Ciencia (perdido)
23 de julio. Muere repentinamente la duquesa de Alba. Goya proporciona los
dibujos preparatorios para su mausoleo
 1803
Adquiere una casa en la calle de los Reyes, nº 7

20 de junio. Según carta de Jacinto Gómez, Luis Gil Ranz, joven pintor,


disfrutaba en esos momentos de una pensión de la Tesorería General para
instruirse "en el dibujo y pintura al lado y dirección de don Francisco de Goya"
7 de julio. Ofrece al rey las láminas de cobre de los Caprichos, que son
recompensadas, en octubre del mismo año, con una pensión para que su hijo
pueda estudiar pintura en el extranjero
25 de octubre. La Gaceta de Madrid anuncia la venta de unas ediciones de
los Caprichos
Muere en Zaragoza su amigo Martín Zapater

Retratos de los Condes de Fernán Núñez (colección particular)


 1804
Retratos del marqués de San Adrián (Museo de Navarra, Pamplona), La
marquesa de Villafranca pintando a su marido (Museo del Prado)
y Bartolomé y Teresa Sureda (National Gallery, Washington)
 1805
Retratos de Félix de Azara (Ibercaja, Zaragoza), José de Vargas Ponce (Real
Academia de la Historia, Madrid) y La marquesa de Santa Cruz (Museo del
Prado)
8 de julio. Javier Goya casa con Gumersinda Goicoechea, hija de un rico
comerciante de Madrid. Con ocasión de la boda, Goya hace pequeños retratos de
su familia política. Como parte de la dote, dona a su hijo la casa de la calle de los
Reyes
Julio. Expone en la Real Academia de San Fernando el retrato de La marquesa
de Villafranca pintando a su marido (Museo del Prado) y un retrato de la esposa
de Antonio Porcel (paradero desconocido)
21 de octubre. Derrota de la armada española y francesa en Trafalgar
 1806
Enero. Javier y Gumersinda dejan de vivir en la calle Valverde y se trasladan a
otro domicilio
11 de julio. Bautismo del nieto de Goya, Mariano, en la iglesia de San Martín de
Madrid
28 de marzo. La pensión real concedida a Javier Goya en 1803 se convierte en
una pensión vitalicia de 12.000 reales anuales
Goya expone en la Academia de San Fernando los retratos de Antonio
Porcel (destruido en 1954) y de Manuel Sixto Espinosa (desconocido). Serie del
bandido El Maragato (The Art Institute, Chicago). Doce bodegones (h. 1808-
1812. Conservados en el Museo del Prado y diferentes colecciones)
 1807
1 y 21 de febrero. Goya y su hijo otorgan un poder para cobrar de Tesorería sus
sueldos y pensiones
Pinta el cuadro Manuel Godoy, protector del Instituto Pestalozzi (destruido 1808,
se conserva un fragmento en el Meadows Museum, Dallas)
28 de octubre. Carlos IV detiene en El Escorial la conjura del príncipe heredero
Fernando, futuro Fernando VII, para hacerse con el trono apoyado por una
camarilla de leales y por Napoleón
 1808
17 de marzo. Motín de Aranjuez y caída de Godoy. El rey abdica en su hijo el
día 18 y huye a Francia
23 de marzo. El mariscal Joachim Murat, al mando de las tropas francesas, entra
en Madrid. Al día siguiente se produce la entrada triunfal en la capital del nuevo
rey, Fernando VII
29 de marzo. La Academia le encarga a Goya un retrato de Fernando VII (Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid)
20 de abril. Fernando VII en Bayona, ante Napoleón
2 de mayo. Alzamiento del pueblo en Madrid contra los franceses e inicio de la
guerra
6 de mayo. Abdicación de Fernando VII en su padre, que ya había abdicado a su
vez en Napoleón. Este nombra a su hermano José rey de España como José I, que
fue proclamado en Madrid el 25 de julio. Poco tiempo después tiene que huir por
los avances del ejército español
8 de junio. Las tropas francesas cruzan el río Bidasoa, entran en España e
invaden Portugal
22 de julio. Victoria de Bailén. José Bonaparte abandona Madrid y se instala en
Vitoria.
Probablemente en torno a estas fechas Goya expone en la Academia de San
Fernando los retratos de Isidoro Máiquez (The Art Institute, Chicago), Joseph
Folch, Fernando Joseph Mangino y su esposa (desconocidos)
25 de agosto. Nueva proclamación de Fernando VII, que ya está detenido en
Francia.
Goya dirige la decoración de la fachada de la casa de Tadeo Bravo, diputado de
Lima, ejecutada por Asensio Juliá, en honor de la proclamación de Fernando VII
10 de septiembre. La Academia hace presente que respeta la voluntad de Goya
de pintar al rey a caballo, tipo de retrato elegido por el artista "con el objeto de
que la Academia tenga un buen Quadro, y no meramente un retrato de
circunstancias". El retrato está concluido el 2 de octubre y entregado el 6 de
noviembre (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid)
2 de octubre. En carta a José Munárriz, el artista le avisa de su próximo viaje a
Zaragoza, invitado por el general Palafox para representar las ruinas de la ciudad
y "las glorias de su herioca defensa"
3 de noviembre. Napoleón entra en España
6 de noviembre. José Folch entrega, apoderado por Goya, el retrato ecuestre a la
Academia. Por las circunstancias políticas no se expone hasta el 31 de agosto de
1812
4 de diciembre. Napoleón entra en Madrid
23 de diciembre. Juramento de fidelidad de los habitantes de Madrid a José I,
entre ellos también Goya
 1809
22 de enero. José Bonaparte regresa a la capital, donde establece finalmente su
gobierno. En Cádiz, la Junta Central asume el poder de la España independiente
y la lucha contra los franceses
Enero. Goya es obligado a alojar en su casa, a partir de ese mes, a M. Posar (?),
inspector francés de vestuario militar
2 y 7 de marzo. El Diario de Madrid anuncia su obligación, como empleado de
la Real Casa y como hacendado, de contribuir con un impuesto extraordinario
Septiembre. Encargado de tasar 15 pinturas de la anterior colección de Godoy
que iban a ser regaladas al general Sebastiani
20 de diciembre. Por orden de José Bonaparte, Goya selecciona cuadros de las
colecciones reales para enviar a París, con destino al nuevo Museo Napoleón
(Museo del Louvre)
Entre 1808 y 1812, retratos de Juan Antonio Llorente (Museu de Arte, Sao
Paulo), Martín Miguel de Goicoechea y Juana Galarza de
Goicoechea (colección Juan Abelló, Madrid), Mariano Goya con el
carretón (colección Larios), Antonia Zárate y Aguirre (National Gallery,
Dublín), Manuel Romero (The Art Institute, Chicago), General Nicolas-Philippe
Guye (Museum of Fine Arts, Virginia), Victor Guye (National Gallery,
Washington), La marquesa de Montehermoso (colección particular). Además
de Majas al balcón (colección particular, Suiza), Maja y celestina al
balcón (colección particular, Madrid) y El Tiempo (Musée des Beaux-Arts,
Lille). Pinturas de gabinete para el marqués de la Romana (colección particular,
Madrid)
 1810
Inicio de la serie de aguafuertes Desastres de la guerra, que finaliza hacia 1815
con los llamados Caprichos enfáticos, y de la serie de los dibujos del Álbum C
31 de enero. El Consejo de Regencia reemplaza en Cádiz a la Junta Central
12 de febrero. El Diario de Madrid anuncia la venta de los grabados según
Velázquez, que Goya había realizado en 1778
27 de febrero. Goya entrega al Ayuntamiento de Madrid el gran cuadro
alegórico de la ciudad que le había sido encargado por la Corporación y que
incluía un retrato de José Bonaparte (Museo de Historia, Madrid)
15 de junio. Asiste en la Academia de San Fernando a una recepción oficial del
ministro del Interior, el marqués de Almenara, protector de aquella
Septiembre. Encargado de seleccionar, junto con Manuel Nápoli y Mariano
Salvador Maella, cuadros españoles para una galería pública en Madrid
Goya y Maella se encuentran entre los profesores previstos por José Bonaparte
para la 4.ª sección de Pintura de la Academia de Ciencia

 1811
11 de marzo. Jura fidelidad al rey José I al concedérsele la Real Orden de
España que, según él, no lució nunca. Se publica en el Diario de Madrid el día 26
de ese mes
27 de marzo. El Semanario patriótico elogia los Caprichos
3 de junio. Otorga testamento junto con su mujer a favor del cónyuge vivo y de
su hijo Javier
 1812
19 de marzo. Las cortes generales de Cádiz promulgan la Constitución española,
conocida como la Constitución de 1812
9 de junio. Goya y su hijo otorgan poder para la administración de sus bienes
20 de junio. Muere Josefa Bayeu
22 de julio. Victoria de Wellington contra los franceses en la batalla de Arapiles.
José I abandona de nuevo la capital y se refugia en Valencia. En invierno regresa
a Madrid
28 de agosto. Goya comunica a Francisco Durán el deseo del duque de
Wellington de que su retrato ecuestre, pintado por él, se muestre en las salas de la
Academia de San Fernando
28 de octubre. Testamentaría de Josefa Bayeu. Javier recibe la casa de la calle
Valverde y las pinturas que se encuentran en ella
 1813
2 de enero. Goya supervisa a Felipe Abas en el descubrimiento del retrato de
José Bonaparte en la Alegoría de Madrid (Museo de Historia, Madrid), cubierto
tras la primera salida del rey intruso
13 de junio. Las tropas francesas abandonan definitivamente la península
después de su derrota en la batalla de Vitoria
11 de diciembre. Firma del tratado de Valençay, por el que Napoleón devuelve
el trono de España a Fernando VII
 1813
2 de enero. Goya supervisa a Felipe Abas en el descubrimiento del retrato de
José Bonaparte en la Alegoría de Madrid (Museo de Historia, Madrid), cubierto
tras la primera salida del rey intruso
13 de junio. Las tropas francesas abandonan definitivamente la península
después de su derrota en la batalla de Vitoria
11 de diciembre. Firma del tratado de Valençay, por el que Napoleón devuelve
el trono de España a Fernando VII
 1814
24 de febrero. Encargo de El Dos y El Tres de mayo de 1808 (Museo del Prado),
destinados a Fernando VII, para lo que el pintor solicita una ayuda que se le
concede el 9 de marzo
16 de abril. Fernando VII desembarca en Valencia. El general Elío, al mando del
ejército español, presenta al rey el “Manifiesto de los Persas”, por el que los
absolutistas piden al rey que detenga el proceso constitucional
4 de mayo. Fernando VII declara nulos los decretos de las Cortes de Cádiz y la
Constitución de 1812. El rey entra en Madrid el día 10 de ese mes, disuelve las
Cortes y da comienzo el período absolutista, así como la persecución de
afrancesados y liberales. El duque de San Carlos es nombrado Secretario de
Estado
5 de julio. Goya asiste a la primera Junta de la Academia presidida por Fernando
VII
2 de octubre. Nace María del Rosario Weiss, hija de Isidoro Weiss y de
Leocadia Zorrilla, considerada sin fundamento por algunos como hija de Goya
Noviembre. Inicio del proceso de depuración de los funcionarios de Palacio, que
Goya pasa, junto con su hijo, en abril del año siguiente. Sus salarios, pensiones y
derechos civiles se confirman
15 de diciembre. El Diario de Madrid publica un elogio sobre el retrato de la
duquesa de Osuna, reproducido en una estampa según un dibujo de Goya de
1794 en Galería de mugeres fuertes del padre Pierre le Moyne, traducido al
castellano ese mismo año
Fabricación de pólvora y Fabricación de balas, bocetos del período de la guerra,
adquiridos por Fernando VII (Palacio de la Zarzuela, Madrid). El duque de San
Carlos (Museo de Bellas Artes, Zaragoza), Fernando VII con manto real (Museo
del Prado) y El general Palafox a caballo (Museo del Prado)
 1815
Leocadia Zorrilla, prima de la nuera de Goya, entra como ama de llaves en la
casa de Goya, al separarse de su marido. Lleva consigo a sus dos hijos, Rosario y
Guillermo Weiss

16 de marzo. El Tribunal de la Inquisición le requiere para que proporcione


información sobre la Maja desnuda y la Maja vestida (Museo del Prado),
incautadas con los bienes de Godoy, por ser consideradas obscenas, pero no se
conserva, si la hubo, contestación del artista
Retrato del grabador Rafael Esteve (Museo de Bellas Artes, Valencia). Pinta La
Junta General de la Real Compañía de Filipinas (Musée Goya, Castres) y
el Autorretrato fechado en ese año (Museo del Prado)
 1816
Inicio de los aguafuertes de los Disparates y de los dibujos del Álbum E
28 de octubre. El Diario de Madrid anuncia la publicación de los treinta y tres
aguafuertes de la Tauromaquia, comenzados en 1815
X duque de Osuna (Musée Bonnat, Bayona). La duquesa de Abrantes (Museo del
Prado). La caridad de santa Isabel de Portugal, último encargo de la corona a
Goya (Palacio Real, Madrid)
 1817
Septiembre. A través de Ceán Bermúdez recibe el encargo del cabildo de la
catedral de Sevilla para pintar las Santas Justas y Rufina para la Sacristía de los
Cálices (in situ)
A partir de este año, y hasta 1820, se pueden fechar los dibujos del Álbum F
 1818
En torno a este año inicia la serie de los aguafuertes de los Disparates conocidos
también como Proverbios
 1819
Febrero. La instalación en Madrid de una prensa litográfica hace que Goya se
interese por esta nueva técnica, que aprende entonces
27 de febrero. Adquiere una casa de campo a orillas del río Manzanares,
conocida ya entonces como Quinta del Sordo, cuyas paredes se decorarán con
las Pinturas Negras
Mayo. Encargo de la Última comunión de San José de Calasanz para la iglesia
de San Antón del colegio de padres escolapios de Madrid (colección Padres
Escolapios, Madrid). El cuadro se cuelga el 27 de agosto
Invierno. Goya cae gravemente enfermo. Retrata después al médico que le
atendió, el doctor Arrieta (Minneapolis Institute of Arts)
 1820
1 de enero. Sublevación liberal del teniente coronel Rafael Riego en Las
Cabezas de San Juan (Sevilla). El rey jura la Constitución de 1812 y se inicia el
Trienio Liberal
4 de abril. Goya asiste por última vez a una sesión de la Academia de San
Fernando. Jura lealtad a la Constitución y al rey
13 de abril. Se publica en el periódico El Conservador, la siguiente información:
“Que residiendo en Madrid el príncipe de los pintores españoles de este siglo el
célebre don Francisco Goya, se le comisione por el Ayuntamiento para que
dibuje ó pinte lo que haya allí de pintable ó dibujable ad perpetuam rei
memoriam. Y de paso oiga Vmd. un secreto. Sé de buena tinta que el referido
Goya es tan patriota que no dejaré de admitir esta comisión; y yo añado que no
solo la desempeñará con la maestria que acostumbra, sino con el desinterés con
que siempre se ha conducido. Pero esto, Sr. Editor, no se lo diga á nadie. Agur y
mandar á = Juan Turbio.”
 1823
7 de abril. Entrada en España de los 100.000 Hijos de San Luis, bajo el mando
del duque de Angulema, en apoyo de Fernando VII y del absolutismo
23 de septiembre. Goya lega la Quinta a su nieto Mariano
Retratos de José Duaso y Latre (Museo de Bellas Artes, Sevilla) y Ramón
Satué (Rijksmuseum, Amsterdam)
 1824
30 de mayo. Goya marcha a Francia, con licencia del rey de seis meses y abono
de sus sueldos, para tomar las aguas en Plombières (Vosgues)
24 de junio. Camino de París, se aloja en Burdeos con Moratín, quien estaba en
el exilio desde el final de la guerra y que vivía en el colegio establecido por otro
político exiliado, Francisco Silvela. En una carta del 27 de junio, Moratín cuenta
que “llegó Goya, sordo, viejo, torpe y débil y sin saber una palabra de francés, y
tan contento y tan deseoso de ver mundo. Aún estuvo tres días... dos de ellos
comió con nosotros en calidad de joven alumno”
30 de junio. Goya llega a París, con una carta de presentación de Moratín para
Vicente González Arnao. Se instala en el hotel Favart, en el número 5 de la rue
de Marivaux. Durante su estancia, el artista se relaciona con algunos de sus
antiguos patronos y mecenas, ahora en el exilio. Es vigilado discretamente por la
policía, que registra sus visitas a los monumentos de la ciudad
Fin. agosto. Goya pudo ver el Salon del Louvre, donde se exhibieron, entre otras,
obras de Ingres, Delacroix y Constable, y una sala estaba dedicada por primera
vez a la litografía, arte de moda. Pinta los retratos de Joaquín María Ferrer y de
su esposa, Manuela Álvarez Coiñas de Ferrer (colección privada, Suiza)
1 de septiembre. Abandona París y se dirige a Burdeos en compañía de su
consuegro, Martín Miguel de Goicoechea, y de la hija de éste, Manuela, y su
marido Francisco de Muguiro. En Burdeos vive en la calle Esprit des Lois
14 de septiembre. Leocadia Weiss y sus hijos, Guillermo y Rosario, llegan a
Bayona. Se reúnen con Goya en Burdeos antes del día 20
28 de octubre. Goya, Leocadia Weiss y sus hijos se instalan en una casa en el
número 24-25 del Cours de Tourny
Inicia la serie de dibujos de los Álbumes G y H, que le ocupan hasta su
fallecimiento cuatro años después. Retrato de Leandro Fernández
Moratín (Museo de Bellas Artes de Bilbao)
 1825
13 de enero. Se prorroga su licencia por otros seis meses
19 de mayo. Cae enfermo y los médicos diagnostican que su estado es
irreversible
4 de julio. Fernando VII le concede otro año de permiso
30 de octubre. Reside en una nueva casa, en el número 10 del camino de la
Croix-Blanche
Noviembre-diciembre. El editor Ciprien Gaulon, en Burdeos, registra la edición
de un juego de 100 ejemplares de las cuatro litografías de los Toros de Burdeos
20 de diciembre. Escribe a Ferrer sobre las litografías de los Toros de Burdeos,
con la esperanza de que se vendan en París, y le anuncia que ha pintado una serie
de cuarenta miniaturas sobre marfil “más como los pinceles de Velázquez que los
de Mengs”
 1826
30 de mayo. Tras viajar a Madrid, Goya presenta personalmente su petición de
retiro. Vicente López le retrata (Museo del Prado)
17 de junio. El rey le concede la jubilación con los 50.000 reales anuales de su
sueldo, así como la licencia para regresar a Francia. Antes del 15 de julio, marcha
de nuevo a Burdeos
Retrata al banquero Jacques Galos, con quien había depositado fondos para su
nieto Mariano (The Barnes Foundation, Merion, Pensilvania)
 1827
Verano. Goya visita Madrid por asuntos económicos y familiares
20 de septiembre. Figura en la aduana de Bayona camino de París, aunque tal
vez se quedase en Burdeos definitivamente
Retrato de Juan Bautista de Muguiro (Museo del Prado)
 1828
28 de marzo. Su nuera y su nieto Mariano llegan a Burdeos, donde encuentran a
Goya muy enfermo
1 de abril. Escribe a su hijo Javier la que será su última carta
16 de abril. Goya muere en Burdeos en su casa de la rue du Fossés de
l’Intendence 39, hacia las 2 de la madrugada, acompañado por el joven artista
Antonio Brugada y José Pío de Molina. Se le entierra junto a Martín Miguel de
Goicoechea, su consuegro, en el cementerio de la Chartreuse
21 de abril. Javier Goya llega a Burdeos y una semana después regresa a España
junto con su familia, llevándose consigo todas las obras de arte de su padre que
estaban en la casa de Burdeos. Deja a Leocadia Weiss los muebles, las ropas y
1000 francos
En 1901 los restos de Goya, mezclados con los de su consuegro, son exhumados
y trasladados a Madrid
En 1919, es enterrado en la Ermita de San Antonio de la Florida de Madrid

Goya nació accidentalmente en Fuendetodos, pueblo de su familia


materna. Braulio José Goya, dorador, de ascendencia vizcaína, y Gracia
Lucientes, de familia campesina acomodada, residían en Zaragoza,
donde contrajeron matrimonio en 1736. Francisco fue el cuarto de seis
hermanos: Rita (1737); Tomás (1739), dorador también, citado a veces
como pintor; Jacinta (1743); Mariano (1750), muerto en la infancia, y
Camilo (1753), eclesiástico y capellán desde 1784 de la colegiata de
Chinchón.
Tras la escuela, que la tradición acepta con reservas como la de los
padres escolapios de Zaragoza, entró en el taller de José Luzán (1710-
1785), hijo también de un dorador vecino de los Goya vinculado a
la Academia de Dibujo.
Javier Goya, en las notas biográficas sobre su padre para la Academia de
San Fernando (1832), aseguraba que “estudió el dibujo desde los trece
años en la Academia de Zaragoza bajo la dirección de José Luzán”, y
Goya, en la autobiografía del catálogo del Museo del Prado (1828), decía
que le “había dado a copiar las más bellas estampas que tenía”, aunque
en sus primeras obras conocidas apenas hay huellas del estilo tardo-
barroco de aquél. Más adelante siguió su formación con Francisco Bayeu
Subías (1734-1795), relacionado por lejano parentesco con los Goya, y
que, años después, sería su cuñado por esa unión tradicional entre
familias de artistas. En 1771, la Academia de Parma citaba a Goya como
“scolaro del Signor Francesco Vajeu” y lo confirmaba él mismo en 1783,
con motivo del matrimonio de su cuñada María Bayeu, a la que conocía
desde hacía veinte años por haber estudiado “en casa” de Bayeu.
Después de los modestos inicios en Aragón, donde se le atribuye, de
hacia 1765, el relicario, destruido, de la parroquia de Fuendetodos con la
Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago, así como varias pinturas
para la devoción privada confirmadas como de su mano en los últimos
años, la carrera cortesana se perfilaba como la única posible para un
joven con ambiciones. Se trasladó a Madrid en 1763, siguiendo a Bayeu,
que trabajaba en la decoración del Palacio Real. En diciembre de 1763
Goya quiso obtener una pensión de la Academia de Bellas Artes de San
Fernando y en 1766 se presentó al premio de primera clase de pintura,
aunque fracasó en ambos.
En un arranque de independencia Goya viajó a Italia por sus propios
medios, según decía más tarde en un memorial a Carlos III (24 de julio
de 1779), y está documentado en Roma en la primavera de 1771, aunque
viajó a Italia en junio de 1769, como ha revelado la última
documentación localizada de sus capitulaciones de boda. La tradición le
situó en Roma en el n.º 48 de la Strada Felice (Via Sistina), barrio de los
artistas, en casa del pintor polaco Taddeus Kuntz, amigo de Mengs,
como la familia de éste aseguraría años más tarde, aunque no hay
noticias documentales de ello. El Cuaderno italiano (Madrid, Museo del
Prado), álbum de apuntes comprado en Italia, recogía anotaciones de las
ciudades que visitó, todas del norte, entre ellas Bolonia, Venecia, Parma
y Milán, viajando de regreso a través de Génova y Marsella.
En abril de 1771 envió el cuadro Aníbal que por primera vez mira Italia
desde los Alpes (Fundación Selgas Fagalde) al concurso de la Academia
de Parma por el que recibió una mención, reseñada en el Mercure de
France en 1772. Varios dibujos del Cuaderno italiano copian esculturas
clásicas de Roma, un fresco de Giaquinto, así como presentan
composiciones propias y las primeras ideas documentadas de cuadros
tempranos, algunos pintados ya en España, donde regresó entre mayo y
julio de 1771. Su primer encargo fue el fresco del coreto de la basílica
del Pilar, de 1771-1772, con la Adoración del Nombre de Dios, de
excepcional y moderna grandeza, auto titulándose en esa ocasión
“Profesor de Dibujo en esta Ciudad [Zaragoza]” (22 de noviembre de
1772).
Se casó, sin embargo, en Madrid, en la iglesia de San Martín (25 de julio
1773) con Josefa Bayeu (nacida el 19 de marzo de 1747), hermana de
Francisco, que fue padrino de la boda con su mujer, Sebastiana
Merklein, aunque el primer hijo de Goya, documentado en el Cuaderno
italiano, Antonio Juan Ramón Carlos, nació en Zaragoza (29 de agosto
de 1774), donde el artista trabajaba en los frescos de la cartuja de Aula
Dei.
Goya dejó nuevamente Zaragoza el 3 de enero de 1775, llegando a
Madrid el día 10 (anotación en su Cuaderno italiano) para iniciar su
trabajo como pintor de cartones de tapices para la Real Fábrica de Santa
Bárbara con el sueldo de 8.000 reales de vellón al año. Recomendado
por Bayeu, Goya aseguraba más tarde, orgulloso, que fue Mengs quien le
hizo volver de Roma para el Real Servicio, aunque sus primeros
cartones, fechados en la primavera de 1775 para la serie ya comenzada
con destino al comedor de los príncipes de Asturias en El Escorial, se
pintaron según ideas de Bayeu. Los temas representados, elegidos por el
rey, eran de caza, que fue la afición más importante del artista a lo largo
de su vida. Perros, escopetas y lugares de caza favoritos, a veces en
compañía de sus egregios mecenas, aparecerán en la importante
correspondencia con su amigo de infancia, el comerciante zaragozano
Martín Zapater (Madrid, Museo del Prado), como los alrededores de
Madrid, la sierra de Guadarrama y El Escorial, Arenas de San Pedro,
Chinchón, la Albufera de Valencia y el Coto de Doñana en las tierras de
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). El segundo hijo, Eusebio Ramón, nació
en Madrid (15 de diciembre de 1775); vivía Goya entonces en la calle
del Reloj, tal vez en casa de Bayeu, y entre 1776 y 1778 pintó los
cartones para el comedor de los príncipes de Asturias en el palacio de El
Pardo con escenas de la vida popular en Madrid, como el Baile a orillas
del Manzanares y El quitasol, ya de su propia invención, con tipos
populares caracterizados con perfección magistral, y divertidas historias
cargadas de contenido satírico y moralizante, enlazando con la corriente
popular favorecida por la Ilustración. El artista se acercaba más que otros
compañeros suyos, en el naturalismo y sentido del humor de sus escenas,
a los tipos y situaciones descritos en los sainetes de un amigo de esos
años, el autor teatral Don Ramón de la Cruz, mientras que en la
caracterización de sus figuras demostraba el mismo conocimiento de
tipos y modas que las ilustraciones del grabador Juan de la Cruz,
hermano del anterior, en su Colección de Trages de España. El Cuaderno
italiano revela que Goya intentó regresar a Italia con Mengs, en 1777,
pero enfermó gravemente a fines de ese año, asegurando a Zapater que
había “escapado de buena”, y había recibido el encargo de dos series
más para la Fábrica de Tapices. Nacieron en Madrid otros dos hijos,
Vicente Anastasio (21 de enero de 1777) y María del Pilar Dionisia (9 de
octubre de 1779), cuando Goya vivía en la carrera de San Jerónimo, en
la casa de la marquesa de Campollano, aunque poco después habitaba ya
en casa propia, en el nº 1 de la calle del Desengaño, donde vivió hasta
junio de 1800. Entre 1778 y 1780 pintó las series de cartones de tapices
del dormitorio de los príncipes de Asturias, en El Pardo, con escenas
como El cacharrero y El ciego de la guitarra. Se fechan entonces las
estampas sobre obras de Velázquez de la colección real, que valoró el
erudito Antonio Ponz, y El agarrotado y El ciego de la guitarra, de
invención propia. En enero de ese mismo año, según contaba a Zapater,
había sido presentado al Rey y a los príncipes de Asturias, “... y les besé
la mano que aun no abia tenido tanta dicha jamás”.
El 7 de julio de 1780, con el clasicista Cristo en la cruz (Madrid, Museo
del Prado), ingresó como miembro de mérito, por unanimidad, en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando. Nació su quinto hijo (22 de
agosto de 1780), Francisco de Paula Hipólito Antonio Benito, y en el
otoño Goya se trasladó con su familia a Zaragoza para pintar el fresco de
la cúpula de Regina Martyrum en el Pilar. La obra fue rechazada en 1781
por la Junta de la basílica a causa de la incorrección de la figura de la
Caridad y la oscuridad general del colorido, imponiéndosele la
supervisión de Bayeu, a lo que se negó. Se produjo la ruptura entre los
cuñados que duró varios años y afectó a la actividad de Goya, que perdió
encargos proporcionados por su cuñado. Su honor de artista, que tan
profundamente sintió toda su vida, quedó restaurado al encargársele por
orden del ministro de Estado, el conde de Floridablanca, uno de los
cuadros para la basílica de San Francisco el Grande, la Predicación de
San Bernardino de Siena, concluido en enero de 1783. Había nacido una
niña, Hermenegilda Francisca de Paula (13 de abril de 1782),
admirándose su cuñado cartujo, fray Manuel Bayeu, en sus cartas a
Zapater, de la fecundidad del artista, aunque todos sus hijos, salvo el
último, Javier (2 de octubre de 1784), murieron en la infancia. En el
decenio de 1780 comenzó de lleno la actividad de Goya como retratista,
de la que no se conoce hasta entonces más que un Autorretrato, de hacia
1772-1775 (Zaragoza, Museo de Bellas Artes). Destaca el Retrato del
conde de Floridablanca como protector del Canal de Aragón (1783,
Madrid, Banco de España), y los que pintó para su nuevo mecenas, el
infante don Luis de Borbón, en el exilio de su palacio de Arenas de San
Pedro (Ávila). Para entonces Goya era ya reconocido por importantes
figuras de la cultura de su tiempo, como el citado Antonio Ponz, Gaspar
Melchor de Jovellanos, a quien retrató hacia 1783 (Oviedo, Museo de
Bellas Artes), y el erudito y coleccionista Juan Agustín Ceán Bermúdez,
aunque su amistad con otras figuras, como Leandro Fernández de
Moratín y Juan Meléndez Valdés, debió de comenzar algo después,
según las noticias de Ceán Bermúdez.
Goya fue nombrado teniente director de Pintura de la Academia de San
Fernando (1 de mayo de 1785) con el sueldo de 25 doblones anuales
(2.000 reales), y al año siguiente, en julio de 1786, limadas sus
diferencias con Bayeu y a propuesta de Maella, se le nombró pintor del
Rey con el sueldo de 15.000 reales.
Fray Manuel Bayeu le refería a Zapater el nombramiento de su cuñado:
“Esta accion de Francho [Bayeu], como azía tiempo no se trataban, a
sido para mí la de más satisfacción que he tenido. Dios quiera vivan en
paz y como Dios manda”. Se reanudaron efectivamente sus trabajos para
la Fábrica de Tapices tras seis años de inactividad, en 1786-1787 realizó
la serie de las Cuatro Estaciones para el comedor del príncipe en El
Pardo y en 1788 los bocetos para los cartones de tapices del dormitorio
de las infantas, entre los que destacan La pradera de San Isidro y La
gallina ciega, único del que ejecutó el cartón porque se suspendieron los
trabajos por la muerte de Carlos III. En ese período había comenzado,
además, su larga relación con la casa ducal de Osuna, mantenida hasta
después de la guerra de la Independencia.
Goya había alcanzado una excelente situación en la Corte, que le
halagaba profundamente, pintando ya entonces, como le contaba a
Zapater, sólo para la más alta aristocracia, y desde luego para el Rey, de
quien realizó el retrato como cazador hacia 1787 (Madrid, Museo del
Prado). Concluyó ese decenio con su nombramiento como pintor de
Cámara (30 de abril de 1789) y con los retratos de los nuevos reyes,
Carlos IV y María Luisa de Parma (Madrid, Academia de la Historia).
La correspondencia con Zapater, numerosa en la década de 1780, revela
la amistad de Goya con ilustres zaragozanos, entre los que se hallaban
Juan Martín de Goicoechea; Manuel Fumanal, director del seminario de
San Carlos; Tomás Pallás, militar y de la Real Sociedad Económica
Aragonesa; Alejandro Ortiz y Márquez, médico y catedrático de la
universidad; José Yoldi, administrador general del Canal de Aragón, y
Ramón Pignatelli, fundador de la Real Sociedad Económica Aragonesa,
rector de la Universidad e impulsor del Canal de Aragón. Esas relaciones
culminaron con la elección del artista como socio de mérito de la Real
Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (22 de octubre de
1790). En Valencia, donde había pintado las obras para la capilla de la
duquesa de Osuna en la catedral y tenía relación con la Academia de
Bellas Artes de san Carlos a través de su secretario, Mariano Ferrer y
Aulet, fue nombrado académico de mérito de ésta (20 de octubre de
1790). Según le refería a Zapater en noviembre de 1787, estaba
aprendiendo el francés, el italiano ya lo hablaba y se había vuelto “viejo
con muchas arrugas que no me conocerías sino por lo romo y por los
ojos undidos [...] lo que es cierto es que boy notando mucho los 41”. La
correspondencia con su íntimo amigo revela las aficiones de Goya,
además de demostrar lo buen hijo, hermano y padre que era y la cálida
relación con sus amigos. Le gustaban las corridas de toros, incluso
Moratín decía, ya en los años de Burdeos, que Goya se jactaba de haber
toreado en su juventud, pero también asistía al teatro, a la ópera y a los
conciertos de música en la Corte. Su carácter alegre se revela en su gusto
por las “tiranas”, las fiestas con sus amigos y familiares, los viajes a
Valencia, por ejemplo, para “tomar los aires marítimos”, o a Zaragoza
para asistir a las fiestas del Pilar. Desde 1783 se firmaba como
“Francisco de Goya”, señalando así orígenes hidalgos por su ascendencia
vizcaína, pero todos los esfuerzos que hizo para obtener una infanzonía
resultaron fallidos, ya que nada encontró en los archivos zaragozanos
que probara su pretendida nobleza.
Hacia fines del año 1790 aparecieron los primeros síntomas de la grave
enfermedad que le sobrevino a principios de 1793, temblores y mareos a
los que se refiere en cartas de ese período a Zapater. En 1791 Goya puso
dificultades para seguir pintando cartones de tapices a las órdenes de
Maella y fue acusado de ello al Rey por Livinio Stuyck, director de la
Real Fábrica, aunque la intervención de Bayeu y la amenaza de que se
reduciría su salario le hicieron reconsiderar su postura; tras ello el artista
comenzó la preparación de su última serie, trece cartones para el
despacho del rey Carlos IV en El Escorial, con escenas “campestres y
Jocosas”, de las que sólo pintó seis, entre las que destacan La boda o El
pelele. El 14 de octubre de 1792 Goya firmaba el informe solicitado por
la Academia de San Fernando sobre las enseñanzas de las Bellas Artes,
en el que expresaba la necesidad de libertad en el estudio de la pintura,
que definió como “Sagrada ciencia”. Asistió a la Junta Extraordinaria del
28 de octubre, pero no a la del 18 de noviembre por unos cólicos que
padeció, y recogió su nómina de académico a principios de enero de
1793. Con licencia real viajó entonces a Sevilla, donde cayó enfermo en
febrero, según se deduce de la correspondencia entre sus amigos Zapater
y el comerciante gaditano Sebastián Martínez, a cuya casa en Cádiz fue
trasladado Goya, ya enfermo, por su amigo Ceán Bermúdez. A
principios de marzo Martínez aseguraba que “la naturaleza del mal es de
las más temibles” y a fines del mismo mes que “el ruido en la cabeza y la
sordera nada han cedido, pero está mucho mejor de la vista y no tiene la
turbación que tenía que le hacia perder el equilibrio”. Zapater decía que
“a Goya, como te dije, le ha precipitado su poca reflexión”. Esa ambigua
frase ha dado pie a numerosas interpretaciones sobre la naturaleza de la
enfermedad, de la que Goya quedó definitivamente sordo: sífilis,
saturnismo, “cólico de Madrid” —envenenamiento por metales en los
utensilios de preparar la comida—, y “perlesía” —hemiplejia—.
Regresó a Madrid a principios de mayo de 1793 y en enero del año
siguiente presentó a la Academia de san Fernando la decisiva serie de
cuadros de gabinete sobre hojalata, con escenas de toros y otras
“diversiones nacionales”, como Los cómicos ambulantes (Madrid,
Museo del Prado), y temas de carácter dramático, El naufragio, Incendio
de noche (colecciones privadas), Corral de locos (Dallas, Meadows
Museum) y Prisioneros en una cueva (Bowes Museum), pintadas con
independencia y sin estar sometido a las imposiciones de la clientela. Es
posible que fuera en los meses que siguieron cuando Goya terminó los
últimos cartones para los tapices del comedor del rey, comenzados antes
de su enfermedad. Aunque sin éxito, se sometió a una electroterapia
contra la sordera, procedimiento que se documenta en una carta fechada
en septiembre de 1794, según la cual el artista solicitó que se arreglara el
disco de vidrio de una “máquina eléctrica” que le había proporcionado el
director del Real Laboratorio de Química, Pierre François Chavaneau.
Reanudó plenamente su actividad en otoño de aquel año y en 1795, con
retratos y cuadros de encargo, como los de la Santa Cueva de Cádiz. Se
fecha entonces su acercamiento a Godoy, así como el mecenazgo de los
duques de Alba, que dio pie incluso a la moderna leyenda, basada en
débiles indicios, de los amores del artista con la duquesa. A la muerte de
Bayeu, en agosto de 1795, Goya fue nombrado director de Pintura de la
Academia e inició en ese brillante período sus álbumes de dibujos, los
llamados Álbum de Sanlúcar y Álbum de Madrid, fechados ahora hacia
1794-1795, sin que se advierta en su técnica segura y delicada rastro
alguno de los temblores de su enfermedad. Planteó en ellos las primeras
ideas para esas obras maestras de la sátira contra vicios y costumbres de
la sociedad que fueron Los Caprichos, publicados en enero de 1799, y,
según su primer biógrafo, L. Matheron, gestados en el entorno de las
duquesas de Alba y de Osuna.
Gran parte del año 1796 lo pasó en Andalucía, en Cádiz, donde tuvo casa
propia, según Moratín, y en Sevilla, de donde las noticias que llegaban
sobre su salud no eran muy favorables. Visitó a la duquesa de Alba en
Sanlúcar y pintó el célebre retrato de la dama vestida de negro (Nueva
York, Hispanic Society, 1797). A principios de 1797 se encontraba de
regreso en Madrid para renunciar a su cargo de director de Pintura de la
Academia porque “ve en el dia que en vez de haber cedido sus males se
han exacerbado más”. La liberación de las responsabilidades de la
Academia determinó los años más prolíficos de la vida de Goya con
retratos excepcionales entre los que destacan el de Jovellanos (1798)
(Madrid, Museo del Prado) y La Tirana (1799) (Madrid, Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando), y obras como la Maja desnuda,
documentada en el palacio de Godoy en 1800, y la Maja vestida, más
tardía, documentada en enero de 1808. Se fechan a fines de ese decenio
también los cuadros con Asuntos de brujas para los duques de Osuna, los
frescos de la ermita de San Antonio de la Florida y, en diciembre de
1798, el Prendimiento para la catedral de Toledo, así como los nuevos
retratos reales, María Luisa con mantilla, Carlos IV cazador y el Retrato
ecuestre de María Luisa en el otoño de 1799.
Culminó la década de 1790 con el nombramiento de Goya como primer
pintor de Cámara, escalón supremo de su carrera cortesana, firmado el
31 de octubre de 1799 por el Primer Ministro, Mariano de Urquijo, y con
el sueldo de 50.000 reales de vellón. Goya escribía ese día su última
carta a Zapater (fallecido en 1803): “Los Reyes estan locos con tu
amigo”. Ese patrocinio real, y de Godoy, siguió durante los primeros
años del siglo XIX, iniciándose en junio de 1800 con la espectacular
Familia de Carlos IV. En ese mismo mes Goya se había trasladado a su
nueva casa de la calle de Valverde n.º 35 y había vendido su anterior
vivienda a Godoy, cuyo servicio se hace patente en el Retrato de la
condesa de Chinchón (abril de 1800) (Madrid, Museo del Prado), en el
del ministro con motivo de la Guerra de las Naranjas (1801) (Madrid,
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) y en los grandes
lienzos alegóricos para la decoración de su palacio (c. 1802-1804), como
la Alegoría del Tiempo y la Historia (Estocolmo, Nationalgalleriet). La
faceta de los retratos privados es excepcionalmente rica en estos años; en
ellos Goya define el retrato aristocrático, de inusitada variedad, como los
del Conde y la condesa de Fernán Núñez (1803) (Madrid, colección
Fernán Núñez), de la Marquesa de Villafranca pintando a su marido
(1804) (Madrid, Museo del Prado), de la Marquesa de Santa Cruz (1804)
(Madrid, Museo del Prado) y del Marqués de San Adrián (1804)
(Pamplona, Museo de Bellas Artes). Al mismo tiempo, el auge de la
sociedad burguesa propició el retrato de esa nueva clase social que Goya
pintó desde sus inicios en obras más íntimas, sobrias y realistas, de
aguda psicología, como el del pintor Bartolomé Sureda y su mujer
Teresa Sureda, 1804-1805 (Washington, National Gallery), de Antonio
Porcel (1806) (Buenos Aires, Jockey Club, destruido), de los actores
Isidoro Máiquez (Chicago, Art Institute) o de la actriz retirada Antonia
Zárate (c. 1808) (Dublín, National Gallery).
En junio de 1803 Goya compró una nueva casa en el nº 7 de la calle de
los Reyes, que no llegó a habitar, y el 7 de julio, en carta a Miguel
Cayetano Soler, regaló al Rey las planchas de cobre de los Caprichos y
doscientos ejemplares a cambio de una pensión de 12.000 reales para su
hijo Javier, que deseaba estudiar Pintura. Goya preparaba el futuro de su
hijo, de quien no hay noticias fidedignas sobre su actividad como pintor,
y que casó el 8 de julio de 1805 con Gumersinda Goicoechea, hija del
comerciante madrileño Martín Miguel de Goicoechea, a los que también
retrató el artista en dos espléndidos y novedosos retratos de cuerpo
entero (colección Noailles). En 1806 nació el único nieto del artista,
Mariano, retratado por su abuelo en 1810 vestido con elegancia y tirando
de un carretón de juguete (Madrid, col. Larios). En los inicios del siglo
XIX comienzan los elogios al artista por la altura de su arte, entre los
que destaca el poema de Manuel José Quintana, de 1805, valorando su
figura por encima de la de Rafael de Urbino y augurándole la fama
universal en siglos venideros. Debió de continuar con sus cuadernos de
dibujos, de difícil y amplia datación, pues las composiciones se
relacionan con temas que van desde principios del siglo XIX hasta 1820,
como los de los Álbumes C, D, E y F.
Goya permaneció en Madrid durante la Guerra contra Napoleón (1808-
1814) y juró fidelidad a José Bonaparte como oficial de palacio, recibió
también la orden de España, que no recogió, y retrató a alguno de los
ministros y autoridades del nuevo gobierno francés. Por otra parte, como
pintor de cámara del nuevo rey proporcionó listas de cuadros de la
colección real con destino al museo creado por Napoleón en París,
aunque se tienen escasas noticias documentales de su actividad en esas
fechas, con largos períodos de silencio. El inventario de sus bienes y de
Josefa Bayeu, fallecida al final de la guerra (20 de junio de 1812),
registra numerosas obras que revelan su actividad incesante. Trabajó
también en los aguafuertes de los Desastres de la guerra, denuncia de la
violencia sobre el pueblo indefenso, y en la Tauromaquia, publicada en
1816. En febrero y marzo de 1814 se gestó, por la Regencia, el encargo
de los dos grandes lienzos del Dos y Tres de mayo en Madrid (Madrid,
Museo del Prado), con el brutal ataque de los patriotas víctimas de la
invasión y de la despiadada respuesta de los franceses.
En mayo Goya pasó favorablemente la depuración de los funcionarios de
palacio al servicio del gobierno francés, recuperó su salario y sus
derechos y pintó de nuevo para la Corona y sus altos dignatarios (Retrato
de Fernando VII con manto real, Madrid Museo del Prado, y Retrato del
duque de San Carlos, Zaragoza, Museo de Bellas Artes). A partir de
1815 el artista se fue alejando de la Corte, sustituido en el gusto del
monarca por Vicente López, y se centró entonces en su actividad
privada: retratos (Retrato del X duque de Osuna, Bayonne, Musée
Bonnat), cuadros para la Iglesia, que había sido fiel mecenas desde su
juventud (Santas Justa y Rufina, Sevilla, Sacristía de los cálices de la
Catedral, y La última comunión de san José de Calasanz, Madrid, Padres
Escolapios), en los dibujos de los álbumes de ese período, C, D y E, en
las últimas láminas de los Desastres, los llamados Caprichos enfáticos, y
en la serie de los Disparates.
Vivía Goya aún en la calle de Valverde cuando en 1819 adquirió una
casa de campo a las afueras de Madrid, conocida como la “Quinta del
Sordo”, que guardaría sus “Pinturas negras”. Desde 1815 vivían en su
casa Leocadia Zorrilla y sus dos hijos; la joven, que hacía las veces de
gobernanta, era prima de la mujer de su hijo y ha sido considerada por
indicios y por algunas referencias de Moratín, ya en Burdeos, como la
compañera de sus últimos años, aunque no existen noticias fidedignas al
respecto.
El 23 de septiembre de 1823 Goya hizo donación de la Quinta a su nieto
Mariano. El 2 de mayo de 1824 Goya solicitó del Rey permiso para
marchar a Francia a tomar las aguas minerales de Plombières (Vosgos).
Desde la llegada a España en abril de 1823 de los Cien Mil Hijos de San
Luis, para restituir el poder absoluto del Rey, Goya pudo decidir su
exilio, al que se habían visto obligados muchos de sus amigos y
familiares. No hay, sin embargo, noticias fiables de su marcha pues los
viajes que hizo entre 1824 y 1828 a Madrid desde Burdeos, así como sus
cartas al Rey para solicitar su licencia y jubilación, no indican que
estuviera perseguido. En febrero de 1824 Goya otorgó un poder general
a Gabriel Ramiro para administrar su sueldo como funcionario de
palacio y en junio, tras obtener la licencia del rey, marchó a Burdeos.
Moratín narraba al abate Melón (27 de julio de 1824), amigo común, la
llegada del artista, “sordo, viejo, torpe y débil, y sin saber una palabra de
francés [...] y tan contento y deseoso de ver mundo”. De inmediato
siguió viaje a París, donde los documentos de la policía, que espiaba a
los exiliados políticos españoles, revelan que vivía solo, paseaba por los
lugares públicos y visitaba los monumentos. Es posible que la intención
del artista fuera visitar el Salon, que ese año se había retrasado hasta el
mes de agosto.
Goya pintó en París dos sobrios retratos de sorprendente modernidad, los
del político exiliado Joaquín María Ferrer y su mujer, y regresó a
Burdeos en septiembre, donde se reunió con Leocadia Zorrilla y sus
hijos. Tuvo algunos achaques y enfermedades en esos años que, sin
embargo, no le impidieron hacer cuatro viajes a Madrid para solucionar
sus asuntos y, seguramente, visitar a su hijo y a su nieto. Moratín dio
cuenta regularmente a sus conocidos madrileños de la vida y la salud de
Goya: “Goya, con sus setenta y nueve pascuas floridas y sus alifafes ni
sabe lo que espera ni lo que quiere [...] le gusta la ciudad, el campo, el
clima, los comestibles, la independencia y la tranquilidad que disfruta”.
Pintó sólo retratos de algunos de sus amigos, como el del propio Moratín
(Bilbao, Museo de Bellas Artes), el de Jacques Galos (Filadelfia, Barnes
Foundation) y los últimos, pocos meses antes de morir, de su nieto
Mariano (Dallas - Texas-, Meadows Museum) y del comerciante Juan
Bautista de Muguiro (Madrid, Museo del Prado). Su actividad se centró
en obras íntimas, de pequeño formato, como una serie de miniaturas
sobre marfil, de las que se conocen algunos ejemplos, con figuras
singulares, expresivas y mordaces, que Goya describió como más
cercanas a “los pinceles de Velázquez que a los de Mengs” por la
libertad y expresiva fuerza de las pinceladas. El período de Burdeos se
define, sin duda, por las obras sobre papel, como los dibujos a lápiz
negro de los Álbumes G y H, con escenas inspiradas en la realidad y
otras en las que recurrió a recuerdos y temas que le habían interesado
siempre, como las sátiras contra el clero o sobre el engaño y la locura, y
figuras distorsionadas con una estética que precede al expresionismo del
siglo XX. Se apasionó entonces por una técnica nueva, la litografía, y se
sirvió del establecimiento de Cyprien Gaulon para imprimir la serie de
los Toros de Burdeos, impresionantes visiones de la “fiesta nacional”
que sobrecogen por su gran tamaño y su brutal denuncia de la violencia
del ser humano, idea que le había preocupado toda su vida. Cuando
murió era apreciado solamente por el pequeño grupo de amigos y
familiares que le acompañaron fielmente hasta el final, pues su arte,
profundamente individual, estaba lejos de las modas del momento.
Murió en la noche del 15 al 16 de abril de 1828, descrita con realismo
estremecedor por Leocadia Zorrilla, y fue enterrado en el cementerio de
la Chartreuse en la misma tumba que su consuegro, Martín Miguel de
Goicoechea. Años después, los que se creyeron sus restos mortales se
trasladaron a Madrid, donde reposan en la ermita de San Antonio de la
Florida, bajos los frescos que había pintado en 1798.

Obras de ~: Adoración del Nombre de Dios, coreto, basílica del Pilar,


Zaragoza, 1772; Escenas de la vida de la Virgen, cartuja de Aula Dei,
Zaragoza, 1772-1774; La riña en la Venta Nueva, 1777; La cometa,
1777; El cacharrero, 1779; Niños jugando a soldados, 1779; Regina
Martyrum, cúpula de la basílica del Pilar, Zaragoza, 1780-1781; Cristo
en la Cruz, 1780; La familia del infante don Luis de Borbón, 1783; Las
Cuatro Estaciones, 1786; Carlos III, cazador, c. 1786-1787; La familia
de los duques de Osuna, 1787; El conde de Cabarrús, 1788; El niño
Manuel Osorio y Zúñiga, c. 1788; San Francisco de Borja despidiéndose
de su familia, 1788; La pradera de San Isidro, 1788; La gallina ciega,
1788; La boda, 1792; El pelele, 1792-1794; Cómicos ambulantes, 1993;
El naufragio, 1793; Incendio de noche, 1793; Retrato de D. Agustín
Ceán Bermúdez, c. 1795; Retrato de la marquesa de la Solana, 1795;
Álbum de Sanlúcar (dibujos), c. 1795-1796; Álbum de Madrid (dibujos),
c. 1795-1796; Retrato de la duquesa de Alba, vestida de blanco; Retrato
de la actriz La Tirana, c. 1798; Frescos de la ermita de San Antonio de la
Florida, ermita de San Antonio, Madrid, 1798; El Prendimiento, 1798;
Retrato de Don Gaspar Melchor de Jovellanos, 1798; Serie de
aguafuertes de “Los Caprichos”, 1799; Retrato ecuestre de la reina María
Luisa de Parma, 1799; La maja desnuda, 1800; La maja vestida, c. 1800-
1808; La familia de Carlos IV, 1800; La condesa de Chinchón, 1800;
Retrato de don Manuel Godoy, 1801; El marqués de San Adrián, 1804;
La marquesa de Santa Cruz, 1805; Fernando VII a caballo, 1808;
Alegoría de la ciudad de Madrid, 1810; Serie de bodegones, c. 1808-
1812; Serie del marqués de la Romana, c. 1800- 1808; Maja y celestina
al balcón, c. 1808-1812; Las majas al balcón, c. 1808- 1812; Las viejas o
El Tiempo, c. 1808-1812; El dos de mayo en Madrid, 1814; El tres de
mayo en Madrid, 1814; Retrato de Fernando VII con manto real, 1814;
Retrato del duque de San Carlos, 1815; El entierro de la sardina, c. 1815;
Procesión de flagelantes, c. 1815; Escena de Inquisición, c. 1815; Escena
de manicomio, c. 1815; Corrida de toros, c. 1815; Serie de aguafuertes
de los “Desastres de la guerra”, 1812-1815; Serie de aguafuertes de “La
Tauromaquia”, 1815; Fray Juan Fernández de Rojas, c. 1815; El X
duque de Osuna, 1816; La duquesa de Abrantes, 1816; Santas Justa y
Rufina, sacristía de los Cálices, catedral de Sevilla, 1817; Santa Isabel de
Hungría curando a una enferma, 1816-1817; La última comunión de San
José de Calasanz, Madrid, Escuelas Pías, 1819; Serie de aguafuertes de
“Los Disparates”, c. 1820; Autorretrato con el médico Arrieta, 1820;
Serie de las “Pinturas Negras”, 1821-1823; Retrato de María Martínez de
Puga, 1824; Retratos de Joaquín María Ferrer y Manuela Álvarez Coiñas
de Ferrer, 1824; Retrato de Leandro Fernández de Moratín, 1824;
Álbumes G y H (dibujos en Burdeos); Litografías de los “Toros de
Burdeos”, 1825; Retrato de Juan Bautista de Muguiro, 1828 (Manuela B.
Mena Marqués).

Su retrato realizado por Vicente López Portaña corresponde a la obra


P00864 del Museo del Prado.|-

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