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UNA NOCHE DE PAZ

OBSERVACIÓN
Cuchicheo: en parejas, los asistentes van a compartir qué tradiciones culturales
en torno a la navidad (aguinaldos, comidas, juegos), se han usado o celebrado en
el entorno familiar en el que creció.

VINCULACIÓN
Se invita a cada persona a que redacte y escriba en un papel una frase corta que
resuma cuál sería “una navidad ideal”, para él o para ella. Esos papeles se
colocan en un recipiente y luego se les pide a dos personas que saquen y lean
uno de los papeles y comenten al respecto.

CONCIENTIZACIÓN
Normalmente, tenemos el esquema de la navidad como una noche de paz,
regalos, familia, comida, ambientes cómodos, etc. Pero en contraste con esto, la
Biblia nos narra que esa noche tuvo de todo, menos de paz, ya que fueron difíciles
las circunstancias y situaciones en las que nuestro Salvador vino al mundo.
En la tradición judía, una vez que una pareja se comprometía (desposados), el
varón se iba un tiempo, y luego regresaba por la que iba a ser su esposa para
formalizar el matrimonio. Durante este tiempo, la mujer se guardaba para ese
varón que regresaría por ella.
Sin embargo, en circunstancias fuera de la lógica, María queda embarazada, y
esto generó una situación tensa para José y para todos los que le rodeaban.
Todos anhelamos una noche de paz, y no solo en la navidad, sino todo el tiempo.
Pero, ¿De qué depende una noche de paz?

1. No perder la fe en lo que Dios prometió (Mateo 1:18-24)


José, al enterarse de que María estaba embarazada, planeó dejarla secretamente
para no difamarla y evitar el escándalo; así actuó de la manera más prudente
posible. Pero, en sueños recibe un mensaje de un ángel del Señor, informándole
que el bebé que María espera era obra del Espíritu Santo.
El ángel lo llama. “José, hijo de David”. Le recuerda de quién era hijo, con el
propósito de que tuviera presentes sus raíces. Le estaba recordando que, así
como Dios le cumplió a David, también le cumpliría a él. Así como todas las
promesas hechas a los patriarcas del pueblo de Israel: Abraham, Isaac y Jacob se
le cumplieron a David, de igual manera se cumplirían en José. Por lo tanto, José
debía descartar el plan de dejar a María, pues Dios sería fiel frente al desafío que
tenían de hacerse responsables del “Salvador del mundo”.
Esto nos lleva a entender que tener una “noche de paz”, no depende de que no
haya problemas, o circunstancias difíciles alrededor nuestro. Está sujeto, más
bien, a que no perdamos la fe en lo que Dios nos prometió, pues, el mismo Dios
que cumplió sus promesas en los que nos han antecedido espiritualmente, está
con nosotros, y va a cumplir todo lo que está escrito.
Un buen ejercicio para que nuestra fe no decaiga, es hacer memoria de los tantos
momentos en los que hemos visto la fidelidad y misericordia de Dios en nuestra
vida. Al volver a enfrentar momentos difíciles, tenemos la tendencia a olvidar sus
obras en el pasado, y volvemos a caer en angustia. Eso les pasó a los discípulos:
cuando faltó el pan; olvidaron la multiplicación que ya el Señor había hecho
anteriormente (Mateo 16:8-10). Aquí vemos claramente que el problema no es la
situación, sino la “poca fe”.
La paz depende de cuánta fe tenemos en lo que Dios prometió. Volvamos a poner
nuestra confianza en Enmanuel, (“Dios con nosotros”), quien cumplirá todo lo
prometido.

2. Aceptar las circunstancias actuales (Lucas 2:3-7)


José y María subieron a Belén a participar del censo, pero cuando se dirigían allá
María empezó a experimentar los síntomas del alumbramiento. Es probable que,
en esas circunstancias de viaje, se le adelantara el parto. Buscaron
desesperadamente un lugar, pero no lo encontraron. Llegan a un establo, y allí
María dio a luz al Salvador del mundo.
Para ellos no fue fácil, tuvieron que enfrentar imprevistos e incomodidades. Sin
embargo, ambos tuvieron una correcta actitud y tomaron sabias decisiones. José,
como varón, enfrentó la situación y buscó soluciones. Del mismo modo, María se
dispuso independiente de las dificultades; no se quejó de la situación, ni le
reprochó nada a José, más bien fue de descanso para él.
No se echaron la culpa mutuamente, más bien, trabajaron en equipo, cada uno
contribuyó a cultivar la paz en el momento. La clave es la actitud que tenemos
para contribuir en momentos difíciles y fomentar la paz.
Como José y María, debemos aceptar el “pesebre” que estemos viviendo en el
momento. Talvez, la situación no sea la mejor, pero en medio de ella Dios está
con nosotros, como estuvo con José, María y el Salvador del mundo, en las
circunstancias de su nacimiento.
No importa el pesebre por el que estemos pasando (situación económica, laboral o
familiar), estamos llamados a darle gracias a Dios, pues tenemos la oportunidad
de gozarnos y aprender a disfrutar de las personas que nos rodean, sabiendo que
podremos ver la fidelidad de Dios.
3.Ser luz en medio del entorno (Lucas 2:16-20)
Los pastores, después de oír la voz del ángel del Señor, fueron hasta Belén, y
quedaron maravillados al ver la escena del pesebre; luego, salieron a dar a
conocer en la región lo que habían oído y visto acerca del niño.
La paz también la disfrutamos cuando, al igual que los pastores, presentamos al
“Príncipe de paz” a otros. Hemos oído y visto la bondad y fidelidad de Dios en
nuestra vida y en nuestra familia; y estamos llamados a ser luz y darlo a conocer a
otros.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Que nada nos robe la paz, ni en la navidad ni en ninguna otra época. Todo lo que
sucedió con la llegada del hijo de Dios a la tierra estuvo rodeado de luchas y
situaciones por resolver, con lo cual aprendemos que la paz no depende de la
ausencia de problemas, sino de nuestra disposición para tener fe; de hacer
memoria de la fidelidad de Dios en el pasado, confiados nuevamente en lo que Él
va a hacer.
Aceptemos las circunstancias actuales con una actitud de confianza y descanso.
Talvez no estemos en una situación ideal, pero lo tenemos a Él de nuestro lado, y
eso es suficiente.

DETERMINACIÓN
Identifique cuál es su “pesebre” actual: una situación que le esté generando
incomodidad, donde las cosas no han sido como estaba previsto, o se han dado
en el tiempo inadecuado. Decida aceptarla, con la confianza de que será una
oportunidad para ver actuar a Dios en su fidelidad y misericordia.

CONSAGRACIÓN
Escuchar la canción: “Lo harás otra vez” (Twice)
https://www.youtube.com/watch?v=vD0jHC0A5qg
Mientras oramos por esas situaciones actuales que pueden estar atravesando.
Motivarles a entregar en oración las situaciones difíciles que pueden opacar la
celebración de esta fecha.

REPRODUCCIÓN
Motivar a los asistentes a compartir la enseñanza de hoy a personas de su
entorno familiar y social, para quienes la celebración de la navidad les trae
nostalgia, o tristeza por seres queridos que han partido de este mundo, o se
encuentran lejos.

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