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Diap. #4 … Y empieza en la profecía. Siete siglos atrás del nacimiento del Mesías
el Espíritu Santo había hablado a través de Isaías y de Miqueas:
Isaías 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal:
He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo,
y llamará su nombre Emanuel” (Comp. Mt.1:22,23)
Isaías 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
(Navidad viene del latín nativitate, que significa: “nacido para ti”)
Miqueas 5:2 “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre
las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;
y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”
(Comp. Mt.2:4-6)
¡Los profetas anticiparon el nacimiento de nuestro Salvador! Nacería de una virgen
en la pequeña ciudad de Belén. ¡Siete siglos atrás ya olía a Navidad!
Diap. #5 … Y siete siglos después el ángel Gabriel se presenta a María, una virgen
comprometida con José, descendientes del linaje de David, y le anuncia la gloriosa
bendición de haber sido escogida por Dios para concebir milagrosamente al
Salvador, y le instruye ponerle el nombre JESÚS (que significa “Salvador”).
Turbada por semejante noticia, pregunta al ángel: “¿Cómo será esto? Pues no
conozco varón” (Luc.1:34). Con estas palabras quiso decir que ella era virgen. El
ángel le responde que esto sucedería por el poder del Espíritu Santo.
Un tiempo después el mismo ángel Gabriel apareció en sueños a José, que al
enterarse de que María estaba encinta, “quiso dejarla secretamente”, para no
dañar su reputación ni exponerla a castigo. José pensaba que María le había sido
infiel; pero el ángel lo tranquiliza y le revela que esto sucedía por el poder del
Espíritu Santo. Asimismo, como a María, le encarga poner al niño el nombre JESÚS,
“porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt.1:21). José recibió a María
como su mujer, y dice el evangelio que “no la conoció (es decir, no tuvo relación
sexual con ella) hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre
JESÚS.” ¡Navidad es JESÚS nacido para nuestra redención!
Diap. #6 Por causa de un censo dispuesto por el imperio romano, José y María
tuvieron que ir a Belén, su ciudad natal, para ser empadronados. María iba en
avanzado estado de gravidez, y allí, en Belén, nacería el Mesías, el Salvador del
mundo, como había sido anunciado por el profeta Miqueas.
Allí, en Belén, en esos días del empadronamiento, los lugares estaban atestados de
gente, y buscaban dónde podría dar a luz María. Al no hallar lugar en el mesón,
sólo quedó aprovechar un pesebre, para que allí naciera el Niño.
Diap. #9 y #10 El ángel de voz cantante declara a los asustados pastores en las
afueras de Belén la gran noticia – “nuevas de gran gozo” – del nacimiento del
Señor: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el
Señor” (Lucas 2:10-11). Y en ninguna otra ocasión en la Biblia se narra el descenso
de “una multitud de las huestes celestiales” que desciende del cielo, como en ésta
en que lo hicieron para celebrar el nacimiento del Salvador. (Luc.2:14). ¡Los ángeles
de los cielos celebraron la Navidad!
Y los pastores fueron a ver al Niño, como se les había revelado por parte del ángel,
y contaron alborozados cuanto se les había dicho. Y luego regresaron al campo
“glorificando y alabando a Dios” (Luc.2:20).
¿Cuándo nació JESÚS? La revisión del calendario nos lleva a la conclusión de que
nuestro Señor nació entre los años 4 al 6 a.C. Suena extraño, porque ¿cómo es
que Cristo nació cuatro años antes de Cristo? Y es que se ha llegado a comprobar
que el calendario que elaboró Dionisio en el Siglo IV d.C. adoleció de un error de
4, o 5, o 6 años; esto nos lleva a entender que, realmente, no estamos en el 2022,
sino unos años más.
Y tampoco existe una certeza de la fecha de su nacimiento; hasta parece
improbable que haya nacido un 25 de diciembre, por el frío intenso que suele
haber en Belén en esa época, lo que contradice la narración de Lucas acerca de
pastores que estaban a la intemperie con sus ovejas.
Por eso, NAVIDAD no es cuestión de la celebración de una fecha, sino de un
acontecimiento, el más grande de la historia, el de Cristo hecho carne por amor a
nosotros. ¡ALELUYA!
Diap. #11 Unos 40 días después del nacimiento de JESÚS, sus padres lo llevaron
al templo para presentarlo a Dios. Allí hay dos personajes de edad muy avanzada,
Simeón y Ana, ministrando al Señor. Ellos, al ver al Niño, reciben la revelación de
que Él es el Mesías, y también expresan su alabanza por el nacimiento del Salvador
(Luc.2:21-38). Léase los vs. 27-32, sobre Simeón, y el v.38 acerca de Ana.
Diap. #12 Por lo menos un año después, sólo se dice que “del oriente” (Mt.2:1),
llegan a Jerusalén unos magos guiados milagrosamente por una estrella y dando
voces de que “venimos a adorarle” (Mt.2:2). Nótese que el Niño ya no está en el
pesebre, sino en “la casa” (v.11). En Luc.2:16, en la narración de Su nacimiento, la
palabra que habla del niño acostado en el pesebre es bréfos (βρέφος), literalmente
bebé; En Mt.2:11, donde leemos que los magos “vieron al niño”, la voz griega es
paidíon (παιδίον), que se emplea para referirse a un niño pequeño, como lo es un
infante.
Lo que destacamos es que el Niño fue objeto de adoración por parte de aquellos
magos, que se habían regocijado mucho cuando vieron aquella estrella posarse
sobre la casa donde estaba. La alegría y la veneración por Navidad, el nacimiento
del Salvador, se hicieron presentes otra vez.
Diap. #13 Por todo lo visto es que muchos en la iglesia de Cristo también
celebran Su nacimiento. ¡Navidad es celebración, es alabanza, es adoración a JESÚS
porque vino a este mundo y Se hizo hombre para lograr nuestra salvación! Dice
un canto: “Navidad no fue sólo un día; es la gran bendición que traería el Mesías
a nuestro corazón”.
Diap. #14 Di esto mientras vas haciendo click en las imágenes de esta diapositiva:
Mírese bien la Navidad, y hagamos la distinción entre lo que nos presenta la fiesta
de la estación, a veces irreflexiva e inconsciente, y la verdadera razón de la
encarnación del Hijo de Dios, que nació para convertirse años después en el
Cordero de Dios que nos hizo libres de la condenación del pecado cuando subió
a aquella cruz.
¡Navidad es historia de redención, historia del amor de Dios para salvarnos!
¡Navidad es JESÚS nacido para nuestra redención!
Diap. #15 Por eso sabemos qué es lo que decimos al desearle ¡FELIZ NAVIDAD!
Puede finalizar con canción en video de YouTube: “Marcos Vidal - El Niño de
Belén (Video lyric)”
Alienta a los hermanos de la barca a prepararse para celebrar a JESÚS en la
celebración de la Navidad en su casa, junto a los suyos, y a asistir a la fiesta de
Navidad de la Iglesia Galilea, que será en FEDENADOR el 23 de diciembre. Se
dará noticias en los cultos dominicales.
ORAR dando gracias a JESÚS por haber venido al mundo para nuestra redención,
y pedirle que alcance a muchos más con Su salvación.