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Comentario al Canto I de la Ilíada1

 El poema comienza con una invocación a la Musa, que es llamada “diosa”. La Musa es la
diosa de la poesía y las artes (tradicionalmente son nueve, a veces tres, pero genéricamente se la
puede invocar en singular, como en este caso). Hay que recordar que la Ilíada, como la Odisea, son
poemas que pertenecen a la épica oral, por lo que hay recursos y giros propios del género, que
pueden resultarnos extraños. En la épica oral, el poeta invoca a la Musa, que es la que canta a
través de él. El poeta no interviene, es la Musa quien habla. Por lo tanto, su canto tiene el valor de
la verdad. Y el poeta queda como un mediador entre los hombres y la divinidad, por lo que tiene
un rol social indiscutible y sagrado.

 El tema de la obra está dado por la primera palabra de la obra en griego, su idioma original:

Μῆνιν ἄειδε θεὰ Πηληϊάδεω Ἀχιλῆος (v. 1)

Menin aeide theá Peleiadeo Achileos (texto griego transliterado al alfabeto latino)

La cólera canta, diosa, del Pélida Aquiles (traducción)

“Cólera” es la primera palabra en el texto, y determina todo el tema de la obra. La Ilíada cuenta los
sucesos desencadenados por la cólera, el enojo de Aquiles, contra Agamenón, en la disputa que
ambos sostienen en el Canto I. Es calificada como “funesta” porque debido a ella murieron
muchos héroes, ya que Aquiles se retiró de la lucha y con ello se produjo la derrota de los aqueos.

La Ilíada relata un breve episodio (52 días, de los cuales 12 son de acción efectiva) de la guerra de
Troya, el de la disputa de Aquiles y Agamenón, el posterior retiro de Aquiles del combate, y sus
consecuencias: la derrota de los aqueos, la muerte de Patroclo y la muerte de Héctor.

 El poeta dice que la disputa fue promovida por Apolo, hijo de Leto y Zeus. En toda la obra
hay un doble plano, el plano humano o de las acciones humanas, y el plano divino (o de las
acciones de los dioses). Ambos planos están íntimamente entrelazados, y es imposible plantear la
Ilíada desde un plano puramente humano.2 Lo mismo podemos decir de Odisea.

 Apolo promueve la disputa entre los héroes, enojado por el ultraje que cometió Agamenón
contra su sacerdote Crises, cuando fue a rescatar a su hija con presentes. En la lógica homérica, el
procedimiento para rescatar una persona tomada como botín es el que utiliza Crises: llevar
presentes para subsanar la pérdida económica que significa entregar ese botín, en este caso la
esclava Criseida, que está en poder de Agamenón. Este no solo no quiere devolver a la mujer, sino
que además comete una impiedad al ultrajar al sacerdote maltratándolo con palabras y

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El siguiente es un apunte con conceptos para completar la lectura del canto I de la Ilíada, y que pueden ser tomados en el
parcial.
2
Por eso las películas o adaptaciones que eliminan a los dioses de la acción de la Ilíada son falaces e incompletas. Es impensable
el mundo homérico sin los dioses. El hombre homérico es un hombre en esencia religioso, que percibe la presencia divina en el
mundo permanentemente.
1
amenazándolo.3 En efecto, Crises va llevando las ínfulas del dios, que son las que indican que es
sacerdote de Apolo. Agamenón, al comportarse así, está insultando al dios en la persona de su
sacerdote.
Ese ultraje provoca que Crises ruegue al dios pidiendo que castigue a los aqueos (“Paguen los
dánaos mis lágrimas con tus flechas”, v. 42), lo que Apolo hace de inmediato. Apolo (“el del arco
de plata”, “el que hiere de lejos”) va hacia el campamento armado con sus flechas, que dirige
primero contra los animales, y luego contra los hombres. Las flechas llevan la peste que asola el
campamento. El poeta considera a la peste como acción directa de la divinidad: no se puede ver
al dios ni a sus flechas, pero la peste es, con seguridad, un castigo divino. Para que cese, la
divinidad debe ser aplacada, lo que implica conocer el motivo del enojo.

 Es Aquiles, no Agamenón, quien convoca a asamblea para resolver el problema, ya que


durante nueve días se sumaban más y más cadáveres. Hay aquí una inversión de roles: es el
mejor guerrero (Aquiles) quien convoca a asamblea para resolver una situación comunitaria, y no
el rey, o comandante en jefe del ejército (Agamenón) como sería lo esperable. Por el contrario, sin
haberse preocupado por el ejército, lo que hace Agamenón es reivindicar su derecho a conservar
su botín, algo que es dable esperar del mejor guerrero, no de un rey “preocupado por su pueblo.”
Agamenón es, en esta expedición, un primus inter pares (“primero entre iguales”), ya que es un rey
(rey de Micenas) que comanda a otros reyes (Aquiles es rey de Ftía, y los demás jefes son
asimismo reyes).

 El centro de la disputa es Briseida, hija de Brises, esclava de Aquiles. Briseida es el botín


(géras) de Aquiles, la recompensa que le dieron los aqueos cuando saquearon Tebas de Misia
(Asia Menor).4 El botín es el reconocimiento físico de algo que corresponde al héroe: el honor
(timé). A su vez, el honor es el reconocimiento público de la excelencia del guerrero (areté).

 En griego, el adjetivo en grado cero agathós (“noble, valiente”) se aplica al héroe. Implica
nobleza y bravura militar.
La palabra aristós corresponde al mismo adjetivo en grado superlativo, y significa “el mejor”, “el
más noble”, “el más valiente.” Este adjetivo es aplicable especialmente a Aquiles, que es “el mejor
de los aqueos.”
Areté, en tanto, es un sustantivo abstracto derivado del adjetivo aristós. Significa “excelencia en
la nobleza” y en la Ilíada implica valor heroico más fuerza. La aristeia o aristía es la exhibición o
demostración de la areté. Por ejemplo, el canto V tiene como subtítulo aristía (o aristeia) de
Diomedes, ya que en ese canto Diomedes, con la ayuda de Atenea, lleva a cabo una serie de
hazañas que implican incluso el enfrentamiento con algunos dioses.

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Eso nos da una pista para conocer el carácter del personaje: prepotente y abusivo, además de egocéntrico.
4
Criseida es el botín que recibió Agamenón en el saqueo de esa misma ciudad.
2
La palabra areté se traduce como “excelencia” (no “virtud”). Alude al éxito o a la habilidad del
hombre que es bueno en algo, en la lucha o en la deliberación en el ágora.
La aristocracia (“gobierno de los mejores”) es la clase social depositaria de la areté. Su ascendencia
se remonta a los dioses, y permanentemente sus miembros con comparados con ellos: “semejantes
a los dioses”, “alumnos de Zeus”, “progenie de Zeus”, “divino Aquiles”. Ellos poseen los recursos
que les permiten usar armas costosas y eficaces. El hombre común no tiene areté.
La areté es un atributo público que se mide por la cantidad de honor (timé) que los otros rinden a
un hombre. La expresión material del honor es el botín (géras: “parte del botín que corresponde a
cada uno”).
El honor (timé) implica el reconocimiento de la sociedad en la cual el hombre homérico adquiere
exclusivamente conciencia de su valor. Da la medida de la propia areté.
El hombre homérico existe, es, en el marco de la sociedad en la que vive. Como es excelente en el
combate (tiene areté), obtiene un botín (géras) en función de sus méritos, y ese botín es la expresión
material del honor (timé) que obtiene por haber sido excelente en combate. ¿Qué quiere decir esto?
Si alguien no obtiene botín (géras), no tiene honor (timé), y si no tiene honor, no tiene areté
(excelencia). Como no ha sido excelente en combate, no ha obtenido botín. Por lo tanto, no tiene
honor. Mayor botín, mayor honor. Y mayor reconocimiento de la excelencia del guerrero. La
sociedad homérica existe hacia afuera, no hacia adentro. La excelencia (areté) solo existe si la
sociedad la reconoce, no existe aquí una conciencia individual de las cualidades que pueda tener
el guerrero.

 La negación del botín (géras), que es lo que hace Agamenón al arrebatarle su botín a
Aquiles, implica la negación del honor (timé), y por lo tanto menoscaba la areté (excelencia) de
Aquiles. Atenta contra su ser, contra su esencia de “el mejor de los aqueos.” Por eso Aquiles
amenaza con irse y no permanecer “sin honra” (átimos) en el ejército, para procurarle ganancia y
riqueza a Agamenón.
La negación del honor (timé) es la mayor tragedia humana, ya que sobre el honor descansa
todo el orden social. Incluso los dioses lo reclaman: ser piadoso es “honrar lo divino”. 5 La ofensa
de Agamenón implica la conmoción de la alianza de los aqueos en Troya, ya que una federación
de príncipes solo puede sostenerse en base al respeto mutuo del honor y derechos de cada uno.
Zeus mismo debe intervenir y restaurar el orden.
La sociedad homérica tiene una ética competitiva en esencia. Es una cultura de vergüenza más
que de culpabilidad. Fracasar es vergonzoso. No hay distinción entre error moral y fracaso. La
sanción es la censura pública.
Aidós (“vergüenza, pudor ante los demás”) del guerrero ante los suyos si rehúye el combate como
un cobarde, pero también si expone a los suyos a un peligro innecesario. Las intenciones importan
menos que los resultados, los hechos menos que las apariencias.

5
La omisión en el honor a la divinidad puede costar muy caro (véase el relato de Meleagro en boca de Fénix en el canto IX, y el
castigo de Ártemis porque no la honraron como correspondía).
3
El honor (timé) debe ser pregonado y reconocido por el resto de la sociedad. Una vez ganado debe
conservarse. Importa la publicidad de la honra, presente y futura. El disfrute de una buena timé
(honor) es el más alto bien para el hombre homérico.

Kléos (“fama pública”, “gloria”): perpetúa la areté del guerrero después de su muerte. El
reconocimiento de la fama es lo más deseado para el hombre homérico. Es dispensada por el poeta
(el aedo), que es quien celebra, o ensalza, los grandes hechos de los hombres.

 La deshonra infligida a Aquiles es doblemente reprochable, porque él es el mejor de los


aqueos. El ultraje que recibe es calificado como hybris (“extralimitación, desmesura”). La hybris es
de Agamenón, primero hacia la divinidad, Apolo; segundo, hacia Aquiles.

Definiciones de hybris:
1) extralimitación, desmesura;
2) arrogancia orgullosa e insolente en palabras o en obras, contra la justicia divina y humana,
individual y social, por encima de los límites normales humanos, o de lo debido. También lo es la
soberbia consciencia de posesión de la felicidad.

La hybris (“extralimitación, desmesura”) acarrea ate (“error, desvarío, falta y castigo”).

Definición de ate:
1) acto y estado de ceguera, anublamiento, obnubilación, como desvarío o locura parcial pasajera,
en castigo de hybris.

Agamenón ha cometido hybris contra Apolo. Como resultado, sobreviene la peste. Luego, en la
asamblea donde disputa con Aquiles comete hybris contra él al arrebatarle su botín. Podemos
concluir que como castigo de la hybris contra Apolo, Agamenón recibe ate (“ceguera”) y comete
una nueva hybris contra Aquiles, ofendiendo al mejor de los aqueos. Eso tiene como resultado la
próxima derrota y ruina del ejército aqueo.

Ate (“ceguera”) se atribuye a un agente externo y “demoníaco”. No es necesariamente ni sinónimo


de maldad ni resultado de ella. En el canto XVI, Patroclo actúa con temeridad en el combate, por
voluntad de Zeus. El poeta específicamente dice que esta conducta es ate, o resultado de ate; y no
implica culpa moral discernible, porque aquí Patroclo no ha cometido ninguna falta grave, más
que desobedecer la orden de Aquiles.

 Con su ofensa a Aquiles, Agamenón ataca el sistema social. Este acepta la retirada del
primero, a la que llama “huída” (v. 173). Piensa que es él quien recibirá la honra de Zeus “otros
dioses me honrarán, especialmente el próvido Zeus” (vv. 175-176). Minimiza la fuerza de Aquiles,

4
porque “un dios se la dio” y lo desafía cuando afirma que le arrebatará a Briseida “para que sepas
bien cuánto más poderoso soy y otro tema decir que es mi igual y compararse conmigo” (vv. 186-
187).

 Epifanía (“manifestación”) de Atenea: se produce cuando Aquiles duda entre matar a


Agamenón y contenerse. La diosa lo disuade de matar a Agamenón prometiéndole que un día,
por ese ultraje, recibiría triples y magníficos presentes; y le permite injuriarlo de palabra cuanto
quiera. Aquiles obedece, envaina su espada y se limita a insultarlo, y pronuncia su gran
juramento: se retirará de la lucha y Agamenón se arrepentirá de haberlo deshonrado.

 Néstor interviene tratando de apaciguarlos. Recurre al relato mítico como acción


ejemplificadora (la lucha contra los centauros). Aconseja a Aquiles que no quiera altercar de igual
a igual con el rey, porque por ser el más poderoso, nunca nadie tuvo tanta honra como él, y reina
sobre mayor número de hombres, mientras que Aquiles es más esforzado, pero porque es hijo de
una diosa. Pareciera que Néstor estuviera minimizando el mérito de Aquiles, y valora más el
poder que Agamenón tiene por mandar sobre más hombres. La pregunta aquí podría ser: ¿qué
vale más, el poder o ser aristós (“excelente”)? La respuesta a esta pregunta está a comienzos del
canto IX y la veremos cuando comentemos ese canto. Por otro lado, Néstor se equivoca porque
Atenea y Zeus claramente honrarán a Aquiles.

 En la conversación entre Aquiles y su madre Tetis por primera vez se habla de la muerte
prematura de Aquiles. Del doble destino de Aquiles hablará este en el canto IX y lo comentaremos
entonces.

 La actitud de Tetis muestra la actitud ritual del suplicante: de rodillas, abrazando las
rodillas (en este caso de Zeus) y tocando la barba con su mano. Zeus accede a su petición (que el
ejército aqueo sea derrotado para que se note aún más la falta de Aquiles) asintiendo con su
cabeza, lo que significa que lo que él promete no dejará de cumplirse.

 Al final del canto, Hefesto dice a su madre Hera que los dioses no deben disputar por los
hombres. La escena en el Olimpo muestra a los dioses festejando con risas el afán de Hefesto para
servirles el néctar, y el festín de los inmortales con Apolo y las Musas cantando y tocando la cítara.
Esta escena contrasta con el desastre que se avecina en la tierra, y opone la bienaventuranza de los
dioses a la existencia mísera de los hombres.

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