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Creencias, vínculo de pareja y sexualidad en la paciente

ginecooncológica
 
 
Lic. Claudia A. Seifert
  
 
En la psicoterapia grupal se notaba alto grado de resistencia al abordar temas
relacionados a lo sexual, y también noté que recién en la última etapa de terapia grupal,
comenzaban a emerger dificultades del vínculo de pareja, preexistentes a la enfermedad.
Estos factores me llevaron a iniciar esta investigación junto al servicio de ginecología,
para poder evaluar la preexistencia o no de posibles problemáticas previas respecto a
los vínculos de pareja y de no ser así, poder evaluar si estas dificultades respondían al
tipo de personalidad de las pacientes o a creencias primarias preexistentes que se
tornaban obstaculizadoras.
 
Población
 
Tomamos una población de 180 pacientes, 60 con patología gineco-oncológica, 60 con
tumores benignos y 60 de un grupo control.
La capa etárea evaluada fue la franja de mujeres entre 40 y 60 años.
El estado civil de las pacientes fue 76% de casadas en el grupo oncológico, 3%
separadas, Tumores benignos 56% de casadas, 20% de separadas , en el grupo control
53% de casadas y un 26% de separadas,.
El 85% de pacientes de la muestra tenía hijos.
Mas del 50% de la muestra tenía estudios secundarios completos, el 25% primaria
completa un 10% de primaria incompleta.
 
Se realizó una encuesta auto -administrada dividida en distintas áreas abordando los
temas de:
Creencias religiosas, creencias familiares, creencias acerca del hombre en relación a la
pareja, Sexualidad y vínculos de pareja pre y post-tratamiento, de manera de confirmar
si realmente había dificultades en los vínculos de pareja y de ser así, si estas tenían que
ver con el surgimiento de la enfermedad o eran preexistentes a la misma, así como
también evaluar si esto repercutía en la sexualidad post-tratamiento o no.
 
El evaluar las creencias religiosas y mandatos paternos tuvo por objeto ver si las
mismas funcionaban como obstaculizadores de la sexualidad.
Cabe aclarar que partimos de la idea de multicausalidad de la enfermedad oncológica en
tanto proceso bio-psico-social, teniendo en cuenta como facilitadores de la enfermedad
desde las áreas psicológica y social: el estilo de vida actual, situaciones de stress que
impliquen pérdidas significativas, redes sociales debilitadas y algunas características de
personalidad premórbida denominada Tipo C que implica sociabilidad, sobreadaptación y
autoexigencia respecto a las demandas de los otros, dificultad en la expresión emocional
de afectos negativos.
 
Respecto al ítem creencias religiosas encontramos que , si bien en los 3 grupos había
casi un 100% de pacientes que manifestaban creer en Dios y entre el 40 y 50% de los 3
grupos practicaban activamente la religión , siendo aproximadamente el 75% católicas,
mostraban diferencias en la construcción de la cognición Dios.
En el grupo de pacientes oncológicas se encontró que casi el 60% reconocía un Dios
todo perdón , sólo el 20 % creía en un Dios castigador , en el grupo control si bien la
existencia de un Dios perdonador se daba en un50% de las pacientes ,ascendía al 35%
la creencia de un Dios castigador, y en el grupo de tumores benignos nos encontramos
con que sólo el 6,6% de las pacientes creía en un Dios todo perdón y ascendía al 65% la
existencia de un Dios Castigador.
 
Respecto al ítem sexualidad se evaluaron distintos puntos del recorrido histórico de la
paciente en relación a su historia sexual y encontramos que :
Respecto a las creencias de la paciente en relación a cómo sus padres veían el sexo,
encontramos que en los 3 grupos consideraban que los padres en el 45% de los casos
lo veían como algo negativo, prevaleciendo una construcción negativa de la madre en
pacientes oncológicas y una construcción negativa del padre en pacientes con tumores
benignos, mientras que en el grupo control no se detectaron diferencias entre padre y
madre. En este punto me pareció interesante y para seguir investigando la incidencia del
modelo de pareja de los padres en el tipo de patología y la correlación de esta con la
construcción de la idea de Dios opuesta en pacientes con tumores benignos respecto a
las pacientes oncológicas.
Evidentemente en el caso de pacientes oncológicas prevalece la idea materna respecto
a una construcción del sexo como idea negativa, evidenciándose una construcción
paterna opuesta en el menor de los casos o inexistente, lo que daría cuenta de una
pareja parental asimétrica con un padre ausente, abandónico, con poca autoridad o
desdibujado de la función paterna si se relaciona con la Idea de Dios en la que prevalece
un ser bueno que todo lo perdona, por otro lado pareciera emerger una madre dominante
u omnipotente abarcando ambas funciones.
En cambio en el caso de pacientes con tumor benigno encontramos una polarización
opuesta como prevalente, que daría cuenta de una pareja parental también asimétrica
donde el hombre ocuparía un lugar dominante, autoritario y/o controlador, donde la que
quedaría desdibujada es la función de la madre en tanto débil , lo que vuelve a
confirmarse si se correlaciona con la la idea de Dios construida por estas pacientes ,
que se corresponde con un ser omnipotente y Castigador.
 
El surgimiento de estos datos que resultan significativos deberán seguir siendo
investigados, como nueva hipótesis de manera de evaluar si inciden en el tipo de
patología resultante.
Las primeras personas de las que recibieron conocimiento sobre sexualidad: en los 3
grupos el 20% correspondía a los padres, mientras que en el grupo control y de tumores
benignos más del 55% de los casos obtuvo este conocimiento de amigas, mientras que
en el caso del grupo oncológico sólo el 20% menciona amigas, priorizan en cambio
hermanos y docentes. Creemos que esto vuelve a confirmar las dificultades en el
establecimiento de vínculos recíprocos relacionados al factor sociabilidad que pudimos
evaluar en una investigación previa y que dio como resultado que el 67% de las
pacientes oncológicas tienden a relacionarse desde una función netamente dadora ,sin
poder establecer vínculos recíprocos en las relaciones personales con la familia y
pareja , tendiendo a tener una red social estrecha respecto a amistades y se suele
ampliar respecto a conocidos y compañeros pero el tipo de relación que establecen suele
ser muy sociable y complaciente, careciendo de compromiso afectivo en las mismas, los
vínculos suelen carecer de reciprocidad y son lábiles l . Este último punto nos permite
abrir la Hipótesis de que una baja autoestima de base, dificulta la vinculación con los
otros y refuerza la desvalorización de estas pacientes.
 
En el ítem abuso sexual encontramos el mayor índice en las pacientes del grupo control
que correspondió al 23,3 % de los casos, por lo que no se consideró significativo como
facilitador de patología hasta el momento.
 
Respecto al ítem vivencia de la primer relación sexual se encontró que las pacientes
oncológicas y con neoplasias benignas plantearon un recuerdo displacentero en un 30%
de los casos, mientras que en el grupo control se registró displacer en el 15%. En cambio
como recuerdo placentero lo registraron en un 36% en los grupos con neoplasias y sólo
un 20% del grupo control. Como una vivencia sin sensaciones se dio en un23%
promedio de la muestra.
 
Por último la falta de recuerdo respecto a la primer relación casi no se manifestó en
pacientes con patología de ambos grupos, esta fue de un 3-a 5%, mientras que en el
grupo control se registró falta de recuerdo en el 30% de las pacientes, lo que da cuenta
de diferencias significativas en los mecanismos defensivos de los distintos grupos
encuestados.
Significativamente respecto a una construcción positiva de hombre en relación a la
pareja se encontró que en las pacientes oncológicas y con tumores benignos se
registraron un 45 y un 50 % respectivamente, en relación al 25% del grupo control,
donde predominó en un 55% una construcción mixta con características tanto positivas
como negativas y neutras, lo que en pacientes con patología tanto maligna como
benigna en se dio en un 40 y 35% respectivamente. Una construcción sólo negativa se
dio en un 15% dela muestra. Nos parece importante subrayar la tendencia a registrar
aspectos sólo positivos en las pacientes somáticas.
Respecto al área de comunicación con la pareja encontramos que el 55% del grupo
control responde no tener inconvenientes en manifestar cómo se sienten en la relación
sexual mientras que en en los grupos con patología neoplásica , sólo el 33% manifiesta
no tener inconvenientes y presentan dificultades el 65% de las pacientes lo que se
justifica, si se correlaciona con los mandatos paternos donde se construía al sexo como
algo de lo que no se habla y prohibido, así se viera como placentero o displacentero.
 
En relación a temas diversos se registró que el 60% de las pacientes con neoplasias,
siente dificultades en comunicarse francamente con su pareja respecto a cuestiones en
general (que implican dificultades personales, de relación, laborales) en relación al 45%
de dificultades que se registraron en el grupo control.
 
No obstante en el sentirse entendidas por sus parejas en los tres grupos coinciden
positivamente en un 40%, el 50% restantes de pacientes neoplásicas de ambos grupos
manifiesta sentirse aveces entendida, mientras que en el grupo control este ítem
desciende al 20 % , siendo significativo que un 30% del grupo control manifiesta no
sentirse entendida por su pareja, no relevándose casos en este ítem en las pacientes
oncológicas y registrándose sólo un 10 % en las pacientes con neoplasias benignas.
 
Por último si bien entre el 65 y 75% de pacientes de los 3 grupos manifiesta tener buena
comunicación con su pareja, en el ítem de comunicación emocional de afectos negativos
(tristeza miedos ,ira) encontramos que no manifiestan problemas en los grupos con
neoplasia en un 35%,en relación al 55% sin dificultades del grupo control , presentando
dificultades para la expresión emocional de afectos negativos en distintos grados un 65%
de las pacientes con patología neoplásica de ambos grupos y sólo un 15% del grupo
control.
 
Encontramos que en el grupo control la expresión emocional denota un alto contenido
afectivo en el 55% de la muestra, mientras que en los grupos de riesgo la expresión
afectiva, (especialmente respecto a emociones negativas), se ve mediatizada por
recursos intelectuales, o sea cogniciones frías, descargadas de afectividad en el 65% de
las pacientes.
 
Respecto a si las pacientes mantenían relaciones sexuales antes del tratamiento,
encontramos que el 76% de pacientes oncológicas y el 70% de pacientes con neoplasias
benignas mantenían relaciones ,en comparación al 83 % del grupo control, siendo la
frecuencia de relaciones semanal y quincenal en un 70% de las pacientes con
neoplasias de ambos grupos en relación al 60% del grupo control.
 
El 60% de las pacientes de los 3 grupos manifiesta alcanzar un orgasmo
frecuentemente.

Respecto al ítem de continuar manteniendo relaciones sexuales luego del tratamiento


respondieron que sí sólo el 36%del grupo oncológico, y el 60% de los otros 2 grupos, de
lo que podemos inferir que más que la cirugía mutilante, interfiere el tratamiento radiante
o el diagnóstico como obstaculizador de las relaciones sexuales.
Respecto a cómo se sentirían ante una menopausia, producto del tratamiento , en los 3
grupos manifestaron no tener inconvenientes en adaptarse a la nueva situación el 70 %
de las encuestadas.
 
Las tendencias hasta el momento marcan que:
El grupo oncológico posee redes sociales debilitadas con dificultades en la vinculación
recíproca, parecieran relacionarse desde una función netamente dadora tanto en el área
personal e íntimo ,mientras que en pacientes con tumores benignos las dificultades en la
vinculación recíproca parecieran centrarse sólo en la comunicación con la pareja, sin
poseer redes sociales estrechas.
 
En ambos grupos de riesgo la característica de sociabilidad tiende a la superficialidad
afectiva, la expresión emocional es dificultosa y tiende a ser mediatizada por la
intelectualización de los afectos.
-La incidencia de las creencias primarias tienen mayor prevalencia en pacientes con
patología somática, manteniéndose estas estereotipadas a través del tiempo y con
menos flexibilidad que en el grupo control.
-Considero que la construcción social predominante sobre la sexualidad que regía para
esta generación tuvo incidencia marcada en los tres grupos , no obstante lo cual
notamos que esta construcción en el grupo control pudo ir siendo modificada a través del
tiempo, lo que no se registra de la misma manera en pacientes somáticas.
La incidencia de las creencias familiares así como el modelo parental tienden a repetirse
en el grupo de pacientes con patología oncológica en la relación actual. El modelo de
mujer que encarna suele ser sobreadaptado, autoexigente, omnipotente y dador.
- Las creencias religiosas no obstaculizan la sexualidad de las pacientes, si bien creo
que pueden incidir en el mantenimiento de los vínculos a través del tiempo.
-La armonía en el vínculo de pareja pareciera sostenerse en las pacientes somáticas a
partir de sus dificultades en el establecimiento de un vínculo recíproco y en la no
expresión emocional de afectos negativos, tendiendo más el grupo oncológico a negar
las diferencias que el grupo con tumores benignos.
Por último la creencia negativa sobre el cáncer y/o el tratamiento radiante parecieran ser
el mayor obstaculizador para el mantenimiento de relaciones sexuales en la paciente con
cáncer ginecológica, resta evaluar el estigma que reviste realmente la enfermedad en
próximos estudios, ya que se descartó la mutilación quirúrgica como obstaculizador en el
grupo de patologías benignas, el cual luego de la cirugía manifiesta continuar su vida
sexual normal.
Aparentemente la menopausia precoz no reviste relevancia para la mujer de esta capa
etárea
 
Como Conclusión
 
Considero que con objeto de prevenir repeticiones o progresiones neoplásicas desde el
área psicológica es conveniente implementar abordajes familiares y grupales con el fin
de:
Incentivar la expresión emocional, elevar autoestima, ampliar redes de apoyo, modificar
estilos de afrontameinto inadecuados en los vínculos con el objeto de disminuir las áreas
de vulnerabilidad de las pacientes.
 
 
Lic. Claudia Seifert
cseifert@ciudad.com.ar

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