"Mi madre se hace vieja y no

quiero perderla"
 Las lágrimas intentan escapar de los ojos
del hijo aquel que la extrañará,
no es ahora y no será mañana... pero pensarlo le atormenta,
recuerda cada aprendizaje ,
cada alegría y enseñanza, cada lágrima
que en algún momento le hizo derramar a ella...

Pero ahora sólo hay realidad, un hoy que él quiere alargar,

quiere ser egoísta y tenerla por siempre cerca de sí,
amarla hasta que sus propios días como hijo acaben...
pero no enterrarla a ella,
no olvidarla en una tumba...
no tener su recuerdo en una foto ni en su mente,
sino cerca de él... cerca de su corazón.
 Sus ojos verdes...
Profundos, soñadores y adoloridos... recuerdan...
evocan días de completa alegría
y de tristeza absoluta.

Conocieron el abandono,
encontraron el amor de una madre sustituta,
se entregaron a un hombre,
soñaron con el nacimiento de un hijo...
Aquel que hoy no la quiere perder.
COLOR:
Verde
RAREZA:
5° Color más raro
TIEMPO DE USO:
71 Años
ESTADO:
Abiertos, vivos
TIPO:
Recesivo
AUSENCIA:
Melanina
VISIÓN:
20/20
DESTINO:
Incierto
 Sus manos se arrugan
como las hojas con apuntes obsoletos
dentro de una papelera,
se endurecen con cada puntada,
cada comida cocinada,
cada prenda lavada,
y cada bendición dada.
 Manos trabajadoras, conocedoras
de telas, hilos y agujas, pero
también de pinturas, aceites y
pinceles.

Manos que tomaron dictados en

máquina de escribir dentro de un
periódico, mientras aprendían de
números y "Cuentas T" en una
universidad, manos que apretaron
un diploma y que se colocaron en
una buena empresa donde
trabajaron durante años.

Manos que aprendieron a

descansar del trabajo y a
aprender nuevos artes; manos que
con el tiempo aprendieron a
encuadernar, a coser libros y
preservarlos, a restaurar
pinturas y a enmarcarlas, a tocar
pantallas táctiles y a tomar un
libro con fuerza, para que sus
ojos leyeran cuentos y
aprendieran a soñar.
 Ahora a ésta mujer la
acompaña otra hembra,
una pequeña gatuna que
le hace evocar sus
tiempos de madre
primeriza; carga al
animal como un bebé y su
hijo la observa desde
lejos... la ve sonreír,
plena, descansando de su
vejez para sentirse
joven entre los
ronroneos de aquella
bola de pelos a quien le
dice... "mi negra".
Misma apariencia
Misma sangre
Misma crianza
 "Mi madre
se hace vieja
y no quiero
perderla"
Acompáñame una última vez en el comedor,
Ya casi termino de trabajar,
Dentro de poco te puedes acostar

ESPERA...
No te vayas...
"Mi madre se hace vieja y no
quiero perderla"