La sociedad en mi
cuerpo a partir de imágenes externas. Por su
espejo
Valery Beltrán
El hecho de mirarse al espejo resulta una
acción dinámica para el individuo que la
practique; por una parte, para muchos, este
acto es una banalidad cotidiana que tiene
como fin arreglarse para lucir bien ante las
miradas pasajeras y así evitar comentarios
ajenos en la oficina o en el colegio; no
obstante, para otros, el hecho de mirarse al
espejo representa un verdadero desafío, pues
las inseguridades y los interminables
estereotipos caminan sobre los semblantes de
aquellos seres, que cuestionan su físico de
una manera incesable mientras se critica de
manera destructiva el hecho de no tener las
mismas características de figuras
consideradas bellas, tales como Kylie Jenner
o Zac Efron.
Los estereotipos sociales varían de acuerdo a
la cultura respectiva; sin embargo, este
fenómeno comparte una característica
esencial en medio de todos sus ejemplares;
esta se encuentra fundamentada en que todos
los individuos no pueden cumplir de manera
exacta con el estándar impuesto, demostrando
de este modo que los estereotipos son
construidos a partir de imaginativos
propuestos de manera individual, que tienen
como elemento fundamental resaltar la
opinión ajena sobre el cuerpo propio.
La obra de Melba Escobar denominada “La
casa de la belleza” se manifiesta como un
ejemplo esencial sobre la construcción del
parte, la mayoría de clientas del recinto donde
Karen laboraba tenían como objetivo
principal verse bellas y esbeltas ante los ojos
de sus amantes, dando de este modo prioridad
a una visión externa antes que al confort y la
autoestima de cada una de ellas; esto refleja
una problemática común que no solo ocurre
con el cuerpo femenino, también puede llegar
a darse en medio de figuras masculinas que
obtendrán el mismo resultado, una
insatisfacción sobre sus propias formas que es
concebida gracias a la importancia que se le
brinda a las visiones externas, que a su vez
poseen otro tipo de inseguridades que se
pretenden esconder mientras se satisface otra
opinión; este factor crea un circulo vicioso
que desencadena que nadie se halle en
completa armonía con su cuerpo, pues
siempre habrá algo por arreglar en función de
otro.
Ahora bien, es posible evidenciar que los
individuos crean una tendencia ante la
autodestrucción y el rechazo propio; basta
con cuestionar a alguien acerca de la
concepción de sus virtudes y defectos; es
claro que la respuesta relacionada con las
fallas obtendrá una mayor extensión a
comparación del otro término, pues de este
modo, será posible atraer comentarios
positivos externos que construirán una vez
más el autoconcepto. Una situación
relacionada con este factor en la obra en
cuestión se manifiesta cuando Karen decide
hacerse continuamente el alisado químico,
pues desde pequeña se le comento que el
cabello afro era símbolo de vergüenza y poca
belleza, por tanto debía ser ocultado por
medio de un proceso que en sus propias
palabras resulta doloroso y muy tedioso;
desde este punto, es posible evidenciar que la
protagonista siempre se centro en ver los
defectos capilares que tenía, sin embargo, el
punto de partida se da gracias a los múltiples
comentarios que ella decidió tomar sin llegar
a cuestionarse sobre la posible belleza que
había en su cabellera crespa y alborotada, que
a su vez resulta un factor determinante para
su raza originaria.

En definitiva, todos los individuos cuentan

con inseguridades, las cuales tienen un origen
semejante, la opinión de los demás; este
fenómeno deja una reflexión profunda acerca
de como una palabra o una expresión puede
llegar a tener un impacto agigantado sobre el
individuo receptor; por ello resulta importante
el hecho de pensar antes de decir algo sobre
el aspecto de los demás, o en su panorama
más idóneo, callar ante ello, pues de una u
otra forma se expresa de manera cobarde y
vaga una inseguridad propia, que en su
momento también podrá recibir la herida de
una palabra mal dicha. Por otro lado, este
factor permite evidenciar la importancia de
trabajar en el amor propio, pues este se
manifiesta como el único salvavidas en una
sociedad que pretende reflejarse todos los
días en cada uno de los espejos.