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Pandemia: shocks de oferta y demanda

En el momento en que se declaró la emergencia sanitaria por el Coronavirus en Chile, el país


estaba atravesando una crisis social, política y económica propia, producto del llamado “estallido
social” que comenzó seis meses antes de la emergencia sanitaria. Este contexto de crisis
sociopolítica ya estaba presentando efectos negativos en la economía del país, y además de esto,
contribuyó posteriormente en entorpecer los esfuerzos para combatir la crisis sanitaria, y, en
consecuencia, influyó en la intensidad y duración de los efectos económicos causados por la
pandemia en Chile. Este contexto, sumado a los shocks negativos a la oferta que trajo consigo la
pandemia, produjeron un escenario económico muy negativo para Chile en los períodos
siguientes.

Previo al inicio de la pandemia por el Coronavirus, el Banco Central informaba en el IPoM de


diciembre de 2019, que “la crisis social ha generado cambios importantes en el escenario
macroeconómico, afectando negativamente la actividad de corto plazo”. El informe destacaba
una caída en la actividad económica del -2,5% en el cuarto trimestre de 2019, impulsada, entre
otros factores, por una caída en los niveles de empleo y de inversión privada no minera, lo que
era congruente con el escenario de inestabilidad e incerteza económica de corto plazo producto
de la crisis social, que venía acompañada de escenarios de alta violencia y de exigencias de
cambios estructurales por parte de la ciudadanía. Sin embargo, el Banco Central, en este mismo
informe, “considera que el actual estímulo monetario es el adecuado para el logro de la meta de
inflación”, y prevé que la recuperación económica se alcanzaría en el período 2020 – 2021.

CEPAL (2020) abre su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe con
una sentencia que resume la gravedad de los efectos económicos de la pandemia en nuestro país:
“Chile enfrenta en 2020 una de las peores crisis económicas de su historia”. Más aún, afirma que
“la caída del producto debido a la crisis social que se inició en el último trimestre de 2019
continuó con el debilitamiento de la actividad económica en los primeros meses de 2020”.

La consecuencia más relevante para las economías del mundo, producto de la pandemia, tiene
que ver con el shock negativo que significó para la oferta, las políticas de contención del virus:
cuarentenas, medidas de distanciamiento social, entre otras, que provocaron una disminución
notoria en los niveles de producción de bienes y servicios. Como comenta Álvarez-Pickman
(2020), “el coronavirus ha provocado un shock de oferta extraordinario en nuestras economías al
decretarse cuarentenas en todo el mundo para tratar de romper su cadena de transmisión”.

La teoría macroeconómica es clara respecto a los efectos que se pueden esperar producto de un
shock negativo en la oferta: en un modelo de demanda y oferta agregada, los shocks negativos a
la oferta aumentan los costos de producción y los precios de bienes y servicios en el corto plazo,
provocando una contracción de la demanda agregada, que se estabilizará en un nuevo punto de
equilibrio con mayor precio y menor demanda, respecto al punto inicial.

En la realidad se pudo constatar el efecto predicho por la teoría: Holz y Gutiérrez (2020), en su
estudio de los efectos de la crisis sanitaria sobre la actividad económica por sectores para el
Congreso Nacional de Chile, muestran que aquellos sectores económicos “caracterizados por
ocupaciones de baja sustitución de tecnología por trabajo, de alta proximidad física, y de baja
posibilidad de trabajo vía remota, están más expuestos a las restricciones impuestas producto de
la crisis sanitaria”. Esta clasificación incluye hoteles, restaurantes, actividades artísticas y de
entretención, comercio, construcción, entre otros, los cuales vieron afectada su actividad en una
caída de sus ventas en un rango de -25% a -85% aproximadamente, según se muestra en dicho
informe.

Cabe destacar que el Banco Central, en su IPoM de marzo de 2020, ya preveía esta situación,
destacando que las medidas de cuidado por la crisis sanitaria provocarían una disminución en la
producción de bienes y servicios, que impactaría negativamente en la economía, con particular
énfasis en sectores de servicios, entretención y comercio.

En el tercer trimestre de 2020 se pudieron apreciar las ayudas e inyecciones económicas por
parte del gobierno y del Banco Central, como medidas transitorias que apuntaban a mitigar los
efectos económicos causados por las medidas de cuidado sanitario. Estas medidas incluyeron,
entre otras, la repartición de bonos y cajas de mercadería a las familias más necesitadas, y el
otorgamiento de créditos y regalías económicas a pequeñas y medianas empresas. Todo esto
junto a medidas de control sanitario y vacunación de la población en tiempo récord, apuntando a
salir lo antes posible del estado de parálisis productiva en que se el país se vio obligado a entrar.

Las medidas de apoyo económico fueron efectivas en lograr su objetivo, pero insuficientes para
salir de la crisis económica subyacente en el tiempo que se hubiera querido. Como expone el
Banco Central en su IPoM de septiembre de 2020: “la economía chilena ha dado signos de
estabilización (…) Sin embargo, el shock negativo provocado por la pandemia es muy
significativo, lo que se refleja en el elevado número de personas y empresas que ha visto
afectada su fuente de ingresos.”

Como se vio en la evidencia, la crisis económica provocada por el Coronavirus afectó


fuertemente a todo el mundo, mediante un shock negativo en la producción como consecuencia
de las medidas que fueron necesarias tomar para disminuir los contagios y superar lo antes
posible la crisis sanitaria. Sin embargo, en Chile los efectos se agudizaron, debido al negativo
contexto social, político y económico que ya estaba instalado al momento de comenzar la crisis
sanitaria. En este escenario, las medidas de apoyo económico tomadas durante la pandemia
fueron clave para superar de la mejor manera posible la crisis, considerando lo aguda de la
situación.
Referencias
Álvarez-Pickman, A. (2020, 25 de marzo). El 'shock' de la oferta y la demanda. Diario El País.
Opinión. Recuperado el 11 de septiembre de 2022 de
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/03/24/opinion/1585084670_364646.html.

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www.bcentral.cl/es/web/banco-central/nota-de-prensa-detalle/-/asset_publisher/
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CEPAL (2020, octubre). Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe.
CEPAL. Recuperado el 11 de septiembre de 2022 de
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46501/10/BP2020_Chile_es.pdf.

Holz, M., Gutiérrez, Y. (2020, agosto). Efectos de la crisis sanitaria sobre la actividad económica
por sectores. Biblioteca del Congreso Nacional. Recuperado el 11 de septiembre de 2022
de https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=repositorio/10221/29175/1/
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