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Información Nº ISSN 0326-2354

1995 Octubre
TOMO XIV

EL BARRENADOR DE LOS BROTES Epinotia aporema (Wals.)


EN EL CULTIVO DE SOJA (*)

Hospederas

Soja, alfalfa, poroto, trébol blanco, trébol rojo (11,19), haba, lupino, vicia, maní,
ciratro y caupí (11); lenteja y garbanzo (19).

Bioecología y daños

El barrenador de los brotes, ataca preferentemente los brotes terminales de la


planta durante el período vegetativo, retardando el crecimiento. Como consecuencia
de ello, ataques moderados o intensos disminuyen la altura de la planta y su
estructura en general, lo cual afecta el rendimiento potencial del cultivo. Los
resultados de ensayos muestran la importancia de esta plaga, no sólo por su efecto
adverso sobre el rendimiento, sino porque en caso de ataques tempranos provocan
un acortamiento de los primeros entrenudos que serán a la postre los basales, y por
ende, la concentración de vainas en una posición cercana al suelo incrementará las
pérdidas de cosecha (6).

La larva es de color amarillento-verdoso claro y con cabeza negro brillante en


los primeros estadíos. Luego del tercer estadío la cabeza pasa a color castaño,
durante el 5to. y último estadío larval se hace visible el vaso dorsal, y en estado de
prepupa su cuerpo se torna rosado-vinoso (4). Con el máximo desarrollo larval
presenta de 12 a 14 mm de largo. En condiciones de campo, el período de larva es
normalmente de 18 a 20 días entre diciembre y febrero, y cerca de 25 días en marzo.

Una vez completado su desarrollo se deja caer al suelo y se entierra uno o dos
centímetros para empupar, tejiendo un tenue capullo recubierto con tierra. Sin
embargo, también suele observarse que empupa en pliegues del envés de los
folíolos, en brotes, vainas y pecíolos. El período de pupa es de 10 días y el de huevos
de alrededor de 5 días.

Las pupas son de color castaño y miden 8 mm de largo. El adulto es una


pequeña mariposita tipo polilla, de coloración pardo oscura con bordes no bien
delimitados, y un gris plateado en el segundo par de alas, presentando 13 a 14 mm
de envergadura alar y 8 mm de largo. El barrenador hiberna principalmente como
larva en leguminosas cultivadas como tréboles, alfalfa, lupino y otras (11); resistiendo
bajas temperaturas y también se cita que lo puede hacer como adulto en lugares
protegidos. Presenta 4 a 5 generaciones anuales en el área pampeana.

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Información preparada por los Ingenieros Agrónomos Nicolás IANNONE y Pedro
Daniel LEIVA. Técnicos del Grupo Protección Vegetal de la EEA INTA
Pergamino.
Período reproductivo de soja

A. Daño en inflorescencias

En el período reproductivo de la soja la hembra adulta coloca sus huevos en


este caso en las yemas reproductivas, y muy raramente se encuentren más de un
huevo por yema o primordio de inflorescencia. Durante el período de huevo y
primeros estadíos larvales, las flores de la inflorescencia continúan con su proceso de
desarrollo, raleo natural e inicio de la fecundación, tal como si no estuviera la
pequeña larva ya que por su bajísima ingesta no alcanza a producir daños de
importancia que afecten estas estructuras. Desde la oviposición al momento de
alcanzar la larva del barrenador los últimos estadíos han transcurrido cerca de una
semana de período de huevo y dos semanas más de desarrollo larval. Un total de tres
semanas tuvo que transcurrir para que se llegue a un estado del insecto, ahora sí,
capaz de alcanzar una ingesta significativa y suficiente como para que los daños
producidos en el eje de la inflorescencia que sostiene al grupo de flores sea dañado
considerablemente y cortada la circulación, terminando finalmente en la muerte de la
inflorescencia.

Ello significa que después de tres semanas en el proceso de floración de la


soja, el cultivo llega al momento en que ya se ha producido gran parte, sino todo, del
raleo natural de flores. Por lo tanto, si el raleo fisiológico, que es fundamentalmente
de
flores y no de inflorescencias, está dado normalmente antes que la inflorescencia
muera por los daños del barrenador, queda claro que las pérdidas de estructuras
reproductivas por efecto de la plaga pueden ser poco compensadas mediante
regulación del raleo natural durante la floración. En síntesis, de la inflorescencia
eliminada por la plaga algunas de las flores cuajadas tenían un potencial destino de
producción.

A manera de obtener una cierta idea del impacto de la plaga cuando ésta
ataca durante la floración, se puede hacer el siguiente cálculo orientativo. Asumamos
que el 10% de las plantas estén afectadas y que en cada planta afectada existen en
promedio 2 inflorescencias atacadas, las que obviamente resultarán eliminadas. Si se
establece que un cultivo promedio tenga una densidad aproximada de 380.000
plantas por hectárea, de las cuales 38.000 estarán afectadas, resulta que de no
mediar medidas de control el ataque se traducirá en 76.000 inflorescencias muertas.

Considerando que de cada inflorescencia 3 flores tenían destino de


producción, y asumiendo que fueran chauchas de 2 granos, podríamos deducir que la
plaga evitará la producción de 456.000 granos. A un peso de 170 gr/1000 granos la
pérdida estimada será de 77,5 Kg/ha, con una equivalencia económica aproximada
de $ 18, costo éste levemente superior al de un tratamiento químico para el control
del barrenador. En conclusión, este cálculo orientativo está en concordancia con el
nivel de daño económico (NDE) para esta plaga obtenido mediante evaluaciones de
sus daños a campo al momento de
la floración.
B. Daño en vainas

Cuando el barrenador ataca las vainas une 2 o 3 de ellas con los hilos de seda,
al igual como lo hace con los brotes e inflorescencias. Cuando las vainas son muy
pequeñas y tiernas, la larva se alimenta de ellas sin discriminación de tejidos. Al
alcanzar los frutos entre 2 y 3,5 cm pero todavía sin la presencia de granos, la larva
perfora las vainas para alimentarse del parénquima interno produciendo su
retorcimiento, secado y caída de las mismas. Para el caso de vainas más grandes y
con pequeños granos en formación, las larvas se alimentan directamente de los
granos a los que consume totalmente, resultando también en este caso en la pérdida
total de la vaina. Si las vainas son atacadas cuando presentan granos en formación
que están cerca de alcanzar su máximo llenado, las vainas quedan parcialmente
vanas (11). También durante la fructificación de la soja, esta plaga puede actuar
como minadora del pedúnculo que sostiene el ramillete de vainas, las cuales
finalmente se secan o desprenden.

El período crítico del cultivo de soja, en cuanto a la incidencia del barrenador


en los rendimientos, es la etapa reproductiva comprendida entre la floración plena y el
estado de granos en formación (R2 a R5 inclusive, según escala de Fher y Caviness,
3).

Cabe remarcar que cuando la planta de soja es atacada por el barrenador de


los brotes durante el período reproductivo, estando próxima o habiendo finalizado
su crecimiento, no se deben tener en cuenta los daños en brotes, sino que los
niveles expresados en % de plantas atacadas se refieren a la proporción de plantas
que tengan larvas vivas exclusivamente en las estructuras reproductivas
(inflorescencias y vainas).

Período vegetativo

Daño en brotes

Los adultos colocan huevos en yemas foliares, mostrando una marcada


preferencia por las apicales. Las larvas unen el o los folíolos jóvenes con hilos de
seda enrollándolos y formando un capullo, y al incrementarse notablemente la ingesta
en los últimos estadíos larvales, los brotes terminan por secarse y toman un color
marrón. Frente a este daño la planta retarda su crecimiento ya que posteriormente
debe activar las yemas axilares más cercanas al brote terminal afectado para retomar
el crecimiento apical. El nombre común de esta plaga hace suponer que las larvas
barrenan tallos y pecíolos en una alta proporción de los casos, pero en cambio
normalmente sólo lo hacen un porcentaje de ellas inferior al 15%. Esta proporción
puede incrementarse en condiciones de sequía (11).

Si bien la etapa reproductiva es crítica, generalmente los ataques del


barrenador se producen con mayor frecuencia durante el período vegetativo de la
soja, pero en esta etapa el cultivo tiene posibilidades de recuperarse. La recuperación
o compensación de los daños en las estructuras vegetativas ocurre cuando se
presentan condiciones ambientales favorables y disponibilidad de tiempo para el
crecimiento, ej. buena humedad en suelo. Por el contrario, los daños del barrenador
de los brotes en el período vegetativo también pueden ser críticos por su efecto en los
rendimientos, especialmente cuando el estado vegetativo se desarrolla con estrés
hídrico, y por lo tanto la planta de soja no presenta condiciones que le permitan el
crecimiento y la recuperación.

También es grave el efecto de la plaga en el caso de variedades de grupo IV.


Estos materiales después de sufrir un retardo en su crecimiento vegetativo por un
ataque intenso, y aún si posteriormente se hubiera controlado la plaga, las plantas
normalmente no cuentan con el tiempo suficiente para su total recuperación, debido a
que estarán muy próximas del final de su período vegetativo o finalización del estado
de crecimiento (5,7,10,11).

En conclusión, la soja puede recuperarse total o parcialmente de los daños


sufridos durante el período vegetativo, en la medida que se presente condiciones que
favorezcan su crecimiento (fundamentalmente disponibilidad de agua), y disponga del
tiempo necesario para dicho proceso. Esta segunda y muy importante condición es la
que no presenta un cultivo de soja de ciclo corto o uno intermedio en siembra tardía.
Por estas razones, como por la referida al déficit de agua, la soja resulta más
afectada por los daños de la plaga, y por lo tanto el nivel de NDE en estos casos es
marcadamente inferior (Cuadro 1).

La incidencia de la plaga en los rendimientos por los daños producidos en


vainas no es influenciado por la mayor o menor disponibilidad de agua como en el
caso de ataques en brotes durante el período vegetativo del cultivo.

Niveles de decisión

En el siguiente cuadro se resumen los niveles de decisión recomendados (7).

CUADRO 1

NIVELES DE DAÑO ECONOMICO DEL BARRENADOR EN EL CULTIVO DE SOJA

Niveles de decisión para el control


CULTIVARES Y EPOCA (% de planta atacada)
DE SIEMBRA
Buenas condiciones de Condiciones de
crecimiento estrés hídrico
Cultivares grupo V y VI
en siembras
45 - 50 20 - 30
PERIODO tempranas

VEGETA- Siembras tardías o de


segunda y cultivares
TIVO 20 - 25 10
de grupo IV en
siembras normales
10 % de plantas atacadas en
PERIODO REPRODUCTIVO
inflorescencias o vainas
Monitoreo

El barrenador comienza la infestación del lote por los bordes, lo cual es


marcadamente notable en aquel que linda con forrajeras leguminosas, solas o en
pasturas, por ser éstas importantes fuentes de infestación. Es por ello que para
estimar el nivel promedio de ataque en un lote de soja, fundamentalmente para esta
plaga, no se aconseja realizar monitoreos dentro de los primeros 30 a 50 metros a
partir de los bordes del terreno.

El cultivo se recorrerá en zig-zag, tomando un número de estaciones de


monitoreo de acuerdo con la superficie del lote:

SUP.LOTE Nº ESTACIONES de MONITOREO

< 25 has......................4
25-50 has.....................5
50-100 has.................6-8
> 100 has.................8-10

En cada estación de monitoreo se observarán 2 muestras de 10 plantas


tomadas al azar. La observación de cada planta se efectuará desde el brote terminal
hacia abajo, registrándose como planta atacada aquella que posea la presencia de al
menos una larva viva. Conviene no guiarse sólo por la observación de brotes
acartuchados, ya que ello puede conducir a la determinación de niveles de ataque
erróneos. Así, se determina el porcentaje de plantas atacadas para cada muestra, y el
promedio de las dos muestras para la estación de monitoreo. La estimación del nivel
de infestación general del lote se obtendrá promediando los valores de las estaciones
de monitoreo consideradas. El registro del porcentaje de plantas atacadas de cada
estación de monitoreo, por separado, permitirá obtener elementos de juicio que
ayuden a la toma de decisión de realizar o no un tratamiento parcial del lote,
específicamente para los casos en que sólo un sector del mismo presente un nivel de
plaga que supere el NDE.

La plaga presenta hábito gregario debido al hábito de la polilla hembra al


momento de la oviposición, que con vuelos muy cortos y zigzagueantes es capaz de
colocar sus huevos en los brotes terminales de la mayoría de las plantas de un tramo
de hilera, para luego alejarse y adoptar similar comportamiento en un tramo distante.
Por tal razón, no es recomendable muestrear plantas contiguas o seguidas, ni
tampoco de 1 metro de hilera, sino tomadas al azar. Si en una hilera se observaran
plantas seguidas se tendrá mayor variabilidad, y muy probablemente ello pueda
conducir a tomas de decisiones erróneas por coincidencia del muestreo de plantas
con un "bache" de ataque o con un tramo de alta infestación.

Aún adoptando la metodología de muestreo correcta de tomar plantas al azar


en cada estación de monitoreo, resulta completamente normal que el operador
cometa un importante error humano involuntario por efecto de lo que se denomina
"golpe de vista", el que se ha comprobado distorsiona el resultado del monitoreo,
traduciéndose en una marcada sobreestimación del nivel de ataque de la plaga.

Dicha acción involuntaria, se basa en que al momento de elegir una nueva


planta al azar, debido a una conjunción de movimiento y visión rápida, la mano
frecuentemente suele involuntariamente depositarse por esta acción-reflejo sobre un
brote terminal encapullado o atacado. Para evitar este error por efecto visual se
recomienda que el operador ubicado entre dos hileras de soja en posición agachada,
dirija su mano hacia atrás, sin mirar y hacia la base de los tallos de las plantas, para
tomar al azar uno de ellos. De esta manera, la planta elegida habrá sido tomada sin
posibilidad de que intervenga el mencionado error involuntario.

Se recomienda identificar primero la base del tallo y no la parte superior de las


plantas, porque en la mayoría de los casos y aunque fuera sin mirar, el follaje tomado
con la mano corresponderá a más de una planta, y el efecto visual igualmente
ocurriría al tener que elegir una de ellas para su observación.

Tratamientos preventivos

Con un objeto distinto al de estimar el grado de ataque general del lote, el


monitoreo de la borduras en los casos de querer detectar el primer indicio del
comienzo de la infestación del barrenador, sí puede ser de utilidad a fin de tomar
medidas preventivas como en el caso de la aplicación de un repelente (ej. tratamiento
de la bordura con 70 a 100 cc/ha de un piretroide). La detección del momento
oportuno para la aplicación de la medida de repelencia, permitirá interrumpir la
continuidad del proceso de inmigración de los adultos hacia el lote para la oviposición.
Siempre que no exista una alta población de benéficos al momento de la aplicación,
dicho tratamiento preventivo redundará en el ahorro de una aplicación posterior, en
este caso curativa, toda la superficie del lote.

Esta alternativa de manejo deberá utilizarse sólo para la situación antepuesta,


o sea con la "presencia real" del insecto indicando el inicio del ataque, al detectar las
primeras larvas jóvenes de cabeza negra a través del monitoreo de las borduras del
lote. Dicho tratamiento preventivo con un repelente para el barrenador no es
recomendado cuando la plaga está totalmente ausente ya que eventualmente puede
obtenerse un efecto contrario al deseado. En este caso, la aplicación del químico
causa una reducción de los enemigos naturales presentes, y puede de esta manera
provocar o inducir fácilmente la aparición de la plaga que se quiso prevenir, o de otra,
por haberse facilitado su desarrollo al no actuar el control biológico natural.

Control biológico natural

Uno de los pilares básicos en la implementación del Manejo Integrado de


Plagas (MIP) en soja es la consideración de la fauna benéfica, y que según la
información disponible hasta el momento, la preservación de los agentes naturales de
control existentes constituye una de las principales herramientas del MIP.

La complejidad de las plagas en el cultivo de soja es conocida, aunque no


tanto la de los enemigos naturales que es mayor aún. Los predadores normalmente
presentes en el cultivo son polífagos, o sea no específicos del barrenador, y éstos por
lo tanto adquieren su importancia cuando son visualizados en conjunto como un
complejo de artrópodos benéficos, con posibilidades de regular su población. Sin
embargo, arácnidos y chinches predadoras como Orius spp., Nabis spp. y Geocoris
spp. tienen gran importancia en el control biológico natural de esta plaga (8,11,17).
Aunque las especies parásitas nativas generalmente son menos efectivas que
la acción del complejo de predadores, varios himenópteros parasitan las larvas del
barrenador de los brotes como Apanteles piceotrichosus Blanchard y A. lesbiae
Blanchard, Campoletis grioti (Blanchard). Estas avispitas se observan desde 1978,
año en que en la EEA Pergamino del INTA se los detectó por primera vez como
parásitos de esta plaga, identificadas por el Dr. Luis De Santis.

También, se registra como enemigo natural del barrenador a una enfermedad


producida por un virus de granulosis (Baculoviridae, Baculovirus) (1,2). Aplicaciones
tempranas y generalizadas en el cultivo de soja reducen ostensiblemente la población
de benéficos, lo cual constituye la principal causa de la frecuente resurgencia del
barrenador y por lo tanto de la necesidad de repetir periódicamente su control.

Control cultural y comportamiento varietal

La época de siembra y el ciclo del cultivar elegido tienen implicancia en la


incidencia sobre el rendimiento de los daños de la plaga en los brotes de soja.

Según se mencionara, en general la incidencia del barrenador resulta mayor


en la medida que se acorta el período vegetativo de un cultivar por siembras tardías o
de segunda, o bien en los casos de grupos de maduración de ciclos cortos para una
misma fecha de siembra. Todo ello debido fundamentalmente a que la planta de soja
cuenta con un período vegetativo relativamente más corto y por ende un menor
tiempo de recuperación, en contraposición a situaciones opuestas de ciclos largos y/o
siembras tempranas.

El estrés hídrico durante el período vegetativo tiene una influencia en los


rendimientos del mismo sentido que la utilización de siembras de segunda o ciclos
cortos de maduración. En virtud de ello, para estos casos el uso del riego contribuye
grandemente a minimizar el impacto de la plaga sobre los rendimientos.

Existen evidencias experimentales relativas a que pelos largos y muy densos


en yemas foliares confieren resistencia al barrenador de los brotes (antixenosis física).
Aparentemente, esta característica física constituye un obstáculo importante para la
oviposición de la hembra adulta, ya que ésta generalmente coloca los huevos entre la
base del pelo y el parénquima de la yema o brote en desarrollo (12).

El buen comportamiento de un cultivar puede estar dado por distintos


mecanismos de resistencia, como la no preferencia o antixenosis, tanto física como
química, antibiosis, tolerancia, etc. Evaluaciones del comportamiento de más de 20
cultivares comerciales frente a esta plaga muestran que Asgrow 5502, Copetona 53 y
NK-555 tuvieron ventajas comparativas por presentar cierta resistencia por no
preferencia al barrenador durante al menos tres años en Pergamino (12,13,14,15,16).
CUADRO 2 CONTROL QUIMICO DE BARRENADOR DE LOS BROTES EN
SOJA

Dosis de Dosis de
MARCA
PRINCIPIO ACTIVO activo formulado
COMERCIAL
(g/ha) (g o cc/ha)
Lorsban 48E
1.Clorpirifós E 48% Bester 48E 624 1300
IQA Pirinex
Tamarón
2.Metamidofós L 60% Agridofós 60 720 1200
Basf Metamid.

Folithión 100
3.Fenitrotión E 100% 1000 1000
Fenifós 100

4.Isazofós CS 50% Miral 250-300 500-600

5.Clorpirifós E 48% + Mezcla para 336 + 700 +


Cypermetrina E 25% Preparar 25 100

6.Clorpirifós 50% + Lorsban Plus 325 +


650
Cypermetrina 5% 32.5

7.Clorpirifós E 48% Mezcla para 336 + 700 +


+Deltametrina E 5% Preparar 5 100

8.Metamidofós L 60% Mezcla para 450 + 750 +


+Cypermetrina E 25% Preparar 25 100

9.Metomil PS 90% + Mezcla para 135 + 150 +


Cypermetrina E 25% Preparar 25 100

10.Clorpirifós E 48% Mezcla para 336 + 700 +


+Fenvalerato E 20% Preparar 30 150

11.Clorpirifós E 48%
+Lambda Cyalot.E 8.33% Mezcla para 336 + 700 +
Preparar 8,33 100
Bibliografía

(1) Diez, S.L. de; Gamundi, J.C.; Molinari, A.N. 1991. Entomopatógenos aislados en
larvas de lepidópteros plagas del cultivo de soja en la zona centro-sur de la provincia
de Santa Fe. Pág. 195. In: II Congreso Argentino de Entomología. 3 al 6 de diciembre
de 1991. La Cumbre, Córdoba.

(2) Diez, S.L. de y Diaz, B. 1992. Presencia de un virus de granulosis (Baculoviridae,


Baculovirus) en larvas de Epinotia aporema (Wals.) en soja. INTA, Est. Exp. Agrop.
Oliveros. Informe Técnico Nº 43. Oliveros, Santa Fe. 13 p.

(3) Fher,W.R.; Caviness,C. 1977. Stages of Soybean Development. Special Report


80. Cooperative Extension Service. Agriculture and Home Economics Experiment
Station. IOWA State University of Science and Technology. Ames, IOWA, 9 pages.

(4) Iannone, N. 1976. Control de plagas en soja por medio de


insecticidas sistémicos aplicados en la siembra, con especial referencia a isocas del
brote Epinotia aporema Wals. Tesis Ing. Agr. Universidad Nacional, Facultad de Cs.
Agrarias. Rosario, Santa Fe. 47 p.

(5) Iannone, N. y Parisi, R. 1978. Incidencia del "barrenador de los brotes" Epinotia
aporema Wals. en el cultivo de soja. INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Carpeta de
Producción Vegetal. Tomo I, Soja, Información Nº 9. Pergamino, Buenos Aires. 4 p.

(6) Iannone, N. y Parisi, R. 1979. Importancia del daño del "barrenador de los brotes"
Epinotia aporema (Wals.) (Lepidoptera= Grapholitidae) en relación a la cosecha
mecánica de soja. INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Carpeta de Producción Vegetal.
Tomo II, Soja, Información Nº18. Pergamino, Buenos Aires. 3 p.

(7) Iannone, N. 1983. Plagas: hacia un racional aprovechamiento para su control (II).
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Carpeta de Producción Vegetal. Tomo V, Soja,
Información Nº 44. Pergamino, Buenos Aires. 5 p.

(8) Iannone, N. 1983. Plagas: hacia un racional aprovechamiento para su control (III).
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Carpeta de Producción Vegetal. Tomo V, Soja,
Información Nº 45. Pergamino, Buenos Aires. 5 p.

(9) Iannone, N. 1986. Evaluación de distintos activos, entre ellos nuevos piretroides,
en el control químico del "barrenador de los brotes", Epinotia aporema Wals. INTA,
Est. Exp. Agr. Pergamino. Boletín de Divulgación Técnica Nº 65. Pergamino, Buenos
Aires. 11 p.

(10) Iannone, N. y Marta, L. 1986. Comportamiento de 5 cultivares de soja frente a los


daños producidos por el "barrenador de los brotes" Epinotia aporema Wals. en el
período vegetativo. INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Informe Técnico Nº 210.
Pergamino, Buenos Aires. 15 p.

(11) Iannone, N.; Parisi, R. Dagoberto, E. 1987. Incidencia del "barrenador de los
brotes" Epinotia aporema Wals. en soja. INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Informe
Técnico Nº 209. Pergamino, Buenos Aires. 24 p.
(12) Iannone, N. 1990. Informe Anual. Plan de Trabajo Nº 60:1007: "Desarrollo e
implementación de sistemas de manejo integrado de plagas en el cultivo de soja".
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Pergamino, Buenos Aires. 24 p.

(13) Iannone, N. 1991. Informe Anual. Plan de Trabajo Nº 60:1007: "Desarrollo e


implementación de sistemas de manejo integrado de plagas en el cultivo de soja".
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Pergamino, Buenos Aires. 25 p.

(14) Iannone, N. 1992. Informe Anual. Plan de Trabajo Nº 60:1007: "Desarrollo e


implementación de sistemas de manejo integrado de plagas en el cultivo de soja".
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Pergamino, Buenos Aires. 44 p.

(15) Iannone, N. 1993. Informe Anual. Plan de Trabajo Nº 60:1007: "Desarrollo e


implementación de sistemas de manejo integrado de plagas en el cultivo de soja".
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Pergamino, Buenos Aires. 27 p.

(16) Iannone, N. 1994. Informe Anual. Plan de Trabajo Nº 60:1007: "Desarrollo e


implementación de sistemas de manejo integrado de plagas en el cultivo de soja".
INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino. Pergamino, Buenos Aires. 38 p.

(17) Molinari, A.M. 1987. Conceptos y descripción de especies entomófagas


asociadas a insectos plagas del cultivo de soja. INTA, Est. Exp. Agrop. Oliveros.
Publicación Miscelánea Nº19. Oliveros, Santa Fe. 13 p.

(18) Parisi, R.; Iannone, N.; Dagoberto, E.; Lecuona, R. 1981. Comportamiento de
distintos insecticidas en el control químico del "barrenador de los brotes" Epinotia
aporema Wals. Campañas 1979/80 y 1980/81. INTA, Est. Exp. Agr. Pergamino.
Carpeta de Producción Vegetal. Tomo III, Soja, Información Nº 27. Pergamino,
Buenos Aires. 6 p.

(19) Villata, C.A. y Ayassa, A.M. 1994. Manejo Integrado de Plagas en Soja. INTA,
Est. Exp. Agr Manfredi. Editor Centro Regional Cuyo. Agro de Cuyo, Serie: Manuales,
Fascículo Nº 7. 70 p.

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