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Empecemos:
Frases más odiadas por los psicólogos (o mitos sobre los psicólogos)
No es insensato pensar que en todo psicólogo hay un punto de locura. Ocurre con
toda aquella persona que ama su disciplina de conocimiento; aquello que ha
estudiado y que probablemente es su vocación. Es quizá por esta razón que la
gente puede concluir que “aquel que pasa tanto tiempo pensando en la psique,
quizá puede acabar un poco tocado…”.
Lo cierto es que muchas series televisivas han abonado el terreno para que este
mito de la locura de los psicólogos vaya ganando adeptos. Los productos
culturales que nos ofrecen son ficción y sus tramas se basan en lo anómalo, lo
inesperado, lo impactante… de ahí que los psicoterapeutas que cobran vida en las
series o películas sean de lo más excéntricos. Igual que, por ejemplo, el Doctor
House encarna a un médico misántropo y adicto a los narcóticos, pero extrapolar
que todos los médicos son como él sería un craso error.
Con todo, la realidad es bien distinta. La mayoría de psicólogos y psicólogas
somos muy normalitos, y hasta aburridos, si me apuras.
Este punto depende mucho del país en el que te encuentres: en cada región
existen unos parámetros de honorarios al psicoterapeuta, o la profesión está
valorada mejor o peor. Esto influye en lo que se paga por una sesión de
psicoterapia. ¿Es caro ir al psicólogo? Pues bueno… como diría Pau Danés, todo
depende.
En términos generales, los psicólogos no somos ricos. Ni mucho menos, vaya.
Muchas personas se creen que estudiando la carrera de Psicología van a hacerse
millonarias dando consulta, y luego se encuentran con la cruda realidad.
Entonces, ¿por qué cobran tanto los psicólogos? Bueno, empecemos a hacer
cuentas. Debes ser consciente a la hora de valorar si es muy cara una sesión de
terapia que los terapeutas hemos estudiado cinco años de carrera y, habiéndonos
graduado, hemos tenido que cursar posgrados, masters… Es una inversión en
tiempo y dinero nada desdeñable. Los masters en España no bajan de los 3.000€.
Y, con la última subida de tasas, cada año de la carrera puede costar más de
1.500€.
Por otra parte, los test necesarios para diagnosticar pacientes son
asombrosamente caros. Súmale el alquiler del despacho, los impuestos (IRPF,
autónomo…), el seguro de responsabilidad civil, el material (el diván también, pero
es opcional). Y fíjate, además, que los psicólogos no solo trabajamos con nuestros
pacientes durante las sesiones, sino que podemos pasarnos muchas horas en
casa repasando el historial, buscando información, corrigiendo test y actividades,
aprendiendo mejores técnicas, actualizándonos, formándonos… Hay muchas
horas invertidas detrás de cada paciente, y no se ven a simple vista.
En cualquier caso, y sobre todo tras la crisis, lo cierto es que hay psicólogos que
pueden tratarte a un precio muy asequible. También los hay que, por una cuestión
de prestigio, cobran mucho más caras las sesiones. De todo hay en la viña del
señor, pero si de verdad necesitas terapia, el dinero no debería ser impedimento.
Volvemos otra vez a ese tipo de personas que, por un motivo u otro, “no creen en
la psicología”. Esta vez es el turno de la persona que asevera que la psicología no
es una ciencia. Primero de todo, cabría preguntarse qué entiende esa persona por
“ciencia”. Porque tal vez su visión de lo científico se reduce a leyes matemáticas y
físicas, perfectas e inmutables. Esta visión perfeccionista del concepto ‘ciencia’ no
está aceptada por casi nadie.
Esta es una de las frases más irritantes, puesto que demuestra una ignorancia
absoluta a muchos niveles. Empecemos: ¿qué es para ti un tarado mental? ¿Un
loco? Si te refieres a personas que tienen algún tipo de problema emocional, algún
desorden temporal del estado de ánimo, o algún conflicto familiar… ¿cuánta gente
se escaparía de tu concepción de loco?
Además, por si no lo sabías, los psicólogos también tratan cuestiones tan
asépticas como bajas laborales, dificultades en el aprendizaje o problemas de
pareja… Por no hablar de la rama de la psicología positiva, que se encarga de
potenciar las cualidades de la persona (y que por tanto su objetivo no es “tratar”
nada, sino potenciar algunas habilidades en que la persona quiere mejorar).
Desde luego, decir que los que van al psicólogo es porque están locos es una
auténtica barbaridad. Lo que es de locos es no buscar ayuda cuando no estás
bien. Y ten en cuenta que todas las personas, en algún momento de su vida,
pasarán por algún tipo de conflicto en el que sería necesaria la intervención de un
terapeuta.
Ninguno de los casos mencionados entra dentro del saco de la “locura”. Pedir
ayuda a un profesional si tienes un problema no va a hacer que ese problema sea
mayor o menor. La cuestión es intentar ayudar a las personas, y cada caso es
único. No caigamos en estigmas propios del desconocimiento con aquellos que
tienen la valentía de afrontar sus miedos.
10. “El otro día tuve un sueño… (Te lo explica) ¿Qué significa?”