Está en la página 1de 2

6 útiles consejos para enseñar a los niños a no procrastinar

Existe una tira cómica de Mafalda que es genial. Trata que está este personaje en la pieza de su mejor
amigo, Felipe, y ve con alegría que él está pegando un afiche muy motivador que dice el siguiente
lema: 'No dejes para mañana aquello que puedes hacer hoy'. Orgulloso, parado en la cama, grita a
toda voz: '¡Mañana mismo empiezo!'. Si quieres evitar que tu hijo tenga este mal hábito de posponer,
aplazar o evadirse de sus tareas, enseña a los niños a no procrastinar con estos consejos que a
continuación he preparado para ti.

Hoy en día, en mis días como docente, puedo ver mucho ese tipo de conductas. Quiero
recordar a un grupo que debía entregar una tesis para poder aprobar el año. Fue literalmente
un parto expresarles la necesidad de realizar avances, porque podrían experimentar un stress
innecesario. Está de más decir que a estos jóvenes el plazo final les llegó y tuvieron que
entregar un informe final que casi les hace repetir su año académico.

Y peor aún, esa actitud también me tocó mucho vivirla como profesional. Hubo un fin de
semestre que fue terrible, porque dejé para último día algunos trámites muy insignificantes;
pero que al momento de cerrar el proceso, todo ese trabajo acumulado me significó ocupar
horas extras y quedarme en mi puesto de trabajo hasta altas horas de la noche.

Este fenómeno es conocido como procrastinación es una actitud que tiende a aplazar los
asuntos pendientes. Algunos llegan a expresar que es la actitud más dañina para la
educación, porque impide el deseo de formarse y dejarse llevar por las emociones.

La universidad de Constanza, Alemania, ha definido que las personas desean aplazar sus
tareas porque creen ciegamente que al día siguiente podrán realizar sus tareas sin ningún
problema. Recordando algunos testimonios de alumnos, ellos me comentan un sinfín de
causas: algunas van relacionadas a la emocionalidad del momento, otros a un proceso de
angustia porque no saben cómo iniciar, otros que se quedan pegados en pequeños asuntos y
no en lo que en verdad es importante y –para finalizar- un papá me explicó que procrastinaba
porque le costaba determinar el objetivo principal y cómo alcanzar dicha meta.

Hoy me gustaría exponer algunos prácticos que nos pudiesen servir para ir trabajando poco a
poco esta situación tanto en los niños como en los mayores.

1. Define tiempos de trabajos diariamente, es decir, cinco minutos para preparar mi ropa


para mañana, quince minutos para definir las tareas de hoy, etc.
2.  Evita distracciones, como dejar de lado el celular para no quedarse pegado por alguna
notificación, ocupar música para poder focalizar, evitar que el televisor o la radio estén
emitiendo un programa, etc.

3. Divide el trabajo en tareas concretas y sencillas, es decir, hoy me toca realizar esta


tarea y mañana será otra. Aquello es súper importante, porque nos permite –además- realizar
una planificación más acorde a los tiempos reales.

4. Las rutinas ayudan, es decir, tener una serie de acciones que se repiten todos los días y
que permiten tener ordenadas las actividades de cada mañana.

5. Establece una recompensa, lo que genera además motivación al logro. Por lo mismo,
incendia el corazón y empuja a querer seguir realizando tareas  porque quieres premiarte
cuando corresponde.

6. Revisa regularmente los objetivos, porque toda empresa requiere una evaluación de sus
mismos objetivos.

Para finalizar, me gustaría ejemplificar con un testimonio. Este joven tenía serios problemas
de autoestima y –además- una hiperactividad muy profunda. La forma de trabajo que
realizamos fue la siguiente: en primer lugar, darle algunas tareas pequeñas que le permitieran
aumentar su grado de confianza. Después de dos semanas de buenos resultados, generamos
ya alguna serie de rutinas breves, pero que fueran escogidas por él mismo.

Cuando esto fue alcanzando, y él ya tenía un dominio que le permitía creer en sí mismo,
fuimos dificultando un poco más y pasamos a diseñar un horario de tareas para cada día.
Estas tenían que ser acordes a los rasgos de personalidad de la persona. No pueden ser
ajenas a su ser, porque si los desafiamos a algo que no le es propio de sí, la sensación de
fracaso va a ser peor.

Si deseamos trabajar contra este fenómeno que es la procrastinación, antes de poner en


práctica cualquier tips debo conocerme y, con ello, poder construir mis propios objetivos.

También podría gustarte