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Todas las empresas realizan transacciones constantemente: pago de salarios, venta de bienes,
pago de facturas, pago de servicios, obtención de préstamos, etc. Todos ellos repercuten
directamente en los recursos que gestionan, aumentando o disminuyendo su volumen.
Liquidez o capacidad de pago: capacidad de una organización para hacer frente a sus
obligaciones financieras a corto plazo.
Pasivo: grado en que la empresa puede financiar su pasivo, y si éste vence a corto o largo
plazo.
Recursos propios y solvencia: adecuación de los recursos propios de una organización para
mantener la actividad y hacer frente a sus obligaciones a largo plazo.
En otras palabras, el balance de una entidad refleja los activos y pasivos de la entidad en un
momento determinado y proporciona información estática sobre sus activos, derechos y
pasivos. Para ello, proporciona información separada y estructurada sobre la composición de
la entidad, tanto en el activo como en el pasivo.
Activo y pasivo
Los activos consisten en bienes y derechos. Los primeros se refieren a elementos tangibles
como maquinaria, mobiliario, equipos informáticos, materiales o propiedades (conocidos
como activos fijos). También incluyen activos inmateriales como una patente de marca,
licencias de software o fondo de comercio. Los cánones, por su parte, son todo aquello que
una empresa puede convertir en efectivo, como las facturas por cobrar (comúnmente
denominados activos corrientes).
En pocas palabras, los activos son recursos que una empresa posee o puede explotar de
cualquier forma e invertir en ellos para generar utilidades futuras a través de su venta,
consumo o uso en las operaciones de la organización, señala Arturo González García, de la
Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
Por otro lado, el pasivo y los fondos propios proporcionan información sobre cómo se
financian las operaciones de una empresa. La diferencia entre ambos es que los fondos propios
de una empresa: capital (aportaciones de socios, accionistas o miembros), reservas, resultados
de explotación no asignados, etc.) "Son fondos que la empresa posee y no tiene que devolver,
mientras que el pasivo está formado por obligaciones y deudas a corto y largo plazo, es decir,
fondos que la empresa utiliza pero no posee y tendrá que devolver", explica Manel Valcarce.
Objetivos
Objetivo general
Objetivos específicos