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PARCIAL 2º TRIMESTRE FILOSOFÍA

TEMA 4. FILOSOFÍA HELENÍSTICA. PRINCIPALES ESCUELAS: ESCEPTICISMO, ESTOICISMO,


EPICUREISMO (SÍNTESIS) Y NEOPLATONISMO.

→ LA PRIORIDAD DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA

El Helenismo es el período histórico de difusión de la cultura griega o helénica por el área


mediterránea. Provocó cambios en los cánones clásicos estéticos, políticos e intelectuales. El
helenismo comienza con las conquistas de Alejandro Magno en el siglo IV a.C. y termina en
torno al siglo I d.C.

La filosofía postaristotélica (helenística y romana) deja de ser patrimonio de las grandes


escuelas y pasa a un uso común y se centra en la filosofía práctica (ética-política). Esta filosofía
tiende a subordinar la investigación especulativa a un fin práctico (el pensamiento debe servir a
la vida y no la vida al pensamiento). Buscaban una orientación moral para la vida, que
identificaban con la felicidad.

Todo esto es opuesto a la filosofía clásica de Sócrates y Aristóteles (vida contemplativa), en la


cual prevalecía lo teórico sobre lo práctico (sabiduría: unidad de ciencia y virtud).

Las escuelas helenísticas son:

→ ESCEPTICISMO

La desconfianza en la capacidad cognoscitiva de los sofistas se desarrolla en esta doctrina, que


duda sobre la posibilidad del conocimiento en sus dos formas: como percepción o conocimiento
sensible y como pensamiento discursivo o abstracto.

Su propósito era conseguir la ataraxia (tranquilidad de ánimo). Como el conocimiento fiable no


es posible, esta tranquilidad solo se adquiere mediante la suspensión del juicio (epoché). Esto
tiene implicaciones éticas vinculadas con las teorías éticas del estoicismo y del epicureísmo.

Paradójicamente, el escepticismo se introdujo en la Academia platónica por Arcesilao,


Carnéades y Clitómaco (s.III-II a.C.), quienes combinaron la tesis de la docta ignorancia
socrática (‘yo solo sé que nada sé’) con las ideas del pirronismo (Pirrón z.IV-II a.C.).

Dentro del escepticismo destaca Enesidemo (s.I a.C.), quien inspiró la recuperación del
escepticismo en la época romana a través de la obra Esbozos Pirrónicos de Sexto Empírico (s.I-II
d.C.).

→ ESTOICISMO

Su fundador fue Zenón de Citio (s.IV-III a.C.). Se divide en tres períodos:

- ESTOICISMO ANTIGUO (ZENÓN, CLEANTE Y CRISIPO) → Se centran en la lógica (primera


teoría profunda sobre el lenguaje humano) y la cosmología. La sabiduría es el conocimiento de
las leyes que rigen el universo y la razón humana.
- ESTOICISMO MEDIO (PANECIO, POSIDONIO) → Es un período de sistematización y
reafirmación de doctrinas anteriores.
- NUEVO ESTOICISMO (SÉNECA, EPICTETO Y MARCO AURELIO) → Se le da importancia a la
moral, definiéndose la sabiduría como la posesión y práctica de la virtud.

Las influencias en la formación del estoicismo fueron varias. Las más importantes fueron el
intelectualismo moral socrático, el cinismo de Antístenes y Diógenes (quienes reivindicaron una
vida de acuerdo con la naturaleza y crítica a los convencionalismos sociales) y la filosofía de
Heráclito.

Dentro del estoicismo encontramos tres doctrinas:

→ LÓGICA

La teoría sobre la racionalidad y el lenguaje. Entienden la razón como razón divina, es decir,
como ley universal que rige el universo y como facultad humana de pensamiento y lenguaje.
La razón y el lenguaje están muy unidos entre sí, ya que el origen de ambos se encontraría en
las impresiones que causan los objetos externos en nuestros sentidos. Estas impresiones serían
captadas por el pensamiento/razón y luego se expresarían en el lenguaje.

→ FÍSICA

Comparaban la naturaleza con un organismo animal. La naturaleza está sometida a una ley
universal establecida por la divinidad, de tal modo que no habría lugar para el azar o la libertad.
Por lo tanto, la naturaleza funciona como un sistema determinista.
El universo está compuesto por la materia (pasiva) y por Dios/espíritu (quien da vida a la
materia).
Tienen una concepción panteista de la naturaleza y una concepción del tiempo circular, es decir,
el eterno retorno.

→ ÉTICA

El sabio vive de acuerdo con la naturaleza, es decir, el individuo debe conocer la estructura y las
leyes del universo y adaptarse a ellas.
La virtud consiste en adecuarse a los dictados de la naturaleza y la felicidad se identifica con la
vida que concuerda con el logos divino que rige el universo (conocimiento y aceptación de las
leyes del universo).
No hay espacio para la libertad individual (determinismo físico).
Los estoicos aspiran a la autarquía, es decir, a la independencia o liberación de las pasiones. Ser
capaz de tener indiferencia ante los bienes y honores del mundo. La actitud del sabio estoico
frente a los infortunios del destino debe ser la insensibilidad y la fuerza. Negación del influjo de
las pasiones (apatheia).
Esta teoría se modera y se hace más profunda gracias a las teorías de Aristóteles. Concibe la
actitud del sabio como el que es capaz de vencer sus propios impulsos internos o pasiones
(perturbaciones del alma contrarias a la razón). La unidad y la autonomía del alma individual
frente a sus estados y actividades concretas.

→ EPICUREISMO
Su fundador fue Epicuro. Para esta doctrina, el bien supremo es el placer. El placer del que habla
es el resultado del cultivo del espíritu y la práctica de la virtud.
Aristipo de Cirene (435-350 a.C.) decía que el bien es el placer, y el mal, el dolor. Distingue entre
los placeres del cuerpo (más intensos pero poco duraderos) y los placeres espirituales (más
calmados, duraderos, bienestar).

El objetivo del epicureísmo es la liberación de los miedos y preocupaciones que puedan impedir
la felicidad.

A diferencia de Aristipo y de los cirenaicos, para Epicuro el placer no es una sensación, sino
precisamente la ausencia de ella. El placer es la ausencia de turbaciones, preocupaciones o
sensaciones. Cuando el placer entendido como ausencia de dolor, paz y tranquilidad se refiere
al cuerpo, recibe el nombre de APONÍA, y si concierne al alma, ATARAXIA. La moral de Epicuro es
la moral de la libertad y la amistad, factores claves para alcanzar la felicidad.

Otras posiciones filosóficas importantes del epicureísmo:


- SENSISMO: Defiende que la sensación es el criterio de verdad y bien.
- ATOMISMO: Demócrito (Epicuro): átomos.
- SEMIDEÍSMO: Según el cual Epicuro sostenía que los dioses existen pero no ocupan nada del
mundo ni de los seres humanos.

4. NEOPLATONISMO (no lo damos)

TEMA 5. FILOSOFÍA Y RELIGIÓN: DEL ORIGEN DEL CRISTIANISMO A LA SÍNTESIS DE


AGUSTÍN DE HIPONA.

→ DE LA ANTIGÜEDAD A LA EDAD MEDIA (FILOSOFÍA Y CRISTIANISMO)

La Edad Media es el período de tiempo que comienza con la caída del Imperio Romano de
Occidente en el 476 y termina con el Renacimiento en el siglo XV. Durante esta época influye el
cristianismo (teocentrismo).

Los siglos V-IX, es la época de las invasiones bárbaras del Imperio Romano, la cultura clásica
quedó sepultada. Hubo una escasa producción filosófica. La antigua organización romana fue
sustituida por una pluralidad de reinos distintos entre sí (francos, visigodos…). También se
consolidó por Carlomagno el Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo IX.

Al quedar gran parte de la cultura clásica sepultada por las invasiones bárbaras, en el siglo IX se
despierta un interés por rescatar y recopilar los restos de dicha cultura. Los intelectuales se
preocupan por recopilar los restos de la cultura clásica (de ahí el carácter enciclopédico de las
obras de este periodo). Obras de Isidoro de Sevilla, Casiodoro, Capella, Boecio…

La influencia del cristianismo hace que aparezca una nueva reflexión filosófica planteando los
mismos problemas filosóficos planteados por los griegos.

La primera novedad que aporta el cristianismo es la teoría de la creación. Se afirma el origen del
mundo a partir de un dios único que crea todo de la nada. Dios es conservador y providente de
lo creado. Dios crea por amor y el ser humano es su criatura más especial.
El cristianismo también introduce una nueva visión del tiempo. Se concibe el tiempo como
historia, una temporalidad determinada y lineal. Este concepto se aleja de la concepción del
tiempo circular (eterno retorno) de la filosofía griega.

→ EL MAR, EL SER HUMANO Y LA HISTORIA

→ LA CREACIÓN DEL MUNDO Y DEL SER HUMANO

A diferencia de los filósofos antiguos, Agustín de Hipona afirma que Dios ha creado el mundo de
la nada, con la mediación del Verbo (Jesús). Las cosas del mundo sensible son reflejo del Verbo.
El alma humana es creada a imagen y semejanza de Dios. Dios introdujo las razones seminales
(sentido y finalidad de la realidad).

La creación no tuvo lugar en el tiempo, pues el tiempo también fue creado por Dios en el
comienzo del mundo. Quien mide el movimiento (tiempo) es el alma, es decir, el alma recuerda al
pasado con su memoria, capta el presente con su intuición y se proyecta en el futuro con sus
expectativas.
El ser humano está compuesto de alma y cuerpo, pero su verdadera realidad es el alma, la cual
usa el cuerpo como un instrumento para vivir en el mundo sensible. El alma está formada por
tres facultades: memoria, inteligencia y voluntad. La búsqueda de Dios ha de ser fruto de una
libre decisión del ser humano.

→ LA LIBERTAD Y EL MAL (AGUSTÍN DE HIPONA)

Agustín formaba parte del maniqueísmo y creía que existía una lucha entre el principio del mal y
del bien. Cuando Agustín de Hipona se convirtió al cristianismo, creyó en un solo principio de
todas las cosas, Dios, mientras que todo lo demás ha sido creado por él. De ahí concluyó que
toda la Creación es buena y que el mal no tiene una existencia en sí, sino que simplemente es la
ausencia de bien (mal=’ausencia del bien, no-ser’). (Esto explica el mal metafísico).

Sin embargo, no es tanto el mal metafísico el que más nos preocupa, sino el mal moral. Toda la
irracionalidad y perversidad que vemos en las injusticias no son más que el resultado del mal
uso que los seres humanos hacemos de la libertad que Dios nos ha otorgado.

La libertad es la facultad dada al ser humano por Dios de poder elegir entre lo bueno y lo malo.
Es un poder positivo y en ella se refleja la superioridad del ser humano respecto a los animales.
El problema es que a causa de los pecados de los seres humanos, empezando por el de Adán,
todo ser humano adolece de cierta inclinación hacia lo malo (pecado original).

Por último, Agustín de Hipona afirma que la salvación depende de la fe, un don que regala Dios.

TEMA 6. TOMÁS DE AQUINO.

→ VÍAS TOMISTAS (LA DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS)

Santo Tomás de Aquino llamó ‘vías’ a los argumentos racionales que probaban la existencia de
Dios. Probar la existencia de Dios es necesario y posible. Las cinco vías están basadas en el
principio de causalidad y tienen una estructura similar:
1. CONSTATACIÓN DE UN HECHO EXPERIMENTAL. Un punto de partida, que es siempre un
hecho universal patente en los seres singulares y que, por tanto, es claramente conocido por la
experiencia sensible.
2. APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD A ESE HECHO. Tal fenómeno es producido por
una causa.
3. AFIRMACIÓN DE LA IMPOSIBILIDAD DE UNA SUCESIÓN INFINITA DE CAUSAS, ES DECIR, ES
NECESARIO LA EXISTENCIA DE UNA CAUSA SUPERIOR NO CAUSADA A PARTIR DE LA CUAL SE
CAUSE TODO. (Causa superior, no causada y no subordinada a otra).
4. CONCLUSIÓN QUE MUESTRA UNA PRIMERA CAUSA: DIOS.

Las cinco vías se distinguen por el punto de partida del que proceden:

- PRIMERA VÍA (EL MOVIMIENTO) → Todo viene movido por algo, y ese primer motor inmóvil que
mueve es Dios.
- SEGUNDA VÍA (POR LA CAUSA EFICIENTE) → Dios es la primera causa incausada que causa
todo. SERES QUE SON EFECTOS.
- TERCERA VÍA (DE LO POSIBLE A LO CONTINGENTE) → Dios es el único ser necesario del cual
depende la existencia de todo lo demás (que no es necesario). SERES QUE PUEDEN SER Y NO
SER.
- CUARTA VÍA (POR LOS GRADOS DE SER-PERFECCIÓN) → Todo es más o menos perfecto
porque participa de Dios, quien es infinitamente perfecto. DEBE HABER UN SER INFINITAMENTE
PERFECTO Y QUE, A SU VEZ, SEA CAUSA DE LAS PERFECCIONES QUE ENCONTRAMOS EN EL
RESTO DE LAS CRIATURAS.
- QUINTA VÍA (EL GOBIERNO-FINALIDAD DEL MUNDO) → Todas las cosas tienen un fin, no es
por azar, ese fin lo ha puesto Dios. Vemos seres carentes de conocimiento, que obran de
acuerdo a un fin. Tiene que existir un ser inteligente, un supremo ordenador, que haya ordenado
todas las cosas a su fin.

Lo propio del entendimiento humano es conocer las formas de las cosas solo en cuanto están
unidas a los cuerpos y no (como quería Platón) en cuanto están separadas.

Conocer es extraer la forma inteligible de los objetos singulares. Conocer es abstraer la forma
de la materia individual, sacar lo universal de lo particular.

→ ANTROPOLOGÍA

Según Tomás de Aquino, el ser humano es una unidad sustancial. El ser humano está compuesto
de ALMA (entendimiento, forma-acto-principio vital, inmortal y funciones sensitivas, vegetativas
e intelectivas) y CUERPO (sentidos, materia y mortal).

¿Cómo es posible que el alma conserve, después de separarse del cuerpo, la individualidad que
le ha proporcionado, precisamente, el cuerpo? El cuerpo (materia signada) es el que le da
individualidad al alma. Pero por el propio ser del alma cuando muere el cuerpo, el alma subsiste
como era cuando estaba unida con el cuerpo. Es decir, el alma se une con el cuerpo en la
concepción y se configura respecto al cuerpo que lo identifica con una persona concreta. De tal
modo queda marcado el alma en la configuración con el cuerpo que mantiene su configuración
después de la muerte. Y recobra su corporeidad el último día en la resurrección de los muertos
(Dogma resurrección).
Es decir, Tomás de Aquino piensa en una materia doble: por un lado, la materia individual (el
cuerpo de cada uno) y por otro, la materia común (la carne, los huesos, los tejidos, la
materialidad corporal desde el punto de vista biológico y fisiológico en general). Esta distinción
es muy importante para determinar el principio de individualización, lo que determina la
naturaleza propia de cada individuo y lo diferencia de los otros. El principio de individualización
no es la materia común, pues todos tenemos carne y huesos, sino la ‘materia signada’, la materia
considerada bajo dimensiones y características determinadas.

→ ÉTICA

→ EL FIN ÚLTIMO: LA FELICIDAD

Tomás de Aquino cristianizó el pensamiento de Aristóteles. Afirma que los seres humanos
tienden por naturaleza a la felicidad, por lo que es preciso determinar cómo conseguirla.

Aristóteles afirmaba que la felicidad se alcanza llevando a cabo una vida contemplativa. Tomás
de Aquino corrige en esto a Aristóteles y considera que la felicidad humana solo se alcanza
plenamente en la contemplación de Dios.

Según Tomás de Aquino, Dios crea al ser humano libre para elegir entre el bien y el mal (de ahí la
posibilidad del pecado). Hay una inclinación espontánea a hacer el bien y evitar el mal
(sindéresis).

Tomás de Aquino acepta la distinción aristotélica entre virtudes intelectuales y morales. Esas
virtudes son cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Pero en su tendencia a la
felicidad eterna, es decir, a Dios, la práctica de estas virtudes no le bastan al ser humano.
Necesita, además, las virtudes teologales, que Dios infunde y que son tres: fe, esperanza y
caridad.

→ LEY MORAL

Para Tomás de Aquino, aunque el ser humano es libre de actuar bien o mal, no tiene la libertad
de establecer las normas y los principios morales que deben regir su conducta. Tomás distingue
entre ley eterna y natural:

1. La ley eterna o divina. Dios, como todo agente inteligente, al obrar, se propone un fin o un
plan, y a ese plan es al que Tomás de Aquino llama ley eterna. Es el plan existente en la mente
divina de acuerdo con el cual Dios creó este mundo.

2. La ley natural, por su parte, es la propia ley eterna en cuanto se encuentra presente en los
seres creados. Es la participación de los seres creados en la ley eterna. Dentro de la ley natural
podemos encontrar:

a) La ley natural física, que afecta a todos los seres físicos (minerales, vegetales y
animales).
b) La ley natural moral, que afecta solo a los seres humanos, es decir, seres inteligentes y
libres.

La ley moral es la que afecta a la naturaleza humana y sus disposiciones y cada una implica
unas obligaciones morales:
Como sustancia el ser humano tiende a conservarse en su ser. Como animal tiende a la
procreación y al cuidado de sus hijos. Como racional tiende a vivir en sociedad y al
conocimiento de la verdad. Además, la ley moral posee también una validez universal e
inmutable.

→ LEY POSITIVA (VIDA EN SOCIEDAD)

Los seres humanos, puesto que vivimos en sociedad y nos relacionamos, necesitamos también
la ley positiva. Las leyes positivas han de ser racionales, han de procurar el bien común, tienen
que ser elaboradas o decretadas por el gobierno y han de ser divulgadas, es decir, dadas a
conocer públicamente.

Para que sea válida, la ley positiva ha de fundamentarse en la ley natural. Las que no estén de
acuerdo con la ley natural serán injustas y no obligatorias. Su finalidad es promover el bien
común.

Tomás de Aquino considera que la mejor forma de gobierno es la monarquía, ya que es el mejor
modo de garantizar el orden público y la unidad del Estado. Sin embargo, es preciso también un
gobierno espiritual regido por Cristo, Dios, el hombre, a través de su vicario, el Papa, al cual ha
de estar subordinado el poder temporal.

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