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Que por medio de este acto y encontrándome dentro del plazo legal que
establece el artículo 58 de la Ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, vengo
en contestar la demanda de Rebaja de alimentos regulados en favor de mis hijos,
deducida en mi contra por el padre don ROBERTO ANDRES XXXXX, para que en
definitiva sea rechazada, por las razones de hecho y fundamentos de derecho que
expongo:
LOS HECHOS
Que fruto de la relación sentimental de hecho que mantuve con el
demandante, la cual no se ha vuelto a reanudar desde el año 2011 a la fecha,
nacieron nuestros tres hijos, XXXXX, XXXX, y XXXX, todos de apellido XXXXXX,
y de actuales 13, 9 y 7 años de edad respectivamente, quienes desde nuestro
termino de relación en el año 2011 se encuentran bajo mis cuidados.
EL DERECHO
La gran mayoría de la doctrina sostiene que los alimentos son prestaciones
de subsistencia que, en virtud de un título legal, una persona está obligada a
proporcionar a otra para atender a su sustento, vestuario, salud, habitación y
educación básica y media, hasta el aprendizaje de alguna profesión u oficio.
El artículo 321 del Código Civil establece que se deben alimentos a los
descendientes. Asimismo, el artículo 323 del mismo cuerpo legal, sostiene que los
alimentos deben ser de tal magnitud que provean una subsistencia modesta, de
acuerdo a su posición social, a quien los recibe.
Por otra parte, el artículo 233 del Código Civil que “En caso de desacuerdo
entre los obligados a la contribución de los gastos de crianza, educación y
establecimiento del hijo, ésta será determinada de acuerdo a sus facultades
económicas por el juez, el que podrá en de tiempo en tiempo modificarla, según
las circunstancias que sobrevengan”.
POR TANTO,
En mérito de lo expuesto y de acuerdo con lo dispuesto en las leyes 19.741,
que modifica la ley número 14.908 y a la ley 16.618, y en conformidad con los
artículos 321 y siguientes del Código Civil, y a la ley 19.968
LOS HECHOS
Efectivamente en la actualidad soy madre biológica de los menores XXXX,
XXXX y XXXXX, de actuales 13, 9 y 7 años de edad, de quien detento su cuidado
personal, y su padre es XXXXXXX.
Es del caso señalar que nuestra relación sentimental llego a su fin en el
año 2011, en un principio los menores tenían una relación de visitas de hecho con
su padre, pero hace unos meses atrás, desde febrero de 2017 es menester
reconocer que no se los he permitido ver, pero esto no se debe a un mero
capricho de mi parte, sino que se debe a factores de los cuales el demandante
tiene pleno conocimiento, pero que omite nombrarlos en la demanda.
En primer lugar, y sin dudas el factor más importante que se omitió en la
demanda, es que en fecha de febrero de 2017 hubo una situación en particular en
que nuestro segundo hijo Juan Andrés se vio involucrado, en la cual me llama
desde la casa del padre en un horario cercano a las 2 de la madrugada en un
evidente estado de angustia señalando que: “se encontraba fuera de la casa
diciendo que la mama lo fuera a buscar rápido, ya que la tía Carmen se
encontraba con su papá haciendo cosas cochinas” ante lo cual el menor
XXXXXX procede a quedarse fuera del hogar y me llama por teléfono contándome
dicho hecho sucedido, y llorando me dice que lo vaya a buscar rápido al hogar de
su padre, diciendo que se encontraba afuera y que le había echado agua con sal a
las botellas de cerveza que tenía el demandante, el cual se encontraba durmiendo
, sin preocuparse de XXXXXX como un buen padre debe hacerlo, y además no
tomando las precauciones adecuadas en su vida íntima, teniendo en
consideración que su hijo de tan solo 9 años de edad se encontraba presente y no
es apto que vea dichas situaciones. A raíz de todo este episodio XXXXX tuvo que
La segunda razón que esgrimo para no permitir que el padre tenga una
relación directa y regular con los menores, es por su nulo control de impulsos, de
cual carece absolutamente, esto se puede afirmar por dos situaciones en
particular, una de la época en que convivíamos y la otra ocurrida en la actualidad.
La primera fue por una causa de violencia intrafamiliar en el año 2009, en la cual,
a raíz de sus conductas violentas desplegadas hacia mi parte, y obviamente
perturbando la tranquilidad del hogar que compartíamos en común y en especial la
de los menores que no pueden ver dichas situaciones, se dictó una orden de
alejamiento en contra de la parte demandante. Como si esto no fuera suficiente,
ya pasado muchos años, en lo cual yo pensaría que el demandante podría
controlar en algo sus impulsos, ocurre un hecho en mi hogar en junio de 2017 en
la cual el demandante, en evidente estado de ebriedad llega a mi morada
amenazando tanto a mí, como a mi pareja actual que nos haría daño si no le
dejaban ver sus hijos, los menores observaron asustados, sin querer verlo y
pidiendo que él se fuera, semejante escena grotesca por parte de su padre, el
cual enceguecido por su ira no tomó en consideración que debía mantener un
poco de decoro en cuanto a su comportamiento ya que se encontraba en
presencia de sus hijos. A raíz del presente incidente hay una medida cautelar de
prohibición de acercamiento tanto hacia a mi como hacia los menores, caratulada
Una tercera razón por la cual no podría acceder a lo que el demandante pide
como régimen ordinario en cuanto a lo que propone que sea los fines de semana
con pernoctación , debido a que la parte demandante no ofrece garantías
suficientes de acoger a los menor en un lugar confortable y seguro, es menester
mencionar que el demandante adolece de vicios como el alcohol, lo cual según
dichos de sus propios hijos, los cuales serán acreditados en la oportunidad
procesal correspondiente hay dicho que han visto en más de una oportunidad a su
padre en vicios de drogas, específicamente cocaína, además en la habitación que
el padre vive se dedica a juntarse con pareja y sus amigas hasta altas horas de la
madrugada, lo cual no es admisible para la vida de los menores, el cual se debe
educar y criar en un ambiente libre de vicios y malas prácticas.
EL DERECHO
La convención Internacional de los Derechos del Niño señala expresamente
en su artículo 3° número 1 que: “ En todas las medidas concernientes a los niños
que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales,
las autoridades o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior del niño”.
Tal cual lo he expresado, por los nulos hábitos de buen comportamiento que tiene
el padre, los cuales han sido descritos en los hechos de la demanda, sumado a
que no tiene un control de impulsos adecuado para ver a los menores, y no
cumplir ni menos con las reglas de buena crianza que debieran enseñarle a los
menores de dicha edad, por lo cual y en virtud del artículo 236 del Código Civil
pido a U.S. hacer efectivo exclusivamente para mí la norma que consagra: “Los
padres tendrán el derecho y el deber de educar a sus hijos, orientándolos hacia su
pleno desarrollo en las distintas etapas de su vida”.
PIDO A U.S. tener por contestada demanda de relación directa y regular entablada
por Don XXXXXXX, ya individualizado, acogerla en todas sus partes y rechazar la
acción de demanda de relación directa y regular, interpuesta en autos, por la parte
demandante, con costas.
LOS HECHOS:
Que fruto de la relación que mantuve con el demandado, nacieron nuestros
hijos, ya individualizados, los cuales desde nuestra ruptura –cuando el demandado
hace abandono del hogar común-, se han mantenido bajo mi tutela y cuidados.
Como consecuencia de dicha situación y de las necesidades urgentes de mis
hijos, y en atención a que los aportes económicos casuales que efectuaba el
EL DERECHO
Al efecto, el Código Civil regula esta materia en los artículo 321 y
siguientes, señalando el primero de ellos que “Se deben alimentos: 2º) A los
descendientes”.
Por su parte el artículo 323 del mismo cuerpo legal señala que “Los
alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir modestamente de un modo
correspondiente a su posición social”.
Agrega el artículo 233 del Código Civil que “En caso de desacuerdo entre
los obligados a la contribución de los gastos de crianza, educación y
establecimiento del hijo, ésta será determinada de acuerdo a sus facultades
económicas por el juez, el que podrá en de tiempo en tiempo modificarla, según
las circunstancias que sobrevengan”.
POR TANTO,
En mérito de lo expuesto y de acuerdo con lo dispuesto en las Leyes Nº
19.741, que modifica la ley Nº 14.908 y a la ley Nº 16.618 y en conformidad con
los artículos 230 y siguientes, y 321 y siguientes del Código Civil, y lo dispuesto en
las normas contenidas en la ley N°19.968.
TERCER OTROSÍ: Sírvase U.S., atendidas las necesidades urgentes de mis hijos,
y a los argumentos de hecho y de derecho esgrimidos en lo principal, los que doy
por expresamente reproducidos, aumentar provisionalmente la pensión alimenticia
vigente a una suma mensual equivalente al 170% de un ingreso mínimo
remuneracional, lo que en la actualidad es la suma de $459.900.-, o el monto
que U.S. estime conforme a derecho regular.
SEXTO OTROSÍ: Sírvase US. Disponer que las notificaciones que se ordenen en
el proceso y las resoluciones que sean dictadas, sean efectuadas a la parte
demandada por medio del siguiente correo electrónico XXXXXXX, según lo
autoriza el artículo 23 inciso 6º de la Ley Nº 19.968.
SEPTIMO OTROSÍ: Sírvase US. tener presente que por este acto vengo en
otorgar patrocinio y poder para actuar en esta causa al abogado habilitado para el
ejercicio profesional, don XXXXXXX, Cédula de identidad Nº XXXXXXX con
domicilio XXXXXXXX, Región Metropolitana.