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Keywords

American Memory; American Studies; American Prose Literature -19 th century- History and criticism;
Americanization; Candid Photography; City Planning; Crane, Stephen, 1871-1900. Maggie, a girl of the
streets. “An Experiment in Misery”; Cultural Studies; Documentary Photography; Muckraker
Journalism; Naturalism in Literature; New York City and Society; New York City Tenements;
Photographic Technology; Photojournalism; Printing Processes; Puritanism; Realism in Literature and
Photography; Regional/Local History; Riis, Jacob A. (Jacob August), 1849-1914; Slums; Social
Documentary Photography; Social Reformism; Urban Studies; Urbanization; Visual Communication. [ 35
]1

Introducción
‘América’, tal como se proyecta en su literatura, no es tanto una historia de lo que ocurrió como un sueño al que
hay que llegar. Es un punto de llegada infinitamente diferido por el acto de buscarlo. Nombrado por anticipado,
con viejos nombres, es a la vez una metonimia y un nombre equivocado, como la denominación equivocada de los
nativos por parte de Colón.

Joseph Riddel

1.1. Inmigración y pobreza urbana en el Nueva York


del cambio de siglo

T odos los americanos1, a excepción de los indios, son inmigrantes o descendientes de inmigrantes,

desde los hugotones franceses hasta los negros de Harlem. Con independencia de su lugar de
1 En adelante, el término americano será empleado para designar a los estadounidenses, por su valor conceptual, no
continental. América es la sinécdoque de Norteamérica. Enfatiza, en términos de lealtad política, la identificación liberal
de sus ciudadanos y alude, como afirma Michael Walzer, a la tolerancia que EE.UU. ha mostrado, por lo general, con el
pluralismo étnico en tanto que sociedad de inmigrantes: “Con ciertas precauciones, podríamos decir que apela a la
ciudadanía de hombres y mujeres más que a su origen o nacionalidad. Es un adjetivo político, y su política es
fundamentalmente liberal en el sentido estricto del término: generosa, tolerante, abierta, flexible —deja sitio a la super [ 36
] procedencia y de la época en que llegaron a América, todos pasaron por la experiencia del desarraigo
de su vieja patria y la asimilación a la nueva. Todos trajeron consigo su cultura, su fe y sus oficios, y
contribuyeron a la creación y crecimiento de un Nuevo Mundo. En el siglo XIX, ni siquiera la guerra
civil contuvo el flujo migratorio, si bien tras la victoria del Norte, las oleadas de recién llegados se
multiplicaron exponencialmente2. En 1870, año de la guerra franco-prusiana, en que Jacob August Riis
(en adelante, Jacob Riis), danés de origen, a cuya obra literaria y fotográfica dedicamos este ensayo,
desembarca en América, la población de Estados Unidos ya se caracterizaba por su heterogeneidad.
Veinte millones más de inmigrantes llegaron a los Estados Unidos durante las cinco décadas siguientes
sin que todavía hubiese una diferencia entre la proporción de nacidos en el extranjero y los nacidos ya en
el país3. Sin embargo, dado que el embrión de los Estados Unidos fueron las colonias creadas por los
puritanos británicos, el modelo inglés de los WASP (White Anglo-Saxon Protestant) se Walzer(2007). “¿Qué
significa ser americano?”, p. 142. En Josetxo B eriain y Maya Aguiluz (eds.), Las contradicciones culturales de la modernidad
(pp. 139-162), trad. de Antonio Elena. Barcelona: Anthropos. Como evoca el celebérrimo título de Tocqueville, La
democracia en América, América remitiría al experimento de la democracia que supone el verdadero contexto histórico y
social de obras como la de Jacob A. Riis, en la medida en que solo podrían haber tenido lugar en EE.UU. En esta línea ha
de enmarcarse la cita de Riddel que encabeza el epígrafe. Véase Joseph N. R idell. “Leer América / Lectores
Americavivencia, e incluso al desarrollo y al florecer de la multiplicidad”. Véase Michael nos”. En La Torre del Virrey.
Revista de estudios culturales, nº 2, invierno de 2006/2007, p. 3. Existe versión digital en
<http://www.latorredelvirrey.es/pdf/02/leer.america.pdf>. 2 Véase Allan Nevins y Henry Steele Commager(1996). Breve
historia de los Estados Unidos, trad. de Francisco González Aramburo, p. 293. México: Fondo de Cultura Económica. 3
Los censos en Estados Unidos se realizan cada diez años. Según el último, del 1 de abril de 2010, la población residente
en los Estados Unidos es de 308.745.538. En la actualidad, las cifras se actualizan a tiempo real a través del “reloj de
población” o popclock, disponible en la página web del Census Bureau: véase <http://www.census.gov/main/
www/popclock.html>. Como es lógico, las características de la inmigración en Estados Unidos han ido variando a lo largo
de su historia. Hoy la gran mayoría de inmigrantes que recibe es de origen hispano, aunque hay una constante histórica
que se repite: el número de inmigrantes de todas las nacionalidades sigue aumentando. De hecho, en lo que va de siglo
XXI, Estados Unidos ha recibido alrededor de 10.3 millones de nuevos inmigrantes. De ellos, más del 50% son ilegales.
En total, actualmente en los Estados Unidos viven 37.9 millones de inmigrantes (incluyendo legales e indocumentados).
Este número es el más alto en la historia del país. Datos extraídos del Census Bureau: <http://www.census.gov/>.[ 37 ]
convirtió en el mainstream*. La mentalidad de la Anglo-conformity* de los que ya se consideraban
nativos y su lengua (aunque no exista un idioma oficial), impuestas a la de los “nuevos” inmigrantes que
provenían de distintas regiones de Europa, hizo que la idea de crisol (melting-pot*), o amalgama de
culturas, no pareciera ser una opción viable.
Con todo, la renuncia total a la propia tradición inmigrante era imposible para una sociedad que, lo
quisieran o no los nativos, resultaba culturalmente pluralista. Se entiende, entonces, que se produjera una
mutua influencia entre los elementos cultural y político de la identidad compuesta de los inmigrantes
americanos4. Esta característica era percibida especialmente en aquellas ciudades, como Nueva York,
que, por su localización y tamaño, recibían una cantidad de inmigrantes superior. A finales del siglo XIX
Nueva York tenía la densidad de población más alta del mundo. La incapacidad de la ciudad para acoger
tal masa degeneró en el crecimiento de sus slums* o barrios bajos, áreas en las que la pobreza se
concentraba5.
* En adelante, el asterisco (*) remite al “Glosario” de las pp. 581-588, que incluye la traducción y definición de las
palabras citadas en otras lenguas (a excepción de los giros idiomáticos), así como de los tecnicismos más relevantes, los
cuales se presentan ordenados alfabéticamente. Esta indicación se empleará la primera vez que aparezca el vocablo en
cada capítulo nuevo; después la palabra se mantendrá en cursiva.
4 Era evidente que, por muy agradecidos que se sintieran los inmigrantes hacia el nuevo lugar, aún recordaban sus
orígenes. La lealtad política al republicanismo americano no implicaba renunciar a sus raíces, de ahí que se produjera una
doble identidad, los llamados hyphenated Americans*, literalmente americanos con guion (como los italo-americanos),
que demostraban más o menos arraigo con su pasado, y una mayor o menor voluntad de pluralismo. En el próximo
capítulo desarrollaremos este concepto a propósito del proceso de naturalización de Riis.
5 Los barrios bajos todavía hoy siguen aumentando y, debido al crecimiento estimado de la población urbana, se calcula
que continuarán haciéndolo. Según un estudio elaborado por el United Nations Human Settlements Programme (UN-
HABITAT), el actual billón que reside a nivel mundial en barrios bajos se duplicará para 2030. Véase The Millennium
Development Goals Report. Recuperado de <http://www.un.org/millenniumgoals/pdf/mdg2007.pdf>. En Estados Unidos
la pobreza todavía se ceba en la población inmigrante. Entre la población hispana, el 22.6% vive en la pobreza,
comparado con solo el 12.4% de la población total. Dicho nivel de pobreza varía según el país de origen. La tendencia de
las personas con recursos limitados a concentrarse en barriadas persiste hoy en día. Véase Alemayehu B ishaw(2011).
“Areas With Concentrated Poverty: 2006-2010”. En American Community Survey Briefs., U.S. Census Bureau.
Recuperado de <http://www.census.gov/prod/2011pubs/acsbr10-17.pdf>.[ 38 ]
“Entonces, pese a la existencia de núcleos de poder como Wall Street, Nueva York era una ciudad del
Tercer Mundo… El Nueva York de aquél entonces era una mezcla de cosmopolitismo y abandono. En el
Lower East Side por las noches se vivía al resplandor de los incendios que provocaban los dueños de los
edificios. Por supuesto, aquello no podía durar. La idea de un Nueva York pobre era insostenible.”6 En
efecto, el Lower East Side, nombre que recibía la zona más deprimida del sur de Manhattan, estaba
integrado por distintas barriadas (Little Italy, Chinatown, Jewtown) de inmigrantes de diversa
procedencia (irlandeses, italianos, chinos, judíos, bohemios…), cuyas características se reproducían en
otras ciudades americanas: miseria, deterioro, insalubridad y hacinamiento. La congestión facilitaba los
conflictos entre culturas, idiomas y modos de proceder de los no asimilados, quienes, debido a la
necesidad imperiosa de encontrar alojamiento y empleo, cedían, por un lado, a la especulación en
materia de vivienda y, por otro, a la explotación laboral de los sweatshops7.

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