Se concentraban en tabernas, albergues (las llamadas
flop houses*) o asilos policiales (police lodging rooms*) de zonas tristemente célebres, como el Bowery, y acababan siendo víctimas del alcohol, la prostitución y el crimen. Mayor importancia tenían las conse- cuencias de la pobreza en la población infantil de los suburbios: alta tasa de expósitos, elevado número de niños no escolarizados que trabajaban en turnos de más de doce horas diarias, y jóvenes callejeros — los Street Arabs*— que huían del hacinamiento de su hogar con el objeto de ganarse la vida como repartidores de periódicos o limpiabotas, muchos de los cuales finalmente subsistían delinquiendo y/o se convertían en matones11. De todo esto daba cuenta Riis en su libro Cómo vive la otra mitad, una obra de denuncia que enfrentaba a los americanos cara a cara con la pobreza, que consiguió importantes reformas sociales, y que todavía hoy sigue siendo uno de los manuales de referencia por antonomasia en la materia, según han destacado los historiadores Bonnie Yochelson y Daniel Czitrom: “Casi un siglo después, Riis ejerce una atracción persistente sobre la imaginación 11 Lashistorias de estos golfillos, conocidos como The Bowery Boys, East Side Kids, Dead End Kids o Little Tough Guys, han sido objeto de novelas, obras de teatro y películas americanas. Respecto a estas últimas, han nutrido considerablemente la industria del Hollywood clásico. Piénsese en las conocidas Calle sin salida (Dead End, William Wyler, 1937), Ángeles con caras sucias (Angels With Dirty Faces, Michael Curtiz, 1938), o en la posterior Los jóvenes salvajes (The Young Savages, John Frankenheimer, 1961).[ 41 ] americana. Los dos temas de sus escritos —la pobreza urbana y la americanización del inmigrante— son tan relevantes hoy como en su tiempo” 12. Cómo vive la otra mitad ocupa un lugar preferente en la lista de libros americanos que han dejado huella por el carácter crítico y constructivo de sus páginas y por el modo, inédito hasta la fecha, de presentar el discurso ante los lectores estadounidenses del siglo XIX, al combinar por vez primera en la historia del documentalismo el texto con la imagen fotográfica, gracias a la técnica, entonces recientemente aparecida, de los halftones* o semitonos. Sus imágenes son el único registro que se conserva de la fotografía de los barrios bajos neoyorquinos de finales de siglo XIX, lo que subraya el carácter pionero de su empresa.
1.2. Las dos mitades de la obra de Jacob Riis
La obra de Riis, por tanto, tiene una doble faceta, literaria y gráfica, que no debe apreciarse de manera separada, aunque, tal y como vamos a acometer en este ensayo, pueda estudiarse por separado. Con el horizonte hermenéutico de entender a Riis tan bien como se entendió él a sí mismo trataremos de abarcar sus distintas dimensiones con el fin de no aislar el estudio de una de sus facetas (la literaria o la fotográfica) sin tener en cuenta ambas en su contexto. No mutilar a Riis supone también señalar sus contradicciones y limitaciones. Si bien es cierto que la fotografía ocupa un lugar preferente en su obra (aunque no se considerara a sí mismo fotógrafo), el punto de partida del estudio de Riis siempre fue el texto, y su obra fundamental, Cómo vive la otra mitad es, ante todo, un texto americano. Determinar el género de la obra, a medio camino entre la ficción realista y naturalista, la incipiente literatura muckraker* de principios del siglo XX y diversas tradiciones literarias del siglo XIX —como el reporterismo policial, los escritos de caridad protestante, las guías populares sunshine and shadows* los cuentos de Horatio Alger 12 Véase Bonnie Yochelson y Daniel Czitrom (2007). Rediscovering Jacob Riis. Exposure Journalism and Photography in Turn-of-the-Century New York, p. 13. Nueva York: The New Press. [Traducción propia. En adelante, todas las traducciones no acreditadas en notas al pie son mías. Solo se ofrece la versión original de los textos en verso por respeto a sus características formales.][ 42 ] o las crónicas urbanas de Charles Dickens y Jack London—, entre otros, será uno de nuestros objetivos. Cómo vive la otra mitad es un texto engastado en la historia de la literatura norteamericana, por lo que relacionaremos su contenido, que es el de la mejora de las condiciones de vida en una gran ciudad, con el motivo de la fundación de la ciudad en diversos textos de la tradición literaria americana. Al respecto, en una antología de referencia para su estudio, The Norton Anthology of American Literature, figuran obras de los siguientes autores, entre otros, citados cronológicamente: Bartolomé de Las Casas, John Smith, William Bradford, John Winthrop, Benjamin Franklin, John Adams, Thomas Jefferson, Washington Irving, Ralph Waldo Emerson, Abraham Lincoln, Margaret Fuller, Frederick Douglas y Herman Melville. Según se aprecia, la autoridad que es preciso acreditar para formar parte de esa serie de escritores americanos tiene muy poco que ver con la cualidad estrictamente estética de su obra. La pluralidad de referencias convergen en lo que se ha dado en llamar American Memory, una rama de los Estudios Culturales Americanos (American Cultural Studies) que se extiende por todas las manifestaciones y expresiones artísticas, sociales e incluso religiosas, cuyo propósito es conservar la memoria histórica y cultural de la joven nación 13. Esa memoria no podría entenderse ni definirse sin el arte de escribir (Art of Writing*), que, en América, presenta unos márgenes más amplios de los que nos ha acostumbrado a observar habitualmente el estudio de la historia literaria, por cuanto existe un vínculo entre el arte de escribir y la memoria franqueado por la experiencia democrática, que “elevaría la escritura constitucional a fuente de revelación de todo lo que sería digno de conservar en la memoria o de transmitir en la incipiente tradición literaria. El arte de escribir en los Estados Unidos no tendría, por tanto, un valor estético en sí mismo, ni siquiera regulativo o preceptivo desde un punto de vista retórico, sino constitutivo y constitucional: cada uno de los textos de 13 La American Memory se ha convertido en un ambicioso proyecto de digitalización auspiciado por la Library of Congress, que va más allá de la conservación y divulgación de los documentos fundacionales. En <http://memory.loc.gov/ammem/index. html> se encuentran disponibles todo tipo de ítems históricos, culturales y artísticos que recogen la experiencia americana desde la fundación de las colonias puritanas en Nueva Inglaterra hasta los últimos movimientos a favor de los derechos sociales. Así, reúne libros y textos literarios, informes legales y políticos, mapas, grabados, pinturas, fotografías, películas, piezas musicales, anuncios publicitarios, cuestiones relacionadas con la conservación del medio ambiente, la expansión americana, la inmigración, la guerra y la religión, entre otros.