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El laberinto de la política venezolana a finales de 2022 (I)

El título así pensado corresponde a una realidad, no atinamos a una posible salida
aunque disponemos de una extraordinaria, importante y luminosa cantidad de
elementos cualitativos para salir de este laberinto que nada tiene que ver con el que
Gabriel García Má rquez, El Gabo describiera en novela histó rica, El General en su
laberinto, (Oveja Negra, 1989). Intentado llegar a la salida del suyo, geográ ficamente
ubicado en la costa colombiana desde donde partiría a su exilio europeo, Bolívar no
logro alcanzarlo y coronar aquella faena, segura y anímicamente muy triste para
Bolívar y la realizació n de sus sueñ os y concreció n final de ideales.
Así como Bolívar en aquel entonces, hoy, a mediados de noviembre de 2022, la puja y
procura del poder por parte de los diferentes actores políticos en el escenario
nacional, constituye un auténtico laberinto, particular y concretamente para la
oposició n “democrá tica”. Aquella situació n de depauperació n emocional de Bolívar,
bien calza consideraciones similares respecto nuestra realidad, como bien lo apuntala
Palencia –Roth (1991: 54-58)1, cuando señ ala que para El Libertador, aquel viaje
deviene en situació n donde “la desesperanza, la enfermedad y la muerte
inevitablemente superan el amor, la salud y la vida”. Esas palabras constituyen reflejo
de la anomía social que guardando distancias, hoy se apodera de nuestro país.
Cualquier método de aná lisis del objeto de estudio, en nuestro caso la realidad política
venezolana, ha de considerar en primer lugar el escenario, esto es, el contexto,
ubicando la mayor cantidad de informació n que sea posible disponer de fuentes
ciertas y comprobables. Luego, la puesta en escena que implica la producció n,
direcció n y reparto actoral con sus distintos roles, escenas y discurso. Toda la
francachela técnica implícita en la producció n y finalmente el pú blico. No haya
exhaustividad in extremis pero si y con toda seguridad, ciertos rasgos o niveles de
certidumbre pr parte de quienes apreciamos la obra y desde esta acera actuamos a
título de críticos, con el nivel de conocimiento que cada quien tienes de esas lides.
Venezuela es en la actualidad, una hipérbole del caos y ausencia de gobernabilidad y
coherencia en cuanto a la gerencia política de su realidad. Basta tomar como ejemplo
la informació n que desde ayer refiere la oficiosa presencia venezolana en Egipto con
ocasió n de la Vigésimo séptima Conferencia sobre Cambio Climá tico que allí tiene
lugar durante estos días (COP27), desde el pasado 6 y hasta el 18 de noviembre en
curso. Su objetivo principal, acordar acciones para evitar incrementos de temperatura
global superiores a 1,5° hasta fin de siglo.
Al respecto, dos cuestiones. La primera, el discurso de quien asume la representació n
del país, el ciudadano Nicolá s Maduro deja ver las costuras de un total y absoluto
desconocimiento, a la vez que el cinismo de sus posturas cuando afirma la necesidad
1
Wikipedia (2022) Palencia-Roth, Michael (1991). «Gabriel García Márquez: Labyrinths of Love and History». World Literature Today
(en inglés) (University of Oklahoma) 65 (1): 54–58. doi:10.2307/40146120. «In The General in His labyrinth despair, sickness, and death
inevitably win out over love, health, and life » [Documento en línea] Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_general_en_su_laberinto Consulta realizada el martes 08 de noviembre 2022
de crear un fondo internacional para el auxilio de las víctimas. Ello significa que su
visió n es la de que esto ha de continuar y por tanto el fondo ha de proveer recursos
para compensar a las víctimas de la irresponsabilidad actual del Estado Venezolano
bajo cuyas sombras de actuació n sean generado la multiplicidad de calamidades
derivadas del cambio climá tico y la afectació n irresponsable de territorios geográ ficos
en los que se permite el hacer de actividades y há bitat humano con fines de exclusiva
complacencia populista, tal es el caso de la explotació n del Arco Minero del Orinoco en
Guayana, y la profusa desforestació n que allí se viene sucediendo en la procura de
minerales preciosos o de alto valor estratégico. Má s aun cuando lo recientemente
acontecido en Las Tejerías y sus causas no está del todo claro.
Es decir, habla de defensa del medio ambiente cuando de su bolsillo pende la soga con
la que se ha venido ahorcando al medio ambiente en Guayana. La costura que asoma,
victimizarse y solicitar recursos a nivel mundial, en la asamblea está n presentes
ciento noventa países, cuando en la Venezuela de los ú ltimos veinticuatro añ os se ha
dilapidá ndola mayor cantidad de recursos financieros de nuestra historia sin
resultados facticos que en lo material o en lo intangible hagan visible algú n avance de
crecimiento y transformació n social, como no lo sea el haber constituido al país y su
gente, en la primera potencia migratoria del mundo, sin que haya guerras intestinas o
catá strofes naturales trascendentes. Ello como resultante de un fallido proceso
revolucionario.
Conclusió n, cinismo e incoherencia. Amén de la ilegitimidad de desempeñ o y
resultados fá cilmente demostrables desde la perspectiva de una auditoria política
objetiva e imparcialmente realizada.
Y por si fuera poco, la cuestió n de la representatividad en cuanto su ilegitimidad de
origen lo cual ha quedado claro con la expresió n de quien no es precisamente uno de
sus adlá teres, pero si expresió n política del régimen de aquel. Pues bien, este afirmo
que la presencia del ciudadano Maduro en la COP27, sin obviar su intercambio de
saludos por ejemplo con Macron, Presidente de Francia que no reconoce el régimen
imperante en Venezuela, por cuanto no hubo reunió n formal que sepamos, constituye
un reconocimiento tá cito en el rol que constitucionalmente usurpa en situació n de
facto.
Ese señ alamiento indica que no hay reconocimiento de ningú n tipo y que en lo
absoluto, las partes en disputa por el poder en Venezuela no cuentan con
reconocimiento democrá tico, lo cual es peor en el caso de la oposició n en cuyo seno la
puja es por el desplazamiento final del interinato y la hasta ahora legítima Asamblea
Nacional electa en 2015 a cuyo respecto sobran opiniones de lado y lado, esa es la mía,
que de eunuco intelectual no tengo pistas, como bien llega a pensar cierta
intelligentsia política que de tanto pensarse como dueñ os absolutos de la verdad dada
su condició n de profesionales de la política má s que políticos profesionales, y en ello
estriba una gran diferencia, han terminado con sus ideas ubicadas en contexto del
pensar de piedra como he decidido denominarlo.
Si ninguna de las partes goza de un reconocimiento sustantivo y amplio en términos
de expresió n de gobierno en Venezuela y, si las disputas internas no tiene otra
intenció n que la suplantació n de unos por otros para que nada cambie y continú e la
farsa lampedusiana del gatopardo arropado a las sombras del cohabitacionismo,
entonces hay un gran espacio, no ocupado ni por unos ni por otros. Un espacio político
social que representa el 80,00 % de la població n electoral efectivamente inscrita en el
Registro Electoral y que, habría de verse como se trabaja en cuanto de esa multitud, ya
que su expresió n corresponde al 21,00 % del mencionado registro. Al lado de los
jubilados y pensionados, un cantidad de opiniones electorales que ponen en jaque la
situació n actual, tanto del ala revolucionaria como la denominada plataforma que por
ahora y a la hora de escribir estas líneas, trabaja en la construcció n de la má s
estruendosa derrota política y electoral que haya experimentado en estos ú ltimos
veinticuatro añ os. Este es solo la punta del iceberg, lo que a simple vista estamos
observado.

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