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EL MÚSICO VIZCAÍNO ARTURO AGUSTÍN TRIGUEROS LÓPEZ

(1884 - 1939)

Nacido en Abanto y Zierbena, es bautizado el primero de sep-


tiembre de 1884 en la iglesia de los Santos Juliana y Antonio de
Padua del barrio de Gallarta, hijo de Magencio Trigueros, secretario
del Ayuntamiento de la localidad, y de Luisa López Barrena, quie-
nes habían contraído matrimonio en la iglesia de San Pedro Apóstol
de Las Carreras el 12 de marzo de 1877. Luisa falleció en Gayan-
gos (Burgos) el 9 de agosto de 1910.

En Abanto-Zierbena el matrimonio tuvo tres hijos: Emilio


(1878), Avelino (1880) y Arturo, y en 1886 la familia se traslada a
Bilbao. Ese mismo año, Magencio solicita del Ayuntamiento bilbaíno
autorización para abrir una tienda destinada a la venta de comesti-
bles y bebidas, en la calle San Francisco nº 1. No sabemos si sacó
adelante este proyecto, pero sí que trabajó como contratista de
obras, hasta que en 1892 fue nombrado secretario del Ayuntamien-
to de Barakaldo, a donde pasan a residir. En este tiempo la familia
aumentó con José Luis (Bilbao, 1887), y José Eloy y Magencio (Ba-
rakaldo, 1892, 1896, respectivamente).

Arturo estudió música en Bilbao, entre 1896 y 1901, con el


músico y compositor toledano Vicente Lozano Eugercios (1864-
1936), que se había establecido en la capital vizcaína a comienzos
de la década de 1890, y que fue profesor de piano y solfeo de la
Academia Vizcaína de Música; y continuó sus estudios en el Con-
servatorio de Madrid donde, siendo alumno de José Tragó, obtuvo,
en 1905, un primer premio en Armonía.

En 1902 la Diputación de Vizcaya convoca un concurso para


la obtención de una beca o pensión destinada a un pianista. Se pre-
sentaron tres aspirantes: Genaro Derteano, Arturo Trigueros y Je-
sús Araco. Las pruebas consistieron en interpretar una fuga de J. S.
Bach, y otra de Mendelssohn; un estudio de Chopin, y otro de libre
elección; dos obras de concierto, una de género clásico, y otra, mo-
derna y brillante. La prueba se completó con un ejercicio de lectura
musical. Las becas, consistentes en 2.000 pesetas, más otras 250
para gastos, fueron obtenidas por Derteano y Trigueros.
En 1904, su nombre aparece en el “Anuario Riera”, donde fi-
gura, junto con Pedro Alberdi, como uno de los profesores de músi-
ca de Barakaldo.

El jueves, 5 de noviembre de 1905, tuvo lugar en la sala de la


Sociedad Filarmónica de Bilbao una audición musical a cargo de los
músicos pensionados por la Diputación. En ella, Trigueros, interpre-
tó: Allegro de la Sonata nº 5, de Mozart; Nocturno el Sol Mayor, op.
69, de Rubinstein, y Serenata a la luna, de Raoul Pugno.

A lo largo de este segundo lustro de comienzos de siglo, con-


trajo matrimonio con Elena Roji Alzola, nacida en Barakaldo el pri-
mero de enero de 1883.

En 1911 viajó a Córdoba (Argentina) donde tras ofrecer un


concierto en casa del gobernador Félix T. Garzón, éste solicitó al
ministro Antonio del Viso nombrara a Arturo profesor del conserva-
torio que en breve se iba a inaugurar, y que hoy lleva el nombre del
gobernador que lo fundó. Formó parte de cuadro docente del Con-
servatorio Provincial de Música “Félix T. Garzón”, donde tuvo la cá-
tedra de Piano e impartió también Teoría y Solfeo, hasta su jubila-
ción en 1935. En 1929 se celebró en el templo de los Carmelitas
Descalzos de Córdoba la ceremonia por la festividad del Apóstol
Santiago, donde se cantó la Misa de Vicente Goicoechea dirigida
por el maestro Trigueros. En 1931 había fundado la Asociación de
Música de Cámara y también formó parte del Trío Córdoba. Falleció
en esta ciudad el 9 de marzo de 1939. Compuso una Misa para co-
ro y orquesta, obras religiosas y profanas para canto y piano (Sol de
la mañana), para piano solo (Danza vasca), y orquesta (Danza y
Vidala). El auditorio de la Ciudad de las Artes de Córdoba (Argenti-
na) lleva su nombre, así como una calle de la localidad.

Fernando Abaunza Martínez


Gernika-Lumo
2022

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