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XXXV No 2 2012
REVISTA
de MUSICOLOGÍA
Vol. XXXV No 2 2012 Madrid
ISSN: 0210-1459
de MUSICOLOGÍA
REVISTA
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI (1890-
1940) Y EL MODERNISMO MUSICAL
EN EL PAÍS VASCO
Resumen: Estudio de la recepción bilbaína de la obra del compositor Andrés Isasi Linares
(1890-1940) y su problemática relación con la vida musical, artística e intelectual de esta ciudad.
Se constata que el músico fue mucho más valorado y apreciado en su tierra de lo que habitualmente
se reconoce, y que su producción responde, con particularidades, a las características comunes del
Modernismo artístico de las primeras décadas de siglo. De especial interés y singularidad es la
posible huella de la obra de Béla Bartók en el estilo tardío de Isasi.
Palabras clave: Andrés Isasi, recepción, música vasca, Nacionalismo musical, Mo-
dernismo musical, Béla Bartók.
THE COMPOSER ANDRÉS ISASI (1890-1940) FROM BILBAO AND MUSICAL MOD-
ERNISM IN THE BASQUE COUNTRY
Abstract: A study of the reception of the work of Andrés Isasi Linares (1890-1940) in
Bilbao, as well as its controversial connection with the city’s musical, artistic and intellectual
life. There is evidence to suggest that the composer was much more highly regarded and
appreciated in his hometown than is usually acknowledged, and that his output largely
reflects mainstream musical modernism during the early decades of the twentieth century.
Of special interest is the possible influence of Béla Bartók’s output on Isasi’s late style.
2
Para un repaso de la trayectoria del compositor y una bibliografía sobre el mismo, vid.
Lerena, Mario. «Andrés Isasi Linares». Auñamendi Eusko Entziklopedia. Eusko Ikaskuntza, 2009,
http://www.euskomedia.org/aunamendi/70601 (última visita: sept-2010). Con posterioridad
a la redacción del presente artículo se ha publicado RODAMILÁNS, Ramón. Andrés Isasi y su
entorno. Bilbao, Mínima, noviembre-2010, que ahonda en la biografía del músico.
3
Zuazagoitia, Joaquín de. «Andrés Ysasi (con motivo de los homenajes en su memoria)».
El correo español-El pueblo vasco, 18-XII-1965, p. 7.
4
Cfr. Meyer, Leonard B. El estilo en la Música: teoría musical, historia e ideología. Madrid,
Ediciones Pirámide, 2000, pp. 278-280.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 199
filarmónicas9. Entre las décadas finales del siglo XIX y las primeras del
siglo XX, Bilbao vivió, en efecto, un desarrollo espectacular en todos los
órdenes, que alcanzaría su clímax con la neutralidad española en la I
Guerra Mundial. Gracias a este dinamismo pudieron proliferar iniciati-
vas culturales y artísticas de envergadura impensable pocos años atrás10.
En concreto, una serie de instituciones sentarían la base de la infraes-
tructura musical bilbaína de todo el siglo XX, y aun del XXI: la Banda
Municipal (1895), la Sociedad Filarmónica (1896), la Academia Vizcaína
de Música (1902) –posterior Conservatorio (1920)–, o la Orquesta Sinfó-
nica de Bilbao (1922). En la creación de todas ellas estuvo implicado un
estrecho círculo de melómanos de la buena sociedad bilbaína, e incluso
de la aristocracia. Entre ellos, los nombres de Lope Alaña, Juan Carlos
Gortázar y Javier Arisqueta fueron de especial relevancia para la historia
local11. Ellos fueron también los primeros protectores e impulsores de la
carrera musical del joven Jesús Guridi. A iniciativa de Gortázar se debió,
además, la creación de la mejor revista española de música en aquellos
años: la Revista Musical, editada en Bilbao entre 1909 y 191312.
Desde finales del siglo XIX, estos melómanos se reunían en un pequeño
salón privado llamado «El Cuartito», donde disfrutaban de sus propias
sesiones de música. Se trataba de una selecta escisión de una sociedad
lúdico-cultural integrada por jóvenes de la alta sociedad, conocida humo-
rísticamente como «Kurding Club»�13. Una generación finisecular de artistas
y dandis bohemios que provocaban cierto escándalo moral entre algunos
conciudadanos, y que exhibían evidentes gestos de decadentismo, en el
sentido cultural del término14. Este ambiente de sofisticación mundana
fue, en definitiva, el sustrato cultural del incuestionable florecer musical
bilbaíno de estos años (vid. Fig. 1).
9
Rodríguez Suso, Carmen. «El patronato Municipal de la Música en Bilbao durante el An-
tiguo Régimen». Bidebarrieta: anuario de humanidades y ciencias sociales de Bilbao, III (1998), p. 42.
10
Nagore Ferrer, María. «La realidad musical vasca en el período de entreguerras». Música
española entre dos guerras, 1914-1915. Javier Suárez-Pajares (ed.). Granada, Archivo Manuel de
Falla, pp. 133-163.
11
Rodríguez Suso, Carmen. Banda municipal de Bilbao: al servicio de la villa del Nervión. Bilbao,
Ayuntamiento de Bilbao, 2006, pp. 29-30.
12
Revista Musical. Bilbao: 1909-1913 (ed. facsímil), 6 vols. Ignacio Olábarri Gortázar (ed.).
Bilbao, Diputación de Bizkaia, 2003.
13
Arozamena, Jesús Mª. Jesús Guridi: Inventario de su vida y de su música. Madrid, Editora
Nacional, 1967, pp. 25-34; Nagore Ferrer, María. «Un lustro de música en Bilbao (1909-1913)».
Revista Musical.., vol. 6 (estudios e índices), pp. 37-41.
14
Así se nos muestran, al menos, en una conocida serie de pinturas satíricas y simbolistas
que decoraron, sucesivamente, las sedes del «Kurding», del «Cuartito» y de la Sociedad Filarmó-
nica, donde se conservan, cfr. Viar, Javier. Bilbao en el arte, vol. 2. Bilbao, BBK, 2000, pp. 71-76.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 201
15
Cfr. Arana Martija, José Antonio. «La edición musical en Bilbao». Bidebarrieta: anuario
de humanidades y ciencias sociales de Bilbao, III (1998), pp. 195-220. En Bilbao, por ejemplo, tuvo
su origen la Casa Dotesio, embrión de la futura Unión Musical Española.
16
Cfr. Bacigalupe, Carlos. Bilbao: teatro y teatros. Bilbao, Ediciones Laga, 2000.
17
Sota, Alejandro de la. Zuloaga y el Bilbao del sombrero de hongo. Bilbao, Editorial Vasca,
1953, pp. 12-13.
18
Una imagen ya sugerida por el poeta Damián Roda en su obituario al músico, vid. Roda,
Damián. «Homenaje a Andrés Isasi: el silencio sonoro». El correo español-El pueblo vasco, 28-IV-
1940, p. 6.
202 MARIO LERENA
por Amadeo I19. Un título que heredaría el músico pero que, al parecer,
rehusaba ostentar. Tras su boda en 1916, el joven matrimonio Isasi se
instaló en una elegante villa sobre el mar Cantábrico que el abuelo había
construido en Algorta, en la cercana anteiglesia de Getxo. Sus terrenos
estaban próximos al barrio de Neguri, feudo exclusivo de la alta sociedad
bilbaína desde comienzos de siglo, y pronto quedaron absorbidos por el
área residencial de la oligarquía vizcaína. Sin embargo, en el momento
de su construcción esta villa se encontraba en un lugar solitario, rodeado
de naturaleza20. En este paraje singular y privilegiado viviría Isasi nieto
el resto de su vida, muy ajeno a la bulliciosa vida social de Bilbao.
Una anécdota refleja el aislamiento del músico con respecto al mun-
do que le rodeaba. En 1925 la Orquesta Sinfónica de Bilbao estrenó su
poema sinfónico Mendigos al sol. Este título podría hacer pensar, si no en
una inquietud social, al menos sí en un cierto interés pintoresquista por
reflejar o rendir homenaje a un aspecto de la realidad más humilde. El
programa literario que se ofreció al público del estreno era el siguiente:
«Junto a la tapia enjalbegada, reverberante de sol, la pordiosería goza de
sus lacras y sus harapos. La luz hiriente punza las pupilas y lo destaca
todo en un plano único y cegador»21.
Con su sonora prosa modernista, es evidente que estas líneas busca-
ban más un puro esteticismo que una auténtica empatía con el objeto
de su descripción. Pero la temática «popular» quedaría diluida defini-
tivamente en el estreno madrileño de este poema, ese mismo año. En
esta ocasión, el compositor presentó su obra como Vendimión y Madre
Ceniza22. El nuevo título hacía referencia a un monumental poema de
Eduardo Marquina, Vendimión (1909), dedicado a un extraño genio mítico
y multiforme23. Con ello, Isasi pasó de idealizar una escena cotidiana a
19
Cfr. «Andrés Isasi Zulueta». Auñamendi Eusko Entziklopedia. Eusko Ikaskuntza, http://
www.euskomedia.org/aunamendi/70620 (última visita: sept.-2010).
20
Así aparece en un cuadro de Juan de Barroeta, Vista de El Abra de Bilbao desde Algorta (1886).
Bilbao, Museo de Bellas Artes, http://www.museobilbao.com/catalogo-online/vista-de-el-abra-
de-bilbao-desde-algorta-12403.
21
«De música: el concierto de ayer». El pueblo vasco, 30-IV-1925, p. 1.
22
[Olascoaga Amann, Ignacio]. [«Inventario de obras de Isasi»] (inédito). Fondo Isasi,
Biblioteca de la Escuela Municipal de Música de Getxo, R-0723. Agradezco al tenor Javier de
Solaún la confirmación de este dato, y a Mariela Arrúe las facilidades y ayuda prestadas a la
hora de consultar el Fondo Isasi.
23
En concreto, se alude a un pasaje en el que Vendimión adopta la forma de un mendigo
leproso, protagoniza una crudelísima historia de amor con la bella Grana y frecuenta la amistad
de una anciana ermitaña, Madre Ceniza (Marquina, Eduardo. Vendimión. Obras completas, vol.
6. Madrid, Aguilar, 1944, pp. 538-565).
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 203
primera vez en Budapest en 193133, pasando por alto que fue estrenada en
Madrid en 1918, e interpretada en Bilbao al año siguiente. Este equívoco
afecta considerablemente a la valoración crítica de esta obra: lo que en
la Hungría de 1931 no hubiera pasado de ser una rareza meritoria pero
extemporánea34, en la España de 1918 suponía, ni más ni menos, una de las
cumbres de toda la cultura de la Restauración, y la más lograda expresión
sinfónica producida hasta la fecha en este país, como reconoció la crítica
del momento35. Del mismo modo, en la presentación del «Cuarteto Isasi»
(Donostia, 2009), la prensa destacó que el Cuarteto en Sol del compositor
fue estrenado en Estocolmo hacia 191436, pasando por alto que también
se escuchó en Bilbao en 1916 y que una primera versión del mismo ya se
había dado a conocer en la Sociedad Filarmónica de esta villa en 191137.
Queda patente, por tanto, la necesidad de revisar y actualizar la infor-
mación disponible sobre la vida y la obra de Isasi. En el presente trabajo
presentamos las conclusiones de un estudio de la recepción y repercusión
de sus composiciones en la prensa bilbaína de su tiempo. Con ello, repa-
saremos los hitos más destacados de su carrera profesional en esta villa,
en un recorrido que consideramos exhaustivo y muy representativo, pero
no definitivo. Como se verá, una visión de conjunto arroja una impresión
muy diferente a la comentada hasta aquí: en realidad, el análisis de las
fuentes históricas refleja una presencia de Isasi en la vida musical bilbaína
mucho más importante de lo que se suele reconocer.
Sobre las fuentes estudiadas, cabe mencionar los siguientes rasgos
genéricos:
1. La presencia de Isasi en los medios locales es bastante más destaca-
da y relevante que lo que cabría esperar de una persona supuestamente
«marginada».
2. Se constata que la crítica musical bilbaína adolecía, en general, de
un cierto amateurismo. A pesar de ello, casi todas las críticas consultadas
transmiten una información válida y honesta sobre los acontecimientos
33
Isasi, Andrés. Symphony No. 2- Suite No. 2. Naxos, 8.557584 (CD), 2004.
34
Desconocemos, de todos modos, si la 2ª Sinfonía llegó a escucharse en Budapest o no.
Agradezco a la profesora Miriam Gómez-Morán sus gestiones para corroborar la recepción de
Isasi en Hungría.
35
Nelken, Margarita. «Cartas de Madrid: Andrés Isasi y su Segunda Sinfonía». Hermes:
revista del País Vasco, 16 (1918), pp. 14-18 (vid. Apéndice X).
36
Millán, Itxaso. «El cuarteto Novalis ensalza las creaciones de Isasi». Deia, 27-VIII-2009;
Moyano, A. «El Cuarteto Novalis rinde homenaje a Andrés Isasi antes de adoptar su nombre».
Diario vasco, 27-VIII-2009.
37
Agradezco al profesor Karsten Dobers que me haya corroborado la veracidad del estreno en
Estocolmo de este Cuarteto, facilitándome una copia del programa de mano, fechado el 23-III-1914.
206 MARIO LERENA
Tras este decidido salto a la escena musical bilbaína, y una vez comple-
tados sus estudios de bachillerato, Isasi se trasladó a Berlín, a finales de
50
Citado libremente en Arozamena, J. M. Jesús Guridi..., p. 35.
51
Un equívoco que inauguró la Revista Musical al suponerle 15 años en 1909. Incluso la
Enciclopedia Espasa le suponía nacido en 1891, aún en vida del propio músico («Isasi y Lina-
res, Andrés». Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. Barcelona, Espasa, 1926, vol. 28).
52
Calle Iturrino, E. «Andrés Isasi, poeta...».
53
Ibid., p. 46. También la escritora María Martínez Sierra conocía y admiraba a Grieg en
esta época (hacia 1906), vid. Martínez Sierra, María. Gregorio y yo: medio siglo de colaboración.
Valencia, Pre-textos, 2000, pp. 322-324.
54
Ibid., p. 20.
210 MARIO LERENA
55
Nagore Ferrer, María. «Isasi Linares, Andrés»...
56
Max. «Sociedad de Cuartetos». El Nervión, 4-V-1911, p. 1.
57
«El concierto de anoche». La gaceta del Norte, 4-V-1911, p. 2.
58
Fondo Isasi. Biblioteca de la EMMG, AI/P/40.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 211
52 (1913), p. 126; Berrizale. «Triunfo del compositor bilbaíno Andrés Isasi». Euskalerriaren alde,
III, 56 (1913), p. 250.
65
Berrizale. «Músicos vascos...».
66
Berrizale. «El compositor bilbaíno Isasi». Euskalerriaren alde: revista de cultura vasca, III,
60 (1913), p. 380.
67
Mur, P. La Asociación de Artistas Vascos..., pp. 13, 182-183.
68
Ibid., p. 25.
69
Ibid., p. 43.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 213
[…] para Isasi […] la música es un arte universal, no local, como quieren algu-
nos […]. Así, Zuloaga –me dice Isasi– es siempre espiritualmente vasco; aunque
trate los más diversos y cosmopolitas asuntos, el espíritu de la raza se perpetúa
en ellos, siendo lo que distingue su personalidad, su sello nacional71.
70
Ibid., p. 37.
71
Villar, R. Músicos españoles..., p. 342 (vid. nota 26).
72
Cfr. Mur, P. La Asociación de Artistas Vascos..., p. 23-30.
73
«En la Filarmónica: exposición de Arte moderno». El Nervión, 17-IX-1913, p. 1.
74
Citado en Mur, P. La Asociación de Artistas Vascos..., p. 204.
214 MARIO LERENA
que la interpretación no había sido muy afortunada, «sin duda por falta
de preparación, o tal vez por exceso de modestia de sus intérpretes»75.
Sin embargo, el estreno de estas piezas quedó eclipsado por el revuelo
que causaron los comentarios mordaces de Unamuno, Roda, Mendive y,
sobre todo, Ramón Basterra. Todos ellos arremetieron contra la sociedad
bilbaína por dar la espalda a la cultura y al arte, cargando tintas contra el
materialismo y falta de espíritu de la burguesía local. Bilbao, en palabras
de Basterra, era una «ciénaga de plata»�76. Las reacciones de la prensa
no se hicieron esperar, oscilando entre la indignación hostil de El pueblo
vasco77 y el diario Euzkadi78 y las más contenidas e indulgentes protestas
de La gaceta y El liberal. Todos ellos consideraban injustas, al menos en
parte, las críticas vertidas en dicha fiesta: «Los verdaderos artistas de
Bilbao saben que no les ha faltado nunca ni la protección oficial, ni el
aplauso de los inteligentes, ni el estímulo de la Prensa»�79. Quedaba claro,
no obstante, que los «Artistas Vascos» contaban con la simpatía de mu-
chos80 (vid. Apéndice V). En cierto modo, más que un gesto de rebeldía
e iconoclastia profundas, su actitud parecía un ejercicio, casi rutinario,
de épater la bourgeoisie.
Tras este accidentado evento, no tenemos constancia de más colabo-
raciones de Isasi con la Asociación de Artistas Vascos. Sin embargo, su
ingreso y permanencia en dicha sociedad suponía, por un lado, una rei-
vindicación del músico-compositor como artista de elite, con aspiración
al más alto reconocimiento intelectual. Por otro lado, queda de relieve
la afinidad y relación de Isasi con una generación de jóvenes artistas e
intelectuales que ejercían una indudable influencia en la vida pública de
la Villa.
81
«De arte musical: poema sinfónico». Revista Euzkadi, 25 (1914), p. 84.
82
Z. «Artistas vascos: Andrés de Isasi»..., pp. 149-151.
83
Berrizale. «Triunfo del compositor bilbaíno Andrés Isasi». Euskalerriaren alde, IV, 78
(1914), pp. 190-191.
84
Z. «Artistas vascos: Andrés de Isasi»..., p. 151; T. «De música vasca: el Orfeón Euskeria.
Su historia. Sus campañas. La ópera “Urlo”». Revista Euzkadi, 26 (1914), p. 161.
85
Z. «Artistas vascos: Andrés de Isasi»..., p. 151.
86
«Las Golondrinas y la música vasca». Revista Euzkadi, 26 (1914), p. 175.
87
Cfr. Morel Botrora, Natalie. Ópera vasca (1884-1937). Bilbao, Mínima, 2006, pp. 234-237.
216 MARIO LERENA
Lo que no tenía por qué suscitar grandes recelos era el wagnerismo del
músico, teniendo en cuenta el fervor germanófilo del nacionalismo vasco
en esos años, y del Orfeón Euskeria en particular. El mismo año de 1914,
esta formación interpretó la Oda a la alegría de Beethoven y la Consagración
del Grial del Parsifal de Wagner, ambas traducidas al euskera por Azkue97. E
igualmente wagnerianas eran la técnica y el estilo de la partitura de Urlo.
En cualquier caso, Isasi perdió una gran oportunidad de obtener re-
conocimiento y honores en el País Vasco, por más que lograr verdadera
popularidad y éxito duradero en el género de la ópera vasca resultaba
casi imposible. Lo cierto es que la experiencia debió de provocar una
honda amargura y desengaño en el músico. De hecho, preguntado una
década más tarde sobre la posibilidad de escribir música para el teatro,
respondería lacónico y tajante: «ni mentarlo»98.
97
Vid. Revista Euzkadi, 26 (1914), pp. 166-167; «Crónica de Arte vasco», Op. cit.
98
O., A. de. «Andrés Isasi y su obra musical». El pueblo vasco, 29-IV-1925, p. 6.
99
Nagore Ferrer, M. «Un lustro de música...», pp. 58-64.
100
«De música: en el Teatro de los Campos Elíseos». La gaceta del Norte, 12-III-1915, p. 2; Max.
«La Asociación Musical de Bilbao: primer concierto». El Nervión, 12-III-1915, p. 2.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 219
El año 1917 marcó un hito en la carrera de Isasi, puesto que por primera
vez se presentó en Madrid una composición suya. El 2 de marzo, Amor
dormido fue interpretado por la joven pero influyente Orquesta Filarmónica,
bajo la batuta de Bartolomé Pérez Casas. La obra obtuvo un éxito rotun-
do y resonante, y tuvo que ser bisada, ante la ovación del público. En el
País Vasco, las revistas Euskalerriaren alde122 y, sobre todo, Euskal-Erria se
hicieron amplio eco de ello. Para el redactor de esta última, el triunfo de
Isasi debía tomarse como un «triunfo de la tierra vasca» (vid. Apéndice
IX). Por su parte, La gaceta celebraba también el éxito del «insigne músico
vasco»123. Entrevistado por este diario, Isasi hacía profesión de vasquidad,
119
«Sociedad “Orfeón Euskeria”». La gaceta del Norte, 3-IV-1916, p. 2; «En la Filarmónica».
El Pueblo Vasco, 3-IV-1916, p. 3.
120
«Orfeón Euskeria: tercer concierto popular». El Nervión, 1-IV-1916, p. 2.
121
«Concierto popular en la Filarmónica». Loc. cit.; «Los conciertos populares del Orfeón
Euskeria: el de anoche». El Nervión, 8-XI-1915, p. 2.
122
Berrizale. «Estreno del poema Amor dormido de Isasi». Euskalerriaren alde, VII, 150 (1917), pp. 160.
123
«Andrés Isasi en Madrid: estreno de “Amor dormido”». La gaceta del Norte, 3-III-1917,
p.1; «El triunfo de Isasi». La gaceta del Norte, 4-III-1917, p. 3.
222 MARIO LERENA
La Segunda Sinfonía
124
«Un gran artista vasco: diez minutos con Andrés Isasi». La gaceta del Norte, 5-III-1917, p.
1. Vid. Nagore Ferrer, M. «Isasi Linares, Andrés»...
125
S[arria], J[esús] de. «Música: la Coral de Bilbao-los orfeones Donostiarra y Pamplonés».
Hermes: revista del País Vasco, 7 (1917), p. 485.
126
«En el Coliseo Albia: primer concierto de la Coral». El liberal, 31-V-1917, p. 3; Zuri. «En
Albia: los festivales de la Coral». El Nervión, 31-V-1917, p.1; «Notas de mi cartera: los conciertos
de la Coral». El Nervión, 31-V-1917, p. 2.
127
«Los conciertos de Albia: el segundo de la Filarmónica». El liberal, 1-VI-1917, p. 1; El
caballero gris. «Los festivales de la coral: El concierto de anoche». El pueblo vasco, 1-VI-1917, p.
2; Zuri. «En Albia: la obra de Guridi». El Nervión, 1-VI-1917, p. 2. Tanto los críticos de El liberal
como los de El Nervión consideraron la obra excesivamente técnica y falta de inspiración.
128
El caballero gris. «Los festivales de la Coral: un concierto memorable». El pueblo vasco,
31-V-1917, p. 1.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 223
pública y estable de la formación, tras los primeros tanteos del año an-
terior. Hay que destacar que Isasi era el único autor vasco presente en
esta breve temporada. Además, la Orquesta había interpretado el mismo
Scherzo unos días antes en un concierto benéfico139. Aun así, su presencia
resultaba anecdótica comparada con la de Guridi y el P. Donostia en
los conciertos extraordinarios que la misma Sinfónica había ofrecido en
Gernika unos meses antes, con motivo del III Congreso de la Sociedad
de Estudios Vascos140. Es evidente que para entonces, y en contra de lo
que ocurría en la década anterior, Guridi y Donostia se beneficiaban de
un marchamo de vasquidad que no era reconocido en la obra de Isasi.
Por fin, tras un paréntesis de más de un año, la figura del compositor
volvió a estar de actualidad en 1925, aunque de modo puntual y pasajero.
En febrero, Stefaniai estrenó sus tres Baladas para piano, en un recital ofre-
cido en el Teatro Arriaga141. Un mes más tarde, la Orquesta Sinfónica de
Bilbao estrenaba el poema Mendigos al sol142. En ambos casos, se constata
un apoyo decidido a Isasi por parte de la prensa y de la crítica. El pueblo
vasco, incluso, trató de promocionar el concierto de la Sinfónica publi-
cando una amplia entrevista al autor143. Sin embargo, las mismas fuentes
traslucen que el interés del público no fue paralelo al entusiasmo de la
crítica. No parece que pueda hablarse tampoco de fracasos notorios: las
nuevas obras fueron aplaudidas cordialmente, pero la asistencia a ambos
conciertos fue decepcionante. De hecho, en ambos casos el compositor se
negó a saludar al auditorio, un gesto que la prensa achacó a su modestia
pero que, evidente, también podía interpretarse como un desprecio a los
oyentes.
A partir de este momento, la presencia de Isasi en las programaciones
bilbaínas se convierte en algo anecdótico, y casi irrelevante. En el reducto
de la Filarmónica, los bilbaínos Juan José Vitoria y Clara Bernal interpreta-
ron piezas suyas en 1933 y 1938144. También cantaron sus obras religiosas
la Schola Cantorum Santa Cecilia de Bilbao (el 3 de marzo de 1935; con éxito
la Filarmónica». El Nervión, 7-V-1923, p. 3.
139
Ochenta años de música urbana: la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Carmen Rodríguez Suso
(ed.). Bilbao, BBK, 2003, vol. 2, p. 381.
140
Ibid.
141
Tristán. «Stefaniai, en Arriaga: las Baladas de Isasi». El liberal, 27-II-1925; «Emeric Este-
faniai en Arriaga». El Nervión, 27-II-1925, p. 2.
142
«De música: el concierto de ayer». El pueblo vasco, 30-IV-1925, p. 1; «El concierto de la
Sinfónica en la Filarmónica». El Nervión, 30-IV-1925, p. 2.
143
O., A. de. «Andrés Isasi y su obra musical». El pueblo vasco, 29-IV-1925, p. 6.
144
Rodamiláns, Ramón. La Sociedad Filarmónica de Bilbao: historia de un centenario. Bilbao,
BBK, 1999, vol. 2, p. 91.
226 MARIO LERENA
154
Algo que resulta perfectamente palpable en la correspondencia privada entre Guridi y
Usandizaga, vid. Arozamena, J. M. Jesús Guridi..., pp. 130-141.
155
«[...] más como variante de lo exótico que como signo de progreso», en opinión de López
de Luzuriaga, vid. López de Luzuriaga, J. I. «José María Usandizaga...», p. 86.
156
Arozamena, J. M. Jesús Guridi..., p. 80.
157
O., A. de. «Andrés Isasi y su obra musical». El pueblo vasco, 29-IV-1925, p. 6.
158
Botstein, Leo. «Modernism». Grove Music Online. Deane Root (ed.). http://www.oxford-
musiconline.com (última visita: 27-VIII-2010).
159
Dahlhaus, Carl. Nineteenth-Century Music. Berkeley, University of California, 1989, p.
334. Cit. en Albright, Daniel. Modernism and Music: An Anthology of Sources. Chicago, University
of Chicago, 2004, pp. 5-10.
EL COMPOSITOR BILBAÍNO ANDRÉS ISASI 229
APÉNDICE I:
APÉNDICE II:
-«En la Filarmónica: el primer concierto Isasi». La gaceta del Norte, 3-XII-1908, p.1.
Todo el Bilbao inteligente se congregó ayer en el salón de la Filarmónica.
Había verdadera expectación por oír el primer concierto de este maestro en
miniatura.
El joven Isasi […] venció en toda línea desde que puso la mano en el teclado
hasta que escuchó la ovación final, en que el público puso todo el fuego de su
entusiasmo. Indudable, indiscutiblemente este muchacho está llamado a dar días
de gloria al Arte y a nuestro pueblo, privilegiado rincón donde con tan sincero
amor se rinde culto a la música.
Su concierto de ayer, especialmente su soberbio, su colosal cuarteto en mi
menor, puede suscribirlo un inspirado compositor encanecido en el arte de hacer
bellas obras musicales.
Isasi logró convencer y hacer suyo al público que, ocupando todas las locali-
dades y agolpado en puertas y pasillos, seguía con religioso silencio y emoción
intensa el desarrollo del encantador programa. […]
A las mil felicitaciones que el prodigioso autor recibió ayer, unimos la nuestra
muy sincera y entusiasta.
232 MARIO LERENA
APÉNDICE III:
-«En la Filarmónica: los conciertos Isasi». La gaceta del Norte, 5-XII-1908, p.1.
Con un lleno colosal, rebosante, espléndido, dio ayer su segundo concierto
Isasi, inspirado compositor y excelente ejecutante.
El primer concierto fue un triunfo; el de ayer confirmó plenamente ese triunfo,
proclamándole con la unánime declaración de cuantos oyeron las composiciones,
todas producto del genio artístico del joven compositor.
Pocas veces se ha visto la Filarmónica tan llena, tan abarrotada de gente como
anoche. Todas las localidades ocupadas, y muchos aficionados tuvieron que oír el
concierto desde el pasillo de la galería alta. […]
Isasi fue ovacionado con todo entusiasmo y aclamado á la finalización de las
tres partes del programa. […]
Isasi comienza su carrera bajo los mejores auspicios. Lleva camino derecho
hacia los altos puestos que están reservados á los grandes maestros.
Isasi trabajará mucho, y cuando perfeccione y complete sus estudios, podrá
decir que ha llegado á las cumbres del triunfo, ya que inspiración le sobra.
Ayer fue felicitadísimo por todos los maestros y aficionados de Bilbao.
APÉNDICE IV:
APÉNDICE V:
público, sino que la avivó más para aglomerarse ayer en el salón de la Filarmó-
nica. Lo más selecto de la sociedad bilbaína acudió a la sesión de clausura de la
Exposición de Artistas Vascos. […]
Andrés Isasi, el joven y admirable pianista, dio a conocer tres composiciones
suyas, bellas piezas musicales inspiradas en los lieds de Heine y que componen
una modalidad nueva en la música, por lo íntimamente enlazadas que van a la
poesía lírica. Cantó el tenor Berástegui con buena voz y buena escuela las tres
canciones, que son tituladas Ali-Bay, Primavera y Envenenadas están mis cancio-
nes, y el autor las ejecutó al piano. Tanto uno como otro fueron muy apreciados
por el público, por el brío, la juvenil vehemencia y el fino matiz artístico con que
adornaron la fiesta. Isasi tiene fibra de artista, aunque acaso le falta aún cierta
seguridad de compositor, y está llamado a ser un músico de renombre. […]
Es de desear que se celebren con frecuencia fiestas tan gratas y tan cultas
como la de ayer tarde.
APÉNDICE VI:
APÉNDICE VII:
Ayer, nuestro compatriota hizo una demostración técnica. Y ahora hace falta
que sobre la técnica nos dé el espíritu vivificador.
Por lo demás, su «Amor dormido» es más que apreciable. […] Reciba nuestra
enhorabuena cordial y nuestro deseo de que contribuya al sano renacimiento
[vasco].
APÉNDICE VIII:
APÉNDICE IX:
-Clave de Fa. «Un artista vasco: Andrés Isasi». Euskal-Erria: revista bascongada,
76 (1917), pp. 180-182.
Los laureles del triunfo han venido nuevamente a orlar en Madrid la frente de
un músico vasco, de un gran poeta que lleva al pentágrama todos los ensueños
y juveniles fantasías de un alma de exquisita sensibilidad. […]
Nuestros maestros se imponen. Ayer era Usandizaga: Hoy es Isasi. Alegré-
monos de su triunfo, que es triunfo de la tierra vasca, y cerremos las presentes
notas con la más efusiva felicitación dedicada al afortunado compositor bilbaíno.
APÉNDICE X:
amplio y más profundo que los hasta ahora gloriosos. Si así fuese, el nombre de
Andrés Isasi será un día uno de los más prestigiosos del arte de su patria.
APÉNDICE XI:
APÉNDICE XII:
APÉNDICE XIII:
APÉNDICE XIV:
APÉNDICE XV:
ILUSTRACIONES:
Fig. 1. Auloda, cerámica de Daniel Zuloaga (Teatro de los Campos Elíseos, Bilbao, 1902). Orien-
talismo y fantasía Art Nouveau se dan la mano en el que llegaría a ser “templo” por excelencia
de la ópera vasca. Un detalle anecdótico que refleja bien de qué coordenadas estéticas partía la
burguesía bilbaína que patrocinó el renacimiento cultural y musical de aquellos años.
Fig. 2: Odalisca, óleo de Francisco Iturrino (colección particular, Getxo, c.1912). El mismo motivo
exotista de la odalisca se evoca, de forma explícita, en el poema Zharufa (1911-13), de Isasi, y en
las dos últimas composiciones escénicas de Usandizaga: Las golondrinas (1914) y La llama (1915).
Vol. XXXV No 2 2012
REVISTA
de MUSICOLOGÍA
Vol. XXXV No 2 2012 Madrid
ISSN: 0210-1459
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