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Energía Eólica I
Asignatura
Energía Eólica I
1. INTRODUCCIÓN A LA ENERGÍA EÓLICA.............................................................. 03
1.1. LA ENERGÍA EÓLICA........................................................................................ 03
1.2. HISTORIA DE LA ENERGÍA EÓLICA................................................................... 05
1.3. APLICACIONES DE LA ENERGÍA EÓLICA.......................................................... 13
1.3.1. PRODUCCIÓN DE ELECTRICIDAD EN GRANDES PARQUES EÓLICOS......... 13
1.3.2. PRODUCCIÓN DE ELECTRICIDAD EN INSTALACIONES AISLADAS............. 15
1.3.3. BOMBEO DE AGUA................................................................................. 16
1.3.4. CENTRALES HÍBRIDAS DE BOMBEO, HIDROELÉCTRICO-EÓLICAS.............. 17
1.3.5. OTRAS FORMAS DE ALMACENAMIENTO DE LA ENERGÍA EÓLICA........... 19
1.3.6. DESALACIÓN MEDIANTE AEROGENERADORES MARINOS........................ 22
1.3.7. ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA EN BATERÍAS DE VEHÍCULOS
ELÉCTRICOS....................................................................................................... 24
1.3.8. OTRAS APLICACIONES............................................................................. 25
1.4. RESUMEN........................................................................................................ 25
2. RECURSO EÓLICO................................................................................................. 27
2.1. CIRCULACIÓN GENERAL DE LA ATMÓSFERA................................................... 27
2.2. COMPORTAMIENTO LOCAL DEL VIENTO......................................................... 29
2.2.1. BRISAS DE MONTAÑA Y BRISAS MARINAS............................................... 29
2.2.2. VARIACIÓN DEL VIENTO CON LA ALTURA................................................ 30
2.2.3. VARIACIONES TEMPORALES DEL VIENTO................................................. 32
2.3. CLASIFICACIÓN DEL VIENTO........................................................................... 33
2.4. EL RECURSO EÓLICO EN NUESTRO PLANETA................................................... 34
2.5. EL VIENTO EN ESPAÑA.................................................................................... 36
2.6. MEDIDA DEL RECURSO EÓLICO...................................................................... 38
2.7. PREDICCIÓN DEL VIENTO................................................................................ 44
2.8. RESUMEN........................................................................................................ 53
3. FUNDAMENTOS DE AEROGENERADORES.......................................................... 54
3.1. CLASIFICACIÓN DE AEROGENERADORES........................................................ 54
3.1.1. AEROGENERADORES DE EJE HORIZONTAL............................................... 54
3.1.2. AEROGENERADORES DE EJE VERTICAL.................................................... 55
3.2. ESTRUCTURA DE UN AEROGENERADOR......................................................... 60
3.2.1. CIMENTACIÓN DE UN AEROGENERADOR................................................ 61
3.2.2 TORRE...................................................................................................... 62
3.2.3. GÓNDOLA............................................................................................... 64
3.2.4. ROTOR..................................................................................................... 65
3.2.5. EL GENERADOR....................................................................................... 69
3.3. ENERGÍA CAPTADA POR UN AEROGENERADOR. COEFICIENTE DE POTENCIA.. 75
3.3.1. POTENCIA REAL CAPTADA POR UN AEROGENERADOR........................... 78
3.4. VARIACIÓN DEL COEFICIENTE DE POTENCIA CON LA VELOCIDAD. EL LÍMITE
DE BETZ................................................................................................................. 80
3.4.1. VELOCIDAD ESPECÍFICA Y COEFICIENTE DE POTENCIA............................ 80
3.5. RENDIMIENTO DE CONVERSIÓN DE UNA TURBINA EÓLICA............................. 81
3.6. LA CURVA DE POTENCIA DE UN AEROGENERADOR........................................ 82
3.7. EL FACTOR DE CARGA.................................................................................... 86
3.8. RESUMEN........................................................................................................ 88
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
La energía eólica pertenece al grupo de las llamadas energías renovables. Estas son
un conjunto de tecnologías de producción de energía que aprovechan recursos natu-
rales inagotables. Por ejemplo, la energía solar –en sus diferentes formatos (solar fotovol-
taica, térmica o termoeléctrica)–, la de la biomasa, la de las olas y las mareas, la hidroeléc-
trica... Todas ellas aprovechan recursos como la luz solar, restos vegetales y orgánicos,
cultivos como cereales u oleaginosas, la energía mecánica del mar o de cursos de agua...
Las energías renovables fueron la base de la actividad del hombre en épocas remotas.
Así, la leña para quemar o los saltos de agua en los molinos son antiquísimas formas de
aprovechamiento energético. Con la llegada del carbón y el petróleo, en las sucesivas
revoluciones industriales, muchas de estas tecnologías dejaron de recibir el interés que
siempre tuvieron, al menos en los países industrializados. Sin embargo, el actual contexto
energético y medioambiental, con el trasfondo del posible agotamiento de los combusti-
bles fósiles y del cambio climático, ha hecho que el mundo desarrollado vuelva su mirada
a las renovables.
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No cabe duda de que estas tecnologías tienen numerosas ventajas, entre ellas:
La eólica es una fuente de energía disponible en prácticamente cualquier lugar del mun-
do, con suficiente intensidad como para ser una fuente de suministro masivo. Además, la
tecnología eólica puede desarrollarse en cualquier lugar, puesto que no presenta dificul-
tades técnicas extremas que la hagan inaccesible.
Por otro lado, la tecnología de pequeños y medianos aerogeneradores que abarcan des-
de 400 Wp hasta 2.500 Wp son una opción cada vez más desarrollada para generar electri-
cidad en núcleos o aplicaciones aisladas. Se emplean de manera única o en combinación
con paneles fotovoltaicos. Con estos equipos se logra electrificación en zonas de imposi-
ble acceso con la línea convencional, utilizando recursos locales.
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Fuente: http://centros5.pntic.mec.es
Sin embargo, no fue hasta el siglo VII antes de Cristo cuando aparecieron los primeros
molinos de viento. Fue en Asia Menor y en China, donde estos ingenios mecánicos eran
utilizados para bombear agua y así poder regar grandes extensiones de terreno, aumen-
tando el rendimiento de la agricultura. Se trataba de rudimentarias máquinas hechas de
madera y tela, con el eje de giro en posición vertical, que sobrevivieron durante largo
tiempo a pesar de su reducida eficiencia.
En el siglo XIII de nuestra era aparecieron los primeros molinos de eje horizontal en Eu-
ropa, que también se utilizaron para bombeo. Existen documentos alemanes de la época
que constatan su existencia. También fueron utilizados en Holanda, en el siglo XV, y el
propio Leonardo da Vinci da fe de su utilización en algunos grabados de sus manuscritos
de aquella época. Posteriormente, su utilización para producir harina a partir de cereales,
base de la alimentación de numerosas culturas desde siempre, hizo que se generalizaran.
En España, los molinos de viento tuvieron una gran aceptación a partir del siglo XVI.
En particular, la utilización de la energía del viento para moler grano tuvo gran acepta-
ción en zonas como la llanura manchega y también en el Mediterráneo, Andalucía, el País
Vasco, Galicia y Castilla. En La Mancha, todavía hoy, la visión de los molinos evoca la
imagen del caballero hidalgo Don Quijote, proporcionando una bella estampa alrededor
de la cual ha aparecido una actividad turística de primer orden.
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Figura 2. Molino de viento en la llanura manchega. Hoy, cuando ya no cumplen la función para la
que fueron concebidos, son una importante atracción turística. Fuente: www.madridejos.net
La extensión de la energía eólica a gran escala no tuvo lugar hasta el siglo XIX en Es-
tados Unidos, donde se fabricaron más de seis millones de molinos para bombeo de agua.
Estos se utilizaron masivamente para el suministro de agua procedente de pozos durante
la colonización del lejano Oeste americano.
Las primeras turbinas eólicas o aerogeneradores son los modernos molinos de viento
utilizados para producir corriente eléctrica. Las primeras turbinas eólicas parecieron a
finales del siglo XIX en Dinamarca. El profesor Poul Lacour desarrolló en aquel país un
molino capaz de generar 25 kW de potencia, con un diámetro de 25 m. Así, las bases para
la energía eólica, tal cual se conoce en la actualidad, quedaban sentadas.
Figura 3. Molino de bombeo, utilizado masivamente en EUA durante la colonización del lejano Oeste. Los
molinos de bombeo son los dispositivos eólicos fabricados en mayor número a lo largo de la historia.
Fuente: www.arrakis.nl/reports/pr-98-02-1-def(sp).pdf
A lo largo de las primeras décadas del siglo XX la teoría aerodinámica sufre un impor-
tante desarrollo. Los diferentes estudios se centran en profundizar en el conocimiento de
las fuerzas que aparecen en las palas de las turbinas eólicas. Estas teorías son desarrolla-
das fundamentalmente por investigadores en el campo de la aeronáutica procedentes de
Rusia, Alemania y Francia.
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Figura 4. Aerogeneradores europeos del siglo XIX, antecesores de la moderna tecnología eólica.
Fuente: http://www.poullacour.dk
Entre los logros más relevantes de esta época destaca el trabajo del alemán Betz, quien
demostró que el rendimiento de un aerogenerador aumenta con la velocidad de rotación
y que existe un valor límite para dicho rendimiento –el denominado límite de Betz–, por
debajo del 60%.
Fuente: J. Bornay.
Los años que siguen hasta el fin de la II Guerra Mundial no fueron especialmente pro-
picios para la energía eólica. En esta época, el éxito del petróleo como fuente emergente
se impuso a las particularidades de la eólica, que presentaba la desventaja de depender
de la aleatoriedad del recurso eólico (sin viento no hay electricidad) y a la dificultad de
almacenamiento de esta energía.
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Fuente: www.nrel.gov
Varias décadas después, con la primera crisis del petróleo de 1973 (provocada por el
embargo de los países productores tras la guerra árabe-israelí del Yom Kippur), la energía
eólica recibe un nuevo impulso ante la necesidad de desarrollar nuevas fuentes de ener-
gía que permitieran reducir las importaciones de crudo, disminuyendo la dependencia
energética de los productores de la OPEP (Asociación de Países Productores de Petróleo,
el cártel que con su embargo desató la crisis económica mundial en aquel entonces). Fru-
to del esfuerzo investigador realizado en esta época, surge una nueva generación de aero-
generadores comerciales, más grandes, más eficientes y que permiten un abaratamiento
significativo de la energía eléctrica.
Este periodo de altos precios del petróleo se extiende hasta mediados de los años ochenta.
Fue precisamente en esa época cuando arranca la nueva industria eólica en España.
Así, la primera turbina eólica con tecnología moderna que se instaló en nuestro país
fue un prototipo situado en Tarifa (1981). Tenía una potencia de 100 kW.
Figura 7. Prototipo de aerogenerador instalado en Tarifa en 1981. Primer aerogenerador instalado en España.
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Desde entonces, y tras muchos años de intenso desarrollo, tanto en los aspectos tecno-
lógicos como de mercado, y de la mano de legislaciones específicas para impulsar las
energías renovables como herramienta para paliar el cambio climático y para garantizar
la creciente demanda de energía, la energía eólica sigue su imparable penetración en
los mercados de todo el mundo. En la actualidad, la eólica es la más desarrollada de las
energías renovables y constituye una fuente de generación eléctrica de primer nivel en
muchos países del mundo. Y es que mucho ha cambiado la civilización desde los prime-
ros usos del viento.
• Sway ST10. Esta turbina eólica marina, diseñada por los ingenieros de la compañía
noruega Sway, es el segundo aerogenerador más grande del mundo. Dispone de
una potencia de 10 MW, un diámetro de rotor de 164 m, una velocidad nominal de
2 rpm y una longitud de palas de 67 m. La turbina fue desarrollada entre 2005 y
2012 con una inversión total de 20 millones de euros, siendo compatible tanto para
instalaciones fijas como flotantes.
• Areva 8 MW. Presentada por primera vez en noviembre de 2013 por los ingenieros
de la compañía francesa Areva, su nueva turbina eólica de 8 MW se posiciona
como la tercera más grande del mundo por capacidad nominal. Las tres palas de la
turbina cuentan con un diámetro de rotor de 180 m y una caja de cambios híbrida
de velocidad media, capaces de producir hasta 8 MW de potencia con una veloci-
dad de viento media de 12 m/s..
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Este tipo de aerogeneradores sin palas prometen producir electricidad a través del fenó-
meno de aparición de vórtices llamado Vortex Shedding. Actualmente, por su potencia,
están diseñados para el uso residencial.
Hace ya más de una década que los parques eólicos encontraron un nuevo hábitat en el
mar, en las instalaciones offshore. Allí, la disponibilidad de viento es significativamente
mayor que en tierra, con la ventaja adicional de que el recurso eólico suele ser más cons-
tante, con menos variaciones estacionales. Además, en los países más avanzados, la eólica
terrestre empieza a notar cierta saturación en cuanto a la disponibilidad de los mejores
asentamientos mientras que el inmenso potencial marino está casi sin explotar.
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Por ello las instalaciones offshore son una clara apuesta para la producción eólica a gran
escala ya que además de no tener obstáculos para la captación del viento tampoco hay
obstáculos para incrementar el tamaño de los aerogeneradores, siendo éstos de mayor
tamaño que los terrestres.
Ejemplo:
La turbina que muestra la figura, con un rotor de 128 m de diámetro y una altura total de
154 m, generaría la energía necesaria para abastecer a 7.500 hogares al año.
Figura 9. Turbina.
Fuente: Gamesa.
La pala de este aerogenerador G128–5.0 MW, cuyo rotor mide 128 m, se fabricó en la pe-
nínsula y fue trasladada hasta Canarias en barco. Es de las más largas fabricadas en Es-
paña y una de las más grandes del mundo: 62,5 m y 15 toneladas de peso. El transporte
de las palas hasta el puerto de Bilbao ha supuesto un ambicioso reto técnico solo posible
mediante el traslado nocturno por carretera desde la fábrica hasta el puerto, situado a 200
km de distancia.
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Figura 10. Primer aerogenerador marino instalado en España, G128-5.0 MW en el muelle de Arinaga.
Fuente: Gamesa.
En el año 2021 el mayor aerogenerador construido se trata del Haliade-x de General Elec-
tric con 259 m de altura destinado a instalaciones tipo offshore.
Dato importante
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Fuente: www.energiasrenovables.com
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De hecho, cualquier artilugio mecánico que genere movimiento puede en última instan-
cia usarse para, utilizando los elementos auxiliares adecuados, producir electricidad. Este
principio es el utilizado también en las centrales hidroeléctricas, donde es la fuerza de un
salto de agua la que produce el movimiento del generador, y también en las centrales tér-
micas convencionales e incluso en las nucleares. En el caso de las dos últimas tecnologías,
el movimiento proviene del vapor a presión generado a partir del combustible (ya sea de
origen fósil o uranio), que constituye la fuente de calor para todo el proceso.
Como ocurre con otras fuentes renovables, la eólica tiene la particularidad de que la elec-
tricidad se produce de manera intermitente, solo en los momentos en que el viento sopla
con suficiente fuerza. Puesto que el consumo se puede producir en cualquier momento,
y dado que la energía eléctrica no se puede almacenar en grandes cantidades de manera
eficiente, la energía eólica necesita de otras fuentes que garanticen el suministro en au-
sencia de viento.
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Fuente: J. Bornay.
Otra de las aplicaciones de la energía eólica que tiene bastante aceptación es la de la ali-
mentación de sistemas aislados. Se utiliza para suministrar electricidad en viviendas no
conectadas a las redes eléctricas, lo cual puede ser una solución recomendable en el caso
de que estén situadas en zonas alejadas de los centros de población. También es posible
utilizar aerogeneradores aislados para alimentar granjas, sistemas de telecomunicación
(por ejemplo, repetidores de radio y televisión o instalaciones de telefonía), estaciones
meteorológicas u otras instalaciones alejadas de la red.
Los sistemas eólicos aislados son instalaciones pequeñas, en las que el aerogenerador tie-
ne una potencia inferior a los 100 kW. De hecho, en la gran mayoría de los casos se trata de
sistemas de menos de 10 kW, suficiente para alimentar una gran variedad de aplicaciones.
Para garantizar el suministro de energía en todo momento (24 horas al día, 365 días al
año), incluso en situaciones de poco viento, es necesario utilizar sistemas de almacena-
miento de electricidad. El más habitual en estas instalaciones es el de acumulación en ba-
terías, que pueden almacenar energía eléctrica para garantizar el suministro durante días.
En estos sistemas es bastante habitual incluir un panel solar para complementar la pro-
ducción de electricidad, lo cual confiere mayor estabilidad a la instalación. Esto es posible
porque las baterías pueden ser recargadas en días soleados, incluso aunque no haya vien-
to, y viceversa.
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Los sistemas aislados pueden ser rentables en muchas ocasiones, dado que el coste de
extender las líneas de distribución en zonas muy alejadas puede llegar a ser muy elevado.
Por ello, estas soluciones no son solo una alternativa, sino que también pueden conllevar
un ahorro de costes.
En estas instalaciones no son necesarias grandes potencias, puesto que las necesidades
básicas en comunidades aisladas de países subdesarrollados pueden ser cubiertas con
muy pocos medios: instalaciones básicas de iluminación, pequeños refrigeradores, bom-
beo de agua en pozos y, a lo sumo, algún equipo de televisión o radio.
Fuente: J. Bornay.
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En el caso de las bombas eléctricas, la turbina eólica se utiliza para alimentar a esta, como
en las aplicaciones de suministro de electricidad convencionales. Esta configuración tie-
ne la ventaja de que el molino se puede situar en el mejor emplazamiento posible desde el
punto de vista de la disponibilidad de viento, que no tiene que coincidir necesariamente
con la ubicación del pozo, donde se encuentra la bomba. De esta manera, el funciona-
miento del conjunto es más eficiente.
Una de las características más destacables del bombeo eólico es que no necesitan de me-
dios auxiliares de almacenamiento de energía, puesto que el agua se almacena en los mo-
mentos en que hay viento, pudiéndose utilizar en cualquier momento en que se necesite.
Este sistema es especialmente indicado para la generación eólica, puesto que garantiza
el suministro de energía en todo momento, independientemente de la aleatoriedad del
viento. Además, todo el proceso está libre de emisiones contaminantes, tanto en la parte
hidroeléctrica como en la eólica.
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Figura 15. Central hidroeléctrica de bombeo, compuesta de dos embalses situados a diferente altura. El em-
balse inferior se utiliza para bombear agua en las horas valle, a partir del exceso de producción eólica.
Fuente: www.unesa.es
El proyecto hidroeólico integra un parque eólico, un grupo de bombeo y una central hi-
droeléctrica. El parque eólico es capaz de suministrar energía eléctrica directamente a
la red y, simultáneamente, alimentar a un grupo de bombeo que embalsa agua en un
depósito elevado, como sistema de almacenamiento energético. La central hidroeléctrica
aprovecha la energía potencial almacenada, garantizando el suministro eléctrico y la es-
tabilidad de la red.
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Sin embargo, desde hace algunos años se están desarrollando proyectos para mejorar
la eficiencia global del parque aprovechando las paradas o desconexiones a las que se
tienen que someter algunos aerogeneradores cuando, a pesar de contar en ese momen-
to con viento favorable, la red no puede absorber la producción. Este fenómeno ocurre
con relativa frecuencia puesto que la energía eléctrica no puede almacenarse y, si no es
consumida en alguna parte de la red, no puede seguir inyectándose en ella. No obstante
si, en ese momento de desconexión de la red, se aprovechara el potencial generador de
electricidad para generar algún medio de acumulación que pudiera verterse a red en otros
momentos de mayor demanda o mejores precios, la eficiencia global del parque mejoraría
sustancialmente.
En este sentido, la obtención de hidrógeno por electrolisis es una propuesta muy ren-
table que ya se está aplicando en algunos parques eólicos.
Ejemplos
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Se producen 160 m3 de hidrógeno por electrolisis de agua en tan solo tres horas y se
inyectan al sistema de distribución de gas natural de la localidad para ser aprovechado
posteriormente en generación de calor para calefacción o agua caliente sanitaria.
Los volantes de inercia (o flywheels) son mecanismos giratorios en los que el principal
componente es un cilindro de gran masa que puede girar a velocidades altísimas (supe-
riores a 20.000 revoluciones por minuto, RPM). El volante es movido por un motor eléc-
trico, que lo hace rotar accionado por la electricidad suministrada por un aerogenerador.
Figura 17. Sistema de almacenamiento de energía eléctrica en volantes de inercia desarrollado Beacon Power.
Fuente: www.beaconpower.com
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Otras dos soluciones innovadoras son las del almacenamiento de energía eólica en for-
ma de frío, en refrigeradores, y la compresión de aire en grutas.
En el primer caso, la idea consiste en sincronizar la producción de frío a gran escala (en
cámaras frigoríficas de industrias o en frigoríficos en hogares) con los momentos de baja
demanda energética, en las horas valle (durante las noches). De esta manera, el exceso de
producción eólica iría en última instancia a parar a la alimentación de todos estos equi-
pos. Durante el día, cuando la demanda de electricidad aumenta, se desconectarían los
refrigeradores, disminuyendo el consumo.
Se estima que, de esta manera, se podrían ahorrar cantidades ingentes de electricidad. Por
ejemplo, reduciendo la temperatura de todos los grandes refrigeradores en países indus-
trializados en solo 1º C durante la noche y permitiendo que la temperatura suba también
un grado apagando las cámaras durante el día. El efecto de la red eléctrica haría que todas
las cámaras frigoríficas funcionaran como grandes baterías.
Ejemplo
Un proyecto basado en esta idea, que es una adaptación de métodos ya utilizados para
almacenar gas natural, ha sido propuesto por una compañía norteamericana denominada
ISEP (Iowa Stored Energy Park). ISEP propone almacenar el exceso de producción eólica
de los Estados de Iowa, Minnesota y Dakota en acuíferos, que alojarían el aire comprimi-
do. Dicho aire, inyectado a gran presión a través de un tubo a una profundidad de 1.000
m, desplazaría parte del agua del acuífero. La compañía norteamericana estima que la
capacidad de los acuíferos considerados en el proyecto podría disponer de hasta 270 MW
en potencia suplementaria almacenada.
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Fuente: www.isepa.com
Ejemplo
Este sistema es específico para los parques eólicos offshore y se basa en el exceso de
energía producida en tanques instalados en el suelo marino. El objetivo es transformar
energía eléctrica en aire comprimido y viceversa según las necesidades energéticas de
cada momento.
Fuente: MTORRES.
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En efecto, la energía mecánica del viento capturada por las hélices del aerogenerador pue-
de aplicarse directamente para bombear agua del mar a alta presión contra una membra-
na de ósmosis inversa, que retiene las sales del agua marina en una de sus caras, dejando
pasar el agua dulce hacia la otra. Al evitar la transformación en electricidad, el rendimien-
to de todo el proceso es más elevado, dado que la conversión del movimiento de rotación
del aerogenerador a movimiento del agua bombeada es mucho más alta, lo que se traduce
en que la rentabilidad de la planta es mayor.
Además, la desalación eólica tiene la ventaja de que permite aprovechar mejor el recurso
energético esencialmente aleatorio, como el viento. El doble funcionamiento de las pla-
taformas permite desalar agua cuando menos necesaria es la energía eléctrica en la red y
producir electricidad en las puntas de demanda, en las horas centrales del día.
Ejemplo.
El proyecto más emblemático sobre desalación eólica es el ideado por la compañía espa-
ñola MTORRES. Dicho proyecto contemplaba la utilización de grandes aerogenerado-
res, con diámetro de rotor de 40 m y altura de torre de 60 m, en plataformas de 40 m de
diámetro. Los aerogeneradores, que han sido diseñados especialmente para soportar los
temporales de mar abierto, tendrían una potencia de 2,5 MW y, con el viento disponible
en el mar, podrían funcionar unas 2.500 h/año.
2 hm3/año, con los que sería posible abastecer a una población de unos 30.000 habitantes
durante un año.
Según MTORRES, el coste del agua desalada en sus plataformas puede ser entre un 30 y
un 40 % menor que el de los sistemas más avanzados de ósmosis inversa.
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Fuente: MTORRES.
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1.4. Resumen
El aprovechamiento de la energía cinética de masas de aire en movimiento, de la fuerza
del viento, es casi tan antiguo como la propia civilización. Así, la energía eólica se ha
aprovechado desde hace milenios, para impulsar barcos en la navegación, para bombear
agua o moler grano. En su aplicación más desarrollada actualmente, de la producción de
energía eléctrica en instalaciones conectadas a la red, la eólica se ha convertido en una
fuente de suministro masivo en muchos países del mundo.
En España, los molinos de viento se han utilizado durante siglos para moler grano y pro-
ducir harina, en particular en amplias zonas de las dos Castillas, el Mediterráneo, Anda-
lucía, etc. La energía eólica, como tecnología renovable que es, utiliza un recurso natural
inagotable, el viento. Además, es una tecnología limpia, que no genera gases contaminan-
tes, ni residuos peligrosos.
Dato importante
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Algunas de las principales aplicaciones de la energía eólica son las grandes centrales
conectadas a la red (los parques eólicos), los pequeños sistemas aislados de suministro
eléctrico, el bombeo de agua para el abastecimiento en zonas aisladas o para la agricultu-
ra y la desalación eólica.
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2. Recurso eólico
“Cuando se ponen en contacto dos cuerpos que tienen distintas
temperaturas, se produce una transferencia de calor desde el cuer-
po de mayor temperatura al de menor temperatura.”
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Celda de Hadley. Es la zona que va entre el ecuador y los 30º de latitud en cada hemis-
ferio. En dicha zona, el comportamiento es el descrito anteriormente en el modelo más
sencillo de circulación. El viento dominante proviene del noreste (a estos vientos se les
denomina “alisios del noreste”) y es consecuencia del movimiento en altura del aire ca-
liente que va del ecuador hacia los polos. Estas masas de aire se enfrían al tomar altura
y acaban por descender en latitudes más elevadas. Por ello, vuelven en superficie hacia
el ecuador (esta es la corriente principal percibida en la celda), absorbidas por las bajas
presiones provocadas por el aire caliente ascendente.
La componente este del viento en la Celda de Hadley está provocada por la influencia de
la rotación terrestre, en particular de la fuerza de Coriolis, que desvía el viento hacia su
derecha (en el sentido del avance del viento) en el hemisferio norte y hacia su izquierda
en el hemisferio sur. La influencia de este efecto es mucho mayor en latitudes elevadas.
Celda polar. Cerca de los polos, el comportamiento también responde al esperado según
el modelo sencillo: el aire frío (más pesado) se desplaza en superficie hacia el ecuador,
sustituyendo a las masas de aire caliente que avanzan en altura hacia los polos. La rota-
ción de la Tierra le confiere una componente este en ambos hemisferios, como en la Celda
de Hadley.
Esta celda se extiende desde los polos hasta los 60º de latitud en ambos hemisferios y en
ella los vientos dominantes se denominan “vientos polares del este”.
Celda de Ferrel. Ocupa las latitudes entre los 30º y los 60º en cada hemisferio. En esta
zona, los vientos dominantes provienen del suroeste en el hemisferio norte y del noroeste
en el sur (son los llamados “ponientes”). Están causados por el movimiento del aire en
superficie hacia la zona de bajas presiones dejada por el aire que asciende hacia los polos
desde los 60º de latitud. La componente oeste se debe a la acción de la fuerza de Coriolis,
que desvía al viento hacia su derecha.
Además de las tres zonas citadas, existen otras dos áreas atmosféricas, que están caracte-
rizadas por el escaso viento. Se trata de la Zona de Convergencia Intertropical, cerca del
ecuador y de la zona cercana a la latitud 30º, en ambos hemisferios. En la primera tienen
lugar las denominadas “Calmas Ecuatoriales”, mientras que en la segunda se producen
las “Calmas de Ross”.
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En el primer caso, se trata del movimiento de masas de aire que aparecen en las cercanías
de grandes montañas (figura siguiente). Son consecuencia del calentamiento desigual de
las laderas en función de la altura. Las brisas de montaña fluyen desde las cumbres hacia
los valles durante las noches y desde las partes bajas hacia las altas durante el día. Por las
noches, el aire de lo alto de la montaña se enfría antes, por la menor inercia térmica de las
cumbres con respecto a la parte baja. El aire fresco baja por la ladera hacia los valles, dan-
do lugar a la brisa nocturna. Por el contrario, durante el día, es el aire cálido de los valles
el que asciende por la ladera hacia lo alto de la montaña, empujado por el viento fresco
que cae hacia la zona de los valles.
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Con respecto a las brisas marinas, el fenómeno se debe al calentamiento diferencial que
se produce en el mar y en la tierra, debido al comportamiento térmico diferente de ambos
medios.
Durante el día, la brisa sopla desde el mar hacia la orilla, debido al mayor calentamiento
del medio terrestre con respecto al agua de mar (hay que recordar que el calor específico
del agua es muy elevado, lo que significa que una masa del líquido tiene mucha inercia
térmica, es decir, responde muy lentamente ante variaciones de temperatura ambiente).
Por ello, el aire cálido de la orilla asciende y es sustituido por el aire fresco procedente
del mar.
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La variación del viento con la altura se puede calcular de manera aproximada me-
diante diversos métodos analíticos. En este sentido, es habitual utilizar una aproxi-
mación exponencial para estimar el aumento de la velocidad con la altura, de acuerdo
con la fórmula: Vy = Vo (Y / Yo)α.
Así, en terrenos poco accidentados, α adquiere valores alrededor de 0,1, lo que en térmi-
nos de la velocidad del viento significa que la variación con la altura es muy reducida. En
zonas muy escarpadas, o con muchos obstáculos (por ejemplo, en ciudades), α puede al-
canzar valores cercanos a 0,4 (es decir, la velocidad del viento varía mucho con la altura).
La variación del viento con la altura tiene una gran influencia en el funcionamiento de un
sistema eólico, dado que la producción de energía es mayor a mayor altura. Por ello, desde
un punto de vista meramente energético, los aerogeneradores han ser de tan grandes
como sea posible. Sin embargo, los aerogeneradores grandes son más caros y también lo
es la propia instalación y el transporte. Por lo tanto, el coste final de toda la instalación
también será mayor. En consecuencia, en el diseño de una instalación eólica es funda-
mental optimizar el sistema, encontrando el mejor compromiso entre elevada producción
y bajos coste.
31
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Con respecto a las variaciones a largo plazo, cabe destacar las debidas a la estaciona-
lidad. Y es que el recurso eólico disponible oscila a lo largo del año, con la sucesión de
las estaciones. En general, los periodos de tiempo estable, como el verano, son menos
propicios para la generación eólica. Por el contrario, los meses de invierno suelen ser más
ventosos. Esto se puede ver para el caso de España en la figura siguiente, que muestra la
generación eólica del país en los diferentes meses de 2008-2013.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Para cada grado es habitual añadir una descripción de los efectos que el viento podría te-
ner tanto en tierra como en el mar. En la tabla se ha incluido el efecto típico en tierra. Así,
por ejemplo, un viento grado 5 se podría reconocer observando los árboles pequeños, ya
que para esta velocidad estos empiezan a moverse; mientras un viento fuerza 10 se puede
reconocer porque puede llegar a arrancar árboles y a causar daños en edificios.
11 Tempestad 28,5 32,6 103 117 55 63 Daños graves a los edificios y destrozos
12 Huracán 32,7 36,9 118 133 64 72 Daños muy graves
13 37 41,4 133 149 72 80 Daños muy graves
14 41,5 46,1 149 166 81 90 Daños muy graves
15 46,2 50,9 166 183 90 99 Daños gravísimos
16 51 56 184 202 99 109 Daños gravísimos
17 Ciclón 56,1 61,2 202 220 109 119 Daños gravísimos
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Existe otra escala que se utiliza con mayor frecuencia que la Beaufort en el campo de la
energía eólica. Dicha escala clasifica los vientos en siete clases, en orden creciente en
cuanto a su velocidad. En la tabla se han incluido las velocidades mínima y máxima, en
m/s, a tres alturas diferentes, 10 m, 50 m y 80 m. La variación de la altura que se ha supues-
to en esta clasificación es exponencial, según la ley presentada anteriormente, y con un
coeficiente de rugosidad de un séptimo (α= 1/7).
v (m/s)
Clase 10 m 50 m 80 m
1 0 4,4 0 5,6 0 5,9
2 4,4 5,1 5,6 6,4 5,9 6,9
3 5,1 5,6 6,4 7,0 6,9 7,5
4 5,6 6 7,0 7,5 7,5 8,1
5 6 6,4 7,5 8,0 8,1 8,6
6 6,4 7 8,0 8,8 8,6 9,4
7 >7 >8,8 >9,4
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Por lo que respecta a Europa, figura en la lista de lugares con mayor potencial eólico. En
particular, el norte del continente, con Escandinavia y Reino Unido a la cabeza, siendo las
costas del Mar del Norte un lugar privilegiado.
Otras zonas con gran potencial son el extremo sur de Suramérica y la isla de Tasmania,
en Australia.
Recientemente se ha creado el Global wind Atlas al que se puede acceder desde el si-
guiente enlace gracias a la colaboración de la Universidad Técnica de Dinamarca y el
Banco Mundial:
https://globalwindatlas.info/
La utilidad principal de este Atlas Mundial del Viento es la evaluación preliminar del
recurso antes de la instalación de las estaciones de medición meteorológica en el sitio.
También sirve como una herramienta útil para que los gobiernos comprendan mejor su
potencial de recursos eólicos a nivel provincial y local.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
La latitud de nuestro país (entre 36 y 43º norte, con la parte central de la península ibérica
a unos 40º) hace que se encuentre en la zona de la Celda de Ferrel, donde predominan
los vientos del oeste. Sin embargo, la complejidad orográfica de la península modifica
sustancialmente el esquema general de la circulación, como es de esperar en un país tan
montañoso (España es el segundo país más montañoso de Europa, superado por Suiza).
Con respecto al efecto esquina, se trata de la concentración del viento en franjas de terre-
no que forman salientes en el mar, en áreas literalmente asomadas a grandes masas de
agua. Por ejemplo, se observa en pequeñas penínsulas y en cabos.
36
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
En la Península Ibérica, algunas de las zonas con mayor potencial eólico vienen definidas
precisamente por estas características orográficas. Así, los encauzamientos existentes en
el Valle del Ebro y en el Estrecho de Gibraltar y el efecto esquina que se produce en el no-
roeste de España, en Galicia, y en el sur de Portugal, en el cabo de San Vicente, configuran
las áreas preferenciales para el aprovechamiento eólico.
Una zona singular del país, debido a su alejada situación geográfica con respecto a la pe-
nínsula es la de las Islas Canarias. Este archipiélago está ubicado entre los 26º y los 29º de
latitud norte; por lo tanto, se encuadra en la zona de vientos alisios del nordeste. Debido a
esta situación y a causa de su particular orografía, se puede decir que el potencial eólico
de las Islas Canarias es alto, de los mayores de toda España.
Para terminar, mencionar que la presencia del viento en las zonas privilegiadas, como el
Valle del Ebro, La Mancha, el Estrecho o el Cantábrico, ha influenciado de manera signifi-
cativa a las diferentes culturas presentes en estas áreas, hasta el punto que existen deno-
minaciones de los diferentes vientos en estas zonas (y también en otras de la geografía
española), utilizados tradicionalmente con cierta profusión. Así, en el Ebro, se habla del
Cierzo; en el cantábrico, de Galerna y en el Estrecho de Levante, que son algunos de los
nombres más característicos de entre los utilizados para los vientos del país.
Dato importante
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Por esto, antes de emprender un proyecto de instalación de un parque eólico, se hace im-
prescindible realizar una campaña de medidas del recurso disponible en la zona. Dicha
campaña ha de durar al menos un año y se debe realizar en el propio emplazamiento.
Además, es importante desarrollar también una campaña de medidas a largo plazo, du-
rante por lo menos 15 años. Esta campaña puede utilizar datos de una estación de referen-
cia cercana, por ejemplo del Instituto Nacional de Meteorología. Su objetivo es descartar
que la campaña de medidas realizada en el propio parque no sea representativa del viento
en la zona, dada la enorme variabilidad para el recurso eólico.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Al igual que en el caso de la veleta, para registrar los datos medidos de la velocidad del
viento, se transforma dicha información en una señal eléctrica. Esto se puede realizar
utilizando un generador eléctrico acoplado directamente al eje de giro del anemómetro.
El generador suministra una corriente alterna cuya amplitud y frecuencia son proporcio-
nales a la velocidad de giro de su rotor, que a su vez es proporcional a la velocidad del
viento.
Los datos de las medidas de velocidad y dirección del viento se deben registrar durante
largos periodos de tiempo, al menos durante la campaña de medidas. Por ello, es necesa-
rio habilitar un sistema de almacenamiento de dichos datos. Esto se puede realizar utili-
zando sistemas del tipo “datalogger”, que se sitúan en la base de la torre meteorológica,
donde se ubican también los equipos de medida: veleta, anemómetro, etc.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Las torres meteorológicas suelen incorporar otros dispositivos de medida con el fin de
almacenar la mayor cantidad de información posible sobre el comportamiento de la at-
mósfera en la zona. Así, es muy común registrar también parámetros como la humedad
ambiental, la presión atmosférica o la intensidad de la radiación solar. Estos datos sirven
como entrada para los modelos de predicción del viento, con los que es posible estimar
con antelación la energía generada por un determinado parque eólico.
Ejemplo.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Es decir, de acuerdo con la aproximación exponencial, el viento a la altura del rotor alcan-
zará velocidades de entre 7,75 m/s y 8,23 m/s. Si se conociera con precisión el coeficiente
de rugosidad de la zona se podría determinar con mayor exactitud la velocidad.
Por ejemplo, en lugares con fuertes vientos, es posible que estos provoquen cambios per-
manentes en las plantas. Este efecto es especialmente interesante en árboles, en los que
pueden llegar a aparecer deformaciones en el tronco, ramas u hojas, que es posible corre-
lacionar con la velocidad del viento. Así, los árboles presentarán cierta inclinación en la
dirección predominante, que será tanto más acusada cuanto más intenso sea el recurso
eólico en la zona.
El viento también puede cambiar significativamente la forma del terreno. Por ejemplo, en
desiertos y otras zonas arenosas, la forma de las dunas y su orientación pueden ser indi-
cativas de las características del viento.
Procesado de la información del viento. Los datos obtenidos durante la campaña de me-
didas han de ser procesados para poder extraer toda la información. Dichos datos son la
base para estimar la producción eléctrica del hipotético parque eólico y, a partir de ellos,
su viabilidad y, en su caso, su potencial de rentabilidad.
Una herramienta muy valiosa para presentar la información medida es la llamada “rosa
de los vientos”. Se trata de una representación gráfica de los datos de la velocidad del
viento en cada dirección del espacio. Es habitual mostrar, por un lado, la velocidad media
y, por otro, la probabilidad de que el viento sople en cada dirección en el emplazamiento
en cuestión. En este último caso, se representa el porcentaje de tiempo (o frecuencia) en
el que el viento sopla en cada dirección.
41
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Ejemplo.
Se puede ver como la dirección más probable en ese emplazamiento es la noreste, ya que
en dicha dirección el viento sopla el 35 % del tiempo. La dirección de máxima velocidad
media, 12,2 m/s, coincide con la que se da más frecuentemente, la noreste. En ambos casos
se incluyen los datos utilizados para la elaboración de la figura, en forma de tabla.
Dirección N NE E SE S SW W NW
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Otra representación muy habitual de los datos obtenidos durante la campaña de medidas
es la de distribución de velocidades del viento en el emplazamiento, también conocida
como distribución Weibull. En ella se representa el número de horas al año (o porcen-
taje de horas anuales) para cada velocidad en un gráfico de barras. Esta gráfica permite
estimar la energía suministrada por un determinado aerogenerador a partir de las carac-
terísticas del mismo.
Para obtener las frecuencias o tiempos para esta gráfica, se utiliza el polinomio de Wei-
bull:
Donde:
Como en el caso de la rosa de los vientos, se incluyen también todos los datos en forma
tabular. Y es que las representaciones tabulares son muy útiles porque permiten recupe-
rar los datos numéricos para hacer tratamientos estadísticos diferentes, en función de las
necesidades.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
La producción eólica tiene lugar cuando existe viento y la energía generada depende de
la intensidad del viento en ese momento.
Estas características del recurso eólico tienen una influencia considerable en los sistemas
eléctricos, especialmente en aquellos con una gran potencia instalada en parques eólicos
(este es el caso de países como Dinamarca, España o Alemania). Dado que la electricidad
no puede almacenarse a gran escala, la producción de todas las fuentes de suministro (las
centrales) debe igualar en cada momento a la demanda, evitando así cortes de suministro
o excesos de producción (que se perderían).
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Una manera de minimizar estos inconvenientes de la energía eólica es estimar por ade-
lantado la disponibilidad de viento e informar a los gestores de la red de la producción
prevista. Así, el gestor puede cuantificar con mayor precisión las necesidades en centrales
de reserva, minimizando la potencia extra perdida (y, por lo tanto, el gasto de combus-
tible, en el caso de las centrales térmicas o nucleares) en espera de fluctuaciones en la
demanda, y reduciendo los costes totales del sistema.
En España, el gestor de la red es la compañía Red Eléctrica de España (REE), que es la en-
cargada de garantizar en todo momento que la generación eléctrica sea igual a la deman-
da. REE informa en tiempo real de la demanda de energía a través de su página web, en la
que también es posible ver la estimación que la propia compañía realiza por adelantado
sobre la potencia eléctrica necesaria a lo largo de cada día.
Figura 13. Curva de demanda de electricidad que REE proporciona en tiempo real a través de su
página web.
Fuente: https://demanda.ree.es/visiona/peninsula/demanda/total (Febrero 2021).
La imagen muestra la previsión de demanda real, prevista y programada así como la pro-
cedencia de generación eléctrica. En este caso a las 10 de la mañana el porcentaje de
demanda que se cubría con energía eólica era de un 24,12%.
45
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Por ello, el marco legal español en materia de energía contempla esta problemática. En
particular, el RD 436/2004, que establecía el régimen jurídico y económico de la produc-
ción de electricidad en régimen especial, en el que se incluyen las energías renovables.
La normativa actual, dista mucho de estos dos reales decretos, llegando a retirar las pri-
mas con efectos retroactivos. A continuación se lista la normativa que desde entonces ha
afectado directamente a la energía eólica:
• Orden ITC 3860/2007, de 28 de diciembre, por la que se revisan las tarifas eléctri-
cas a partir de 1 de enero de 2008.
46
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
• RDL 9/2013, de 12 de julio, por el que se adoptan medidas urgentes para garantizar
la estabilidad financiera del sistema eléctrico.
47
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
• Real Decreto 900/2015, de 9 de octubre, por el que se regulan las condiciones ad-
ministrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía
eléctrica con autoconsumo y de producción con autoconsumo.
• Resolución 30 junio 2017, de Secretaría Estado Energía, que convoca subasta para
asignación régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción
eléctrica a partir de fuentes renovables, al amparo de lo dispuesto en RD 650/2017.
Dato importante
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• Real Decreto 647/2020, de 7 de julio, por el que se regulan aspectos necesarios para
la implementación de los códigos de red de conexión de determinadas instalacio-
nes eléctricas.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Toda la normativa mencionada ha dado como resultado una subida exponencial de los
precios de los peajes eléctricos.
https://www.miteco.gob.es/es/prensa/proyectodeleydecambioclimaticoytransicionener-
getica_tcm30-509256.pdf
La predicción del recurso eólico disponible en una determinada zona parte de las previ-
siones meteorológicas publicadas por diversos organismos, como es el caso de la Agencia
Estatal de Meteorología en España. Datos como la velocidad y dirección del viento, la
temperatura, la presión atmosférica, la humedad relativa..., que están ampliamente dispo-
nibles, son procesados mediante sofisticados modelos físicos y estadísticos. Puesto que
el viento tiene importantes variaciones locales, causadas por la orografía particular de la
zona, es necesario añadir al modelo los datos climáticos históricos del parque en cuestión.
Con los resultados de la predicción del viento, es posible evaluar la producción eléctrica
de un parque eólico, a partir de los datos de las instalaciones del propio parque (en parti-
cular, de las características de los aerogeneradores).
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
En este sentido, los mejores resultados de los modelos se obtienen para horizontes tem-
porales de entre una y cinco horas, si bien las predicciones son bastante fiables con una
antelación de entre 24 y 48 horas.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Figura 15. Velocidad del viento, suministrada en tiempo real por diversos organismos.
Fuente: http://www.wunderground.com
La previsión del viento no es una disciplina nueva, ha sido aplicada anteriormente en
diversos campos, como en la aviación, en la navegación marítima, en el sector turístico
o en el ámbito del deporte. En los últimos años, debido a la espectacular penetración de
la eólica, los modelos de predicción han sido depurados, alcanzando grados de exactitud
desconocidos hasta entonces.
Y es que la predicción eólica requiere unos niveles de precisión mucho mayores que en el
resto de campos citados. La energía suministrada por un aerogenerador es proporcional
al cubo de la velocidad del viento, por lo que pequeños errores en la estimación de este
parámetro producen errores significativos en el cálculo de la electricidad generada.
Además de las ventajas citadas de la predicción eólica (ahorro de costes del sistema, au-
mento de la penetración de la eólica al facilitar la gestión del suministro y la seguridad
de este), los propietarios de parques eólicos encuentran otra importante ventaja que com-
pensa con creces la complejidad añadida por los propios sistemas de predicción. Esta
otra ventaja es la posibilidad de realizar el mantenimiento de los aerogeneradores y del
resto de sistemas eléctricos de los parques justo en momentos de baja intensidad del
viento, que pueden ser conocidos con suficiente antelación. De esta manera, se reducen
significativamente las pérdidas energéticas (y también económicas) en estos intervalos
de mantenimiento.
52
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
2.8. Resumen
En esta unidad se han mostrado los fundamentos físicos del viento como recurso natural
aprovechable para obtener energía.
En este sentido, la circulación general de la atmósfera permite explicar con cierta preci-
sión el comportamiento del viento a gran escala, lo que se denomina el viento geostrófico.
La influencia del calentamiento desigual de la Tierra debido a la diferente insolación en
diferentes latitudes y la fuerza de Coriolis (cuyo origen está en el movimiento de rotación
del planeta) determinan las grandes zonas de viento a gran escala, en las que predominan
los vientos polares del este (cerca de los polos), los vientos del oeste (en latitudes medias)
y los alisios (a bajas latitudes).
Las variaciones locales del viento modifican los efectos de la circulación a gran escala
para dar lugar al recurso eólico que observamos en la superficie terrestre, que es el que se
puede aprovechar en los parques eólicos. Entre estas variaciones locales, cabe destacar
por su notable influencia el rozamiento con la superficie terrestre o la influencia de facto-
res orográficos, como la presencia de cadenas montañosas o de grandes masas de agua
(origen de las brisas de montaña y de la costa).
Las áreas geográficas del planeta con mayor potencial eólico están situadas en Norteamé-
rica, en el norte del continente europeo, en el sur de Iberoamérica y en Australia. Así ha
sido constatado en los mapas de recurso eólico realizados hasta la fecha.
En España, a pesar de que no está ubicada en las áreas con mayores recursos, existe un
importante potencial para el aprovechamiento eólico. Especialmente, en el noroeste de la
península (Galicia), en el Valle del Ebro, en La Mancha y en las Islas Canarias.
Una vez recopilados los datos de la campaña, es necesario procesarlos, para lo que existen
herramientas muy útiles, como la rosa de los vientos de frecuencias y de velocidades y
la distribución de velocidades a lo largo del año. Además, los métodos de extrapolación
permiten determinar con cierta precisión la variación del viento con la altura.
La predicción del viento es una disciplina que permite estimar la disponibilidad de ener-
gía en parques eólicos con cierta antelación. La predicción eólica es fundamental para
mejorar la gestión de los parques eólicos, aumentar la penetración de esta tecnología y
reducir los costes del sistema eléctrico.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
3. Fundamentos de aerogeneradores
“Los diferentes aerogeneradores comercializados por la industria
eólica pueden clasificarse en dos grandes grupos, de acuerdo a su
configuración a la hora de interceptar el viento. Así, se habla de
aerogeneradores de eje vertical (la turbina Darrieus y la Savonius)
y los de eje horizontal (los grandes aerogeneradores de los parques
eólicos actuales o los molinos americanos de bombeo).”
• Número de palas: pudiendo ser aerogeneradores (de eje horizontal) monopala, bi-
pala, tripala, etc.,
• Tipo de torre: aerogeneradores (de eje horizontal) con torre de hormigón, de celo-
sía o torres de acero tubular.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Ventajas. Estas máquinas tienen la ventaja de que se pueden ubicar a gran altura, sin más
que aumentando la longitud de la torre. Esto permite capturar el viento a mayor veloci-
dad. Además, la superficie interceptada por el rotor es mayor para la misma longitud de
pala que en un aerogenerador de eje vertical.
Ventajas. Estas máquinas son más sencillas que las de eje horizontal debido a que no
necesitan sistema de orientación. Y es que, por la propia simetría del rotor, siempre están
en disposición de interceptar el viento; por ello, pueden prescindir de mecanismos de
seguimiento del viento, necesarios en los aerogeneradores de eje horizontal. Otra ventaja
de los rotores con eje vertical es que se instalan cerca del suelo, lo que permite que las
labores mantenimiento sean más sencillas.
Las máquinas Darrieus fueron inventadas en 1931 por el francés del mismo nombre y des-
de entonces se han comercializado en diferentes tamaños. Suelen estar formadas por dos
o tres palas, diseñadas con una característica forma de C. Las palas están unidas en sus
dos extremos, formando una estructura fácilmente identificable.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
La velocidad de giro de las máquinas Darrieus es mayor que la de las Savonius. Pese a
esto, no alcanzan los niveles de los aerogeneradores de eje horizontal. Lo mismo ocurre
con el rendimiento, que es mayor en las máquinas de eje horizontal.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Con respecto a las máquinas Darrieus, tienen la ventaja de no necesitar dispositivos adi-
cionales de arranque (el propio viento los hace girar desde parado). Por el contrario, su
velocidad de giro es menor y también lo es el rendimiento de conversión.
Tanto los aerogeneradores Darrieus como los Savonius tienen la ventaja de que, al estar el
eje de giro en posición vertical y el rotor cercano al suelo, algunos de los sistemas más im-
portantes, como el generador eléctrico y el multiplicador, pueden situarse en el suelo. Por
ello, no es necesario subir a la parte alta de la máquina en las tareas de mantenimiento.
Por el contrario, ambas configuraciones tienen la desventaja de que la parte inferior del
rotor está situada cerca del suelo, donde la velocidad del viento disminuye considerable-
mente, por lo que la captación de energía en esta zona es menor.
Algunos aerogeneradores con posición vertical pueden necesitar de cables tensores para
sujetar la estructura, lo que también es una desventaja con respecto a los aerogeneradores
horizontales montados sobre torre.
Otro tipo de aerogeneradores con eje vertical son los que tienen rotor Giromill, patenta-
dos por G.J.M. Darrieus. Estos consisten en palas verticales unidas al eje por unos brazos
horizontales que pueden salir por los extremos del aspa e incluso desde su parte central.
Las palas verticales cambian su orientación a medida que se produce el giro del rotor para
un mayor aprovechamiento de la fuerza del viento.
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Los aerogeneradores con rotor Windside tienen un sistema muy similar al rotor Savonius;
en vez de la estructura cilíndrica para aprovechamiento del viento, consiste en un perfil
alabeado con torsión que asciende por el eje vertical. La principal diferencia frente a otros
sistemas de eje vertical es el aprovechamiento del concepto aerodinámico, que le acerca
a las eficiencias de los aerogeneradores de eje horizontal.
Tienen ciertas ventajas, ya que no hay riesgo de sobrepasar velocidades peligrosas para la
máquina y son relativamente lentas. No necesitan orientarse al viento puesto que pueden
actuar en cualquier dirección y son muy aptas para trabajos mecánicos que requieren
lentitud y fuerza, como moler o bombear.
Posicionando las turbinas de forma que se las haga girar en sentidos opuestos entre sí
hace que las eficiencias se incrementen debido a que los sentidos de giro opuestos hacen
que disminuya el rozamiento de la turbina y les permite girar más rápido.
Un punto negativo o poco desarrollado es la disposición de las palas eje horizontal frente
al viento, permitiendo que el generador mantenga un par constante si el viento permane-
ce constante, mientras que las palas de eje vertical tienen dos pulsos de par, dependiendo
de si la pala está en posición de barlovento o sotavento (siempre habrá una enfrentada
al viento de cara y otra de espaldas por la configuración de las palas en aerogeneradores
verticales). Estos pulsos de par pueden aumentar la fatiga en el eje del rotor, por lo que se
ha de investigar esta problemática.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Otro reto es el diseño de los frenos, los aerogeneradores más antiguos de eje vertical no
tenían un sistema de frenado aerodinámico, se basaban únicamente en un sistema de
frenado mecánico, que es más difícil de mantener y menos fiable que los frenos aerodiná-
micos utilizados en los parques actuales de eje horizontal.
Los aerogeneradores de eje horizontal utilizan el pitchbar o punta de pala, que impide
que el viento pueda mover la turbina en una o dos rotaciones sin perjuicio para el rotor.
Los nuevos diseños de aerogeneradores de eje vertical tendrán que trabajar este apartado
hasta conseguir frenos igual de fiables y eficientes que los de eje horizontal.
Caso de éxito
En el Club Náutico de Porto Novo, Galicia, está instalado un aerogenerador de eje vertical
de 4 kW conectado a red y que ilumina todo el puerto marítimo de Porto Novo y como
abastecimiento eléctrico de los barcos. La instalación está situada concretamente sobre el
paseo marítimo, a escasos centímetros del mar, soportando las exigentes condiciones de
salinidad y atmosféricas del entorno.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Este tipo de aerogeneradores presenta como ventajas: está siempre orientado al viento,
aprovecha todo tipo de vientos (racheados, direccionales, turbulentos, etc.), posee bajo
par de arranque (normalmente arrancan con vientos de 13,5 m/s), baja velocidad de giro
del rotor (no suele pasar de 60 rpm), su diseño autolimita la velocidad de giro, por lo que
no necesita sistema de frenado, hace muy poco ruido…
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En el caso de grandes máquinas, los cimientos son estructuras enormes que requieren de
una obra civil muy considerable (de hecho, la obra civil de un parque eólico es la respon-
sable de casi el 10 % del coste total del proyecto). La figura de la página siguiente muestra
la cimentación de un aerogenerador de gran tamaño.
Los cimientos de los aerogeneradores están hechos de una base de hormigón armado que
se fija al piso enterrándola. En ocasiones, se añaden pilares a la propia base para mejorar
la sujeción, sobre todo en el caso de terrenos poco consistentes.
3.2.2 Torre
La torre es el principal elemento de sujeción del aerogenerador. Sirve de base para la gón-
dola y para el rotor, que se sitúan en la parte más alta. Da estabilidad a todo el sistema,
sujeto a importantes cargas de viento. Por ello, y también debido al enorme peso que han
de soportar (en grandes aerogeneradores, el rotor y la góndola pesan cientos de tonela-
das), la resistencia de la torre debe ser altísima.
El tamaño de las torres ha de ser suficiente como para que el rotor esté situado a una altu-
ra adecuada, de manera que la captación del viento sea eficaz. De hecho, la intensidad del
viento aumenta con la altura. En el caso de los aerogeneradores de última generación, con
potencias de 5 MW o más, la longitud de la torre puede superar los 180 m, lo que equivale
a la altura de un edificio de más de 40 plantas.
Las torres tubulares son las utilizadas en los modernos aerogeneradores de gran poten-
cia, para su integración en grandes parques eólicos. De hecho, este elemento es el res-
ponsable de entre el 15 y el 20% del coste del aerogenerador, por lo que tiene un enorme
impacto en la viabilidad de un parque eólico.
Las torres tubulares están compuestas de secciones de acero en forma de cono, con diá-
metro decreciente en la dirección ascendente. Esta geometría las hace más resistentes y
además permite minimizar el gasto en material.
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Cada una de las secciones mide varias decenas de metros (entre 20 y 30). Se unen median-
te grandes pernos hasta alcanzar la altura deseada. Esta operación se realiza en el propio
parque eólico, durante la instalación de los aerogeneradores.
El transporte de las secciones (y también de las palas) se lleva a cabo con grandes precau-
ciones, en gigantescos vehículos especiales, para evitar la posibilidad de accidentes o la
existencia de zonas en las que toda la comitiva pueda quedar atrapada por la estrechez del
camino (puentes, viaductos, etc.).
Las torres tubulares suelen servir para alojar en su interior algunos de los elementos au-
xiliares de los aerogeneradores, como el sistema de control o el transformador (dichos
sistemas serán descritos posteriormente). Además, son la vía de acceso para los operarios
que han de acceder a la góndola, en labores de mantenimiento. En este sentido, las torres
tubulares son más seguras que las de celosía, puesto que el acceso se realiza por el inte-
rior de la torre, mediante una escalera o, en el caso de los grandes aerogeneradores, en un
ascensor.
Con respecto a las torres de celosía, se trata de estructuras formadas por secciones de
acero soldadas o atornilladas, en forma de enrejado, con la altura y forma adecuada al
aerogenerador. Estas torres son muy conocidas puesto que se utilizan también para sus-
tentar las líneas de alta tensión.
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La principal ventaja de las torres de celosía es que son más baratas que las tubulares, para
la misma resistencia. Esto es debido a que se fabrican con mucha menos cantidad de ma-
teria prima: el acero. Su principal desventaja es el mayor impacto visual y es que la presen-
cia de estas enormes estructuras es bastante impopular. Precisamente esta es la causa de
que apenas se utilicen torres de celosía en los grandes aerogeneradores multimegavatio
de los modernos parques eólicos.
Existe otra posibilidad a la hora de construir las torres, que se utiliza en ocasiones en
aerogeneradores de pequeño tamaño. Se trata de las torres de mástil, que son sujetadas
por cables (o vientos) de acero, que dan estabilidad al aerogenerador e impiden que este
pueda moverse en exceso en situaciones de mucho viento.
Aunque esta configuración es muy ligera y barata, tiene la desventaja de que la presencia
de los cables dificulta el acceso a los alrededores del aerogenerador, especialmente si ha
de hacerse en algún tipo de vehículo. Esto no es inhabitual en granjas agrícolas, donde
las torres de mástil no son muy apropiadas. Otra desventaja de esta opción es la menor
seguridad, puesto que la rotura de uno de los cables (ya sea por un accidente fortuito o por
un acto malintencionado) puede provocar la caída del aerogenerador.
3.2.3. Góndola
Es el elemento que actúa como lugar de alojamiento de los sistemas eléctricos y mecáni-
cos citados, protegiéndolos de la intemperie (de la entrada de lluvia, polvo, etc.) y de la
entrada de aves u otros animales. Está situada en lo alto de la torre, a decenas de metros
del suelo. Adosada a ella, se encuentran el buje y el rotor. En lo alto de la góndola se suelen
ubicar elementos de medida del viento, como anemómetro, veleta, etc.
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Con el objeto de permitir que la góndola pueda girar, situando el rotor perpendicular al
viento, se utilizan rodamientos que la conectan a la torre. Para realizar el giro, se utilizan
motores eléctricos, que proporcionan la fuerza suficiente para este propósito.
3.2.4. Rotor
El rotor es el actor principal a la hora de interceptar el viento, captando la energía de su
movimiento. Transforma esta energía en energía mecánica, que es aplicada al llamado
“eje lento” de la máquina (denominación justificada en posteriores secciones).
Figura 12. Aerogenerador moderno. Se pueden observar la base de las palas del rotor.
Fuente: http://www.ojodigital.com/foro
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El rotor está formado por varias palas unidas a una gran pieza central denominada buje.
Este conecta el rotor al eje de giro, que a su vez está conectado con el resto de elementos
mecánicos.
Las palas se fabrican con materiales que aúnan características como gran resistencia,
flexibilidad y reducido peso. Los más utilizados en modernos aerogeneradores son la fibra
de vidrio y las resinas de poliéster. En zonas con mayor responsabilidad estructural, se
utiliza la fibra de carbono. Para unir diferentes capas en la pala se utilizan compuestos de
tipo epoxi.
En aerogeneradores pequeños, es posible utilizar otros materiales para las palas, como
aluminio y algunas aleaciones de acero. Sin embargo, si el tamaño es grande, estos mate-
riales no son apropiados, dado que son más pesados y menos resistentes que los sintéti-
cos.
La gran mayoría de los aerogeneradores modernos utilizan rotores de tres palas. También
existen aerogeneradores con una, dos y cuatro palas (los primeros se denominan “monóp-
teros” o “monopalas”). Los rotores con un número mayor de palas tienen un mayor rendi-
miento. Sin embargo, el aumento del rendimiento a partir de tres palas es insignificante.
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Figura 15. Relación entre el diámetro del rotor (m) y la potencia de un aerogenerador (kW). Los valores
presentados son aproximados, el valor real para una máquina comercial particular depende de la tecno-
logía empleada por el fabricante.
Fuente: www.windpoweer.org
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Lógicamente, tiene que existir una correlación entre el diámetro del rotor y la altura de
la torre, rotores más grandes demandan torres más altas. Como regla general, la altura de
la torre suele medir aproximadamente la longitud del diámetro del rotor.
En este sentido hay una carrera entre fabricantes para construir los aerogeneradores con
mayor altura del mercado con el claro objetivo de captar una mayor cantidad de energía
del viento.
Figura 16. Tendencia de evolución del tamaño de la pala para turbinas de ae-
rogeneradores offshore.
Fuente: www.interempresas.net
El sistema de orientación. Para captar la energía del viento con la máxima eficacia, los
aerogeneradores de eje horizontal han de situarse en dirección perpendicular a la direc-
ción de este (recuérdese que los aerogeneradores de eje vertical, por su propia simetría,
están siempre en disposición de capturar el viento).
Esto se consigue mediante sistemas hidráulicos, en los que un motor mueve la góndola
del aerogenerador accionado por un autómata. Este recibe la información de la dirección
del viento a partir de una veleta situada en la parte superior de la góndola y procesa la in-
formación, decidiendo la secuencia de movimientos que conduce al rotor al lugar óptimo.
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En pequeños aerogeneradores, la orientación se realiza por medios pasivos, sin los sofis-
ticados sistemas hidráulicos y de control empleados en las grandes máquinas. El meca-
nismo de orientación es similar al de una veleta, que sigue el viento sometida a su acción
directa.
3.2.5. El generador
El principal componente de las instalaciones eléctricas de los aerogeneradores es el ge-
nerador. Este sistema es el encargado de transformar la energía mecánica del rotor en
electricidad. En este apartado solo se describen algunas nociones de generadores, más
adelante se describirán con más de detalle.
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Por el contrario, la mayoría de los generadores de las grandes máquinas eólicas suminis-
tran tensión alterna trifásica a 50 Hz de frecuencia, como corresponde a la red eléctrica es-
pañola. La tensión de salida más habitual es de 690 V de valor eficaz. En las máquinas de
última generación, la tendencia es a aumentar la tensión hasta los 1000 V. De esta manera,
la corriente de salida es menor (a igualdad de potencia, dado que potencia es el producto
de tensión por corriente), lo que permite reducir las pérdidas óhmicas en los conductores.
En algunas máquinas eólicas, a la salida del generador se utilizan los denominados cir-
cuitos convertidores electrónicos. La función de estos es acondicionar la energía eléctrica
suministrada para adaptarla a los requisitos de la red eléctrica. Por ejemplo, en generado-
res cuya frecuencia de salida depende de la velocidad de giro del rotor, es necesario fijar la
frecuencia al valor de la red, 50 Hz. Los circuitos de acondicionamiento de potencia tam-
bién tienen otras funcionalidades importantes, como modificar el factor de potencia o me-
jorar la respuesta de la máquina ante huecos de tensión (caída brusca en la tensión de una
o más fases, por debajo del límite del 90%, con duración entre 10 m/s y varios segundos).
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Los generadores tienen una velocidad máxima y mínima de giro del rotor en la que pue-
den funcionar, inyectando la electricidad generada a la red. Por debajo de determinada
velocidad, cuando el viento sopla con poca intensidad, el generador se desconecta. Cuan-
do el viento sopla con demasiada fuerza, es necesario proteger los sistemas eléctricos y
mecánicos del aerogenerador, por lo que también se produce la desconexión. Estas opera-
ciones de conexión y desconexión se realizan mediante circuitos específicos de potencia,
capaces de manejar con seguridad grandes sobrevoltajes y picos de corriente.
La altísima potencia suministrada por los modernos aerogeneradores provoca que el ge-
nerador eléctrico tenga que trabajar a temperaturas considerables. Para reducir la tempe-
ratura de trabajo, es necesario incluir un sistema de refrigeración. Dicho sistema puede
utilizar aire como fluido de refrigeración o, en algunos modelos, puede emplear agua.
Con el fin de evitar la entrada de polvo u otro tipo de suciedad que pueda dañar el equipo,
los generadores suelen ir muy protegidos, encapsulados en una carcasa estanca.
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Este componente se encarga de elevar la tensión del generador (de 690 o 1.000 V) hasta
valores entre 20.000 y 30.000 V (20 – 30 kV), para su evacuación en media tensión. La
tendencia actual, al menos en grandes máquinas, es a voltajes de salida más altos. De esta
manera, como ya se comentó anteriormente, se reducen las pérdidas óhmicas, al trabajar
a menor corriente.
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El freno mecánico. El sistema de frenado mecánico cumple una doble función. Por un
lado, debe asegurar la detención total del giro del rotor y que este permanezca parado (en
posición de parking) en las ocasiones en las que los operarios del parque deban acceder
a la máquina (por ejemplo, en las labores de mantenimiento). Por otro lado, el freno ha de
ser capaz de realizar paradas de emergencia en el aerogenerador en situaciones de peli-
gro, debido a un exceso de viento, por ejemplo.
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El mecanismo de frenado es de fricción mecánica, por mero rozamiento. Esto hace que en
el disco y en las pinzas se alcancen temperaturas elevadísimas, que pueden alcanzar los
700º C. Por ello, los materiales de estos componentes han de diseñarse para soportar estas
durísimas condiciones. Con este fin, se utilizan en la fabricación aleaciones especiales de
metales con excelentes propiedades térmicas y de resistencia mecánica.
El sistema de frenado de las grandes máquinas está pensado para funcionar a prueba de
fallos. Esta configuración asegura que, si hay algún problema mecánico que haga que la
presión hidráulica en el sistema disminuya, los frenos actúen automáticamente, parando
el aerogenerador y, en consecuencia, garantizando su seguridad.
Los aerogeneradores con sistemas aerodinámicos menos sofisticados, en los que la posi-
ción de las palas con respecto al viento es fija (los aerogeneradores de paso fijo), disponen
de los llamados “aerofrenos”. Se trata de unas pequeñas palas retráctiles que se sitúan en
los extremos del rotor. Estas tienen una capacidad de giro de 90º, de tal manera que pue-
den situarse en oposición al sentido de giro de la pala.
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Cuando la máquina empieza a funcionar, un motor hidráulico hace que los aerofrenos se
alineen con las palas. Si se da la orden de parada, el sistema hidráulico hace que el aero-
freno se coloque perpendicular a la dirección de giro, produciéndose una disminución de
velocidad en el rotor. Este frenado permite reducir considerablemente la fuerza a aplicar
a los discos del freno mecánico, disminuyendo el estrés aplicado al eje de transmisión y
aumentando la durabilidad y fiabilidad de estos sistemas.
La potencia máxima que cualquier aerogenerador puede captar a partir de la energía me-
cánica del viento puede estimarse mediante un sencillo cálculo. Se considera para ello
una máquina con rotor de diámetro D y área barrida A, situada de manera perpendicular
a una corriente de aire que se mueve a velocidad v.
La energía que lleva la masa de aire en movimiento se puede calcular a partir de la expre-
sión para la energía cinética:
Donde m es la masa del aire interceptado por el aerogenerador. Dicha masa puede ser
calculada a partir de la densidad del aire, ρ, y del volumen total, V:
m = ρ·V
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El volumen de aire que cruza el área del rotor en un tiempo t será igual al contenido en el
cilindro limitado por la longitud recorrida por el viento (L) y la propia área de diámetro D:
V = A·L = A·v·t
Sustituyendo las dos últimas ecuaciones en la expresión para la energía cinética, el resul-
tado al que se llega es:
La ecuación anterior muestra la energía total de la masa de aire interceptada por el aero-
generador en un tiempo determinado. La potencia de dicha corriente de aire se obtiene
de manera inmediata sin más que derivar la anterior expresión con respecto al tiempo (ya
que potencia es energía por unidad de tiempo):
Esta última expresión pone de manifiesto que, para captar la mayor cantidad de ener-
gía del aire, el rotor de un aerogenerador ha de ser tan grande como sea posible. Por
supuesto, esta apreciación está sujeta a los límites impuestos por las consideraciones
tecnológicas, de diseño, seguridad y económicas.
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Por otro lado, la potencia p también depende de la densidad el aire, ρ, que a su vez puede
variar a lo largo del año, en función de las condiciones atmosféricas (presión, temperatu-
ra, humedad, etc.). Estas variaciones pueden ser del orden del 10% al 15% (ρ suele oscilar
entre 1,33 kg/m3 en invierno y 1,15 kg/m3 en verano, con un valor medio en torno a 1,23 kg/
m3). Por ello, la influencia de estos cambios de densidad puede resultar significativa a
la hora de estimar la potencia suministrada por un aerogenerador.
Ejemplo
Aplicando la fórmula general para dos potencias distintas, P1 y P2, obtenidas por
distintas velocidades v1 y v2 tendríamos las siguientes expresiones:
77
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78
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Donde:
Cp – coeficiente de potencia.
Ejemplo. Una turbina eólica tiene un diámetro de rotor de 50 m y una altura de buje de 60
m. En un instante determinado, la velocidad del viento a 10 m es de 6 m/s. Sabiendo que
el coeficiente de potencia de la máquina es de 0,3 y que está situada en una zona caracte-
rizada por un coeficiente de rugosidad de 0,1, calcule:
Solución. Para calcular la potencia portada por la corriente de aire a 60 m (la altura del
rotor), es necesario estimar la velocidad del viento a esa altura a partir del dato conocido
a 10 m: V60 = 6 (60 / 10)0,1 = 7,2 m/s.
Donde se ha tomado un valor de 1.23 kg/m3 para la densidad del aire y se ha tenido en
cuenta que, para un diámetro de rotor de 50 m, el área barrida por este es de 1963 m2. La
potencia captada por el rotor será:
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Donde w es la velocidad angular del rotor (en radianes por segundo, rad/s) y r es el radio
del rotor, r=D/2. λ también se denomina velocidad de la punta de pala (en inglés Tip
Speed Ratio, TSR).
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
En la figura aprecia que, en todos los casos, el coeficiente de potencia alcanza un valor
máximo con la velocidad. A partir de este valor máximo u óptimo, el rendimiento decre-
ce.
Además, tanto los aerogeneradores de eje vertical como los molinos multipala america-
nos tienen un rendimiento significativamente menor que las turbinas rápidas. Con res-
pecto a estas últimas, la figura muestra que el coeficiente de potencia aumenta con el
número de palas, como era de esperar. Sin embargo, este aumento es bastante limitado,
sobre todo a partir de tres palas. Esto se puede ver con mayor precisión en la figura, que
muestra Cp en función de λ para las configuraciones de una, dos, tres y cuatro palas. Y
es que los rotores de cuatro apenas aumentan las prestaciones de los de tres, mientras
que ambas configuraciones sí mejoran significativamente las prestaciones de la de dos y,
sobre todo, de una pala.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Es importante destacar que los números presentados se corresponden con los valores en
condiciones óptimas de funcionamiento. Así, en el caso del rotor, el coeficiente de poten-
cia varía mucho con velocidad específica (λ), pudiendo disminuir significativamente con
respecto al valor mostrado en la figura.
La eficiencia global del aerogenerador se calcula como el producto de todas las eficiencias
de transmisión. En el caso óptimo presentado, el valor resultante es del 46%.
Figura 29. Desglose del rendimiento máximo de conversión energética de las diferentes etapas de un aer
ogenerador. El producto de todos los factores de pérdidas resulta en una eficiencia global en torno al 46%.
Fuente: J.L. Rodríguez, Amenedo, S. Arnalte Gómez, J.C. Burgos Díaz. Sistemas eólicos de producción de
energía eléctrica (www.ingepower.com).
Para obtener la curva de potencia, los fabricantes han de realizar una caracterización muy
exhaustiva del funcionamiento en campo del equipo. Para ello, miden de manera simultá-
nea la potencia suministrada y la velocidad del viento. Para esta última medida, se utilizan
anemómetros situados a la altura del buje del aerogenerador. La posición del sensor ha de
ser elegida de manera muy cuidadosa para evitar que las estelas y turbulencias provoca-
das por el rotor perturben la medida.
Las medidas han de realizarse con gran rigor y precisión, dada la gran influencia de la
velocidad del viento en la energía contenida en este.
Además, hay que tener en cuenta que la potencia del generador fluctuará con la tempera-
tura y la presión atmosférica (dado que la densidad del aire varía con estos parámetros).
Incluso en el caso de que el fabricante realice la caracterización del equipo con todo rigor,
es habitual considerar que las curvas de potencia pueden tener un margen de error del
10%. A continuación veremos un ejemplo.
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
Ejemplo:
83
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
3 21,3
4 84,9
5 197,3
6 363,8
7 594,9
8 900,8
9 1274,4
10 1633,0
11 1863,0
12 1960,4
13 1990,4
14 1997,9
15 1999,6
16 1999,9
17 2000,0
21 2000,0
Ejemplo.
La tabla muestra los datos medidos de velocidad del viento en un determinado empla-
zamiento, en horas promedio al año. Además, incluye la potencia de un aerogenerador a
cada velocidad. Calcular la producción anual.
Multiplicando cada potencia por las horas de viento al año se obtiene la producción anual
a cada velocidad (en kWh). Sumando las producciones se obtiene la energía total sumi-
nistrada por el aerogenerador al año.
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Producción
Velocidad (m/s) Potencia (kW) Horas
(kWh)
1 0,0 515,1 0,0
2 0,0 801,3 0,0
3 21,3 958,7 20.420,3
4 84,9 1.049,9 89.136,5
5 197,3 1.210,2 238.772,5
6 363,8 1.368,9 498.005,8
7 594,9 1.029,8 612.628,0
8 900,8 659,4 593.987,5
9 1274,4 458,2 583.930,1
10 1633,0 299,9 489.736,7
11 1863,0 190,1 354.156,3
12 1960,4 104,9 205.646,0
13 1990,4 60,3 120.021,1
14 1997,9 30,1 60.136,8
15 1999,6 13,9 27.794,4
16 1999,9 6,8 13.599,3
17 2000,0 1,6 3.200,0
18 2000,0 0,9 1.800,0
En este caso, se estima que la máquina puede suministrar casi cuatro millones de
kWh al año (3.912.971,4 kWh).
Es importante destacar que este método para estimar la producción anual es muy
aproximado, debido a las incertidumbres comentadas de la medida de la curva de
potencia y de la velocidad del viento. Por ello, solo debe considerarse como una pri-
mera aproximación al valor real. Estimaciones más precisas necesitan de modelos de
cálculo más sofisticados, como los empleados en los sistemas de predicción eólica
descritos anteriormente.
85
Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
El factor de carga también se suele expresar en porcentaje. Así, es necesario dividir las
horas efectivas de funcionamiento por las 8.760 h que tiene un año:
Figura 31. Evolución de la generación Eólica en España y tasa de variación anual (%)
de los parques eólicos españoles 2004-2019
Figura 32. Evolución mensual de la generación eólica y tasa de variación en el año 2019.
Fuente: Asociación Empresarial Eólica (AEE) Anuario 2020.
Ejemplo.
Si se dividen las horas de funcionamiento efectivo por las 8.760 h que tiene un año:
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Centro Europeo de Postgrado Asignatura. Energía Eólica I
3.8. Resumen
Los diferentes aerogeneradores comercializados por la industria eólica pueden clasificar-
se en dos grandes grupos, de acuerdo a su configuración a la hora de interceptar el viento.
Así, se habla de aerogeneradores de eje vertical (la turbina Darrieus y la Savonius) y
los aerogeneradores de eje horizontal (los grandes aerogeneradores de los parques
eólicos actuales o los molinos americanos de bombeo).
Los primeros son máquinas más simples, que no necesitan sistemas de orientación, pero
también son menos eficientes. Los segundos pueden girar a gran velocidad, son más efi-
cientes y pueden situarse a gran altura, con tamaños de rotor enormes, lo que permite que
tengan potencias realmente elevadas, de hasta 6 MW en la actualidad.
Los modernos aerogeneradores de eje horizontal están compuestos por una gran torre, un
rotor con tres palas, una góndola, elementos mecánicos y eléctricos (multiplicadora, siste-
ma de orientación, sistemas de protección frente a vientos huracanados, generador, trans-
formador, circuitos de acondicionamiento de potencia...) y otros elementos auxiliares.
Las torres de estos gigantes superan los 70 m de altura y sus rotores tienen más de 80 m
de diámetro. Utilizan generadores de corriente alterna trifásica a 50 Hz, con tensiones de
690 V o 1.000 V. El transformador eleva estas tensiones hasta los valores de evacuación
en media tensión, entre 20 kV y 30 kV.
Otra manera de expresar la productividad del generador es el factor de carga, que se cal-
cula como el cociente entre la energía anual producida y su potencia nominal. Representa
las horas equivalentes que el aerogenerador funciona a plena potencia a lo largo del año
y se puede expresar también en tanto por ciento.
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