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Receta de salud y longevidad según la medicina

china - Parte 1
por: Elisabeth Cavalcante 

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

La sociedad moderna ha traído para el ser humano hábitos de vida


cada vez más distantes del ritmo armonioso de la naturaleza. El
resultado ha sido la aparición de dolencias y desequilibrios de orden
físico y emocional.
Pero felizmente hemos visto, en contrapartida, un movimiento de
búsqueda de la sabiduría milenaria de nuestros ancestros, como
forma de reencontrar el equilibrio perdido.

La medicina china, una de las más antiguas del planeta, dice que para
mantener la buena salud, el hombre y la naturaleza han de ser
interactivos. Según los antiguos sabios de esa cultura, desde su
aparición, la Tierra gira en torno al Sol, mientras gira en torno a su
propio eje. Del mismo modo, desde el nacimiento, el sistema nervioso
autónomo del hombre va comandando las funciones de sus diversos
órganos.

Huang Di, o Emperador Amarillo, es contemplado como el ancestro


del pueblo chino. Cuenta la leyenda, que vivió hasta la avanzada edad
de 117 años y permaneció en el trono durante un siglo. Debido a que
practicaba la política de benevolencia, los funcionarios y el pueblo
estaban siempre bien, y el país gozaba de abundancia y prosperidad.
Entre sus varias contribuciones importantes al pueblo chino, un
ejemplo significativo es la compilación del clásico de medicina Huang
Di Nei Jing, o Clásico de Medicina del Emperador Amarillo.

Este Clásico se basa en la filosofía del yin-yang y en los cinco


elementos. Un aspecto importante de su teoría – prevención como
forma preponderante de buena salud – lleva al detalle el estilo de vida
del hombre, hábitos alimentarios, salud física y mental.

Oibo era un médico de renombre y funcionario del Emperador


Amarillo. En el Clásico se le menciona como Instructor Celestial, y es
quien expone los principios básicos de mantenimiento de la salud
según los antiguos hábitos chinos.

Según este tratado, los antiguos, que sabían cómo permanecer


saludables, seguían el principio del yin y el yang y vivían en armonía
con la naturaleza. Eran moderados en el comer y el beber, trabajaban
y descansaban regularmente y nunca cometían excesos consigo
mismos.

Para mantener el equilibrio, decían, las influencias nocivas y los


vientos perversos deberían ser evitados, y las personas deberían
conservarse tranquilas en el corazón y librarse de toda forma de
ambición de lucro.

Ejercitaban el control de sus deseos y observaban compostura en la


mente y tranquilidad en el corazón, sin deseos ardientes ni temores.
Con su espíritu en armonía y todo en sus lugares correctos, ellos
hacían esfuerzos, pero no llegaban a la fatiga. No eran exigentes con
su comida ni con sus ropas y estaban felices por conservar las
costumbres.

No se envidiaba la posición de los demás. Cada cual vivía una vida


sencilla.
Ya fuesen estúpidos, despiertos, virtuosos, capaces o lo que quiera
que fuesen, no temían a nada.

Tratado de la Armonía del Qi de las Cuatro Estaciones con el


Espíritu Humano

Según la sabiduría ancestral expuesta en el Tratado de Medicina del


Emperador Amarillo, las cuatro estaciones se caracterizan por el
crecimiento en la primavera, por el fortalecimiento en el verano, por la
cosecha en el otoño y por el almacenamiento en el invierno, que son
también características del Qi de las cuatro estaciones. La clave de la
buena salud es armonizar el espíritu con el Qi estacional.

Veamos a continuación cómo podemos armonizarnos con la energía


de cada estación:
Los tres meses de la primavera son la época de renovación en todas
las cosas. Al estar todo floreciendo, el mundo se llena de vida.
Para estar de acuerdo a la estación, se debe ir a la cama algo más
tarde y levantarse algo más temprano. Deja que las cosas crezcan y
no las perturbes, da, no prives.
Esta es la manera de cultivar el Qi de la vida en la primavera. Violarlo
resultaría en perjuicio al hígado y causaría una enfermedad de
naturaleza fría en verano, haciendo que el cuerpo fuese menos capaz
de adaptarse al Qi floreciente de la estación.

Los tres meses de verano son la época de crecimiento suntuoso. El Qi


del cielo desciende y el Qi de la tierra sube. Todas las cosas fructifican
con la relación entre los dos Qi.
Para estar de acuerdo a la estación se debe ir a la cama tarde y
levantarse temprano, y no quejarse del largo y cálido día de verano.
Estar siempre animado y no enfadarse. Estar tan vivaz cuanto una
planta fresca a fin de conservar el yang Qi circulando bien dentro del
cuerpo.
Esta es la manera de adaptarse al verano y orientar el Qi del
crecimiento. Violarlo resultaría en lesión al corazón. También
perjudicaría la capacidad del cuerpo para adaptarse al conjunto de los
Qi en otoño y llevaría a recaídas y enfermedades en invierno.

Los tres meses del otoño son la época de la cosecha. Hace cada vez
más frío, y los vientos soplan más fuertemente. El Qi de la tierra es
límpido y todo cambia de color.
Acuéstate temprano para levantarte de madrugada, como el gallo.
Permanece calmo y relajado y conserva tu energía vital en correcto
equilibrio. Esto te ayudará a resistir la influencia adversa del aire frío
del otoño.
Esta es la forma de adaptarte al otoño y orientar el Qi de la época de
la cosecha. Violarlo resultaría en perjuicio para los pulmones, llevando
a indigestiones y diarreas en invierno, así como al debilitamiento de la
capacidad de almacenaje de la estación.

Los tres meses de invierno son la época de encierro y almacenaje, los


ríos se cubren de hielo y las tierras congeladas se parten. No
perturbes el yang Qi en esta estación. Duérmete muy pronto y
levántate después de nacer el sol. Evita el frío y conserva el calor. No
dejes transpirar la piel a fin de evitar que el yang Qi recogido se vea
afectado.
Deja a tu espíritu calmo como si estuviese escondido y como si
tuviese algún asunto particular que ocultar a los demás. Permanece
feliz y satisfecho como si hubieses acabado de desvendar un secreto.

Esta es la forma de cultivar el Qi del almacenaje del invierno. Violarlo


resultaría en perjuicio para los riñones, llevando a la flojedad en
primavera y a la reducción de la capacidad de adaptarse al Qi
floreciente de la estación.

Según el Tratado de Medicina del Emperador Amarillo, cada órgano


de nuestro cuerpo tiene una función. El corazón es órgano con
posición de monarca. Aquellos que procedan contra el principio de
conservar la buena salud en verano no tendrán un yang Qi
suficientemente fuerte, resultando en dolencias causadas por
debilidad en el Qi del corazón.

El hígado es órgano con función de general. Ir contra el principio de


conservar la salud en primavera no traerá el yang Qi más débil a la
vida. El cierre subsiguiente del Qi del hígado resultaría en dolencia.

Los pulmones son órganos con función de primer ministro. Aquellos


que no sigan el principio de conservar la buena salud en otoño no
serán capaces de captar un yin Qi mayor. Esto resultaría en calor en
los pulmones, manifestado por respiración jadeante y congestión
pulmonar.

Los riñones son órganos con función de ministro del trabajo. Quien
fuese contra el principio de conservar la buena salud en invierno no
será capaz de almacenar un poco de yin Qi. Esto resultará en
enfermedades causadas por un débil Qi de los riñones. Los sabios
conservaban y educaban su yang Qi en primavera y en verano y su
yin Qi en otoño y en invierno.

Dada la extensión del tema, continuaremos abordándolo en los


próximos artículos. 
Receta de salud y longevidad según la medicina
china - Parte 2
por: Elisabeth Cavalcante

  

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

Para los antiguos sabios de la cultura china, la prevención de


enfermedades es como gobernar un estado: no sirve de nada intentar
evitar una rebelión cuando ésta ya hubiese estallado.
Según este conocimiento ancestral, codificado en el Tratado de
Medicina del Emperador Amarillo, el yang Qi de la naturaleza y el yang
Qi del cuerpo están estrechamente ligados, por tanto, la armonía entre
los dos y el equilibrio yin/yang en el cuerpo son esenciales para la
buena salud.

El principio fundamental de la armonía yin/yang es que el yang Qi


debe ser conservado fuerte y denso para que el yin Qi pueda
permanecer tranquilo y suave.
La energía vital de yin tiene su origen en los cinco sabores:
1) amargo – relacionado con el elemento fuego y el corazón
2) ácido – relacionado con el elemento madera y el hígado
3) dulce – relacionado con el elemento tierra y el bazo
4) salado – relacionado con el elemento agua y los riñones
5) picante – relacionado con el elemento metal y el pulmón.

Las cinco vísceras zang que almacenan la energía vital (corazón,


hígado, pulmón, bazo y riñón), pueden ser dañadas por la ingesta
excesiva de estos mismos cinco sabores.
Esto significa que ingerir comida ácida en demasía hará que el hígado
produzca Qi en exceso, lo cual lesiona el Qi del bazo. La ingesta de
comida muy salada dañará los huesos mayores y debilitará los
músculos y la carne y causará depresión.
Ingerir en exceso comida muy dulce causará depresión y desequilibrio
en el Qi de los riñones. Al igual que la comida demasiado amarga
privará la nutrición del bazo, causando indigestión y distensión en el
estómago. El exceso de comida picante hará que los músculos y el
pulso se aflojen y lesionará el espíritu.
El consumo de una combinación armoniosa de varios sabores de
comida puede suplementar la energía vital.

Tratado del Qi de las cinco vísceras zang


Según la medicina china, cada una de las cinco vísceras zang tiene su
aversión y genera un humor específico. Y hay cinco esfuerzos que
lesionan el Qi de las cinco vísceras.
El corazón tiene aversión al calor, ya que es susceptible a las
dolencias por él causadas, que lesionan la sangre yin. Los pulmones
tienen aversión al frío, son susceptibles a las dolencias por él
causadas, ya que afecta al Qi pulmonar, que no se difunde.
El hígado tiene aversión al viento que, en demasía, da ocasión a
hipertonicidad.
El bazo tiene aversión a la humedad, es susceptible a las dolencias
por ella causadas, y una humedad excesiva puede ocasionar
abscesos que purgan. Los riñones tienen aversión a la sequedad, que
cuando excesiva, reseca la esencia yin.
Cada una de las cinco vísceras genera un humor. El corazón gobierna
la sangre de donde el sudor es transformado. Por ese motivo, el sudor
es el humor del corazón.
Las ventanas de la nariz, que producen mocos, son los orificios de los
pulmones. Por eso el moco es el humor de los pulmones. Los ojos,
que engendran lágrimas, son los orificios del hígado. Por tanto, las
lágrimas son el humor del hígado.
La boca que genera saliva fluida, es el orificio del bazo. Por tanto, la
saliva fluida es el humor del bazo. 
La lengua queda entre los vasos de los riñones y la saliva espesa se
origina bajo la lengua. Por tanto, la saliva espesa es el humor de los
riñones.
La diferenciación de los dolores
Qibo, el médico nombrado Instructor Celestial por el Emperador
Amarillo, habla de la influencia de los sentimientos en el mal
funcionamiento del Qi y de las dolencias que surgen como
consecuencia.
Según Qibo, la ira hace descender el Qi y en los casos más serios,
causa vómitos de sangre o disentería. La alegría ablanda el flujo del
Qi y lo dispersa libremente, proporcionando un Qi nutritivo y defensivo
que se infiltra a través del cuerpo.
La tristeza y el disgusto causan la súper-expansión de los pulmones,
haciendo estancarse así el calentador superior. El Qi defensivo y el
nutritivo no se dispersarán y el calor se acumulará en el pecho.
El miedo hace que la esencia del Qi descienda, bloqueando el
calentador superior. Como resultado, el Qi bajará al calentador inferior,
causando distensión. El escalofrío bloquea los intersticios, obstaculiza
el flujo del Qi nutritivo y del Qi defensivo, haciendo que el Qi se
contraiga.
El calor abre los poros permitiendo que el Qi nutritivo y el Qi defensivo
fluyan hacia fuera con el sudor.
Por tanto, el calor hace que el Qi se escape. Asustarse causa
palpitaciones. La mente-espíritu se verá desalojada y la causa de
aprensión prevalecerá. Por tanto, asustarse hace esparcirse el Qi y
que se vuelva caótico.
Un exceso de ejercicio causa palpitaciones y sudores. Tanto el Qi
interno como el externo sobrepasarán el nivel normal, dejando al Qi
exhausto. Y el exceso de pensamiento y obsesión hace estancarse el
Qi.

Continuaremos abordando las valiosas enseñanzas contenidas en la


medicina china en un próximo artículo.

Receta de salud y longevidad según la


medicina china - Parte 3
raducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

La alimentación, según la medicina china, tiene un papel fundamental


en la prevención y tratamiento de las dolencias. Por ello, daremos
continuidad al tema de los sabores ya abordado en el artículo anterior,
detallando la clasificación de los alimentos.

Según Qibo, el médico portavoz de la sabiduría ancestral en el Clásico


de Medicina del Emperador Amarillo, los diferentes tipos de cereales,
frutas, carne animal y vegetales tienen diferentes sabores.

Entre los cereales, existen las siguientes clasificaciones: el arroz es


dulce, el sésamo es ácido, el panizo es picante, el trigo es amargo y la
soja es salada.
Las frutas pueden clasificarse así: La ciruela es ácida, el dátil es dulce,
la castaña es salada, el albaricoque es amargo y la pera es picante.
En lo que concierne a la carne animal: la de vaca es dulce, la de perro
es ácida (el consumo de carne de perro es habitual en la sociedad
china), la de cerdo es salada, la de carnero es amarga y la de pollo es
picante.
Entre los vegetales, el kui es dulce, el puerro es ácido, las habas son
saladas, la cebolla es picante y el ajo es amargo.
El sabor dulce facilita a aquellos que padecen mal de bazo y que, por
tanto deben comer más arroz, carne roja, dátiles y kui.
El sabor amargo es apropiado para personas con mal cardíaco, que
deben comer más alimentos con trigo, carne de cordero, albaricoque y
ajo.

Las personas con mal renal deben comer más alimentos salados,
tales como brotes de judías verdes, carne de cerdo, castaña y hojas
de judías verdes.
El sabor ácido es apropiado a personas con males de hígado, que
deben comer sésamo, ciruela y puerro.
Las personas con dolencias pulmonares deben dar preferencia a los
alimentos con sabor picante tales como carne de pollo, panizo, cebolla
y pera.

Hemos visto qué alimentos son los apropiados para el tratamiento de


las dolencias de los cinco órganos principales. Pero las dolencias de
cada órgano también tienen una contraindicación específica, ya que
cada órgano tiene una aversión a un sabor especial. Así, quien
presenta problemas en aquel órgano ha de evitar este sabor.
El hígado está ligado a la madera y sus males contraindican el sabor
picante ligado al metal. El metal domina a la madera. Por tanto, quien
padece males hepáticos debe evitar los alimentos picantes, como la
pera, el panizo, la cebolla y la carne de pollo.
El corazón está ligado al fuego y sus males contraindican el sabor
salado ligado al agua. El agua domina al fuego. Los portadores de
dolencias cardíacas deben evitar los alimentos con sabor salado como
la soja, la castaña, las habas y la carne de cerdo.
El bazo está ligado a la tierra y sus males contraindican el sabor ácido
ligado a la madera. La madera domina a la tierra. Quien padece
dolencias del bazo, ha de evitar alimentos con sabor ácido, como el
sésamo, la ciruela y el puerro.
Los riñones están ligados al agua y sus males contraindican el sabor
dulce ligado a la tierra. La tierra domina el agua. Los enfermos renales
deben evitar el sabor dulce presente en el arroz, en la carne roja, en
los dátiles y en los vegetales kui. 
Los pulmones están ligados al metal y sus males contraindican el
sabor amargo, ligado al fuego. El fuego domina al metal. Las personas
que padecen dolencias pulmonares deben evitar alimentos amargos,
como carne de cordero, trigo, albaricoque y ajo.

Tratado de la patología del viento


Para la medicina china el viento es la causa de muchas dolencias. Es
dinámico y mutable por naturaleza. Cuando invade el cuerpo causa
muchas manifestaciones patológicas como fiebre, escalofríos,
hemiplejía. En algunos casos, el viento penetrará profundamente en el
cuerpo y causará daños a las vísceras.
El viento de los pulmones se manifiesta por sudor excesivo y aversión
al viento. El paciente se pone pálido y susceptible a palpitaciones y
tos. Los síntomas mejoran durante el día pero se vuelven más serios
cuando anochece.
El viento del corazón también provoca sudor excesivo, y sequedad en
labios y lengua. El paciente tiene el rostro enrojecido y se enfada
fácilmente. El habla puede verse afectada en los casos más serios.
El viento del hígado provoca sudor abundante y susceptibilidad a la
tristeza y la pena. El rostro se pone verde-azulado y la garganta seca.
El paciente se enfada con facilidad y, algunas veces, se disgusta con
personas del sexo opuesto.
El viento del bazo vuelve el rostro amarillo pálido, los miembros
pesados y hace que la personas se cansen fácilmente.

Las manifestaciones del viento de los riñones son sudor excesivo,


rostro gris opaco e hinchazón en los ojos. El paciente tiene dolor en la
columna y es incapaz de enderezarse, pudiendo haber obstrucción en
el tracto urinario.
En cuanto al viento del estómago, las manifestaciones son sudor
excesivo en torno al cuello, falta de apetito, obstrucción del tracto
digestivo y distensión en el abdomen.
El viento de la cabeza se manifiesta por sudor excesivo en la cabeza y
rostro, con aversión al viento. El paciente padece dolor severo de
cabeza la víspera de los cambios de tiempo. Sin embargo el dolor
mejora el día en que el tiempo cambia.

En el próximo artículo abordaremos los males a la salud causados por


condiciones como exceso de calor, de frío y de humedad.

Receta de salud y longevidad según la medicina


china - Parte 4
por: Elisabeth Cavalcante  

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

Para la medicina china, la presencia de viento, frío y humedad es un


importante desencadenante del desequilibrio del qi, la energía vital en
el cuerpo humano.
El qi esencial en el cuerpo es transformado a partir de la comida y de
la bebida, que han sido digeridas en el estómago. Comprende dos
tipos: el qi límpido, que se denomina qi nutritivo y el qi turbio, que se
denomina qi defensivo. Circulan por todo el cuerpo y proporcionan
garantía de funciones fisiológicas eficaces.
Qibo, el médico instructor del Tratado de Medicina del Emperador
Amarillo, explica que la presencia de viento, frío y humedad es
fundamental para el establecimiento de la llamada condición bi, que se
refiere a dolor, adormecimiento y otros impedimentos causados por la
invasión de estos elementos.

La anormalidad en el qi nutritivo y en la circulación del qi defensivo


causará disfunción corporal. No obstante, mientras no se combine con
viento, frío y humedad, la condición bi no ocurrirá.

Los cinco órganos zang* se conectan con los canales importantes. Si


el bi patogénico se prolonga en la superficie, invadirá los órganos
correspondientes.

Si el bi de los huesos se prolonga, el qi perverso invadirá los riñones.


Si el bi de los tendones se prolonga, el qi perverso invadirá el hígado.
Si el bi de las venas se prolonga, el qi perverso invadirá el corazón. Si
el bi de los músculos se prolonga, el qi perverso invadirá el bazo.
Si el bi de la piel se prolonga, el qi perverso invadirá los pulmones.

Las diversas enfermedades bi son causadas por el viento, el frío y la


humedad que invaden el cuerpo en las diferentes estaciones.
Diferentes síntomas se manifiestan cuando la enfermedad bi invade
órganos diferentes: las manifestaciones del bi de los pulmones son
opresión en el pecho aliada a palpitación y vómitos.
El bi del corazón se manifiesta como obstrucción del flujo sanguíneo,
opresión, palpitación, garganta seca, eructos y miedo.
El bi del hígado se manifiesta por medio de despertar con movimientos
bruscos repetidos, sed y orina frecuentes.
En el caso del bi de los riñones, los síntomas son abdomen distendido,
huesos débiles, incapacidad de andar, cuerpo contraído incapaz de
estirarse y una joroba más alta que la cabeza.
En cuanto al bi del bazo, los síntomas son miembros enflaquecidos,
falta de fuerza, tos, vómitos de líquidos claros e incluso obstrucción
arriba del diafragma.
En cuanto al bi intestinal, hay inhibición de orina, aunque el paciente
beba agua con frecuencia.
El yang* qi y el qi perverso en los intestinos y en el estómago, luchan
uno contra otro, causando a veces excreción excesiva de comida no
digerida.
En el caso del bi de la vejiga, el paciente siente dolores a la presión en
el abdomen inferior, como si estuviese lleno de agua caliente. Hay
también orines que queman y flujo nasal claro.

Tratado acerca del Síndrome del Enflaquecimiento

Si una persona se expone con frecuencia a la humedad, por ejemplo,


trabajando en el agua, la humedad subirá por el cuerpo.
Si vive en alrededores húmedos, la carne y músculos de esa persona
se verán afectados por la humedad perversa, causando
adormecimiento permanente, llegando a desarrollar un
enflaquecimiento. Por tanto, el Clásico de Medicina del Emperador
Amarillo dice que el enflaquecimiento de la carne y de los músculos
está causado por la exposición prolongada a locales húmedos.
El cansancio de un largo viaje a un lugar cálido causará sed que, a su
vez, hará surgir un yang qi excesivo, y la acumulación de calor atacará
a los riñones.
Los riñones son los órganos del agua. Si el agua no puede superar el
calor fuerte, los huesos y la médula fenecerán y no podrán sostener el
cuerpo. Esto se conoce como enflaquecimiento de los huesos.

Papel y naturaleza de los diferentes sabores de las hierbas


medicinales

Los remedios de diferentes sabores contraen o disipan, son


moderados o desencadenantes, secos o humectantes, ligeros o
fuertes. Es necesario elegir el tipo apropiado, según la condición
específica de la dolencia, para que armonice el qi y la sangre, con
objeto de la restauración del equilibrio en el cuerpo.

Los remedios de sabores picante o dulzón son de naturaleza yang y


tienen un efecto efusivo y disipador. Remedios de sabores ácido o
amargo son de naturaleza yin* y tienen un efecto de elevación y
purgante.
Los remedios de sabor salado son de naturaleza yin y tienen un efecto
de elevación y purgante.
Los remedios de sabor suave son de naturaleza yang y tienen un
efecto de filtración y drenaje.

Al tratar las enfermedades la medicina china considera necesario


comprender su patología y asociaciones, tales como diferenciar los
patrones de plenitud y vacío, y dejar claro cuáles son los males que
están actuando.
Ha de hacerse un análisis para saber cuál es el qi dominante antes de
revitalizar el flujo del qi y de la sangre, a fin de recuperar el equilibrio y
la armonía del cuerpo.

En el próximo artículo abordaremos otros elementos a considerar en el


tratamiento de los desequilibrios de la energía qi.

* Yang: Cielo, masculino, activo


* Yin: Tierra, femenino, pasivo
* Zang: Órganos internos superiores (vitales)

Receta de salud y longevidad según la medicina


china - Parte 5
por: Elisabeth Cavalcante  

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

El Clásico de Medicina del Emperador Amarillo considera a la


acupuntura como la forma más frecuente de tratamiento de dolencias.
Pero también cita otras prescripciones, como vino de arroz, bebida de
raspaduras de hierro, moxibustión*, remedios a base de hierbas,
manipulación y masaje.

Según el Clásico, un médico competente ha de dominar todos estos


métodos de tratamiento y aplicar la terapia más adecuada según el
caso específico.
Las características físicas del cuerpo, tales como el color y el espesor
de la piel, la textura de los músculos, el tamaño y formato de los
órganos, etc., están íntimamente ligadas a la sensibilidad de cada uno
a la enfermedad y son factores importantes al decidir si son
resistentes o débiles.

Además, las alteraciones en las condiciones de los pulsos de las


personas son complejas. Por ello, el Clásico considera que un
diagnóstico meticuloso tomando el pulso del paciente es de
importancia vital en el tratamiento de las dolencias.
A través del uso de estas cuatro técnicas de diagnóstico, observación,
escuchar, hacer preguntas y palpar, es posible averiguar con bastante
precisión la condición del paciente.

Aquellos que no pueden seguir correctamente los consejos médicos


deben, por lo menos, poner especial atención a la temperatura de su
comida y de sus ropas. Un término medio entre caliente y frío
capacitará el qi** original para prevalecer en el interior y exterior del
cuerpo y para protegerlo de la invasión del qi perverso.

Al comer y vestirte, ten la seguridad de mantener la temperatura


correcta. Si prefieres estar frío, debes exponerte solamente a un frío
moderado y, de forma alguna llegar a congelarte.
Si prefieres lo cálido, deberás exponerte a un calor moderado y, de
manera ninguna llegar a calentarte hasta transpirar. Este principio
debe ser seguido especialmente al comer y beber.
Las comidas calientes no deben escaldar y las comidas frías no deben
ser extremadamente heladas.

Para la medicina china, el principio de la moderación ha de aplicarse


en todas las situaciones de la vida. Comer y beber en demasía,
practicar ejercicios físicos en exceso, tener una vida demasiado
sedentaria, mantener una actividad sexual excesiva, son actitudes que
resultarán en el desequilibrio yin/yang*** del cuerpo.

El principio fundamental de la armonía yin/yang es que el yang qi debe


ser conservado fuerte y denso para que el yin qi pueda permanecer
tranquilo y suave. Por tanto, el mantenimiento de la armonía del yin y
del yang es la mejor manera de conservar la buena salud.
Quien sabe mantener la buena salud, siente en sí mismo
frecuentemente un superávit de energía. Alguien con superávit de
energía tiene los oídos aguzados y buena vista, es ágil y goza de
sólida salud, incluso en edad avanzada.
Por tanto, los sabios no se ejercitan ni piensan de forma salvaje. Son
siempre optimistas, joviales y tranquilos y están aptos para vivir
mucho.

* Aplicación de calor por la quema de hierbas medicinales, en el lugar


donde se encuentra el desequilibrio energético.

** energía vital

*** yin – femenino/pasivo


yang – masculino/activo

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