Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El planteamiento que quiero llevar a cabo por medio de éste texto es la condensación de una
reflexión de largo alcance que ha sido motivada por mi experiencia situada en los límites de la
paradoja, que más que exponer mi propia experiencia, presenta formas activas de resistencia, que he
desarrollado por medio de algunas estrategias que están al límite (dentro y fuera) del museo en las
prácticas artísticas y los procesos creativos, de las que me he apropiado utilizándolas como
herramientas críticas para cuestionar las normas, políticas, representaciones y discursos que
anteceden mi subjetividad abyecta, como machorra. Lo anterior me permite cierto nivel de
agenciamiento y por lo tanto me lleva a plantearlas como estrategias de transformación y de
subversión que pueden llegar a resignificar la experiencia subjetiva.
Los ade_manes3 en mi cuerpo son una tacha, una tacha que marca una
representación abyecta4. Un trazo que, como Doris Salcedo describe en su
propuesta Shibboleth 5 delimita la viabilidad de unos cuerpos en un
territorio, al construir una grieta de 167 metros de largo en la Tate Modern
Gallery. Al respecto señala:
"La obra lo que intenta es marcar la división profunda que existe entre la humanidad y los
que no somos considerados exactamente ciudadanos o humanos, marcar que existe una
1
Una
versión
anterior
a
éste
texto
se
encuentra
publicada
en
la
revista
virtual
Vozal
en
su
segunda
versión:
“El
regreso
de
las
perras
Xoloitzcuintles.”
http://www.revistavozal.org/perrasxoloitzcuintles/
.2013
2
Halberstam,
Judith.
“Masculinidad
Femenina.”
P.
52
Ed.
Egales
Editorial.
2008
3
Según
la
RAE
ademanes
se
refiere
a
un
movimiento
o
actitud
del
cuerpo
o
de
alguna
parte
suya,
con
que
se
manifiesta
un
afecto
del
ánimo.
La
apropio
para
éste
trabajo
como
un
término
que
se
refiere
a
lo
preformativo
de
la
masculinidad,
puntualmente
a
los
ade_manes
que
reconozco
como
gestos,
pero
también
acciones.
Lo
particular
de
ésta
palabra
y
es
por
lo
que
me
parece
pertinente
utilizarla
es
que
ademanes
señala
gestos
tan
nimios
e
irreconocibles,
indistinguibles,
que
quedan
en
un
esfera
que
es
la
del
silencio
y
lo
innominable
que,
en
el
contexto
de
este
trabajo
apunta
a
la
semiótica
de
las
masculinidades
en
cuerpo
ajeno,
que
desde
mi
lugar
de
enunciación
sería
la
masculinidad
femenina
en
mi
cuerpo
lesbiano.
4
Utilizo
el
término
abyecto
para
referirme
a
una
reacción
que
genera
el
ser
interpelado
por
algo
que
sin
pensarlo
se
rechaza.
Hace
alusión
a
la
repulsión
absoluta
que
se
manifiesta
a
través
del
asco,
el
rechazo,
lo
insoportable,
lo
inadmisible,
que
con
respecto
a
la
relación
de
los
sujetos,
ésta
relaciones
negativas
hacen
que
el
sujeto
sea
abyectado
de
la
esfera
social.
5
Intervención
de
la
artista
colombiana
Doris
Salcedo
en
la
‘Sala
de
turbinas’
de
la
galería
Tate
Modern
en
el
año
2007,
en
la
que
la
artista
construye
una
grieta
en
el
piso
de
esta
galería
de
Londres.
6
diferencia profunda, literalmente sin fondo, entre estos dos mundos que jamás se tocan, que jamás se encuentran".
Siendo la primera mujer latinoamericana que exponía en ese espacio, Salcedo abre una grieta en el
mainstream, por medio de la cual critica la definición moderna de lo humano, que produce un
antagonismo entre lo Uno y lo Otro, hallando una representación del vacío que delimita una
diferenciación significativa, en donde lo que es considerado humano genera distanciamientos,
señalamientos y diferencias.
Con respecto a lo que dice Salcedo sobre estos mundos que no se tocan considero que los dos
bordes de la grieta se interpelan desde la ausencia, puesto que las marcas que separan unos cuerpos
de otros son relacionales. Blanco es blanco con respecto al negro, un hombre llega a serlo porque no
es una mujer, la diferencia entre norte y sur; allí es donde los límites cobran sentido por medio del
rozamiento entre sí, recordándonos además que no son categorías estáticas. Por lo anterior
reconozco ésta grieta como un vacío que se construye desde las relaciones mismas, que al
establecer una distancia frente a lo otro, funciona a modo de reflejo de lo uno para legitimar a éste
último, para reafirmarlo. Así que la distancia no se establece como una muralla de dos mundos que
no se tocan, sino que se genera a través de dos mundos que al tocarse queda delimitada su distancia,
pues su relación es lo que los significa y los sitúa.
De ésta manera, la categoría de género por ejemplo, no sólo se construye en torno a uno mismo sino
también en la relación con otros, interviniendo en la subjetividad; pues estas normas implícitas en
las relaciones con género delimitan y determinan el flujo y las formas de estos cuerpos en el
espacio, en donde su cercanía o distancia de las mismas delimita su reconocimiento .7
En este agrietamiento negativo que distingue unas corporalidades de otras, está trazado mi cuerpo
que materializa una distancia constitutiva con respecto a lo femenino, en lo que llamo una identidad
dislocada, una masculinidad vivida en un cuerpo asignado como femenino culturalmente, una
incongruencia del sexo con el género; es decir, mis tetas no van con mi actitud masculina. Soy lo
que en la infancia se nombraba “marimacho”, categoría que funcionaba para denunciar a unos
cuerpos que se salían de las normas de lo femenino, una mujer amachada, una relación con el
género que me enmarca dos veces en el no hombre, pues al ser categorizada como una biomujer
represento epistemologicamente al no hombre, y al no llevar una masculinidad que se materialice en
un cuerpo asignado como biohombre llego nuevamente al lugar del no hombre.
En este orden de ideas me he fugado del género dos veces, doblemente marcada, soy extranjera en
éste género que me ha demostrado rotundamente esa distancia, cuando por ejemplo en los juegos de
la niñez no me dejaban jugar por no llevar la feminidad al límite del reconocimiento. La regulación
de género aparece también en lugares de transito como los baños públicos, en donde la
incongruencia con el sistema sexo/género/deseo me pone al descubierto como una corporalidad que
debe ser vigilada. De manera similar funciona en las calles cuando en múltiples ocasiones se me ha
hecho notar desde fuera que soy extranjera en la feminidad, con alertas a modo de insulto como:
“Le falta la antena” declaración que busca regularme y situarme de nuevo en el ámbito de lo
femenino puesto que no puedo usurpar otra identidad.
6
Palabras
de
la
artista
para
el
artículo
de
la
BBC
mundo
en
Internet.
“Doris
Salcedo:
canto
contra
el
racismo”
de
Manuel
Toledo,
2007.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7035000/7035694.stm
7
Butler,
Judith.
‘Deshacer
el
género.’
Ed.
Paidós.
1990
Estos posicionamientos subjetivos me llevan a cuestionar los límites del sistema sexo/género/deseo
con respecto a mi corporalidad de machorra lesbiana en un régimen heterosexual, en donde al tratar
de indagar en una subjetividad que me antecede, no sólo convoca mi experiencia sino que habla en
una escala más alta sobre los cuerpos fugados del género, impostores, desobedientes, disidentes y
ante todo en una posición de resistencia.
8
Un ejemplo de lo anterior puede evidenciarse en la
obra de Opie y Hazekamp, en donde indiscutiblemente esa
traza constituye una herida que marca, ya sea por la
inviabilidad de poder realizarse en un hogar lesbiano al
margen de una matriz heterosexual, o las cicatrices que se
delinean a través de las violencias que se ejercen en nombre
de la normalidad9; adjetivo que al enunciar lo que debe ser
normal define claramente eso que no es, delimitando un
vacío constitutivo nuevamente, que en este caso enmarca otro matiz del mundo de lo negativo, un
lugar en donde la división se ejerce a través de prácticas del silencio, en donde el mismo constriñe,
regula, sitúa y también hiere.
Allí mismo en la vida al borde de los límites del género, en los cercos de la negatividad, es posible
generar una relación con el mundo, lo que llamaría Alaska “Los paraísos artificiales”10 los cuales
son utopías del presente, construcciones artificiales que permiten materializar unos agenciamientos
corporales por medio de la resignificación de categorías que no escogemos ni escogimos pero sí nos
determinan. Los paraísos artificiales serían entonces unos posicionamientos subjetivos que se
encarnan por medio del deseo, el deseo de poder ser lo que unx quiere, que al rechazar una vida en
la nulidad, representa en términos de Raquel Platero la disposición de un espacio con unas
condiciones de materialidad para poder ser, al margen de unos límites que no son nuestros.11
Los paraísos artificiales son arquitecturas efímeras del deseo, utopías del presente que resistiendo a
las regulaciones del género y la sexualidad, permiten que aquellas corporalidades abyectas se
materialicen en la forma que deseen, resignificando las categorizaciones sociales para dar rienda
suelta a lo que quieren de sí mismos. Como diría la Agrado, personaje de Pedro Almodovar: “Una
es más auténtica cuanto más se parezca a lo que se ha soñado de sí misma".12
Desde esta perspectiva, lo que he hecho de mi misma se ha construido al margen de las categorías
de género que me sitúan socialmente en un determinismo biológico, es decir aquello que me fue
designado a la hora de nacer debe corresponder con lo que culturalmente significa ser mujer en mi
contexto, que es la relación de mi corporalidad de biomujer con respecto a lo femenino.
8
Opie,
Catherine.
“Autorretrato”.
1993.
Hazekamp
,Risk
.
“Bajo
la
influencia/Catherine
Opie”.
2007.
9
Barragán,
Andrea.
“A_normal”.
Video
loop.
2012.
http://yoyoxoxo.blogspot.com/2012/12/anormal.html
10
Concepto
utilizado
por
Olvido
Gara
en
Carta
Abierta,
programa
cultural
español
de
la
cadena
televisiva
TVE.
11
Platero,
Raquel
Lucas, “La
masculinidad
de
las
biomujeres:
marimachos,
chicazos,
camioneras
y
otras
disidentes.”
Jornadas
Estatales
Feministas
de
Granada.
Mesa
Redonda:
Cuerpos,
sexualidades
y
políticas
feministas.
o6
de
Diciembre
de
2009
12
Almodovar,
Pedro.
“Todo
sobre
mi
madre”
1999
13
A partir de estas reflexiones, he desarrollado
desde el 2003 distintos proyectos visuales, como la
inserción en circuitos ideológicos evidente en “¿Leonisa
si es mujer?”, que proponía una apropiación de la
estrategia que utilizó Cildo Meireles en proyectos como
Proyecto Coca-cola (1970), que consistía en reconocer y
escoger una ideología circular para después parasitarla.
La pregunta apunta directamente a la relación de la marca con lo que significa ser mujer en mi
contexto, siendo ésta además una marca nacional que usa como estrategia de marketing entre sus
consumidoras un ideal de feminidad latino, sensual y ardiente. En segunda instancia, se dirige a una
tensión crítica que es la del determinismo biológico, pues siendo una prenda diseñada para cubrir la
vagina y los senos, fortalece una codificación heterosexual basada en el sexo, produciendo mujeres
objeto de deseo del consumo masculino. Es así como el eslogan de la marca dice: Leonisa sí es
mujer femenina heterosexual latina; una pequeña enunciación que enmarca toda una subjetividad
identitaria.
Desde esta mirada, empecé a expandir los cuestionamientos en torno a la construcción de ideal
femenino, que al indagar por una identidad sobre ¿Quién soy yo y a qué pertenezco? ¿Qué es el
género y qué me define como mujer o como hombre? ¿Qué es ser mujer?¿Qué es ser mujer siendo
lesbiana? terminó por fisurar el sistema sexo/género/deseo, cuando eso que debía anclar mi
identidad dentro de una subjetividad femenina no tenía ningún sentido de identificación positiva en
mi, y las relaciones causales no tenía valor intrínseco alguno, pues lo que yo representaba era de
sexo mujer, de género otro y sexualidad lesbiana, sujeción que al mismo tiempo evidencia un
paradigma cuando lo biológico es fijado como construcción cultural.
De ésta manera una identidad dislocada que carece de reflejo en la macula ficcional del género
deviene vampiro para los márgenes de la normativa heterosexual; una corporalidad monstruosa que
en cada rasgo y gesto, desdibuja los esquemas de la subjetividad femenina, actitud que se torna más
vertiginosa cuando aquello que mi deseo idealiza no es lo opuesto a lo femenino, es decir, no es el
deseo de llenar una identidad masculina, como una reacción de rechazo inminente a lo que
femenino significa social y culturalmente con respecto al orden masculino en esta sociedad
patriarcal y profundamente machista.
13
Barragán,
Andrea.
¿Leonisa
sí
es
mujer?.
Registro
Fotográfico.
Vestier
para
Damas,
Tienda
Éxito,
Calle
134
Carrera
9º,
Bogotá.
2007
14
Sub_versiones de género: Un cambio en la mirada.
En
un
texto
fundacional
del
nuevo
feminismo,
publicado
en
1973
por
Carol
Duncan
tachaba
la
modernidad
de
principios
no
sólo
de
abiertamente
machista
–
dada
su
continua
preocupación
por
la
experiencia
del
hombre
blanco
-‐
,
sino
de
afirmativamente
viril
,
social
e
iconográficamente
con
la
heterosexualidad
masculina
como
el
15
tópico
definidor
de
la
creatividad
masculina.
En
los
núcleos
vanguardistas
de
toda
Europa,
los
artistas
varones
describían
el
lugar
de
la
producción
artística
moderna,
el
estudio,
como
el
escenario
de
un
dramático
encuentro
entre
el
creador
y
su
objeto
sexual,
la
mujer,
el
producto
de
cuyo
desigual
intercambio
era
un
arte
moderno
viril
escrito
en
los
cuerpos
de
16
las
mujeres
trabajadoras.
17
Esa fue la crítica que hizo el artista Marcel Duchamp (1919) al arte
de su época, cuando le dibujó bigotes a la ”Mona Lisa” añadiéndole la
inscripción L.H.O.O.Q; con esta intervención él plantea cómo las mujeres
estaban siendo representadas en el mundo del arte; musas de los grandes
artistas, en un contexto donde paradójicamente se realizaba arte sin artistas
mujeres. Lo que traduce L.H.O.O.Q leído rápidamente en francés sería una
aproximación a “ ella tiene el culo caliente”, o en inglés leído como LOOK
traduciría “apariencia”. Lo que trata de decir Duchamp es que en la silla
“ella” tiene el culo caliente de esperar su lugar en el arte: la Mona Lisa es la
14
“
Drag
Kings,
Transformismo
con
pantalones
/Serguei
Ltda.”
Cartel
Urbano,
Ed.
37,
p.
62,
63
Fotografía:
Mauro
Raigoza.
15
Pollock,
Griselda.
Inscripciones
en
lo
femenino.
P.
323
Ed.
Akkal.
16
Duncan,
C.,
“Virility
and
Male
Domination
in
Early
Twentieth
Century
Vanguarding
Painting”.
1973
ahora
en
Aesthetics
and
Power,
1992
Duncan
alude
al
extendido
tópico
del
artista
varón
en
su
estudio
con
la
modelo
desnuda
en
actitud
erótica
como
un
nuevo
tipo
de
tipo
de
ídolo
de
la
libertad
sexual
viril
que
se
convierte
en
sinónimo
de
la
creatividad
artística
y
se
estiliza
por
medio
del
uso
de
una
mal
llamada
estética
no
europea
para
presentar
las
fantasías
sexuales
europeas
como
“primitivas”
P.
324
en
POLLOCK,
Inscripciones
en
lo
femenino.
Ed.
Akkal.
17
Duchamp,
Marcel,
“
L.H.O.O.Q”
,
1919.
encarnación del deseo masculino, pero al ser masculinizada representa lo fálico, la ausencia de lo
femenino, y nunca la simbolización desde su propia representación.
De ésta manera habitar la categoría mujer trae consigo la historicidad, en la cuál hace muy poco
tiempo somos consideradas ciudadanas. En la historia del arte por ejemplo, hace menos de cien
años dejamos de ser objetos y musas para ser sujetos y constructoras de un arte propio, que dejó de
ser ornamental para ser valorado en sus propias dimensiones: aquella es una tensión que aún hoy se
mantiene con la noción de humano en la modernidad, por medio de la cual todavía somos
significadas.
Cuando me trasvestí como Serguei LTDA, no lo hice para personificar el deseo de ser otro inverso
y masculino, sino como una estrategia que me serviría para cuestionar el género como productor y
regulador de unas identidades particulares, por medio de las cuales se sitúa a los sujetos en unas
relaciones de poder. Este cambio en mi performatividad no consistió en transitar de un género a otro
sino en confrontar las ficciones de género por medio de las cuales el mismo se reconoce como una
categoría naturalizada que legitima éstas relaciones de poder.
18
18
Estos
calendarios
fueron
repartidos
indiscriminadamente
a
principio
del
año
2008,
pasándolos
de
mano
en
mano,
también
los
difundí
dejándolos
en
las
calles,
las
peluquerías
en
los
bares,
en
los
buses,
sin
establecer
un
público
especifico
al
que
debiera
llegarle.
Reconozco el machismo de las masculinidades heroicas como un objetivo a ser flanqueado, ya que
sí el mundo femenino está significado desde el masculino, habría que prestarle atención para crear
estrategias para boicotearlas. De ésta forma construí una masculinidad desde lo femenino creando
una parodia de lo masculino que burlaba la legitimidad del macho que se construye bajo el
presupuesto de ser un “no mujer”. Con el travestismo como estrategia saturé la categoría y me
construí una masculinidad a punta de lentejuelas y escarcha, una masculinidad apropiada desde el
mundo femenino para rebasar los géneros, un pastiche simbólico que excedía sus categorías
denunciando sus lógicas al saltar la correspondencia de sexo=género=deseo.
19
Este silogismo busca legitimar al hombre a través de la relación que pueda llegar a tener con una
mujer confirmando así la heteronorma, presupuesto que transgredo cuando presento a Serguei, pues
al enunciarse desde una biomujer lesbiana cambia totalmente su significado y se traslada a la
imaginería lésbica. Subvertir el género y flanquear la masculinidad heroica al parodiar la virilidad
en cuerpo ajeno a través del tecnohombre mediante la prótesis, resulta ser una ironía cuando la
virilidad es una propiedad que se piensa como biológica y, retomando a Halberstam, debe ser
probada todo el tiempo. En este caso, la virilidad es una iteración que no alude a la biología del
macho, pero se pone a prueba por medio de ade_manes en cuerpo ajeno que falsean su reflejo y
producen un espejismo que corresponde al exabrupto.
Si no es posible apelar a una «persona», un «sexo» o una «sexualidad» que evite la matriz de las relaciones
discursivas y de poder que de hecho crean y regulan la inteligibilidad de esos conceptos, ¿qué determina la
posibilidad de inversión, subversión o desplazamiento reales dentro de los términos de una identidad construida?
¿Qué alternativas hay en virtud del carácter construido del sexo y el género?20
19
Barragán,
Andrea,
“Calendarios
Serguei
Ltda.”1998.
20
BUTLER.
“El
género
en
disputa”
P.
96
Ed.
Paidós.
2004
No creo que haya forma de deshacer el género que no sea deconstruyendo el sistema sexo/ género
en sí, fuera de este binomio no hay nada, pero en ellos está la materia a intervenir. Esta es la
metodología que me ha permitido encontrar formas creativas de boicotear el sistema, en las cuales
apropiarme del género discursivamente e intervenirlo, implica continuamente subvertir sus formas
de regulación, saturando la categoría llevándola a la paradoja hasta volverla ilegitima.
21
De esta forma realicé una serie de postales titulada “A
imagen y semejanza”, donde por medio de la intervención
buscaba develar y al mismo tiempo subvertir personificaciones
de masculinidades heroicas al fusionar iconos con dichos
populares que en su conjugación alteran su significación
desvirtuando al macho por medio del humor y la parodia, como
estrategia que he encontrado de mayor eficacia para boicotear al
machismo sin usar sus mismas armas de disputa.
“Sin vergüenza” es un performance en el que interpreto “Escándalo” una ranchera de Javier Solís
que habla de un amor atravesado por la diferencia de clases. La viabilidad de este amor se pone en
juego por la distinción de sus cuerpos categorizados a través de la clase social como dos esferas que
no deben juntarse. Si se traslada a la esfera lésbica funciona de la misma manera, como una práctica
sexual que es contraria a las normas establecidas socialmente, que en éste caso se refiere a la
heterosexualidad obligatoria, que funciona como una práctica abyecta, marginada y vigilada.
22
“No hagas caso de la gente/ sigue la
corriente/ y quiéreme más./ Que si esto es
escandaloso,/ es más vergonzoso,/ no saber
amar.” canta Solís en medio de su despecho y
yo asiento con fuerza la misma frase,
devolviendo así la vergüenza que inspira mi
práctica amorosa. Mientras interpreto a
Serguei, señalo que es la misma situación que
vivo, cuando mi práctica es regulada por
medio del escándalo y el estigma, invalidando
mi sexualidad a través de la heterónoma,
sacando así ésta práctica de la esfera social y
21
BARRAGÁN.
“Los
hombres
no
lloran”
Postal
2012
22
“Sin
Vergüenza”
Performance
del
proyecto
Serguei
Ltda.
en
el
Museo
de
Antioquia
para
el
bicentenario
en
la
exposición:
“Colombias
200
años,
historias
imágenes
y
ciudadanías”
.2010
devolviéndola al orden privado donde reside lo intimo, que es el lugar en el cual se le permite
habitar someramente a esas sexualidades desviadas, siempre y cuando no sean visibles ni una
opción posible de sexualidad.
También se podría percibir que todos estos espacios de masculinidad pueden estar amenazando incluso una
movilización política articulada alrededor de la identidad. En ocasiones no es necesario fijar una identidad
reconocible en las categorías al uso -lesbiana/ trans/ bi/ queer/ boi/ etc.- para desplegar prácticas de movilización
social.26
23
Grupo
de
rock
español
de
punk
y
gótico
de
la
década
de
los
ochenta,
al
que
se
considera
iniciador
de
una
corriente
de
sonido
oscuro
dentro
de
la
llamada
movida
madrileña.
24
Serguei
Ltda.
en
las
presentaciones
de
la
convocatoria
de
Transposiciones,
un
proyecto
de
Mapa
Teatro
con
apoyo
de
la
Alcaldía
de
Bogotá.
2011.
Fotografía:
Alfonso
José
Venegas.
25
http://www.youtube.com/watch?v=zBSasQbniYI&feature=plcp
26
PLATERO,
2009.
De ésta manera el travestismo ha implicado una crítica radical a la identidad en donde intervenir el
sistema sexo/ género/ deseo, me ha llevado a entender los procesos de subjetivación como
producciones culturales, al permitirme desencializar las categorías de género; pues, si no son
instancias biológicas, son culturales y las mismas pueden ser deconstruidas. Este reconocimiento
me brindó la posibilidad de agenciamiento, de buscar formas creativas de habitar el género que
permitan la viabilidad de presencias fugadas de lo femenino o lo masculino en donde el exilio de la
heteronorma, es lo que constituye su resistencia, posibilidad y transformación. En palabras de
Beatriz Preciado:
No hay nada que develar en la naturaleza, no hay un secreto escondido. Vivimos en la hipermodernidad punk: ya no
se trata de revelar la verdad oculta de la naturaleza, sino que es necesario explicitar los procesos culturales, políticos,
técnicos a través de los cuales el cuerpo como artefacto adquiere estatuto natural… No hay nada que desvelar en el
sexo ni en la identidad sexual, no hay ningún secreto escondido. La verdad del sexo no es desvelamiento, es sex
27
design
Es así como la resistencia travesti, hizo que reflexionara acerca de atentados a éste sistema más
radicales, que involucrarán al cuerpo no sólo en lo simbólico, en su representación y en escena, sino
en el lugar en donde esas bipolíticas que producen nuestra subjetividad actúan para generizar
nuestra carne, es así como dentro de mis estrategias de resistencia he optado por involucrar
subversiones desde el propio cuerpo y en la vida diaria, que reten la categorización naturalizada del
género. Acciones como dejar crecer los vellos de mi cuerpo desestabilizando mi entorno
continuamente, poniendo en evidencia la violencia de éste sistema, señalando que éstos límites del
género son una frontera activa que defiende su legitimidad a todo costo.
La coherencia en el ser y actuar desde lo cotidiano me hizo reflexionar que al enfocar mi atención
en las macropolíticas que regulan las subjetividades, dejé de lado observar cómo éstas también
funcionan en mi cuerpo. Cuando saturé mi performatividad masculina por medio de ésta
construcción corporal, volví a quedar en evidencia como un cuerpo abyecto, cuando se intensificó
mi dificultad de habitar la vía pública quedando continuamente expuesta como una corporalidad
vergonzante, reconocí entonces a través de ésta experiencia que la disciplina que era impuesta desde
la vigilancia de los demás hacia mi era la misma que dirigía hacia mi misma, en donde alejarme
mucho del género me producía miedo a ser castigada, por lo tanto mi subjetividad debía vigilarla
también.
27
Preciado,
Beatriz.
“Testo
Yonqui”.
Ed.
Espasa.
P.
33
del reflejo no es la que me corresponde, eso que yo debería ser no soy, no cumplo la heteronorma.
La experiencia de entrar a un baño público me sitúa como sospechosa en una feminidad que es
aprobada entre mujeres; en esta intervención marco éste baño como impropio mientras acerco a las
usuarias de este espacio al espejo situado dentro del cubículo del baño, a mi propia experiencia del
reflejo femenino velado.
28
La pertinencia de resistir al género con el cuerpo reside en que en él, funcionan esas políticas que
buscan producirlo e intervenirlo. En este sentido, resistir desde allí debe ser un frente principal,
porque permite desestabilizar este sistema en la acción misma, resistir sus normativas es algo muy
simple pero constituye una acción extrema que actúa sobre la
vida diaria. Por eso ahora reconocer la artificialidad de lo
femenino, implica potenciar mi masculinidad femenina, en
donde puedo resignificar la norma de género a mi beneficio a
través de la performatividad protésica, apropiándome de la
masculinidad que invoque mi deseo, como también constituye el
salto a la norma como acto subversivo que me posibilita
hacerme un cuerpo, un cuerpo que yo deseo, la encarnación de
los ade_manes en cuerpo ajeno.
29
28
http://youtu.be/iJhtq8trFUo
29
BARRAGÁN.
“Fuck
it”
Fotografía
digital.
2012