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Fibroadenoma

Los fibroadenomas son bultos sólidos y no

cancerosos en las mamas que se presentan con

mayor frecuencia en mujeres de 15 a 35 años y

generalmente es asintomático.

Un fibroadenoma puede sentirse firme, liso,

gomoso o duro y tiene una forma bien definida.

Normalmente es indoloro, se puede sentir como una canica en el pecho, moviéndose

fácilmente bajo la piel cuando se examina. Los fibroadenomas varían en tamaño y pueden

agrandarse o reducirse por sí solos.

Los fibroadenomas se encuentran entre los bultos no cancerosos (benignos) más comunes

en las mujeres jóvenes. El tratamiento puede incluir controles para detectar cambios de

tamaño o sensación, una biopsia para evaluar el bulto o una cirugía para extraerlo.

Durante el embarazo y la lactancia se produce una estimulación hormonal que afecta

directamente al parénquima mamario condicionando cambios fisiológicos. La mayoría de la

patología asociada es benigna, siendo el fibroadenoma el tumor que se encuentra con mayor

frecuencia. La gran mayoría son preexistentes a la gestación,  pero por el estímulo

hormonal los fibroadenomas pueden experimentar un crecimiento muy significativo e

hiperplasia secretora.  Generalmente esto conlleva cambios morfológicos apareciendo como

nódulos complejos, con ecoestructura heterogénea y quistes y ductos dilatados en su

interior,  que pueden necesitar de confirmación histológica mediante biopsia percutánea.


Síntomas

Los fibroadenomas son nódulos mamarios sólidos que por lo general tienen estas

características:

Redondo con bordes definidos y suaves

Se mueven con facilidad

Firmes o gomosos

Indoloros

Puedes tener uno o muchos fibroadenomas en uno o ambos senos.

Fisiopatología y etiología: Originado en el lobulillo mamario y prolifera en respuesta

a estímulo estrogénico. El embarazo puede causar proliferación de lesiones preexistentes,

ocasionalmente dolor regional y en forma excepcional se han descrito cuadros de isquemia

y necrosis tumoral.

Causas

Se desconoce la causa de los fibroadenomas, pero podrían estar relacionados con las

hormonas reproductivas. Los fibroadenomas se producen con mayor frecuencia durante los

años reproductivos, pueden hacerse más grandes durante el embarazo o con el uso de la

terapia hormonal, y pueden reducirse después de la menopausia, cuando los niveles

hormonales disminuyen.

Tipos de fibroadenomas

Además de los fibroadenomas simples, hay lo siguiente:


 Fibroadenomas complejos. Pueden contener cambios, como un crecimiento

excesivo de las células (hiperplasia), que pueden crecer rápidamente. Un patólogo

elabora el diagnóstico de un fibroadenoma complejo después de examinar el tejido de

una biopsia.

 Fibroadenomas juveniles. Es el tipo más común de bulto en los senos que se

encuentra en niñas y adolescentes entre los 10 y 18 años. Estos fibroadenomas pueden

crecer mucho, pero la mayoría se encogen con el tiempo, y algunos desaparecen.

 Fibroadenomas gigantes. Pueden crecer hasta más de 2 pulgadas (5 centímetros).

Puede que sea necesario quitarlos porque pueden presionar o reemplazar tejidos

mamarios.

 Tumor filoides. Aunque generalmente son benignos, algunos tumores filoides pueden

convertirse en cancerígenos (malignos). Los médicos suelen recomendar su

extirpación.

En cuanto a la lactancia, el tumor benigno podría molestar un poco más de lo habitual,

Pero eso casi nunca impide el amamantamiento.

Galactocele

Es la patología benigna más común, se trata de

una dilatación ductal con pared fibrosa y según

su contenido en grasa, agua y densidad de la

leche tendrá un aspecto distinto.


Lesión mamaria poco frecuente en la cual un quiste mamario es ocupado y rellenado por

leche durante la etapa de la lactancia.

Puede aparecer durante el embarazo, la lactancia o, con más probabilidad, en el destete, ya que la

leche se conserva y se “estanca” dentro de los conductos mamarios. Aunque no suele ser muy

conocido, en realidad el galactocele es la lesión benigna más común en periodo de lactancia.

Dependiendo la situación del galactocele dentro de la mama puede causar afectación de la lactancia

o la afectación puede ser nula.

Si el galactocele está situado lejos de la zona de la areola y el pezón no afectará a la salida de la

leche por los conductos, por lo que no causará ningún inconveniente durante la lactancia. En el caso

de que esté situado en el complejo areola/pezón, puede entorpecer la eyección de la leche y hacer

que el flujo sea más lento, lo que puede molestar al bebé.

A parte del detalle de la localización, tener un galactocele no afecta en nada más a la lactancia.  El

galactocele no es peligroso, aunque puede ser incómodo.

Incidencia: poco frecuente, realmente no se sabe su incidencia real.

Diagnóstico clínico: nódulo blando, indoloro, unilateral y tamaño promedio de 1 a 5 cm

que aparece algunas semanas o meses después de iniciada la lactancia y con lactancia activa

al momento del diagnóstico; sin embargo, una vez suspendida la lactancia puede persistir y

se organiza formando un nódulo caseificado bien delimitado.

Diagnóstico por laboratorio y gabinete: Por ultrasonido son de pared delgada y

ecogénica, los ecos internos son variables. Asociado a un nivel graso-líquido en el 10%.

Tratamiento: punción evacuadora y en caso de recurrencia la escisión quirúrgica con

anestesia locoregional.
GIGANTOMASTIA GESTACIONAL

El aumento difuso en el tamaño de los pechos durante la

pubertad y el período de gestación es un evento fisiológico

normal en las mujeres. No obstante, cuando el aumento del

tejido mamario se vuelve anormalmente excesivo e

incapacitante durante el embarazo, se denomina

gigantomastia gestacional y puede llegar a generar efectos perjudiciales tanto en el feto

como en la madre.

La gigantomastia gestacional, macromastia o hiperplasia mamaria del embarazo, es una

condición rara, definida como el aumento excesivo y doloroso en la talla mamaria durante

el embarazo, el cual requiere de una reducción quirúrgica mayor a 1500 gramos (0.8 - 2Kg)

de tejido en cada pecho lo que resulta en una condición discapacitante tanto física como

psicológicamente.

Etiología

Su etiología aún no está claramente dilucidada, sin embargo, la gigantomastia en general se

puede clasificar de la siguiente manera:

• Juvenil o virginal: cuando se genera en el período de la pubertad por un factor hormonal.

• Gravídica o gestacional: cuando su causa está directamente relacionada con el embarazo

y sus cambios hormonales subyacentes.

• Inducida por drogas: la cual se puede atribuir al uso de diferentes fármacos como la

penicilamina o la ciclosporina.
• Idiopática: cuando no se conoce la causa que la desencadena.

La mayoría de las gigantomastias inducidas por el embarazo se caracterizan por hiperplasia

glandular y del estroma que rodea los acinos. Estudios inmunohistoquímicos han demostrado un

incremento de la sensibilidad de los receptores para la prolactina en estas pacientes.

El tratamiento hormonal más extendido se basa en la utilización de bromocriptina

combinada o no con derivados de progesterona. La bromocriptina a dosis altas puede

generar regresión del tejido mamario hiperplasiado durante el embarazo, pero no evita las

posibles complicaciones, por lo que se suele administrar después del parto dado el riesgo

asociado de retraso del crecimiento fetal cuando es usada durante la gestación, y prolongar

al menos 6 meses antes de contemplar la reducción quirúrgica, e incluso prolongarlo tras

esta. La medroxiprogesterona solo es útil para frenar el crecimiento del tejido, pero no

consigue una reducción de este y puede asociarse a la formación de nódulos mamarios

benignos. La didrogesterona consigue una reducción de la hipertrofia mamaria moderada,

facilitando la posterior reducción quirúrgica, y es capaz de prevenir las consiguientes

recurrencias.

El tratamiento quirúrgico es el principal tratamiento para la gigantomastia durante el embarazo,

dado que la involución espontánea en el puerperio es impredecible y el tratamiento farmacológico

no siempre es efectivo pero sólo se realizará mastectomía durante la gestación en caso de

complicaciones que comprometan la vida de la paciente. En las demás situaciones, se prefiere

posponer al puerperio o incluso después, practicándose mamoplastia de reducción o mastectomía

simple. A pesar de que la cirugía es el tratamiento más resolutivo, se han descrito algunos casos de

recurrencia en gestaciones posteriores e incluso sin estar gestante.


Por otro lado la gigantomastia gestacional es de las pocas que normalmente se resuelve sola

en lo que culmina el periodo de gestación. En el momento en  el que él bebe nace se genera

un periodo en el que los senos vuelven a su normalidad.

De igual forma se efectúan tratamientos médicos para evitar problemas mayores. En busca

de que no se vea afectada la lactancia. Normalmente cuando se lleva a la mujer a una

cirugía es porque no responde a los fármacos indicados.

Además la
Bromocriptina puede continuar
durante el periodo
Postparto para suprimir la lactan

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