La Guerra de Vietnam fue un conflicto armado que duro 20 años (1 de
noviembre de 1955 – 30 de abril de 1975). La Guerra de Vietnam causó daños severos a la infraestrucura del país y a su vegetación, debido al uso de napalm y armas químicas. Por otra parte, la economía de Vietnam, que era fundamentalmente agrícola, también sufrió considerables estragos, dado que las zonas rurales se convirtieron en campos de batalla. Así, entre los cultivos quedaban artefactos explosivos sin detonar, sin olvidar que los arrozales habían sido bombardeados con herbicidas y defoliantes. Para Estados Unidos, la guerra de Vietnam fue un conflicto especialmente caro. Tener a cientos de miles de hombres desplegados en un país tan lejano implicaba hacer un gran esfuerzo logístico. Miles de millones de dólares fueron empleados en adaptar las destruidas infraestructuras vietnamitas para abastecer a su ejército y en erigir grandes depósitos de suministros. La industria armamentística estadounidense, también impulsada por las tensiones políticas con la Unión Soviética, se convirtió en un elemento de gran importancia en la economía estadounidense. De hecho, en los años 60, solo diez empresas copaban el 30% del gasto militar de Estados Unidos. Ahora bien, el panorama económico estadounidense cambiaría con la llegada del republicano Nixon a la presidencia. Esta etapa estuvo marcada por la crisis económica, quedando la guerra de Vietnam como uno de los factores que influyeron negativamente en la economía. La Guerra de Vietnam en el plano económico La agricultura era el elemento fundamental en la economía vietnamita. Ahora bien, existía una profunda diferencia entre la realidad económica del norte y la economía del sur.
El norte, bajo control comunista, se caracterizaba por una economía
gobernada totalmente por el Estado, al tiempo que se establecía la colectivización de la tierra, con un fuerte peso de la agricultura y una escasa industrialización. Por el contrario, el sur, operaba en el marco de un sistema económico de libre mercado y mantenía relaciones con las potencias occidentales.
Precisamente en el sur, la fuerte inyección de fondos estadounidenses
permitió al sur incrementar su producción industrial. Igualmente, el dinero aportado por Estados Unidos contribuyó a reconstruir infraestructuras como los puertos. Sin embargo, con Estados Unidos desvinculándose del conflicto a partir de 1973, la ayuda económica a Vietnam del Sur cayó considerablemente. Un claro ejemplo es que, en 1974, un paquete de ayuda militar de 1.500 millones de dólares terminó siendo recortado hasta los 700 millones de dólares.
Más muestras del deterioro político y económico de Vietnam del Sur
fueron su corrupción. Buena parte del dinero acababa yendo a los bolsillos de políticos, militares y funcionarios corruptos. Más aún, las clases medias estaban hastiadas de tener que pagar continuamente impuestos en medio de una guerra que no parecía tener fin.
Para Estados Unidos, la guerra de Vietnam fue un conflicto
especialmente caro. Tener a cientos de miles de hombres desplegados en un país tan lejano implicaba hacer un gran esfuerzo logístico. Miles de millones de dólares fueron empleados en adaptar las destruidas infraestructuras vietnamitas para abastecer a su ejército y en erigir grandes depósitos de suministros.
La industria armamentística estadounidense, también impulsada por
las tensiones políticas con la Unión Soviética, se convirtió en un elemento de gran importancia en la economía estadounidense. De hecho, en los años 60, solo diez empresas copaban el 30% del gasto militar de Estados Unidos. Ahora bien, el panorama económico estadounidense cambiaría con la llegada del republicano Nixon a la presidencia. Esta etapa estuvo marcada por la crisis económica, quedando la guerra de Vietnam como uno de los factores que influyeron negativamente en la economía.
Instauración de una economía de planificación centralizada
La caída de Vietnam del Sur supuso la instauración de una economía
de planificación centralizada en todo el país. Sin embargo, tras la guerra, el escenario económico también era devastador. La industria del país, sus infraestructuras y buena parte de sus cultivos habían sido arrasados.
Los planes de recuperación económica del gobierno fracasaron y en
1986 se produjo un gran cambio de rumbo económico. Al igual que Rusia, Vietnam buscaba abrirse al mundo occidental. Por ello, se llevó a cabo la “Doi moi” o renovación. De este modo, Vietnam daba un gran paso adelante en la libertad económica, dando un fuerte impulso a la iniciativa privada y avanzando hacia una gradual apertura a la inversión extranjera.
En la década de los 90, Vietnam estableció relaciones comerciales con
los países occidentales. Más aún, a día de hoy, las relaciones con Estados Unidos gozan de buena salud. En este sentido, el incremento de la libertad económica en Vietnam permitió que su PIB creciese a buen ritmo desde la década de los 90, mientras el país registraba buenas cifras de empleo.
Cabe señalar que, frente a la agricultura, la industria ha ido ganando
peso en Vietnam, especialmente debido a los bajos sueldos. Ahora bien, no hay que olvidar que Vietnam continúa siendo un gran exportador de arroz a nivel mundial.