Tras la interrupción de la comunión, el soberano se dirige al trono de
Eduardo el Confesor,30 colocado en posición preeminente. En 1953, por ejemplo, estuvo en lo alto de un estrado con varios escalones. 58 Este antiguo trono medieval tiene un hueco bajo el asiento donde se coloca la piedra de Scone. Conocida también con el nombre de «piedra del destino», era usada en las antiguas coronaciones de los reyes escoceses hasta que fue traída a Inglaterra por Eduardo I. Desde entonces, se ha usado en todas las ceremonias de este tipo celebradas en la abadía de Westminster. Hasta 1996, durante el tiempo que mediaba entre una coronación y otra, la piedra permanecía bajo el asiento del trono en la abadía. En dicho año, la piedra fue devuelta a Escocia y allí permanece para ser exhibida en el castillo de Edimburgo hasta que sea necesario su regreso a Londres para una nueva coronación.59 Una vez sentado en el trono, se erige sobre el monarca un palio para la unción. En las últimas coronaciones, los portadores del palio han sido cuatro caballeros de la Orden de la Jarretera.30 Este momento de la ceremonia se considera especialmente religioso 60 y se oculta a la vista del público: no fue fotografiado en 1937 ni televisado en 1953. El deán de Westminster derrama aceite consagrado de una ampolla con forma de águila en una cuchara con la que el arzobispo de Canterbury unge al monarca en las manos, la cabeza y el pecho a la altura del corazón. 30 La cuchara filigranada es la única de las joyas de la corona de época medieval que sobrevivió al gobierno republicano de la Mancomunidad de Inglaterra.61 El arzobispo concluye esta parte impartiendo una bendición.30 Después, el monarca es investido con la colobium sindonis, y sobre la misma, se coloca la supertunica.30 El lord gran chambelán presenta las espuelas,30 símbolo de la caballería.61 El arzobispo de Canterbury, asistido por otros obispos, presenta la espada del Estado al monarca. En este punto, se añade a su indumentaria el robe royal y la stole royal encima de la supertunica. A continuación, el arzobispo hace entrega de varias joyas de la corona al soberano. En primer lugar, el orbe,30 una esfera dorada hueca adornada con numerosas piedras preciosas. El orbe está coronado por una cruz que representa el dominio de Jesús de Nazaret sobre este mundo.62 Enseguida se devuelve esta pieza al altar.30 Después recibe un anillo que representa el matrimonio de la nación y la monarquía.63 A continuación, se le entregan el cetro de la paloma, llamado así por estar coronado por una paloma que representa al Espíritu Santo, y el cetro de la Cruz, decorado con el famoso diamante Cullinan.64 Mientras el soberano sujeta los dos cetros, el arzobispo coloca la corona de Eduardo el Confesor sobre su cabeza. Por último, todos los asistentes exclaman «Dios salve a la Reina», o al Rey según el caso, mientras vuelven a cubrirse sus cabezas y los cañones de la Torre de Londres empiezan a disparar salvas de honor.30
Entronización como emperador[editar]
Victoria asumió el título de emperatriz de la India en 1876.74 El 1 de enero de 1877 fue proclamada de forma oficial por un Delhi Durbar. Victoria no acudió personalmente a la ceremonia, pero estuvo representada por su virrey, lord Lytton.75 El 1 de enero de 1903 un tribunal similar proclamó el acceso al trono de Eduardo VII, quien estuvo representado por su hermano el duque de Connaught.76 El 12 de diciembre de 1911 Jorge V también fue coronado por un Delhi Durbar, pero, a diferencia de sus antecesores, asistió en persona junto con su esposa María de Teck. Puesto que se consideraba inapropiado para una monarquía cristiana que la unción y la coronación tuvieran lugar en un país mayoritariamente no cristiano, Jorge V no fue coronado en la India. De hecho, portaba ya la corona al entrar al Durbar. Por otra parte, la ley británica prohibía que las joyas de la corona abandonaran el suelo originario de la nación, razón por la cual se creó una corona completamente nueva para que la llevara en ocasión tan especial, la Corona Imperial de la India. Esa fue la última vez que se celebró un Durbar para coronar al emperador. Ni Eduardo VIII ni su sucesor fueron entronizados de esa manera. El 15 de agosto de 1947 la India consiguió su independencia del Reino Unido y casi un año después, el 22 de junio de 1948, Jorge VI renunció al título imperial.77