Está en la página 1de 46

LOS MOCHICAS

(PRE-CHIMU, de Uhle y EARLY CHIMU,


de Kroeber)

e/

por
RAFAEL LARCO HOYLE
Director del M11seo Rafael Larco Herrera . ,.
De Hacienda Chic/fo, Tr11jiJ/o - Peri

1945

••

LOS MOCHICAS


LOS MOCHICAS
(PRE-CHIMU, de Uhle y EARLY CHIMU, de Kroeber)
Por RAFAEL lARCO HOYLE
Director del Mr,seo A,·queológico "Rafael Laceo Herrera"

Geograjla. - El territorio mocbica recen únicamente en los valles de Chi-


comprendi6 una parte de la faja orien- cama y Santa Catalina, y los dos úlli-
• tal costeña del norte peruano, situada mos en todos los valles del territorio.
entre los 7° 36' y 9° 20', latitud Sur, Prueba esto que la cultura Mochica se
y los 78° 51' y 79" 28' 30", longitud inició en el valle de Chicama, de donde •
Oesie de Greenwich. Abarcó los ricos se expandió hacia el Sur, hasta Nepeña.
valles de Chicama, Santa Catalina, Vi- A través de los cuatro períodos se ad-
rú, Chao, Huamanzaña, Santa Ana o vierte el nacimiento, evolución y deca-
Lacramarca y Nepeña. Su área fué dencia del arte: al principio es naturis-
aproximadamente de 6.585 Km. 2• ta, copia las cosas tal como se presen-
Ceramios mochicas han sido hallados tan-; luego se estiliza, posteriormente se
en el valle de Pacasmayo, al norte del recarga y por último degenera. Las ins-
valle de Chicama, pero en forma aisla- tituciones guerreras y religiosas, así co-
da. En la regi6n de Pallasca, en plena mo el sistema de la escritura y demás
sierra del departamento de Ancash, he- manifestaciones que revelan el mayor
mos encontrado vasos y clavos mono- desarrollo espiritual de un pueblo, sólo
üticos, con notable influencia mochica, aparecen en los óltimos períodos y coin-
que denotan las incursiones de este pue- ciden con la expansión territorial de do-
blo al interior, en son de conquista, pero minios o sea la afianzaci6n cultural.
sin. dejar mayores huellas de su paso La decadencia se advierte con la apa-
dominador. Los objetos pertenecientes rición de los ceramios que registran la
a esta cultura, que están fuera del te- perversi6n sexual, flagelo del que ne es-
rritorio fijado, son de carácter migra- capó el pueblo Mochica, cuya cerámi-
torio. ca realista es la más bella expresi6n es-
cultórica de la América pre-colombina
EL Hombre. - Apreciado en las tum- y constituye el más ilustrativo docu-
bas y en la cerámica, se nos revela co- mento histórico de la antigüedad pe-
mo un ser robusto, cuya altura media ruana. En este estado de decadencia es
oscila entre 1,60 y 1,70 m. De cráneo que aparece un nuevo pueblo, de ma-
normal dolicocéfalo; amplio t6rax y for- yor empuje y espíritu conquistador, cu-
nidos miembros inferiores. El rudo tra- yas plantas hollaron casi todo el suelo
bajo a que. estuvo sometido, las condi- peruano. Este pueblo, que aún no sa-
ciones de clima moderado y la abun- bemos en dónde tuvo su origen, nos
l1ante alimentaci6n, permitieron en él dejó en la estrata inmediata superior a
un buen índice de longevidad, lo Mocbica, su cerámica de estilo tia-
huanaco, ligeramente modificado. El
Hi.rtoria. - Los elementos culturales dominio que ejerce parece haber sido
de tres pueblos: Cupi.mique y SaLinar, largo, ya que su influencia la dej6 im-
del valle de Chicama, y Negalivo, del presa en las artes, en las costumbres,
valle de Virú, contribuyeron poderosa- en la religión, y en el culto ! los muer-
mente a la estructuraci6n de lo Mochi- tos. En esle período de dominación tia-
ca, que representa el período cultural buanaquense, es que se hibrida la cerá-
auge en la costa norte del Antiguo Perú. mica mochica y aparece el tipo que
Estudiando la evolución de la cerá- tiene formas de tiahuaoaco y colorido
mica, comprobamos la existencia de mochica, y que el Dr. A. L. Kroeber,
cuatro períodos. Los dos primeros apa- llama cursiva y nosotros la denomina-
2 RAFAEIJ LARCO HOYLE

,.

Busto rclrnlo de un jefe. Los Mochicas se distin- Representación de una cara en los primeros
guieron en este tipo ele cerámicn. Los personajes ¡,erlodos. No es seguro que conocieran el tn-
modelados ostentan un sello de personalidad tuajc, pero sabemos que se pintaban la cara

Represenlaci6o del rostro de un mutilado E! Figura de un mutilado por ca.~tigo. 1:'.:s intere-
dibujo facial ha siclo realizado mediante inci- sante notar la ~utura realizada a ambos lados de
siones. La cerámica documenta abundante- la boca, com·crgiend~ sobre las comisuras, para
mente ejemplos similares di: mutilación reducir el tamaño de una excesiw, mutilación
LOS MOCITTCAS 3

TnJividuo con los pies amputados. Llevn unu Vaso a,üropomorfo representando a un alto
som1ja en la mano .V un collar de maichiles jefe Es notable la expresi6n adusta .'' entris-
para llamar la atenci6n tecida del personaje

.)

Jefe guerrero. Ejemplar de cerámica finísima Vaso antropomorfo. La mitad de la cara repre-
correspondiente al período de refinamiento. senta el dolor y la otra mitad la risa. En este
Sin descuidar el carácter protectivo el atavlo ejemplo se observa la seguridad y lo fina
de los jefes era lujoso observaci6n en el modelado
RAFAEL LARCO HOYLE

mos Tialiuano-Jll ochica. Esta cerámica


es precisamente la que debemos llamar
CmMu MEDIO o MJDDLE CHIMU, por
ser el eslab6n entre la cerámica mochj.
ca y la cerámica chimú.

Agricultura. - El pueblo mochica se


caracteriza por haber sido esencialmen-
te agrlcola. Su actividad no sólo se ma-
nifiesta en el cultivo de los ricos valles
que dominó, sino en el afán de acrecen-
tar mayores zonas de cultivo, mediante
la construcción de grandes obras de irri-
gación. En Lodos los valles hay canales
y acueductos, algunos de los cuales to-
davia se utilizan. Se destaca el canal
de La Cumbre, que tiene una longitud
de 113 Km. y que partiendo de un
punto, aguas arriba del río Chicama,
riega los terrenos adyacentes a la ciu-
dad de Chanchán. Numerosos son los
acueductos que se levantaron, para sal-
var las hoyadas y seguir el trazo t~cni-
co de los canales, con el fin de llevar el
Con el empleo de pocos recursos el modelador agua a extensiones de terreno que hoy
ha logrado una expresi~•o represcnfación de un no se cultivan. Los más importantes son
a-OCIOllC,
el de Ascope, en el valle de Chicama;
el de Mampuesto, en el valle de Sw,ita
Catalina, y el llamado de Tambo Real,
en el valle de Santa. El acueducto de
Ascope, que fué construído por sedi-
mentación, tiene una longitud de 1.400
metros y un volumen de 785.000 metros
cúbicos de tierra, que arrojan un peso
de más de dos millones de toneladas mé-
tricas de material. Este acueducto es ura
de las obras maestras de ingeniería mo-
chica y del P erú P re-h ist6r ico.
Emplearon para los sembríos, los sur-
cos rectos y el sistema de pozas, en los
terrenos planos; y los surcos de caracol,
en los terrenos inclinados. Como fert~-
zantes utilizaron el guano de las islas.
Los principales productos que culti-
varon, fueron los siguientes: maíz, frí-
jol, pallar, maní, papa, yuca, camote.
olluco, ají, zapallo, lagenaria, chirimo-
ya, guanábana, pacae, granadilla, lúcu-
ma, pepino, coca y algod6n.
Además, las plantas que utilizaron en
la medicina, tales como variedades de
cactus, habillas, ashango, maichiles y
Cántara pictórica de escenas guerreras ideali-
zadas. La decoración rodea toda la pieza. Todas muchas otras verbas de d istintas cua-
las escenas están sobre un mismo plano lidades curati;as.
LOS MOCHTCAS 5

La agricultura mochica alcanzó un


magnífico desarrollo, constituyó la ac-
tividad primordial del pueblo y fué la
base fundamenta l de su cultura.

Caza. - Se dedicaron a la cacería,


para obtener otros elementos de susten-
to. Utilizando las redes y los dardos
arrojados por la estólica, cazaban al
venado; mediante la cerbatana y las
estólicas, Las aves; y, con golpes de ma-
za y de porra, Los lobos marinos. Domes-
ticaron la llama, que les sirvió como
animal de carga, utilizando su carne
como alimento. Recolectaron Los cara-
coles de los cerros y cazaban las igua-
nas, que también servían para su sus-
tento. Los venados, tigrillos, monos,
Loros, los atrapaban pequeños, para te-
nerlos como compañeros en el hogar.

Pe.rea. - Se dedicaron a La pesca,


valiéndose de balsas de gran tamaño,
como las del lago Titicaca, y de peque-
ñas, llamadas hoy "caballitos" de to-
tora, iguales a las que todavía utilizan
los pescadores indígenas del litoral. La
téc¡lÍca de construcción de estas peque-
ñas embarcaciones, parece no haber su-
frido modificación, a pesar de los mile-
nios transcurridos. Los principales im- •
plementos para La pesca, fueron redes
con flotadores de lagenaria, anzuelos de
muchos tamaños pero sin taje de segu-
ridad, y arpones de madera para los
peces grandes. La representación de nu-
merosos peces en La cerámica, acredita
que los mocbicas pescaron desde el ti-
burón basta la anchoveta; y entre los
mariscos de las playas rocosas, todas
las especies, muchas de las cuales han Serie de lanzas de madera forradas con lámi-
oesaparecido o fueron traídas desde las llllS de robre

playas centroamericanas, como el .rpon-


dylu.r piclorum, el .rlrombu.r gakaiu.r y con los productos que cultivaron, espe-
otros. cialmente con el maíz, los fríjoles y pa-
llares, el maní, la papa y los camotes.
.dlimenlación. - La alimentación es- Emplea han mates dobles para colocar
tu vo en relación con los productos de la palomas o "cuyes" sobre el maíz; estos
tierra, caza y pesca. Fueron sus alimen- utensilios estaban unidos mediante un
tos principales, la carne de llama y ve- cordón. Es curioso obsenrar también la
nado, las de a ves, como palomas y pa- manera de preparación de los "cuyes",
tos silvestres, y la de "cuye" o coneji- atravesados coa palillos, para ser coci•
llo de indias, las de iguanas, moluscos dos sobre las brasas, tal como lo hacen
y peces. Estas carnes las combinaban actualmente los indios del C uzco. Los
6 RAFAEL LARCO HOYLE

,.

Escena de una batalla. N6tese la forma como el perco ern llevado

recipientes de comida eran fabricados luciona lentamente, desde el odonti-


de lagenaria, cerámica o plata, y para forme, utilizado por los hombres de
comer usaban palitos con punta en am- Cupisnique, hasta el adobe paralelepípe-
bos extremos y cucharas de cerámica. do rectangular, fabricado en molde por
Los grandes vasos acampanulados, sir- los mochicas. Conforme a esta evolu~Ón
vieron para depositar los desperdicios. lenta del material, marchan paralela-
..
Behida.r. - Como bebida alcohólica,
mente, los conocimientos arquitectóni-
cos. Si bien los mochicas no llegaron a
se generalizó la chicha, obtenida de la edificar ciudades enormes como Chan-
fermentación del maíz, y la servían en chán, en cambio, sus monumentos. y
recipientes de lagenaria, cerámica o demás cons h-ucciones son bellos y re-
plata. velan los conocimientos alcanzaaos en
la ciencia arquitectónica. Lograron la
/Írquiteciura. - El principal material armonía de la estética con los cálcuJos
de construcción fué el adobe, que evo- de resistencia de materiales. Utilizaron

Pictografia gue representa a los chasquis portando los mensajes


LOS ,\1 QCHTCAS 7

Individuo sentado pnra comer. Los palillos:,· el lndi,·iduo lavándose In cabeza. Se halla en
mate están al frente; In cántara para agua. ni actitud de hacer escurrir el agua del cabello,
lacio tlerecho; y el vaso para desperdicios, a la sobre una gran fuente. Los movimiento~ son
izquierda muy naturales
8 RAFAEL LARCO HOYLE

Escena de cacería de venados por medio de redes y estólicas

la piedra aristosa para hacer los cimien- iambién sirvieron de tramas de los
tos de las paredes. En algunas construc- grandes blocks de adobe, en los s6lidos
ciones de grandes paredones o bajas piramidales.
paredes al borde de los caminos, emplea- Las viviendas fueron, por lo general,
ron "bollos" semicirculares. Para techar pequeñas y constaban de varios cuartos
utilizaron la paja, la caria, la estera y la comunicados por puertas de secci6n rec-
totora, envigando las habitaciones con tangular o con arco en la parte superior.
maderamen de algarrobo; estas vigas Algunas tenían patio y terraza, y mu-
chas de ellas estaban antecedidas d¡ un
pequeño vestíbulo. Los techos fueron
inclinados a dos aguas, y es de advertir
que por lo general se dividía el techo,
siempre inclinado, manteniéndose entre
las secciones una luz; con ello obtenían
no s6lo la defensa contra el agua de la
lluvia, sino la mejor aireaci6n de la
vivienda. Llamará indudablemente la
atenci6n que hablemos del empleo del
arco, cuando es creencia general que los
antiguos peruanos no lo conocieron;
pero, conviene dejar constancia que lo
hemos encontrado en las construccio-
nes funerarias y en los huacos. Si bit!n
conocieron el arco, lo utilizaron poco.
Los palacios fueron erigidos en los
mejores sitios y en la cima de las cons-
trucciones de estructura piramidal. Am-
plias escalinatas conducían al recinto del
gobernante, decoradas con figuraciones
simbólicas. Sus salas y exteriores las
embellecieron con frescos y relieves mu-
rales policromados; además, realizaron
obras de incrustación de frisos a base
de conchaperla. El adobe con motivos
Cazador de plijaros con cerbatana estucados decorativos, de carácter geo-
LOS MOCHICAS 9

'

Pescador sobre balsa de totora. Los Mochicas se dedicaron o la pesca, valiéndose de balsas de gran
tamoilo, como los del lago T iücaca, y de pequeñas, llamadas hoy "caballitos" de totora, iguales a
las que todavía utilizan los pescadores indígenas del litoral. La técnica de construcci6n de estas em•
barcaciones no parece haber sufrido modificaci6n alguna a pesar de los milenios transcurridos

Representación escultórica de un quenista, Sartas de maichile!> usadas como instrumentos


t ocador de quena de percusión
10 RAFAEL LARCO HOYLE

Músico tocando el tambor

métrico, se perfeccionó para usarlo en


Trompeta de vuelta. Creemos que los Mo-
los palacios y templos. chicas conocieron las siete notas de la escail
Las fortalezas, distribuídas esfrat.égi- musical ." también los semitonos, según se ha
camer¡le en el territorio mochica, fue- podido comprobar en las anlara.s
ron las construcciones más sólidas. Al-
gunas estuvieron circundadas por gran- Una larga experimentación se crista-
des paredones, que constiluyeron las lizó en conclusiones definidas en la
primeras líneas defensivas de los bas- ciencia arquitectónica.
tiones. Las escalinatas en las fortalezas,
a diferencia de las empleadas en los Camino.r. - E n la Pampa de Chica-
palacios, son estrechas y empinadas, con ma y en el valle de Santa, hay seccio-
el objeto de no permilir el übre acceso; nes de caminos aún no destruídos, cuyo
las paredes lisas tienen una inclinación trazo se hizo por las zonas de mayor
mayor, y se ha sacrificado la armonía ar- pendien te y a todo lo largo del territo-
Hstica para obtener eficiencia estratégica. rio, con ramales de penetración. Miden
Los templos eran constru{dos sobre 9,80 m. de ancho y de t recho en (recho e
grandes sólidos piramidales y revestidos aparecen pequeñas plataformas cuadran-
de complicados frisos, policromados, de gulares, sobre las que existieron cons-
carácter religioso. trucciones que sirvieron p ara a lbergar
Los mochicas conocieron la columna a los mensajeros.
y la emplearon profusamente. En la Conviene hacer notar que no sólo
hacienda Tambo Real, valle de Santa, hemos encontrado caminos de 9,80 m.
eJCi.ste una columna monumental de 8 m. de ancho, sino también pirámides que
de altura, en el centro de una gran tienen 98 m. en su base cuadrada. Esta
construcción piramidal (Ver página 32). constancia descubierta en otras muchas
Conocieron y dominaron la técnica mediciones, nos mueve a pensar que la
del enjarrado, enlucido y estucado, pa- unidad de medida de los mochicas tu-
ra el acabado de las paredes. _vo 98 centmetros.
LOS MüCITTCAS 11

'

Vaso ncampanulado, exornado con una escena pid6rica representando una escena teatral

Ve.rlido. - No fué la mujer quien lle- cabeza son variadísimos. O muy senci-
v9 la más lujosa vestimenta, sino el llos, como el de forma de anillo o sim-
hombre el que adornó su cuerpo y su ple banda alrededor de la frente, o muy
cabeza, y guardó para Sl las mejores complicados, de tres piezas y co~bina-
joyas. T enida la mujer en segundo pla- das armoniosamente: éstas eran el go-
no, apenas si llevaba una gran camisa rro con cubrenuca, la banda de sostén
y en casos extraordinarios unos aretes que sujetaba el gorro a la cabeza, atán-
sencillos. dose a la mandíbula inferior a manera
Fueron prendas de hombre, un tapa- de carrillera, y el turbante propiamen-
rrabo o trusilla, un faldellín y una ca- te dicho, que ceñía la frente a modo
misa interior sin mangas, que también de corona y que se ajustaba sobre las
comprendía una faldilla exornada y que dos piezas anteriormen te enumeradas.
cubría la cadera y piernas, hasta el bor- El turbante era el mejor ornamentado
de superior de las rodillas. Sobre esta y no sólo se utilizaban para ello las te-
camisa interior es que usaban otra ex- las finísimas, de variados colores y de-
- ter na, muy vistosa, de mangas cortas coradas con figuras alusivas, sino tam-
y que llegaba un poco más abajo del bién pieles de leopardo, tigrillos o mo-
comienzo de la faldilla de La prenda in- nos, previamente curtidas; aves varia-
• terior. En caso de usar sólo la prenda das taxidermadas, y pi.ezas de oro, pla-
exterior, ésta alcanzaba hasta media ta y cobre, en forma de cuchillos cere-
pierna. Ambas eran ceñidas con una monia les, discos y especies de la fauna.
faja, alrededor de la cintura. La faja La combinación artística de estos ele-
tenía preciosos motivos artísticos. No mentos, ofrecía una majestuosa presen-
usaron calzado ni sandalias y tuvieron tación de los hombres, especialmente del
costumbre de pintarse los pies y las jefe militar, gobernante y sacerdote.
canillas, apareciendo como calzados con El turbante fué distintivo de jerarquía,
botas. Volcaron todo su arte suntuario oücio o profesión. Mediante el análisis
en el turbante; por eso los tocados de de esta prenda, es que se ha logrado iden-
12 RAFAEL LARCO HOYLE

Ceramio con la original representaci6o del maíz. Cántara que figura el man!. Obsérvese la deco-
El pueblo mochica era esencialmente agr(cola, raci6n. El man{ figuraba entre los principales
de aqu( la elecci6n de estos temas productos cultivados qtl
tal
tificar muchas instituciones; así se •
ha
conseguido aislar a los descifradores de
mensajes y a los mensajeros, en la ins-
titución dedicada a la escri{ura, y a
los pescadores, agricultores, sacerdotes,
gobernantes y jefes militares. au
un
Como abalorios y joyas usaron gran-
des aretes, que eran de oro, plata, co- ~
bre, hueso o madera con incrustaciones rm
de turquesa, conchaperla y lapislázuli. ror
Consistían en simples tubos, anillos, tu- ad
bos con rodelas, rosetas o colgantes va- tn
riados. Las narigueras, prendas discoi- JeS
dales y de variadas formas, que intro- • !i
dudan en el tabique perforado de la
nariz, fueron usadas tan sólo por la .art
aa.
gente noble, Sus collares hechos de
1IZ!I
cuentas geométricas o bien formados por
una serie de idolillos, peces, animales
felínicos estilizados, frutos o semillas,
fueron trabajados en piedra de colores ca:
y en piedras semipreciosas (turquesas, ca
' lapislázuli), cuarzo, cristal de roca, oro, ne:
plata, cobre, hueso, concha, madera y &a
La papa, conjuntamente con el mafa, frijol,
etc., era especialmente cultivada por el mochica. cerámica. Como figuras centrales de
Atrevida representaci6n de la ,PªPª idi;alizada estos collares, llevaban grandes cuentas

1
LOS MOCHICAS 13

'

Escenificación plástica de una isla guanera

que representaban seres humanos o mi- ples cortes. De esta manera se singula-
tol6gicos. Algunas de estas piezas, son rizaban los individuos y familiares. No
ver8aderas muestras de orfebrería. Ador- es seguro si conocieron el tatuaje, ya
naban sus dedos con anillos y cubrían que no se ha encontrado el menor do-
sus uñas, como los chinos, con láminas cumento probatorio. •
de oro.
Los siglos han destruído casi todo el Transporte. - El transporte se veri-
material del arte textil. Conocieron y fic6 por tierra y mar. La llama fué el
utili.zaron la lana de auquénidos y el único animal de carga domesticado y
algodón pardo. Los motivos que sirvie- en el que aparejaron sacos, alforjas y
ron para decorar sus pafios, se deriva- capachos (espuertas). Hemos observa-
ron de su mundo zoológico y botánico; do también representaciones de llamas,
además, crearon un rico temario geomé- transportando individuos mutilados.
trico y avivaron la belleza de sus tra- La comunicación por la costa, la rea-
jes, con el empleo de lentejuelas de oro lizaron en grandes balsas y en los "ca-
y- plata. ballitos" de totora, embarcaciones que
Gran perfeccionamienlo alcanzó el fueron impulsadas con largos remos de
arte plumario y mediante él confeccio- madera o de secciones medias de caña
, naron turbantes, ponchos y camisas de de Guayaquil planeadas.
uso externo.
Texlileria. - Prepararon sus hilos a
Pintura y Tatuaje. - Se pintaron la mano, empleando el huso para el de-
cara y el cuerpo con motivos geométri- vanamiento, al que agregaban el piruro
cos. Usaron ciertas marcas caracterís- en un e.dremo. Hicieron sus telas en te-
ticas de distinci6n, que se hacían me- lares de mano. Observando la cerámica
diante incisiones delicadas en los labios y los pocos fragmentos existentes de
y en las mejillas, consistentes en zorros, tejido, se advierte la variedad de paños
iguanas, felinos, serpientes, aves y sim- usados en los vestidos y la riqueza de
14 RAFAEL LARCO HOYLE

.J
Curandero atendiendo a un paciente. Los en- Retrato de un tuerto. No sólo el ojo sino !oda
fennos eran colocados decúbito dorsal y el la cara derecha ha sido modelada especialmen-
m~dico se sentaba a su lado te por el artista

Un documento interesante para la casu¡stica


El rostro de un cretino ciego. El artista Mo- de los estados patológicos prehispánicos. Re-
chica sab¡a, sin duda alguna, observar sus mo· presentación, mediante hoyitos, de un posible
delos y reproducirlos fielmente, como lo de- caso de viruela. El personaje muestra las
muestran estos espedmenes orejas perforadas
LOS 2'IOCH1CAS 15

Caso de cretinismo Mal de Pott

elementos decorativos. Además de la en barro las matrices, que eran de pa-


malla, se dominó el tej ido de urdimbre redes muy gruesas, a las que sometía
apr'btada. Los tejidos raleados, sirvie- al cocimiento, tal como procedía con la
ron para las ropas interiores y los apre- cerámica. De esta escultura cocid¡ se
tados para las de uso externo. El arte obtenían los moldes, que eran cortados
textil estuvo a cargo de las mujeres. verticalmente, siguiendo como guía la
acanaladura que caracteriza a las ma-
Curliembre. - Prtpararon Las pieles, trices. Obtenidos los negativos de las
manteniendo su pelo o quitándoselo. normas laterales, se sacaban los positi-
Animales íntegros eran taxidermados, vos, que luego eran unidos para formar
para aplicarlos a los turbantes. El as- el vaso. Por separado se hacía el asa, el
pecio que presentan los ejemplares de pico y la base que se les aplicaba en se-
cuero que se consen·an, nos Jice que gundo término, cuando ya el positivo
emplearon la !aya, la cal y el alumbre había adquirido cierta solidez. Perdidas
para tratarlos, blanqueados y lograr un las junturas, se pulimentaba el vaso, se
magnífico acabado. No ele otro modo se le pintaba y dejaba orear, colocándolo
explicarla que estos ejemplares, no obs- dentro de los hornos, cuando ya la pie-
tante los siglos transcurridos y haber za Ínlegra había adquirido la solidez ne-
eslado en contad.o con la tierra, aún cesaria para su fácil manipulación. La
mantengan la suaYidad, consistencia y cerámica se cocía en hornos abiertos.
flexibilidad de todo cuero bien tratado. Para la pintura emplearon arcilla de
color, mezclada con materias silicosas,
Cerámica. - El mochica seleccionó su que al fundirse produjeron la superficie
materia prima, después de un largo brillante. El pulimento se hacía con es-
período de ensayo y creó fórmulas que pátulas de hueso. El). casos especiales,
han dado por resultado una cerámica de incrustaron en la cerámica piezas de
fina textura, de mezcla uniforme y de tw·quesa, pizarra y aditamentos de oro
cocimienl.o perfecto. El escultor modeló y plata.
16 RAFAEL LARCO HOYLE

Amputación de un tumor de la espalda. Entre los procedimientos quirúrgicos avanzaron mucho en


la amputación de los pies, piernas, brazos. manos, labios, nariz y 6rganos genitales masculinos.
Para la secci6n de los tumores utilizaron cuchillos de forma circular. Lo que no se puede asegurar es
que hayan practicado la trepanación, ya que hasta ahora no se h a hallado documento alguno proba-
torio, ni en los cráneos ni en la cerámica

Representaci6n de un glaucoma. La cerámica Amputaci6n de l.o s testes y el pene. Este


documenta, con un verismo extraordinario, ceramio documenta, también, un caso de per-
una amplia serie de estados patológicos versión sexual compensatorio
LOS MOCHICAS 17

Pierna amputada

Lagtmaria. - Este fruto, motivo de


inspiración del ceramista mochica y ele-
men{o de uso doméstico, fué cubierto
con decoraciones artísticas, incisas e
incrustadas. Los Chimús que heredaron Sifilítico. Existen, entre otras representaciones,
estas técnicas, nos han dejado mates la del labio leporino, bocio exoftálmico, pie bot
decorados con dibujos, que son verda- equino, cara, párpados y pies edematosos, uta,
deras filigranas, y otros con incrusta- parálisis facial luética, mixedema, etc.
ciooes de nácar, conchaperla y tur-
quesa.

;fíel.alurgia. - Obtuvieron el oro, la


plata, el cobre y el plomo. Las canti-
dades de estos metales, que se han en-
contrado, prueba que no solamente con-
siguieron el metal en su estado nativo,
sino que dominaron ciertas técnicas de
extracción. Conocieron el cinabrio y nos
inclinamos a creer que aislando el mer-
curio, lo usaron en la extracción del oro.
La presencia del plomo en las tumbas,
acredita que lograron separar este me-
tal de la plata. Alearon el oro con la
plata y con el cobre. Doraron la plata
y el cobre, valiéndose de una amalgama
áurica, que era fijada a la pieza median-
te el fuego. Además, hemos encontrado
una pieza enchapada de cobre, en la
que se nota la unión a golpe, de la fina
lámina de oro sobre el cobre.
Soldaban la plata con aleaciones de
oro y plata, y el oro con aleaciones de
cobre y oro. ........J
Hemos encontrado láminas de oro tan Mujer, poco antes del parto, sostenida por un
finas, cuyo espesor es como el papel de hombre
18 RAFAEL !✓ARCO IIOYLE

La divinidad felínica antropomorfa Ai.apaec toma la forma del camote

Ai.apaec muerto Ai.ap$eC toma la forma del maíz ,


LOS MOCHICAS

Ai.apaec toma la forma del barquillo. Algunos Ai.apaec toma la fonna del pepino. La divi-
ceramios la representan como pescador, sur- nidad recuerda su lejana raíz felínica median-
cando los mares en "caballitos" de totora te los grandes colmillos. Toma la forma de
idealizados; o como médico, como músico y animales .v de frutos y hasta de elementos
como cazador. T a mbién suele aparecer soste- telúricos ~· meteóricos. Numerosas veces apa-
\.!iendo el arco iris, en forma de serpiente bi- rece sacrificando seres humanos mediante el
céfala despeñamiento

Ai.apaec. desgranando mnlz Otrr, representación de Ai.apaec


20 RAFAEL LARCO HOYLE

Ai.apnec como dios de la guerra. surge de un La divinidad terrenal en el coito sagrado;


estrombb lema en relieve


Ai.apaec navegando en un "caballito" estilizado. Ai.apaec también aparece como divinidad de la
guerra, en cuya occi6n su ayuda es decisiva para el triunfo de los soberanos; como ser supremo y
director del mundo sideral y también en la propia función de reproducci6n, divinizando la acción
natural de la conservaci6n de la especie entre los humanos; en este caso se presenta a la divinidad
con sus ayudantes pájaros antropomorfos
LOS MOCffiCAS 21

Ai.apae<" vuelve herido de lii° lucha con los Ai.apaec lucha con el demonio vampiro. Es
demonios, asistido por dos pájaros antropomor- uno de los tantos demonios contra los cuales
fos, sus ayudantes Ai.apaec sostiene guerra constante

'

E l demonio vampiro. Obs&vese las alas trian- Ai.apaec sacrific,indo seres humanos: despe-
gulares. En la religión mochica los grandes ñándolos. Esta misma divinidad aparece, tam-
• jefes eran los sumos socerdotes que, regular- bién, como un híbrido de sapo y felino con
mente, provenlan de la nobleza brotes de yucas y pallares
22 RAFAEL LARCO HOYLE

Ai.apaec músico. Es ésta la divinidad que rige los destinos del mundo que concibieron los Mochicas
y tiene la exquisita particularidad de llevar su vida tal como lo hacen los hombres .V demos!r:u--
se tan humana en si como también divina; se trata de la reencarnación de la divinidad en un ser
humano

carta común. Los cascabeles los hací'lt.n


en moldes de piedra, y pulimentaron
los metales con bruñidores de piedra.

Gobierno. - Los vestigios de cons-


trucciones urbanas y rústicas, la expan-
sión agrícola, los grandes trabajos de
irrigación, las obras arquitectónicas mo-
numentales y las redes viales, hablan
elocuentemente de una vida organizada,
mediante métodos de gobierno ya ex-
perimentados y en plena maduración.
Además, la presencia ele las maravillo-
sas producciones artísticas, nos comprue-
ban que los gobernantes no solamente
se dedicaron a la realización de grandes
obras materiales, sino que influyeron
poderosamente en la difusión de la cul-
tura. En los documcnios dejados, en-
contramos bien definidas las organiza-
ciones militares y las organizaciones cul-
turales.
El Cie. guich o Gran Señor de origen
divino, tuvo dominio en el territorio¡
El demonio de las piedras, representado en
una cántará cuya superficie ha sido decorada su rostro por eso lo encontramos como
lntegramen(e ofrenda funeraria, en los yacimieo tos
LOS J\tOCHlCAS 23

Escenas pictóricas representando la lucha de la divinidad con los demonios

ar-.1ueológicos diseminados en el terri: o sector administrativo. El Cie. quich


torio mochica. Unas veces aparece en y el Alaec, además de gobernantes eran
plena juventud e iniciándose en las también grandes jefes militares; eréfti los
funciones de gobierno y otras en la so- que guiaban personalmente a los ejér-
berana majestad de gobernante abso- citos y operaban en las batallas. Tam-
luto, en cuyo rostro se advierten las bién desempeñaban el papel de sacer-
huellas que han impreso las preocupa- dotes; en las pictografías aparecen con
ciones de mandar y organizar. El Alaec los grandes colmillos, que prueban su
o Cacique era el gobernante regional, y origen divino.
por eso su efigie se la encuentra sola- Con gran sumisión se acercaba la
mente circunscrita en determinado valle gente común a los grandes jefes; iban

~.::~
~' L, '•

El demonio estrombo
- - ~.\,
•··•'
, o'f',
24 RAFAEL LARCO HOYLE

A.i.npaec lucha con el demonio astral. ,"\agnffico ejemplnr del arte pictórico mochica

con las manos juntas y la cabeza incli- faltas, el gobierno mochica, dinástico,
nada al suelo. Los invitados a los ban- teocrático y omnipotente, forj6, al ca-
quetes de los grandes jefes, eran situa- lor de una fe robusta y bien orientada,
dos en un plano inferior, mientras que esta civilización que es hoy orgullo de
el invitante comía sobre un trono cu- nuestro pasado pre-histórico.
bierto por una ramada. Las mujeres no
aparecen en estas funciones sociales. il/edicina. - Los especializados en" la
L.s gobernantes presidían las fiestas extirpaci6n de enfermedades, fueron de
y los grandes banquetes; frecuentaban alta alcurnia y ligados a las institucio-
a las cacerías y pescas, que constituían nes religiosas. Aparecen siempre atavia-
su especial diversi6n. El territorio lo vi- dos como grandes jefes y dotados del
sitaban conducidos en magníficas an- atributo felínico. Había también muje-
das y seguidos por un gran séquito. Du- res dedicadas a esta práctica, que lucían
rante el viaje, se mantenían en contac- una gran túnica, que les cubría desde
to con las diferentes parfes, utilizando la cabeza a los pies.
los servicios de los mensajeros. Si bien al principio creyeron que la
Severos y despiadados en la imposi- magia y la hechicería eran indispensables
ci6n de la justicia, castigaban a los de- para la curación de los males, la larga
lincuentes mutilándolos¡ cortábanles el experimentación en el uso de yerbas y
· labio superior, la nariz y los pies. En los demás productos curativos contra las
casos graves, como en el del adulterio, dolencias, permitió vastos conocimien-
los desnudaban, les desollaban la cara tos técnicos, que se cristalizaron en una
cuando aún estaban vivos y luego de verdadera terapia de todos los casos
apedrearlos hasta darles muerte, aban- patológicos comunes de la época.
donaban sus cuerpos a la voracidad de Los enfermos eran colocados decúbi-
las aves de rapii"ía. Estas sanciones las to dorsal. El especializado, poseído to-
realizaban con gran aparato y en pú- da vía de cierto ritual, se sentaba jun-
blico, infundiendo así terror y doloro- to al paciente y elevaba plegarias, en-
so correctivo a las costumbres de la tonando cánticos y agitando sonajas de
épCl<'a. lagenaria o cerámica, que producían un
Estimulando a su pueblo por un la- sonido monótono, tal como proceden
do y castigando con severida~ todas las hoy los hechiceros. Practicaba también
LOS MOCHICAS 25

Ai.apaec se dedica a In pesca. Exponente del arte pict6rico mochicn

exploraciones auscultatorias de palpa- comprueba el conocimiento que alcan-


ción y junto a él tenía siempre una caja zaron en la reducción de las fracturas.
peq ue5a de curación. En la cerámica hay representaciones de
Emplearon las babillas como purgan- aparatos ortopédicos sencillos, destina-
te, una variedad de cactus que produ- dos a devolver locomoción a los que
cían efectos embriagantes, los ashangos perdían el pie o la pierna.
y numerosas yerbas. Lamentablemente, Existen testimonios de las siguientes
no es posible identificar todas las espe- enfermedades: idiosía, labio leporino,
cies curativas que usaron. bocio exoftálmico, pie bot equino, cara,
Entre los procedimientos quirúrgicos, párpados y pies edematosos, uta, mal
avanzaron mucho en la amputación de de Pott dorsal, parálisis facial luética,
los pies, piernas, brazos, manos, labios, sífilis generalizada y mixedema.
nariz y órganos genitales masculinos. Además, poseemos en el Museo de
Rara la resección de los tumores, uti- Arqueología RAFAEL LARCO HERRERA,
lizaron cuchillos de forma circular. una tibia con un tumor Óseo de origen
Amputando los miembros, tenían mu- tuberculoso y un cráneo que presenta
cho cuidado y precisión al separar; cor- un reblandecimiento sifilítico en el fron-
taban el hueso a un nivel más alto que tal. También hay un cráneo fracturado,
el de la incisión, a fin de dejar los col- con huellas de cicatrización.
gajos para formar el muñón. No podemos asegurar si practicaron
Hemos encontrado un fémur y un la trepanación, ya que no hemos halla-
cúbito perfecta.mente soldados, que nos do documento probatorio alguno.

El demonio pez antropomorfo


26 RAFAEL LARCO HOYLE

El demonio serpiente con orejas, según la Interesante ejemplar de ce1·amio mochica en


representaci6n cerámica; dos bandas, de dis- donde el relieve representa la danza de la
tinta decoraci6n, rodean la pieza muerte; obsérvese el tórax esquelético de la
figurita de la derecha. En la ralz del gollete
un hombre de hinojos

Algo U\ás, en la cerámica aparecen los


"hermanos siameses" de los dos tipos:
unidos en la parte posterior y al frente.
Tanto las representaciones de penes
aislados, como las de pene en erección
entre los individuos, aparecen sin pre-
pucio; este hecho nos i_nclina a creer
que los mochicas efectuaban la circun-
cisi6n general de los hombres.
Como en todo pueblo culto y <le ele-
vado espíritu artístico, el hombre de-
genera, se corrompe y es dominado por
el vicio; de allí que en la cerámica mo-
chica encontremos representaciones de
hombres y mujeres obsesionados por el
onanismo, empleando las mujeres ins-
trumen tos puntiagudos; de succi6n pe-
neana, coito in{er-anus con la mujer,
succión vulvar, excitación sexual pro-
ducida por el dedo, actos lascivos entre
un hombre con dos mujeres y entre dos
hombres con una mujer y el coito en
todas sus posiciones y aberracionei
Una de las aves antropomorfas ayudantes
de Ai,apaec sexuales que se conocen.
"LOS ,\\QCHlCAS" 27

MASCARAS MOCHICAS
Serie de mlíscaras que nos dicen del gran ndel:rnlo del arte escultórico mochica. Cuatro estudios
de expresiones logradas con singular eficacia y seguridad en el m~xlelaclo. La úllimn es de
notable reminiscencia clásica, cuya risa eufórica, pleno y franca.se bace '-'Ontagiosa. L.os Mochicas
fueron los má~ graneles escultores de la antigüedad peruana. ,v los vasos retcatos que nos
dejaron pueden ser comparados con las cabezas escultóricas más hennos.is que hayan producido
los artistas del mundo entero
28 RAFAEL LARCO HOYLE

Ceramio exornado con relieves. Para la pintura Escultura antrop~morfa de madera, con in-
emplearon arcilla de color, mezclada con ma- crustaciones: tallaron, también, con suma ha-
terias silicosas, que al fundirse producían una bilidad, el hueso y la piedra. En el manejo de
superficie brillante. El pulimento se hacía con los metales dejaron verdaderas obras de or-
espátulas de hueso febrería

Cajita de piedra con motivos incisos. Las figuras representan guerreros provistos de cascos
acolchados y las características mazas
LOS MOCHICAS 29

Adorno de cabeza realizado en oro

Escultura en hueso, con incrustaciones, repre- en libertad las piernas. Los niños te-
sentando a un guerrero nían pequeños juguetes hechos d~ ce-
rámica, que eran representaciones de
Algunos de estos ceramios han sido animales, seres humanos y utensilios.
hechos con cierto sentido humorístico. Los entretenían también con sonajas y
Hast.a el momento no puede precisarse pitos. En la juventud, los adiestraban
el por qué los colocaron dentro de las para las diferentes artes, industr:ps y
tumbas;· si bien son en algunos casos de laboreo de los campos. Muy raras veces
acción moralizadora, al representar la se encuentran tumbas de niños. Tam-
destrucción del individuo dominado por bién se observa que son muy pocas las
la perversión sexual, en cambio, en la representaciones de niños en la cerámi-
tumba de un niño de meses, hemos •
encontrado un pequeño vaso repre-
sentando una escena de succión pe-
neana.
Ciclo de Vida. - El advenimiento
del nuevo ser se realizó mediante
el parto por gravedad, en el que la
parturienta era sostenida por u n
varón y la comadrona se instalaba
frente a ella, con todos sus imple-
mentos para atender al niño.
En los primeros meses la madre
cuida directamente de su hijo, que
lo lleva consigo cargado a la es-
palda, con una manta o bien en
pequeñas cunas hechas de madera
o de caTrizo, en las que la criatura
era sostenida mediante una malla Adorno cefálico, en oro. ejemplar del arte orfebre
que sujetaba el c u erpo, dejando mochica
30 RAFAEL LARCO HOYLE

Narigueras de oro mochicas

ca escullórica y pictografías. Aparecen deaban con todos sus juguetes, que en


solamente con sus madres, ya en brazos algunos casos son verdaderas miniatu-
o jun to a ellas. Al enterrarlos, les ro- ras de vasos importantes. Por lo gene-
ral, los n-Pilos caminaban desnudos,
aunque algunos usaban una camisa muy
sencilla .
• La mujer se dedicaba al cuidado ex-
clusivo de los niños, al tejido y demás
labores domésticas; así mismo, ayuda-
ba al hombre e n los trabajos penosos.
El hombre se ocupaba de la construc-
ción de los edificios y grandes obras de
irrigación, de la roturación de los cam-
pos agrícolas, el laboreo de las minas y
la apertura de vías de comunicación;
también era el elemento para la guerra.
la caza, la pesca e integraba las insti-
tuciones principales de la religión, go-
bierno y transporte.

Cu/lo de loJ· ,lluerlo,r. - Gracias al


culto de los muertos. podem.os hoy con-
tar con el inmenso bagaje de estudio
que atesoran los museos. Enterraban a
sus muertos en la posición decúbito
dorsal, con las piernas extendidas y con
'I una o ambas manos sobre la región sa-
cra. Las tumbas eran, ya fosarios alar-
Rarísima sonaja de plata con incrustaciones gados o sarcófagos hechos de piedras
de turquesas alineadas; de caña, cerámica o de adobes
LOS MOCIDCAS 31

..


drriha: Negativo cortado por la raya que aparece en la matriz que ilustramos abajo.
,4bajo: Matriz de cerÁmica hecha por el escultor.
de la cual se snc.-.ba el negativo

con alacenas, en las que se colocaban


los ceramios, alimentos y demás ofren-
das. La principal ofrenda ,·otiYa fué la
cerámica. Rodeaban a sus cadáveres con
estas ofrendas y colocaban indistinta-
mente, ya la representación de la efigie
de uno de sus grandes jefes, la de su
divinidad máxima, o la escenificación de
algún moti,•o que formaba parte de la
vida del sujeto, o bien la representación
de animales, frutos o utensilios. Tuvie-
ron la idea que despojado el cuerpo de
la carne que se corrompía, se mantenía
la vida en los hueso!' que se animaban
en el más allá: de allí que observemos
represen tac iones esqueléticas de danzas,
con profusa intervención de indi,·iduos
de distintas edades, jerarquías y oficios.
En algunas tumbas se han encontrado,
además, cañas q ue sobresalían de la
tumba y comunicaban con la boca del
difunto, a fin de seguir ofrendándole
alimentos y bebidas. _J
32 RAFAEL LARCO HOYLE

Casa construlda sobre s61ido circular. N6tese Casa habitaci6n tal cual aparece en una pieza
la belleza de la escalinata y algunos temas de cerámica. Las viviendas eran, por lo gene-
decorativos murales ral, pequeñas

Columna monumental encontrada en el valle de Santa. Tiene ocho metros de altura y se halla
en el centro de una gran construcci6n piramidal. La arquitectura mochica conoció la columna
y la empleó profusamente
LOS MOCHICAS 33

Detalle de sarcófago en donde se ve el arco. Excavación en la huam del Sol. Nótense las
En !ns alacenas se colocaban ceramios, alimen- construcciones de los últimos per[odos - de
tos y demás ofrendas. La principal ofrenda adobes hechos en molde de eail.a - sobre
vofiva fué la cerámica tumbas de los primeros periodos

Sarcófago en el que aparece el uso del arco. Las tumbas eran, ya fosarios alargados o sarcófagos
hechos de piedras alineadas: de eai'la, cerámica o de adobes con alacenas. Son muy pocas las
tumbas de criaturas que se encuentran
34 RAFAEL LARCO HOYLE

Cerámica extrnlcla de una sola (umha. en la huaca del Sol. Esta riquc7..a se explica lcniendn en
cuenta que los objetos ele alíarerla constituían las principales ofrend.is consagr11d.1s a los muertos
." se los halla en todas lns inhumaciones

Ceramios in .rilu. Tenían la costumbre de rodear al cadl,ver con las ofrendas y col1>caban, indis-
tintamente, .Yª la representación de In efigie de uno de sus grandes jefes, la de su cli,·inidad má-
xima, escenificaciones de l.1 vida diaria o representaci6n de la flora o faunn. etc. A las cria-
turas muertas se les solía ofrecer sus juguetes
LOS MOCHTCAS 35

Tumba pentagon,tl de niño puesta en e,·idencia en el decurso de las exploraciones. No son ha-
bituales hallnzgos de esto naturaleza

Sarcófago de adol,e de seccmn rectangular. Grupo de l>arcófagos mochicas. E n algunas


En la boca de los cadáveres, de acuerdo con tumbas se encontraron cailas que desde la
la jerarqula del individuo. colt,caban pie.zas Loca del muerto sobresalían basta flor de tie-
de metales preciosos: planchuelas de oro, pla (a rra, por medio de las cuales se hacia llegar
y cobre envueltas en un pedazo de tela alimento y bebida al muerto
36 RAFAEL LARCO HOYLE

..

Aqul se pueden ver, basta en sus detalles de construcción, las alacenas en donde se encuentran
ofrendas de ceramios, alimentos -:-· otros obietos. Los mochicas tuvieron la idea que despoiando
el cuerpo de la carne que se corrompln, se manten{" la vid" en los huesos, que se animaban
en el más allá; el artista representó, sobre los ceramios, dnnzas de esqueletos figurando in-
dividuos Je todas ierarqulas y oficios

JTn la boca de sus cadáveres, de acuer-


do con la jerarquía del in&\'iduo, colo-
caban una planchuela de oro, plata o
cobre, envuelta en un pedazo de lela.

Organización guerrera. - Sin descui-


dar el carácter protectivo de la indumen-
taria, los grandes jefes estuvieron lujo-
samente ataviados. El casco, aparte de
su vistosidad, siempre eslu vo debida-
mente acolchado, para amortiguar los
golpes de la maza. Las grandes orejeras
que llevaban los guerreros, además de
realzar su majestad, les servía de de-
fensa para los costados de la cara. Usa-
ban camisa, faldilla, trusa y grandes
brazaletes de metal que protegían las
muñecas. Los guerreros comunes utili-
zaban, por lo general, cascos semicircu•
lares o cónicos de gran espesor, y corno
armas la maza, qÜe tenía en uno de los
extremos una punta de metal, lo que le
daba doble utilidad: punzante y de con-
Interior de sarcófago con alacena para ubicar tusión. También utilizaban las cstólicas
las distintas ofrendas para lanzar los dardos. El cuchillo se-
WS MOCIDCAS 37

El Director del Museo "Rafael Larco Herrera",


tomando notas ni encontrar una tumba de
ceramica. Este Museo posee en su colecci6n
Tumba hecha con grandes tinajones 31.663 ceramios

micircular, se usaba en combates de mjsmo, el artista mochica nos deja, con


cuerpo a cuerpo. Los golpes de las ma- elocuencia, toda la secuela de vicios, así
zas, los amertiguaban con pequeños es- como toda la grandeza de sus virt-.:.cles,
cudos cuadrangulares o circulares, que en el modelado o pintado de su cerámi-
los llevaban amarrados a la muñeca del ca. En su arte capta no sólo la fealdad
brazo izquierdo. En la organizaci6n mi- y la belleza, sino todas las manifesta-
litar existieron los vigías o centinelas de ciones de su yo. Gracias al íntimo cono- ·
vanguardia, que en la cerámica apare- cimiento del cuerpo y del alma, el hom-
cen representados avizorando el campo, bre mochica, al revelarse en su arte, nos
sobre las breñas o cúspides de los cerros; permite hoy leer como en un libro abier-
también los trompetas, con instrumen- to toda su vida y hacer un estudio, no
tos hechos de cerámica o bien del mo- sólo de sus reacciones espirituales, sino
lusco denominado .rú·ombu.r galealu.r. también, en forma vívida, de todas las
También se utiliz6 el perro que llevaban manifestaciones humanas. En la cerá-
en una amarra especial, para distraer mica, por eso, se halla perfectamente
al enemigo en el fragor de la lucha. Los evidenciado el sentimiento religioso más
prisioneros eran conducidos desnudos y puro, así como las manifestaciones más
los ofrendaban a s us dioses, en sacrifi- abyectas del erotismo.
cios especiales, que consistían en arro- Dominaron el modelado y el relieve.
jar a los individuos desde las cumbres El barro es el medio de expresión de
de las montañas al abismo. Después eran sus sentimientos arHsticos, al que agre-
descuartizados y partes del cuerpo las gan el decorado y colorido rojo y crema
llevaban como trofeos. para avivar mayormente, en sus escul-
turas, la fuente documental.
drle. - Inspirado en la naturaleza, Indudablemente, no fueron tan feli-
en las actividades propias del hombre ces en el dominio del pincel. Todas las
y en el profundo conocimiento de sí escenas que han reproducido, lo han he-
38 RAFAEL LARCO rTOYLE

Enterramiento típico de la c ul.ura mochica

cho sobre un solo plano, careciendo por


lo tanto de técnica en la composición y
én el tratamiento individual de los mo-
tivos; las pictografías tienen gran movi-
miento y dan una idea completa de La
actividad de las escenas represen(adas.
Utilizaron para la ornamentación de sus
vasos, motivos zoomorfos, fitomorfos y
antropomorfos, cursivos y geométricos,
llamando la atención que en Los motivos
geométricos utilizaron muchos de los
elementos hoy comunes como motivos
decorativos.
Son los más grandes escultores de la
antigüedad peruana, y los vasos retra-
tos que nos han dejado pueden ser com-
parados con las cabezas escultóricas más
hermosas que hayan producido los ar-
tistas del mundo entero.
Las manifestaciones ariíst-icas, no so-
lamente se limitaron a la cerámica; ta-
llaron con suma habilidad el hueso, la
madera y la piedra. En el manejo de
los metales, nos han dejado verdaderas
obras de orfebrer{a.

La posición, también típica del cadáver: decú-


Baile.r. - Tuvieron bailes tal como
bito dorsal las comparsas de hoy entre los indíge-
LOS MOCHICAS 39

Otra tumba con el cadáver; las piernas aparecen siempre extendidas y con una o ambas manos
sobre la región sacra

nas de la costa y sierra. Se enmascara- grandes jefes y personas de alta alcur-


ban de animales o seres extraños y al nia. No hay representaciones de mt;je-
son de sus instrumentos ejecutaban su res "chacchando". Tal como ocurre aho-
coreografia religiosa y guerrera. Tam- ra, masticaban la coca formando bolos,
bién reproducían escenas dramáticas. En que los mantenían en los carrillos, y mez-
algunos vasos, aparecen representacio- claban con cal, que llevaban en . una
nes escénicas de luchas de la divinidad pequeña lagenaria, de la que extraían
con los demonios. con una aguja, para facilitar el despren-
dimiento del alcoloide, que les ser vía
)JUuica. - Utilizaron como instru- de es(imulanfe.
mentos· de música La quena, la antara,
los tambores y {amboriles, las trompetas Religión. - El cul(o al felino, que se
rectas y las trompetas enroscadas, los inicia en la lejana etapa animista, como
"pututos" y los pitos. Como instrumen- una simple zoolatría, adquiere, median-
tos de percusión, la sonaja de plata, te la evolución espiritual del hombre del
cobre o cerámica, los cascabeles y los norte, todos los caracteres de una reli-
maichiles (semillas de sonido estriden- gión superior y caracteres precisamente
te). Estos instrumentos servían para singulares por ese fortalecimiento espi-
ejecutar las tonadas y aires juglares, ya ritual, formado en la naturaleza real de
aisladameot~ o en conjunto. Creemos que las cosas y lejos de toda artificialización
conocieron las siete notas de la escala o espejismo. Y así es que el felino, como
musical y también los semitonos, según divinidad abstracta que rige, que armo-
hemos podido comprobar en las antaras. niza los destinos del universo, aparece
con las cualidades del hombre en el fe-
.Varcólico.r. - Hicieron uso de la co- lino antropomorfizado. Pero, el machi-
ca, que estaba reservada sólo para los ca no se detiene ante esta figuración de
40 RAFAF:L LARCO IIOYLE

T umba mocbica, con ceramios :,· restos 6seos

su emblema d ivino, va más allá y crea


la divinidad caraclerística e inconfun-
dible, de Ai.apaec, que es un hombre
con todas sus cualidades y que sólo le
resta de felino, los grandes colmillos, el
rostro arrugado y una especie de bigo-
tes qu e le brotan de la nariz. Es ésta la
divinidad q ue rige los destinos del mun-
do que concibieron y tiene la exquisita
particularidad de llevar su vida tal co-
mo lo hacen los hombres y de mostrarse
tan humana en sí como también divina.
Es la reencarnación de la divinidad en
un ser humano; la prueba nos la dan los
vasos de cuatro caras, resultantes de
los rostros del felino y el ser divino
humano, dos a dos, correspondientes y
en las que los ojos del felino son preci-
samente los ojos de Ai.apaec.
En la numerosa serie de vasos con
representaciones de esta divinidad, apa-
rece frecuentemente Ai.apaec sacrifican-
do seres humanos, mediante el despeña-
miento, sacrificio del que ya hemos ha-
blado; la divinidad suprema situada en
el fondo de las montañas, recibe la san-
Sepulcro de lo cultura mochica con el cadá- gre ritual de los sacrificados como pre-
ver en posici6o ritual• ciada ofrenda. Luego se la encuentra
''LOS MOCHlCAS" 41

Tumbn múltiple mochica

como agricultor, desgranando el maíz; Personajes antropomorfos forman el


como pescador, surcando los mares en cortejo divino, los que erróneamente han
"caballilos" de totora idealizados; como sido considerados como divinidades. La
médico, como músico y como cazador. lagartija antropomorfa desempeñt... el
Sosteniendo el arco iris, en forma de papel de servidor; el perro es su amigo
serpienle bicéfala; también como divi- fiel; el cormorán antropomorfo le atien-
nidad de la guerra, en cuya acción su de cuando se dedica a las operaciones
ayuda es decisiva para el triunfo de los de pesca, impulsando por lo general las
soberanos; como ser supremo y direc- balsas; la lechuza antropomorfa desem-
tor del mundo sideral y también en la peña el papel de curandera divina; el
propia función de reproducción, divini- halcón antropomorfo es el escudero; y
zando la acción natural de la conserva- el águila marina antropomorfa, el men-
ción de la especie entre los humanos; en sajero que lleva la sangre de los sacri-
este caso se le representa a la divinidad ficados. Los halcones y gallinazos an-
con sus ayudantes, pájaros antropo- tropomorfos a tienden a la divinidad,
morfos, que preparan un cocimiento pa- cuando regresa maltrecha de las con-
ra verterlo sobre los genitales. Toma la tiendas con los demonios.
forma de fruto y animales y basta de Este culto felínico da origen a una
elementos telúricos y meteóricos. Como figura zoo-fito-morfa, que la encon tra-
personificación del bien, lucha con los mos presidiendo escenas agrícolas, en
demonios: vampiro antropomorfo, can- las que toma parle la divinidad. Es un
grejo antropomorfo, pez antropomorfo híbrido con cuerpo de sapo; nariz y
o demoruo del mar, el Slromhu.r Galta- extremidades de felino, y cuerpo con
Lu.r o dragón estromboide, el demonio broles de yucas y pallares. Este híbri-
de las piedras, el dragón bicéfalo que do representa la unión del agua - per-
tiene la otra cabeza en la cauda y la sonificada por el sapo que es símbolo
serpiente con orejas; en su cruenta lu- hídrico - de la tierra y de los frutos.
cha, siempre sale victoriosa la divinidad, Si bien se advierte que este híbrido es
42 RAFAEL LARCO HOYLE

una figuraci6n simb6üca de carácter re- El zorro, la vizcacha y el felino an-


ligioso, no podemos afirmar que se tra- tropomorfizados, simbolizan al des-
ta de una divinidad, ya que no aparece cifrador y al escriba. Para la factura
en escenas de culto, salvo en aquellas de sus ideogramas, utilizan las líneas
relacionadas con la agricultura. redas, curvas, quebradas y paralelas.
Los grandes jefes eran los sumos sa- el punto, el círculo, la cruz, etc., que
cerJotes, y por la vestimenta que de aplican en espacios reniformes. Hemos
aquéllos hemo:; encontrado en escenas encontrado gran cantidad de estos ideo-
de religi6n, cre1mos que los sacerdotes gramas que se repiten, ya que esto es
provenían de la nobleza y formaban una l6gico, en todo sisiema de escritura. La
verdadera casta. escritura sobre pallares de los mochicas
La gran cantidad de vasos que hay se propaga en el Perú y los hombres de
de escenas religiosas, nos revela el pro- Nazca, Paracas, Tiahuanaco y Lamba-
fundo espíritu místico de aquel pueblo; ye(iue lo utilizan, y s6lo desaparece con
toda su vida está intimamente ligada a la dominaci6n de los Incas. Aplicaron
sus creencias religiosas, y por eso con- el sistema de escritura a las Lelas, como
cibieron una divinidad, que no fué o{ra lo hacen hoy los indígenas con nuestros
que la que surgi6 de su profunda obser- caracteres; además, es tradicional este
vaci6n sobre la naturaleza y de su ac- empleo desde tiempos remotos; los cro-
tividad vital eminentemente propicia- nistas relatan cómo en el Cuzco fueron
toria. obsequiados los españoles con vistosos
mantos, que contenían las efigies de la
Calendario. - El tiempo lo dividie- pareja de gobernantes y en los bordes
ron en semanas, quincenas y meses de la anotación de sus hechos gloriosos,
treinta y veintinueve días. También fi- heroicos y administrativos.
jaron las estaciones de tres meses cada Gran analogl.a entre los ideogramas
una, todo ligado intimamente a la Luna, mochicas y de otras regiones del Perú
de allí que consideremos la existencia de antiguo, hemos encontrado con los gü-
un calendario lunar. fos mayas; en los códices figuran tam-
bién personajes zoo-antropomorfos, si-

EJ"crilura. -Los mochicas crearon un milares a los seres simb6licos que repre-
sistema de escritura J"ui 9eneri.r. Utiliza- sentan el mensajero, descifrador y es-
ron primero el pallar, para grabar sobre criba mochicas.
su superficie signos ideográficos. E l pa-
llar que es de fácil manipulaci6n y trans- Bibliogra/la. - Como única fuente do-
porte, era llevado en pequeñas bolsas cumental para la elaboración de este
por los mensajeros, que como los chas- trabajo, hemos contado con parte de
quis del Imperio de los Incas. cruzaron los 31.663 ceramios que posee el Museo
todo el lerriíorio por la red de caminos. deArqueologl.a °RAFAEL LARGO HERRERA.
Las representaciones pict6- de Chiclin, y con otro tanto
ricas del pallar, convierten de objetos de metal, piedra.
a éste en un ideograma, madera, hueso, etcétera, ,.
que es aplicado luego a con la información su.m,;-
la superficie de los va- ria obtenida en much.a.s
sos vo{ivos y al arte excavaciones y recono-
textil: así, la forma cimientos en d p ropio
del pallar se estiliza terreno, v en el es-
en unos casos y se tudio de los monu-
w

humaniza en otros. mentos que h an que-


Venados, halcones, dado de esta cultura.
col ibríes, l ibélulas También nos ha ser-
ciento~iés y a ntro- vido de valiosa fuen-
pomorfos, simboli- te de estudio, eJ
zan a l mensajero. folklore de la costa.
SOCIEDAD GEOGRAFICA AMERICANA
IMPl'ICSO E!N IIUENOS AU,ES .. AAG~NTINA

También podría gustarte