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El Museo de Ántero

EL museo de la memoria de Ántero Flores Aráoz podría tener


solo cuatro paredes. Así no sería tan caro.

Las paredes podrían ser de triplay, guardando coherencia con


los reclamos ministeriales respecto a malgastar en cultura
cuando un país es pobre.

Es más aún. El museo de Ántero podría ser imaginario. Se


establecería una valla de austeridad difícil de superar hasta en
Europa.

Así sea con la mente, se recomendaría visitar el museo de


Ántero en sentido horario. Un pequeño recinto central, íntimo,
demarcaría un trayecto a seguir. Aunque quienes quisieran
también podrían visitarlo en sentido inverso. El efecto pedagógico sería el mismo, enriquecido
por el valor metáforico generado entre gente que va y viene confundida acerca de cómo
comienza o cómo termina la historia que ahí se cuenta. En este museo no habría agenda u
opinión alguna, posiblemente no habría ni techo –calamina bastaría. Su colección se limitaría al
deleite de lo factual.

La primera pared, o la última según fuera el caso, llevaría el genérico título de “Antes”.

Una larga lista de los copiosos proyectos de ley de quien fuera de los más diligentes y
productivos congresistas de la República haría justicia a una trayectoria seria, anticipando lo
impredecible del extravío.

Al lado, en austero dvd Miray, se exhibiría la opinión pública que Antero tenía del señor Alan
García en el año 2001, señera promesa de elasticidad moral:

Alan García no tuvo errores de juventud, lo que fue es ineficiente, lo que fue es un mal
gobernante y eso la gente lo tiene que recordar.

Alan García, no nos olvidemos, es un vendedor de sebo de culebra. En consecuencia es un


hombre que como para un debate, para una exposición, e inclusive para una plaza pública es
brillante, pero sin contenido. Muy florido, pero sin contenido...

Por más que diga que consigió un Phd en Bogotá o lo consiguió o compró en París, realmente
sería una irresponsabilidad arriesgarse nuevamente.

Evidentemente el doctor García pretende ir al Palacio de Gobierno. Al palacio que debería ir es


al Palacio de Justicia.1

Naufragio, sería el nombre de la segunda pared. O tercera, según fuera la ruta de visita.

Este montaje ofrecería una visión caleidoscópica de las deformaciones a las que se ve
sometida la clásica relación abogado-cliente cuando esta es trasladada al brusco trasiego del
juego político.

Un pequeño parlante detrás de uno de esos auquénidos inflables que venden en el Mercado
Indiorepetiría la expresión:

Noooo, ¿le vas a preguntar a las llamas y vicuñas sobre el TLC?2

Otra imagen, la de Diana Bazán Hidalgo, joven cadete de la Escuela de Oficiales de la FAP que
luego de denunciar haber sido violada fuera objeto de acoso en la institución, estaría signada
por la expresión escrita en pan de oro:
No soy el ángel de la guarda de este cadete. ?3

Al lado una impresión de bajo coste de Google Earth detallando el área del Pentagonito que
quiso venderse ante protesta vecinal, diría:

Los vecinos que se oponen a la venta pueden unirse y hacer una colecta para que se
presenten a la subasta. ?4

Como fondo, a manera de papel mural, se utilizaría cualquier otra declaración destinada a
reprimir el menor asomo de autoridad civil ante la institución armada, espina dorsal de su
gestión.

Para deleite de los amantes del deporte y no muy dados al tema politico, habría inclusive un
emplazamiento?5 del Presidente del Congreso del Perú a la FIFA, de nulo valor legal, pero
ameno dado el contexto.

El siguiente espacio se llamaría “Matemáticas”. Ciñéndose al tema gobernaría el espacio una


cita matriz:

Si tuviera que vivir con el sueldo de ministro no viviría. ?6

La frase vendría acompañada de dos cifras más, 15,600 soles, el sueldo al cual se refería
entonces; y 1,000 soles, sueldo promedio de las Fuerzas Armadas bajo su gestión. Al lado
habría una pizarra y tizas para que la gente echara a volar su razonamiento matemático.

En este vértice estaría la entrada al pequeño recinto interior .

Sería un lugar de recogimiento.

En la penumbra, colgando desde el techo, se luciría la misma bandera sobre la cual la vedette
denunciada penalmente por Antero por ultraje a los símbolos patrios, Leysi Suárez, posara su
cuestión un infausto Julio del 2008. Un reflector dicroico permitiría adivinar el rastro de
opacidad doble que aquella desventurada idea imprimiera sobre el manto primero de la patria.

En el suelo, escrita circularmente con pintura fosforescente, se leería:

La bandera no es calzón o Támpax. ?7

La última (o primera) pared se intitularía “Después”.


Apenas dos elementos: el primero de ellos sería una fotografía de la fachada de la residencia
del Embajador del Perú ante la OEA en Washington. El otro, una réplica del crucifijo ante el
cual el susodicho jurara tanto como Ministro de Justicia como Ministro de Defensa del gobierno
de Alan García. Marco idóneo para la última pieza del recinto, un pergamino que en letras
góticas llevara el siguiente titular:

Flores Aráoz defiende posible candidatura de García el 2016?8

El ingreso sería libre. La salida también. En busca de la farmacia o bar más cercanos.
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1 Canal 5 (15/01/01): 
www.youtube.com/watch?v=lvFYSudVJdE
2 (1/ 06/06) Entrevista con Ramiro Escobar, IDL Radio
3 (20/ 02 / 09) RPP
4 (12/ 12/08) El Comercio
5 (2/07/05) Correo
6 (3/01/09) Tv Perú
7 Julio, 2008. CPN radio
8 (24 / 11/ 09) RPP: www.rpp.com.pe/2008-11-24-flores-araoz-defiende-posible-candidatura-
de-garcia-el-2016-noticia_147622.html

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