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Cioran y Nagarjuna: Lucidez y Nirvana. Revelación del vacío.

Nagarjuna:

1. La lucidez y el nirvana saben que fundamentar implica fanatismo y toda idolatría provoca catástrofe. Esta es
la revelación esencial, descubrir por un momento la inanidad del ser. La lucidez y el nirvana son un
desengaño que descubre la falta de fundamento. VACUIDAD SIGNIFICA CARENTE DE ESENCIA EN
NAGARJUNA, EN CIORAN SIGNIFICA INANIDAD DEL SER. Ambos descubren la falta de fundamento.

2. La lucidez y el Nirvana es despertar en medio de un mundo de fanatizados. Se vuelve


irreconciliable al mundo. LA LUCIDEZ y el nirvana se alejan DEL RESTO DE LOS HOMBRES PORQUE
YA NO PUEDEN COMPARTIR LA MISMA FIEBRE POR SUS IDEALES.

3. La lucidez y el nirvana es un discurso destructivo que se niega incluso así mismo. Esto es la
vacuidad de la vacuidad. Cioran y Nagarjuna son un discurso destructivo que amenaza a todos los demás
discursos supuestamente edificantes que ignoran su propio vacío. La lucidez y el nirvana se oponen a la Nada
absoluta. Hasta la vacuidad de la vacuidad es una ilusión. Todo es ilusión. Tanto para la lucidez como para el
nirvana todo es una ilusión inclusive el vacío mismo, el nirvana y la lucidez. Cioran y Nagarjuna desconfían en
el lenguaje. El nirvana y la lucidez poseen la honestidad intelectual de deconstruir su propio discurso, para al
final presentarlo también vacío al igual que todo lo demás.

4. La rebeldía de Cioran y Nagarjuna no propone nada y si lo hacen siempre será lo imposible. Cioran y
Nagarjuna no se deciden nunca por nada, permanecen ambiguos. Camino intermedio. La lucidez y el nirvana son
paradójicos. Son el punto medio entre dos extremos. Se trata de un no actuar que actúa, de un lugar que no es
lugar y de un silencio que aúlla.

5. Diferencias y similitudes en esas diferencias entre Cioran y Nagarjuna. La lucidez consiste en bruscas caídas
y el nirvana en un método.

6. El nirvana y la lucidez son una alegría trágica que se oponen al horror vacui contemporáneo. La lucidez y el
nirvana se oponen al vacío contemporáneo. Para Cioran y Nagarjuna este mundo de sufrimiento es el mismo
mundo de la iluminación. samsara es nirvana y nirvana es samsara. Alegría trágica. Tras la revelación del vacío
surge el desengaño y el desapego. Eso es lo que queda después de vislumbrar el vacío. Nirvana es samsara y
samsara es nirvana no implica irracionalidad sino más bien comprender que este mundo de caos y catástrofe es
el único que tenemos y que en él acontece todo y nada.

Cioran:

1. El nirvana y la lucidez consisten en una revelación del vacío que arroja al desengaño. Esta revelación es
súbita y visceral, se grata de una experiencia extrema de lo real que nos sobreviene y nos lleva a descubrir la
falta de fundamento. El discurso de Cioran y Nagarjuna parecen reiterativos porque siempre insisten en una
única idea y ella es precisamente, el descubrimiento de la inanidad del ser. La lucidez y el nirvana nos arroja por
instantes a un lugar que nos es lugar. Es un despertar violento en medio de una larga noche oscura. Esto es la
revelación del vacío y es esa experiencia la que aproxima principalmente a Cioran con Nagarjuna. La lucidez y
el nirvana llevan a una verdadera sabiduría desinteresada, porque se trata de un desengaño que no tiene ni un
porqué ni un para que.

2. La lucidez y el nirvana arrojan hacía un distanciamiento con el resto de los hombres. Se trata de una ruptura
entre el espíritu y el mundo. Nos sentimos irreconciliables con todas aquellas cosas que mueven al resto de los
hombres, el lúcido o despierto deja de sentirse identificado con todas las quimeras que el hombre ideolatriza,
ahora sabe bien que ello conduce al fanatismo y por ende a la sed de muerte, al despotismo, genocidio, nazismo,
etc. Tras la revelación esencial se llega al desapego, a un no actuar que actuá, es decir, continuar en las quimeras
de la historia, solo que ahora con una gran diferencia: el abandono del fanático que llevamos dentro. Se actuará
en el mundo, pero ahora menos fanatizado. La única tarea del nirvana o lucidez desde esta perspectiva sería
entonces: el desengaño y desasimiento. No hay más. Se trata de haber despertado de una pesadilla para luego
entrar en otra, pero ahora con una nueva visión de ella, es decir, el lúcido despierta en medio de un mundo de
fanatizados. La lucidez y el nirvana no son irracionales, pero difieren de la conciencia. Pues la consciencia es la
adecuación entre sujeto y objeto, mientras que por el contrario, la lucidez consiste en la ruptura entre sujeto y
objeto. Desperar implica una ruptura irreconciliable entre el espíritu y el mundo. Una desgarradura irreparable se
abre entre el lucido, el mundo y los demás hombres que aún continúan enfebrecidos y delirantes por las
quimeras del devenir. La lucidez y el nirvana dura tan solo un momento, pero con ello es suficiente, pues tras
dicho acontecimiento la vida ya no puede ser vista del mismo modo que antes de que dicha revelación irrumpiera
en nuestra conciencia. Despertar en medio de un mundo de fanatizados conlleva a un no actuar que actuá. Esto
significa: Un seguir actuando en el mundo, pero ya sin apegarse a él de la misma forma que aquellos ignorantes
del vacío, los cuales continuan buscando un sentido al ser a expensas de lo que sea.

3. La lucidez y el nirvana son un desengaño tan fuerte que incluso desconfían hasta del lenguaje. Este es un
aspecto paradójico, pues ¿como destruir al lenguaje por medio del lenguaje? Se trata de un discurso que destruye
la explicación vigente del mundo e incluso a sí misma. Esta es la paradójica idea de la vacuidad de la vacuidad,
que significa que hasta el vacío se encuentra también vacío, ausente de esencia, sin ningún resorte que pueda
darle un sentido inmutable al ser, de tal suerte que el vacío en este caso no se trata la Nada heideggeriana, ni de
algo que esta más allá del lenguaje, por que el único descubrimiento de este desengaño es que: no hay nada
esencial, porque hasta el vacío es también una ilusión, pero se trata de una quimera que tiene el poder de
eliminar a todas las demás. El vacío es una ilusión capaz de conducir al desasimiento y desengaño en medio de
un mundo habitado por monstruos sedientos de lo peor. La revelación esencial en Cioran y la verdad verdadera
en Nagarjuna es que todo esta vacío inclusive el vacío, es decir, la esencia del universo es paradójicamente: su
falta de esencia. La revelación esencia en Cioran es: la inanidad del ser; La verdad verdadera en Nagarjuna es
la vacuidad de la vacuidad. Ambas posturas conducen al desengaño y desasimiento.

4. La lucidez y el nirvana no proponen ni enseñan nada. Tras la revelación esencial el lúcido ha renunciando a
la originalidad. Despertar es volverse un apátrida metafísico que ya no puede, aunque quisiera, adherirse,
decidirse o proponer nunca nada. La lucidez de Cioran y el Nirvana de Nagarjuna son una paradójica rebelión
contra todos los dogmas establecidos y contra su rebelión misma, pues de lo contrario se idealizaría a la rebelión
y se caería una vez más en la ignorancia, en el apasionamiento por una idea. El lúcido volvería a estar dormido si
idealizará a la vacuidad o a su rebelión misma, por ello la lucidez y el nirvana consisten en: estar por un
momento en el punto medio entre dos extremos. Es el punto medio entre el sueño y el delirio. Este camino medio
es: un no decidirse definitivamente por nada. Esta indecisión es una consecuencia de haber experimentado la
revelación esencial entendida como un suceso que irrumpe en nuestro interior y convulsiona nuestra forma de
entender lo exterior, una nueva visión de la realidad que nos empuja hacía su única gran y reiterativa enseñanza:
la inanidad del ser e inclusive del vacío mismo. Se trata de no tomar nunca un partido definitivo con nada ni
nadie. Ir más allá del ser y el no ser de las cosas. No casarse con ninguna idea, solo coquetear con ellas, pero
nunca comprometerse enfebrecidamente con ídolos, para así ya no caer tan fácilmente en las tentaciones del
fanatismo y sus atroces consecuencias.

5. Una diferencia entre Cioran y Nagarjuna es que: La revelación del vacío en el primero irrumpe violentamente
sobre nosotros bajo momentos súbitos, es una experiencia que nos sobreviene justo en momentos de vértigo
intolerable, cuando la existencia se torna insuperable e irreconciliable. Con o sin método, despertar se trata
aquí de: una experiencia privilegiada, que irrumpe de forma involuntaria sobre nosotros, colapsando
necesariamente todas nuestras viejas formas de ver y estar en el mundo. Para Cioran la revelación del vacío
es algo que puede irrumpir en cualquier momento súbito de la existencia, no hay necesariamente un camino
especifico para ser alcanzado por dicho suceso, por ejemplo, en su caso, el camino o más bien caída a la
experiencia del vacío fue haber padecido insomnio durante su juventud; Mientras que en Nagarjuna hay un
camino,para su experiencia del vacío existe de por medio toda una cultura mental concerniente a métodos
lógicos y practicas meditativas, que permiten ir desnudando gradualmente al velo de ilusión (maya) que nos
impide vislumbrar lo real. La ignorancia, es decir, el apego a ídolos y el fanatismo que esto conlleva nos impide
entre ver el vacío, dejándonos atrapados en una prisión falsa, castrando toda posibilidad de despertar. Tanto
Cioran como Nagarjuna retornan a la quimera, al sueño, al delirio de este mundo, pero ambos con una nueva
visión de él. Se trata de despertar por momentos únicos a un lugar que no es lugar, esto significa: volverse en
verdad un apátrida de todo delirio y fanatismo. Cioran vuelve al delirio del mundo principalmente desgarrado,
pero también desengañado y desapegado de la fiebre que al resto le provocan todas esas quimeras del devenir.
Cioran retorna a la ilusión porque sabe que solo es un hombre y que no puede destruir totalmente su apego y
desengaño, pero retorna a la quimera, no para pretender ser útil a los demás, su lucidez renuncia a ello, sabe
que eso sería en el fondo imponer una vez más el delirio sobre el despertar, por ello lo que le resta es una mirada
siempre irónica y consciente de su propio vacío, una lucidez que escribe aforismos oscuros para no suicidarse,
una rebeldía resignada que aúlla escribiendo o más bien, que escribe aullidos por venganza (por no ser capaz
de vengarse de otro modo), Cioran es un grito visceral contra el supuesto “orden universal”, que ahora, desde
esta visión lúcida, lo ha descubierto todo ello por un instante como quimera dentro de quimera; Nagarjuna
comparte todo esto con Cioran, pero no aúlla, no escribe por venganza y aunque también se aleje del mundo
tras dicha experiencia privilegiada, no obstante, vuelve a él igual que Cioran, con una visión desengañada y
desapegada de todos esos ídolos que enfebrecen al resto del mundo, solo que Nagarjuna no vuelve con la ironía
intencionalmente amarga de Cioran, ni mucho menos escribiendo para no suicidarse, sino principalmente porqué
quisiera compartir estas experiencias de desasimiento a todos aquellos que aun no han despertado, se comparte
algo todo el tiempo, pero no se impone nunca como un dogma religioso o moral, sino como un suceso único y
privilegiado, que muestra los aspectos vacíos de todo dogma de toda palabra, de toda persona, de todo suceso...
Nagarjuna y Cioran son seres vacíos por saberlo y tratarán siempre de forma reiterativa un acontecimiento vacío
que da apertura a un despertar que no tenga que ser necesariamente como el de ellos. La lucidez y el nirvana son
pues una rebelión paradójica. Nagarjuna vuelve a la quimera del mundo (samsara) para ayudar a otros hombres
a alcanzar el despertar, (hay siempre un sentimiento de compasión con el prójimo), mostrando cual fue el camino
por el que se llego a dicha experiencia mística, pero nunca imponiéndolo como el único sendero, inmutable,
esencial y verdadero, porque no hay que olvidar que para ambos ni siquiera el desengaño, la lucidez o el vacío
pueden ser una verdad absoluta, porque desde este punto del pensar, “desde este punto ciego del espíritu”, el
vacío se encuentra tan vacío como todo lo demás. Cioran no escribe para salvar al hombre, lo hace para soportar
el peso de su propia vida. No obstante, tras la lectura de ambos surge paradójicamente un peculiar sentimiento
de liberación y gratificación.

6. Hay cierto sentimiento de liberación tras la lectura de Cioran y Nagarjuna. El pensamiento de ambos se
vuelve como una especie de purgante para una era tan enajenada y enfenebrecida como la nuestra, una época de
idolatrás, de simulacros,engaños y apegos falsos, un mundo en el que reinan las quimeras de lo superfluo, un
infierno habitado por monstruos tristes y neuróticos que simulan indefinidamente el placer de la orgía, pero que
en realidad se encuentran frente al miedo y asco de un vacío pulverizador. El mundo contemporáneo, por tratar
de huir del vacío, es decir, de esa experiencia extrema de lo real que convulsiona el ritmo ordinario de la vida,
son paradójicamente atravesados por un vacío mucho más aterrador, pues el olvido de él no implica que
desaparezca, sino que deviene en horror vacui, en huir de lo real, haciendo de un único suceso dos sucesos
viendo doble lo que es uno, excluyendo los aspectos trágicos de la existencia, generando así espanto tanto por la
vida como la muerte, arrojados a la ilusión perpetua, pues el olvido del vacío es también el olvido de nosotros
mismos. La lucidez de Cioran y el nirvana de Nagarjuna son una alegría trágica que se opone al vacío
contemporáneo, porque tiene el valor y honestidad de asumir el dolor dentro de su goce. No huye de los aspectos
trágicos de la existencia, sino que a partir de ella surge el goce, se trata de gozar sin excluir nunca esa
experiencia súbita y extrema de lo real que estrujó el antiguo orden de las cosas. Es una alegría que no excluye al
vacío, por el contrarío lo abraza y lo acepta como lo mejor de si mismo. samsara es nirvana y nirvana es
samsara. A la lucidez y el nirvana no le interesan las doctrinas sobre la vida, sino la vida misma. La lucidez y el
nirvana no se dejan arrastrar por la seriedad del sermón, sino por una alegría trágica que se afirma como vacía.
La lucidez y el nirvana llevan a un presente del pensamiento, a una alegría trágica que se opone al vacío
contemporáneo que hemos mencionado en el apartado titulado “el vacío contemporáneo”
Cioran y Nagarjuna, similitudes entre nirvana y lucidez.

1. La revelación del vacío como desengaño.

La lucidez o el nirvana consisten en la experiencia del vacío. El vacío no edifica nada porque su única enseñanza
es: la falta de fundamento. Esta es la revelación esencial en Cioran, la cual surge en momentos intolerables de
la existencia, o en otras palabras, para este filósofo la verdadera sabiduría surge necesariamente a partir de
estados catastróficos del espíritu.1
Esta revelación esencial es la experiencia del vacío, entendida en Nagarjuna como un suceso privilegiado que
nos sobreviene y nos enseña una única cosa: que todo carece de esencia; de igual forma este acontecimiento, es
entendido por Cioran como la azotante lección de la inanidad del ser. Ambos casos tratan en el fondo de una
experiencia única que necesariamente nos arroja por un instante a la comprensión de la falsedad de todo. La
lucidez de ambos les lleva a ver las cosas en términos inesenciales, pues lo contrario no es más que falsificar a lo
real, huir del vacío, escapar de los aspectos trágicos de la existencia, ver doble lo que solo es uno. Bajo esta
visión, el problema se encuentra en que todos los hombres que aún permanecen en el delirio o el sueño están
huyendo de la experiencia del vacío y esta exclusión arroja en realidad hacía sufrimientos aún mayores de los
que huimos, se trata de un sufrimiento atroz que nos obliga a refugiarnos atemorizados en la historia y nos
impide despertar. El Karma, esto es toda acción, sueño, pensamiento, etc, que impide la liberación, es en gran
medida para el imaginario indio, el resultado de apegarnos a ídolos. 2 El apego a ídolos, el enfebrecimiento por
una idea, persona, suceso, es una de las principales causas por las que el ignorante continúa encadenado en el
engaño.
Despertar es alejarse del discurso sermonioso. Sí es que el nirvana de Nagarjuna y la lucidez de Cioran tienen alguna tarea ella es pues el
desengaño, la desfacinación, ambos niegan toda doctrina y dogma, su pensamiento va en contra todo sistema fundamentado y totalitario. Pero
se trata de una negación que tiene la valentía y honestidad intelectual de hasta de negarse a sí misma, porque no se busca convencer ni proponer
otra tesis en términos positivos, su único función consiste en un desengaño capaz de apaciguar tanta exaltación y fanatismo. 3
La lucidez va directo al grano, porqué solo aborda un tema, pero uno que es capaz de tornar en duda toda certeza y, si su
discurso pudiese sonar repetitivo o monótono, lo es porque solo insiste es esta enseñanza privilegiada que nos sobreviene tras
experiencias pulverizadoras del espíritu: la inanidad del ser. 4

Ni el pensamiento de Cioran ni el de Nagarjuna pueden ser asimilados bajo ninguna forma


rigurosamente sistemática, pues la lucidez de ambos se trata de: la plena renuncia a todo sistema. Este
ejercicio de desfacinación es llevado acabo en Cioran a través del hastío, entendido como el cansancio
o enorme aburrimiento frente a todo razonamiento pretendidamente fundamentado, pues Cioran, tras la
revelación esencial, se harta de la permanencia totalitaria que el sistema impone, le horroriza el rigor
del concepto, su capacidad para disimular todo lo esencial de las cosas, que es la inanidad. La lucidez
de este insomne se opone pues a las grandes obras metódicas y congruentes porqué: “El sistema aspira a

1“No son, sin embargo, mis lecturas las que me han formado, sino los accidentes y los encuentros. Todo lo que he descrito es el
fruto de circunstancias, de azares, de conversaciones, de rumias nocturnas, de crisis de abatimiento más o menos cotidianas, de
obsesiones intolerables...He comenzado a ser «yo» gracias al insomnio, a esa catástrofe a la que le debo todo y que ha marcado
tan profundamente mi juventud. Si he percibido ciertas cosas en este mundo, es porque tuve la suerte de no poder dormir...” E. M.
Cioran, Carta- prefacio de E. M. Cioran en F. Savater, Ensayo sobre Cioran, Ed. Taurus, Madrid, 1980, P...
2“Para la imaginación de India, la actividad humana construye, mediante las palabras, mediante los sueños, las
acciones y los pensamientos, una suerte de artificio mental llamado karma. Ese karma, que nos ata y que nos
hará sufrir, es el resultado, entre otras cosas, del apego a estos ídolos.” (J. ARNAU, 35)
3“Lo que se alcanza a ver desde este punto ciego del espíritu —que aquí llamaremos lucidez— más que decir, borra lo dicho;
niega incluso cuando afirma —su forma de afirmar es negar—; sólo habla para acallar o desmentir las palabras vigentes; no busca
ni la persuasión, ni el adoctrinamiento, ni la transmisión de ningún conocimiento positivo: su única tarea, si se la puede llamar así,
es el desengaño.” (Savater, Ensayo sobre Cioran, P. 20)
4 ”..lo más simpático de la lucidez es que lo mismo puede expresar su mensaje en cinco líneas que en cincuenta mil, aunque el
primer método tiene más ventajas. ¿Qué sentido tendría extenderse interminablemente en el comentario de quien escribió: «Toda
palabra es una palabra de más?”(SAVATER p. 21).
fundar; la lucidez descubre la falta de fundamento. Sólo pueden articularse las ideas, es decir, lo superficial, lo que ya no quiere
descender más hacia sus raíces y se conforma con un fundamento cualquiera, arbitrario, ilusorio; lo profundo es inarticulable,
inmanejable, no puede compaginarse causalmente con nada ...” (22) YA

2. Ruptura entre espíritu y mundo. Se vuelve irreconciliable tras la revelación del vacío, se despierta
frente a un mundo de fanáticos.
La revelación del vacío o inanidad del ser en Cioran es una revelación que no surge de forma gradual, sino que irrumpe de forma
súbita, explosiva, visceral y violenta, es una experiencia que nos sobreviene en momentos de vértigo intolerable, se trata de una
asfixia de lo real, por momentos se llega a un lugar que no es lugar, porque éste abismo ya no puede ser expresado verbalmente
bajo ninguna forma sistemática. 5
De forma muy similar, en la La filosofía trágica de Clement Rosset, lo trágico es una experiencia insuperable revelada frente a
nosotros. Detrás de lo insuperable surge súbitamente la revelación de lo irremediable que dicho acontecimiento nos ha dejado
tanto a nosotros mismos como a la vida en general. Estamos frente a un acontecimiento insuperable que condena a la vida en
general de una manera irremediable. Por ejemplo presenciar el suicidio de un completo desconocido. Por ultimo, después de lo
insuperable y lo irremediable, surge de pronto, lo irreconciliable: “nos sentimos de pronto irreconciliables al contacto con nuestra
vida ulterior, cuando nos damos cuenta que todos los frutos que obtenemos no nos aportan más que una satisfacción a medias…
ese goce ya no volverá a ser nunca puro para nosotros.” 6 Esto no significa ningún tipo de conmiseración, resentimiento o deseo de
ser consolado, no se trata de tristeza ni decepción. “Por el contrario, nos descubrimos irreconciliables en lo mejor de nosotros
mismos, allí donde nos prohibimos toda cobardía, toda debilidad, toda fuga, ante los hechos trágicos insuperables de la
existencia.”7 El verdadero goce no anula a lo trágico, sino que lo afirma dentro de su goce. “...el olvido de lo trágico no significa
que se ha superado lo trágico...El olvido de lo trágico es el olvido de nosotros mismos, es el olvido del goce.” 8 Estar en lo
irreconciliable, significa seguir siendo uno mismo, seguir siendo hombre, pero ahora atravesado por una desgarradura; saber que lo
trágico existe y saber que él plantea frente al goce humano una exigencia insuperable, irremediable e irreconciliable. Lo
irreconciliable es hostil frente al éxito de cualquier empresa. Pero esto no significa ser un pesimista Schopenhaueriano, esto no
implica el rechazo de todo goce y éxito, sino más bien de afirmar principalmente a lo trágico dentro de cualquier goce y éxito.
“Aceptamos estar gozosos, pero nos negamos a ser consolados en nuestra dimensión trágica.” 9 Dentro de todas las esferas de lo
trágico, siempre la progresión va de lo insuperable a lo irremediable y de éste último a lo irreconciliable. Tomar realmente
conciencia de que ese hecho trágico es imposible de superar, entender que no se puede continuar el mismo camino porqué ese
hecho lo ha desgarrado; darse cuenta de que dicho acontecimiento no tiene ningún remedio o solución, es despertar frente a lo
irreparable; para al final saberse irreconciliable, entenderse como un apátrida que ya no puede reposar en ningún confort o piso
estable como el resto de los hombres, porque ahora fallan los resortes que sostienen a lo real, pues desde esta revelación, lo trágico
irrumpe en todos los goces de la existencia.

* Lo insuperable entiéndase como: la imposibilidad de superar un obstáculo en particular, en este


caso el suicidio de un desconocido; lo irremediable sería la total imposibilidad de superar todos los
obstáculos similares a este hecho trágico en particular, es decir, haber descubierto la muerte como un
hecho universal que no tiene solución alguna; lo irreconciliable sería la imposibilidad de lograr anular
este hecho con algún goce, es decir, la imposibilidad de olvidar o enterrar a la muerte en cualquier
goce que sea.
La lucidez es desapego y solo se adquiere a través de la revelación esencial, esto es, a través de vislumbrar el vacío. Una vez
que se llega por instantes a semejante lugar, es imposible ser arrastrado por una idea, pues el engañado se torna
desengañado: “La lúcidez representa el pensamiento que no se deja arrastrar.” (31) Sin embargo, este súbito despertar se
adquiere solo por instantes fugaces, siempre se esta condenado a volver a caer en el abismo de lo ilusorio, por el simple
hecho de ser hombre, esa es precisamente nuestra condición de caídos y mendicantes en el cosmos. “En la fiebre podemos
instalarnos, de hecho estamos instalados en ella; la lucidez es un penoso equilibrio en el que no podemos mantenernos largo
tiempo, algo así como alzarse de puntillas para atisbar por encima de una tapia, sabiendo que no podremos perseverar en
tal postura largo rato. La principal e indubitable certeza que alcanza el lúcido es que dejará de serlo.”(32) LA LUCIDEZ
ES UN MOMENTO SÚBITO. La lucidez es pues una especie de éxtasis negativo porque consiste en la ruptura definitiva
entre el hombre y el mundo, donde todo fundamento solido se desvanece como quimera. La lucidez no se transmite, porque
no hay modo de transmitir lo intolerable. La lucidez carece de metas, objetivos, proyectos, etc.

5 ”..no se desciende hacia lo esencial de forma gradual y escalonada, sino merced a bruscas caídas, sobre cuyo abismo es
imposible edificar ni organizar ninguna sólida construcción doctrinal.” Ibíd, P. 22.
6 C. Rosset. La filosofía Trágica, Ed. El cuenco de plata, Buenos Aires 2010, P. 38.
7 Ibídem. P. 39.
8 Ibídem. P. 40.
9 Ibídem. P. 41.
La lucidez y el nirvana son un constante ejercicio de desfacinación, se trata de despertar en medio de un mundo
de fanatizados. Tanto Nagarjuna como Cioran se dan cuenta de la falsedad de las teorías y la tendencia humana
al fanatismo.10 La mente tiende a idolatrar personas, sucesos, ideas, símbolos, mientras que el lúcido, tras
vislumbrar la vacuidad, encuentra todo esto como vacío. La iluminación es darse cuenta de haber caído en medio
de un mundo de idolatras. Tanto Cioran como Nagarjuna despiertan en medio de hombres ignorantes, es decir,
delirantes, enfebrecidos, turbados y confundidos. Para Nagarjuna esta tendencia al fanatismo consiste en una
falsificación de la realidad, lo que en palabras de Rosset sería ver doble lo que en realidad es uno. Se trata de un
velo que nos impide ver la verdadera naturaleza de las cosas. Al hombre se le va la vida construyendo ídolos y
sufriendo por la caída de ellos, o en palabras de Cioran, solo se suicidan los optimistas, por creer
enfebrecidamente en una idea para después verla derrumbada. 11
Cioran despierta en medio de una larga noche oscura e interminable, es decir, el lúcido despierta en medio de un mundo
habitado por lunáticos enfebrecidos y enajenados capaces de todo. Bajo estos términos, la locura es lo contrario a ser lúcido.
Permanecemos todo el tiempo en la locura, en la fiebre,en el delirio, aficionados a ideas y discursos dictadores, sistemáticos y
totalitarios; solo por momentos súbitos de lúcidez se alcanza a vislumbrar la inanidad del ser, para después recaer
irremediablemente en la fiebre de las quimeras históricas, pero ahora las redes de lo real se verán modificadas por dicha revelación
y entonces se volverá al mundo de fanáticos pero ahora indiferente, casi invulnerable.
Esta lucidez o nirvana nos aleja del resto de los hombres que aún continúan en el delirio, porque el despierto ya
no comparte la misma fiebre por los ideales que mueven al resto. La lucidez destruye ídolos. Tanto la filosofía
de Cioran como la de Nagarjuna son un ejercicio de desfacinación, ambos llegan a un despertar que los aleja del
resto de los hombres, en el sentido en el que el fanatismo es una tendencia natural, el delirio, el apego a idolos;
mientras que por el contrario, el lucido se encuentra despierto, desengañado y desapegado, en este sentido es en
el que la lucidez rompe sus lazos con los demás hombres y con el fanático que él mismo era hace unos
momentos.12
Es menester mencionar que la lucidez no consiste en la irracionalidad, pero este despertar si difiere de la consciencia, porqué se
trata de una consciencia de la consciencia. Esto no significa que la inconsciencia sea la iluminación y la consciencia la perdición.
La lucidez es tomar consciencia del carácter vacío de la consciencia. Lo que se quiere decir es que si la Conciencia es la
adecuación del sujeto con el objeto, entonces la lucidez es la ruptura del sujeto con el objeto: “...la lucidez: es la culminación del
proceso de ruptura entre el espíritu y el mundo; es necesariamente conciencia de conciencia...” 13La lucidez es una “gotera en el
alma”, dirá Cioran. Se trata pues de un momento privilegiado, aunque intolerable y asfixiante, es la experiencia trágica de Rosset
en la que nos sobreviene lo insuperable, irremediable e irreconciliable. Despertar es una ruptura que impide cualquier conciliación
con los ideales que mueven al mundo. A este aspecto irreconciliable con el mundo tras haber vislumbrado la revelación esencial,
Cioran le llama Desgarradura. La lucidez es desapegarse de la fiebre por intervalos para volver entonces desgarrado o
irreconciliable con los ideales que mueven al mundo. Entonces, esta ruptura entre el mundo y el espíritu propia del que que ha
despertado se trata de una fisura irreconciliable.14

3. La vacuidad no es la Nada. Vacuidad de la vacuidad. Desconfianza en el lenguaje. Discurso destructivo.


La lucidez o el nirvana es un discurso destructivo, es decir, tanto Nagarjuna como Cioran tienen el valor y
honestidad intelectual de considerar a su propio discurso como vacío, su desprecio a todo fanatismo es también
pura conjetura, pura palabrería, pero como ya se dijo, se trata de una palabrería destructiva, capaz de debilitar a
todas los demás discursos supuestamente bien edificados, que sin embargo, en realidad solo ignoran su propio
vacío. En ambos filósofos la desfacinación es tan fuerte que ni siquiera la rebeldía contra todo tipo de
fanatismo es algo que debe idealizarse, de lo contrario la vacuidad se convertiría precisamente en eso contra lo
que se opone. La única función del vacío es la lucidez, el despertar, el nirvana, es decir, el desengaño, la
desfacinación y el desapego.

10“Nagarjuna reflexionó que no sólo los escolásticos, sino que el pensamiento en general se pasa la vida
construyendo teorías que acaban por idolatrarse.” (arnau, 33)
11“Entre esos ídolos los más usuales son personas, pero también acontecimientos, ideas y símbolos. Todos ellos
igualmente vacíos. El resto de la vida humana consiste en un esfuerzo continuo por mantener al ídolo en lo alto o
en lamentarse por su caída: siempre acaban cayendo.” (34 ARNAU)
12“Se reconoce la tendencia humana a rodear de extraordinaria estima determinadas teorías, doctrinas, personas
o sucesos. Pare􀒂cería que la persona no sería persona si no practicara el ejercicio de la mistificación.” (ARNAU
35)
13 Savater p. 33.
14 “...entre la palabra y su significado, la lucidez destaca esa fisura que el Orden todo trata de restañar.” Ibídem.
La vacuidad no es una idea y si es que lo fuese sería aquella que es capaz de eliminar a todas las demás: “Concebir un pensamiento, un solo y
único pensamiento, pero que hiciese pedazos el universo” (Aciago demiurgo) La vacuidad es solo un purgante que una vez cumplida su función
habrá que purgarse hasta del purgante mismo.
Para la lucidez o e lnirvana todo es una ilusión en la medida en que todo carece de una esencia o sentido de tal
suerte que hasta la vacuidad, la lucidez o el nirvana son también una mera quimera. 15
Tanto el discurso de Cioran como el de Nagarjuna poseen un poder destructivo y reiterativo y pueden parecer monótonos, vacíos y
repetitivos, puesto que su denuncia de un mundo sin fundamento es algo presente en todas sus obras, no se dice nada nuevo en sus
discursos y no obstante, su gran fuerza reside en que quizás tratan solo de una idea, que a pesar de que tan solo sea una, ella tiene
el poder de aniquilar o al menos debilitar y estrujar a todas las demás. 16
La lucidez tanto de Cioran como Nagarjuna destruyen todos los fundamentos teóricos de la realidad o al menos subrayan la falta
de andamio que hay en nuestras explicaciones, si su despertar no aniquila los resortes de lo real, al menos los debilita. Esta
lucidez es pues: un constante ejercicio de desengaño. Siempre se vuelve menester insistir en que ni Cioran ni Nagarjuna buscan
destruir los fundamentos para al final proponer un nuevo fundamento que sostenga al ser, puesto que eso implicaría ser victima
una vez más de alguna quimera que se supone ha abandonado el lúcido tras su revelación.

La lucidez y el nirvana son el punto medio entre dos extremos, se llega por momentos a un punto de normalidad
entre estar dormido y estar en el delirio. 17 (poner también la definición de lúcidez de savater). La lucidez de
ambos no abraza ningún fundamento, sino que permanecen en medio. Tras el desengaño la lucidez manifiesta
desconfianza frente al lenguaje. Para Nagarjuna y Cioran la realidad no tiene un centro, un origen o fundamento,
se le parece a las capas de una cebolla, entre más se avance capa por capa, lo único que quedará es el vacío,
puesto que todo es dependiente de cada una de las partes,de tal suerte que nada por separado puede ser ni no ser,
pero a su vez todo en su conjunto también se encuentra vacío, así es la paradójica sentencia de la vacuidad de la
vacuidad.
La lucidez tanto de Cioran como Nagarjuna renuncian a la originalidad, a informar o a consolar. Cioran no pretende ayudar al
hombre, porque el hombre es solo una abstracción. Despertar es ser rebelde contra el hombre y contra Dios. Ahora bien,
rebelarse contra el hombre es rebelarse también contra la primera célula, pero si rebelarse es también hacer uso de abstracciones
no menos ingenuas y condenables que contra las que se lucha, lo único que a la lucidez le queda es la superficialidad, eso es
precisamente lo que a Cioran lo distingue de aquel enfebrecido que no puede considerar las cuestiones con ironía y hastío, puesto
que sin ellas tan solo se trataría de preferir una bandera no menos ingenua que contra las que uno se opone. Entonces, se trata de
rebelarse sin tomar nunca parido por nada. 18

Entonces el nirvana y la lucidez son un discurso destructivo que amenaza a todos los discursos
supuestamente edificantes pero que ignoran su propio vacio. Tanto para Cioran como
Nagarjuna hasta la vacuidad se encuentra vacía, hasta su propio discurso se encuentra vacío. 19

15 Lo novedoso en Nagarjuna es que la vacuidad la extiende en todo, hasta los aspectos más sagrados del
budismo se encuentran vacíos desde su lucidez: “la ilusión del mundo se extiende a todas las cosas y fenómenos,
incluidos las tres cosas más sagradas del budismo: la doctrina (dharma), la comunidad monástica (sailgha) y el
mismo Buda. Incluso el estado de liberación del sufrimiento y la reencarnación, el nirvana, participa de la
cualidad de lo ilusorio. Se dirá que hasta los seres completamente despiertos son meras ilusiones, meros sueños.”
(ARNAU 39).
16 “Cioran da impresión de vacío, o de reiteración: podría haberse callado tras su primer libro o puede escribir cincuenta más, sin
aportar nada fundamentalmente distinto a lo que dijo en el primero; también podría muy bien no haber escrito... Ninguna
palabra es menos inevitable que la suya. Pura palabrería, sí: pero palabrería que amenaza todas las palabras informativas y
constructivas de los demás. Porque se trata de una palabrería destructiva...” Vid. Savater, P. 23.
17“ El camino discurre pues... entre dos extremos, entre la búsqueda desenfrenada del placer y la práctica
obsesiva del ascetismo; entre la Idea de que todo existe y la idea nihilista de que nada es…” (ARNAU 61, 62)
18 “Incluso la rebelión nos sella. Es preciso admitir que la crítica del Hombre utiliza abstracciones no menos condenables que la
suya: la superficialidad del discurso realmente radical es señal de advertencia de esta determinación, pues lo contrario supondría
no más que levantar acta de preferencia de unas abstracciones frente a otras......ninguna palabra puede ser tomada plenamente en
serio, ni siquiera la que con más fruición se desmiente a sí misma: y admitir esto es la única libertad intelectual que conocemos.”
(SAVATER 29)
19“Las afirmaciones, doctrinales o del lenguaje corriente, son resultado de una conspiración de
causas y condiciones que en la mayoría de los casos no tenemos presentes o desconocemos. Es
en este sentido que son ilusiones. Incluso la doctrina de la vacuidad tiene la naturaleza de la
ilusión (deconstruyéndose a sí misma) y puede por ello considerarse parte de maya” (Arnau, 69)
Tanto para Cioran como Nagarjuna todo es una ilusión y por ende ni siquiera la vacuidad se salva de ello. 20
La vacuidad de la vacuidad es la negación de que la vacuidad sea el fundamento del ser, la negación de cualquier
tipo de absoluto. El vacío no es la Nada heideggeriana o algo que se encuentra más allá del lenguaje: “lo
importante es que es esa condición contingente lo que convierte a la "vacuidad" en algo tan vacío como el resto
de las cosas. Vemos así como la vacuidad en el sentido de Nagarjuna no puede ser la nada o algún tipo de
absoluto inexpresable más allá del lenguaje. Hacer de la vacuidad un absoluto es caer en el peor de los errores,
agarrar a la serpiente por la cola. (MK: 24. 11 )”21

Tanto la lucidez como el nirvana desconfían del lenguaje, por ser él quien nos tiene aprisionados, de tal suerte que la verdadera
tarea del despertar consiste en un constante ejercicio de desfacinación por las palabras y su voluntad de dominio. Las palabras son
quienes nos idiotizan, hipnotizan, desilusionan y enfebrecen. 22 Los sentidos no mienten, lo que nos engaña es la interpretación de
los datos que ellos nos proporcionan.23 este delirio del que no podemos escapar más que por instantes de vértigo insoportable es el
deseo. El deseo a través de la razón se vuelve acción y esto siempre vinculado a los mecanismos del lenguaje. Si la lucidez se
opone a la ilusión del lenguaje, entonces este despertar nos acerca a la vida y no a sus interpretaciones. Lo que le interesa es la
vida y no las doctrinas sobre ella.
Por tanto, el discurso de la vacuidad no es una idea absoluta, sino que es tan vacío como todo lo demás. La vacuidad de Cioran
y Nagarjuna no es pues ningún tipo de fundamento absoluto e inexpresable, no se trata de una Nada deificada. 24
La revelación del vacío nos enseña por momentos privilegiados que el lenguaje es solo una ficción convencional con respecto la
cual no vale la pena tomarsela en serio.25 Tanto Cioran como Nagarjuna conciben al vacío como una ilusión en la que
de pronto se comprendiera todo, pero el vacío siempre esta vacío. 26

La lucidez o nirvana entendido como revelación del vacío tanto en Nagarjuna como Cioran significa que quien ha despertado ya
no es sujetado por los resortes que sostienen nuestras explicaciones sobre el mundo, sabe que ni siquiera sus propias palabras
pueden ser fundamento, y que no hay palabras suficientes para atacar el fundamento, pues éstas también son solo una ilusión
como todo lo demás, pero se trata de una ilusión que obstruye a todas las demás, por no pretender ser permanencia. Ni la
vacuidad misma puede ser el sustrato del ser, sin embargo la vacuidad, aunque solo sea una idea, una ilusión, es una idea o ilusión
capaz de apaciguar a todas las demás.27Cioran y Nagarjuna son conscientes de la vacuidad de su discurso, mientras que los demás
discursos pretendidamente edificadores ignoran su propio vacío.
La utopía de ambos consiste en dejar de tener utopías. Ambos se despojan de toda ilusión y, si es que tiene una, es aquella que tan
solo aniquila a las demás sin proponerse a ella misma como la siguiente ilusión a seguir. La lucidez desconfía y desnuda las raíces
de todas las teorías, desarticula las consecuencias de cada pensamiento, en ella no hay sucesiones razonables para poder remediar
u ordenar el mundo, no existe tal cosa en este súbito despertar, todos los argumentos que sostienen el orden del mundo se

20“Nagarjuna declara que dado que todas las cosas tienen un origen condicionado son vacías (MK: 24.18), y
dado que ninguna cosa o fenómeno existe con naturaleza propia no se puede decir que haya algo no vacío-”
(ARNAU 70)
21 Arnau, P. 71
22“¿Qué otra cosa puede hechizarnos sino las palabras? ¿Dónde podrían radicarse nuestra fiebre y nuestro delirio salvo en el
discurso?” (SAVATER 32)
23“De antiguo sabemos que la humilde lasitud de nuestros sentidos no sabe mentir: sólo nuestra interpretación de sus datos —es
decir, el momento en que éstos se incorporan a lo lingüístico— puede engañar y engañarnos. “ (SAVATER 32)
24”Para Nagarjuna es claro que la vacuidad no es ni la "Nada" ni un "Principio trascendente". La vacuidad no
quiere mayúsculas ·ni es algo que esté más allá de los fenómenos, al contrario, es la característica misma de los
fenómenos, la textura de eso que llamamos realidad y que Nagarjuna prefiere llamar ilusión.” (ARNAU 71)
25“Quizá lo irreductiblemente propio del hombre no es crear la convención de un lenguaje, sino recordar, en algunos momentos
privilegiados, que se trata de una convención.” . Savater, 33.
26“Al haber sido producida por causas y condiciones, la vacuidad debe considerarse corno una
mera abstracción, como una simple palabra que, como las demás, estará sujeta al tiempo, a las
luchas por el estatuto de lo verdadero y a las derivas de toda práctica discursiva.” (ARNAU 72)
27“...las palabras que el despierto emplea para disipar la ilusión no son más seguras ni mejor fundamentadas que aquellas con las
que la ilusión se proclama a sí misma, pero, al presentarse como pura negación de las anteriores, tienen menos pretensión de
durar. Si se estableciesen a su vez, con las mismas aspiraciones a lo explicativo y lo coherente que las anteriores, sería señal
indudable de que otro acceso de fiebre había hecho presa en el momentáneamente despejado y que el despierto dormía de nuevo.”
(35 SAVATER )
desvanecen por igual tras el desengaño propio de la lucidez, esa la clarividencia momentánea que permite vislumbrar el vacío,
esto es: la inanidad del ser, la percepción de la no realidad de todo.

Para ambos todo es una ilusión dentro de otra ilusión ad infinitum. En el sueño y en la vigilia se comparte la
naturaleza dual de mezclarse lo falso con lo verdadero. El sueño comparte aspectos con la vigilia y ellos se
encuentran relacionados con la ignorancia, es decir, con aquel que aún no ha despertado. La figura metafórica
que utiliza Nagarjuna para hablar del carácter paradójico del vacío de la vacuidad misma es precisamente el de
la similitud entre el sueño y la vigilia producidos por la ignorancia. 28
La vacuidad tanto en Nagarjuna como en Cioran es terapéutica por conducir al desasimiento y a
la desfacinación dentro de un mundo de enfebrecidos por ídolos. La revelación de la inanidad
del ser o del vacío es el sendero o caída para la lucidez o nirvana. Es comprender que las cosas
no son ni no son, es abandonar todas las ideas erróneas sobre el ser o no ser de las cosas. 29
4. La lucidez y el nirvana consisten en estar en un punto medio entre dos extremos. No se decide ni
propone nada. Renuncia a la originalidad.

La lucidez de Cioran y Nagarjuna consiste en la renuncia a la originalidad, porqué lo novedoso parte de lo comunicable y
justificable sistemáticamente, es decir proviene de lo superficial y no de las entrañas; mientras que en la experiencia lúcida, lo
nuevo deja de asombrar, porqué tras dicha experiencia siempre súbita y azotante, todo se vuelve banal o insignificante. La
experiencia de la inanidad universal es un despertar tan insuperable, irremediable e irreconciliable que después de esta revelación
los acontecimientos de la vida cotidiana se tornan insípidos y los ideales que mueven al mundo ya no son motivo de euforia para el
lúcido. Porque lo trágico no es superado en ningún goce, sino que todo goce se vuelve irreconciliable con el mundo y uno mismo,
por la imposibilidad de lograr olvidar dicha experiencia reveladora. De esto se sigue que, a la lucidez no le interesan ya los temas
esenciales, pues ahora le es indiferente todo lo que se pueda decir sobre temas tales como el tiempo, la vida o la muerte, porque
tras su revelación, ahora sabe bien que son cuestiones que solamente pueden brotar de experiencias únicas y personales, de
situaciones de vértigo irreconciliable.
Esta lucidez se le asimila al despertar de Nagarjuna en el sentido en que se alcanza una especie de sabiduría que no es
intercambiable porque surge no de algún aprendizaje, sino de una experiencia única y visceral. “Lo importante del místico,
precisamente, es que alcanza una extraña especie de sabiduría de nada que no es pedagógicamente transmisible, porque brota de
una experiencia, no de un aprendizaje; lo que dice es irrelevante o intercambiable, pero proviene de algo que no lo es.” 30
La lucidez de ambos no propone nada. La experiencia de Cioran es como un éxtasis místico, pero que proviene de una revelación
intolerable y fulminante. En ambos filósofos se trata de una palabra que no resuelve nada. No dice nada, o más bien dice la nada
de todo, sin embargo, las palabras que nada resuelven son causa de horror para una era tan enajenada como la nuestra, la cual se
encuentra enferma de explicaciones, fundamentos y justificaciones. 31
En ambos se trata de un pensamiento que no se apoya en nada ni pretende proponer ni resolver nada por
estar vacío. Es una lucidez apátrida, ya que generalmente la filosofía ha tendido a sistematizar el mundo, pero la lucidez
comprende que tanto fundamentar como maldecir el orden del mundo también se encuentra del lado de la filosofía. Es por ello
que la lucidez de Cioran, al igual que el camino medio de Nagarjuna los lleva a ser unos desahuciados de todos los sistemas. No
pertenecer a ningún partido ni bandera. No preferir nada sobre otra cosa. Esta es la verdadera condición apátrida de Cioran. No se
trata de ser rumano y abandonar su lengua por el francés lo que lo hace un exiliado metafísico, sino más bien el no comprometerse
jamás con ninguna doctrina tras haber vislumbrado la vacuidad universal.
El discurso del que ha despertado no propone y si es que lo hace, será en todo caso, para sugerir lo imposible.
Cioran desprecia la academia y niega que alguien halla alcanzado definitivamente el nirvana, porqué la lucidez
es solo un instante trágico y lo que le sobreviene es el desgarramiento entre el espíritu y el mundo; para

28“Toda pa􀊍labra y toda afirmación, al ser originadas en dependencia, carecen de una


naturaleza propia, incluso la afirmación de que "todas las cosas son vacías" (VV: 24). Pero no
sólo 􀊎es el error de estas ilusiones el que surge en dependencia, también la verdad de la
percepción correcta.” (ARNAU 74)
29“Nagarjuna pone en boca del maestro lo siguiente: "Si se diera la identidad entre la palabra y
su objeto, la palabra fuego quemaría en la boca. Si se diera su diferencia, el conocimiento no
sería posible" (Catul;¡-stava, Lokatita 7) (ARNAU 76)
30 Savater P. 22
31 “ La palabra se considera instrumento, vehículo que transmite conocimientos y noticias; hablar para no decir nada, para decir la
nada de todo lo que se dice, es un pecado contra la positividad de una sabiduría que aspira rabiosamente a lo constructivo. “
(SAVATER 23)
Nagarjuna hasta Buda, su comunidad y sus mismas palabras son vacías al igual que todo lo demás. Si ambos
recomiendan algo sería en dado caso lo imposible, llegar a un lugar que no es lugar. 32

Despertar en medio de un mundo de fanatizados lleva a un no actuar que actúa. Un instante de lucidez es más que suficiente para
modificar las redes de lo real, es decir, la experiencia de la inanidad del ser,aunque tan solo sea fugaz, es una revelación tan
fulminante que ya no es posible pensar y vivir de la misma manera, pues tras este súbito despertar el lúcido: “Seguirá intentando
reproducir los mecanismos de la vida, pero le fallarán los resortes.” 33 El lúcido es “el vacío en carne propia”, un exiliado, un
apátrida de toda doctrina, se encuentra fuera de lugar y tiempo, se siente totalmente ajeno a la muchedumbre fanatizada. El
desengañado está totalmente extraviado dentro de un mundo de engañados. Lo ha comprendido todo en un súbito despertar, en
un instante intolerable de lo real, que lo ha arrojado a un estado irreconciliable o desgarrado con el mundo y los demás hombres
aún fanatizados en los hechizos del tiempo. Un abismo distancia al lúcido de la muchedumbre enajenada, pues tras la revelación
de la insignificancia universal, la vida ya no puede seguir siendo igual que antes. El lúcido se vuelve más sensato y se siente como
separado de todos, se aleja de la complicidad con el mundo, y esa sensación lo lleva a un comportamiento mucho más matizado
con él mismo y los demás Quién despierta puede realizar los mismos actos que llevan acabo todos los demás hombres
enfebrecidos, solo que ahora sin el mismo frenesí y enajenación que ellos.

La lucidez y el nirvana consisten en un camino intermedio. Como consecuencia de la revelación del vacío o inanidad del ser,
Cioran y Nagarjuna permanecen ambiguos. Mientras que el ignorante se fanatiza con lo que solo es una ilusión, la lucidez de
estos filósofos no prescinde de un lugar o algo en especifico, pues no se deciden definitivamente por nada, es decir, no darán una
dictamen absoluto que pretenda fundamentar a lo real.34
En ambos la duda propia de la lucidez es el camino que lleva a la inanidad del ser: “Se empieza por gritar que el rey va desnudo,
pero se acaba por dudar de su misma realeza, es decir, de su «realidad»” 35

Tanto Cioran como Nagarjuna no se deciden por nada porque lo contrario sería hacer de la vacuidad otro
dogma. 36 por ello es que la lucidez y el nirvana son paradójicos, pues la vacuidad es solo una palabra vacía
como todas las demás pero es una palabra destructiva que debilita a todas las demás y se opone a la Nada
absoluta. La vacuidad es paradójica pero consiste en estar en la normalidad, en el camino
intermedio o lucidez. 37

5. Diferencias entre Cioran y Nagarjuna.


CIORAN ESCRIBE POR VENGANZA. LA LUCIDEZ SE ALEJA DEL RESTO DE LOS HOMBRES. NO RECOMIENDA
NADA MÁS QUE LO IMPOSIBLE. El discurso lúcido es inútil en el sentido moderno del termino. Cioran ha asumido la
inutilidad del discurso lúcido con un fervor como nadie más. Este discurso nunca recomienda nada, salvo lo imposible, pero
siempre con una peculiar y potente ironía. El rumano no pretende ser útil a los demás, tras despertar ya no se escribe para
informar ni convencer, sino que lo hace porque no es capaz de vengarse de otra forma. No escribe para servir a otros, lo hace para
no suicidarse. Y es en este sentido en que la lucidez no pretende serle útil a los demás, porqué se ha tomado conciencia de la
inanidad del ser, se ha llegado a un punto intransferible y se ha alejado de los ideales de sus contemporáneos:“Quien carece de
esperanza, carece también de enseñanza: sólo el optimismo tiene doctrinas.” 38 (SAVATER p. 21)

32“Nagarjuna quiso además hacer de su doctrina una forma de estar en el mundo y una actitud hacia las ideas.
También contribuyó a construir con ella un ideal (bodhisattva) y un espejismo, un lugar al que no es posible
llegar pero que irresistiblemente nos atrae y mantiene viva nuestra marcha.” (ARNAU 36)
33 Savater, P. 34.
34 “¿Qué sabio va a decir “esto o aquello es verdadero”, cuando no percibe en ningún lugar ni un esto ni un aquello?” (setenta
versos sobre la vacuidad).
35 Savater P. 36.
36“De ahí que el mismo Nagarjuna afirme que "refutar la vacuidad es en realidad defenderla
(MK: 4.8).” (ARNAU 72)
37“De nuevo nos encontramos aquí con el carácter paradójico de la vía media: por un lado hay
que reconocer la importancia de la vacuidad, dado que todo lo que existe es vacío, por el otro
hay que percatarse de su falta de importancia, ya que la vacuidad es una palabra como
cualquier otra. Considerar, tener en la mente y cultivar estas dos opciones es situarse ya en la
vía media. Mientras que identificar la vacuidad con la nada o con un absoluto trascendente es
perder de vista esa vía media o confundirla con algo que no es.”(ARNAU 72, 73)
38 Savater, P. 21.
Una diferencia es que en Nagarjuna si hay un método concerniente a prácticas meditativas para alcanzar dicho
estado y en Cioran se trata de una revelación que surge a partir de bruscas caídas vertiginosas. 39En Cioran no hay
un método para llegar a la relación esencial mentirás que en Nagarjuna si hay toda una técnica meditativa.
El camino o más bien caída vertiginosa, para ser alcanzado por la lucidez en Cioran difiere del sendero para alcanzar el nirvana
en Nagarjuna, en la medida en que para el segundo si es una secuencia escalonada, lógica y argumentativa la que conduce al
hombre a la experiencia del vacío, mientras que en Cioran se trata de una súbita e irreparable caída, del vértigo insoportable, de un
brusco despertar en medio de una larga noche oscura, asfixiante e interminable. Podria entonces decirse que sus caminos difieren,
pero ambos llegan a la misma revelación: la inanidad del ser. Nagarjuna invita a través de un camino hacía una
consciencia mental que nos lleve a percibir todas las cosas como vacías, mientras que Cioran cae de forma
brusca súbita e inesperada hacía esa revelación. Sin embargo, ambos casos conducen a la lucidez o nirvana,
entendido como una nueva percepción de la realidad que conduce al desengaño y al desasimiento. 40
Para Cioran el despierto quisiera no ser cómplice de la historia, pero aunque no lo quiera, sin embargo lo es como todo humano, la
lucidez es ser cómplice de este devenir maldito de una forma involuntaria, por ello se habla de un conformismo desesperado,
Cioran no quisiera ser un hombre, pero sabe bien que lo es y no puede evitarlo. Cioran no aniquila a su yo, solo lo debilita.
De tal suerte que Cioran vuelve a las quimeras del devenir, pero ahora con ironía.. Tras haber despertado en medio de una noche
sofocante de enajenados, al lúcido no le queda otra opción que no sea la ironía, la comedía, el engaño, solo así podrá soportar el
abismo que lo separa del mundo y los demás hombres. 41. Mientras que Nagarjuna vuelve al samsara para rescatar a otros hombres
del apego a los ídolos. Cioran vuelve a ellos actuando siempre con ironía.

Tanto la filosofía de Nagarjuna como la de Cioran podrían resumirse en ignorancia y lucidez, en delirio y nirvana. La filosofía de
Cioran es un éxtasis místico negativo que puede resumirse por un lado en estar engañado y por otro, en ser lúcido, esto es
despertar, dejar de ser ingenuo, abandonar el engaño.

6. La lucidez y el nirvana son una alegría trágica que se opone al vacío contemporáneo.

Para Nagarjuna el Nirvana es samsara y samsara es nirvana Para ambos la vacuidad es desapego y desengaño,
lucidez o nirvana. Para ambos el despertar se encuentra en este mundo y este presente: “la vacuidad no está "más
allá" del discurso; del lenguaje o la realidad fenoménica (aunque se describa de manera paradójica: "la esencia
de todas las cosas es su falta de esencia"); si sünyata es la característica fundamental de la existencia (samsara);
si el término caracteriza tanto a la realidad de todos los días como al nirvana; eso quiere decir que samsara es
una falsa prisión, que la existencia comparte la misma naturaleza que la liberación.” 42
Cioran y Nagarjuna afrontan el vacío, porque se trata de una lucidez que conlleva a una alegría trágica que no
busca escapar de este mundo, sino que despierta justo al presente. 43
Tanto en Cioran como en Nagarjuna hay cierto sentimiento gratificante tras leerlos Este escepticismo propio de la lucidez no tiene
ninguna utilidad en el sentido práctico productivo moderno, pero paradójicamente, tanto Cioran como sus lectores encuentran

39“Estas prácticas pretenden la deconstrucción del deseo y eliminar las huellas o trazas que las pasiones dejan en
la mente para evitar que causen nuevos anhelos. Una vez eliminado el fruto de la acción, el karma ha perdido su
capacidad de reproducción y es entonces cuando es posible la liberación.” (ARNAU 65)
40“proponiendo una cultura mental que desarrolle una cierta mirada deconstructiva, que observe
en todo momento cómo las cosas se apoyan unas en otras y cómo las ideas tampoco escapan a
esa naturaleza contingente. El razonamiento se moverá a diferentes niveles. Uno de los
argumentos consistirá en decir que la ignorancia tiene lugar precisamente como resultado de
creer que las cosas son reales, que tienen una naturaleza propia, y que a esa ignorancia seguirán
otras calamidades.” (ARNAU 75)
41“Sólo el engaño, la comedia que mimetiza una vida cuyos placeres desprecia y de cuyos fines descree, puede colmar,
irónicamente y siempre en falso, la discontinuidad que aleja al lúcido del resto de los mortales.” (SAVATER 34)
42 Arnau p 71
43“...el camino budista ya no es un camino de fugitivos (que tratan de escapar del samsara), y el nirvana no se
concibe como "liberación" sino como "despertar", aquí y ahora.” (ARNAU 71); “Cioran no es un guionista del
espectáculo triunfante; su pensamiento puede no ser revolucionario políticamente hablando en otros aspectos, pero al menos no
contribuye a entusiasmar a nadie por nada de lo que hay. Ninguno de los guiones que exaltan algún aspecto de lo reinante, aunque
sea un aspecto subversivo respecto a lo establecido, encuentra en él refrendo positivo. Nadie participa menos que él en la
construcción de soportes para la realidad.” (SAVATER 23)
cierto placer en su ejercicio de desengaño, el cual solo consiste en mostrar lo ilusorio que hay en todas nuestras ansiosas
búsquedas por un fundamento que pudieran darle un sentido al ser. 44
No solo goza el lector de Cioran, sino que Cioran goza escribiendo, se venga a través de la escritura y en ella denuncia todo el
tiempo la falta de fundamento. Goza negando, y aunque por su condición lúcida sepa bien que el goce es algo tan ilusorio como
todo lo demás, sabe también que tratar de huir de él con mucho esfuerzo y disciplina es darle también demasiada importancia a
algo carente de sentido. El goce en la desesperanza de Cioran no se encuentra en el quejumbroso lamento de aquel que quiere ser
consolado, sino principalmente en atacar lo aceptado, y el desapego que esta experiencia suscita.45

La vacuidad no implica caos, sino desengaño y desapego. Nagarjuna y Cioran son conscientes de las
complicaciones de su pensamiento, pues si todo se encuentra vacío incluso el vacío mismo y si samsara es
nirvana y nirvana es samsara entonces tanto la liberación como la ignorancia serían imposibles, no habría
diferencia entre un acto nocivo y un acto benéfico. Pero para Nagarjuna y Cioran es precisamente esta falta de
esencia en la naturaleza lo que nos lleva a recorrer el camino hacía un comportamiento mucho más matizado con
uno mismo y los demás. En ambos casos se trata de un no actuar que actuá, esto no significa dejar de actuar en el
mundo, sino más bien: actuar ya sin aferrarse enfebrecidamente a los delirios de la ilusión. La lucidez es
saberse tan vacío como el resto de las cosas. 46

La lucidez y el nirvana de Nagarjuna conllevan a una alegría trágica que no se deja arrastrar por la seriedad. El discurso de Cioran
puede parecer superficial porque no se deja arrastrar por la seriedad. Cioran se mantiene en la alegría trágica, en la ironía
intencionalmente amarga. Habla de cuestiones profundas sin ensalzarse como profeta, porque detesta el sistema, sabe bien que se
esconde tras toda justificación siempre la voz de un jefe dando ordenes. Su hastío, su frivolidad es precisamente lo que impide a
su pensamiento no ser encadenado fácilmente dentro de esos aburridos academicismos serios y neuróticos. Cuando se habla de lo
más profundo se corre el riesgo de causar malos entendidos y/o ser juzgado como frívolo. Ese es el riesgo que siempre corre
Nagarjuna y Cioran.47
PUNTO 6* Que el nirvana sea samsara y samsara sea nirvana no es algo irracional. No se trata de que Cioran o Nagarjuna busquen la
inconsciencia o irracionalidad. Sino que su lucidez les ha hecho ver que cada vez que utilizamos el lenguaje llevamos a cabo una ilusión,
que conduce arrastrándonos a consecuencias que siempre habrán de ser negativas. Por ello la paradójica sentencia Nirvana es Samsara y
Samsara es Nirvana, significa que el iluminado es ordinario y el ordinario es iluminado, que la razón es un sentido importante y habrá
que usarse, pero no habrá que ser usado por ella. Es decir, no hay que tener fe ciega en ella, puesto que hay un vacío insondable entre
nuestro lenguaje y nuestra percepción del mundo exterior. Un vacío entre el significante y el significado, entre el mundo y nuestra
percepción. Pero en la medida en que el vacío se encuentra también vacío y en la medida en que esta afirmación también lo está por ser
parte del lenguaje, (el cual también se encuentra vacío al igual que esta sentencia add infinitum) terminan por diluirse todas las
distinciones duales:
“Creo que no tenemos por qué considerar esta postura como irracional. La razón tiene sentido como un medio de
enfrentar lo que nos parece desordenado, ya sea en un sentido lógico, moral o estético, pero también es un modo
de enfrentar las diferencias que encontramos al comunicarnos con los demás (tratar de entender o, usualmente,
persuadir al otro). En todos estos usos ya nos apercibimos que la actividad de la razón es una actividad reactiva.
Una sustancia empleada para descubrir la presencia de otra. Razón es reacción. Su actividad depende de lo que
uno percibe, de lo que uno ve, de lo que uno siente . Según esta forma de entender la razón, lo inteligible ya no
está tan separado de lo sensible. A menudo se dice que la razón organiza los materiales que entran por los

44 “Ese discurso que maldice toda justificación de lo predominante no espera ningún triunfo, pero goza consigo mismo. No es la
eficacia industriosa lo que puede conseguirse con la expresión del escepticismo: quien busque algo útil, que se compre una llave
inglesa. Pero tanto el escritor como su lector —el diálogo del texto en que se encuentran los hace, en cierta medida, indiscernibles
— pueden alcanzar cierto placer en su denostación compartida de lo ilusorio, en su ejercicio de desengaño...en otro caso, ningún
pensador lúcido escribiría ni sería leído jamás. ” (SAVATER p.25)
45“El placer de la renuncia a todo reposo en cualquier certeza es el botín que la lucidez conquista en su desengañada correría; y el
desapego, el desasimiento, esa libertad negativa que prende fuego a todas sus naves, para poder nadar mejor.” (SAVATER 26)
46“El nirvana es el cese de la producción de estos fenómenos. Las impurezas tienen lugar como
consecuencia del apego a estas cosas vacías, mientras que los actos puros son aquellos en los
que la persona (liD ser vacío como el resto de las cosas) no se apega a los fenómenos que se
producen a su alrededor o que él mismo produce.” (ARNAU 75).
47“ ...la forma más rigurosa de afrontar las cuestiones esenciales —que se resumen en una, la muerte— sea referirse a ellas con
sencilla espontaneidad, lo que no tiene nada que ver con la ingenuidad o el tópico beato, para no quedar aprisionados en el
tremedal de las interpretaciones superpuestas que no hacen sino alejar más y más esas experiencias que todo hombre tiene en
algún momento de su vida y que son la única raíz válida de lo que presuntuosamente llamamos «sabiduría». “ ( SAVATER 28)
sentidos, pero percibir es ya ordenar...Estos modos deconstruyen la contraposición clásica occidental entre razón
e instinto, razón e imaginación y entre lo sensible y lo inteligible.” (86,87) entre samsara y nirvana entre lo
ordinario y lo extraordinario…

La vacuidad de Cioran y Nagarjuna se opone al vacío contemporáneo. Creer que el conocimiento es


acumulativo y sigue un supuesto progreso, que existe un cierto lenguaje del mundo que puede ser descifrado a
través de nuestras leyes es algo que se opone a esta noción de vacuidad en ambos filósofos. Un discurso
universal que considera que el lenguaje de la naturaleza es un lenguaje matemático que evoluciona, para Cioran
y Nagarjuna esto es solo un supuesto.48
La lucidez y el nirvana es un saber desinteresado, sin un porque ni para que, al igual que la alegría conllevan a un presente del
pensamiento. El conocimiento desinteresado es aquél que esta determinado por la duda. Esta duda no es metódica ni enseñable,
comunicable, transferible, es un conocimiento que desvanece al futuro y al pasado, dejando pues un presente del pensamiento. 49

48A este supuesto J Arnau llama superstición de origen. “Esta creencia en unas leyes fundamentales que establecieron los
principios por los que debería regirse el universo es una variante de la idea de la teología según la cual un dios creador estableció una ley
universal.” (ARNAU 89) Para Nagarjuna nada tiene un origen. El horror vacui se apodero del discurso científico en la ilustración y
ahora se apodero de nosotros la tecnociencia, si embargo: “ toda la formulación de leyes que lleva a cabo el trabajo científico no se acerca
a ningún tipo de ley fundamental, que no hay ninguna razón para creer que hay tal. Que lo que hemos llamado ley natural no es sino el
resultado del esfuerzo humano por ordenar o aclararse frente a lo que le rodea...Esa necesidad de orden viene impuesta por el orden
social.” (ARNAU 92)
49“Sólo el conocimiento determinado por la duda merece ser llamado desinteresado; es el único con el que no sabríamos qué
hacer: compromete las perspectivas de nuestro futuro y desvanece las ilusiones de nuestro pasado. Nunca se duda «con vistas a»:
por eso la duda es inenseñable. Libre de las fidelidades conservadoras a lo pasado y de las urgencias prácticas de lo porvenir, el
escepticismo es el perfecto presente del pensamiento.” (SAVAER 36)

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