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!rn NA I
UNIVERS1DAD NACIONAL AUTONOMA DE MXICO ANTJARIO DE LETRAS
FACULTAT DE FILOSOFIA V LETRAS
FACULTAD DE PILOSOEtA Y LEThAS
11
U Director Y
DR. ALEL.ARDO VJLLECAS
CENTRO DE LINGUSTICA HISPANICA
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DEL
INSTITUTO DL INVESTIGACIONES Fl LOLOGJCAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLOGICAS
d’l
Director UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
5. DR. RUN DONIFAZ NUfO
S
Director: JUAN M. LOPE BLp>
CENTRO DE LINGUSTICA HISPANICA Volumen XIX Mexico 1981

Director
4 - DR JUAN M LOPE BLANCH ARTfCIJ LOS
*
EuGLIo CosERrn, La socio- y la etnolinguIstica: Sus
ANUARIO DL LETRAS
fundamentos y sus tareas 5-30
1 Conscjo - de redaccidn MAruus SAI.A, Del latIn a las lenguas romances. Dma
DRA. MARIA DEL CARMEN M1LLAN DRA. ELIZABETIS LUNA TRAILL mica del vocabulario fundamental 31-46
DR. ERNZSTO MEJIA SANCflZ DR JOSE C. MORENO DE ALBA
.tTRA. CLAUDIA PARODI LEWIN Di. joth rA.’CUAL CUX RAMON SAIutILro, La doctrina gramatical de la Real
w DR. JUAN M. LOPE DLANCH Academia Espaæola 1771 47-74
JuAN M. LOPE BLANCH, Antillanismos en la Nueva
Director
Espafla 75-88
DR. JUAN M. LOPE nLANCH I
JosE DOMiNGUEZ Liteatura y actos de len
Secretario guaje 89-132
DRA. ELIZABZTII LTJNA TRAILL
JosE Rico VRnU, La epistolografia y el Arte nuevo de

I
hqcer comedias 133-162
PRECIO DL SUSCRIPCION V VENTA
MuwARrr. Pucios, BiografIa y mito de Quetzalcatl 163-18 1
Mexico: Suscripcin: 140 pesos moneda riacional CRISTINA IsBAsEscu HAULICA, El texto borgeano en bus
Nrnero suelto: 150 pesos moneda nacional ca de autor 183-224
Extranj.ro: Suscripcithi: 7 dlares U. S.
Nt’imero suelto: S dlares U. S. INES GONZALEZ, Elementos naturalistas en la estructu
ra y en Ia cosmovisin de Sin rii-’ihn4e 1geiJci,,
Pedicios: Direccin de Ia Distribucin de Libros
Cambaceres jj 27 e<

Porto Alerre 261 Fis y Ltra j


Mcxico 13, D. F. ;
NOTASLL1OTEOA
Corrcspondeicio y Canje: Juan M. Lope Blanch MARINA ARJONA, El infinitivo final en el habla popu
Centro de Linguistica Hispinica. Torre de Hsimanidades II, Piso 12 lar de Mexico ... 251-9 9
?Jcixico 20, D. F.

4 -?
224 CRISTINA ISBASESCU HAULICA

discutidos, en 1723, con Giambattista Vico -quien narra


su propia historia bajo Ia identidad unificadora de Joseph
Cartaphilus, mezclÆndola con sucesos de hombres distintos,
compenetrada de Ia personalidad de estos v en primer lii
gar de Ia de Hornero, inmortal como Øl, que le acompafia ELEMENTOS NATtJRALISTAS EN LA
a travØs de los siglos, siendo, Øi tambiØn, rnuchos y varios: ESTRUCTURA Y EN LA COSMOVISION
Plinio, Thomas de Quincey, Descartes o Bernard Shaw. DE "SIN RUMBO" DE EUGEN1O CAMBACEBS
Este destino nos parece expresar metafricamente ci de todo
1.0. En America, es Ia Argentina el pals que primero conoce
autor moderno, que siendo Øl mismo en las hipdstasis mÆs
y presenca ci debate sobre ci naturalismo. Segtin Pages La
diversas, es al mismo tiempo Homero y Piinio, y Thomas
rraya, "encontradas circunstancias explican este anticipo: la
de Quincey, y Descartes y Bernard Shaw y todo autor con
faita de una tradjcidn narrativa lo suficientemente robusta,
el cual comparti las horas de incertidurnbre y desamparo:
[a sugestiOn nunca aminorada de la literatura francesa; pero
Cuando se acerca el fin, ya no quedan imÆgenes del re sobre todo influvO la coincidencia entre ci advenimiento del
cuerdo; solo quedan palabras. No es extraæo que el tiem naturalismo y una mutacin profunda en ci orden social".
p0 haya confundido las que alguna vez inc representaron En efecto, la Argentina de aquel entonces, despuØs de haber
con las que fueron sImbolos de Ia suerte de quien me acorn liquidado Ia difIcil cuestin de Ia capitalidad, sufrIa una
paflO tantos siglos. Yo he sido Homero; en breve, serØ fiebre progresista en que todo se cambiaba y transformaba.
- Nadie, como Ulises; en breve, serØ todos; estarØ muerto96. Durante Ia primera presidencia del general Julio A. Roca
1880-1886 -"ci hØroe del desierto", asi designado por su
CRISTIN’A ISBASESCU HAuLIcA campafla contra los indios, representante del personalismo-,
ilegaron a la Repblica Argentina cerca de quinientos mu
Universidad d Bucarest. inmigrantes. La cifra, enorme en tØrminos absolutos, lo es
mÆs an relativamente, si se considera que al concluir Ia
guerra del Paraguay, esto es, en 1870, la RepiThlica Argen
A breviaturas einpleadas
tina tenIa rnenos de dos millones de habitantes y menos de
AL. El Aleph, Buenos Aires, 1957. cuatro en 1895. Los aportes trasatlÆnticos aumentan la pro
BROD. = El inforrne de Brodie, Barcelona, 1971. duccin, y la actividad econOmica tiene, como apunta Pages
BUST. DOM. = Crdnicas de Bwstos Domecq, Buenos Aires, 1967. Larraya en otro articulo2, un arranque de pros peridad en
DISC. = DiscusicSn, Buenos Aires, 1964. tusiasta -ademÆs de Ia inmigracin: exportaciones, ferroca
PlC. = Ficciones, Buenos Aires, 1956. rriies, telØgrafos, industrias- todo To cual incide en una
HAC. = El Hacedor, Buenos Aires, 1960.
conmocin de la moral social3. Este agitado perIodo en..
EV. CARR. = Evaristo Carriego, Buenos Aires, 1955.
HIST. INP. = Historia universal de Ia inJa,nia, Buenos Aires,
1 ANToNIo PAGI5 LARRAYA, "La novela experimental y la juventud
1954.
argentina del 80", La Nacin, Buenos Aires, 13.4.1947, 2 secc,
0. INQ. = Otras inquisiciones, Buenos Aires, 1960.
P. 1.
2 "Nuestra crisis de madurez y Ia novela", La Nacin, 4.3.1945.
Boczs, El inmortal, AL., p. 25. 3 Cf. Ia transcripciOn pie hace Germn Garcia de Ia opinion de
ott observador contemportneo acerca del poder y corrupciOn del

E225
226 INE.S GONZALEZ
ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES
cuentra su trasunto literario en la narrativa y ensayistica modifican con largueza su juicio7. Ni siquiera enemigos
de la Øpoca. El escritor no puede dejar de sentirse compro virulentos, como Lucio Vicente Lopez, quien liegO a soste
metido, no puede dejar de apresar ese Buenos Aires aldea, ner que "los libros del seæor Zola no serÆn nunca indispen
que se convierte en gran aldea. gran ciudad, y, mÆs tarde, sables", que "la Francia habria ganado si rio se hubieran
en urbe de extraordinaria magnitud. De ahI que encuentre escrito. "s, logran sustraerse a la influencia del ‘microbio
.
.

su respuesta en la novela documental; como habrla formu naturalista’. Testimonio de ello es el relato de la muerte de
lado E. Zola, era necesario "trabajar en union del siglo para
Ia tIa Medea en La gran aldea, donde Lopez describe con
realizar Ia gran obra, que consiste en conquistar la materia
exactitud zolesca el lugar del hecho, los smntomas y efc
para decuplicar el poder humano"4. Y, dado que ya no
tos de la enfermedad9.
resultaba posible reflejar la nueva fisonomia del pals con
Por otro lado, las influencias de Lamarck y de Darwin,
las siluetas duizonas y con los asuntos color de rosa del Ro
que liegaban con un poco de retraso, en versiones francesas,
manticismo, el creador de los Rougon-Macquart aparece
unidas a las andanadas del demoledor Schopenhauer, con
como el adecuado inspirador y gula.
tribuyen a que la literatura romntica se yea reemplazada
En el marco descrito, se explica que Nand, la obra mÆs
por la naturalista, mÆs de acuerdo con la nueva ideologia
vilipendiada de Zola, por presentar zonas de Ia realidad
dominante. -
consideradas hasta entonces como tabt’i literario, desate en
el nuevo mundo, en 1880 un solo aflo antes de la primera 2.0. A. Arguerich, M. PodestÆ, E. Cambaceres y F. Si
produccin literaria de Cambaceres, entusiasmo y critica, cardi, representantes argentinos de Ia generacin de escri
tores hispanoamericanos de 1882, ilamada tambiØn "crio
y haga que se repita en Øl la conocida polØmica acerca del
naturalismo5. Pero, al igual que en Francia, la nueva estØ llista", van a ser los escritores que asumirÆn Ia tendencia.
tica termina por imponerse. Joaquln Castellanos la califica
y no de sistema, el natura]ismo estÆ fuera de toda discusin razona
de "evangelio literario de nuestro siglo" en sus Ojeadas ii-! ble, en cuanto a la lgica evidente de sus principios en relacin a las
terarias6, y detractores iniciales, como M. Garcia MØrou, tendencias y a las necesidades morales de nuestro tiempo. . - Pese a
todos los rezagados del espIritu, el materialismo es el evangelio ii
dinero en La novela argentina, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, terario de nuestro siglo" Op. cit., Buenos Aires.La Plata, E. de Mar
1952, pp. 66-67. Sabre ese panorama de descomposicin social, se sico editor, 1886, p. 40.
7 El 4 de abril de 1880 en La Nacin, M. Garcia MØrou, bajo el
elabor posteriormente La Bolsa de JosØ Maria Mir, mAs conocido
por su seudnimo de Julian Martel, temÆtica que atrajo a muchds seudnimo de Juan Santos, expresa juicios adversos al arte experi
escritores de Ia Øpoca. Cf. PAS LARRAYA, "La crisis del noventa en mental; en 1884, recoge este trabajo, no sin lirnar epitetos y alterar
nuestra novela. El ciclo de Ia Bolsa", La Nacidn, Buenos Aires, 4.5. matices, en sus Estudios literarios. Nand es aqui su blanco mÆs di
1947, 2 secc., pp. 1-2. recto. Pero en 1885 escribe, influido por el maestro que antes atac,
Cf. E. Zoi_, "Dc Ia moralitØ dans Ia littØrature", Oeuvres criti su i’iltima novela, Ley social, y ya en 1886, en Libros y autores, re
ques. Documents littØraires, t. 24 de Les Oeuvres Corn plØtes, Notes et cuerda arrepentido el articulo comentado. Cf. Pages Larraya, "La
Cornmentaires de Maurice Le Blond. Texte de l’Øditiori Eugene Fas novela experimental".
8 L. V. LoPEZ, ‘CrOnica parisiense. Paris 12 de noviembre de 1880",
queue. Typographie F. Bernouard, ParIs, 1928,
p. 308. Recuerdos de viaje, Buenos Aires, Impr. de El Nacional, 1881, p. 296.
Precisamente Eduarda Mansilla de Garcia critica negativamerite
Ia apariciri de Ia obra de Cambaceres, Pot-Pourri, por corisiderarla Cf. op. cit., B. Aires, Ed. Sopena Argentina, 1941, pp. 105-110.
10 Utilizamos aqui el esquerna generacional propuesto por Cedomil
literatura pornogrifica importada. Cf. Nueva Revista de Buenos Ai
res, aæo ii, V 1S82, Goic para Ia periodificaciOn de la literatura hispanoamericana en
6 Castellanos,
pp. 569-572. Historia de la novela hispanoamericana, Santiago de Chile, Ed. Uni
en su articulo "Antonio Argerich. El naturalismo
entre nosotros’. escribe: "Tornado bajo el punto de vista de doctrina versitaria de Valparaiso, 1972, pp. 16 y 112; y en La novela chilena,
Santiago. Edit. Universitaria, 1968, cap. III y nota 103. Acerca de
22S INES GONZALEZ
ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 229
El primero arremete audazmente en 1384 con ci tema del ofrecer Ia pampa’5 como posible espacio redentor1. Esta
inmigrante11, Ia herencia biologica y las pOstulas del cuer acticud del novelista, que quiere no sOlo conocer y descu
pa y del alma, en su libro Inocentes o culpables; ci Segun brir la causa de los hechos, sino actuar sabre ellos. docu
do vuelve a traer a escena esos seres anormales par herencia, menta asimismo su acercamiento a Zola. Por eso, las pala
encontrando una palabra mejor que los designa: Irrespon bras que dste pronunci en su carta a Le Bien Public, el
sables 1889. Sicardi, medico coma Arguerich, muestra una 13 de febrero de 1877, sobre el alcance social de L’Assom
gaierIa impresionante de tipos y de pasiones, se adentra con moir, podrian aplicarse perfectamente a nuestro autor en
decisirn en todos los ambientes, y destaca ci surgimiento de sus lineas centrales17. Por otra parte, ci detenimiento que
las maas’ en su Libro extraæo 1394-1902. No obstante, pane al descubrir los aspectos mEs Esperos de la realidad, Ia
pese a que los tres escritores mencionados plantean la cues atencin que suele prestar a la herencia y a los factores am
tini polØmica sobre ci objeto y destino del arte y dejan en bientales y hasta ciertos procedimientos secundarios, como
sus pEginas documento para la historia de la transforma su insistente preferencia par las imÆgenes relacionadas con
cin argentina, ninguna de sus obras tiene consistencia ii- el olfat&8, asI coma sus campaæas de hombre pbiico en
teraria; sus relatos son frIos, descarnados, y Ilegan muchas 1874 una cruzada en pro de Ia libertad de sufragio19 en
veces a un extremismo imitativo. Cambaceres, en cambio, va
a ser el mÆs original, denunciando las lacras sociales del 15 ENUQUE WILLXAMS ALZA&A La pampa en la novela argentina,
medio convulsionado de ese momento histrico14, pero bus Buenos Aires, Ed. Estrada, 1955, pp. 149-158 considera que es Cam
baceres el primer escritor que, en Sin rumba, nos brinda una inter
cando en su mismo seno los valores autØnticos que le den
pretacin aulØnuca del campo porteæo. Juicw acertado, pero no
sentido. Su novela Sin rumbo da buena muestra de ella al suficientemente docurnentado, segun MARCELO CoDDou en Sign ifica
cidn del espa.cio en "Sin rumba" de Eugenio Cainbaceres, Santa Fe-
la generacin de 1882, vØase Goic, Historia, pp. 105-127, y Lms IFJGO Argentina, Imprenta de Ia Universidad Nacional del Litoral, 1970,
MADIUGAL, "La novela naturalista hispanoamericana", en La novela jp. 354. Separata de revista, que no xios ha sido posible obtener.
hispanoamericana. Desctthrirniento e Invencin de America, Santiago, I j. Castellanos, en sus Ojeadas literarias pp. 62-64, aconsejaba
Edicin Universitaria de Valparaiso, 1973, pp. 71-94. a los novelistas que fuesen "naturalistas criollos", pam responder de
11 Tenia que mÆs tarde Carlos Maria Ocantos adopt en su novela ese modo, par una parte, al espiritu del siglo y, por la otra, a esa
Promisidn 1397. condicin indispensable en el arte de imprimir a sus creaciones Ca
12 La ley de la herencia fue estudiada con especial esmero por rÆcter propio y tinte local.
Zola en todos los libros de fisiologia y, en especial, en Ia obra del
17 ZolÆ expresa: "J’ai fait ce qu’il
y avait a faire, j’ai montrØ des
Dr. PRosPER LucAs, L’/,idrdditd nalureile. Asi lo senala en su prologo plaies, j’ai &lairØ violemment des souffrances et des vices que l’ori
a Une page d’amour, Paris, BibliothŁque Charpentier, Fasquelle Ødi peut guØrir. Les politiques idØalistes jouent le role d’un mØdecin
teurs, 1878, p. vi. qui jetterait des fleurs sur I’agonie de ses clients. J’ai prØferØ ºtaler
13 Con la penetracin del "cuarto estado" en la escena de Ia no cette agonie. Voil comment on vit et comment on meurt... L’Assom
vela moderna, Zola habia seæalado ya en L’Assornmoir Ia ruta a las moir peut se rØsumer en cette phrase: "Fermez les cabarets, ouvres les
generaciones futuras. Øcoles" Correspondance: 1872-1902. En Oeuvres corn plelŁs, 50. Notes
4 Medio y momento hIstrico constituyen junto a Ia raza disposi e Commentaires de Maurice Le Blond, Typographie F. Bernouard,
ciones innatas o hereditarias las leyes que rigen a los personajes que Paris, 1929, p. 467.
jS Cf. PACES LARRAYA, "Una etapa de Ia novela
el novelista pide prestados a Ia vida y mueve en sus obras. La teoria argentina. El
de los medios fue forinulada por H. TAINE en su Introduction a naturalismo y el tema del inmIgrante", La Nacio’n, Buenos Aires,
l’Histoire de in littdrature anglaise cf. t. I, Paris, Hachette, 12 1.4.1945, 2 secc., p. 1.
19 Tres veces electo diputado en la legislatura de
ed., 1905, pp. xxIz-x.xI, y Nand, "Ia mosca de oro", constituye Un Ia provincia de
notable ejemplo de ella. Bueiios Aires, el escritor recuerda en Pot-Paurri: "Cuando en hora
menguada, al tocar una de esas cuestiones que qucman, en presencia
230 INES GONZALEZ ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 231

1871, Un provecto de ley para separar Ia Iglesia del Estado, C. A. Leumann ha establecido, en un interesante paralelo
revelan en Cambaceres no solo los postulados zolescos en su que hace con motivo del centenario del nacimiento de
mÆs externa sintornatologia, sino el espiritu polØmico que Cambaceres23.
caracteriz al defensor de Dreyfus20. For ltimo, el pro. Su obra literaria se inicia en 1881 con el relato Pot.
pio Cambaceres nos hace saber en el prlogo a Pot-Pourri Pourri. Silbidos de un vago, que constituye una visiOn ca
simp1e coincidencia? sugerencia? -dice E. M. S. Dane ricaturesca de su propio medio social y politico ibid., pp.
ro21- por su aproximaciOn a Pot-Bouille que piensa "con 23 y 62, y evidencia su concepciOn de la literatura como
los sectarios de la escuela realista que Ia exhibicin sencilla pinura exacta de Ia realidad circundante. A esta obra, que
de las lacras que corrompen el organismo social es el reac provoc gran escÆndalo en los medios bonaerenses24, sigue
tivo mÆs enØrgico que contra elias puede emplearse" op. Msica sentimental 1884, narracin autobiogrÆfica como
cit., p. 15. Ia primera, pero con tØcnica mÆs novelistica, ddnde se ma
3.0. La figura de Cambaceres fue popular en el Buenos nifiesta una mayor influencia de Zola. La historia, un "co
Aires de fin de siglo. Hombre de mundo, con dinero, de llage" entre una Loulou, producto del determinismo del
natural franco y simpÆtico, frecuentO salones y paseos. Re- medio y de las circunstancias ibid., pp.. 99 y 104 y un
cone Europa y su espiritu se empapa de la cultura fran rico estanciero argentino, se inicia en Paris, y los motivos
cesa. Un desvanecido daguerrotipo de la Øpoca lo presenta de la trauma alcanzan los extremos de lo horroroso y re
como un "dandy", un "gentleman", al que le luce el gasto pugnante. El protagonista se consume en Ia podredumbre
en camisas de Longueville o de Charvet. Pero fue mÆs originada por una sIfilis, mientras la solicitud de Ia amante
que eso. Su novelistica y sus diez aæos de actividad politica agudiza el instinto sexual del enfermo25.
demustran que posela esas tres cualidades que Øl recono En 1885, Cambaceres escribe Sin rumbo, obra que estu
cIa pra el hombre pib1ico: "cabeza, corazn y caizones" diamos con mayor detalle mÆs adelante, y cuyo asunto es
ibid., p. 62. Datos para su biografia pueden encontrarse Ia vida y costumbres de Buenos Aires y de Ia pampa argen
en la "Introduccin" a Pot-Pourri; tambiØn en los narra tina de la segunda mitad del siglo xix. En 1887 publica
dores ficticios y en los personajes de sus novelas. Tal, por su ltima novela, En la sangre, donde analiza el tipo del hijo
ejemplo, en AndrØs, el protagonista de Sin ruinbo, como del inmigrante, propio de Ia sociedad argentina de la Øpoca,
ser codicioso y arribista, y lo explica detalladamente me
de ura de las luchas mÆs ardientes que registren los anales de nuestras diante las determinaciones de herencia y medio ambiente.
iniserias politicas, alarmado ante la profunda perversion de los espi
thus, tentØ oponer un dique..., cuando quise cerrar Ia enti-ada del
El hijo del inmigrante, como NanÆ, "la mosca de oro", apa
Templo de la Ley a la corrupciOn que golpeaba sus puertas, la rece aqui como elemento de descomposiciOn social, pronto
reprobaciOn mÆs unÆnime fue mi recompensa" pp. 21.22.
20 VØase MYRON F. LlcwrBL.AtJ, ‘Natura1ism in the Argentine novel. 23 CARLOS ALBERTO LEUMANN, "Eugenio Cambaceres
en ci ceate
The work of Eugenio Cambaceres", en The Argentine novel in the nario de su nacimiento", Lti Prensa, Buenos Aires, 8.8.1943, 2
nineteenth century, New York, Hispanic Institute, 1959, pp. 163-173; secc., p. 1.
24 Cf. CAMBAcERES, op. cit.,
y FERNANDO ALECRIA, Breve historia de Ia novela hispanoamericana, p. 17, y ROBERTO Giusn, "Un no
Mexico, Manuales Studium 10, 1959, cap. IX, p. 91. velista porteno: Eugenio Caxnbaceres", en Siglos, Escuelas, Autores,
"Observaciones y notas", en EucaNlo CAMBACERES. 0 bras coin. Buenos Aires, Ed. Problemas, 1946, p. 323.
pletas, Santa Fe, Ed. Castellvi, 1956, pp. 7-11, en especial p. 8. 25 Segn Alegria, Ia escena del asalto sexual
de Pablo, sifilltico,
22 Wase E. WILLIAMS AL.ZACA, "ApariciOn de la pampa en Ia no Contra Loulou, encinta pp. 148-149, tiene ci sello de Ia sombra de
vela Sin ruinbo de Eugenio Cambaceres", La Nacidn, Buenos Aires, Baudelaire: "mOrbida, sabia en Ia perdiciOn. atormentada en Ia
20.5.1951, 2 secc., p. 2; y Cambaceres, op. cit., p. 62. febril voluntad de pecar" ALEGRIA, o. cit., p. 92.
232 INES GONZALEZ ELEJENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 233

a tirar su zarpa sobre la vieja familia patricia, que decae 3.2. Distinguimos tres motivos centrales o "asociados"
gradualmente. La publicacin de este relato, en un momento en Sin rumbo, que analizaremos seg1n su orden de apari
en que el movimiento naturalista habla ya abierto rutas, Jo cin para documentar y comprobar su funcin de soporte
consagra como novelista. Pocos meses despuØs, en 1888, fa de la trama narrativa:
liece en ParIs, en uno de sus viajes. a La seduccidn. AndrØs, hastiado de la existencia, va a
3.1. Sin rumbo refleja el descontento e incertidumbre casa de io Regino, un empleado de su hacienda, para ver
de toda una generacin producto de una sociedad decaden a Donata, la hija, y distraer su ocio. Mientras Ia muchacha
te, a la que Cambaceres pertenece26. La ‘motivacin’ de tipo se viste por la liegada del patron en un cuarto vecino, An
drØs la espla furtivamente. Al ver Ia semidesnudez de Do
:existencia se superpone de este modo a un enfoque y estilo
naturalistas. El ‘leitmotiv’27 esencial es la existencia que os nata, que be derrama en las venas "todo ci extinguido to
cila entre el goce y el hastlo, obligada a la lucha, condicio rrente de sus veinte aflos" ibid., pp. 158-159, a! observar
nada por su especie y medio ambiente. cmo se coloca las medias, siente despertar la bestia huma
na3 y la posee brutalmente. Donata, por su parte, y como
Las ideas de Schopenhauer, "maestro predilecto" de An
su nombre lo indica, se entrega, se da al hombre que tan
drØs28, constituyen el fundamento psicolgico-social o fib
irracionalmente liega a ella, "pasmada, absorta, sin atinar
sfico, que explica el comportamiento del protagonista y
siquiera a defenderse, acaso obedeciendo a la voz misterio
determina Ia trabazn narrativa o nexo de causalidad que
sa del instinto, subyugada a pesar suyo. p. 159. La
-
une los acontecimientos. Engaflo y desengafio, correlativos ."

seduccin, mero capricho del deseo, anticipada como tal por


de distraccin producto de un querer y fastidio produc
las escuetas y peyorativas palabras del mismo AndrØs, reitera
to de un bogTar se suceden en la disposicin cronolgica
su significado en Ia comunicacin del narrador ficticio des
de los motivos, hasta que el no-bograr origina la soledad, el
puØs de la posesin, cumpliØndose asi ci pensamiento scho
vacIo, 1anegacin de la existencia tal como Østa se ofrece,
penhaueriano: la satisfaccin engendra al punto Ia sacie
la destruccin.
dad31.
6 R. GwsTI
pp. 323.324 afirma que Sin rizmbo es la objetiva 29 Utilizamos Ia distincin entre "motivos asociados", que no pue.
don del tedio, maihumor y disconformismo personal del autor ante
den dejarse de lado sin alterar el nexo de causalidad de los fenOme
su medio, en AndrØs, el personaje. Esta afirmaciOn tan categorica y
nos, y "motivos libres" que pueden ser omitidos sin destruir Ia con
de dificil comprobaciOn implica desconocer Ia insercin de Camba
tinuidad de Ia narracin, y la distinciOn trama/argumento, hecha por
ceres-indviduo en su medio social y politico, y convierte en mero
Tomachevsky pp. 268-270. Desde esa perspectiva, para la trama solo
problema psicolgico una actitud que tiene sus raices profundas en cuentan los motivos considerados en su sucesin cronolOgica y en
el sistem de preferencias y en el temple de Ænimo de toda una ge sus relaciones de causa a efecto, es decir, los motivos asociados; para
neraciOn, cu’.os integrantes se manifiestan de modo analogo. ci arguinento, que es una construcciOn enteramente artistica, los mo
Utilizamos aqu los tØrminos de "leit-rnotiv" y de "motivacin" tivos "libres" o "marginales".
en el sentido que les corifierº B. TOMAcHZVSKI en "ThØmatique" ex La "bestia humana", o el hombre esciavo del instinto, patente
trait du livre Teorija literatury, 1925, antologado por TZVETAN To en las novelas de Zola, fue justamente lo mÆs atacado por los de
DOROV en ThØorie de la LittØrature: Textes des formalisies russes. tractores del naturalismo. Cf. EMILIA P.no BAZAN, La cuestidn
Ed. du Seuil, Paris, 1965, pp. 263-307, P. 227, nota 1 y pp. 282 .ss. palpitante, Madrid, Impr. A. Perez Dubrull, t. I de Obras cornpie.
cerraba los ojos sobre estas palabras de Schopenhauer, su tas, 1891, pp. 209 y 210.
maestro predilecto: El fastidio da Ia nocin del tiempo, Ia distrac 31 Cf. A. SCIJOPENHAUER, Die Welt aL Wilie und Vorstellung, Band
cin Ia quita; luego si la vida es tanto mis feliz, cuanto menos se II, Cotta-Insel Verlag, Stuttgart/Frankfurt am Main, 1960, cap. 46,
Ia siente, lo mejor seria verse uno libre de ella" p. 157. Pp. 735-736.
24 INES GONZALEZ ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 235

DespuØs, tanto las visitas como los deseos de AndrØs con vanecimiento de Ia mis remota sombra de ilusin, operÆn
tinan con irregularidad. El obeto de distracciOn se cosi dose en Øl una total transformacin. Surge la hostilidad,
fica; ms todavia, sigriifica "menos aUn que Bernardo, el Ia aversion engendradora de una imagen negativa: la Amo
gato" p. 163. A raIz de uno de sus ltimos caprichos, ver rini "era mala, ruin, ordinaria, vulgar. .., sin talento, fea.
a Donata dormir desnuda en sus brazos pp. 163.164, Ia Tenia los ojos metidos en Ia nuca, la punta de Ia nariz me
ruptura final se precipita. El refinamiento del hombre cho dic de lado, los brazos flacos y las piernas peludas como de
Ca de mode material con la vida y medio sencillos de Do hombre. AdemÆs era zurda" p. 181. Esta nueva vision
nata. Las sÆbanas de hilo grueso impresionan desagradable de lo que habla constituido para Øl, en un momento, la
mente su piel, la atmsfera con olor a flores, la vecindad de atraccin, se convierte en la verdadera realidad; todo lo
las carnes sudorosas de Donata exasperan sus sentidos hasta anterior se transforma en apariencia engaflosa. Consecuen
el punto de creer que las chinches lo devoran. El logro de temente, se produce la ruptura. A la saciedad sucede una
sus deseos ha matado el estimulo, trayendo consigo el fas vez mÆs el aburrimiento, la soledad, el vaclo. El nico fin
tidio. Para no sentir la nocin del tiempo, serÆ necesario la de la existencia que se le presenta a AndrØs es, entonces, el
aparicin de un nuevo estImulo. Surge, entonces, el segun de no existir. Pero a la idea del suicidio se antepone Ia idea
do rnotivo. del hijo. Llegamos con ella al tercer motivo.
b El adulterio. AndrØs regresa a Buenos Aires a refu c La paternidad. Hastiado de todo, AndrØs recuerda
giar su misantropia. En un hito de su vida bohemia, conoce a Donata encinta, al hijo, y, experimentando un sentimi’entc
a la cØlebre Amorini; la mirada "escudriæadora y codiciosa" complejo "donde se mezclaba ese secreto orgullo de Ia ge
con que la enfrenta p. 168 es el preludio de Ia eferves neracin, el grito de la naturaleza vencedora, la voz ciega del
cencia sexual que la cantante le provoca: "el pie y dedos cariflo" p. 183, ilega a concebir nitzcheanamente a ese
del pie de la Amorini Jo atraIan, secretamente provocaban ser, hijo de su sangre, del que harla "una fuerza, un ca
su lascivia en un refinamiento de extravio sensual" p. 171. rÆcter, todo un hoxnbre, Jo avezarla a la lucha, le darIa la
La atraccin se ye corona4a por la posesin en casa de An dureza del bronce y el temple del acero". Al volver a la
drØs, la cual ocurre de modo muy diferente a la de Donata. estancia, suefla con un hecho fantÆstico: que su hijo -que
En aquØlla, la campesina era la seducida, y AndrØs el Se era grande y poderoso- se transforma en un monstruo, en
ductor; en Østa pp. 175-176, es la diva la seducida y la, un enano, deforme e idiota, que luego se convierte en cer
seductora, comprobando la intuicin del narrador: "Des do, en un escuerzo que embiste a la multitud y es embesti
nuda, se adivinaba en ella la garra de una leona y el cuerpo do per ella. En ningn otro capitulo aparece la soledad de
de una culebra" p. 169. AndrØs tan simple y primitiva. E1, solo, en medio de Ia
Con Ia posesin, el gusto se troca en disgusto; la atraccin algazara salvaje, defendiendo al monstruo, lieno su cora
en hastlo: "Cuanto mÆs fÆcil es hacerse de una mujer que zn de "un amor desnatural e insensato, de un sentimiento
deshacerse de ella!... En su ardor, en su loco afÆn por inhumane, imposible, absurdo, loco" p. 185. La rneta
apurar todos los goces terrenales, todos los secretos resortes morfosis del hijo en animal y el final del sueflo, que cul
de su ser se habian gastado como se gasta una mÆquina mina con la desaparicin del hijo, del enano, del cerdo y
que tiene de continuo sus fuegos encendidos" p. 176. del escuerzo, engaæosas quimeras de su fantasia onIrica, an
:unvertido en arnante titular de Ia actriz, que se enamora ticipan la realidad final.
c;u.la vcz m3s locamente, AndrØs experimenta en contacto En la hacienda se entera de que Donata ha muerto luego
U las pequeæas miserias de Ia vida en intimidad, el des- de haber dade a luz una nina. Subyugado al fin per la
- -----i

ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 237


236 INS GONZALEZ
nuevamente al vacIo espiritual. AndrØs se suicida, en me
fuerza de la sangre, se deleita con el crecimiento de ese
dio de la ruina y destruccin de su estancia, afirmando con
ser que "le revela a Øl, viejo y descreido, a Øl, cansado de
su accidn su voluntad. Al ilegar a adquirir conciencia corn
vivir, el secreto de otra vida, de otra existencia desconocida
pleta de si mismo, cifra toda su aspiracin en ci autoani
y nueva" p. 193. El amor paternal involucra, no obstan
te, el temor fundado en la condicin doblemente inferior quilamiento, en la inrnersidn pura, en la nada. El auto
aniquilamiento constituye la ænica salida que se le ofrece
de la hija: ser humano, supeditado al poder superior de
al protagonista para escapar de un mundo, de cuya aparien
la muerte; sexo femenino, marcado como tal por el dedo
cia engaæosa Øl tiene piena conciencia. Efecta entonces,
de la fatalidad, "dØbil de espiritu y de cuerpo, inferior al
en si mismo, un "hara-kiri" reflexivo, frIo. Como la muerte
hombre en lÆ escala de los seres, dominada por Øi, rele
gada por la esencia misma de su naturaleza al segundo piano demora en liegar, se arranca de cuajo las entraæas y rueda
de la existencia" p. 194. Por eso, el padre -al igual que por ci suelo. Es un cuadro rayano en los extremos del in
Schopenhauer- liega a preferir la civilizacin oriental, a franaturalismo.
defender la poligamia, a suprimir con su auxilio "una in 3.3. AndrØs, ci personaje central de Sin rumbo, aparece
mensa pane de los males inveterados en el organismo de las caracterizado, por una parte, como ci tIpico seæorito dc
naciones cristianas" p. 195 e, inciuso, a desear ia muerte gante de la Øpoca, hijo de estanciero, que reparte su vida
de su hija como un bien. Temblando, sin embargo, ante entre ci tedio y algazara de los salones y teatros capitalinos,
-esa idea, se esfuerza por "remontarse en alas de una fe y la actividad feudal en sus campos; y por otra, como un
ficticia hasta la nocin de Dios" p. 196. joven burguØs ilustrado y conformado por las doctrinas de
El derrumbe de las ilusiones, la catÆstrofe como "iro moledoras de su tiempo pp. 159 y 194. Lector voraz de
nIa sangrienta del destino", anticipada omniscientemente por Schopenhauer, desarrolla un progresivo sentimiento de pesi
.el narrador, tendrÆ su cumplimiento en una noche de tor mismo, de soiedad, y de desprecio y rechazo a los valores
menta, en que AndrØs sale de su casa para salvar parte de de la sociedad farsescay dobie en que vive, donde son po
sus majadas. Su hija -que le espera levantada hasta altas sibies, por jempIo, las alabanzas de un juez de Paz, presi
horas de la noche- enferma, contrae el crup. Los cuidados dente municipal, a un viejo rico, ladrn de vacas, que
del.padre, del doctor, los ruegos de misia Pepa, las splicas dona un altar mayor a la iglesia del pueblo pp. 161-162.
de AndrØs a Dios, serÆn infructuosos. Andrea, despuØs de Esta cosmovisin generada en ci conflicto con ci rnedio
pasar por los tres perIodos de la difteria laringea .-la sin afecta ci natural ablico y colØrico de AndrØs, y Jo hace a
tomatologia inicial, el espasmo y la obstruccin mecÆnica32- menudo caer incluso en los bordes del desequilibrio y de la
muere, dando razn a los pensamientos que ci padre habia histeria. Para este burguØs escØptico, en sus peores momen
tenido al comienzo de la enfermedad: "su hijita se le iba tos, ci mundo "es una funcidn de titeres, espectÆculo bueno
a morir, debla morirse, era fatal, lo sentla, lo sabla" p. para idiotas y muchachos... donde basta una fortuna para
199.
abrir de par en par todas las puertas" pp. 182 ss.. "Dios
no es nadie: la ciencia un dncer para ci alma. Saber es
Desaparecido ya el objetivo de su existencia, condenado
sufrir, ignorar, comer, dormir y no pensar la soiucin exac
32 El motivo del crup, enfocado con pretension cientIfica, pro ta del problema" e, inciuso, "es preferible hacer una bestia
pia de la literatura naturalista decirnonOnica, Jo utiliza tambiØn de tin muchacho en vez de un hombre" p. 162. El amor
Eduardo Wilde, escritor argentino de Ia inisma generacion de Cam tampoco Ic ofrece mejores perspectivas: las mueres, una
baceres, en su relato Tini Pdginas escogidas, Buenos Aires, Angel vez satisfechos los impuisos de la came, leresuitan repur’-
Estrada Ed., 3 ed., s./f., pp. 78-98.
INES GONZALEZ ELEMENTOS NATURALIST.AS EN cAMBACERES 239

tes. En medio de ese mundo degradado, que se identifica significativa AndrØs no es en lo esencial un personaje "por.
sistemÆticamente con el ambiente urbano cf. 3.5., AndrØs tador" de mundo, sino la "objetivacin" de un sector de
atisba dos posibilidades redentoras: la paternidad y el cam mundo perfectarnente delimitado: el de Ia burguesla ilus
po, como espacio salvador, como nico lugar autØntico de trada riopiatense de fines de siglo; no genera acontecimien
"vida soberana" p. 182. La muerte destruye a su hija y con tos. sino que, en suma, 105 padece irremisiblemente. Y es
ella el valor regenerador que representaba para AndrØs. La en este marco donde consideramos que ci elemento estruc
vital realidad del campo no basta para salvarlo y dar sen tural predominante en la conformaciOn del cosmos de Sin
tido a su existencia34. Perdido definitivamente el rumbo, ruinbo no es el personaje, ni el acontecimiento, sino el
con plena conciencia de su fracaso, sin conmoverse ante el espaCiO31.
incendio que destruye su hacienda, AndrØs se suicida con 3.4. AndrØs, en cuanto representante del espacio princi
satÆnica volicin destructora. Su accin no significa una re pal del cosmos de Sin rumbo, aparece caracterizado "en re
nuncia a la volun tad de vivir, sino Ia voluntad de renunciar lieve" y en forma "dinÆmica"38, lo cual resulta especialmen
a la vida tal como Østa se le ofrece y que Øl no puede ni te adecuado para destacar Ia efervescencia y las contradic
quiere admitir. Como formula con mucha exactitud L. liii ciones de Ia sociedad burguesa en crisis. El resto de los per
go, "AndrØs... no quiere ser lo que es y no puede con sonajes representan sub-espacios que se articulan en tomb
vertirse en lo que quiere ser... Busca superar las circuns del principal, contribuyendo a delimitarlo y a conformar el
tancias que lo determinan en diversas instancias, pero... cosmos total de Ia obra. Todos poseen carÆcter lateral, en
termina par sucumbir a ellas"35. cuanto no problematizan su espacialidad. Representan, par
Ahora bien, Ia motivacin profunda de la conducta de
AndrØs, su destino mismo, no pueden entenderse sino den 36 Por esto, resulta, en nuestra opinion, inadecuada Ia observa

tro del marc escØnico, del media en que se desenvuelve su dOn tie Klaus Meyer-Minnemann, segin la aial ci medio argenrino
se incorpora en Ia obra como mero "Anspruch dci Gleichzeitigkeit
individualidad. El significado central de su figura consiste und auch prinzipieilen Gleichrangigkeit des heimischen Miieus mit
precisamente en ser aquella que experimenta en el enfren dem der Romane des franzOsisch-eurcipischen Naturalismus" "Sinn.
tamiento con su ambiente los necesarios sufrimientos y frus gebung, Erziihlweise und die geschichtiiche iVirk1ichkeit bei Eugenio
traciones emanados de las condiciones generales de su posi Cambaceres", Filologia y diddctica hispdnica: Homenaje al Prof. H.
K. Schneider, Ed. por J. Ma. Navarro, Hamburgo, Helmut Buske
bilidad histrica. Solo insertando su figura y el espacio en
Verlag, 1975, pp. 465-495 y 476-477.
que se meve en una estructura globalizadora mayor, Ia 37 Concedemos al espacio una doble significaciOn
y entendernos
sociedad agentina finisecular, adquieren ambos plenitud por Øl "habitÆculo de las cosas creadas" y "condicin de posibi1idad
de los fenmenos", Sobre esros dos significados, cf. PLATON, "Timeo
Predsamente en conexin con este ambiente, el narrador men- o de la naturaleza", Didlogos, Buenos Aires, El Ateneo, 1955, pp.
doria uno tie los pocos rasgos. daramente positivos que asigria al 691 y 697; e I. KANT, "Die transzendentale Asthetik", Kritik der rei
personaje: "habituado a ser el primero en los trabajos" y a "dar ci nen Vernunft, Hamburg, Felix Meiner Verlag, 1971, § 2 y 3, pp.
ejemplo" p. 197, AndrØs act1Ia con valentla en un dia de torinenta, 66-73.
S Acerca de los conceptos de caracterizaciOn "plana"
para reunir a los animales. y "en re
A nuestro juicio, no resulta errado suponer, en el marco de lieve" y de los tipos correspondientes de personajes "chatos" y "es
un anilisis sociolOgico mayor, que en una sociedad burguesa de apron. fØricos", vØase E. M. FOR5TER, Aspects of the novel, Great Britain,
tes capitalistas, que ha renunciado a la economia agraria en favor Penguin Books, 1963, pp. 75 ss. Para una ciasificaciOn anÆloga: Ca
- -
. de Ia ciudad corno nuevo centro productor y mercantil del sistema racterizaciOn "estthicafev&utiva" y personajes "fijos/dinzimicos", con
olonial, Ia solucin redentora dcl campo aparezca muy debilitada. sltese R. WELLER y A, WARREN, Theory oJ literature, England, -
nota 10, P. gum Books, 1970, cap. 16, p. 219.
240 INES GONZALEZ ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBAcERES:"4. 211

asI decirlo, submundos sin conciencia histrica3. Su carac Marietta Amorini, definida tambiØn nominalmente, es
terizacidn es la correspondiente a Ia de personajes "chatos" la muer que gusta del amor. Aparece enfocada desde cinco
y "estÆticos". i perspectivas: la del narrador, la del empresario teatral, la
Entre los personajes, femeninos, Donata, individualiZada del esposo, la del amante y Ia de ella misma. La primera,
por su nombre, es Ia mujer que se da en cuerpo y alma a imparcial, es mÆs creible. La prima donna con "esa ma
su querido. En el momento de la entrega, el narrador Ia jestad postiza de las reinas de teatro.
. alta, morena, esbel
.,

describe "como esas flores agrestes que dan todo su aroma ta, linda..., ojos hoscos..., ojeras profundas... revelando
sin oponer siquiera a la mano que las arranca la resisteflCia todo el fuego de su sangre de romana..., posturas pegajosas
de espinas que no tienen", dÆndonos detalles de su vida, de gata morronga..., manantial de lujuria, desprendla de
de su Indole moral y psicolgica, haciendo hincapiØ en su toda su persona algo como el acre y estimulante aroma de
inocencia e ignorancia, determinaciones del medio ambien las flores manoseadas" p. 173. Ninguna de las otras pers
te en que se crIa p. 163. Retrata, por otra parte, delicada pectivas sirve con justicia a nuestro anÆlisis. Al empresario
y sensualmente, la vision que seduce a AndrØs, las trenzas teatral le conviene decir que es "Un bombn. Pero hones
"con reflejos azules. el Ovalo de almendra de sus ojoS
. ., ta..., una seæora!" p. 168 ; el juicio del esposo, el conde
negros y calientes..., las lIneas de su nariz chata y graciosa "Gorrini", se descalifica por obvio; la visiÆn de AndrØs, su
el dibujo tosco, pero provocante y lascivo de su boca..., el peditada a los instintos, varla anImicamente; lo que ella
pie corto, alto de empeine, ileno de came ,el delicado di manifiesta ante las miradas y avances de AndrØs, es produc
bujo del tobillo, Ia pantorrilla alta y gruesa, el rasgo amplio to de la coqueterIa y de sus artificios seductores. El rasgo
de los muslos. . las puntas duras de sus pechos chicos y
.,
sobresa.liente de este personaje femenino, caracterizado tØc
redondos" pp. 158-159. Vista desde la perspectiva del pa nicamente por ci narrador con idØntica fijeza y estaticismo
dre, los valores de la muchacha coinciden con el narrador, usados para con Donata, es Ia pasin, el sensualismo, reve
aunque pretende desconocer su Indole amatoria p. 163. lado en sus propias palabras p. 174 antes del acopla
El mayordjomo de la hacienda no se equivoca en ello, pero miento con el amante, en que no nos sorprende con una
actuaciOn en que participa de modo insaciable, "estreme
falsea, en cambio, la imagen de pureza cf. p. 190, por
cida, deliciosamente" pp. 175-176.
que Donata no se entrega a "cualquiera", sino al amo, al pa
Los restantes personajes de Sin rumbo se incluyen ora
trn, y si obedece al instinto, reacciona avergonzada p. 159.
en el ambiente teatral, ora en el campo. En el primero,
Pese a las diversas perspectivas, el rasgo dominante y social
artistas, el marido de la prima donna, el empresario y em
mente ms manifiesto de Donata es el que su nominacifl pleados del teatro Colon, son todos personajes ‘chatos’, los
proporciona; consecuente consigo.. misma, no cambia iii se cuales pueden caracterizarse inclusive como ‘humours’, pues
transforina en el transcurso de la accin argumental. to que el mero nombre de muchos ellos es ya caricatura.
La Machi, contralto, mujer hombruna, viril, es un "vozn";
Cf. Ia siguiente observacin de NoØ Jitrik: "AndrØs Cs aquel a
quien le pasa todo, no solo en cuanto a Ia acciOn, sino tambiØn
celosa y envidiosa, ibid., 174 acuia consecuentemente con
en el interior de una subjetividad que cubre las diversas alternati ironIa y perversidad no disimuladas pp. 174 y 179. Grassi,
vas del mundo, mientras que los dexnÆs no cumplen otro papel que... maestro director, es una idea plasmada por el narrador en
el de siervos que por naturaleza y sin inquietudes responden al menor una frase que unida al nombre connota su obesidad: "Como
estimulo del seæor feudal" en "Cambaceres: adentro y afuera",
‘Lt!n de Literaturas HLpdnicas, No. 2, Santa Fe, Universidad Na rodando por entre los atriles.. ." p. 169. Gorrini, conde
nax -
‘toral, 1936,
-
pp. 5-21. de Florencia, "bigotito negro retorcido", el marido engaæa
242 INS GONZALEZ ELEMENTOS NATURALISTAS EN CAMBACERES 24

do [expresado en ci habla coloquial: "a1 que su mujer con sus preceptoS alimenticios la ignorancia en que subyace
one el gorro"] "usa cuernos de coral en la cadena" y de ci campo de los paises subdesarrollados. origen de la mortan
muestra su cobardia haciendo escenas como un niæo o hu dad infantil. El doctor, "muchacho provinciano, pobre, de
yendo ante el peligro de enfrentarse con el amante de su esos que, reciØn saiidos de la Facultad de Buenos Aires. sin
esposa PP. 178-129 y 181. Solari, ci empresario, cuyo nom relaciones en Ia capital se resignan a buscar en los pueblos
bre no ofrece connotaciones especiales, aparece caracteriza de campo un refugio pasaj era contra ci hambre, a principiar
do por medio de un artificio de remedo, par la muletilla: por ahi" p. 201, representa ci caso tIpico de una sociedad
"Østa es la cosa!" que utiliza en sus diÆlogos PP. 168-169 que no ofrece las condiciones adecuadas para perfeccionars
y desempefla no solo ci papel de mero marco escØnico al al que no tiene una pOsicin econmica soivente, y que
desarrollo de Ia acciOn, sino el de intermediario para el co condena al campo a la barbaric, porque ci profesional, sin
nocimiento Amorini-AndrØs. AdemÆs de las masas, coristas un adecuado respaldo material, ye en ese Æmbito un paso
y comparsas, que el narrador relega al fonda del escenario y necesario y transitorio para ilegar de nuevo a la capital, per
no caracteriza, nos encontramos con otro personaje, igual diendo con ella ci verdadero concepto de su labor profesio
mente ‘piano’ y ‘fijo’, que es ci portero del teatro Colon, nai. La crItica de Cambaceres toca, de este modo, un punto
quien sordo e inexorable ante Ia multitud, pero soilcito, Ælgido dentro de la polItica econOmico-social, que concuer
obsequioso y zalamero ante algn personaje importante como da con su posiciOn naturalista de evidenciar errores posibles
AndrØs P. 168, certifica la degradaciOn de la sociedad bur de subsanar.
guesa de la Argentina finisecular P. 183. Entre los personajes seflalados, proyecciones de uno u
Los individuos del campo, lo mismo que Donata, cons otro ambiente, la tia Pepa y Ia nina Andrea constituyen caso
tituyen una galerla de tipos que, con la excepcin de Con aparte. Dc todos modos, situadas en ci campo, scres no con
treras, aparecen presentados en forma positiva, es decir, ccn taminados par la corrupcin sociai, personifican, respectiva
dignidad y valores humanos. En efecto, Contreras es ci que mente, la bondad y sensatez de la madurez, y la gracia, dui
da la contra, ci que se opone. AdemÆs de su actuacin en la zura y desvaiidez de la infancia.
escena de la esquila, el narrador nos detalla su traza fisica, 3.5. Una de las caracterIsticas de la novela espacial es ia
reflejo de un carÆcter faiso y "retobado" P. 155, en el abundancia de esccnarios y personajes nuevos. En Sin rumbo
que insiste en la escena del rodeo p. 166. En el incendio Łl narrador describe, minuciosamente, la "misc en scene".
del gaipon, cuadro final y teln de fonda para el desenlce Campo y ciudad 0, mÆs especificamente, pampa y ciudad,
de Ia accin, la "sombra que se venga y huye" nos lo sindica son los ambientes que, oponiØndose, expresan metonimica
como ci hechor, de acuerdo a las caracterIsticas previamen mentc ci carÆctcr del personaje y de los personajes40. En la
te seæaiadas p. 204. No Regino, ci padre de Donata, pampa, manifestacin de lo autØntico, volvemos a la natu
servidor antiguo de la casa, "tipo que va perdiØndose a raleza y al hombre. La naturaleza, agreste, barbara, hace a
medida que ci elemento civilizador lo invade" p. 163, sus hombres coma ella; conforma la visiOn de Ia vida como
que habla visto nina a AndrØs y tenIa par Øi idolatria, es lucha. SImbolo de esta concepciOn de la vida es la escena
ci hombre respetuoso de una tradiciOn social y moral. Vi en que ci personaje sc enfrenta a un perro, ci perro a un
ilalba, ci mayordomo, es hombre "sin mÆcula" que no ne
40 M. Coddou, quien hace Un paralelo de los
cesita mayor expiicacin, porque las fieles actuaciones para espacios citados con
los personajes femeninos. comprueba que la oposicion "pampa = Do
con ci patrÆn, on reflejo de su nombre. Na Felipa, Ia vieja nata/ciudad Amorini", fundamenta Ia legalidad estructural en el
partera que ayuda a traer al mundo a Andrea, ejemplifica proceso narrativo de Sin fl2mbO Op. cit., p. 349.
INES GONZALEZ
ELEMENTOS NATtJRALIST.i,.S EN CAM3Acp 2&5
gato, el gaco a un ave pp. 160-161. De esta cosrnovisin nas y "tabieaux"2 se suceden por yuxtaDosiciOn en
participa ci procagonista inevitablemente: se ha criado en forma
rÆoida. indice de To cual lo conscicuve Ia brevedad
una escancia, ha tenido concacto con los hombres que Ia de casi
todos ellos especialmente los seæalados por los nrneros
habitan, ha participado en el trabajo que demanda, ha afron vi,
XIII v xv, sin relacin casual interna alzunos,
tado la fuerza inconsciente y ciega de la naturaleza desqui sin ser es
criccarnente provocados por el anterior. El
ciada. Lo deinuestra en Ia escena de Ta esquila, que Se primero y un
dØcimo "tableau", por ejemolo, el de la esauiia
ofrece de entrada al libro corno documenco vivo de las viejas y ci del
rodeo. conforrnan cada uno una unidad. que ofrece,
estancas criolias p. 155, enfrencÆndose a un chino esqui como ya
hemos apuntado, una visiOn de Ta vida en las
lador; en ci "tableau" de1 rodeo, donde "la hacienda hilada, viejas estan
cias criollas argentinas. La especia.iidad de Ia novela
disparaba... El campo estremecido, temblaba sordamente... se ma
nifiesca tambidn en las numerosas descripcione5
El coral se transformaba en una plaza..., el trabajo se con dcl nan-a
vertia en .una lidia" p. 165-166; y en su pelea teaz, encar dor sobre Ia pampa en escaciones anuales determinadas:
pri
nizada, contra las auas correntosas de un arroyo, en que "Ia mavera-verano, otoflo-jyjj-no, escenarios naturajes de
an-ac
Nacuraieza vence al Hombre y a la Bestia; en que solo ciOn sexual y fastidio pp. 156 y 166, de cariæo
paternal y
ci Azar saiva al primero" p. 187. pØrdida de la hija rns trd pp. 186 y 197
; sobre Ta ciu
Por ocra parce, la ciudad, concebida por ci narrador como dad en invierno pp. 177 ss.; sobre las casas
de Andrds
representacin, muestra su inconsistencia. su falsedad y, al en ci campo p. 156 y ci ambience citadino po.
174-175
lado de la parnpa -slinbolo de la libertad y de Ia vida so marco escdnico de los guscos elegances de seæores
y solterones licenciosos; en fin,
feudaies
berana p. 182 -, se presenta coino ci escenario del pu en ci decorado v amoblado
trilago social.. El ambience de teacro, entonces, donde AndrØs de an departamenco del Hotel de la Paz
pp. 172-173 y
dirige sus pasos, es el lugar idneo para i.ina concepciOn de Ta del rancho de Donaca con caricacuras del
general Sarmiento,
vida como farsa, porque Østa, segn ci narrador, "no es e1 r1gaaier Bartojo nutre y ja sorn bra de
Aofo A1sna
otra cosa que una repecicidn grosera de la farsa repreenca ilorando las miserias de la patra p. i.S.
da" p. 167. El espacio se esecha aqul a habicacions, co 4. Dc Ia revisiOn de Ia obra anaijzada de
Cambacci-es se
rreddres, palcos y pasadizos del teatro ColOn, lugares que desprende que:
hieden a humo de cabaco icaliana y a lecrina, medios am Su concepto de la hteratura corresponde
a la idea soste
biences de caricacuras de hombres y mujeres. Y cuando no
ceida a Ia representaci de Un espacio
es ci teatro, son las habicaciones de la casa que Andr4s tiene particular. El naturaiismo
corifiguro bajo ci principio de convergencia,
en Buenos Aires para recibir a sus amigas, las de ia arcisra de un odo consciente,
una iinagen del mundo que hac de
todos sus momentos aspectos
en ci Hotel de Ia Paz, o Ia sala de juego del club del Pro indepe72die.zteJ y panes de un con junto
para un efecto principal: dai expresin sinfniczmeflte ordenado
greso, las que cienen vigencia espacial para ci desenvol a un ccrdcter significatiuo"
Historic, p. 109. El subrzyado es nuestro.
vimienco dcl tema 42
Sobre la Lormas de "cuadro" Bild,
Constituyendo, pues, ci espacio, el elemento estructural "escena" Szene y "ta
bleau", cf. W. Iysz, Dos sprachiz’che
in di Liter uriisse’nschaft, Kunstzuerk. Eir.e Einfhrvng
predominance de Sin rumbo, ci carÆcter de mosaico; la adi Frane Verlag, Bern und Mnchen,

i
ciOn, es principio constructivo consecuente41. Cuadros, esce 1961, pp. 182-186.
4 Zola
dice: "Un veritable Øcrivain, un grand
Son oeuvre
romander .. .3 bÆtic
41 Al respecd, Goic opina que "Ia descripciÆn de los mi variados l’image de l’humanitØ, aussi haute er aussi
doit Øtre 1. . .1. La leon est dans vraie qu’elle
Æmbitos disra de constictir un hecho aisiado o una simple adicin la rnoralitØ, p. 319. l’cxac:icude des documents’ De
I
246 INS GONZALEZ ELEMENTOS NATTJRALXSTAS EN CAMBACERES 247

nida par Zola de que la literatura es Ia pintura de lo real43, La importancia qu e Cambaceres concedi a los factores de
concepto que el autor reafirma en Ia segunda edicin de Ia teoria de Tame, adoptada por Zola, en especial al deter
Pot-Pourri 1882 "Digo lo mismode mis ejemplares del minismo del medio del momenta histrico, en Ia elabora
Club del Progreso? -‘--‘No; he copiado del natural, usando cion de Sin rumbo, sOlo puede ser captada por ci crItico
de mi perfecto derecho" p. 15. cuando inserta cada elemento de la obra en una estructura
El autor, al igual que los escritores de la primera gene coherente y significativa que expresa una determinada vi
racin naturalista en HispanoamØrica, dentro de la cual sjOn de mundo del autor, y Østa, a su vez, en otra mds vasta
debe incluirsele, atribuye a la literatura una funcin cog que es la de su realidad. De ahi que sea imprescindible
noscitiva que brinda Ia posibilidad de mejoramiento del me prestar aenciOn a aquellos "motivos libres" o "marginales"
dio, a travØs de ‘ala exhibicin sencilla de las lacras que de la narracin, como es el caso de la antinomia campo/ciu
corrompen el organismo social" PotPourri, p. 16. dad, que pueden ser excluidos de la trama, pero que son,
El naturalismo de Cambaceres y de su generacin acusa, en cambia, los que desempeflan el papel dominante en el
en su forma mÆs externa, una preferente configuracin de argumento y los que determinan la construcciOn artistica.
los motivos de Ia escuela de Zola: tratamiento del sexo, La referida antitesis, proveniente del romanticismo, es
de la realidad humana en su condicin patolgica, de la asumida par los naturalistas hispanoamericanos de la gene
enfermedad y consideracin de los instintos. raciOn de 1882, obligandose a decidirse par uno de sus ex
Etestricto determinismo zolesco, articulado en torno de tremos. En Sin rumbo se opta por el campo, sfmbolo de
Ia herencia o de la raza, medio y momenta histrico, no se "libertad y de vida sobØrana", lugar no contaminado par la
da en Ia trama de Sin rumba. Ella se sustenta mÆs bien en corrupciOn social, no obstante el fracaso del pei-sonaje par
Ia dialØctica de Schbpenhauer, que lieva del placer al hastlo integrarse a el.
y Æl conecuente pesimisrno y frustracin, del cual el mdi El desenlace de la obra, el suicidio aterrador del perso
viduo ptiede liberarse solo a travØs de la muerte.44 Lo an naje, victima de sus propios errores y de su deformada vi
terior, no significa que la obra se estructure en direcciOn sin csmica, corresponde a Ia moralidad preconizada par
del personaje; no es Øste el elemento portador de mundo, Zola para Ia literatura46, y destaca Ia trascendericia del mun
sino que es el espacio considerado el que hace posible la do presentado, captando un estrato propiamente naturalista:
caracterizacin del personaje, el que genera los acontecimien lo trÆgico47, cuestiOn que deberIa ser investigada en ci mar
tos, el que "proporciona al lector los valores de trascen co general de las manifestaciones del naturalismo en Hispa
denciasignificativa que conlieva ci mensaje de la novela"45, noamØrjca.
y el qiie la transforma en una novela de Øpoca.
44 "... der Tod lost jene Bande: der Wille wird wieder frei: dena INiS GONZALEZ
Universi tat, Mainz.
im "esse" Sein, nicht ira "operari" Handein liegt die Freiheit...
Das Sterben ist der Augenblick jener Befreiung von der Einseitigkeit
einer Individualitt, weiche nicht den innersten Kern unseres We
sens ausmacht, vielmehr als elne Art Verirrung desselben zu denken 46 Zola dice: "Nous ne
chatauillons pas, nous terrifions, et une
ist: die wahre ursprunglich Freiheit tritt wieder em, in diesern Au partie de notre moralitØ est l De Ia rnoralitØ,
p. 305.
genblick, weicher ira angegebenen Sinn als "restituo in integrum" "Nous poussons tout de suite au tragique
{. .‘], nous arrivons
Wiedereinsetzung in den vorigen Stand betrachtet werden kann" taut de suite aux misŁres de l’hoinme et de Ia femme
[...], notre
SCFIOPENHAUER, op. cit., cap. 41, p. 650. roman naturaliste [*..] es cru et terrible Zot&, De la mora
[
Coor.ou, op. cit., p. 347. litØ, pp. 304-305.

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