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ENSAYO

Los programas de eficiencia y ahorro energético persiguen reducir el consumo de


energía, fomentando aquellos comportamientos, métodos de trabajo y técnicas
de producción que consuman menos energía.

La legislación europea establece objetivos de reducción del consumo energético


y, en el marco de estas obligaciones, se establecen una serie de programas
institucionales entre los que, a nivel nacional, cabe destacar el Plan de Ahorro y
Eficiencia Energética 2011-2020, elaborado por el Gobierno de España en
colaboración con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
En este Plan se definen una serie de objetivos de mejora por sectores (industria,
transporte, edificación, etc.), siendo el sector transporte el que mayor peso tiene
en términos de ahorro esperado, seguido en importancia por el sector industrial.

La mejora energética puede aplicarse a empresas de cualquier sector de


actividad. A menudo, estas mejoras pueden llevarse a cabo mediante simples
cambios en la metodología de trabajo y pequeñas inversiones orientadas a la
optimización de los procesos, que pueden ser rentabilizadas a corto plazo.

En términos generales, podríamos decir que un proyecto de mejora energética


consta de las siguientes fases:

• Análisis y diagnóstico de los procesos productivos y consumos energéticos.


• Preparación de un Plan de Mejora Energética, que incluya las medidas
correctoras posibles.
• Plan de formación del personal.
• Implantación de las acciones incluidas en el plan de mejora, de acuerdo a
la metodología y plazos establecidos en el Plan de Mejora Energética.
• Seguimiento de las acciones e indicadores de mejora.

De manera general el ser humano busca constantemente el satisfacer sus


propias necesidades sin evaluar las consecuencias que originan sus
actividades de explotación y demanda de recursos. El uso indiscriminado de los
recursos naturales infiere en la débil capacidad de carga de los ecosistemas y de
la biodiversidad de la Tierra frente al cada vez más exigente nivel de vida y
consumo de las poblaciones humanas en las regiones del planeta. El mal uso de los
recursos naturales está relacionado a la inherente necesidad humana de
progresar, de desarrollarse y de evolucionar, aún más al ritmo del crecimiento
poblacional actual. Desde la revolución industrial se evidenció un incremento en la
demanda de recursos naturales, tanto renovables como los no renovables, sin
hacer uso de políticas eficientes que minimicen el impacto causado por este
desarrollo. En la actualidad el modelo económico basado en el PIB
desconoce la incapacidad de generar valor comercial y productivo sin sacrificar
la estabilidad ecológica y ambiental derivada de la sobreexplotación de
los recursos naturales. El crecimiento poblacional presiona exponencialmente las
fuentes de recursos naturales en niveles insostenibles, donde la tasa de
recuperación natural es menor que la demanda de recursos por parte de las
poblaciones en crecimiento progresivo.

CONCLUSIÓN
Las políticas de protección ambiental y de recursos naturales son dependientes del
entorno económico, político y social de cada región, en la medida que sus
gobernantes identifiquen, analicen y ejecuten propuestas de manejo claras y
eficientes que promuevan tanto la preservación de recursos, manejo sostenible,
educación ambiental, concientización social del valor ecológico y de recursos
como la calidad del aire y fuentes hídricas, como también la importancia de
aplicar y desarrollar políticas sociales vinculadas a la economía, la equidad
laboral, la salud, calidad de vida y demás elementos presentes en un grupo
poblacional que demanda el consumo masivo de recursos, de acuerdo a su
tamaño poblacional y necesidades particulares. Comprendiendo de esta forma
que una población presentará o no un carácter sostenible y de protección
medio ambiental de acuerdo a su nivel de concientización, de educación,
de su bienestar económico y demás valores generales que el estado deberá
garantizar a través de sus políticas de desarrollo social y ambiental.
BIBLIOGRAFÍA

Barkin, D. (1998). Riqueza, pobreza y desarrollo sustentable (1º ed.). México:Editorial


Jus y Centro de Ecología y Desarrollo.Enkerlin, E. C., Cano, G., Garza, R. A., &
Vogel, E. (1997).

Jimenez Herrero, L. M. (1997). Desarrollo sostenible y economia ecologica


:integracion medio ambiente-desarrollo y economia-ecologia. Madrid: Síntesis

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