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¿Qué aspectos de la festividad que

practicas podemos variar para el cuidado


del ambiente?
Se ha vuelto común ver, al terminar la festividad, los restos de comida,
utensilios descartables, bolsas, papeles y demás residuos tirados por doquier.
Seguramente, la mayoría de las personas ven inofensivo para el medio
ambiente. Sin embargo, estas prácticas que a primera vista lucen bien
intencionadas pueden llegar a tener un impacto importante sobre la fauna y
el ambiente en general.
Las celebraciones se dan muchas veces al aire libre. La naturaleza del lugar,
plantas, árboles, flores, ríos, lagos, etc., sufren manipulaciones y ciertos tipos
de contaminación (químicos y similares).
En las conocidas «yunzas» se utilizan árboles naturales, los cuales son
talados para ser trasladados y replantados en otro lugar, que luego de ser
adornados con regalo diversos, son derribados con hacha. Es una costumbre
que trae cierta deforestación a la zona, ya que el árbol talado, ya no volverá
a crecer. Hay que tener en cuenta que un árbol talado es un filtro menos del
aire y un hábitat menos para los animales.
Es ahí donde un elemento ‘inofensivo’ puede ser confundido como alimento
por un animal, tal y como ocurre con las tortugas que se lo comen y, en
algunas ocasiones, les provoca la muerte. Igualmente, los lazos con los que
se adornan pueden quedar enredados en las aves cuando están en el aire o, si
el plástico llega a tierra, puede afectar a algunos mamíferos.
En el caso de los fuegos artificiales, que también son un símbolo de
celebración en muchos países, estos pueden generar daños en la naturaleza
puesto que no solo contaminan el medio ambiente, sino que también pueden
llegar a provocar incendios.
Estos fuegos liberan una serie de gases contaminantes como lo puede ser el
monóxido de carbono (CO) y otras partículas que normalmente tardan varios
días en disiparse en el aire. Además, si estos son inhalados por las personas
en grandes cantidades pueden llegar a generar malestares y hasta
enfermedades respiratorias en algunos casos.
Además, no hay que olvidar que en el uso de la pólvora produce en
determinadas épocas del año, como son las Navidades, un elevado número
de quemados. Además, según diferentes estimaciones, los valores promedios
de contaminación en una ciudad sin restricciones de uso de pólvora se
pueden incrementar entre 60% y 70%.
Asimismo, también existen otras prácticas que se realizan con una buena
intención pero que pueden dañar el medio ambiente. Ahí están algunas como
la limpieza en exceso de los litorales marinos o de los bosques que pueden
llegar a destruir los ecosistemas donde habitan numerosas especies.
Por ellos también recabamos el tema de la importancia de la identidad
cultural que se debemos lograr por conservarla y seguir teniendo en cuenta
durante todos los años, por la tradición e importancia de nuestro pueblo por
estas fiestas.
Se sabe que en un mundo cada vez más globalizado donde internet y la forma
de interactuar a través de las redes sociales han abierto el campo del
conocimiento y ha permitido conocer nuevas culturas que sin duda han
enriquecido tanto socialmente como culturalmente la sociedad, es de vital
importancia no dejar de lado nuestra verdadera esencia, nuestro sentido de
ser, nuestro origen, nuestra historia, nuestro sentido de pertenencia y con ello
nuestros valores y trabajar desde los colectivos y entidades locales en
proteger y mantener la esencia de fiestas y actividades culturales como
identidad local del municipio.
La pérdida de identidad de un pueblo incide directamente con la falta de
arraigo y por tanto con el abandono de los pueblos. Pueblos donde nacimos
y crecimos y donde compartimos los primeros años de vida donde la familia,
los amigos y el tiempo de ocio fueron clave fundamental en lo que somos
como personas. Valores y modos de conducta que se conformaron en esos
primeros años de vida y que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida,
vivamos donde vivamos.
Conocer de dónde venimos como sociedad local para valorar lo que somos
y reforzar a nivel colectivo es clave fundamental para conservar la identidad
cultural de un pueblo.
Como conclusión final me gustaría poner el acento y llamar la atención a la
pérdida de esencia que sufren las fiestas patronales y como realmente prima
la fiesta por la fiesta y se dejan a un lado la esencia y “los porqué”, la pérdida
de identidad en las fiestas con el fin de atraer más turistas amenaza la
conservación y resta originalidad y sentido de pertenencia a los que
realmente las organizan que son los colectivos y entidades locales que
permanecen en el territorio durante todo el año.

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