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Identidades en el ciberespacio

Hoy todas las personas –y sobre todo los jóvenes–


nos movemos en un ambiente que hasta hace poco
no existía: el ciberespacio. Las plataformas donde
ponemos imágenes, textos y audios constituyen
espacios estratégicos tanto para decir quiénes
somos como para mostrarnos ante los demás.

ESTAMOS EN RED
El uso que los adolescentes hacen de las tecnologías contribuye a la construcción de su identidad,
por ejemplo, cuando personalizan sus perfiles en las redes sociales o en sus celulares, cuando
suben sus fotografías y relatan sus historias. De esa manera la identidad virtual viene a
complementar el proceso de desarrollo de la identidad y de la personalidad individual por el que
están pasando. En la actualidad existen muchas plataformas de redes sociales para todo tipo de
funciones. Algunas de ellas son las siguientes:

Es la red más Esta red surgió en el 2003


popular: tiene 1000 y se hizo popular por ser
millones de usuarios utilizada, principalmente,
en el mundo. por músicos y bandas.

Mediante esta red se Es una red social de


hacen circular mensajes usuarios que comparten
de 280 caracteres sus videos. Cada mes más
como máximo de mil millones de usuarios
acuden a YouTube.

OTRAS REDES SOCIALES


Es una red que utilizan
las personas para
construir su identidad
estética.

Debemos tener cuidado al exponer nuestros datos personales en estas redes. Muchas veces
mostramos nuestro nombre y dirección o nuestros gustos a personas que desconocemos.
Reflexionar sobre a quienes incluimos como amigos y pensar un segundo antes de postear son
prácticas importantes que debemos considerar.

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ROSAS COQUIS, JOSE FRANCISCO


LA TECNODEPENDENCIA
La tecnodependencia es cada vez más frecuente en nuestros días. Actualmente se pueden ver
pulseras que controlan las pulsaciones y horas de sueño, aplicaciones que alertan cuando el
rendimiento decae, recordatorios que llegan a los celulares, televisores inteligentes, etc.
Para luchar contra esta tecnodependencia, en algunos
lugares invitan a dejar el celular en una caja en el
centro de la mesa mientras dura la comida o cena,
aunque también existen otros locales en los que se
dispone de todo tipo de cargadores para que ni
nuestro celular ni nuestra computadora se queden sin
batería en ningún momento.

SEÑALES DE ALARMA
Cuando la afición por el uso de las redes sociales se convierte en adicción, se corre el riesgo de
que los jóvenes adolescentes e, incluso, los adultos muestren cuadros de ansiedad, depresión,
irritabilidad y baja tolerancia cada vez que no pueden acceder a ellas. Es importante estar
atentos a las siguientes señales que muestran adicción por el uso de las redes sociales:

Privarse del sueño y Descuidar los estudios y las relaciones sociales con
pasar largas horas los miembros de la familia y amigos cercanos.
conectado a las redes
sociales. Mostrar irritabilidad cuando la conexión a la red
Sentir temor o pánico es lenta o falla.
al enterarse de que
olvidaron su celular o Revisar el celular al despertar para ver si recibieron
tableta en casa. notificaciones.

Mentir sobre el tiempo real que Tener más de mil “amigos” o seguidores
dedican al uso de las redes sin conocerlos.
sociales o videojuegos en línea.

HIKIKOMORI
Existen personas que llegan al extremo de encerrarse de forma voluntaria en su habitación
durante meses e incluso años. A este fenómeno se le llama hikikomori y, aunque se pensaba que
era exclusivo de la cultura nipona, se viene extendiendo en otros países.
En su aislamiento, un hikikomori se alimenta exclusivamente de comida rápida y solo se conecta
con el mundo exterior por medio de la tecnología, es decir, todas sus relaciones son virtuales. Un
hikikomori consume su tiempo en largas partidas de videojuegos. Su aislamiento empieza de
forma progresiva y, según explican los expertos, termina cerrando con llave su habitación.
Muchos hikikomoris se reinsertan en la
sociedad, pero con secuelas importantes, ya
que en este periodo todas sus habilidades se
han ido atrofiando. No hay que olvidar que
pueden haber pasado años inmersos en un
mundo virtual.

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ROSAS COQUIS, JOSE FRANCISCO


LOS ADOLESCENTES Y LOS MEDIOS
El sociólogo Marcelo Urresti sostiene que los adolescentes, cualquiera que sea la clase social o la
familia de la que provengan, no logran ser independientes de los discursos de los medios masivos
de comunicación, la publicidad comercial, el mercado de bienes de consumo masivo y las industrias
culturales, que los seducen ofreciéndoles variados productos de manera insistente y constante.
Se considera que los adolescentes son las personas que más consumen en las familias y que, sea
cual fuere la clase social, son los más activos en el momento de demandar y comprar cosas. Al
mismo tiempo, son muy sensibles a la mirada de los otros y suelen ser muy críticos con ellos mismos
cuando se trata de la ropa o de otros gustos.
Asimismo, el hecho de que los
adolescentes se encuentren en un
proceso de tránsito hacia la vida
adulta en el que construyen su
identidad hace que sean más
permeables, es decir, capaces de
absorber con mayor facilidad las
ideas de otros.

”SOY TU FAN”, UNA FORMA DE IDENTIFICACIÓN


Muchas veces conocerse a sí mismo consiste en buscar modelos. Es natural en los seres humanos
“identificarse” –justamente, en la etimología de este verbo está incluida la palabra identidad–
con personas que admiran, sobre todo en los ámbitos del propio interés –el deporte, la moda, el
espectáculo–.
Los actores, deportistas, cantantes suelen funcionar para otros –sobre todo para los
adolescentes– como ejemplos o metas que se deben alcanzar. Esto puede ser en cierta forma
positivo porque permite aprender de alguien que se consagró en un área, pero hay que hacer
dos observaciones.
En primer lugar, con frecuencia estas personalidades son en gran medida una construcción de
los medios masivos. Los vemos en situaciones muy cuidadas y “armadas” por una industria. Para
muchos de los rubros industriales –el espectáculo, la moda, la tecnología–, los adolescentes son
un nicho del mercado y estas personalidades se transforman en “marcas” que venden
determinados productos. En ese caso, no nos estaríamos identificando con una persona, sino con
un producto.
En segundo lugar, resulta notable que haya áreas
importantes de las que no surgen esas personas que se
exponen como modelos. Sería inspirador conocer la
vida de científicos, de luchadores sociales o de jóvenes
con discapacidades que han logrado sus objetivos
para tomarlos como ejemplos. Sin embargo, los medios
de comunicación no suelen difundirlos.
Una de las estrategias del mercado es el empleo de imágenes de adolescentes llenos de
vitalidad y de frescura, bellos, delgados y atléticos que constituyen, según algunos especialistas,
un mito atrayente para los chicos de carne y hueso, que se identifican con ellos y son impulsados
a consumir. Se trata de un modelo estético basado, en parte, en la imagen adolescente de las
clases medias y altas. Este modelo se presenta como universal: todos los adolescentes son
iguales. Ello causa que los adolescentes busquen asemejarse a él y, en definitiva, terminen
pareciéndose en la forma de vestir, en los gustos, etc. De ese modo, el mercado busca definir
qué es y qué no es un adolescente para nuestra cultura. ¿Por qué razón? Porque es más fácil
producir y vender para un público homogéneo, parecido, con gustos similares.
El desafío de los adolescentes consiste en no dejarse influir y no
“comprar” estereotipos que el mercado pretende instalar, sino ÁREA: DPCC
construir su propia identidad.

ROSAS COQUIS, JOSE FRANCISCO

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