Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Algunas mañanas sabemos que nos esperan días con tanto por hacer y tan poco
tiempo, y los pensamientos de “tengo que” sustituyen a los de “disfruto mucho“;
tanto en el trabajo, en la familia como en nuestra relación con Dios. Esos días más
que nunca, en lugar de insistir en esos pensamientos, necesitamos empezar a dar
gracias, enfocarnos en lo bueno y fiel que siempre ha sido Dios y veremos que toda
nuestra actitud e inicio del día comenzará a cambiar.
Procura empezar tu diario de oración con una lista por la cual estás realmente
agradecido, si al principio no se te ocurre nada, insiste, busca en tus memorias y
verás que la gratitud comenzará a fluir.
Una vez que hiciste tu lista, léela en voz fuerte, puede ser que no sientas todo pero
sí puedes estar seguro que son agradecimientos sinceros de tu corazón.
Puedes utilizar pasajes de la Biblia como oraciones de gratitud también, por ejemplo
si uno tomara Efesios 1 podría orar algo así: “Señor gracias por cada bendición
espiritual en tu hijo Jesús, gracias porque me escogiste para tener una relación
conmigo ¡desde antes de la creación del mundo! Gracias porque quieres hacerme
santo y sin culpa, me has adoptado en tu familia y soy LIBRE a través de la sangre
de tu hijo Jesús”.
Nada nos ayuda a tener una mejor actitud en su Presencia que la gratitud. Entra por
sus puertas con acción de gracias. Nada puede cambiar mejor la atmósfera y los
pensamientos de para qué me levanté tan temprano hoy. Que la gratitud La pasión
y el anhelo por pasar tiempos con Él necesariamente tienen que surgir de un
corazón agradecido y asombrado por lo que Dios ha hecho en él. Dios es tan digno
de nuestra gratitud, ¡es lo mínimo que podemos hacer en respuesta a tantísimo
amor, fidelidad, perdón y a tan grande salvación! No es algo que sintamos, es algo
que merece, no es algo que podamos pagar, pero sí podemos al menos hacerle
saber a Dios lo mucho que ha significado para nosotros todo lo que ha hecho en
nuestras vidas.
Por la familia tan increíble que tengo, mis padres que tanto amo y admiro y mis
hermanos (y sus familias) que tanto disfruto.
Por mi prometida tan buena, bonita, apasionada y lista para quererme siempre.
Por todas tus provisiones, porque no pago servicios, tengo carro aquí y en mi
ciudad, vivo cómodo, no me falta nada, tengo celular , radio, computadora, ropa,
libros y todo lo que necesito.
Por mis amigos que siguen siendo míos con el paso de los años.
Porque puedo viajar cada fin de semana a ver a mi prometida, mi familia y mis
amigos.
Por mi trabajo, el puesto que tengo, los proyectos y lo mucho que he aprendido.
Por la bendición tan grande que representan mis hermanos en esta etapa de mi
vida.
Por la paz y seguridad que vienen de ti e inundan mi corazón.
Por la voluntad que has sembrado en mí de orar cada mañana y leer cada día más
de ti.