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Rodríguez Díaz, Héctor Alfonso

Drenaje urbano. Elementos de diseño / Héctor Alfonso Rodríguez Díaz – Bogotá :

Escuela Colombiana de Ingeniería, 2013.

209 p.

ISBN EPUB: 978-958-8726-19-9

1. ALCANTARILLADO - DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN. 2. VÍAS URBANAS 3.


ESCORRENTÍA URBANA. 4. DRENAJE URBANO.

CDD 625.734

Drenaje urbano. Elementos de diseño


Drenaje urbano no convencional

Primera edición: noviembre de 2013

© Héctor Alfonso Rodríguez Díaz, 2013


© Escuela Colombiana de Ingeniería
Ak 45 N.° 205-59
www.escuelaing.edu.co

Editorial Escuela Colombiana de Ingeniería

Telefax 668 3600, ext. 397 • editor@escuelaing.edu.co

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cristma.salazar@escuelaing.edu.co

Coordinador editorial

Jorge Cañas Sepúlveda


jorge.canas@escuelaing.edu.co

Diseño de portada y distintivo editorial

Santiago Rodríguez Gómez


sago431@gmail.com

Corrección de estilo
Elkin Rivera Gómez

Fotografía de portada

Santiago Rodríguez Gómez


sago431@gmail.com

ISBN 978-958-8726-13-7

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio,

sin autorización escrita de la Escuela Colombiana de Ingeniería o del autor.


INTRODUCCIÓN
E
n este libro se presentan conceptos fundamentales sobre el
drenaje urbano, además de que se plantea una guía práctica y
útil para el diseño adecuado de sistemas de drenaje en vías
urbanas.

El transporte de la escorrentía por una vía urbana exige un tratamiento


especial y un diseño adecuado, ya que es fundamental garantizar su
seguridad y capacidad cuando se presenta un evento extraordinario.
El recorrido del agua, la profundidad de la lámina de agua y la
captación del agua transportada por la vía son consideraciones básicas
para el diseño adecuado de un sistema de drenaje.
Este trabajo es el resultado de la experiencia del autor y de la
recopilación de información obtenida de fuentes de diferentes países,
que han permitido plantear recomendaciones y procedimientos
sencillos y necesarios para el manejo apropiado de la escorrentía en
vías urbanas.

De acuerdo con las tendencias actuales del llamado desarrollo


sostenible, se han incorporado nuevos conceptos para la captación y
el manejo del drenaje urbano, que en este libro se denominan sistemas
sostenibles de drenaje urbano.
IMPORTANCIA DEL DRENAJE
EN VÍAS
E
l agua sobre la vía disminuye la velocidad del tráfico, aparte de
que contribuye a la inminente presencia de accidentes por
hidroplaneación y a la pérdida de visibilidad por salpicado y
rocío. El espesor de la lámina de agua en la calle depende de la
intensidad de la precipitación, del tamaño de la cuenca de drenaje, de
las características del flujo, de la geometría de la cuneta de la vía y de
la textura del pavimento.

Las estructuras especiales de un sistema de drenaje urbano se


proyectan para diversos usos y propósitos. A través de ellas, por
ejemplo, se logra el ingreso de las aguas a los colectores o se realiza
su unión; se hacen posibles los cambios de pendientes, de sección y
alineamiento, y cierto tipo de ellas se utilizan para disipar energía.
Desde un punto de vista hidráulico, las situaciones de flujo -que
generalmente caracterizan el funcionamiento de las estructuras
especialesson de tal grado de complejidad que no pueden describirse
apropiadamente con planteamientos teóricos; por tal razón, para
realizar los diseños, se recurre muchas veces a coeficientes empíricos
de ajuste y curvas experimentales, que expresan la relación entre las
variables que intervienen en el problema.

Se ha hecho una recopilación de información, recomendaciones y


experiencias amplia y exhaustiva, pero debido a que constantemente
se incorporan nuevos conceptos, se recomienda la consulta
permanente de la literatura técnica indicada en la bibliografía.
PLANEACIÓN DEL SISTEMA
E
l diseño de los sistemas de drenaje debe ser un componente
integral en el diseño de carreteras y en general, de las redes de
transporte terrestre. El diseño del drenaje para vías debe
realizarse de tal manera que se pueda mantener la compatibilidad y
minimizar la interferencia con los patrones de drenaje existentes,
establecer el control de crecientes de la vía para hacer un diseño que
garantice seguridad y capacidad en caso de un evento extraordinario y
para minimizar los efectos ambientales potenciales de la vía
relacionados con la escorrentía de las crecientes. Para conseguir estos
objetivos es necesario programar y coordinar los sistemas de drenaje
durante las primeras etapas de planeación de los sistemas de
transporte, tanto en vías urbanas como en vías rurales.

La planeación del sistema de drenaje es esencial para el adecuado


transporte y desarrollo de la tormenta final de diseño.

3.1 OBJETIVOS DE DISEÑO


El objetivo del diseño del drenaje de una vía (para un evento dado) es
permitir el paso seguro de los vehículos durante la presencia y paso
de la tormenta de diseño.

El sistema de drenaje se debe diseñar para recoger la escorrentía


superficial producida por la tormenta en la vía, conducirla y
descargarla en los puntos adecuados, de tal manera que no se causen
impactos negativos en el sitio.
Un tráfico seguro está relacionado con la superficie de drenaje y sus
condiciones.
La evacuación rápida de la escorrentía superficial reduce los
problemas de hidroplaneación.

La superficie de drenaje es una función de las pendientes


longitudinales y transversales, rugosidad del pavimento, separación y
capacidad de las estructuras de entrada.

El objetivo de los sistemas de conducción de las crecientes (tuberías


de drenaje, zanjas y canales, estaciones de bombeo, etc.) es proveer
los mecanismos eficientes para transportar los caudales de diseño
desde las estructuras de entrada a los puntos de descarga sin
sobrecargar las entradas o, visto de otro modo, sin ocasionar
superficies de inundación (vías urbanas y rurales). Es necesario
considerar los procesos erosivos que eventualmente se pueden
generar.

3.2 CONSIDERACIONES SOBRE EL DÍSEÑO DEL DRENAJE Y SUS OBRAS


El diseño de los sistemas de drenaje para el manejo de los eventos
extraordinarios es un proceso incluido en el desarrollo de los diseños
de una vía. Los elementos primarios en el proceso comprenden:

3.2.1 Paso 1. Recolección de información

• Planos y mapas (topografía, cuencas, redes de drenaje,


construcciones, desarrollo urbano, cobertura vegetal, uso de la
tierra, tipos de suelos, etc.).Fotografías aéreas.
• Historia sobre crecientes y marcas existentes de niveles máximos
presentados.
• Descripción de drenajes existentes (tamaño, secciones, materiales,
edad, estado, etc.).
• Datos de diseño y funcionamiento de los sistemas de drenaje
existentes (información disponible en las oficinas gubernamentales
locales o investigación de campo).
• Proyectos de utilidad pública y descripción (de utilidad propia).
• Infomación sobre derechos de vía o servidumbre y legislación.
• Normas locales, departamentales y nacionales.

3.2.2 Paso 2. Agencias de coordinación

• Coordinación y regulación con grupos y agencias interesadas


(Invías, oficinas de planeación, empresas municipales, Instituto
Nacional de Adecuación de Tierras [INAT], corporaciones
autónomas regionales [CAR], etc.).

3.2.3 Paso 3. Desarrollo de conceptos preliminares

En este paso es necesario desarrollar un proyecto y un esquema


preliminar del sistema de drenaje propuesto. Para ello es necesario
tener en cuenta la siguiente información y aspectos para adelantar este
paso:

• Plano base.
• Sistemas principales y secundarios. El sistema secundario, conocido
también como el sistema que "Conviene", está constituido por los
componentes históricamente considerados como parte de un sistema
de drenaje (sardineles, cunetas, zanjas, entradas, tuberías, canales
abiertos, bombas, etc.) y están normalmente diseñados para manejar
la escorrentía de eventos con diez años de periodo de retorno). El
sistema principal proporciona ayuda a aquellos flujos de creciente
que exceden la capacidad del sistema secundario. Esto sucede con
eventos que tienen menor frecuencia de ocurrencia, tales como
eventos de 25, 50 y 100 años de periodo de retorno. Este sistema
principal está compuesto por las corrientes derivadas de la
escorrentía superficial, natural o artificial, que reciben canales tales
como quebradas, arroyos o ríos y grandes caudales. El diseñador
podrá determinar y clasificar las corrientes y canales de acuerdo con
velocidades, profundidades y tamaño de la corriente.
• Concepción del proyecto. Con el plano preliminar e identificadas las
corrientes de agua es posible desarrollar un proyecto de drenaje,
teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

– Localización y separación de entradas.


– Localización de principales descargas

– Localización de redes de drenaje y otros elementos de transporte.

– Definición de estrategias de detención y localización de


almacenamientos.

– Definición de estrategias y localización de puntos de control de


calidad del agua.

– Definición de elementos del sistema principal de drenaje.


• Componentes del sistema. Los componentes del sistema secundario
de drenaje se pueden categorizar de acuerdo con su función como
aquellos que recogen la escorrentía superficial de la superficie de la
vía, la transportan o la descargan en el sitio adecuado, sin producir
condiciones adversas o causar impactos ambientales. En el caso del
sistema principal de drenaje, proporcionan una ayuda a la
escorrentía de las crecientes (vías urbanas y rurales).

3.2.4 Paso 4. Refinamiento de conceptos. Diseño


hidráulico e hidrológico

Este paso comprende la primera fase del diseño y puede desarrollarse


de la siguiente manera:

• Cálculo de los parámetros de escorrentía y caudales con base en el


trazado preliminar.
• Refinamiento de la localización y separación de las estructuras de
entrada (vías urbanas y rurales).
• Refinamiento del trazado del sistema de drenaje, incluyendo
entradas, conexiones principales, estructuras de control de descarga
y otros componentes del sistema.
• Dimensionamiento de tuberías, canales, estaciones de bombeo,
estructuras de control de descarga y otros componentes del sistema
de drenaje.
• Cálculo y revisión de la línea de energía hidráulica.
• Revisión del proyecto y recálculo de los parámetros de diseño en
caso de ser necesario.

3.2.5 Paso 5. Documentos del diseño definitivo

Este paso incluye la preparación de la documentación final para los


archivos de diseño y planos de construcción. La documentación
requerida en los diseños finales la define por lo regular la entidad
contratante y puede variar, dependiendo del alcance del proyecto. Una
lista de los documentos generales podría ser:

Hidrología
• Cuencas hidrográficas, tamaño e identificación de fuentes. Plano.
• Frecuencias de diseño y decisión sobre su selección.
• Caudales de creciente y métodos de estimación hidrológica.
• Curvas de frecuencias de crecientes, incluidos diseño, caudal pico
seleccionado, hidrogramas y crecientes históricas.

Canales abiertos
• Curvas de nivel caudal para el diseño, caudales pico y elevaciones
históricas de la superficie del agua.
• Secciones transversales utilizadas en el diseño para la determinación
de la superficie libre. Localización.
• Coeficientes de rugosidad asumidos.
• Métodos usados para determinar la elevación de la superficie del
agua.
• Análisis y diseño de materiales propuestos para el fondo y las
paredes de los canales.
Tuberías de drenaje
• Cálculo de entradas y tuberías (incluyendo línea de energía).
• Mapa detallado del sistema de drenaje.
• Frecuencias de diseño.
• Información sobre descargas, sistema de drenaje existente y otras
consideraciones de diseño.

Estaciones de bombeo
• Hidrograma de caudales de entrada del área de drenaje a la estación.
• Máximos niveles permitidos y posibles problemas.
• Secuencias de arranques y niveles.
• Dimensiones del cárcamo.
• Almacenamientos disponibles.
• Dimensiones, características y número de unidades.
• Cálculo del bombeo e informe de diseño.
• Tránsito de curva de volúmenes acumulados.
GUÍAS GENERALES PARA EL DISEÑO
E
n un ambiente urbano, las vías son parte del sistema de drenaje
de aguas lluvias. Éstas proveen importantes y necesarias
funciones de drenaje durante un suceso de lluvia, pese a que su
principal propósito es facilitar el movimiento del tráfico. Un buen
diseño de drenaje urbano puede traer ventajas para la capacidad
hidráulica de la calle, como las normas y regulaciones lo permitan.
Un uso óptimo de la capacidad hidráulica de la calle puede reducir en
forma significativa el número y tamaño de entradas y de colectores de
lluvia, o es posible que elimine la necesidad de cierto sistema. Las
calles, desde el punto de vista hidráulico, están determinadas por
configuraciones geométricas y por superficies más o menos ásperas.
La capacidad de una entrada hidráulica está estrechamente
relacionada con las condiciones de flujo en la calle.

En vías urbanas y rurales, específicamente, los sardineles y cunetas o


zanjas al borde de la carretera son considerados parte del sistema
menor de drenaje. Cuando el caudal de escorrentía en la vía excede
los límites aceptables, se requiere un sistema colector de lluvia o una
zanja lateral para transportar el exceso de agua lluvia. Las calles son
parte del sistema mayor de drenaje porque conducen el mayor caudal
de aguas lluvias cuando se excede la capacidad del sistema menor de
drenaje. Puesto que la función primaria de las calles urbanas es para
el movimiento del tráfico, la función de drenaje es secundaria y no
debe interferir en la función de tráfico de la calle. El agua que fluye
por la vía se debe recoger y conducir rápida y eficientemente a los
colectores de lluvia o canales, sin interferir en el movimiento del
tráfico. De acuerdo con estas consideraciones, la función de las calles
como parte del sistema mayor de drenaje es proveer un corredor de
emergencia para un evento con recurrencia mayor que el del periodo
de diseño, con un mínimo daño al ambiente urbano.
El drenaje de una vía es influido por el material del pavimento y la
geometría de la vía. La ubicación de las estructuras de drenaje puede
causar un efecto adverso con respecto a la seguridad de la vía.

4.1 FENÓMENO DE HIDROPLANEACIÓN. PAVIMENTO{1}{2}


La hidroplaneación ocurre cuando se excede la capacidad de drenaje
establecido entre el labrado de la llanta y la superficie del pavimento,
motivo por el cual el agua comienza a acumularse frente a la llanta.
Al ocurrir este fenómeno, se crea una cuña de agua que produce una
fuerza hidrodinámica que puede levantar la llanta de la superficie del
pavimento. Esta situación se considera hidroplaneación dinámica
total, y como el agua ofrece pequeños esfuerzos de resistencia, se
pierde la capacidad tractiva de la llanta y, por consiguiente, el control
del vehículo.

La hidroplaneación es función de la profundidad del agua, la


geometría de la calzada, la velocidad del vehículo, la profundidad del
labrado de la llanta, la presión de inflado y las condiciones de la
superficie del pavimento.
• El flujo en lámina (sheet flow) sobre el pavimento puede ocasionar
hidroplaneación y los materiales del pavimento pueden influir en el
desarrollo de este fenómeno.
• Los pavimentos lisos pueden causar flujos de agua más rápidos y
reducir el espesor de la película de flujo en lámina; sin embargo,
estos pavimentos suaves pueden disminuir el coeficiente de fricción
entre pavimento y llanta, ocasionando peligro de accidentalidad a
los conductores.
• Si aumenta la profundidad de la lámina de agua que escurre sobre el
pavimento, se incrementa el potencial de hidroplanear.
• Cuando una llanta en movimiento sobre una calzada encuentra una
película de agua, ésta es conducida a través de los canales del
labrado de las llantas y de la rugosidad de la superficie.
Los siguientes son algunos factores de diseño del drenaje para evitar
la hidroplaneación:

• Tomar en cuenta que el diseño de la sección transversal de la vía es


muy importante para reducir las longitudes de las rutas de drenaje
del agua sobre el pavimento. Desarrollar el bombeo hacia ambos
lados de la vía parte el flujo y aumenta la pendiente que se tiene, si
se realiza el bombeo hacia un solo lado. Esta condición puede
prevenir la sobreelevación del espesor del flujo en lámina.
• Incrementar la rugosidad del pavimento por métodos tales como el
acanalamiento del concreto pórtland. Un incremento de la textura de
la superficie mejoraría la capacidad de drenaje en la interfase
pavimento-llanta, reduciendo la hidroplaneación.
• Utilizar pavimentos con relación alta de vacíos (o de tamaño
uniforme) que han mostrado que disminuyen de manera importante
el potencial de hidroplaneación en la superficie de rodadura. Esta
reducción es el resultado de la capacidad que tiene el agua de ser
forzada a través del pavimento bajo la llanta y entrar a la subbase.
La textura de la superficie también incrementa el coeficiente de
fricción entre llanta y pavimento. Igualmente, cuando se realiza el
diseño del pavimento se deben tener en cuenta provisiones para el
drenaje de la subbase mediante una amplia y adecuada gradación.
• Usar estructuras de interceptación del drenaje sobre la vía de tal
manera que capten la lámina de agua sobre el pavimento, para
reducir el espesor de la película de agua y disminuir el potencial de
hidroplaneación de la superficie de la vía. La construcción de
entradas ranuradas largas perpendiculares al flujo y juntas de
expansión en puentes también pueden mejorar considerablemente
las condiciones de drenaje de la vía.

4.2 PENDIENTE LONGITUDINAL{1}{2}


Los valores mínimos recomendados de la pendiente longitudinal
establecidos en las normas para el diseño geométrico de la American
Association of State Highway and Transportation Officials (Aashto,
1990) proveen seguridad y aceptable drenaje del agua sobre el
pavimento. Adicionalmente, se presentan las siguientes guías
generales:

• Una pendiente longitudinal mínima es más importante en un


pavimento confinado (entre sardineles) que en un pavimento no
confinado, porque el agua es confinada y en el otro caso corre por la
berma cuando la sección tiene bombeo hacia los lados.
• Las pendientes longitudinales para las cunetas no deberían ser
menores que 0,5 % cuando el pavimento se encuentra confinado y
un valor absoluto mínimo de 0,3 %. Las pendientes mínimas se
pueden mantener en terrenos planos mediante la utilización de un
perfil apropiado para la sección transversal, que se adecue al perfil
de la cuneta.
• En curvas verticales, se puede mantener una pendiente mínima del
0,3 % en unos 15 m en la zona del punto más bajo de la curva. Esta
condición se obtiene si la longitud de la curva en metros, dividida
por la diferencia algebraica de las pendientes en porcentaje (K), es
igual o superior a 50 (156 unidades inglesas); esto se representa por
la siguiente ecuación:

K = constante de la curva vertical (m/porcentaje).

L = longitud horizontal de la curva (m).

G1= pendiente del alineamiento de la vía a un lado del punto de


intersección vertical en porcentaje.

G2= pendiente del alineamiento de la vía al otro lado del punto de


intersección vertical en porcentaje.

4.3 PENDIENTE TRANSVERSAL {1}{2}{3}{4}


Más adelante (tabla 4.1), se indican los rangos aceptables para las
pendientes transversales (Aashto, 1990). Estas pendientes son un
compromiso entre la necesidad razonable de definir un valor para
obtener una pendiente adecuada para el drenaje y una pendiente
relativa cómoda que le garantice confort y seguridad al conductor. Las
pendientes transversales que se presentan corresponden a los valores
estándar prácticos.

Pendientes transversales del 2 % tienen poco efecto en el esfuerzo que


realiza el conductor en el direccionamiento o en la demanda de una
cierta fricción para la estabilidad del vehículo (Gallawcy et al., 1979).
Utilizar una pendiente transversal superior al 2 % en pavimentos con
una línea central de coronación no es deseable. No obstante, en zonas
con lluvias intensas podría usarse un incremento adicional de la
pendiente a 2,5 % para facilitar el drenaje.

En vías con múltiples carriles, donde tres o más carriles tienen la


pendiente en la misma dirección, es aconsejable oponerse al
incremento de la profundidad del flujo en lámina, a causa del
aumento de la sección y al incremento de la pendiente de los carriles
extremos. Las dos líneas adyacentes a la línea central del bombeo se
pueden definir con el bombeo normal, y en los sucesivos carriles de
par en par, hacia afuera, se pueden incrementar las pendientes entre
0,5 y 1 %. La máxima pendiente transversal se puede limitar al 4 %
entre tangencias, al 8 % en peraltes de vías principales y secundarias
y al 6 % en vías terciarias{3}.

Los siguientes son sugerencias adicionales relacionadas con la


pendiente transversal de la vía:

• Los carriles interiores pueden ser pendientados hacia el centro si se


garantizan las condiciones de drenaje. Esta no es una práctica muy
fomentada.
• Las zonas centrales pueden no drenarse a través de los carriles.
• El número y la longitud de las secciones del pavimento plano en las
áreas de transición de la pendiente transversal se tienen que
minimizar. Se debe dar consideración al incremento de pendientes
transversales en curvas verticales cóncavas y en curvas verticales
convexas, así como en secciones de pendiente horizontal.
• Las bermas pueden ser pendientadas para drenar hacia fuera de la
calzada, excepto en salientes, estrechamientos o superelevaciones.
• Las secciones transversales, donde no es posible cumplir con la
recomendación de fijar un punto de coronación -lo que ocurre en
zonas onduladas o montañosas-, deben ser a una sola agua. Este tipo
de secciones sólo es posible en vías locales, donde puede admitirse
flujo transversal{4}.

Tabla 4.1
Pendientes transversales recomendadas en pavimentos normales

4.4 INTERSECCIONES{4}
Las obras de drenaje deben ubicarse de manera estratégica en las
intersecciones y tener la capacidad necesaria para no interferir en las
condiciones de operación de éstas.

Otra manera de evitar el flujo transversal e inundaciones indeseables


en las intersecciones consiste en trasladar gradualmente el punto de
coronación de la calle y las pendientes transversales para que el flujo
longitudinal tome la dirección deseada, de acuerdo con el tipo de
calles que se intersectan (la clasificación de las calles se presenta en
el capítulo 5 de este documento){4}.

4.5 SEGURIDAD{3}{4}{5}
La colocación de las estructuras de drenaje a lo largo de la vía puede
convertirse en un obstáculo para el desarrollo del tráfico. Las entradas
centrales para drenaje de tormentas y uniones necesitan tener una
elevación tal que no sea significativa sobre la superficie de la vía. La
entrada y la salida de los culverts deben situarse fuera de la
trayectoria de vehículos. Como regla general, el diseño del drenaje
debe proveer una condición tal que no incomode el tráfico.

De acuerdo con la referencia 5, otras recomendaciones que el


diseñador debe tener en cuenta para lograr esta condición son:
• Procurar que las obras de drenaje tengan la capacidad de evitar
concentraciones de agua indeseables en la vía, las cuales pueden
generar disminución en la velocidad de los vehículos y, en casos
más críticos, accidentes por el fenómeno de hidroplaneación.
• Evitar obras de drenaje dentro de curvas horizontales de radios
cercanos al mínimo por efecto de restricción sobre los conductores,
obligándolos a realizar operaciones de frenado súbito.
• Procurar que el diseño de obras de captación superficial, como es el
caso de las cunetas, permita la conformación de una sección
transversal segura y cómoda. Se deben evitar al máximo las
secciones hidráulicas que puedan generar la detención de los
vehículos y en algunos casos su volcamiento, en el evento de que
algún vehículo traspase el borde exterior de la berma.
• Tener en cuenta que las estructuras de drenaje deben garantizar que,
en condiciones de funcionamiento normal, no haya acumulación de
sedimentos ni residuos que propicien su colmatación.
• Procurar que, en zonas de cruce de peatones, las aguas de
escorrentía no afecten el paso de éstos; por tal razón, se deben
ubicar estructuras de captación aguas arriba de los cruces.
• Tomar en cuenta el hecho de que en los casos donde se presenten
curvas verticales cóncavas con cambio de signo de las pendientes de
entrada y salida, hay que ubicar la obra u obras de drenaje de tal
manera que se evite la acumulación de agua en la parte más baja de
la curva.
CONFIGURACIÓN TÍPICA
DE LAS VÍAS URBANAS{6}{7}
5.1 CLASIFICACIÓN DE LAS CALLES

a clasificación del sistema de calles desde el punto de vista de

L la ingeniería de tráfico se basa generalmente en las principales


características geométricas, el volumen de tráfico y la manera
como se controlan las rampas de acceso. No obstante, un ingeniero de
drenaje debe interesarse también en la clasificación de las calles
porque hay que tomar en cuenta las consideraciones de drenaje
especial, como el esparcimiento máximo permitido, la profundidad
del agua en la cuneta o en el bombeo de la calle, tipos de entradas,
etc. De hecho, el movimiento del tráfico en un sistema de carreteras
puede ser fuertemente afectado por las lluvias y la escorrentía; si el
sistema de drenaje de carreteras no está bien planeado y diseñado,
puede causar que el sistema vial quede degradado a un nivel
inaceptable de servicio.

Regularmente, desde el punto de vista del sistema de transporte de


drenaje en vías, las calles se pueden clasificar como urbanas, rurales o
semiurbanas. Las calles urbanas están caracterizadas por estar
confinadas en sardineles o cordones de andén, cunetas y sumideros
captadores de escorrentía superficial. A las calles rurales por lo
general se les incorporan lateralmente canales abiertos, o zanjas, y a
las calles semiurbanas, bermas de concreto poco profundas para
transportar el esparcimiento de aguas lluvias sobre la calzada. En
términos prácticos, se podría clasificar el sistema de calles de acuerdo
con sus dimensiones y uso en local, recolector, principal o autopista,
dependiendo del tránsito promedio diario (TPD).

5.1.1 Calles locales


Las calles locales pueden ser residenciales o industriales de velocidad
de tráfico lento. Están diseñadas para proveer servicio local sin
interferir en el tráfico. Éstas deben tener signos de pare y se
caracterizan por sus dos carriles móviles. Están permitidos carriles de
parqueo a lo largo de cada lado de la calle.

5.1.2 Calles recolectoras


Las recolectoras están diseñadas como calles internas principales, que
proveen servicio entre calles locales y arteriales con velocidad de
tráfico de lento a moderado, con signos de pare donde éstas
interceptan calles laterales y señales de tráfico donde se encuentran
con calles arteriales. Debe haber tres o cuatro carriles de tráfico
móviles y el parqueo es permitido contiguamente a los bordillos de
acera.

5.1.3 Calles arteriales

Las calles arteriales están clasificadas en mayores y menores, con


velocidad de tráfico de moderada a alta, pasando a través de áreas
urbanas y acceso a las autopistas. Tienen controlado o limitado el
acceso para permitir un eficiente movimiento del tráfico, cuentan con
entre cuatro y seis carriles de tráfico y deben tener señales de tráfico
en las intersecciones mayores, intersecciones con otras calles. Se
puede prohibir el parqueo contiguo a los bordillos de acera.

5.1.4 Autopistas

Las autopistas están diseñadas para un rápido y eficiente movimiento


del tráfico. El acceso está controlado con separación de niveles en los
intercambios (puentes y orejas). El tráfico puede usar en general hasta
ocho carriles y el parqueo es prohibido.

Seguidamente se presentan de manera resumida las características de


cada una de las clasificaciones de las calles urbanas (tabla 5.1).
Tabla 5.1
Características de las calles{7}

A continuación se muestra una ilustración esquemática de una red de


calles en una comunidad (figura 5.1).
Figura 5.1 Ejemplo de malla vial en una comunidad residencial.

A renglón seguido se presentan las configuraciones geométricas para


calles urbanas, recolectoras, autopistas sin peaje, semiurbanas y
rurales (figuras 5.2, 5.3 y 5.4).
Figura 5.2 Secciones típicas de vías urbanas.
Figura 5.3 Secciones típicas de vías arterias y autopistas{6}.

Figura 5.4 Secciones típicas de vías rurales y semiurbanas{6}.


En el caso de las vías colombianas, en particular en la ciudad de
Bogotá, el subsistema vial está conformado por los siguientes
componentes (referencia 8):

• Malla vial arterial.


• Malla vial intermedia.
• Malla vial local.
• Alamedas y pasos peatonales.
• Red de ciclorrutas y corredores de movilidad local.
• Malla vial rural.

El subsistema vial está constituido por cuatro mallas jerarquizadas y


relacionadas funcionalmente por las intersecciones generadas por
éstas:
• Malla vial arterial principal, que es el soporte de la movilidad y
accesibilidad metropolitana y regional.
• Malla vial arterial complementaria, que articula operacionalmente
los subsistemas de la malla vial arterial principal, y facilita la
movilidad de mediana y larga distancia como articulación a escala
urbana.
• Malla vial intermedia, constituida por una serie de tramos viales que
conectan la retícula que conforman la malla arterial principal y
complementaria y sirven como alternativa de circulación a éstas.
Permite el acceso y fluidez de la ciudad a escala zonal.
• Malla vial local, que establece el acceso a las unidades de vivienda.
Dentro de la clasificación del subsistema vial existe una
subclasificación, de acuerdo con las secciones transversales de las
vías{1}. Las secciones viales bases son las siguientes:
• Para la malla arterial principal y la malla arterial complementaria:
V-0, V-1, V-2 y V-3.
• Para la malla vial intermedia: V-4, V-5 y V-6.
• Para la malla vial local: V-7, V-8 y V-9.
Las vías se diferencian en su utilización por el tipo de transporte que
opera sobre ellas, de la siguiente manera:
• Perfil A: base.
• Perfil B: base, troncal de buses.
• Perfil C: base, metro.
• Perfil D: base, troncal de buses, metro.
Se entiende que la sección base de cualquiera de las anteriores
categorías incluye andenes, ciclorruta y calzadas vehiculares de
tráfico mixto.
Los anchos de las vías se establecen en el artículo 158, "Definición y
dimensión de las reservas viales", del Decreto 619 de 2000,
modificado por el rtículo 136 del Decreto 469 de 2003. Los anchos
mínimos de las secciones transversales de las vías pertenecientes a las
mallas viales arteriales principales, arteriales complementarios,
intermedios, locales y rurales, serán los siguientes:
Vía V-0: 100 m

Vía V-1: 60 m
Vía V-2: 40 m

Vía V-3: 30 m (en sectores sin desarrollar)


28 m (en sectores desarrollados)

Vía V-3E: 25 m
Vía V-4: 22 m

Vía V-4R: 22m (en zonas rurales)


Vía V-5: 18m (para zonas industriales y acceso a barrios)

Vía V-6: 16 m (local principal en zonas residenciales)


Vía V-7: 13 m (local secundaria en zonas residenciales)
Vía V-8: 10 m (pública, peatonal, vehicular restringida)

Vía V-9: 8 m (peatonal)

Los detalles de cada sección transversal se presentan en la referencia


9.
FRECUENCIAS DE DISEÑO
Y ANCHO DE ESPARCIMIENTO{1}{2}{7}
L
os eventos de lluvia varían mucho en magnitud y frecuencia de
ocurrencia. Las grandes tormentas producen grandes caudales,
pero son muy poco frecuentes. Las tormentas menores
producen caudales más pequeños, pero ocurren con más frecuencia.

El criterio de diseño mediante un periodo de retorno exige un análisis


razonable, ya que aunque se puede diseñar una red de drenaje para
cualquier periodo de retorno, por razones económicas los sistemas de
drenaje de aguas lluvias no suelen estar diseñados para el caudal
máximo durante los eventos de grandes tormentas.

Los sistemas de drenaje de aguas lluvias están diseñados para el


caudal máximo de una tormenta de menor importancia (eventos más
pequeños), con una mínima interrupción de tráfico de la calle. Para
lograr esto, la propagación de agua en la calle está limitada a un cierto
valor, denominado ancho de esparcimiento máximo, durante el evento
de tormenta menor. La magnitud de la tormenta menor está
establecida según la normativa local o por diferentes criterios;
habitualmente el sistema se diseña para periodos de retorno de 2, 5 o
10 años, e incluso se puede diseñar para periodos de retorno de 25 o
50 años en zonas de carácter especial.

En ocasiones, las tormentas que se producen superan la magnitud de


la tormenta menor. Cuando esto sucede, la propagación de agua en la
calle supera la propagación permisible para el evento de tormenta
menor. Se presentan inundaciones en las calles y el tráfico se
interrumpe. Sin embargo, un diseño adecuado requiere que la
seguridad pública se mantenga para minimizar los daños por
inundaciones. De este modo, en la normativa local a menudo se
establece también el periodo de retorno para el evento de tormenta
mayor, en general una tormenta con un periodo de retorno que podría
ser hasta de cien años. Para este evento, denominado tormenta de
chequeo, la calle se convierte en un canal abierto, que se debe
analizar para determinar que las con secuencias de la inundación son
aceptables con respecto a los daños y la seguridad pública.

De acuerdo con las anteriores consideraciones, las decisiones más


significativas de diseño para el drenaje del pavimento son:

• Frecuencia de la lluvia de diseño.


• Cantidad de agua que escurre o se "esparce" sobre el pavimento.

El agua esparcida sobre el pavimento y la frecuencia de diseño no son


independientes. Las implicaciones del uso de un criterio para el ancho
de esparcimiento máximo en un carril de tráfico medio son
considerablemente diferentes para una frecuencia de diseño dada que
para una frecuencia de diseño menor.

El esparcimiento del agua sobre la vía tiene también implicaciones


diferentes cuando el tráfico es bajo y la vía es de baja velocidad, que
cuando las vías son de alta velocidad. La compensación del riesgo y
la inundación es el resultado del drenaje del pavimento, además de
una seguridad importante para la vía.

6.1 CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LA FRECUENCIA DE DISEÑO:


{1}{2}
COMPENSACIÓN DEL RIESGO

El objetivo del diseño tormenta-drenaje de una vía es proveer


seguridad para el desplazamiento de los vehículos durante una
tormenta. El diseño de los sistemas de drenaje para una sección
transversal de una vía consiste en recoger la escorrentía en la cuneta o
zanja lateral y dirigirla a las entradas o culverts, de tal manera que se
provea un razonable grado de seguridad para el tráfico y caminantes a
un costo adecuado.

Como el escurrimiento sobre calzadas confinadas por sardineles se


incrementa, el riesgo por accidentes de tráfico, averías, molestias y
posibles peligros a los peatones también se aumenta.
La frecuencia de diseño y el ancho de esparcimiento permitido para el
diseño implican aceptables riesgos de accidentes, reducción del
tráfico y costos admisibles para los sistemas de drenaje. Los riesgos
asociados con el agua sobre los carriles son mayores con altos
volúmenes de tráfico, altas velocidades y alta clasificación de las vías,
que con menores volúmenes de tráfico, velocidades y una baja
clasificación de las vías.
Las principales consideraciones que hay que tener en cuenta en la
selección del periodo de retorno y del ancho de esparcimiento
máximo son:

• La clasificación de las calles de acuerdo con sus funciones:


funciones altas implican aceptar bajo riesgo, que se traslada a bajos
intervalos de recurrencia con periodos de retorno entre 1 y 100 años.
Debido a que el represamiento de los carriles de alta velocidad es
contrario a las expectativas públicas, los riesgos de accidentes y los
costos del tráfico represado son altos.
• La velocidad de diseño es importante en la selección de criterios de
diseño del drenaje (una velocidad superior a 70 km/h y agua sobre el
pavimento pueden causar hidroplaneación; en este caso, la
intensidad de la lluvia es más significativa que el "esparcimiento"
del agua sobre la vía).
• Los volúmenes de tráfico proyectados son un indicador de la
importancia económica de mantener abierta la vía al tráfico. Los
costos de oportunidad de pérdida de manejo y tiempos de viaje de
los pasajeros asociados con la interrupción del tráfico se
incrementan rápidamente con el aumento del volumen de tráfico.
• La intensidad de la lluvia puede afectar significativamente la
selección de la frecuencia de diseño y el ancho del esparcimiento.
Los riesgos asociados con el esparcimiento de aguas sobre el
pavimento pueden ser menores en las zonas áridas, donde se
presentan pocas lluvias, ya que están sujetas a aguaceros de más
altas intensidades que áreas que tienen lluvias más frecuentes, pero
donde se presentan lluvias menos intensas.
• Los costos de capital están al otro lado de la ecuación. Las
consideraciones de los costos hacen necesario un balance para
aproximarse a la selección de los criterios de diseño basados
esencialmente en el riesgo: hay que escoger entre los criterios
deseables y los practicables necesarios por los costos.

Otras consideraciones incluyen inconvenientes, peligros y molestias


al tráfico de peatones, las cuales no se pueden minimizar en algunos
sitios, como áreas comerciales, que es donde se debe tener más
cuidado.

6.2 CONSIDERACIONES SOBRE LAS GUÍAS DE DISEÑO PARA FRECUENCIAS DE


{1}{2}
DISEÑO Y ANCHO DE ESPARCIMIENTO PERMITIDO

En la tabla siguiente se dan recomendaciones mínimas sobre las


frecuencias de diseño y el flujo esparcido sobre el pavimento, con
base en el tipo de vía y la velocidad del tráfico, de acuerdo con la
referencia 1 (tabla 6.1).

Así, por ejemplo, la frecuencia de diseño recomendada para las


secciones en pasos bajos, donde la acumulación del agua sólo se
puede remover mediante sistemas de drenaje, es de 50 años.

Tabla 6.1
Valores de frecuencias de diseño y ancho de la zona de esparcimiento recomendados para
el diseño del drenaje en vías{1}
El distrito de Denver (Colorado), en su Manual de drenaje urbano
(referencia (7)) estableció unos valores estándar para el ancho de
esparcimiento máximo para un periodo de retorno de inundación dado
(tormenta menor) (tabla 6.2).

Tabla 6.2
Ancho de agua permitido sobre el pavimento para la tormenta menor{7}

También es una práctica común delimitar la frecuencia de diseño de


acuerdo con el uso de la tierra, además del criterio del tipo de vía, el
cual es de importancia en las grandes ciudades. El tipo de uso de la
tierra debe determinarse con flexibilidad, pues su aplicación estricta
puede llegar a una subdivisión excesiva de las áreas urbanas y
complicar innecesariamente la fijación de los periodos de retorno. Por
esta consideración, cuando se menciona el tipo de suelo, debe tenerse
en cuenta el uso dominante en el área{4}.

La frecuencia de diseño de acuerdo con el uso del suelo, basada en


referencias estadounidenses, se presenta a continuación (tabla 6.3).

Tabla 6.3
Valores de frecuencia de diseño de acuerdo con el uso del suelo{4}
Esta tabla debe usarse como complemento de las tablas que asignan el
periodo de retorno de diseño únicamente de acuerdo con la
clasificación de la vía. Una vez establecidos los periodos de retorno
de conformidad con la clasificación de la vía, debe comprobarse la
frecuencia de diseño asignada por el uso del suelo y utilizar la
frecuencia de diseño más alta para cada caso.

En normas colombianas como el Reglamento Técnico del Sector de


Agua Potable y Saneamiento Básico (RAS 2000), la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y Empresas Públicas
de Medellín (EPM), la frecuencia de diseño para el sistema de drenaje
de aguas lluvias se establece de acuerdo con el periodo de diseño de
la red de drenaje pluvial, teniendo en cuenta que el sistema de drenaje
es un sistema integral entre el sistema superficial y los colectores.

La selección del periodo de retorno está asociada entonces con la


ocurrencia de eventos de precipitación, las características y la
importancia del área de estudio, los costos de construcción, costos de
operación y costos de reparación de daños, perjuicios y molestias
causados por las posibles inundaciones que afecten a los habitantes, el
tráfico vehicular, el comercio, la industria, entre otros. En todo caso,
la normativa colombiana exige justificar el valor adoptado. En caso
de que no se haga un estudio en el que se tomen en cuenta las
anteriores características, cada normativa presenta unos valores
recomendados, como se puede ver a continuación.
6.2.1 Periodos de retorno o grados de protección
recomendados por el RAS 2000

A renglón seguido se presentan los periodos de retorno recomendados


por el RAS 2000 para el diseño del sistema de drenaje de aguas
lluvias (tabla 6.4).

Tabla 6.4
Periodos de retorno recomendados por el RAS{10}

*Parte revestida a diez años, más borde libre a cien años.

6.2.2 Periodos de retorno o grados de protección


recomendados por la EAAB

Seguidamente se presentan los periodos de retorno o grados de


protección recomendados por la EAAB, de acuerdo con su normativa,
para el periodo de diseño según las características del área de drenaje
(tabla 6.5).

Tabla 6.5
Periodos de retorno o grados de protección EAAB{11}
El ancho de inundación permisible de la vía (T) por escorrentía está
en función del tipo de vía, al igual que del tráfico vehicular y peatonal
esperado (tabla 6.6).

Tabla 6.6
Ancho de esparcimiento superficial admisible{12}

La EAAB, en la norma para el diseño de cunetas NS-057, presenta el


límite permisible de la zona inundable y su respectiva frecuencia de
diseño de acuerdo con el tipo de vía, en función de las características
de drenaje en la vía (tabla 6.7).
Tabla 6.7
Límites de inundación permisible de cunetas en vías urbanas y frecuencia de la lluvia
(EAAB){13}

NA: no aplica.

6.2.3 Periodos de retorno o grados de protección


recomendados por las EPM
Las Empresas Públicas de Medellín (EPM) presentan en su normativa
el periodo de retorno, de acuerdo con las características del área de
drenaje (tabla 6.8).

Tabla 6.8
Periodos de retorno de diseño (EPM){14}

6.3 TORMENTA DE CHEQUEO{2}{7}


La tormenta de chequeo se puede utilizar cuando la escorrentía
ocasiona inaceptables inundaciones durante eventos de menor
frecuencia. Adicionalmente, las entradas pueden evaluarse siempre
para una tormenta de chequeo cuando una serie de entradas terminan
en curvas verticales cóncavas, en las que un potencial
almacenamiento produce profundidades peligrosas.

La frecuencia seleccionada para la tormenta de chequeo se puede


basar en las mismas consideraciones utilizadas para seleccionar la
tormenta de diseño, como por ejemplo las consecuencias del
escurrimiento de exceso escogido para el diseño y el potencial de
encharcamiento.
En aquellos sitios donde no existe posibilidad de encharcamiento, la
lluvia de chequeo resulta normalmente innecesaria.
El criterio general utilizado para el escurrimiento durante la tormenta
de chequeo por la HEC-22 (Hydraulic Engineering Circular-22) es
suponer un carril libre para el tráfico durante la presencia del evento o
un carril sin escurrimiento.

A continuación se dan algunos estándares de inundación de la calle


para la tormenta de chequeo, de acuerdo con el tipo de clasificación
de la calle, recomendados por el Manual de drenaje de Denver
(Colorado) (tabla 6.9).

Tabla 6.9
Estándares de inundación en la calle para un evento de tormenta mayor (cien años).
Manual de drenaje de Denver{7}
ELEMENTOS PARA EL MANEJO
DE LA ESCORRENTÍA
7.1 CORDONES DE ANDÉN (SARDINELES) Y CUNETAS

os cordones de andén o sardineles y cunetas proveen

L delineación sobre la carretera, pero su función más importante


desde el punto de vista del drenaje es proveer una barrera por la
cual el escurrimiento de la vía es guiado, concentrado y transferido al
sistema de recolección de aguas lluvias. Es trascendental que el
escurrimiento tenga cierta profundidad en el sardinel para hacer que
los sumideros de la vía trabajen eficientemente. Hay varias clases de
sardineles y de cunetas. Su selección depende de la función que los
cordones de andén -o sardineles- y las cunetas prestarán (figura 7.1).

7.1.1 Clases de cordones de andén y cunetas

Figura 7.1 Tipos de cordones de andén y cunetas.


En la figura anterior (figura 7.1) se muestran cuatro clases de
estructuras de confinamiento de vías, cuya función primaria es
delinear la carretera. El pavimento de la carretera transporta el
escurrimiento hacia ellas, cumpliendo la función de drenaje. Los
cordones de andén verticales también se utilizan sin cunetas. En este
caso, el pavimento tomaría posesión de la función de drenaje de la
cuneta.

Figura 7.2 Secciones de acera-bordillo-cuneta.

Los cordones de andén y las cunetas pueden estar juntos o separados


de la acera de la carretera. En la figura anterior (figura 7.2) se pueden
apreciar dos clases de cordón de andén-cuneta, los cuales tienen poco
uso en Colombia. Los tipos I y II son cunetas recolectoras (vías
rurales). Cabe anotar que la cuneta tipo II tiene más capacidad de
transporte porque en éste el flujo de escorrentía tendrá mayor altura
en la cuneta. La combinación tipo I tiene un cordón de andén de diez
cm de altura en el contorno de inundación y se usa generalmente en
calles residenciales. La combinación tipo II posee un cordón de andén
de 15 cm de altura en el contorno de inundación. Ésta tiene una
importante capacidad de flujo de la calle y puede utilizarse en vías
locales, recolectoras o arteriales mayores.

7.2 SUMIDEROS
Una vez que el flujo se ha dirigido hacia la cuneta, la siguiente etapa
es su evacuación hacia la red de aguas lluvias o hacia el sistema de
drenaje natural. En el caso del drenaje urbano, los puntos de entrada
se conocen como sumideros.

7.2.1 Clases de sumideros

Los sumideros pueden clasificarse según la forma de captación y


según el diseño de su caja.

• Según la forma de captación

Los cuatro tipos principales de sumideros para evacuación del


escurrimiento son:

1. Sumidero de rejilla. Es aquel que tiene una abertura en la cuneta


cubierta por una rejilla (figura 7.3).
2. Sumidero lateral o de ventana. Este sumidero consta de una
abertura vertical en el cordón de andén, cubierto en la parte superior
por una losa de concreto que en este caso es la acera (figura 7.4).
3. Sumidero combinado. Está constituido por los dos sumideros
anteriores, localizados frente a frente (figura 7.5).
4. Sumidero ranurado. Tiene cortes o perforaciones longitudinales a
lo largo del eje de la corona de un tubo con barras perpendiculares
que mantienen las ranuras abiertas (figura 7.6).

• Según el diseño de la caja{14}


1. Sumidero con válvula de cheque o charnela. Cuando los
sumideros están conectados a redes de alcantarillados combinados,
es necesario evitar que en épocas de sequía los olores desprendidos
de las aguas residuales salgan a las calles a través de los sumideros.
Para esto, se coloca una válvula de cheque.
2. Sumidero con sello hidráulico. Se utiliza para evitar que en
épocas de sequía los olores desprendidos de las aguas residuales
salgan a las calles a través de los sumideros.
3. Sumidero con desarenador. Cuando el sistema se encuentra en
vías sin pavimentar o en vías donde se producen muchas arenas y
sólidos suspendidos, se puede evitar que lleguen a la red de
alcantarillado con una estructura de desarenador en el interior de la
caja.

Figura 7.3 Sumidero de rejilla. Dimensiones y variables.


Figura 7.4 Sumidero lateral o de ventana. Dimensiones y variables.

Figura 7.5 Sumidero combinado. Dimensiones y variables.


Figura 7.6 Sumidero ranurado. Dimensiones y variables.
ESTUDIOS HIDROLÓGICOS
ESTIMACIÓN DE CAUDALES{2}{11}{14}{15}
E
n general, las áreas de drenaje típicas en vías urbanas son
pequeñas y los caudales de diseño se obtienen a partir de la
intensidad de la lluvia de diseño.

La mayoría de las áreas de drenaje se definen por lo regular a partir


de la infraestructura urbana y su desarrollo, por medio de las vías
(calles, carreras, transversales y diagonales), y del tipo de las
edificaciones, según sean desarrolladas vertical u horizontalmente.

Así mismo, en la definición de las áreas de drenaje un factor clave es


el manejo de la escorrentía que cae sobre las áreas de drenaje, para lo
cual se tiene en cuenta lo siguiente:
• En un desarrollo horizontal, toda el agua precipitada en una
estructura urbana o manzana es drenada a la vía, por lo que es la
encargada de su transporte y encauzamiento hasta la captación.
• En un desarrollo vertical, toda el agua precipitada es recogida en
forma parcial o en su totalidad en el área de drenaje, y se entrega
directamente a la red de drenaje de aguas lluvias, en cuyo caso el
área de drenaje no se toma en cuenta para la estimación de los
caudales de diseño del sistema de drenaje de la vía.

En el diseño y estudio hidrológico de las cuencas asociadas con el


drenaje urbano, se deben considerar los efectos de la urbanización
relacionados con el potencial de inundaciones en pequeñas cuencas
urbanas. Los efectos de la urbanización en los hidrogramas de
crecientes incluyen incrementos en los volúmenes totales de
escorrentía y en los caudales pico. En general, los mayores cambios
en los caudales en las cuencas urbanas se deben a lo siguiente:
• El volumen del agua disponible para la escorrentía aumenta a causa
del incremento de las zonas impermeables, producto de los
parqueaderos, las calles y los techos, que reducen la infiltración.
• Los cambios en la eficiencia hidráulica asociados con canales
artificiales, cunetas y sistemas de recolección de drenaje de
tormentas, que aumentan la velocidad del flujo y la magnitud de los
picos de creciente.

8.1 CÁLCULO DEL CAUDAL DE DISEÑO{1}{2}


Se presentan tres métodos para estimar el caudal de diseño, con base
en la selección de una intensidad máxima de la lluvia para las
condiciones de una cuenca:
1. Método racional —t c—Tr.
2. Método que previene la hidroplaneación.
3. Método visión reducción de manejo.

El primer método es explícito y utiliza parámetros establecidos para


el cálculo del drenaje usando la fórmula racional, como el tiempo de
concentración, tc, y el periodo de retorno, Tr. El segundo y el tercer
método consideran la seguridad del vehículo directamente, desde el
punto de vista de la hidroplaneación como la pérdida de la visión y de
manejo, producido por las fuertes lluvias. Todos los métodos de
diseño llevan a la selección del esparcimiento como un requerimiento
para el diseño. El primer método envuelve el periodo de retorno, y los
métodos dos y tres seleccionan la intensidad de la lluvia basada en los
límites físicos del vehículo y de la visión del conductor; en estos dos
casos, la frecuencia de diseño es imputada por los límites físicos más
que por el estudio y análisis, o la política prevaleciente.

8.2 MÉTODO RACIONAL{1}{2}


La ecuación más común usada para el cálculo del caudal pico de
pequeñas áreas asociadas con el drenaje de vías es un simple balance
de masas que se considera válida para áreas inferiores a 0,8 km2
(ASCE, 1992) y se conoce como la fórmula racional.
Donde:

Q = caudal (m3/s).

C = coeficiente de escorrentía, volumen de flujo/lluvia caída,


adimensional.

I = intensidad de la lluvia (mm/h).


A = área de drenaje (km2).

Kc = 3,6 (factor de conversión de unidades).

En la ecuación anterior se establecen las siguientes consideraciones:

• El caudal pico ocurre cuando toda el área contribuye al flujo.


• La intensidad de la lluvia es uniforme en un tiempo igual al tiempo
de concentración de la hoya. El tiempo de concentración es el
tiempo requerido por el agua para viajar desde el punto más alejado
al punto en consideración.
• El caudal pico tiene una frecuencia igual que la de la intensidad de
la lluvia. Esto significa que una lluvia con una frecuencia dada
produce un caudal pico con la misma frecuencia.

8.2.1 Área de drenaje{1}{2}

El origen de las áreas de drenaje está dado por la infraestructura


urbana y su desarrollo, por las vías y el tipo de las edificaciones. El
área se define de acuerdo con el punto donde se recoge la escorrentía,
sumidero o estructura de captación, la heterogeneidad de la superficie
debida a vías, techos, jardines, parques, etc., y el recorrido de la
escorrentía por las superficies o por las conducciones.

8.2.2 Coeficiente de escorrentía{1}{2}


La selección del coeficiente de escorrentía (C) en general se puede
realizar de acuerdo con la cobertura del suelo (uso de la tierra),
tomando como referencia los valores que se presentan en la tabla
siguiente (tabla 8.1).

Si el área en estudio tiene varios tipos de cobertura, se puede calcular


un coeficiente compuesto o ponderado, utilizando el peso de cada
área de la siguiente manera:

Donde el subíndice i corresponde a los valores designados para los


diferentes tipos de terrenos. Las zonas de derecho de vías en general
tienen coeficientes de escorrentía superiores a 0,5 a causa de las
características de cobertura del pavimento.

Tabla 8.1
Coeficientes de escorrentía típicos en el drenaje urbano{2} (Mays, 2004)
8.2.3 Determinación de la intensidad de la lluvia. Método
racional{1}{2}

Uno de los primeros pasos que hay que seguir en muchos proyectos
de diseño hidráulico, como el diseño de sistemas de drenaje urbano,
es la determinación del evento o los eventos de lluvia que deben
usarse. La forma más común de hacerlo consiste en utilizar una
tormenta de diseño o un evento que involucre una relación entre la
intensidad de lluvia, la duración y las frecuencias o periodos de
retorno apropiados para la obra o el sitio. Las curvas IDF (intensidad,
duración, frecuencia) de una lluvia son indispensables para
seleccionar la intensidad de la lluvia por el método racional. Estas
curvas -estandarizadas en muchos casos- están disponibles para un
determinado sitio.

En Colombia se ha avanzado en el periodo reciente en disponer de las


curvas IDF regionalizadas, si no es necesario construirlas. Teniendo
en cuenta que en libros de hidrología se explica extensamente su
proceso constructivo, no se incluye la metodología de cálculo para la
estimación de las curvas IDF.

El método racional supone que, para una frecuencia dada, la duración


de la lluvia que desarrolla el máximo caudal para una intensidad dada
es igual al tiempo de concentración tc, definido éste como el tiempo
para que una gota de agua que cae desde el punto más alejado de la
cuenca llegue a la sección de control.

En estas condiciones se requiere calcular el tiempo de concentración


como la suma de los tiempos de viaje de las gotas que se mueven
siguiendo una cierta ruta: sobre el terreno natural o flujo en lámina,
flujo superficial poco profundo, flujo en la cuneta, etc.

8.2.4 Estimación del tiempo de concentración{2}

8.2.4.1 Tiempo de viaje del flujo en lámina

El flujo en lámina es la escorrentía de una masa poco profunda sobre


una superficie plana con profundidad uniforme sobre la superficie en
pendiente del terreno natural. Esto generalmente ocurre al inicio de la
escorrentía, en la cabecera de la cuenca, en una corta distancia (no
más de 90 m y posiblemente menor de 25 m).

El flujo en lámina se estima comúnmente utilizando una versión de la


ecuación de la onda cinemática, una derivación de la ecuación de
Manning.
Ts = tiempo de viaje del flujo en lámina (min).

n = coeficiente de rugosidad (tabla 8.2).

L = longitud del flujo (m).

I = intensidad de la lluvia (mm/h).

S = pendiente de la superficie (m/m).

Kc = coeficiente empírico (6,943).

En la expresión anterior, Ts se obtiene mediante un proceso iterativo,


porque I depende de Ts y es desconocido inicialmente. Es necesario
suponer un Ts para calcular I de las curvas IDF. Con el valor de I se va
a la ecuación y se calcula Ts, que debe ser igual al supuesto. En caso
contrario, hay que repetir el proceso.
Para la escorrentía en otros casos se calcula primero la velocidad y
luego se determina el tiempo de viaje, dividiendo la longitud sobre la
velocidad.

Tabla 8.2
Coeficientes de rugosidad n de Manning, típicos{2}
8.2.4.2 Tiempo de viaje en condiciones de flujo
concentrado

Después de las cortas distancias –alrededor de 90 m– definidas en el


párrafo anterior, el flujo en lámina tiende a concentrarse en pequeños
canales y proporcionalmente se va incrementando. Éste se conoce
como un flujo concentrado. La velocidad en dichos flujos se puede
estimar utilizando una relación entre velocidad y pendiente así:

Vc = velocidad (m/s).

k = coeficiente de interceptación (tabla 8.3).

Sp = pendiente longitudinal (%).

El tiempo de viaje en condiciones de flujo concentrado se calcula de


la siguiente manera:
TFC = tiempo de viaje en flujo concentrado (min).

L = longitud del tramo en la que se desarrolla el flujo (m). V =


velocidad (m/s).

Tabla 8.3
Valores típicos del coeficiente k de interceptación para velocidad contra relación de
pendiente{2}

8.2.4.3 Tiempo de viaje del flujo en la cuneta{2}

Para encontrar el tiempo de flujo en la cuneta, un método utilizado es


estimar el promedio de velocidad en un tramo de la cuneta. El tiempo
de flujo en un canal triangular con flujo uniforme por unidad de
longitud se puede calcular adecuadamente usando una velocidad
promedio de flujo en cuneta, de la siguiente manera:

Vg = velocidad en la cuneta (m/s).

k = 0,752. '
S0 = pendiente longitudinal de la cuneta (m/m).
Sx = pendiente transversal de la cuneta (m/m).

T = ancho de esparcimiento permitido por sobre la calzada (m) (ver


valores recomendados).
n = coeficiente de Manning (en general, un valor de 0,016 es el
recomendado para la superficie de la cuneta).

El tiempo de viaje de flujo en la cuneta se calcula así:

Tg = tiempo de viaje de flujo en la cuneta (min).

L = longitud de la cuneta en la que se desarrolla el flujo (m).

8.2.4.4 Tiempo de viaje de flujo en canales y tuberías

La ecuación de Manning se puede emplear para determinar la


velocidad promedio en tuberías y canales abiertos, y a partir de ésta
determinar el tiempo de viaje de la escorrentía en este sistema de
drenaje.

Donde:
n = coeficiente de rugosidad, de acuerdo con la tabla 7.4.

Co = coeficiente de unidades, para el sistema SI Co = 1 o USC = 1,49.

V p= velocidad promedio en canales y tuberías (m/s).

R = radio hidráulico (m).

S = pendiente longitudinal del canal (m/m).


El tiempo de viaje del flujo en canales y tuberías se calcula en la
siguiente forma:

Tp = tiempo de viaje en canales y tuberías (min).

L = longitud del tramo en el que se desarrolla el flujo (m).

Tabla 8.4
Valores del coeficiente de Manning (n) para canales y tuberías

Fuente: Jennings et al., 1994.

8.2.4.5 Estimación del tiempo total de viaje en el


movimiento combinado de la escorrentía, de acuerdo con
su zona de desarrollo
El tiempo de viaje total se puede calcular así:

Tc = tiempo de concentración (min).

Ts = tiempo de flujo en lámina (min).

Ti = tiempo de viaje (min) (TFC, Tg o Tp).

8.2.4.6 Otros métodos para el cálculo del tiempo de


concentración sobre una superficie {15}

Método de Kirpich (1940)


Método desarrollado a partir de información del Soil Conservation
Service (SCS), sobre siete cuentas bien definidas con pendientes de 3
a 10 %.

Donde:
tcs = tiempo de concentración sobre la superficie (min).

L = longitud del cauce (m).


S = pendiente promedio de la cuenca (m/m).

Para flujos superficiales sobre concreto o asfalto debe multiplicarse el


tiempo de concentración tcs por 0,4, y para canales de concreto debe
multiplicarse por 0,3. Para flujo superficial en suelo descubierto o
para flujo en cunetas no debe realizarse ningún ajuste.
Método de California Cuíverts Practice (1942)
Esta ecuación se desarrolla a partir de la ecuación de Kirpich para
pequeñas cuencas montañosas de California.

Donde:

tcs = tiempo de concentración sobre la superficie (min).

L = longitud del curso de agua más largo (m).

H = diferencia de nivel entre la divisoria de aguas arriba y la de salida


(m)

Método de Izzard (1946)


Ecuación diseñada experimentalmente en laboratorio por el Bureau of
Public Roads para flujo superficial en caminos y áreas con césped.

Donde:
tcs = tiempo de concentración sobre la superficie (min).

L = longitud de la trayectoria del flujo (m). c = coeficiente de retorno.


S = pendiente de la trayectoria de flujo (m/m).

I = intensidad de la lluvia (mm/h).


Los valores del coeficiente de retorno varían desde 0,0070 para
pavimentos muy lisos, hasta 0,012 para pavimentos de concreto y
0,06 para superficies densamente cubiertas de pasto.
La solución requiere un proceso iterativo debido a que ni la intensidad
ni el tiempo de concentración son conocidos. El producto (I-L) debe
ser inferior o igual a 3800.
Método de la onda cinemática Morgali y Linsley (1965), Argon y
Erboge (1973)
Ecuación para flujo superficial desarrollada a partir del análisis de
onda cinemática de la escorrentía superficial

Donde:
tcs = tiempo de concentración sobre la superficie (min).

L = longitud del flujo superficial (m). n = coeficiente de rugosidad de


Manning.
S = pendiente promedio del terreno (m/m).
I = intensidad de la lluvia (mm/h).
El método requiere un proceso iterativo debido a que la intensidad y
el tiempo de concentración son desconocidos.

Método de la ecuación de retardo SCS (1973)


Ecuación desarrollada por el Soil Conservation Service (SCS) a partir
de información de cuencas de uso agrícola; se ha adaptado a pequeñas
cuencas urbanas con áreas inferiores a 800 ha.
Donde:
Tcs = tiempo de concentración sobre la superficie (min).

L = longitud mayor de la trayectoria del flujo (m).


CN = número de curva de escorrentía o número de clasificación del
suelo SCS.

S = pendiente promedio del terreno (m/m).


Según los resultados de las experimentaciones, se ha encontrado que
es confiable cuando el área se encuentra completamente pavimentada.
Para áreas mixtas, tiene tendencia a la sobrestimación; se aplican
factores de ajuste para corregir efectos de mejoras en canales e
impermeabilización de superficies.

8.2.4.7 Tiempo de concentración calculado de acuerdo con


las normas EAAB y EPM

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) define


el tiempo de concentración como el tiempo requerido, después del
comienzo de la lluvia, para que la escorrentía superficial de toda la
hoya tributaria contribuya en el punto en consideración. Para
determinarlo, se tendrá en cuenta un tiempo mínimo inicial de ocho
minutos, más el tiempo de recorrido, función de la velocidad de la
corriente sobre el terreno, cunetas, colectores y canales.

De acuerdo con las normas de alcantarillado de Empresas Públicas de


Medellín (EPM), el tiempo de concentración se calcula con la
siguiente expresión:

Donde:
t = tiempo de concentración (min).
Te = tiempo de entrada (min).

Tt = tiempo de recorrido (min).

Tiempo de entrada
Corresponde al tiempo que toma el flujo superficial para viajar desde
la parte más alejada de la subcuenca hasta el punto de entrada o
sumidero. Este tiempo es función de la longitud, la pendiente
promedio y la naturaleza de la subcuenca, así como la intensidad del
evento de precipitación. Para su cálculo, pueden utilizarse las
siguientes ecuaciones:

Ecuación de la Administración Federal de Aviación de Estados


Unidos
Esta ecuación se utiliza frecuentemente para el cálculo de la
escorrentía superficial en áreas urbanas.

Donde:
Te = tiempo de entrada (min).

I = coeficiente de impermeabilidad (adimensional).


L = longitud máxima de flujo de escorrentía superficial (m).
S = pendiente promedio entre el punto más alejado y el punto de
entrada a la red (m/m).
Ecuación del Servicio de Conservación de Suelos de Estados
Unidos

El Servicio de Conservación de Suelos de Estados Unidos (Soil


Conservation Service, SCS) desarrolló la siguiente ecuación para
calcular el tiempo de entrada en función de la velocidad promedio de
la escorrentía superficial sobre el área de drenaje y la longitud del
recorrido.

Donde:

Te = tiempo de entrada (min).

vs = velocidad promedio de escorrentía superficial (m/s).

L = longitud máxima del flujo de escorrentía superficial (m).


La velocidad promedio superficial puede calcularse con la siguiente
ecuación:

Donde:
S = pendiente promedio entre el punto más alejado y el punto de
entrada a la red (m/m).
a = constante que depende del tipo de superficie (adimensional).
La constante depende el tipo de suelo que conforma la superficie de
escorrentía y se calcula de acuerdo con la tabla siguiente (tabla 8.5).

Tabla 8.5
Constante de velocidad superficial{10}
Fórmula de Kerby

Para el cálculo del tiempo de entrada puede usarse la siguiente


ecuación:

Donde:
Te = tiempo de entrada (min).

L = longitud máxima de flujo de escorrentía superficial (m).

S = pendiente promedio entre punto más alejado y el punto de entrada


a la red (m/m). m = coeficiente de retardo (adimensional).
El coeficiente de retardo (m) es función del tipo de superficie de
escorrentía, y su valor se calcula utilizando los valores de la tabla
siguiente (tabla 8.6).

Tabla 8.6
Coeficiente de retardo{10}
El tiempo de entrada mínimo es función del periodo de retorno del
evento de lluvia de diseño y puede ser de tres minutos para periodos
de retorno de cinco años. Para periodos de retorno diferentes, se
deben utilizar tiempos de entrada mínimos diferentes.

Tiempo de recorrido en el sistema de drenaje


El tiempo de recorrido es el tiempo que tarda el agua en recorrer el
sistema de tuberías desde la entrada o sumidero hasta la salida de la
cuenca. Es función de la velocidad promedio en la tubería y de su
longitud.

La velocidad promedio en la tubería puede calcularse con las


ecuaciones de flujo uniforme, como la ecuación de Manning para
sección circular. Una vez estimada la velocidad, se calcula el tiempo
de recorrido mediante la siguiente ecuación.

Donde:
Tt = tiempo de recorrido (min).

L = longitud de la tubería (m).


v = velocidad promedio del flujo (m/s).

El cálculo del tiempo de concentración debe hacerse a través de un


proceso iterativo donde debe suponerse una velocidad promedio en
las tuberías.
Se calcula el tiempo de recorrido con la velocidad supuesta, luego
debe calcularse el tiempo de entrada de acuerdo con las ecuaciones
presentadas, y una vez calculados el tiempo de recorrido y el tiempo
de entrada se estima el tiempo de concentración. Con el tiempo de
concentración se calcula la intensidad de la lluvia utilizando las
curvas IDF y el periodo de retorno de diseño, para finalmente calcular
el caudal por el método racional y, con el valor del caudal, calcular la
velocidad de las tuberías y compararla con la velocidad supuesta. Si
los valores entre la velocidad promedio estimada y la velocidad
supuesta difieren en más de un 1 %, el proceso iterativo vuelve a
comenzar utilizando como velocidad supuesta la última velocidad
calculada.

8.2.5 Determinación de la intensidad de la lluvia

Una vez que se ha determinado Tc (tiempo de concentración), se


presume que éste es igual a la duración de la lluvia. Al usar el método
racional, la selección del periodo de retorno permite disponer de una
lluvia asociada a estas dos condiciones (tiempo de concentración y
periodo de retorno) y que se determina utilizando las curvas IDF. La
intensidad así obtenida es la que se utiliza en la fórmula racional.

8.3 MÉTODO DE LA HIDROPLANEACIÓN{2}


El U.S. Department of Transportation - Federal Highway
Administration (FHWA), en su publicación HEC-21 (Hydraulic
Engineering Circular - 21) presenta un método alternativo que no
depende de la frecuencia, para seleccionar la intensidad de las lluvias
(obsérvese que una vez seleccionada una intensidad, implica una
frecuencia). El método presume que si el conductor tiene una
sensación de hidroplaneación para la velocidad de diseño (más un
valor razonable permitido), reducirá la velocidad a por debajo de la
velocidad de operación a un valor límite o inferior a éste, y tal
condición gobierna el funcionamiento de la vía más que la reacción
del tráfico a la creciente presentada en la cuneta.
El método selecciona valores de velocidad del vehículo, profundidad
de labrado de la llanta, textura del pavimento, presión de las llantas, y
calcula el espesor de la lámina o película que desarrollaría una
hidroplaneación incipiente.
La ecuación empírica para la velocidad del vehículo que inicia
hidroplaneación es

Donde A= curva de ajuste del Texas Transportation Institute y se


expresa como:

Expresiones en las que:


V= velocidad del vehículo (km/h).
TD= profundidad de labrado (mm).
TXD = profundidad de la textura del pavimento (mm). d =
profundidad o espesor de la película de agua (mm).
P = presión de la llanta (kPJ.
k1 = coeficiente de conversión de unidades = 0,3048.

k2 = coeficiente de conversión de unidades = 6,894.

k3 = coeficiente de conversión de unidades = 0,794.

k4 = coeficiente de conversión de unidades = 25,4.

SD = deslizamiento, patinada (%). Se presume que se presenta


hidroplaneación cuando hay un 10 % del deslizamiento. Esta
situación ocurre cuando la llanta se hace rodar 1,1 veces la
circunferencia para alcanzar una distancia igual a una circunferencia.
El método determina una película de profundidad d, asociada con los
valores de V, TD, TXC y con SD = 10 %.

Así, por ejemplo, para unas condiciones medias de:


V = 88 km/h.
TD= 5,55 mm (labrado medio de la llanta).
TXD = 0,97 mm (textura media del pavimento).

P = 186 kPA.
SD = 10 %. d = 1,87 mm.
La manipulación de la ecuación para el cálculo de la velocidad,
utilizando estos valores típicos, muestra que:
• Un incremento del 1 % en la textura del pavimento aumenta la
profundidad de hidroplaneación en 1,6 %.
• Un incremento del 1 % en la profundidad del labrado aumenta la
profundidad de hidroplaneación en 0,8 %.
• Un incremento del 1 % en la presión de las llantas aumenta la
profundidad de hidroplaneación en 2,4 %.
Igualmente, el estudio de esta ecuación indica que:
• 90 km/h es el valor de la velocidad para control práctico de
hidroplaneación.
• Una reducción de la velocidad en 1 % incrementa la profundidad de
hidroplaneación en un 25 %.
• Velocidades por debajo de 90 km/h tienden a ser seguras contra el
inicio de hidroplaneación porque las lluvias más fuertes son
insuficientes para generar la profundidad de hidroplaneación.
• Un aumento de la velocidad en 1 % disminuye la profundidad de
hidroplaneación en un 25 %. Velocidades superiores a 90 km/h
producen hidroplaneación con superficies de agua muy delgadas,
que pueden corresponder a intensidades de 25 mm/h o menos, que
son lluvias generalmente más pequeñas que las utilizadas para el
diseño de cunetas, entradas y alcantarillas.
Una vez que se ha determinado d, se presume que éste es el espesor
máximo de la película sobre el pavimento. El agua fluye como una
lámina, transversalmente a la superficie hasta el borde de la cuneta. El
ancho del flujo en lámina es igual al ancho W de la carpeta menos el
ancho del escurrimiento longitudinal, T, o sea (W-T).
En el borde de la cuneta, la profundidad de la lámina de agua d se
obtiene de la ecuación anteriormente analizada, tomando por defecto
un valor de d = 1,867 mm. Utilizando las ecuaciones de Manning y de
continuidad y despejando i, se obtiene la intensidad de la lluvia mm/h
que causa hidroplaneación.

i = intensidad lluvia (mm/h).


C = coeficiente de escorrentía adimensional. n = coeficiente de
rugosidad de Manning.

Sx = pendiente transversal (m/m).


So = pendiente longitudinal de la vía (m/m).

d = espesor de la película (mm).

k = onstante igual 2289,4612.


W = ancho de la carpeta (m).
T = ancho de la cuneta (m) sobre la que se desarrolla el flujo de
escorrentía hacia los puntos de entrada.

La intensidad calculada con la ecuación anterior se puede utilizar en


la ecuación racional y se determina Q.
Como se conoce el tiempo de concentración (tc), se puede determinar
a qué frecuencia corresponde este evento mediante la utilización de
las curvas IDF.

8.4 MÉTODO DE LA VISIÓN DEL CONDUCTOR{2}


Igualmente, la FHWA, en su publicación HEC-21 presenta otro
método alternativo para seleccionar la intensidad de la lluvia y
presume que los conductores no pueden ver y reducen la velocidad o
paran, condición que gobierna el funcionamiento de la vía más que la
reacción del paso de la creciente por la cuneta. Este método, que
tampoco depende de la frecuencia de la lluvia, expresa que:

Sv = visibilidad del conductor (m). i = intensidad de la lluvia (mm/h).

V = velocidad del vehículo (km/h).


Kc = 143.587,88.

Esta relación empírica se desarrolló con base en los ensayos de la


Texas A&M.
Con una velocidad del vehículo de 90 km/h, y una visibilidad del
conductor de 150 m (valor más bajo que el rango determinado por la
Aashto), de la ecuación 8.4.1 resulta una intensidad de lluvia de 125
mm/h. Si se tiene en cuenta que un vehículo genera salpicaduras que
aumentan la densidad de las gotas de agua, una precipitación con una
intensidad de 100 mm/h puede ser un valor límite que causa deterioro
leve, porque las salpicaduras aumentan la densidad de las gotas de
lluvia que percibe el ojo. Es decir, que una intensidad de diseño, I,
superior a 100 mm/h es probable que afecte la visibilidad de los
conductores y disminuya la distancia de visibilidad.
Por lo tanto, una intensidad de lluvia de 100 a 150 mm/h es un rango
sugerido para evitar la pérdida de visibilidad de los conductores; el
rango de intensidad se determina sin tener en cuenta la frecuencia de
diseño, pero con tiempo de concentración se obtiene una frecuencia.
Intensidades de lluvia por debajo de este rango no deberían afectar la
visibilidad del conductor a través de un parabrisas. No obstante, la
conducción nocturna bajo la lluvia es altamente dependiente de la
visión; debe tenerse en cuenta que los datos que apoyan este rango de
intensidades se obtuvieron a la luz del día.
DISEÑO DE UN SISTEMA
DE DRENAJE URBANO
El diseño de un sistema de drenaje en una calle es una tarea compleja, que
se logra generalmente por un proceso iterativo de ensayo y error. Éste
empieza con la estimación de la capacidad de transporte de aguas lluvias en
la calle, la cual provee la base para diseñar los sumideros a lo largo de la
calle (figura 9.1). La capacidad hidráulica de la calle está determinada por
su clasificación y los parámetros de su sección transversal, como la
pendiente transversal de la vía, la dureza de la superficie, la amplitud de la
cuneta, etc.

img69.jpg

Figura 9.1 Sección transversal de la calle y área de drenaje.

Posteriormente se establece la ubicación de los sumideros, de acuerdo con


las recomendaciones presentadas en este documento (capítulo 11, numeral
11.2, "Localización de las entradas hidráulicas del drenaje urbano").
Después de localizar los sumideros, los límites del drenaje tomados para
cada entrada se pueden esquematizar para calcular el caudal de escorrentía
correspondiente a cada sumidero, Qp. Dondequiera que el caudal de
escorrentía correspondiente a cada estructura de entrada sea mayor que la
capacidad hidráulica de la calle, es decir, que el esparcimiento sobre la vía
exceda el esparcimiento máximo admisible o la parte superior del bordillo
de acera, se debe instalar un sumidero adicional sobre la vía. El
esparcimiento admisible en la calle está determinado por la clasificación de
la calle o por la normativa de la zona.

Para diseñar un sistema de drenaje en la calle se recomienda tener en


cuenta los siguientes pasos:

• Preparar un plano completo del proyecto en el que se incluye el plano


topográfico. En este plano se deben incluir calles, calles de circulación de
carros, lotes de parqueo, estanques para almacenamiento temporal de la
escorrentía, entradas propuestas y localización de uniones, etc.

• Identificar las clasificaciones de las calles.


• Seleccionar la frecuencia del evento para el diseño del sistema de drenaje
(tormenta).

• Determinar la capacidad conveniente de agua lluvia de la vía con el


criterio del máximo esparcimiento de agua permitido, la profundidad del
flujo de la cuneta Qs y la seguridad sobre la vía.

• Ubicar y diseñar los sumideros a lo largo de la calle.

El diseño de los sumideros, es decir, el caudal captado y su separación, es


función de su ubicación sobre la calle. Como regla general básica se ubica,
al iniciar el diseño, un número mínimo de sumideros de tal manera que sólo
se deben colocar en los puntos bajos de la vía para evitar la acumulación de
la escorrentía y en aquellos puntos que eviten el cambio de dirección de
ésta. De acuerdo con dicho criterio se clasifican en sumideros en pendiente
y sumideros en puntos bajos.

Los sumideros sobre una pendiente están frecuentemente diseñados para


recolectar entre el 70 y 85 % del flujo de la cuneta. El agua lluvia restante
es llevada a los sumideros aguas abajo.

El diseño de cada uno de los sumideros en un sistema de drenaje de una


calle depende de las siguientes consideraciones:

• Estimar el caudal de diseño Qp producido por el área de drenaje entre el


sumidero aguas arriba y el sumidero bajo diseño.

• Verificar si el caudal de diseño, Qp, infringe alguna condición de diseño,


como el esparcimiento de la escorrentía en la vía, profundidad de la lámina
de agua en la cuneta, velocidad máxima permitida de la escorrentía.

• Estimar el caudal captado teniendo en cuenta un sumidero con un


razonable factor de obstrucción.

• Calcular el flujo que continúa (flujo no captado por el sumidero) para el


sumidero aguas abajo.
Esta interdependencia entre los parámetros de diseño y su necesaria
verificación, tales como la ubicación del sumidero, el área de drenaje, el
caudal máximo producido, el máximo posible transportado y la
profundidad de la lámina de agua en la cuneta, el caudal captado por el
sumidero, etc., se ilustra a continuación con el siguiente diagrama de flujo
del autor, útil y recomendado durante el proceso de diseño (figura 9.2).

img70.jpg

Figura 9.2 Diagrama de flujo para el diseño del drenaje urbano.


CAPACIDAD DE LA CALLE

img71.jpg
10.1 TIPOS DE CUNETAS

na cuneta, en el drenaje de vías urbanas, está adyacente a la

U vía o forma parte de ésta y transporta el agua de una tormenta.


El ancho superior de la cuneta puede incluir una porción o
todo un carril.

La sección de la cuneta se puede categorizar como convencional


(cunetas tipo A) o con un perfil doble (cunetas tipo B) (figura 10.1 y
figura 10.2). La cuneta convencional más representativa tiene una
pendiente uniforme o compuesta, donde la pendiente varía de acuerdo
con la pendiente transversal del pavimento.

Figura 10.1 Secciones típicas de cuneta. Cunetas tipo A.


Figura 10.2 Secciones típicas de cuneta. Cunetas tipo B.

10.2 HIDRÁULICA DEL FLUJO EN UNA CUNETA{6}


En una vía, el flujo está compuesto por la precipitación que cae sobre
la vía y en sus zonas anexas. Los aportes van incrementándose en la
dirección del flujo sobre la vía, hasta llegar al punto de entrada o
sumidero.
De acuerdo con lo anterior, la característica hidráulica sobre la vía es
un flujo espacialmente variable (flujo no permanente); no obstante,
para el diseño se pueden suponer condiciones de flujo permanente y
uniforme en la cuneta, para simplificar el cálculo de los parámetros
hidráulicos necesarios en el diseño de las entradas o sumideros
correspondientes al esparcimiento máximo, el caudal máximo y la
profundidad de la lámina de agua sobre los sumideros.

Según estas consideraciones, las características hidráulicas sobre la


vía son función de la pendiente longitudinal, definida de acuerdo con
valores mínimos y máximos recomendados, establecidos en las
normas para el diseño geométrico de la vía -por ejemplo, la Aashto y
el Instituto Nacional de Vías (Invías)-, de la pendiente transversal o
bombeo, del caudal máximo de escorrentía para el tramo de la vía, del
material del pavimento y de la geometría de la cuneta.
Conocidos la geometría de la vía, el caudal de escorrentía, la
pendiente longitudinal y la pendiente transversal, es posible
determinar la altura sobre la entrada o sumidero. En caso de que la
pendiente de la vía corresponda a una pendiente fuerte, es decir, una
pendiente mayor que la pendiente crítica, la altura de la lámina de
agua sobre la entrada o sumidero podría presumirse como la altura
normal, y . En este caso, se podrían calcular las condiciones de flujo
en la vía y a la entrada de la estructura de captación mediante una
ecuación de flujo uniforme, como la ecuación de Manning. Para una
sección triangular sencilla, como es el caso más común de una vía, la
ecuación está en función de la lámina de agua, y, y de la geometría de
la cuneta; por tanto,

Donde:

QS = caudal de escorrentía sobre la cuneta (m3/s).

n = coeficiente de Manning con valores característicos (tabla 8.2).

Sx = pendiente transversal (m/m). y = profundidad de la lámina de


agua (m).

SO = pendiente longitudinal de la vía (m/m).


La misma expresión, en términos de la geometría de la cuneta y del
ancho del esparcimiento sobre su superficie, es

Donde:
QS = caudal de escorrentía (m3/s).

n = coeficiente de Manning con valores característicos (tabla 8.2).

Sx = pendiente transversal (m/m).

T = ancho del esparcimiento (m).

SO = pendiente longitudinal de la vía (m/m).

En el caso contrario, en el que la pendiente de la vía sea menor que la


pendiente críitica, el flujo sobre la vía es un flujo subcrítico y la altura
sobre el sumidero correspondería a la altura crítica y . Para este caso,
el cálculo del flujo sobre la cuneta se realiza con base en las
condiciones de flujo crítico. La ecuación en función de la geometría
de la cuneta y la profundidad de la lámina de agua resultante es

Donde:

g = aceleración de la gravedad m/s2.

Sx = pendiente transversal (m/m).

yc = profundidad de la lámina de agua (m).


La misma expresión, en términos de la geometría de la cuneta y el
ancho de esparcimiento sobre la superficie, es

Donde:

g = aceleración de la gravedad m/s2.

Sx = pendiente transversal (m/m).

T = ancho del esparcimiento (m).

En el siguiente numeral se muestran las demostraciones de las


ecuaciones utilizadas para el cálculo de la capacidad de la vía para
cada uno de los dos tipos de flujo que pueden presentarse sobre la vía.

En la mayoría de las referencias se registra únicamente el cálculo de


la capacidad de la vía, presumiendo que el flujo siempre es
supercrítico y, por tanto, la altura de la lámina de agua junto a la
estructura de entrada es asumida como la profundidad normal, yn. Con
esta hipótesis, el cálculo de la capacidad máxima de la vía se haría
utilizando la ecuación de flujo uniforme y para este caudal, aguas
arriba en la cuneta existirá una altura crítica superior a la profundidad
normal, que no debe sobrepasar la altura del sardinel.
Adicionalmente, si se suponen condiciones de flujo uniforme, la
altura crítica se presentará sólo en un punto aguas arriba de la cuneta
y rápidamente se llegará hacia aguas abajo a la condición de flujo
uniforme con la profundidad normal; además, si se considera que el
flujo es espacialmente variado y que el caudal será máximo en la
estructura de entrada, no habrá necesidad de verificar que la altura de
la lámina de agua, para condiciones de flujo crítico, sea menor que la
altura del sardinel (figura 10.3).
Figura 10.3 Perfiles sobre la cuneta para un flujo supercrítico.

Cuando las pendientes longitudinales de la vía son muy suaves y el


flujo es subcrítico su capacidad es notoriamente menor, ya que junto a
la estructura de entrada se tendría la profundidad, y . En este caso, el
cálculo de la capacidad máxima de la vía se realiza utilizando las
condiciones de flujo crítico; para este caudal, aguas arriba en la
cuneta existirá una altura normal superior a la profundidad crítica, que
no debería sobrepasar la altura del sardinel. No obstante, cuando se
calcula la capacidad máxima de la calle, es decir, cuando la altura de
la lámina de agua es igual a la altura de sardinel, no es posible
calcular la capacidad máxima de la vía para condiciones de flujo
crítico, porque esto significaría que aguas arriba en la cuneta se tendrá
una profundidad normal mayor que la profundidad del sardinel,
desbordando la cuneta. En estas condiciones de flujo subcrítico,
cuando la profundidad normal aguas arriba de la cuneta es mayor que
la altura del sardinel, es necesario calcular la capacidad máxima de la
vía para una profundidad de la lámina de agua en condiciones de flujo
uniforme e igual a la altura del sardinel (figura 10.4).

En la práctica, la capacidad de la vía se puede calcular únicamente en


condiciones de flujo uniforme ya que, de acuerdo con las
consideraciones anteriores, para un flujo subcrítico o supercrítico la
condición de flujo uniforme para el cálculo de la capacidad máxima
puede ser correcta.
En el caso de un flujo supercrítico, para el cálculo de la capacidad
máxima en condiciones de flujo uniforme debe verificarse que la
lámina de agua situada aguas arriba del sumidero, correspondiente a
la profundidad crítica, no sobrepase la altura del sardinel. Para un
flujo subcrítico, aunque la condición para el cálculo del caudal
máximo sobre la calle es suponer que la altura de la lámina de agua es
igual a la profundidad crítica, la posibilidad de desbordamiento de la
cuneta es mayor, por lo que puede sugerirse el cálculo de la capacidad
máxima para una lámina de agua igual a la altura del sardinel. De
todos modos, la altura frente a la estructura de entrada para un flujo
supercrítico es la profundidad normal, yn, y para un flujo subcrítico es
la profundidad crítica, yc.
Figura 10.4 Perfiles sobre la cuneta para un flujo subcrítico.

10.3 DEMOSTRACIÓN DE LAS ECUACIONES UTILIZADAS PARA EL CÁLCULO


DEL CAUDAL TRANSPORTADO POR UNA CUNETA EN UNA VÍA (ADAPTACIÓN
REALIZADA DE LA REFERENCIA 16)

Teniendo en cuenta el flujo espacialmente variado desarrollado en una


cuneta (figura 10.5), se realizan las siguientes simplificaciones para
establecer condiciones de flujo uniforme en el procedimiento de
cálculo.
Figura 10.5 Flujo en una cuneta triangular. Sección transversal.

Con referencia a la sección transversal de la figura anterior (figura


10.5), el flujo en una fracción de cuneta es dQ para un ancho dx, y se
expresa así:

Donde:

V = velocidad de flujo del área en consideración.


y = profundidad de flujo en la cuneta para la sección de área tomada.

10.3.1 Para un flujo uniforme


Al utilizar la ecuación de Manning, es posible definir el radio
hidráulico y el área para la sección de cuneta en consideración:

Donde:

V = velocidad promedio de flujo en la cuneta.


C0 = coeficiente de unidades, 1 para el sistema internacional.

n = coeficiente de rugosidad de Manning.

S = pendiente longitudinal de la cuneta (pendiente de la vía).


R = radio hidráulico de la sección de área elemental considerada para
el análisis.

Figura 10.6 Elemento diferencial de área en la cuneta para definir propiedades


geométricas.

Al remplazar las expresiones anteriores para el área y el perímetro en


la ecuación A.1.2, se obtiene lo siguiente:
La pendiente de la cuneta (bombeo de la vía) es y además
se tiene que ; ahora, al remplazar la primera expresión en la
segunda, se obtiene:

Al remplazar en la ecuación 10.3.7:

Luego para valores pequeños de SX se puede decir que SX »0, y se


obtiene

Sustituyendo la ecuación 10.3.10 en la ecuación 10.3.1 y asumiendo


que el diferencial dy/2 es aproximadamente cero, se tiene que:

Al integrar la ecuación anterior entre 0 y d, puesto que la profundidad


varía desde cero hasta el valor máximo en el sardinel, se tiene que:

La ecuación anterior representa el flujo en la cuneta cuando se


encuentra completamente llena, hasta el borde del andén.
Para obtener una ecuación más general se procede a definir el
esparcimiento en la vía dado por T. Según la figura 10.6, se tiene que:

Al sustituir la ecuación anterior en 10.3.12, se obtiene la ecuación


para el flujo en una cuneta:

O también para el sistema internacional de unidades, Co = 1:

img96.jpg

10.3.2 Para un flujo crítico


Utilizando el concepto de flujo crítico en canales abiertos, se puede
definir la velocidad del flujo sobre la cuneta como
img97.jpg
Donde:

g = aceleración de la gravedad, m/s2.


D = profundidad hidráulica, m.

img98.jpg
Como se definió en la demostración de la ecuación (10.3.4), de
acuerdo con la figura 10.6
img99.jpg
Remplazando las ecuaciones anteriores en la ecuación 10.3.16
img100.jpg
img101.jpg

Sustituyendo la ecuación 10.3.19 con la ecuación 10.3.1, resulta


img102.png

Suponiendo que el diferencial es aproximadamente cero


img104.jpg

Multiplicando y dividiendo por dy se obtiene


img105.jpg

Integrando la ecuación 10.3.21 entre 0 y d se obtiene el caudal total


sobre la cuneta, con las características geométricas correspondientes

img106.jpg
Sustituyendo del término d de la ecuación 10.3.13 en la ecuación
10.3.22, el caudal para un flujo crítico en una cuneta llena es

img107.jpg

10.4 CUNETA CON SECCIÓN TRANSVERSAL COMPUESTA{6}


Para calcular el flujo en una cuneta con sección transversal compuesta
se utilizan las mismas fórmulas que para calcular la capacidad de una
sección triangular sencilla con las siguientes modificaciones:
Cuando la sección es compuesta, el esparcimiento de aguas lluvias en
la vía se divide por lo general entre el flujo en la cuneta propiamente
dicha y el flujo lateral. El flujo en la cuneta es denominado flujo
frontal, Qw, que se transporta dentro del ancho de la cuneta; el flujo
transportado por la vía se llama flujo lateral, Qx.
El escurrimiento en la vía está determinado por la división de la
sección transversal de flujo en tres porciones de áreas: abdec, cde y
cdf (figura 10.7). Presumiendo que la fricción lateral interna del flujo
contra el cordón de andén se desprecia, se puede aplicar
separadamente la ecuación 10.1b para cada porción con su pendiente
transversal, quedando entonces la estimación del escurrimiento total
así:

img108.jpg
Figura 10.7 Parámetros hidráulicos de una vía.

img109.jpg

Donde:
QS = escurrimiento en la calle.

QW = flujo frontal transportado por el ancho de la cuneta W, donde la


capacidad de flujo es la diferencia entre el área abdec que lleva el
caudal Q1, y el área cde que lleva el caudal q1.

QX = flujo lateral transportado por el ancho de la vía.

Y = profundidad del flujo en la cuneta.

DS = profundidad de la depresión de la cuneta.

Yq = profundidad del flujo lateral al borde de la vía.

TX = ancho del esparcimiento del flujo lateral.

T = ancho del esparcimiento en la vía.


VS = velocidad promedio del flujo en la sección transversal.

Una sección transversal compuesta consta de una pendiente


transversal de la vía Sx , y de la pendiente de la cuneta Sw , que se
define así:
img110.jpg

Donde:
Sw = pendiente transversal en la cuneta de la vía (m/m).

W = ancho de la cuneta deprimida (usualmente 0,60 m).

DS = profundidad de la depresión (usualmente 0,05 m).

10.5 CUNETA CON SECCIÓN TRANSVERSAL DE FORMA - V{7}

img111.jpg

Las ecuaciones utilizadas para una cuneta triangular sencilla se


pueden usar para calcular el flujo en una sección transversal de forma
V, con una pendiente ajustada así:

img112.jpg
Donde:
Sx = pendiente transversal ajustada.

Sx1 = pendiente transversal derecha.

Sx2 = pendiente transversal izquierda.

10.6 CUNETA CON SECCIÓN TRANSVERSAL CIRCULAR{17}


Para calcular el caudal sobre una sección circular se parte de la
siguiente ecuación:
img113.jpg

Donde:
K = constante empírica igual a 1,179 (0,972 en sistema inglés).
D = diámetro de la sección circular de la cuenta en metros (m). d =
altura de la lámina de agua en la cuneta (m); puede calcularse como
img114.jpg
Donde:
T = ancho de esparcimiento en la cuneta (m).

img115.jpg

A continuación se presentan los valores recomendados para la n de


Manning, de acuerdo con el tipo de material y acabado superficial de
la cuneta o el pavimento (tabla 10.1).

10.7 TIPO DE CUNETA O PAVIMENTO, COEFICIENTE DE RUGOSIDAD DE


MANNING

Tal como se presenta en la tabla 10.1, de acuerdo con el material se


sugieren valores del coeficiente de rugosidad de Manning.

Tabla 10.1
Coeficiente de rugosidad de Manning para pavimentos y cunetas{1}{18}
img116.jpg

10.8 CÁLCULO DE LA CAPACIDAD DE LA CALLE{19}


El parámetro clave para determinar la capacidad de la calle es el
esparcimiento máximo. El ancho de esparcimiento permitido de
acuerdo con muchos análisis realizados podría adoptarse como el
menor entre el ancho de esparcimiento máximo permitido de acuerdo
con la normativa o referencias existentes y el ancho de esparcimiento
correspondiente al flujo sobre la vía, si la lámina de agua fuera la
altura total del sardinel. Para determinar la capacidad de la vía, el
ancho de esparcimiento se puede seleccionar como:

img117.jpg
Donde:
Tm = ancho de esparcimiento máximo por normativa o referencias.

Hc = altura del sardinel.

Ds = depresión en la cuneta.

Sx = pendiente de la vía.

En el enfoque anterior se toman en cuenta las características de la


cuneta y geometría de la calle en consideración, pero no la velocidad
de flujo ni la cantidad de movimiento. Como resultado de estas
consideraciones, en la práctica es necesario que el ingeniero examine
la condición de flujo con las preocupaciones de seguridad. Por
ejemplo, una calle empinada puede tener más capacidad, pero la alta
velocidad de flujo tiene que estar sujeta a una reducción debido a la
seguridad de los vehículos y peatones. Entre las diversas
recomendaciones en materia de seguridad de flujo de la calle, los
criterios comúnmente adoptados son el producto permisible VD
(velocidad X lámina de agua, D) y el factor de reducción de la
capacidad de la calle.

10.8.1 Producto VD permitido{19}


(Velocidad (V) y profundidad del flujo en la cuneta (D))

Muchos accidentes de tráfico causados por hidroplaneación ocurren


por inundaciones indeseables de la vía. La ecuación empírica para la
velocidad de hidroplaneación la formularon Agrawal et al. (1977),
usando como condición que el coeficiente de fuerza de frenado se
reduce a cero para analizar el inicio del fenómeno de hidroplaneación.
Gallway et al. (1979) analizan la velocidad de hidroplaneación del
vehículo por el parámetro denominado patinado, que tiene en cuenta
el cambio de velocidad de rotación de la llanta debido a la pérdida de
contacto con la superficie de pavimento durante la condición de
hidroplaneación. Huebner et al. (1986) presentan una ecuación
empírica entre la velocidad de hidroplaneación y el espesor de la
película de agua. La ecuación expone una relación hiperbólica entre la
velocidad del vehículo y la altura de la lámina de agua. El flujo de
agua en una calle impone una fuerza sobre el vehículo y los peatones.

Entre todos los parámetros de la sección transversal de la vía, el más


sensible es la depresión de la cuneta. Durante el evento de la tormenta
mayor con el ancho de esparcimiento máximo, el efecto de la
depresión disminuye.
En la práctica, la capacidad hidráulica de la calle está sujeta a una
disminución cuando la seguridad se convierte en una preocupación.
Para minimizar el riesgo de tener flujos de inundación con altas
velocidades en la calle, la reducción de la capacidad hidráulica de la
calle será proporcional a la fuerza de impulso asociado con el flujo de
la cuneta. Con un concepto similar al análisis de hidroplaneación, la
relación hiperbólica entre la velocidad y profundidad del agua del
flujo en la cuneta se ha adoptado como un control de la capacidad de
esparcimiento máximo en la calle. La profundidad de flujo en la
cuneta incluye la depresión. Por simplicidad se supone que la
depresión es cero. El producto VD se puede derivar de la ecuación
10.1b como
img118.png
Si relación de la velocidad con el caudal es

img119.png
Y el área de la sección transversal de una cuneta triangular sin
depresión es
img120.jpg
El producto VD permisible será
img121.jpg
Y el área de la sección transversal de una cuneta triangular sin
depresión es
Por comparación de la ecuación para flujo uniforme en la cuneta y la
ecuación anterior, se llega a
img122.jpg
En esta ecuación se describe la relación entre la capacidad hidráulica
de la vía y el producto VD. El Hydrologic Criteria and Drainage
Design Manual (1999), usado en Las Vegas (Nevada), ha sugerido
que el producto VD del flujo de la cuneta en la calle sea inferior a seis
(6) para el evento de tormenta menor y de ocho (8) para el evento de
tormenta mayor.
De acuerdo con la ecuación 10.8.3, la capacidad de la calle q por
unidad de ancho es
img123.jpg

La cantidad de movimiento del flujo en la cuneta tiene dos


componentes: el estático y el dinámico. En comparación, la fuerza
estática en un flujo de la cuneta es despreciable debido a la poca
profundidad. Con la ayuda de las ecuaciones 10.1b y 10.8.3, la fuerza
dinámica de un flujo de canal (M) es
img124.jpg

Donde:
M = cantidad de movimiento.
p = densidad del agua.
Las restricciones de diseño, como la altura de la lámina de agua en la
cuneta y el ancho de esparcimiento, no reflejan el impacto de la
velocidad del flujo de agua. Las ecuaciones 10.8.4 y 10.8.5 indican
que la capacidad de la calle y la cantidad de movimiento son
proporcionales al producto VD. Una reducción en el producto VD
puede imponer directamente una limitación en la capacidad de la vía
por unidad de ancho y en la fuerza de impulso del agua sobre la
cuneta, considerando que el producto VD de flujo en la cuneta no
debe exceder un límite definido por seguridad (L).
img125.jpg
En el cual, L= producto permisible VD.
Sustituyendo la ecuación 10.8.2 en la ecuación 10.8.6 y despejando el
esparcimiento sobre la vía:

img126.jpg
De las ecuaciones 10.8.3 y 10.8.6, la capacidad de la calle Ql es igual
a

img127.jpg
En la cual:
QL = capacidad hidráulica de la calle por el producto VD.

Teniendo en cuenta la limitación de producto VD, la ecuación 10.8.1


se considera nuevamente como:

La ecuación 10.8.9 ayuda al ingeniero en la selección del


esparcimiento de agua para el diseño, considerando la profundidad de
agua en la cuneta, ancho de vía y la seguridad. Sustituyendo el
esparcimiento de agua determinado en la ecuación (10.1b), se obtiene
la capacidad permitida sobre la vía.

10.8.2 Método de la reducción de la capacidad de la vía{19}


Además del enfoque de producto VD permisible, el método de
reducción de capacidad de la vía también se recomienda para diseños
de drenaje en la calle. Por ejemplo, la ciudad de Denver convierte los
productos VD limitantes en un conjunto de factores de reducción. La
capacidad admisible de la vía es igual a la capacidad de la cuneta
multiplicada por un factor de reducción que se define como:

Donde:
QL = capacidad admisible de la vía.

QIiena= capacidad completa de la vía.

R = factor de reducción.
Como se ha mencionado, cuando el ancho de esparcimiento es muy
amplio, la condición de flujo en una calle se puede representrar por
una sección recta. Sustituyendo las ecuaciones 10.8.8 y 10.8.3 en
10.8.10, se obtiene
img130.jpg

La ecuación 10.8.11 tiene cuatro variables R, T y L (producto VD).


Con una pendiente longitudinal So específica de 0,01, la figura 10.8
presenta la relación entre las otras tres variables. De la misma manera,
es posible producir muchas gráficas similares por cada So . Una
pregunta interesante es, entonces, ¿cuál se debe usar para los diseños?

img131.jpg
Figura 10.8 Factor de reducción en función del ancho de esparcimiento y el producto VD,
para una pendiente longitudinal So = 0,01{19}.

Para los diseños de drenaje de aguas lluvias se aplican enfoques


basados en el riesgo. Un nivel de riesgo seleccionado generalmente se
aplicará a toda una zona o región. Para evitar variaciones aleatorias en
el método de reducción de la capacidad, la ecuación 10.8.11 requiere
la preselección de un esparcimiento máximo de agua y la limitación
de producto VD para generar un conjunto de factores de reducción.
Con estas consideraciones, la ecuación 10.8.11 se reescribe como:

Donde:

TR = ancho de esparcimiento regional.

La ecuación 10.8.11 genera valores de R<1 para una calle empinada,


lo que indica que la capacidad de la calle debe ser reducida, y para
calles con bajas pendientes puede resultar con valores de R >1, lo
cual demuestra que la cuneta de la calle puede soportar mayor
capacidad que la capacidad de diseño, sin exceder el producto VD
permisible.
Hay dos conjuntos de factores de reducción desarrollados para las
áreas metropolitanas de Denver: uno es para tormenta menor y el otro
es para tormenta mayor. A continuación se muestra que el factor de
reducción mantiene la unidad (1,0) para una pendiente longitudinal de
la calle <1,5 %, y luego disminuye a medida que aumenta la
pendiente de ésta (figura 10.9).
Esta figura se produjo con TR = 12,5 pies (3,8 m) y L = 1,0 pies3/s/pie
(92,9 lps/m) para la tormenta menor y TR = 20,5 pies (6,25 m) y L =
2,0 pies3/s/pie (185,8 lps/m) para la tormenta mayor. El ancho del
esparcimiento en el caso de Denver implica una altura de lámina de
agua para la condición de cunetas llenas de cinco pulgadas (0,127 m)
para la tormenta menor y de siete pulgadas (0,178 m) para la tormenta
mayor.
Figura 10.9 Factor de reducción en función de la pendiente. Denver (Colorado){19}.

En la práctica, se utiliza la ecuación 10.1 para calcular la capacidad


de la calle a cuneta llena y luego aplicar el factor de reducción (se
podría tomar como referencia la figura 10.9) para calcular la
capacidad de la calle permitida.

10.8.3 Capacidad hidráulica de una calle por el método de


la reducción{6}
La capacidad hidráulica de la calle está definida por el esparcimiento
máximo admisible y la capacidad de la cuneta llena está determinada
por la altura del cordón de andén. Considerando la seguridad pública
y el estacionamiento de los vehículos a lo largo de la calle durante la
tormenta, entonces la capacidad hidráulica admisible de la calle será
la menor entre la capacidad hidráulica de la calle y la capacidad a
cuneta llena multiplicada por un factor de reducción, FR (ecuación
10.8.13), factor que tiene en cuenta la reducción de la capacidad de la
vía por autos estacionados, obstrucciones en la cuneta, olas y
salpicaduras (figuras 10.10 y 10.11).
Figura 10.10 Capacidad hidráulica de la calle.

En el procedimiento de diseño se debe determinar primero la


capacidad hidráulica admisible y luego ajustar la separación entre
sumideros para asegurar que el caudal de diseño Qp sobre la vía es
evacuado, sin exceder la capacidad admisible.

Existen dos aspectos relacionados con la capacidad hidráulica de las


calles:
1. La eficiencia hidráulica de la calle cuando se tiene un caudal dado,
y
2. La capacidad hidráulica de la calle, a diferentes profundidades,
cuando se conocen las características geométricas de la vía.

1. Eficiencia hidráulica de la calle para un caudal dado


(tormenta menor)
Como se muestra más adelante (figura 10.11), para determinar la
capacidad de la calle, una vez establecido el caudal de escorrentía, se
requieren el coeficiente de rugosidad n, el esparcimiento máximo Tmáx
, la altura del cordón de andén HC, y las características geométricas de
la cuneta, incluyendo Sx , SO, DS, W, etc. Si el esparcimiento calculado
excede el esparcimiento máximo o la profundidad del flujo en la
cuneta excede la altura del cordón de andén, se debe revisar el tamaño
del área que se quiere drenar hasta que el esparcimiento satisfaga el
criterio de diseño.

Figura 10.11 Eficiencia hidráulica de una calle para un caudal de escorrentía conocido.

2. Capacidad hidráulica de la calle para una sección de vía


dada (tormenta mayor)
La sección de vía es considerada un canal abierto. Como la sección
transversal geométrica es conocida, la capacidad hidráulica de la calle
mostrada en la figura 10.11 puede ser determinada con la ecuación
10.1 (a o b) para ambas cunetas, la cuneta lateral derecha y la cuneta
lateral izquierda, y hasta alcanzar la altura del cordón de andén
(figura 10.12). Resulta conveniente, por ejemplo, construir una curva
que relacione la capacidad de la sección transversal de la calle con
diferentes profundidades de agua para incrementos de Δ y dados. En
el rango de curva establecida se puede identificar de manera sencilla
la profundidad del flujo y el ancho del esparcimiento para facilitar
diseño del drenaje.
Figura 10.12 Capacidad hidráulica máxima de una vía. La altura de la lámina de agua
alcanza la altura del cordón de andén.

10.9 EJEMPLO
Calcular la capacidad máxima permitida (capacidad admisible) para
una vía con las siguientes características:

El factor de reducción de capacidad de la vía se obtuvo de la figura


10.9 para una pendiente longitudinal So = 3 %.

b) Cálculo de la capacidad máxima de la calle


Como se trata de una calle con sección compuesta, se debe calcular el
caudal en la cuneta o flujo frontal, Q, y el caudal por la vía o flujo
lateral, Qx.

Utilizando la ecuación 10.1b y las modificaciones para una sección


compuesta, resulta:

• Cálculo de la capacidad máxima de la calle, es decir, cálculo de la


capacidad si la altura de lámina de agua, Y, es igual a la altura del
sardinel, Hc.

Se calculan las variables necesarias para estimar la capacidad de la


calle para una cuneta compuesta.

De la ecuación 10.4.1 se calcula la pendiente de la cuneta de sección


compuesta, Sw
Para el esparcimiento Tx se utiliza la ecuación 10.4.4

Cálculo del área a través de la ecuación 10.4.3

Para verificar el tipo de flujo sobre la vía, se calcula el número de


Froude (NF).
Lo que indica que el flujo sobre la vía es un flujo supercrítico.

• Cálculo de la capacidad para el esparcimiento máximo

La pendiente transversal de la cuneta se calcula del mismo modo que


para la capacidad máxima de la vía

El esparcimiento total será el esparcimiento máximo permitido

Cálculo de la lámina de agua para esta condición de esparcimiento


máximo

Cálculo del esparcimiento, Tq


Cálculo de la velocidad de la cuneta, Vs

Cálculo de la capacidad de la calle de acuerdo con la ecuación


10.8.13

El caudal admisible de la vía es el caudal calculado para el


esparcimiento máximo

La lámina de agua sobre la estructura de entrada es la profundidad


normal
DISEÑO DE SUMIDEROS
11.1 GENERALIDADES

n el drenaje de una calle el agua se va acumulando y fluye por

E las cunetas, situación que produce un incremento del ancho de


esparcimiento en la dirección del flujo. En el punto donde el
agua esparcida alcanza el valor de diseño, se debe colocar un
sumidero para que capte parte o la totalidad del flujo, de tal forma que
controle el ancho de esparcimiento. Cuando no se capta la totalidad
del flujo, parte del flujo que transporta la cuneta pasa al siguiente
sumidero, considerando que la captación pueda ser eficiente, porque
resulta antieconómico hacer entradas de dimensiones variables y tan
anchas como el esparcimiento lo requiera.

La capacidad hidráulica de un sumidero depende de su geometría y de


las características del flujo en la cuneta, así como de la cantidad de
agua transportada por la cuneta y de la cantidad de agua que puede
entrar a los colectores de aguas lluvias. Un sumidero con capacidad
inadecuada o con mala ubicación puede causar inundación en el borde
de la carretera, resultando riesgoso para los viajeros.

Los sumideros son las estructuras más comúnmente utilizadas para


incorporar el escurrimiento superficial a los colectores. Dependiendo
de la manera como se realice la captación del agua, la práctica usual
los clasifica en sumideros de rejilla, laterales, combinados y
ranurados. Cada uno de estos tipos de sumideros posee características
específicas, condiciones de flujo y campo de aplicabilidad en el
proyecto de un sistema de drenaje urbano.

La capacidad de interceptación de todas las clases de sumideros y la


eficiencia disminuyen a medida que la cantidad de flujo aumenta. La
profundidad del agua junto a los cordones de andén es el mayor factor
en la capacidad de interceptación de las estructuras de entrada.

Para diseñar un sumidero de rejilla sobre una pendiente, es necesario


seleccionar primero el tipo de rejilla, después el largo y el ancho de
ésta, y finalmente la relación elementos atrapados-obstrucción. Para
el diseño de un sumidero de rejilla, resultan indispensables la razón
del área abierta de la rejilla y la profundidad del sumidero.

Los sumideros laterales son relativamente libres de obstrucciones y


ofrecen poca interferencia en la operación del tráfico, razón que hay
que tener en cuenta como una mejor alternativa, ya que la instalación
de rejillas en varias ubicaciones resulta incómoda para peatones y
ciclistas. Las dimensiones de un sumidero lateral incluyen el largo y
el ancho. Cuando está localizado en una depresión, la información
adicional de la depresión lateral es necesaria.

Un sumidero combinado está compuesto de dos entradas, la de un


sumidero de rejilla y la de un sumidero lateral. Para unas condiciones
de diseño dadas, la capacidad de interceptación del flujo en un
sumidero combinado debe ser aproximada por la suma de las
cantidades de los flujos interceptados por la rejilla y por la ventana.
Los sumideros ranurados son entradas de drenaje efectivas sobre
rampas de vías o alrededor de tramos en depresión. Operan de manera
similar a los sumideros laterales cuando la amplitud de la ranura es en
general mayor de 4,5 cm. La capacidad de interceptación del flujo
para un sumidero ranurado está sujeta a la obstrucción por elementos
transportados por la escorrentía.

Los parámetros para el diseño de un sumidero ranurado incluyen


amplitud, longitud y su eventual obstrucción. La profundidad del
sumidero es un requerimiento adicional para una entrada ranurada en
una depresión.

11.2 LOCALIZACIÓN DE LAS ENTRADAS HIDRÁULICAS DEL DRENAJE


{1}{19}{6}{4}
URBANO
La localización de los sumideros es determinada básicamente por
controles geométricos que exigen entradas en ubicaciones específicas,
por su uso y por la ubicación en curvas verticales cóncavas o puntos
bajos y por el criterio de esparcimiento máximo del agua sobre el
pavimento.

Para obtener la ubicación adecuada de entradas en un proyecto dado,


se requiere la siguiente información:

• Esquema o plano adecuado para definir las áreas de drenaje.


• Perfiles longitudinales de las vías.
• Secciones transversales típicas.
• Clasificación de secciones transversales.
• Cotas de pavimento de la vía.
• Mapas de contorno.
• Curvas de intensidad, duración, frecuencia (IDF).

En general, un sumidero está localizado en un punto donde un área va


a ser drenada, o a lo largo de la calle, con distancias entre sí de 70 a
120 metros. Se debe tener en cuenta que las entradas típicas están
localizadas en una sección de la cuneta donde se drena un área tal que
se pueda generar el esparcimiento máximo recomendado, sitio en el
cual la escorrentía total o parcial es evacuada.

Existen unas consideraciones generales que permiten establecer


puntos donde las entradas de escorrentía son o no necesarias. Estos
puntos, que se pueden definir en un plano antes de cualquier tipo de
cálculo, son los siguientes:

• Los puntos bajos a lo largo de la cuneta.


• Inmediatamente aguas arriba de quiebres, entradas/salidas de
rampas, intersecciones de calles.
• Inmediatamente pendiente arriba de puentes (para prevenir el
drenaje de la vía sobre la calzada del puente).
• Inmediatamente aguas abajo de los puentes (para interceptar el
drenaje de la calzada del puente).
• Inmediatamente pendiente arriba de la inversión de las pendientes
transversales.
• Al costado de la calle, inmediatamente pendiente arriba de las
intersecciones.
• Detrás de cordones de andén, bermas o vías peatonales para drenar
pequeñas áreas.
• Con la información de las secciones transversales del proyecto,
verificar si es necesario instalar sumideros en cada lado de la calle.
• No localizar sumideros que interfieran en la operación de otros
servicios públicos.
• Verificar que no existan grandes árboles cerca de la ubicación del
sumidero, pues las raíces pueden perturbar la eficiencia de
interceptación del sumidero o dañarlo.

Además de las áreas ya identificadas, las áreas de drenaje que


escurren hacia las autopistas podrían ser interceptadas por los canales
al borde de la carretera, cunetas, zanjas o entradas antes de alcanzar la
vía. Esto se aplica al drenaje de cortes de pendientes al costado de la
calle, y otras áreas a lo largo del pavimento.

En el caso particular del drenaje urbano, tal como se mencionó en el


capítulo 9, existen dos reglas fundamentales que definen el mínimo
número de los sumideros y los puntos en los que obligatoriamente se
deben colocar para iniciar el diseño del drenaje de las vías: en los
puntos más bajos de acuerdo con el perfil o perfiles longitudinales de
las vías (PB) y en aquellos puntos para evitar que la escorrentía
superficial desarrollada por la vía cambie de dirección (CD). En la
figura 11.1 se ilustran estas dos reglas básicas para la ubicación de
sumideros.
Figura 11.1 Disposición mínima de sumideros de acuerdo con las dos reglas básicas de
manejo de la escorrentía por las vías urbanas.

Existen dos factores de gran importancia a la hora de calcular la


capacidad hidráulica de los sumideros: el esparcimiento máximo
permitido sobre la calle y la pendiente longitudinal de la calle donde
su ubicará el sumidero. El flujo en una depresión funciona como un
vertedero con una poca profundidad de agua, o como un orificio en
condiciones de sumergencia.

Cuando el sumidero se ubica en una calle en pendiente, el agua de


lluvia se extiende desde la corona de la sección transversal de la vía
hacia la acera de la calle y la eficiencia de interceptación de un
sumidero localizado en pendiente depende del ancho de
esparcimiento permitido y de las condiciones hidráulicas de la cuneta.
En general, cuanto más pronunciada es la pendiente de la vía, la
capacidad de interceptación en el sumidero será menor.

En un sumidero localizado en un punto bajo, mientras más profundo


esté el agua frente a la estructura de entrada, mayor será la capacidad
de interceptación del sumidero. Antes de diseñar un sumidero es
importante verificar si se localiza en un punto bajo o en pendiente{19}.

11.3 HIDRÁULICA DE LOS SUMIDEROS{1}{19}{20}


La ubicación de la estructura de entrada define su capacidad
hidráulica. Para sumideros localizados en puntos bajos de la vía, la
capacidad hidráulica se calcula igual a la capacidad de un vertedero
cuando la lámina de agua sobre la estructura de entrada es baja, o
como orificio si el sumidero funciona en condiciones sumergidas. La
capacidad de los sumideros en tramos de vía en pendiente la definen
las características hidráulicas de la cuneta y el esparcimiento máximo
permitido sobre la vía.

11.3.1 Capacidad de interceptación y eficiencia de los


sumideros sobre un tramo de vía con pendiente{1}{19}{20}

En un conjunto dado de condiciones, la capacidad de interceptación


de entrada es el flujo interceptado por un sumidero, en tanto que la
eficiencia de un sumidero es el porcentaje del flujo total sobre la
cuneta que el sumidero interceptará. La eficiencia del sumidero
depende de los cambios en la pendiente transversal, la pendiente
longitudinal, el flujo total en la cuneta y, en menor medida, de la
rugosidad del pavimento. La eficiencia (E) se define por la siguiente
expresión:

Donde:

Qs = caudal total de la calle (m3/s)

Qi = flujo interceptado (m3/s)

El flujo que no es interceptado por el sumidero se denomina arrastre,


o la derivación, Qb:

Siendo C un factor de obstrucción.


La capacidad de interceptación de todas las configuraciones de
entrada aumenta con caudales cada vez mayores, y la eficiencia de
entrada generalmente disminuye con el aumento del caudal. Los
factores que afectan el flujo de la cuneta o el flujo lateral también
afectan la capacidad de interceptación del sumidero.

11.3.2 Capacidad de interceptación de sumideros en un


punto bajo o una depresión{1}{19}{20}

Los sumideros en los lugares bajos funcionan como vertederos en


condiciones de poca altura y como orificios a mayores profundidades.
La condición hidráulica como orificio comienza a profundidades que
dependen del tamaño de la rejilla, la altura del bordillo de apertura o
la anchura de la ranura de la entrada, según sea el caso. A
profundidades en las que la condición hidráulica de las estructuras
prevalece como vertedero y como orificio, el flujo está en una etapa
de transición. Para estas profundidades, el control del flujo no puede
estar claramente definido y éste puede fluctuar entre vertedero y
orificio.

La eficiencia de los sumideros en lugares bajos es crítica debido a la


escorrentía que entra en el punto bajo y que debe pasar a través de la
entrada. La obstrucción total o parcial de los sumideros en estos
lugares puede terminar en condiciones peligrosas de estancamiento de
la escorrentía.

11.4 FACTOR DE OBSTRUCCIÓN{19}


Durante un evento de lluvia, los escombros y material residual sobre
la vía son arrastrados a las estructuras de entrada por el volumen de
escorrentía del primer lavado, con la posibilidad de colmatar estas
estructuras. La obstrucción de las estructuras de entrada cambia
significativamente el caudal de captación, así que para su diseño se
hace necesario predecir el nivel de colmatación a la que puede
someterse la estructura por medio de la definición de un factor de
obstrucción.
La selección del factor de obstrucción depende de la cantidad y tipos
de residuos de basura en la calle. Es práctica común en el drenaje de
la vía considerar para el diseño de un sumidero de rejilla una
obstrucción del 50 %, y el 10 % de obstrucción para un sumidero
lateral (Departamento de Transporte de Colorado, 1990).
A menudo es necesario disponer conjuntamente de unidades de
sumidero para recoger las aguas pluviales en la calle. Puesto que la
cantidad de desechos se asocia en gran medida con el volumen de
escorrentía del primer lavado, el factor de obstrucción aplicado a un
sumidero de unidad múltiple se reduce con respecto a la longitud del
sumidero. Aplicar linealmente un factor de obstrucción de una sola
unidad a una unidad de sumideros múltiples da lugar a una longitud
excesiva. Así, por ejemplo, una entrada de seis unidades con un factor
de obstrucción del 50 % funcionará como una entrada de tres
unidades. Con el concepto del primer lavado, la reducción del factor
de obstrucción para el número de unidades se presenta como:

Donde:

C = factor de obstrucción de unidades múltiples para una entrada con


varias unidades.
Co = factor de obstrucción para una sola unidad. e = índice de
disminución menor que la unidad.

N = número de unidades.
La capacidad de captación del sumidero no se incrementa linealmente
con el número de unidades, sino que presenta un rendimiento
decreciente para cada unidad añadida. Por ejemplo, la segunda unidad
sólo puede atrapar 50 % de la capacidad de la primera unidad. El
valor de e se puede estimar por la capacidad incremental de cada
unidad añadida al sumidero. Cuando N es grande, la ecuación 11.4.1
converge hacia
Para casos en los que e = 0,25 y Co = 50 %, C = 0,67 / N para un gran
número de N. Esta ecuación se aplica para una y para múltiples
unidades.

Para una sola unidad de entrada, en la ecuación 11.4.2 resulta C = Co;


para un sumidero de unidades múltiples, el valor de Co decae con
respecto al número de unidades o la longitud del sumidero.
En el estado de Colorado se evaluó la experiencia de campo
recomendada por Adams Country. A continuación se indica, tomado
de la referencia 19, el factor predicho de obstrucción para el sumidero
lateral y el sumidero de rejilla, que son similares cuando e = 0,25
(tabla 11.1).

Tabla 11.1
Comparación entre los factores de obstrucción pronosticados y observados{19}

Por otra parte, la interceptación de un sumidero en pendiente es


proporcional a la longitud del sumidero, y en un punto bajo o
depresión es proporcional al área del sumidero lateral.
Por lo tanto, un factor de obstrucción se aplicará a la longitud de un
sumidero en una vía con pendiente como:
En la que Le = longitud efectiva (sin obstrucciones). De manera
similar, un factor de obstrucción se aplica al área de apertura de un
sumidero en punto bajo o depresión como:

En la que A = área de la abertura, y Ae = área de abertura libre de


obstrucciones.

11.5 SUMIDEROS DE REJILLA{1}{6}{4}{20{19}


En un tramo de vía con pendiente, la capacidad de interceptación de
un sumidero de rejilla depende de la cantidad de agua que fluye, el
tamaño y la configuración de la rejilla y la velocidad del flujo en la
cuneta (figura 11.2).

Los sumideros de rejilla en curvas verticales cóncavas o puntos bajos


operan como vertederos para profundidades de la lámina de agua
pequeñas y como orificios en grandes profundidades. Para
condiciones intermedias de la profundidad de la lámina de agua
obviamente se presentará una condición de transición en el
funcionamiento de vertedero a orificio. La localización de un
sumidero de rejilla en un punto bajo de la calzada equivale
hidráulicamente a la descarga por un orificio, que depende del área
efectiva del orificio y de la profundidad o carga de agua sobre la reja.
Figura 11.2 Sumidero de rejilla.

En este tipo de sumideros, el agua que fluye por la vía es interceptada


mediante una reja constituida por platinas metálicas separadas por una
distancia tal que, sin resultar objetable para el tráfico, permitan una
máxima captación del escurrimiento. Desde el canal recolector
inferior del sumidero de reja, el agua es conducida a los colectores,
hasta el sitio de disposición final.

Desde el punto de vista hidráulico, el flujo puede asimilarse a un flujo


espacialmente variado, con descarga de fondo. Sin embargo, la
compleja configuración del movimiento, la dificultad de una
cuantificación precisa del coeficiente de descarga de fondo y la gran
variedad de dimensiones y formas de las platinas que se utilizan
dificultan cualquier intento de desarrollar un procedimiento general
para el proyecto hidráulico de esta clase de sumideros.

Como práctica general, los sumideros de rejilla solos no se


recomiendan para su uso sobre un punto bajo o en una depresión por
la tendencia de obstrucción y taponamiento de las rejillas.
Dependiendo del caso, resulta recomendable el empleo de sumideros
combinados o de sumideros laterales en estos lugares.
Estos sumideros de rejilla funcionan satisfactoriamente en un amplio
rango de cunetas, pero pierden capacidad con el incremento de la
pendiente. Como se ha mencionado una gran desventaja es la
obstrucción o atascamiento que se produce por acumulación de
basuras o sedimentos en la rejilla. La capacidad de descarga para una
profundidad dada puede resultar fuertemente afectada si los
elemenentos sólidos se acumulan en la rejilla. Pero las rejillas son
entradas de drenaje de pavimentos efectivas en autopistas que no
presentan un problema mayor cuando son obstruidas, ya que su
limpieza es muy sencilla, pero requieren un mantenimiento frecuente.
Adicionalmente, donde hay tráfico de bicicletas las rejillas tienen que
ser seguras para éstas (la separación entre los elementos que
componen la rejilla debe ser lo suficientemente estrecha para asegurar
el tráfico de las bicicletas y la separación no puede ser
hidráulicamente ineficiente).

Algunas recomendaciones adicionales de uso para este tipo de


sumideros son{4}:

• Utilizarlos preferiblemente en calles o avenidas de pendientes


pronunciadas (de 3 % o más), en cunetas y pequeños canales
laterales.
• Por razones de captación de desperdicios, en general debe utilizarse
el doble del área requerida para la captación, en particular cuando se
emplean barras inclinadas. Como se mencionó anteriormente, una
obstrucción general para este tipo de sumidero es del 50 %.
• Cuando las barras ocupen parte o la totalidad de la calzada, no se
deben emplear sumideros deprimidos.
• No deben usarse en puntos bajos, a menos que no sea posible
utilizar el sumidero tipo ventana. En este caso, debe proveerse el
doble del área necesaria. Se recomienda emplear sumideros de
tamaños estándar, con el fin de disminuir costos.
• Su ubicación podría ser en dos lugares: sobre la calzada o sobre la
cuneta (figura 11.3).
• Evitar en lo posible su uso en vías arteriales o distribuidoras.
Cuando se utiliza más de una reja, es conveniente disponerse de
acuerdo con las indicaciones establecidas (figura 11.4).

Figura 11.3 Ubicación de los sumideros de rejilla{4}.

Figura 11.4 Disposición de las rejillas en la calle{4}.


Para la figura 11.4, a continuación se presentan las recomendaciones
para la disposición de las rejillas en la calle (seis ubicaciones):
1. Esta ubicación se recomienda si la pendiente transversal de la
calzada es casi nula y no se generan molestias para el tráfico
vehicular. Si hay molestias al tráfico, pueden utilizarse otras
disposiciones de rejillas, como la 3 o la 6.
2. Recomendable cuando la pendiente transversal es moderada y la
reja c de la disposición 1 capta menos del 20 % del total;
igualmente, no debe generar molestias al tráfico, y si lo hiciera debe
utilizarse la ubicación 1.
3. Deseable cuando la pendiente transversal es superior al 1 % o
cuando en la disposición 2 la rejilla b no capta más del 30 % de la
captación total.
4. Indeseable de cualquier modo
5. Se utiliza cuando la disposición 3 genera molestias al tráfico.
6. Deseable cuando la disposición 3 no es suficiente para captar todo
el gasto necesario. La rejilla b en esta ubicación es más eficiente que
en las disposiciones 1 y 2, salvo en pendientes transversales
pequeñas.
7. Indeseable, las rejillas b y c son ineficientes.
8. Indeseable, la rejilla b es ineficiente.

Debido a las variaciones de espaciamiento y de trazado de barras de


acero, las rejillas utilizadas en los sumideros, tal como se presenta en
el HEC-22, están usualmente divididas en nueve clases (rejilla barra
paralela P-1-7/8, rejilla barra paralela P-1-1/8, rejilla paleta curva,
rejilla barra inclinada 45°, rejilla barra de seguridad paralela P-1-7/8,
rejilla barra inclinada 30°, rejilla reticulada, rejilla tipo 16 y rejilla no
estándar) y cuyas dimensiones estándar se presentan en la figura 11.5.
Es importante resaltar el uso reciente y generalizado de las rejillas de
concreto.
11.5.1 Sumideros de rejilla sobre un tramo de vía con
pendiente{6}{19}
Usando la ecuación 10.1, la relación de un flujo frontal en la cuneta,
QW, para el flujo en la calle, QS, es determinado por:

Figura 11.5 Dimensiones de una rejilla estándar.

Donde:
Ew = relación entre el flujo frontal transportado por el ancho de
cuneta, Qw, y el flujo en la calle, Qs.
Para una pendiente transversal recta, sin depresión en la cuneta, se
tienen SW = Sx y T1 = Tx. Como resultado de esta consideración, la
ecuación (11.5.1) se reduce a:

La relación de flujo lateral, QX, para el flujo en la calle, QS, es:

Donde:
EX = relación entre el flujo lateral, Qx , y el flujo en la calle Qs.

La interceptación de flujo frontal por una rejilla es determinada por la


velocidad del flujo en la cuneta, la velocidad de salpicadura y la
longitud de la rejilla. Resultados de pruebas de laboratorio
demuestran que las rejillas interceptan la totalidad del flujo frontal
hasta una velocidad en la que el agua comienza a salpicar sobre la
parrilla. A velocidades superiores al salpicado (splash-over), la
eficiencia de interceptación del flujo frontal en la rejilla disminuye.

La velocidad de salpicadura es la velocidad bajo una rejilla obstruida.


Gracias a análisis de regresión sobre ensayos llevados a cabo en el
laboratorio, se logró determinar la velocidad de salpicadura sobre la
rejilla VO, a través de una fórmula empírica en función de la longitud
y del tipo de rejilla:

expresión donde p, q, r y s (tabla 11.2) son constantes empíricas para


varios sumideros de rejilla. En la figura 11.6 se muestra la velocidad
de salpicadura sobre la rejilla VO (m/s), observada durante una
tormenta.

Tabla 11.2
Velocidad de salpicadura sobre varios tipos de rejillas{6}

Figura 11.6 Escorrentía que salpica en la rejilla debido a su velocidad

El porcentaje de interceptación del flujo frontal, Rf, es expresado por:

Si VS > VO, entonces

Si no

Donde:
VS = velocidad del flujo en la cuneta (m/s), como se describe en la
ecuación 10.4.5.
KC = coeficiente según unidades que se van a emplear: Sistema
Internacional 0,295 y Sistema Inglés 0,09.
El porcentaje de interceptación del flujo lateral, Rs, es expresado por:

Donde:

VS = velocidad del flujo en la cuneta (m/s).

SX = pendiente transversal de la vía (m/m).

L = longitud de la rejilla (m).


Como resultado, la capacidad total de interceptación ideal de un
sumidero de rejilla es igual a:

El número de rejillas aumenta la capacidad de un sistema múltiple de


sumideros de rejilla. La capacidad ideal, determinada por la ecuación
11.5.7, está sujeta a un factor de obstrucción debido a escombros,
sedimentos o basuras en la vía.
Aplicando el factor de obstrucción al área de la rejilla, la capacidad de
interceptación real será:

El factor de obstrucción para sumideros de rejilla es generalmente


igual a 0,5.

No obstante, es preferible asignarle el factor de obstrucción a la


longitud de la rejilla de este modo:
Le = L * (1 - C)
Donde Le es la longitud efectiva de la rejilla.

11.5.1.1 Ejemplo. Cálculo de capacidad de un sumidero de


rejilla en pendiente
Determinar la capacidad de interceptación de un sumidero de rejilla
ubicado en pendiente, en una calle con las mismas características que
el ejemplo presentado para el cálculo de la capacidad de una calle en
el numeral 10.9. La rejilla tiene las siguientes características:

b) Cálculo de la capacidad de interceptación del sumidero


Relación del flujo frontal, Ew
Relación del flujo lateral, Ex

Velocidad de salpicadura, Vo

La velocidad de salpicadura depende directamente del tipo de rejilla.


Para una rejilla de platinas, las constantes para calcular la velocidad
de salpicadura de acuerdo con la tabla 11.2 son:

La velocidad de salpicadura será entonces

Porcentaje de interceptación del flujo frontal, Rf

Si Vs > Vo , entonces

Si no R = 1
Para este caso

Así que Rf = 1

Porcentaje de interceptación del flujo lateral, Rs


La capacidad de interceptación ideal es

Capacidad de interceptación aplicando el factor de obstrucción al


caudal

Ahora, haciendo el mismo cálculo de la capacidad de interceptación


del sumidero de rejilla en pendiente, pero aplicando el factor de
obstrucción a la longitud de la estructura, resulta

Siguiendo el mismo procedimiento:

La capacidad de interceptación de la rejilla depende directamente de


su longitud; es necesario aplicar el factor de obstrucción a la longitud
de la rejilla, pues de este modo se tiene en cuenta el caso más
desfavorable.

11.5.2 Sumideros de rejilla sobre un punto bajo o una


depresión{6}{19}

Un sumidero de rejilla en una depresión opera como un vertedero


bajo una pequeña profundidad. Esta capacidad es estimada por:
o

Donde:

Cd = coeficiente de descarga.

CW = coeficiente de vertedero según unidades: Sistema Internacional


1,66 y Sistema Inglés 3,0.
Y = altura de la lámina de agua frente a la estructura de entrada.
Ys = altura de la depresión.

Pe = perímetro efectivo alrededor del sumidero de rejilla, que se


define como

Donde:
C = factor de obstrucción, para rejillas generalmente C = 0,5.
P = perímetro mojado de la rejilla (m).

P = 2 (L+W) Sumidero en sitios sin cordón de andén (figura 11.7). P


= 2W + L Sumidero en sitios con cordón de andén (figura 11.8).
Figura 11.7 Interceptación del flujo en una rejilla sin cordón de andén.

Figura 11.8 Interceptación del flujo en una rejilla con cordón de andén.

Cuando en el sumidero de rejilla, la rejilla está sumergida, opera


como un orificio; la capacidad de evacuación se puede estimar por la
siguiente expresión:

Donde:
Cg = coeficiente del orificio, para este caso 0,67.

Ag = área libre de la rejilla (m2), igual al área total de la rejilla menos


el área cubierta por las barras de hierro.
m = relación del área de la apertura de la rejilla menos el área de las
barras de acero y el área total de la apertura.

Para aplicar la ecuación 11.5.12 para una rejilla en un punto bajo, la


profundidad del flujo es determinada por la hidráulica de la calle.
Posteriormente se muestra la profundidad adicional del estancamiento
Y, la cual se puede determinar basándose en la condición de punto
bajo (figura 11.9). Por ejemplo, en la esquina de una calle la máxima
profundidad de estancamiento es la altura del cordón de andén
(aproximadamente 0,20 m). Cuando el esparcimiento de diseño tiene
una profundidad de 0,15 m, la profundidad de encharcamiento
adicional en la esquina de la calle es de 0,05 m. También es posible
considerar una profundidad de encharcamiento adicional observada
cuando se presenta una tormenta (figura 11.10) mayor que la de
diseño.

Figura 11.9 Determinación de la profundidad adicional de estancamiento y la máxima


profundidad de encharcamiento en un sumidero.
Figura 11.10 Profundidad de encharcamiento en una tormenta, adicional a la profundidad
del esparcimiento en la esquina de la calle.

La transición entre el flujo en una rejilla operando como vertedero y


el flujo en una rejilla operando como un orificio no se puede definir
claramente. No obstante, la presentación de la curva de descarga de
una rejilla dada muestra que la curva de la rejilla operando como
vertedero intercepta la curva de la rejilla operando como orificio. El
siguiente criterio se usa para determinar la condición del flujo de un
sumidero de rejilla en punto bajo:
Si se desea determinar la capacidad de interceptación para un
sumidero de rejilla de acuerdo con el tipo de flujo sobre la estructura,
para una altura de lámina de agua, debe calcularse el caudal de la
rejilla operando como vertedero y como orificio; el menor de ambos
caudales determina el tipo de flujo en el sumidero.

Qa = caudal captado por el sumidero de rejilla en punto bajo.

Teniendo en cuenta la transición entre un flujo como vertedero y un


flujo como orificio y la necesidad de establecer como está
funcionando el sumidero, también se sugiere la siguiente expresión
para la evaluación:

el sumidero opera como un orificio. En esta expresión todas las


variables ya se han definido.

Ejemplo. Cálculo de capacidad de un sumidero de rejilla en


punto bajo

Determinar la capacidad de interceptación de un sumidero de rejilla


ubicado en un punto bajo de la vía, en una calle con las mismas
características que el ejemplo presentado para el cálculo de la
capacidad de una calle en el numeral 10.9. La rejilla tiene las
siguientes características:

b) Cálculo de la capacidad de interceptación del sumidero de rejilla


De acuerdo con la ecuación 11.5.14 para el cálculo del sumidero de
rejilla, se calcula cada uno de los caudales para una condición
diferente del flujo en la rejilla y se seleccionará el menor de los dos.

• Capacidad del sumidero operando como vertedero Longitud efectiva

Perímetro efectivo del sumidero

Capacidad de interceptación como vertedero

• Capacidad del sumidero operando como orificio Área efectiva del


sumidero

• Capacidad de interceptación como orificio

• Capacidad del sumidero de rejilla

En este caso, el sumidero de rejilla opera como vertedero.

11.6 SUMIDEROS LATERALES{1}{4}{20}{6}{19}


En un tramo de vía con pendiente, la capacidad de interceptación de
un sumidero lateral depende en gran parte de la profundidad del flujo
junto al cordón de andén (figura 11.2). La profundidad del flujo en el
cordón de andén y, consecuentemente, la capacidad de interceptación
y la eficiencia del sumidero lateral aumentan cuando se tiene una
cuneta deprimida en el cordón de andén, ya que se incrementa la
lámina de agua y el flujo adyacente al cordón de andén.
Figura 11.11 Sumidero lateral. Elementos y variables para su dimensionamiento.

En sumideros laterales, los bordes y la losa superior de la ventana


dirigen el flujo en la garganta del sumidero, reduciendo
sustancialmente la capacidad de interceptación, fenómeno que se
puede evitar o reducir redondeando un poco los bordes, de manera
que las líneas de corriente del flujo obtengan una curvatura adecuada
al cambio de dirección y el flujo se pueda captar sin pérdidas
significativas ni ahogamientos.

La condición hidráulica de un sumidero lateral localizado en un punto


bajo de la vía equivale a un vertedero de cresta ancha, o bien a la
descarga a través de un orificio, dependiendo en cada caso de la altura
de la lámina de agua en el sardinel o cordón de andén. Se han
efectuado estudios de laboratorio para determinar su comportamiento,
los cuales indican que para profundidades por encima de 1,4 veces la
altura de la abertura, el sumidero opera como un orificio; para
profundidades de agua entre 1,4 veces la altura de la abertura y la
altura de la ventana del sumidero, hay una transición del flujo entre
vertedero y orificio, y para profundidades menores la estructura opera
como un vertedero.
La profundidad efectiva en el cordón de andén se puede aumentar
usando continuamente una cuneta deprimida, incrementando la
pendiente transversal; así se disminuye el ancho del esparcimiento en
la entrada. Por consiguiente, las condiciones del flujo en el sumidero
están caracterizadas por una derivación lateral de parte o de todo el
caudal que proviene de la cuneta y, en términos generales, configuran
un movimiento espacialmente variado.

Los sumideros laterales también se emplean como elementos de


captación de la escorrentía en vías confinadas por cordones de andén
o sardineles. Estos elementos y la pendiente transversal de la calzada
determinan una sección triangular para el flujo de aproximación al
sumidero, la cual tiene poca profundidad y un ancho superficial
condicionado por las normas que limitan el grado de interferencia en
el tránsito de vehículos.

La mayor ventaja de este tipo de sumideros es su poca interferencia


en el tránsito de vehículos, pero son costosos y tienen facilidad de
captación de sedimentos y desperdicios, por lo que su ubicación debe
ser cuidadosa.
Son eficientes en pendientes planas (o menores del 3%), en
depresiones y con flujos que llevan cantidades significativas de
sedimentos. La capacidad de interceptación de un sumidero lateral
disminuye significativamente cuando las cunetas tienen pendientes
fuertes.

Se recomienda, tanto para sumideros en pendiente como para


sumideros en puntos bajos, suponer un área efectiva del 80 o 90 % del
área neta de la ventana. Al igual que los sumideros de rejilla, deben
diseñarse de acuerdo con tamaños estándar para reducir costos.
La capacidad de un sumidero lateral dependerá principalmente de los
siguientes factores:

• Condiciones de aproximación del flujo, expresadas por el caudal y


la profundidad de la lámina de agua en el cordón de andén,
interrelacionados a su vez por la geometría de la cuneta -que es la
misma vía-, su pendiente longitudinal y rugosidad.
• Longitud de la ventana del sumidero.
• Para un mismo caudal, haciendo referencia a un sumidero con la
misma longitud, su capacidad de captación disminuye con la
pendiente longitudinal de la vía, puesto que la profundidad de la
lámina de agua en el cordón de andén se hace menor y, por lo tanto,
se reduce la energía disponible que induce el flujo por el sumidero.
• Establecidos el caudal, la longitud del sumidero y la pendiente
longitudinal, la capacidad de los sumideros laterales aumenta con
incrementos de la pendiente transversal de la vía.
En la fase del proyecto del sistema de drenaje se recomienda usar los
resultados de las investigaciones experimentales, lo cual será, en
general, más preciso que proceder con un cálculo teórico por las
razones que a continuación se presentan.

La práctica ha demostrado que la eficiencia del sumidero lateral


mejora sensiblemente si en su diseño se proyecta una depresión en
una zona adyacente a la abertura. Esta modificación puede determinar
una consideración de flujo, cuyas características no se hayan tomado
en cuenta debidamente en las ecuaciones derivadas de la
simplificación del régimen gradualmente variado, a causa de la
curvatura apreciable de las líneas de corrientes, a las pérdidas de
energía localizadas y a la posibilidad de ahogamiento parcial o total
de la ventana.

Si el régimen de aproximación al sumidero lateral es de flujo


supercrítico, el efecto de las ondas superficiales se traduce en las
alteraciones de los contornos y, por tanto, en una disminución de la
eficiencia de captación.

11.6.1 Sumidero lateral sobre un tramo de vía con


pendiente{6}{19}{7}
La longitud requerida de un sumidero lateral L , para la interceptación
completa de un flujo dado QS, en la calle se calcula con la siguiente
fórmula empírica:
Donde:

KC = coeficiente de unidades: para el Sistema Internacional 0,817 y


para el Sistema Inglés 0,6. n = coeficiente de rugosidad de Manning.

S, = pendiente equivalente (m/m).

S,, para una depresión en la cuneta resulta

Se, para una cuneta sin depresión

{7}

Lt = longitud del sumidero lateral (m), para interceptar el 100 % del


flujo de la cuneta.
SO = pendiente longitudinal (m/m).

QS = caudal en la calle (m3/s).

La capacidad de un sumidero lateral con una longitud LC, menor que


la longitud Lt , puede ser aproximada por:

Donde:
Qa = capacidad de interceptación del sumidero lateral.

Le = longitud efectiva del sumidero lateral, que se calcula como


Donde:
Lc = longitud menor que la longitud L, es decir, la longitud estándar
de un sumidero lateral.

La ecuación 11.6.4 determina la capacidad ideal del sumidero.

Ejemplo. Cálculo de capacidad de un sumidero lateral en


pendiente
Determinar la capacidad de interceptación de un sumidero lateral
ubicado en pendiente, en una calle con las mismas características que
el ejemplo presentado para el cálculo de la capacidad de una calle en
el numeral 10.9. El sumidero lateral tiene las siguientes
características:

b) Cálculo de la capacidad de interceptación de un sumidero lateral en


pendiente
Relación de flujo frontal, Ew

Pendiente equivalente, Se

La longitud total para captar el 100 % de la capacidad de la calle, L

Con Kc = 0,817

La longitud efectiva de la ventana será

La capacidad del sumidero lateral en pendiente para una longitud


efectiva Le es

11.6.2 Sumidero lateral sobre un punto bajo o una


depresión{6}{19}{7}
Cuando un sumidero lateral opera como un vertedero, la capacidad
está determinada por:

Donde:
Pe = longitud efectiva alrededor de la depresión frente al sumidero de
ventana.

Donde:

Cw = 1,25.

LC = longitud del sumidero lateral (m).

Wg = ancho lateral de la depresión (m) (figura 11.11).

K = valor entre 1,8 y 2 de acuerdo con los lados de la depresión.

Cuando un sumidero lateral opera como un orificio, la capacidad es


aproximada por:

Donde:
Co = 0,63. '

h = altura de la apertura del sumidero lateral.

Donde:

h = altura de la apertura del sumidero lateral (m).


θ = ángulo de la garganta del sumidero (figura 11.12), igual a 90°
cuando la garganta del sumidero lateral es horizontal e igual a 0°
cuando la garganta es vertical, quedando entonces simplemente Y0 =
(YS + Y).
Figura 11.12 Configuración de la garganta de un sumidero lateral.

Para determinar la capacidad de interceptación del sumidero lateral de


acuerdo con el tipo de flujo sobre la estructura, debe calcularse el
caudal operando como vertedero y como orificio; el menor de ambos
caudales determina el tipo de flujo en el sumidero.
Qa = caudal captado por el sumidero lateral en punto bajo.

Alternativamente a la expresión anterior si (y + y) < (H + D) (figura


10.7), el sumidero opera como vertedero.

11.6.2.1 Ejemplo. Cálculo de capacidad de un sumidero


lateral en punto bajo

Determinar la capacidad de interceptación de un sumidero lateral


ubicado en un punto bajo de la vía, en una calle con las mismas
características que el ejemplo presentado para el cálculo de la
capacidad de una calle en el numeral 10.9. El sumidero lateral tiene
las siguientes características:
b) Cálculo de la capacidad del sumidero lateral en punto bajo

De acuerdo con la ecuación 11.6.9, se debe calcular la capacidad del


sumidero trabajando como vertedero lateral y trabajando como
orificio. La capacidad del sumidero será el valor mínimo obtenido.

• Capacidad del sumidero operando como vertedero Longitud efectiva


del sumidero

Caudal del sumidero operando como vertedero

• Capacidad del sumidero operando como orificio Área efectiva del


sumidero, Ae

Altura del orificio en función de la apertura, Yo

Capacidad de interceptación como orificio

Para este caso, el tipo de apertura del sumidero es vertical, = 90°.

Capacidad de interceptación como orificio

• Capacidad del sumidero lateral en punto bajo


El sumidero de ventana opera como vertedero.

11.7 SUMIDEROS COMBINADOS{1}{4}{6}


Se entiende por sumideros combinados la unión de un sumidero de
reja y uno de ventana (figura 11.13). Proveen una alta capacidad de
entrada, que ofrece las ventajas de ambas clases: los sumideros de
rejilla y los laterales.

Figura 11.13 Sumidero combinado.

Un sumidero combinado está conformado por una ventana lateral en


el cordón de andén, enfrentada a un sumidero de rejilla con una
capacidad igual a la suma de la capacidad de interceptación de cada
uno de los dos sumideros, o bien una ventana lateral en el cordón de
andén, situada aguas arriba de un sumidero de rejilla con una
capacidad igual a la de un sumidero lateral aguas arriba de la rejilla,
más la capacidad de ésta, teniendo en cuenta la reducción del ancho
del esparcimiento y la profundidad del flujo sobre la rejilla por causa
de la interceptación de la ventana. La ventaja de esta clase de
sumidero es la interceptación de escombros y basuras en una
configuración de "eliminador de basura transportada por la
escorrentía", que actúa como un interceptor de desechos; de no operar
así, se podría obstruir la rejilla y desviar el agua hacia otro sumidero.
Cuando se localiza en una curva vertical cóncava o en un punto bajo,
el sumidero "eliminador de basura" puede tener ventana a ambos
lados de la rejilla. Esta resulta ser la posición más eficiente para este
tipo de sumideros.
Se recomienda utilizar esta clase de sumideros en aquellos casos
donde en principio son preferibles los sumideros de ventana, pero
donde la eficiencia de captación de estos últimos sea menor del 75 %;
se aconseja usarlos preferiblemente con una sola reja y suponer un
área efectiva del 67 % del área neta total de la reja y la ventana{4}.

11.8 SUMIDEROS RANURADOS{1}{6}{20}{21}


Los sumideros ranurados son una tira horizontal de rejilla, localizada
en la parte superior de una zanja que puede estar dispuesta
longitudinal o transversalmente a la vía; la parte superior de la
garganta se construye a ras con la superficie del pavimento o la
cuneta. El sumidero ranurado, entonces, puede ser perpendicular o
paralelo al bordillo de la acera y para su disposición es necesario
tener en cuenta el esparcimiento del agua en la cuneta, la interferencia
del tráfico y otras consideraciones de mantenimiento (figura 11.14).
Un sumidero ranurado puede ser una estructura de entrada eficiente
para el caso de pendientes muy empinadas, donde la escorrentía de
una tormenta dada es ampliamente expandida. Así mismo, un
sumidero ranurado se coloca casi siempre a través de una rampa en
una carretera o en la entrada de un parqueadero subterráneo.
Figura 11.14 Sumidero ranurado. Esquema general de su disposición.

El funcionamiento de los sumideros ranurados, cuando trabajan como


vertederos, es esencialmente el mismo que el de los sumideros
laterales. La capacidad de interceptación depende de la profundidad
del flujo y de la longitud por donde entra el flujo. La experiencia
sobre la facilidad de manipulación de escombros en estos sumideros
ranurados no es muy amplia. El depósito y acumulación de escombros
en el cárcamo es un problema frecuente, pero la configuración de los
sumideros ranurados los hace accesibles para su limpieza mediante un
chorro de agua a fuerte presión.

Pueden usarse en superficies para interceptar el flujo en lámina, antes


de los cruces sobre una sección de la vía. Su principal ventaja es la
capacidad de interceptar flujo en lámina bajo una amplia sección de la
vía.

Situado en ángulo recto al flujo, la ranura actúa como una pequeña


rejilla.
Suponiendo una "velocidad de salpicadura" o velocidad sobre la
ranura de 0,3 m/s y sin flujo lateral, las ecuaciones de eficiencia de
entradas de rejillas se pueden emplear para calcular su capacidad.

Ubicado paralelo al flujo en la cuneta, la interceptación del flujo por


un sumidero ranurado es similar a la interceptación de un sumidero
lateral. Los análisis de datos por parte de la Administración Federal
de Carreteras sobre pruebas de sumideros ranurados, con un ancho
superior o igual a 45 mm, indican que el ancho requerido para estos
sumideros para la interceptación total puede calcularse con las
ecuaciones de los sumideros laterales.
Al comparar un sumidero lateral con un sumidero ranurado es
importante señalar que es menos costoso adicionar ancho a un
sumidero ranurado para incrementar su capacidad de interceptación
que añadir longitud a un sumidero lateral.

Los sumideros ranurados construidos en puntos deprimidos operan


como vertederos dependiendo del ancho de la ranura y para
profundidades de la lámina de agua por encima de 0,06 m. Para
profundidades generalmente mayores de 0,12 m, trabajan como
orificios y se pueden calcular como un sumidero de rejilla. Para
valores entre estas profundidades, el flujo se encuentra en una etapa
de transición.

Los sumideros ranurados tienen las siguientes ventajas:


• Son adaptables a las intersecciones viales con características
urbanas, tales como calzadas, cruces de calles y aceras. Tienen buen
comportamiento para el tráfico de vehículos, así como bicicletas,
sillas de ruedas y algo de tráfico peatonal.
• La depresión no es necesaria para la eficiencia hidráulica.
• La interceptación de flujo es posible a un costo relativamente bajo.
• Construcción relativamente simple y rápida.
• Los tratamientos de la superficie se puede acomodar sin ningún
efecto sobre el funcionamiento de un sumidero ranurado original.
• Son estéticos y tienen buena apariencia en una vía.

Entre las desventajas de los drenajes ranurados están las siguientes:

• Tienen una alta tendencia a recoger escombros, especialmente en los


puntos bajos.
• Para un mantenimiento eficaz requiere por lo general una
alcantarilla adyacente o un sumidero lateral.
11.8.1 Sumideros ranurados operando como un
vertedero{1}{6}
La capacidad de un sumidero ranurado operando como vertedero se
puede calcular como:

Donde:

L = longitud de la ranura (m).

11.8.2 Sumideros ranurados operando como un orificio{1}{6}

La capacidad de un sumidero ranurado operando como un orificio se


puede calcular así:

Donde:
W = ancho de la ranura (m).

L = longitud de la ranura (m).


INCORPORACIÓN DE LOS SISTEMAS
DE DRENAJE NO CONVENCIONAL
EN EL DRENAJE URBANO
12.1 INTRODUCCIÓN

al como se ha presentado hasta ahora en un sistema

T convencional de drenaje urbano, el transporte, captación y


entrega del agua lluvia al afluente está compuesto por la vía,
cunetas o canales, entradas (especialmente sumideros) y colectores.
En este caso, el objetivo principal del sistema es permitir el paso
seguro de los vehículos y de los peatones, evacuando lo antes posible
y de manera puntual la escorrentía generada por un evento con una
frecuencia que corresponde a la del periodo de diseño.

El crecimiento de las ciudades -y, por tanto, el desarrollo urbano no


contemplado- hace que los sistemas de drenaje convencional o
tradicional diseñados sean en algunos casos insuficientes.
Probablemente en este proceso de crecimiento se adicionan más zonas
impermeables que cambian en forma significativa el ciclo del agua y
la infiltración se reduce, por lo que la precipitación, que en su
mayoría se convierte en escorrentía superficial, se concentra con
rapidez. Seguramente el agua pluvial que recibe el sistema sobrepasa
su capacidad, lo que trae como consecuencia inundaciones y
desbordamientos en el casco urbano{23}.
Los diseños y captaciones convencionales dirigen el agua lluvia al
sistema de drenaje pluvial de manera concentrada y normalmente sin
permitir su aprovechamiento. En la bibliografía disponible sobre el
drenaje no convencional se mencionan los problemas de calidad del
agua lluvia, los cuales no se manejan en los sistemas tradicionales.
Las actividades humanas generan gran número de contaminantes,
como los sedimentos, aceites, granos, metales, fertilizantes,
pesticidas, sales, patógenos y basura, que pueden afectar la salud
pública y causar daño ambiental. Esta contaminación proviene de
grandes zonas de diversos orígenes; se habla de contaminación difusa,
cuya cuantificación y calificación es difícil de establecer. Durante la
precipitación, la contaminación acumulada en la superficie en tiempo
seco es arrastrada hasta las captaciones, por lo que se generan
problemas de contaminación en los afluentes y colmatación de las
captaciones{25}.

Para tratar los problemas asociados con el drenaje urbano


convencional y proponer soluciones novedosas, se vienen
reconociendo sistemas de aguas lluvias no convencionales, tomando
como referencia el denominado desarrollo sostenible. Es así como
surgen los que podrían llamarse sistemas no convencionales del
drenaje urbano, conocidos como Sustainable Urban Drainage
Systems (SUDS, sistemas sostenibles de drenaje urbano), o Low
Impact Development (LID, desarrollo de bajo impacto), o Water
Sensitive Urban Design (WSUD, diseño urbano sensible), o Best
Management Practices (BMP mejores prácticas de gestión), entre
otros. En la bibliografía de habla hispana se conocen comúnmente
como sistemas sostenibles de drenaje urbano (SUDS, por su sigla en
inglés).

Estos nuevos sistemas buscan especialmente no interferir en el ciclo


del agua, que se modifica cuando se urbaniza; su objetivo es mitigar
los problemas asociados con el drenaje urbano convencional, evacuar
de modo espacial la escorrentía generada por un evento con
recurrencia igual a la del periodo de diseño y reducir los impactos
generados por el desarrollo urbano, de tal manera que se integren al
máximo el paisajismo y los conceptos socioambientales{25}. Estos
sistemas también presentan propuestas para optimizar el manejo del
recurso agua lluvia y así aprovechar las aguas pluviales mediante su
reutilización o infiltración al subsuelo, de tal manera que se garantice
un sistema más eficaz y sostenible{24}.

Es probable que los sistemas no convencionales mitiguen los


problemas relacionados con el drenaje convencional, pero es
importante advertir que se requieren grandes inversiones iniciales y
de mantenimiento regular para su adecuado funcionamiento.
No se puede prescindir de los sistemas de drenaje convencional, por
lo que resulta razonable plantear que los sistemas no convencionales
de drenaje urbano son un excelente complemento para mitigar de un
modo sostenible los problemas asociados con el manejo actual de las
aguas lluvias urbanas. Es necesario identificar los tipos,
características, ventajas y desventajas de estructuras de captación
convencionales y no convencionales, para seleccionar de manera
adecuada la mejor alternativa para cada caso.

12.2 DRENAJE URBANO DE AGUAS LLUVIAS

12.2.1 Drenaje urbano. Convencional y no convencional

Como se ha planteado en este libro, un sistema de drenaje urbano


busca, mediante el transporte y la captación adecuada de las aguas
lluvias, dos objetivos fundamentales: evitar al máximo posible el
daño a las personas y a las propiedades del casco urbano provocado
por el agua lluvia, y garantizar que las actividades de la vida cotidiana
de las poblaciones urbanas se lleven a cabo con normalidad durante
un evento de precipitación.

Drenaje urbano convencional

El sistema de drenaje urbano convencional está diseñado para recoger


la escorrentía superficial generada por un evento de lluvia,
transportarla a lo largo de vía o cuneta y descargarla lo más
rápidamente posible por una estructura de captación, evitando el
riesgo de inundación y cumpliendo en forma apropiada con los
objetivos definidos inicialmente.

Drenaje urbano no convencional

El drenaje urbano convencional funciona adecuadamente, de acuerdo


con los objetivos de diseño planteados por el sistema. Sin embargo,
hoy en día han ido surgiendo otros conceptos de diseño del drenaje
que tienen en cuenta objetivos adicionales, basados principalmente en
el desarrollo sostenible.

Los objetivos adicionales de los sistemas de drenaje urbano buscan


disminuir el volumen de escorrentía producido por las zonas
impermeables que van apareciendo y que no se han contemplado en el
desarrollo de las ciudades, reducir los picos de escorrentía debidos a
la captación puntual de las aguas lluvias en los sistemas
convencionales y mejorar lo más cerca del sitio de captación la
calidad del agua lluvia contaminada por las vías urbanas.

Para cumplir con estos nuevos objetivos se han venido desarrollando


nuevos sistemas de drenaje urbano, tomando como referencia lo que
se denomina sistemas sostenibles de drenaje urbano (SUDS, por su
sigla en inglés).

12.2.2 Sistemas sostenibles de drenaje urbano.

Para entender el origen de los sistemas sostenibles de drenaje urbano


(SUDS, por su sigla en inglés), es necesario realizar las siguientes
definiciones:

Sostenibilidad

El adjetivo sostenible se deriva del latín sustenere, que significa


"sostener o mantener elevado". Su significado literal desde el punto
de vista ecológico es mantener la base de los recursos naturales.
A lo largo de la historia, el término desarrollo sostenible ha sido
definido por diferentes organizaciones y encuentros enfocados en el
medio ambiente y el desarrollo.

El primer antecedente de importancia del término sostenible proviene


de la biología. En este campo, en la década de los sesenta, se
estudiaban maneras alternativas en la tala de bosques o en la pesca,
para mantenerse dentro de los plazos de renovación de las
poblaciones.
En los años sesenta y setenta se acumuló evidencia de hechos sobre
problemas ambientales tales como la contaminación creciente de las
ciudades, los impactos sobre los cursos de agua por contaminación
difusa o desechos industriales, los problemas debidos al sobreúso de
agroquímicos y los riesgos de las centrales nucleares, evidenciando
que el desarrollo humano actual lo está generando{26}.

La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo


define desarrollo sostenible como "un desarrollo que satisface las
necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer las propias".

De acuerdo con esta definición y reconociendo el agua como un


recurso escaso y vulnerable, esencial para la sostenibilidad de la vida,
el desarrollo y el ambiente, aparece un nuevo enfoque de drenaje, el
del "drenaje sostenible", que pretende mejorar el drenaje
convencional, centrándose en la preservación del ambiente y
minimizando los efectos del desarrollo urbano{27}.

Objetivos de los sistemas sostenibles de drenaje urbano

Los SUDS buscan plantear en forma integrada el manejo de la


escorrentía urbana, de un modo diferente al de los sistemas de drenaje
de aguas lluvias convencionales. El objetivo general de estos sistemas
consiste en controlar la escorrentía superficial en el sitio de origen o
fuente, para transportarla y disponerla hacia los afluentes con el
mínimo impacto a las personas y el medio ambiente, intentando imitar
lo mejor posible el ciclo hidrológico del agua antes del desarrollo
urbano{29}.

Los objetivos de los SUDS se pueden resumir de la siguiente manera


(Grupo de Investigación de Tecnología de la Construcción de la
EtsicCPS de la Universidad de Cantabria{28} y el Ciria{25}):

• Proteger y mejorar el ciclo del agua en el área urbana y la


biodiversidad en corrientes urbanas.
• Mantener o restaurar el flujo normal en corrientes urbanas.
• Integrar el tratamiento de las aguas lluvias en el paisaje.
• Proteger la calidad de las aguas afluentes de escorrentías urbanas.
• Reducir los caudales punta que provienen de las zonas urbanizadas
mediante elementos de almacenamiento temporal y minimizando
áreas impermeables.
• Proteger las propiedades y a las personas de las inundaciones, en
condiciones actuales y hasta el periodo de diseño.
• Proteger las corrientes urbanas de vertidos accidentales.
• Permitir el desarrollo urbano en áreas cuyo alcantarillado está
colapsado.
• Ofrecer valores estéticos que ayuden a enriquecer visual y
medioambientalmente una zona determinada.
• Embellecer la construcción urbana.
• Permitir la recarga de los acuíferos donde se considere adecuado.

Con los SUDS se busca mejorar el manejo de la escorrentía en las


ciudades, pero deben analizarse para definir si realmente cumplen los
objetivos propuestos. En estos análisis debe incluirse la evaluación
económica.

Los sistemas de drenaje convencional actuales, debido al desarrollo


de la ciudad, ya no necesariamente tienen la capacidad hidráulica
adecuada para evacuar las aguas lluvias ya que la escorrentía
permanentemente es transformada debido a la transformación urbana.
Lo ideal es rediseñar la mayoría de los sistemas de drenaje
convencional para drenar adecuadamente las aguas lluvias y continuar
con el desarrollo de las ciudades, pero esta solución resultaría costosa
y en muchos casos inviable económicamente para los constructores o
urbanizadores. Por estas razones es importante adoptar otras opciones
de drenaje que mejoren los sistemas de captación existentes y eviten
inversiones excesivamente costosas.

12.3 CAPTACIONES CONVENCIONALES Y NO CONVENCIONALES


12.3.1 Captaciones convencionales

Como se ha mencionado en los diferentes capítulos, en un sistema de


drenaje convencional la captación de la escorrentía superficial se hace
a través de las vías o cunetas, las cuales transportan el agua lluvia
hasta las estructuras de captación denominadas sumideros. Estas dos
estructuras, las cunetas y los sumideros, conforman las estructuras
convencionales necesarias para la captación de la escorrentía
superficial.

12.3.2 Captaciones no convencionales

Las captaciones no convencionales son estructuras alternativas en el


sistema de drenaje urbano para la captación de la escorrentía
superficial, cumpliendo con los objetivos definidos por el drenaje
sostenible. Para determinar las estructuras de captación no
convencionales es necesario conocer el tipo de estructuras que
utilizan los SUDS para el manejo adecuado de la escorrentía y
determinar cuáles de estas estructuras cumplen la función de
captación de la escorrentía superficial.
El auge, diseño y desarrollo de estas captaciones del drenaje urbano
han permitido plantear diferentes clasificaciones de las estructuras y,
en general, de los sistemas sostenibles de drenaje urbano. Por la
utilidad que tienen, a renglón seguido se presentan varias de estas
clasificaciones.

12.4 CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS SOSTENIBLES DE DRENAJE URBANO


Los sistemas sostenibles de drenaje urbano (SUDS, por su sigla en
inglés) son prácticas relativamente nuevas, y las múltiples prácticas
existentes no han permitido una clasificación homogénea. A
continuación se presentan, para su conocimiento y utilización en el
diseño del drenaje urbano, varias clasificaciones que tienen en cuenta
diferentes criterios:
• Grupo de Investigación de Tecnología de la Construcción de la
Escuela de Caminos, Canales y Puertos de Santander de la
Universidad de Cantabria (Giteco) Esta clasificación representa la
función que cumple cada sistema en el proceso de manejo del agua
lluvia en el casco urbano. Sobre la base de unas medidas
preventivas, se plantean los aspectos legislativo, educativo y
económico (tabla 12.1).

Tabla 12.1
Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano{31}{33}

Tales medidas proponen una planeación en los organismos de control


para prevenir problemas asociados a la escorrentía superficial, por
medio de normativa, educación y programación.
Para los sistemas de captación y transporte, el objetivo principal es
recoger y conducir lentamente la escorrentía superficial.

Los sistemas de tratamiento pasivo están ubicados al final del sistema


de drenaje, antes de la descarga al afluente. Estos sistemas realizan un
almacenamiento temporal de las aguas lluvias para controlar los picos
de escorrentía y, a la vez, hacer su tratamiento.

• Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la


Universidad Politécnica de Valencia Presenta una clasificación de
los SUDS a partir de unas medidas estructurales y no estructurales
(tabla 12.2){28}. Las medidas estructurales son las que gestionan la
escorrentía mediante algún elemento constructivo, pero las técnicas
no se subclasifican con ningún otro criterio. Las medidas no
estructurales son aquellas en las que intervienen la educación,
planificación, mantenimiento, regulación, control y participación
ciudadana sobre el drenaje de aguas lluvias.

Tabla 12.2
Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano. Universidad de Valencia

• The Construction Industry Research and Information Association


(Ciria), en The SUDS Manual{25}. Reino Unido Presenta una
clasificación de acuerdo con el tratamiento de la escorrentía en el
drenaje urbano, mediante elementos de retención, humedales,
infiltración, filtración, detención, canales y control de origen (tabla
12.3).

Tabla 12.3
Clasificación de las prácticas SUDS. Ciria{25}

• Low Impact Development Manual for Michigan, Michigan{32}Se


plantea una clasificación de acuerdo con prácticas que define como
estructurales y no estructurales (tabla 12.4).
Tabla 12.4
Clasificación de las prácticas SUDS. Low Impact Development Manual for Michigan.
Michigan{32}

• The Southern California Stormwater Monitoring Coalition. Guía


técnica{33} De acuerdo con este grupo de trabajo, las prácticas SUDS
pueden dividirse en dos grandes grupos de acuerdo con su función
(tabla 12.5) Pueden ser prácticas de retención o de no retención.
Las prácticas SUDS de retención están compuestas por técnicas que
finalizan el manejo de la escorrentía de aguas lluvias en el sitio de
origen, ya sea a través de la infiltración, evapotranspiración o reúso y
captura del agua lluvia. Las prácticas LID de no retención son
técnicas que continúan con proceso de captura, transporte y
disposición del agua lluvia fuera del sitio de origen de la escorrentía.

En función de las limitaciones del sitio donde se controla la


escorrentía de aguas lluvias, muchas prácticas SUDS se pueden
configurar para que funcionen como cualquiera de los dos tipos.

Tabla 12.5
Prácticas SUDS. The Southern California Stormwater Monitoring Coalition{33}

• Stormwater Management Planning and Design Guidelines for New


Developments City of Cape Town. South Africa{34}En esta guía se
presenta una clasificación de las técnicas para el manejo de la
escorrentía, de acuerdo con la función que cumple cada una en el
drenaje urbano de aguas lluvias. En la tabla siguiente (tabla 12.6) se
presenta el esquema de clasificación que tiene en cuenta estos
aspectos:
— Transporte. Uso de canales naturales o artificiales, humedales
naturales o artificiales, o tuberías y culverts para el transporte de la
escorrentía, así como la prevención de la erosión.

— Estanque-almacenamiento. Es una forma de control de las aguas


lluvias. Este término se refiere a los métodos de infiltración de la
escorrentía en el suelo o la retención por un tiempo de las crecientes
reduciendo la escorrentía pico, contribuyendo a extender la base del
hidrograma, mejorando la calidad del agua y creando hábitats
naturales.

— Infiltración. Reduce el volumen de escorrentía y contribuye a la


recarga de acuíferos.
— Filtración y tratamiento. Atenúa el volumen de escorrentía y
mejora la calidad del agua.

Tabla 12.6
Clasificación de técnicas para el manejo de escorrentía. StormwaterManagement Planning
and Design Guidelines for New Developments City of Cape Town. South Africa{34}
• Urban Drainage in Humid Tropics{35}En este documento, realizado
conjuntamente con Unicef en Sao Paulo, los SUDS se denominan
técnicas de detención y flujo de retraso en el drenaje urbano. Dicha
clasificación se hace de acuerdo con la función de cada SUDS en el
manejo del drenaje urbano, como se presenta a continuación (tabla
12.7):

Tabla 12.7
Clasificación de la Urban Drainage in Humid Tropics{35}

12.5 CLASIFICACIÓN PROPUESTA PARA LOS SISTEMAS SOSTENIBLES DE


DRENAJE URBANO

De acuerdo con el análisis de la información recopilada y presentada


sobre las clasificaciones de los sistemas de drenaje urbano sostenible
(SUDS, por su sigla en inglés), se ha planteado una clasificación
bastante sencilla (tabla 12.8) en la que las estructuras se clasifican
según la función que cumplen en el manejo de la escorrentía. Se
muestra una clasificación que facilita la selección de las estructuras
SUDS para cada caso particular de drenaje urbano.
En esta nueva clasificación se toman en cuenta el objetivo principal
de cada estructura y la función que cumple dentro de un sistema de
drenaje de aguas lluvias, con lo cual es posible identificar su función
básica en el manejo de la escorrentía superficial.
Las estructuras SUDS se han dividido en dos grandes tipos:
1. Estructuras de captación y transporte. Son estructuras que
cumplen la función de captar y transportar la escorrentía superficial.
a) Para edificaciones: estructuras usadas en las instalaciones
internas de las edificaciones o viviendas.
b) Para zona pública: estructuras que contribuyen al manejo de la
escorrentía en las zonas urbanas.
2. Estructuras de almacenamiento. Son estructuras cuya finalidad
es el almacenamiento temporal de la escorrentía.

Tabla 12.8
Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano, de acuerdo con su función.
12.5.1 Descripción general y uso de las estructuras SUDS

Con base en esta nueva clasificación propuesta, a continuación se


presenta, de acuerdo con la bibliografía consultada, una descripción
general de las estructuras de drenaje SUDS, con el propósito de que el
lector tenga un conocimiento general y pueda hacer una selección
previa, antes de abordar cualquier diseño detallado de este tipo de
estructuras. Es importante señalar que en esta descripción se muestran
estructuras SUDS de captación y drenaje que no necesariamente son
solución para lo que se definió al principio del libro como drenaje
urbano. Su presentación se realiza considerando que en los sistemas
sostenibles el manejo de la escorrentía empieza donde cae una gota de
agua y no solamente en la vía.

12.5.2 Estructuras de captación y transporte

En edificaciones

Cubiertas verdes
Las cubiertas verdes (fotografía 12.1) son techos o terrazas de
cualquier tipo con cubierta vegetal. En el manejo de la escorrentía
urbana, estas estructuras tienen la capacidad de almacenar un
porcentaje del agua lluvia de acuerdo con su capacidad de retención,
que es descargada luego del evento de escorrentía o evaporada.
"Una cubierta verde puede reducir hasta el 60 % de la escorrentía y
hasta un 85 % de la evacuación de aguas durante las dos primeras
horas de lluvia intensa. Según la norma alemana DIN 1986, el
coeficiente de escorrentía para las cubiertas verdes con un mínimo de
10 cm de espesor es de 0,3" (extractado de las Recomendaciones
técnicas para proyecto de cubiertas vegetales, Santiago de Chile).
La cubiertas verdes tienen beneficios adicionales, ya que al
remplazarse las cubiertas de concreto o material impermeable por
vegetación se incrementan los procesos naturales de enfriamiento,
como la fotosíntesis y la evapotranspiración, lo que podría reducir el
aumento de temperatura en la ciudad. Además, retienen dióxido de
carbono y otros contaminantes, actúan como capa de aislante térmica
en el edificio y mejoran la estética del lugar (visual, sonidos, aromas)
{28}
.
El tipo de cubierta que se desea instalar dependerá de la clase de
edificación y del uso que se le quiera dar a ésta. Antes de determinar
el tipo de cubierta que se va a instalar es conveniente analizar los
requerimientos de cada edificación, teniendo en cuenta por ejemplo la
clase de edificación (nueva o remodelación), características del techo
(pendiente, capacidad de carga, altura), uso de la cubierta (transitable,
requerimientos de retención de aguas lluvias, interés estético,
certificación ambiental), ubicación del edificio (clima, sombras,
viento), presupuesto y mantenimiento.
En general, se pueden encontrar en el mercado tres tipos de cubiertas
verdes: extensivos, semiintensivos e intensivos (tabla 12.9).

Tabla 12.9
Tipos de cubiertas verdes

Referencia: Recomendaciones técnicas para proyecto de cubiertas vegetales, Santiago de


Chile.

Las cubiertas verdes no requieren espacio adicional en el desarrollo


urbano, por lo que son adecuadas en lugares ya desarrollados dentro
de la ciudad, donde el espacio es limitado para otras técnicas.
Las cubiertas pueden adaptarse fácilmente, siempre y cuando exista
suficiente resistencia para soportar las cargas en el techo, así que con
la elección cuidadosa de los materiales adecuados pueden utilizarse
en casi cualquier edificio.
En el diseño deben considerarse parámetros ambientales en el lugar
de instalación, tales como la altura del techo, su exposición al viento,
la orientación del techo con el sol, la sombra de los edificios aledaños
y el clima{25}.
Fotografía 12.1 Cubiertas verdes.

Reúso del agua


El agua lluvia que cae sobre las edificaciones en techos, superficies
duras o estacionamientos se puede almacenar y reutilizar para
diferentes propósitos, entre los que generalmente se encuentran el
desagüe de inodoros y riego.
Pueden existir edificaciones donde el agua lluvia se reutilice como
agua potable, pero para esto se requieren sofisticados sistemas de
tratamiento que garanticen las características mínimas requeridas para
el consumo del agua.

Estos sistemas se consideran parte de las estructuras SUDS, debido al


almacenamiento y tratamiento del agua lluvia.

Otras

Superficies permeables{36}{30}
Las superficies permeables están compuestas por secciones de varias
capas de materiales de construcción que permiten el paso del agua a
través de éstas. En conjunto, pueden ofrecer la capacidad portante
necesaria para resistir un tráfico determinado.
Las superficies permeables son diseñadas con una variedad de
materiales, tales como césped o grava con refuerzos, adoquines con
ranuras, bloques porosos y demás materiales porosos (fotografía
12.2).

Fotografía 12.2 Diferentes superficies permeables.

El uso de este tipo de superficies se limita a zonas sin vehículos


pesados, como por ejemplo parqueaderos, calles residenciales, calles
de densidad de tráfico medio, cubiertas verdes, aceras y zonas de
recreo.

Rozos de infiltración

Los pozos de infiltración son el tipo más común de dispositivo de


infiltración, sobre todo en el Reino Unido. Almacenan rápidamente el
escurrimiento de una casa o de un desarrollo y permiten su
infiltración eficaz en el suelo circundante (fotografía 12.3).
Los pozos generalmente son de forma cuadrada o rectangular,
rellenos de escombros o material permeable, agujereados en las
paredes y en la base para permitir la infiltración en el suelo. Están por
debajo del césped, sin una disposición formal para el acceso y la
inspección. El relleno o medio poroso debe proporcionar buena
capacidad de almacenamiento, para permitir que el tamaño de la
estructura se reduzca al mínimo.
Fotografía 12.3 Pozos de infiltración. Vista superficial.

Los pozos de infiltración pueden reducir el volumen de escorrentía y


facilitan la recarga de aguas subterráneas. El tiempo necesario para
que las aguas pluviales se infiltren a través de la base o los lados del
dispositivo dependerá de la forma y tamaño del pozo de infiltración y
de las características de infiltración del suelo.
Los pozos de infiltración son adecuados para áreas pequeñas, como
techos de viviendas residenciales o comerciales, pero no son
recomendables para el drenaje de escorrentía en zonas de gran
contaminación, ni en zonas con jardines debido al riesgo de
obstrucción y a la contaminación de las aguas subterráneas. De no ser
así, las aguas lluvias deberán pasar por un tratamiento antes de la
descarga en el pozo de infiltración.
Los pozos de infiltración se utilizan generalmente para recibir la
escorrentía de propiedades residenciales. Sin embargo, pueden drenar
un grupo de casas con una sola unidad grande o con un grupo
enlazado de unidades.
De igual manera, los pozos enlazados también pueden utilizarse para
drenar carreteras y zonas de parqueo, pero se requiere un cuidado
clave para asegurar que los niveles de sedimentos y contaminantes se
reduzcan a niveles aceptables antes de pasar todo el flujo al
dispositivo.
Zanjas
Las zanjas son excavaciones poco profundas, llenas de escombros,
piedra o de otros medios porosos que proporcionan almacenamiento
temporal de la escorrentía, para infiltración en el suelo o para
filtración y transporte de las aguas lluvias.
Las zanjas pueden modificarse, incluyendo cubierta vegetal; a este
tipo de estructuras se les denomina biofiltros.

Zanjas de infiltración
Las zanjas de infiltración son la forma lineal de los pozos de
infiltración. Estas estructuras filtran el agua lluvia a través del suelo,
reduciendo el volumen de escorrentía y el caudal pico, mejorando así
las condiciones de las estructuras de drenaje aguas abajo. Además,
puede permitir la recarga de las aguas subterráneas (fotografía 12.4 y
figura 12.1).

Fotografía 12.4 y figura 12.1 Zanja de infiltración.

Zanjas filtrantes o drenes filtrantes/ drenes franceses y pozo


seco (Filter Drains, French Drains o Dry Well)
Las zanjas de filtración se utilizan cuando los suelos circundantes son
impermeables o cuando la contaminación no permite la infiltración
del agua lluvia. La zanja de filtración proporciona una zona de
sedimentación para eliminar los sedimentos finos y fomentar la
filtración, adsorción y procesos de biodegradación.
Sin embargo, la capacidad de tratamiento de las zanjas es limitada, de
tal modo que se utilizan como zonas de almacenamiento durante el
evento de escorrentía{28}.

Figura 12.2 Esquema general de una zanja filtrante.

El espacio que requieren estas estructuras se puede incorporar en el


paisajismo de la zona.

Las zanjas de filtración por ser estructuras de transporte del agua


lluvia, podrían remplazar las tuberías (sistemas de transporte
convencional); no obstante, requieren mantenimiento constante para
evitar la obstrucción de los filtros, por lo que deberían considerarse
un complemento de las tuberías (figura 12.3).
Figura 12.3 Zanja de filtración junto a una calle.

Biofiltro/biorretención{32}
Los biofiltros son zanjas con cubierta vegetal, denominadas también
biorretención o jardines de lluvia (fotografía 12.5). La función de
estas estructuras es captar el agua lluvia y permitir que el agua se
infiltre, almacenándola temporalmente mientras elimina
contaminantes.
Si las condiciones del suelo circundante lo permiten, la escorrentía se
infiltra; de otro modo, retorna al sistema de drenaje de agua lluvias
luego del evento de escorrentía. Parte del agua lluvia captada se
eliminará a través de la evaporación y transpiración de las plantas.

En razón de que la vegetación de estos biofiltros es muy diversa, es


un medio que tolera insectos, enfermedades, contaminación y
cambios climáticos, lo que la hace una estructura resistente. El
término "jardín de lluvia" se refiere a una estructura de biofiltro que
se encuentra generalmente en propiedades residenciales.
Con estas consideraciones, se puede decir que los biofiltros son
estructuras de captación que reducen el volumen de escorrentía, el
caudal pico y los contaminantes del agua lluvia.

Fotografía 12.5 Estructuras de biorretención.

Las estructuras de biorretención se pueden utilizar en muchos lugares,


desde pequeñas áreas destinadas en zonas residenciales, hasta de
manera extensiva en estacionamientos incorporados en los
separadores o áreas perimetrales (fotografía 12.6).

Fotografía 12.6 Sumidero convencional para permitir el desbordamiento de un biofiltro


ubicado junto a una zona de parqueo.

En caminos y carreteras pueden incorporarse en los separadores, tal


como se presenta a renglón seguido (fotografía 12.7).
Fotografía 12.7 Biorretención de área lineal a lo largo de una vía.

Una limitación para este tipo de estructuras, en zonas urbanas de alta


densidad ya desarrolladas, es el espacio que requieren.

Cunetas verdes{24}
Las cunetas verdes son canales amplios, poco profundos y cubiertos
de vegetación, en los que se pueden almacenar, transportar y, si el
suelo circundante lo permite, infiltrar la escorrentía superficial
(fotografía 12.8). La velocidad del agua lluvia en la cuneta debe ser
baja para permitir la sedimentación de partículas contaminantes. En
altas pendientes las cunetas cuentan con diques o muros para
disminuir la velocidad del flujo.
Las cunetas en carretera pueden remplazar las cunetas convencionales
y las tuberías de drenaje.

Fotografía 12.8 Cunetas verdes.


Uso y ubicación de las cunetas verdes{24}
Las cunetas verdes deben incorporarse en el paisaje de la zona y en
espacios abiertos, teniendo en cuenta la ubicación, uso y demás
características del lugar. Debido al espacio que requieren, son difíciles
de incorporar en zonas densamente pobladas y con un alto desarrollo.
Pueden resultar altamente recomendables en cuencas con pocas áreas
impermeables.

Franjas filtrantes{24}
Las franjas filtrantes son franjas con pendiente uniforme y suave, de
césped u otra vegetación densa. Estas estructuras captan el agua lluvia
de zonas adyacentes impermeables para realizar un pretratamiento a
través de la filtración. La escorrentía fluye a través de la estructura a
una velocidad lo suficiente baja para su adecuada filtración y
tratamiento inicial (figura 12.4 y fotografía 12.9).

Estas estructuras deben proporcionar velocidades más bajas que las


demás, ya que su función principal es la retención de sedimentos para
descargar el agua pretratada a otras estructuras SUDS. En la siguiente
figura se presenta una franja filtrante junto a una cuneta verde (figura
12.4).

Figura 12.4 Esquema de franja filtrante junto a una cuneta verde.


Fotografía 12.9 Vista general de una cuneta verde y una franja filtrante.

Las franjas filtrantes pueden interceptar la escorrentía procedente de


las zonas impermeables adyacentes, como parqueaderos, calles y
tejados, y se deben integrar con el diseño general de la zona y el
paisaje; con todo, no son adecuadas cuando en la zona se proyecte
tráfico peatonal.

12.5.3 Estructuras de almacenamiento

Depósitos de infiltración{32}

Los depósitos de infiltración son áreas poco profundas, diseñados


para almacenar e infiltrar la escorrentía de aguas lluvias. Tienen la
capacidad de retener agua lluvia proveniente de cuencas de mayor
área que las de los pozos y las zanjas de infiltración (fotografía 12.10
y figura 12.5).
Los depósitos de infiltración se tienden a usar para drenar la
escorrentía de un cierto número de propiedades. Sin embargo, pueden
no resultar muy recomendables para drenar grandes áreas debido al
gran aporte de sedimentos y contaminación. En general, los depósitos
de infiltración se diseñan únicamente para tratar pequeños eventos de
lluvia. Requieren estructuras previas para un pretratamiento del agua
lluvia, con el fin de retener los sedimentos y evitar la obstrucción de
la superficie de infiltración.

Sus principales objetivos son transformar agua superficial en agua


subterránea y eliminar los contaminantes contenidos en las aguas
lluvias a través del proceso de filtración que se produce en los suelos
existentes debajo del sistema. Por este proceso se reduce el pico de la
escorrentía y adicionalmente, por evapotranspiración, disminuye el
volumen de escorrentía.

Fotografía 12.10 Depósito de infiltración. Vista general.

Figura 12.5 Planta y perfil de un depósito de infiltración.

Para el desarrollo de este sistema es necesario disponer de una gran


área, accesible, relativamente plana y altamente permeable.
Los depósitos de infiltración no deberán estar en un terreno inestable
y la estabilidad del terreno tendrá que verificarse mediante la
evaluación de las condiciones del suelo y del agua subterránea del
sitio. No deberá utilizarse para tratar la escorrentía de las zonas con
alta contaminación{25}.

Depósitos de retención y tanques subterráneos

Son zonas inundables que permiten el almacenamiento temporal de


las aguas lluvias durante el evento de escorrentía y su descarga al
sistema de drenaje; luego del evento, ésta se podrá regular (fotografía
12.11). Son sistemas que generalmente se encuentran vacíos, salvo
durante un evento lluvioso e inmediatamente después de éste{36}.

Fotografía 12.11. A la izquierda, depósito a cielo abierto; a la derecha, depósito enterrado.

Generalmente para este sistema existen dos tipos de depósitos: en


superficie y enterrados. Los depósitos de superficie, además de
almacenar el agua para el manejo del drenaje urbano, son utilizados
para otros usos, como los recreacionales en parques o instalaciones
deportivas. Cuando no se dispone de espacio o terreno en la
superficie, o cuando no se recomienda este tipo de técnicas a cielo
abierto, dichos depósitos se construyen en el subsuelo{28}.
Los estanques de retención son embalses o depósitos artificiales,
proyectados para mantener una reserva de agua permanente que
favorezca el crecimiento de las plantas (fotografía 12.12). La
escorrentía es retenida y captada en una piscina de pretratamiento,
hasta que se produzca un nuevo evento que empuje el agua de la
piscina hacia la piscina de agua permanente. Un parámetro
fundamental para el diseño de estas piscinas es el tiempo de retención
en el pretratamiento para que se produzca la eliminación de los
contaminantes a través de la sedimentación y por procesos de
degradación biológica{36}.

Fotografía 12.12 Estanque de retención.

Los humedales son similares a los estanques de retención, pero de


menor profundidad y con mayor densidad de vegetación; además,
aportan un gran potencial ecológico, estético, educativo y recreativo
(fotografía 12.13){28}. Los humedales artificiales, al igual que los
humedales naturales, tienen como principal función tratar las
escorrentías urbanas, proporcionando un almacenamiento temporal
por encima del nivel de agua permanente{36}.
Fotografía 12.13 Humedal artificial.

12.6 SELECCIÓN DE ESTRUCTURAS DE CAPTACIÓN


Con el propósito de proveer ayudas de selección de estructuras de
captación para un sistema sostenible de drenaje urbano (SUDS, por su
sigla en inglés) se ha elaborado la siguiente tabla, en la que se
resumen las características de las estructuras presentadas (tabla
12.10).

En esta tabla se presentan, para cada una de las estructuras SUDS, su


función dentro del manejo del drenaje urbano, el tratamiento utilizado
para la escorrentía, su uso, y si complementa o sustituye las
estructuras de captación del drenaje convencional (cuentas y
sumideros).

Tabla 12.10
Características y recomendaciones para la selección de estructuras SUDS
Como puede verse en la tabla anterior, todas las estructuras definidas
como estructuras de captación tienen en común el tipo de tratamiento
de la escorrentía. Estas estructuras manejan el agua por medio de
filtración o infiltración, pero cada una de ellas con fines o propósitos
distintos que la diferencian de las otras.
A continuación se presentarán en detalle captaciones que puedan
usarse sobre las vías urbanas para el manejo del drenaje. De las
captaciones SUDS, los pozos de infiltración tienen la limitante de
drenar propiedades individuales, es decir, que no podrían drenar una
vía urbana; sin embargo, múltiples pozos conectados entre sí o zanjas
de infiltración (que son pozos de infiltración lineales) podrían drenar
carreteras y zonas de parqueo (tal como se presentó en su definición),
pero no formarán parte de las estructuras de captación presentadas, ya
que son sustituidas por las zanjas de infiltración.
Se presentarán con más detalle consideraciones y parámetros de
diseño para las superficies permeables, las zanjas (de infiltración,
filtración o drenes franceses y biofiltros, que son una modificación de
las zanjas filtrantes con cubierta vegetal) y las cunetas verdes.

Estas obras de captación seleccionadas son estructuras que de una u


otra manera complementan o sustituyen la función de los sumideros y
cunetas en el drenaje urbano. Tal como se ha mencionado, la
diferencia de dichas estructuras con las llamadas captaciones
convencionales está en que estas estructuras proporcionan un
tratamiento adicional a la escorrentía superficial del agua lluvia
mediante las técnicas de filtración o infiltración, con lo cual se
reducen el volumen de escorrentía, el caudal pico, contaminantes y
sedimentos. En consecuencia, será importante discutir si tales
estructuras realmente proporcionan estos beneficios y, si lo hacen, qué
implicaciones se tienen.

12.6.1 Criterios generales de diseño

Dimensiones del almacenamiento{36}

La capacidad de almacenamiento de estas estructuras seleccionadas


depende del régimen hidrológico de la zona, del área aferente que es
drenada por la estructura, de la capacidad de infiltración del suelo y,
por supuesto, de las características particulares de cada estructura.

Existen diversos métodos y criterios para calcular el volumen de


almacenamiento. En Estados Unidos se utiliza el Unified Stormwater
Sizing Criteria, criterio que tiene como base el volumen que requiere
manejarse para cumplir con ciertos objetivos o normas para el manejo
de la calidad y cantidad de la escorrentía urbana, pero enfocado en los
efectos adversos que impactan la ciudad. Así, por ejemplo, el Manual
de Georgia tiene como objetivos para el dimensionamiento del
almacenamiento remover los contaminantes del agua lluvia y mejorar
la calidad del agua (tratar el 85 % de la escorrentía de las tormentas
ocurridas en promedio en el año y reducir en promedio anual el 80 %
de los sólidos suspendidos del sitio luego del desarrollo), prevenir la
erosión aguas abajo en el cauce o en el canal afluente (proporcionar el
almacenamiento prolongado para un evento de escorrentía para un
periodo de retorno de un año por un tiempo de retención de 24 horas
para disminuir los flujos de cauce lleno y proteger los canales aguas
abajo de velocidades erosivas y condiciones inestables), reducir aguas
abajo la inundación (proporciona el control del caudal pico para un
evento de tormenta de 25 años, de tal manera que la tasa del caudal
pico del posdesarrollo no exceda la tasa del predesarrollo para reducir
la inundación de las llanuras) y controlar la escorrentía en los eventos
extremos de lluvia (evalúa los efectos para un evento de tormenta de
cien años de periodo de retorno en el sistema de drenaje de agua
lluvia para las propiedades adyacentes y para las estructuras aguas
abajo. Los impactos por el evento de escorrentía extrema se hacen a
través de los controles de detención o el manejo en las llanuras de
inundación).
El criterio de la Usepa tiene en cuenta la recarga de acuíferos y
reducción de la escorrentía, la protección contra los eventos de
escorrentía de pequeñas tormentas y grandes tormentas, la protección
de cauces y la calidad del agua.

De acuerdo con el Manual de Michigan, para los análisis hidrológicos


del sitio es necesario tener en cuenta los criterios correspondientes a
la recarga de acuíferos, protección del cauce, control de inundaciones
y calidad del agua.

El Ciria tiene en cuenta la protección contra inundación en el sitio, la


protección de inundación en el sistema de drenaje, la protección de
inundación de terrenos adyacentes, la protección del cauce y la
calidad del agua.

Volumen de acuerdo con la calidad del agua{36}

Para determinar el volumen del almacenamiento con base en la


calidad del agua, se propone tener en cuenta los siguientes métodos:

• Método simplificado (The Short Cut Method).


• Método hidrológico de pequeñas tormentas (Small Storm Hydrology
Method).

Ambos métodos son función de un coeficiente volumétrico de


escorrentía (Rv) y del volumen de precipitación que cae en la cuenca.
Son aplicables a cuencas urbanas de hasta 40 - 50 hectáreas que
posean un alto grado de impermeabilidad.

Método simplificado
Habitualmente se utiliza para cuencas donde predomina un
determinado uso del suelo o para realizar un cálculo rápido que
permita estimar un orden de magnitud del volumen según la calidad.
El volumen se obtiene de acuerdo con la siguiente expresión:

Donde:
WQV= volumen de acuerdo con la calidad.

P = precipitación.

Rv = coeficiente volumétrico de escorrentía.

Donde el coeficiente volumétrico de escorrentía sólo depende del


porcentaje de impermeabilidad de la cuenca, I, sin tener en cuenta la
precipitación.

A = área de la cuenca.

Método hidrológico de pequeñas tormentas

El volumen de acuerdo con la calidad de agua se obtiene del mismo


modo que en el método simplificado mediante la ecuación ya
presentada, pero con la diferencia de la estimación del coeficiente
volumétrico de escorrentía (Rv).
En este método, Rv se obtiene a partir de los trabajos de Pitt et al.
(1994), en los que se estima este parámetro en función de los
porcentajes de permeabilidad e impermeabilidad de la cuenca, de la
precipitación de la lluvia empleada para estimar el volumen de
calidad de agua y del uso del suelo. En la siguiente tabla se presentan
los valores de coeficiente volumétrico de escorrentía obtenidos,
representados en función del tipo de suelo y de la altura total de
precipitación (tabla 12.11).

Tabla 12.11
Coeficientes volumétricos Rv para diferentes usos y valores de precipitación

Pitt et al. (1994) plantean además la desconexión de zonas


impermeables en cuencas urbanas para disminuir la escorrentía
generada. En este caso, se adoptan unos factores de reducción sobre el
coeficiente volumétrico de escorrentía (Rv), en función del tipo de
uso del que se desconectan las zonas impermeables y de la altura total
de precipitación.
Una vez estimado el coeficiente volumétrico de escorrentía, y
conocida el área de la cuenca, sólo queda por definir la precipitación
de diseño. Para ello se utilizan reglas de diseño basadas en
porcentajes de la serie de precipitaciones del año medio. Las más
utilizadas en Estados Unidos son la regla del 85 %, que corresponde a
la lluvia del percentil del 85 % de la serie de precipitaciones del año
medio, es decir, la precipitación asociada al suceso cuya altura total es
superior a la del 85 % de los sucesos correspondientes al año medio y
la regla del 90, que corresponde al percentil 90 % de la serie de
precipitaciones de dicho año.
Adicionalmente a estos dos métodos para calcular el volumen de
acuerdo con la calidad, se presentan otros dos métodos recomendados
por el Ciria (Woods-Ballard et al., 2007):

• Método de precipitación variable (Variable rainfall depth method).


Se basa en una fórmula empírica desarrollada para Escocia, en
función del grado de impermeabilidad de la cuenca, del uso del
suelo y de la altura de precipitación correspondiente al percentil 90
% de la serie de precipitaciones del año medio. En función de los
parámetros empleados, el volumen de calidad oscila entre los 10 y
20 mm de escorrentía distribuidos sobre la cuenca.

Donde:
Vt = volumen de calidad.

SOIL = parámetro de uso del suelo, obtenido del Flood Studies


Report, The Wallingford Procedure o The Wallingford Procedure for
Europe.

I = fracción de la cuenca que es impermeable.


D = altura de precipitación.

• Método de precipitación fija (Fixed rainfall depth method).


Empleado en Inglaterra y en Gales, es un método más sencillo,
puesto que considera una altura de precipitación fija, basada en la
experiencia del método anterior. Los valores típicos de precipitación
varían entre 11 y 15 mm. Para obtener el volumen de calidad, basta
con aplicar la precipitación únicamente en las zonas impermeables
de la cuenca.

12.6.2 Superficies permeables

Las superficies permeables son aquellas que permiten el paso de la


escorrentía para almacenarla temporalmente en un depósito de piedra
subyacente antes de la infiltración o vertido hacia el sistema de
drenaje urbano.

La infiltración en el suelo dependerá de la tasa de infiltración del


suelo bajo la estructura, por lo que debe tenerse especial cuidado en la
construcción de la estructura, ya que la compactación excesiva del
suelo puede modificar la capacidad de infiltración. Estas estructuras
contribuyen a disminuir el caudal pico, el volumen y los
contaminantes de la escorrentía superficial urbana. Reducen también
el área impermeable.

Uso de las superficies permeables


1. El uso de las superficies permeables está recomendado en zonas
donde no se tengan vehículos pesados, tales como parqueaderos,
calles residenciales, calles de densidad de tráfico medio, cubiertas
ajardinadas, aceras, zonas recreacionales.
2. Las superficies permeables deben estar ubicadas alrededor de
superficies impermeables para evitar que los sedimentos obstruyan
este sistema de drenaje.
3. Las superficies permeables, como el asfalto poroso, deben evitarse
en lugares de clima cálido, ya que pueden derretirse y destruir los
poros de la superficie. Sin embargo, otros tipos de pavimentos
porosos pueden ayudar a disminuir las altas temperaturas del agua,
que se asocian comúnmente a las superficies permeables porque
rápidamente el agua se infiltra y reduce la exposición de las aguas
lluvias al sol, evitando la evaporación.
4. Un gran inconveniente son el costo y la complejidad de los
sistemas, en comparación con los pavimentos convencionales.
Requieren un alto nivel de mano de obra en la construcción para
asegurarse de que funcionan como se diseñaron. Debido a los
sedimentos que contiene la escorrentía urbana, se incurre en un
mantenimiento cuidadoso y periódico para evitar que la estructura se
obstruya.
5. Un pavimento permeable generalmente se diseña para que infiltre
la lluvia que está cayendo directamente en su superficie. Cuando el
escurrimiento de otras áreas impermeables es drenado por la
superficie permeable, la superficie máxima adicional de drenaje está
limitada por las restricciones en el volumen de subbase disponible
de la instalación y las características de flujo de salida.
6. Una de las principales limitaciones de estas estructuras es la baja
tasa de éxito que se ha presentado en la práctica. Para que el
pavimento mantenga su permeabilidad, se requiere un cuidadoso
mantenimiento.
Seguidamente se muestra un esquema que corresponde al perfil
básico de este tipo de superficies permeables (figura 12.6).
Además, para cada capa se presenta el material que se puede
utilizar y la función que cumple cada capa (tabla 12.12).

Figura 12.6 Perfiles típicos de una superficie permeable{32}

Tabla 12.12
Capas disponibles en una superficie permeable para el manejo del drenaje urbano
*Con estructuras de plástico en la subbase.

Algunos criterios de diseño{32}

Algunas recomendaciones de diseño y construcción de las superficies


permeables son las siguientes:
1. La base de la estructura debe estar perfectamente nivelada (con una
pendiente del 0 %), para evitar encharcamiento y mala distribución
del agua dentro de ella.
2. En la estructura de pavimento permeable, el tiempo para la
evacuación del evento de escorrentía luego de su ocurrencia
generalmente no debe superar las 72 horas, pero se recomiendan
unas 40 horas. Además, los pavimentos permeables deben contar
con sistemas de desagüe que impidan que la subbase se sature y el
nivel del agua alcance el nivel del pavimento.
3. Aunque la capacidad de almacenamiento de estas estructuras se
diseña para un volumen correspondiente a una tormenta de diseño
de dos años, debe ser capaz de manejar los eventos de escorrentía
extremos, como la tormenta con un periodo de retorno de cien años.
Para ello es necesario que la estructura tenga sistemas de desagüe de
los excesos. Las dimensiones de la estructura pueden variar de
manera importante, dependiendo de los requisitos de
almacenamiento y la tasa de infiltración del suelo, pero siempre
deben incluir desagües para controlar los excesos de agua.
4. Para asegurar una distribución uniforme de la escorrentía pueden
usarse tuberías perforadas debajo de la estructura que,
adicionalmente, pueden contribuir con el almacenamiento de la
escorrentía. Estas tuberías deben conectarse a tapas de limpieza para
su mantenimiento.
5. Para evitar la obstrucción de la estructura, el transporte de
sedimentos por los pavimentos permeables debe ser mínimo; así se
reducen las necesidades de mantenimiento y se prolonga la vida útil
del sistema. Es recomendable que el área aferente a estas estructuras
no sea muy extensa, pues así se evita que la escorrentía transporte
cargas importantes de sedimentos y de contaminación. Para
aumentar la infiltración del agua lluvia en la estructura puede
instalarse un borde o sardinel en sus límites, lo que fomenta el
encharcamiento sobre la estructura.
6. La subbase puede estar constituida por agregado limpio con
profundidades entre 0,20 y 0,90 s, clasificación uniforme y con un
porcentaje de vacíos alrededor del 40 %. La profundidad de la
subbase dependerá de los requisitos de la estructura para el
almacenamiento de las aguas pluviales, la nivelación del sitio y las
necesidades estructurales que requiere el pavimento.
7. Para la subbase alternativamente a los agregados, pueden utilizarse
otros materiales alternativos que incluyen unidades plásticas con
alto potencial de almacenamiento.

Área de infiltración{32}
El área de infiltración se define como el área de la subbase o capa de
almacenamiento bajo el pavimento permeable. El área mínima de
infiltración puede calcularse con la siguiente expresión, de acuerdo
con el Manual de Michigan:
Donde

A,nf = área de infiltración mínima.

Aimp = área de drenaje impermeable, incluyendo el pavimento


permeable.

El área de infiltración puede incrementarse en función de la capacidad


de infiltración del suelo.

Volumen de almacenamiento

La estructura de pavimento permeable no sólo almacena el volumen


de escorrentía sino que también permite la infiltración en el suelo. El
volumen total de captación de estas estructuras se obtiene de la
sumatoria del volumen de almacenamiento y del volumen por
infiltración. El volumen de almacenamiento se determina de acuerdo
con la siguiente expresión:

Donde:
V a= volumen de almacenamiento.

y = profundad de la subbase (capa que almacena la escorrentía).

A = área de infiltración.
n = porosidad, espacio de vacíos (preferiblemente el 0,4 para el
agregado).

Volumen de infiltración
Para el cálculo del volumen de infiltración se sugiere la siguiente
expresión:

* Se recomienda que el periodo de infiltración no debe exceder las 72


horas.

Finalmente, es importante reiterar que los sistemas de pavimentos


permeables atenúan el pico de la escorrentía y la magnitud de esta
atenuación dependerá del volumen del almacenamiento diseñado. Así
mismo, no se puede olvidar el diseño de las estructuras de descarga,
ya que éstas aseguran que ante la presencia de eventos con periodos
de retorno superiores a los de diseño, el sistema se comportará
adecuadamente.

12.6.3 Cunetas verdes


Las cunetas verdes son canales amplios, poco profundos, cubiertos
con vegetación, en los que se pueden almacenar, transportar e
infiltrar, si el suelo circundante lo permite, la escorrentía superficial.
La velocidad del agua lluvia en la cuneta debe ser baja para permitir
la sedimentación de partículas contaminantes. En altas pendientes, las
cunetas cuentan con diques o muros para disminuir la velocidad del
flujo.
Las cunetas en carretera pueden remplazar las cunetas convencionales
y tuberías de drenaje.

Uso y ubicación de las cunetas verdes{24}

Las cunetas verdes deben incorporarse al paisaje de la zona y a


espacios abiertos, teniendo en cuenta la ubicación, uso y demás
características del lugar. Son difíciles de incorporar en zonas de alta
densidad debido al espacio que requieren. Se recomiendan para
cuencas con pequeñas áreas impermeables.

Una cuneta seca corresponde a una cuneta que permanece seca la


mayor parte del tiempo. En estas estructuras se incluye un lecho
filtrante en el suelo con un sistema de subdrenaje, lo cual proporciona
un tratamiento adicional y la capacidad de transporte por debajo de la
base del canal de drenaje.

Seguidamente se presentan una planta y una sección transversal para


la cuneta verde seca (figura 12.7).

Figura 12.7 Cuneta verde seca. Planta general y sección transversal{24}.


Las condiciones húmedas en la base contribuyen a mejorar los
procesos de tratamiento de la estructura. Para que se den las
condiciones húmedas necesarias para estas estructuras se utilizan
revestimientos, donde los suelos tienen baja capacidad de infiltración
o donde los niveles freáticos son altos. A continuación se presenta un
esquema de este sistema de drenaje (figura 12.8).

Figura 12.8 Cuneta verde húmeda. Planta general y sección transversal.

Recomendaciones generales de diseño{32}

Tamaño de la cuneta
Estas cunetas generalmente se diseñan para transportar el caudal
máximo para un evento de escorrentía con diez años de periodo de
retorno.
Las dimensiones de la sección se pueden estimar con base en una
velocidad permisible no erosiva, definida a partir de las características
del material de las paredes del canal. En la tabla 7.19 del Guidebook
of Best Management Practices for Michigan Watersheds se dan
recomendaciones sobre estas velocidades. La escorrentía hasta de dos
años de periodo de retorno se debe transportar sin causar erosión.
De acuerdo con la experiencia, se recomienda una profundidad
máxima de encharcamiento de 0,45 m en el punto final del canal, con
un promedio de 0,30 a lo largo del recorrido.
Así mismo, el tiempo máximo de acumulación de agua debe ser de 24
horas. Se debe tener cuidado con la vegetación no sumergible, ya que
en el momento del evento de escorrentía estas pueden morir; si esto
ocurre, la cuneta perderá su vegetación, reduciendo el coeficiente de
rugosidad, aumentando la velocidad del flujo y disminuyendo la
filtración del agua.

En general, la base del canal puede estar entre los 0,60 y 2,50 m, y
una relación entre la base del canal y la profundidad de
encharcamiento de 12:1. Se recomienda que las pendientes
longitudinales estén entre 1 y 6 %, y que los taludes para las cunetas
verdes son más efectivos dentro de un intervalo de 3:1 a 5:1; nunca
debe ser mayor de 2:1 para facilitar el mantenimiento y la entrada
lateral del flujo en lámina.

Es costumbre construir pequeños diques para disminuir la velocidad


en aquellos casos en que las pendientes longitudinales son superiores
al 3 % o cuando se quiere aumentar la infiltración. Se deben espaciar
regularmente y las alturas recomendadas están entre los 5 y los 20 cm,
teniendo la precaución de que en el centro del dique la cota de la
cresta quede un poco más baja para asegurar el flujo por el centro del
canal y evitar los flujos por los bordes de la cuneta.

El área máxima de drenaje recomendada para este tipo de cunetas es


de unos 4000 m2 y el material que conforma el canal podría ser una
arena arcillosa, con un espesor de al menos 0,30 m y una tasa de
infiltración superior a 1,3 cm/hora. Se recomienda que el tiempo de
inundación sea de 24 horas.
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maestría en ingeniería civil y especializaciones en
Recursos hidráulicos y medio ambiente y Diseño,
construcción y conservación de vías de la Escuela
Colombiana de Ingeniería.
ÍNDICES
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 4.1 Pendientes transversales recomendadas en pavimentos normales
Tabla 5.1 Características de las calles

Tabla 6.1 Valores de frecuencias de diseño y ancho de la zona de


esparcimiento recomendados para el diseño del drenaje en vías

Tabla 6.2 Ancho de agua permitido sobre el pavimento para la tormenta


menor

Tabla 6.3 Valores de frecuencia de diseño de acuerdo con el uso del suelo

Tabla 6.4 Periodos de retorno recomendados por el RAS


Tabla 6.5 Periodos de retorno o grados de protección EAAB

Tabla 6.6 Ancho de esparcimiento superficial admisible


Tabla 6.7 Límites de inundación permisible de cunetas en vías urbanas y
frecuencia de la lluvia (EAAB)

Tabla 6.8 Periodos de retorno de diseño (EPM)

Tabla 6.9 Estándares de inundación en la calle para un evento de tormenta


mayor (cien años)

Tabla 8.1 Coeficientes de escorrentía típicos en el drenaje urbano


Tabla 8.2 Coeficientes de rugosidad n de Manning, típicos

Tabla 8.3 Valores típicos del coeficiente k de interceptación para velocidad


contra relación de pendiente

Tabla 8.4 Valores del coeficiente de Manning (n) para canales y tuberías
Tabla 8.5 Constante de velocidad superficial
Tabla 8.6 Coeficiente de retardo

Tabla 10.1 Coeficiente de rugosidad de Manning para pavimentos y


cunetas

Tabla 11.1 Comparación entre los factores de obstrucción pronosticados y


observados
Tabla 11.2 Velocidad de salpicadura sobre varios tipos de rejillas

Tabla 12.1 Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano

Tabla 12.2 Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano.


Universidad de Valencia

Tabla 12.3 Clasificación de las prácticas SUDS. Ciria

Tabla 12.4 Clasificación de las prácticas SUDS. Low Impact Developement


Manual for Michigan. Michigan

Tabla 12.5 Prácticas SUDS. The Southern California Stormwater


Monitoring Coalition
Tabla 12.6 Clasificación de técnicas para el manejo de escorrentía.
Stormwater Management Planning and Design Guidelines for New
Developments City of Cape Town. South Africa

Tabla 12.7 Clasificación de la Urban Drainage in Humid Tropics

Tabla 12.8 Clasificación de los sistemas sostenibles de drenaje urbano, de


acuerdo con su función

Tabla 12.9 Tipos de cubiertas verdes


Tabla 12.10 Características y recomendaciones para la selección de
estructuras SUDS
Tabla 12.11 Coeficientes volumétricos Rv para diferentes usos y valores de
precipitación
Tabla 12.12 Capas disponibles en una superficie permeable para el manejo
del drenaje urbano
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 5.1 Ejemplo de malla vial en una comunidad residencial
Figura 5.2 Secciones típicas de vías urbanas

Figura 5.3 Secciones típicas de vías arterias y autopistas

Figura 5.4 Secciones típicas de vías rurales y semiurbanas


Figura 7.1 Tipos de cordones de andén y cunetas
Figura 7.2 Secciones de acera-bordillo-cuneta

Figura 7.3 Sumidero de rejilla. Dimensiones y variables

Figura 7.4 Sumidero lateral o de ventana. Dimensiones y variables


Figura 7.5 Sumidero combinado. Dimensiones y variables

Figura 7.6 Sumidero ranurado. Dimensiones y variables


Figura 9.1 Sección transversal de la calle y área de drenaje

Figura 9.2 Diagrama de flujo para el diseño del drenaje urbano


Figura 10.1 Secciones típicas de cuneta. Cunetas tipo A

Figura 10.2 Secciones típicas de cuneta. Cunetas tipo B

Figura 10.3 Perfiles sobre la cuneta para un flujo supercrítico

Figura 10.4 Perfiles sobre la cuneta para un flujo subcrítico


Figura 10.5 Flujo en una cuneta triangular. Sección transversal
Figura 10.6 Elemento diferencial de área en la cuneta para definir
propiedades geométricas

Figura 10.7 Parámetros hidráulicos de una vía


Figura 10.8 Factor de reducción en función del ancho de esparcimiento y el
producto VD

Figura 10.9 Factor de reducción en función de la pendiente. Denver


(Colorado)

Figura 10.10 Capacidad hidráulica de la calle


Figura 10.11 Eficiencia hidráulica de una calle para un caudal de
escorrentía conocido
Figura 10.12 Capacidad hidráulica máxima de una vía. La altura de la
lámina de agua alcanza la altura del cordón de andén

Figura 11.1 Disposición mínima de sumideros de acuerdo con las dos


reglas básicas de manejo de la escorrentía por las vías urbanas

Figura 11.2 Sumidero de rejilla

Figura 11.3 Ubicación de los sumideros de rejilla

Figura 11.4 Disposición de las rejillas en la calle


Figura 11.5 Dimensiones de una rejilla estándar

Figura 11.6 Escorrentía que salpica en la rejilla debido a su velocidad

Figura 11.7 Interceptación del flujo en una rejilla sin cordón de andén

Figura 11.8 Interceptación del flujo en una rejilla con cordón de andén

Figura 11.9 Determinación de la profundidad adicional de estancamiento y


la máxima profundidad de encharcamiento en un sumidero

Figura 11.10 Profundidad de encharcamiento en una tormenta, adicional a


la profundidad del esparcimiento en la esquina de la calle
Figura 11.11 Sumidero lateral. Elementos y variables para su
dimensionamiento

Figura 11.12 Configuración de la garganta de un sumidero lateral

Figura 11.13 Sumidero combinado

Figura 11.14 Sumidero ranurado. Esquema general de su disposición


Figura 12.1 Zanja de infiltración

Figura 12.2 Esquema general de una zanja filtrante

Figura 12.3 Zanja de filtración junto a una calle

Figura 12.4 Esquema de franja filtrante junto a una cuneta verde

Figura 12.5 Planta y perfil de un depósito de infiltración

Figura 12.6 Perfiles típicos de una superficie permeable

Figura 12.7 Cuneta verde seca. Planta general y sección transversal

Figura 12.8 Cuneta verde húmeda. Planta general y sección transversal


ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS
Fotografía 12.1 Cubiertas verdes
Fotografía 12.2 Diferentes superficies permeables

Fotografía 12.3 Pozos de infiltración. Vista superficial

Fotografía 12.4 Zanja de infiltración


Fotografía 12.5 Estructuras de biorretención
Fotografía 12.6 Sumidero convencional para permitir el desbordamiento de
un biofiltro ubicado junto a una zona de parqueo

Fotografía 12.7 Biorretención de área lineal a lo largo de una vía


Fotografía 12.8 Cunetas verdes

Fotografía 12.9 Vista general de una cuneta verde y una franja filtrante
Fotografía 12.10 Depósito de infiltración. Vista general

Fotografía 12.11 A la izquierda, depósito a cielo abierto; a la derecha,


depósito enterrado

Fotografía 12.12 Estanque de retención

Fotografía 12.13 Humedal artificial


CAPÍTULO 4
{1}
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CAPÍTULO 7
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