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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LAMBAYEQUE

PRIMERA SALA PENAL DE APELACIONES

EXPEDIENTE : 07259-2011-54-1706-JR-PE-06
ESPECIALISTA : ALEJANDRO ROBERTO CRUZ CONDEMARIN
IMPUTADO : SANCHEZ DE LA CRUZ, ABEL Y OTRO
DELITO : ROBO AGRAVADO
AGRAVIADO : GUEVARA FARRO, STALIN PAVEL Y OTROS
ESP. DE AUDIENCIA : ARACELY ELIZABETH SÁNCHEZ MEOÑO

SENTENCIA N° 15-2014

Resolución Número: VEINTIUNO


Chiclayo, diecisiete de enero
del año dos mil catorce.

En mérito al recurso de apelación presentado por el representante del Ministerio


Público, es materia de revisión por esta sala, la sentencia contenida en la resolución
número quince, del veintitrés de octubre de dos mil trece, emitida por el Juzgado
Penal Colegiado de Lambayeque, mediante la cual se absolvió a los acusados ELVIS
JHON SANTILLÁN RENGIFO y ABEL SÁNCHEZ DE LA CRUZ de la acusación fiscal
formulada en su contra como autores del delito contra el patrimonio, en su modalidad
de robo agravado, tipificado por el artículo 188, con las agravantes previstas en el
primer párrafo del artículo 189, incisos 2, 4 y 5, del Código Penal; en agravio de Stalin
Pavel Guevara Farro, Gissela Yackeline Laines Zapata y Álvaro Mitchell Julca Díaz y
CONSIDERANDO:

Primero: El representante del Ministerio Público alegó que la sentencia apelada está
incursa en causal de nulidad por contener una motivación aparente, pues los jueces de
fallo no valoraron debidamente las pruebas que sustentaron la imputación, según la
cual el día diecinueve de diciembre de dos mil once, aproximadamente a la una y
veinte horas, a inmediaciones de la avenida Agustín Vallejo, altura de la Urbanización
Paraíso, Chiclayo; los agraviados fueron interceptados por los sentenciados; quienes,
después de lesionar al agraviado Stalin Pavel Guevara Farro, sustrajeron el bolso
conteniendo celulares y otros bienes de propiedad de la agraviada. Añadió que los
jueces de fallo pretendieron que la fiscalía pruebe la coartada de los sentenciados: que
no se trató de un robo, sino de un pugilato. Precisó que la apelada omitió valorar que
los sentenciados al notar la presencia policial se dieron a la fuga y que a Abel Sánchez
de la Cruz se le incautó el bolso de la agraviada.
Segundo: El abogado defensor de los sentenciados absueltos, en contrario a lo
expresado por el representante del Ministerio Público, coincidieron en señalar que
los jueces de

de fallo sí valoraron debidamente las pruebas actuadas; pruebas que, en su concepto,


no fueron suficientes para demostrar la responsabilidad penal de los sentenciados
como autores del delito de robo agravado; porque de lo que en realidad se habría
tratado es de un pugilato con los agraviados, debido a que los primeros lanzaron
piropos a la agraviada, que no fueron del gusto de los otros agraviados y motivó la
gresca. Añadieron que no se probó debidamente la existencia de un arma de fuego,
menos del arma de juguete que se supone fue recogida horas después por el vigilante
Javier Antonio More Rojas, que habría sido utilizada por ellos para intimidar y agredir a
los agraviados; sobre todo para agredir a Stalin Pavel Guevara Farro. Argumentos por
lo que pidieron que se confirme la apelada.

Tercero: Conforme la pretensión impugnativa, corresponde a esta sala verificar si la


sentencia apelada está incursa en la causal de nulidad prevista en el artículo 150, inciso
d, del código procesal penal, por inobservancia del contenido esencial del derecho y
garantía constitucional de motivación de las resoluciones judiciales, prevista en el
artículo 139, inciso 05, de nuestra carta magna. Sobre el particular, la sala es enfática
al señalar que la resolución impugnada carece de una motivación adecuada, pues el
análisis de la prueba actuada no guarda coherencia con los argumentos postulados por
la fiscalía y con las evidencias sobre las que dichos argumentos se erigen. En efecto,
como señaló el representante del Ministerio Público, los jueces de fallo pretendieron
que la fiscalía pruebe la coartada de los sentenciados; es decir, que lo ocurrido fue un
pugilato y no un robo.

Cuarto: En desarrollo de esa idea, los jueces de fallo obviaron enjuiciar de manera
rigurosa datos sobre cuya existencia los sentenciados no opusieron razones; tales
como: primero, que se dieron a la fuga al notar la presencia policial; lo cual parece no
condecirse con su principal argumento de defensa; es decir, que se liaron a golpes con
los agraviados, pero sin intención de sustraerles su patrimonio. Segundo, que por lo
menos uno de los sentenciados firmó el acta de incautación del bolso conteniendo las
pertenencias de la agraviada; incautación que, además, el Ministerio Público refirió fue
confirmada judicialmente. Tercero, que según dicha acta de incautación, el bolso de la
agraviada fue hallado en poder del sentenciado Abel Sánchez de la Cruz. Cuarto, que el
contenido de dicha acta no haya sido puesta en cuestión por los sentenciados;
habiéndose limitado Abel Sánchez a sostener que no la suscribió.

Quinto: Igualmente, los jueces de fallo omitieron analizar la declaración del


sentenciado Elvis Jhon Santillán Rengifo, incorporada oralmente en el juzgamiento,
según la cual, al responder la pregunta número diez, refirió que luego de la
intervención policial, la cartera de la agraviada fue recuperada; asimismo, al responder
la pregunta número dieciséis, señaló que firmó todas las actas elaboradas por la
policía, pues era consciente de su participación en los hechos; además, al responder la
pregunta número diecisiete, señaló que en el servicio militar adquirió destrezas en el
uso de todo tipo de armas de fuego y finalmente, al responder la pregunta número
dieciocho, dijo encontrarse arrepentido por haber cometido un error estando mareado
y que reconoce los cargos, solicitando acogerse a los beneficios de ley para disminuir
su pena.

Sexto: De otra parte, los jueces de fallo, en referencia a la declaración preliminar del
sentenciado Sánchez de la Cruz incorporada oralmente en el juicio, omitieron analizar
en contexto que, según la respuesta a la pregunta número seis, admitió haber
golpeado al agraviado Stalin Pavel Guevara Farro, así como haberse corrido al notar la
presencia policial, lo mismo que señaló hizo el sentenciado Elvis Jhon Santillán Rengifo;
de otra parte, que de acuerdo a la respuesta de la pregunta número nueve, se
encontraba prestando servicio militar; es decir que, al igual que el otro sentenciado,
estaba habituado al uso de armas de fuego y que al responder la pregunta número
dos, sostuvo haber sido ya procesado antes como autor del delito de robo agravado;
dato que mereció un exhaustivo análisis para establecer si ese conocimiento anterior
sobre procesos penales explicaría su alegada decisión de no firmar el acta de
incautación mencionada.

Sétimo: Finalmente, los jueces de fallo perdieron de vista que el guardián Javier
Antonio More Rojas es un tercero ajeno al hecho investigado por la fiscalía, así como
ajeno a los protagonistas de dicho evento delictivo. En consecuencia, salvo un mayor
análisis, se podría colegir que dicho órgano de prueba no tenía interés alguno en
perjudicar o beneficiar a los agraviados, como a los sentenciados. Por tanto, su
contribución al esclarecimiento de los hechos, mediante la entrega del arma de
juguete que habrían usado los sentenciados, así como su relato sobre lo ocurrido,
mereció un estudio más detenido, a fin de no incurrir en defectos de motivación que a
la postre perjudiquen el interés del Estado en una eficaz lucha contra el crimen, pero
en tutela de los principios y derechos del imputado, como el de presunción de
inocencia.

Octavo: Como se ve, la actuación de los jueces de fallo inobservó el contenido esencial
del derecho y garantía ciudadana y, a la vez, deber estatal de motivación de las
resoluciones judiciales1; situación que en el presente caso afectó de manera grave el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva 2 contenido en el artículo 139, inciso 03, de la
Constitución; pues el Ministerio Público, como titular del ejercicio público de la acción

1
Sentencia del Tribunal Constitucional. Caso Giuliana Llamoja. Exp. 728-2008-PHC/TC; 13 de octubre de
2008; fundamento jurídico 07.

2
Sentencia del Tribunal Constitucional. Caso Giuliana Llamoja. Exp. 763-2005-PA/TC; 13 de abril de
2005; fundamentos jurídicos 06-09.
penal, no obtuvo como respuesta a su pretensión punitiva una decisión judicial
fundada en el derecho, así como en los hechos propuestos por la fiscalía; es decir, el
Poder Judicial no respondió de manera adecuada los argumentos propuestos por el
Ministerio Público, impidiendo la concreción de su derecho como responsable de la
persecución penal, que en monopolio le asigna la Constitución, a través de su artículo
154, inciso 05.

Noveno: Para concluir, al no ser ésta una resolución que ponga fin al proceso penal
iniciado, no corresponde señalar las costas que el juicio de apelación hubiera
ocasionado a las partes procesales; así lo dispone, contrario sensu, el artículo 497,
inciso 01, del código procesal penal.

Razones por las que la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque RESUELVE: DECLARAR NULA la sentencia emitida por el
Juzgado Penal Colegiado de Lambayeque, mediante la cual se absolvió a los acusados
ELVIS JHON SANTILLÁN RENGIFO y ABEL SÁNCHEZ DE LA CRUZ de la acusación fiscal
formulada en su contra como autores del delito contra el patrimonio, en su modalidad
de robo agravado, tipificado por el artículo 188, con las agravantes previstas en el
primer párrafo del artículo 189, incisos 2, 4 y 5, del Código Penal; en agravio de Stalin
Pavel Guevara Farro, Gissela Yackeline Laines Zapata y Álvaro Mitchell Julca Díaz;
debiendo realizarse un nuevo juzgamiento por un órgano jurisdiccional distinto, que
deberá tener en cuenta lo aquí decidido; sin costas; remitir la carpeta de apelación al
juzgado penal colegiado competente.

Señores:
Zapata López
Salés del Castillo
Zapata Cruz

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