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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Psicología

Análisis de la guardia del Hospital Piñero

Materia: Salud pública y Salud Mental


Cátedra: Débora Tajer
Comisión: 13
Docente a cargo: Guadalupe Amor
Ayudantes: Federico Szkolnik
Belén Rodríguez

Alumnos: Olivera, Camila


Salzano, Lucía
Sanchez, Martín
Yane, Agustina

Segundo cuatrimestre 2022


Introducción 3

Análisis preliminar 5
Consideraciones previas sobre el enfoque epistemológico necesario. 5
Estado, salud pública y salud mental (historización) 6
De la lógica manicomial a la perspectiva de desmanicomialización 7
Salud Pública y Salud Mental en Argentina 8
Promulgación de leyes que garantizan un plexo de derechos 9

Institución y población: El hospital en la historia y la comunidad 12


Línea de tiempo del Hospital Piñero 13
Ficha técnica 14
Servicios que brinda el hospital en la actualidad: 14
Especialidades del hospital: 14
Jurisdicción del hospital 15
El servicio de Guardia 15
Cicatrices y heridas de la salud 16
Población y comunidad 17
Perfil poblacional del Sur de la ciudad de Buenos Aires 18
Epidemiología 19
La importancia de la comunidad en la Salud Mental 20
Atención Primaria en Salud 21

Conceptualizaciones y prácticas en torno a la Salud Mental y a la Ley 26.657 22


Concepciones de Salud y enfermedad 22
Políticas de cuidado 24
Género 26
Política de derechos y Ley Nacional de Salud Mental 27
Internaciones 28
Primeros señalamientos sobre la interdisciplina 29
Falencias y tensiones en torno a la ley 30
El enfoque interdisciplinario 31
Gestión y planificación 33

Apéndice 34

Conclusiones 35
Postfacio 37
Implicancias afectivas 37

Referencias bibliográficas 38

Anexos 40
Entrevista al director del Hospital 40
Entrevista a la Licenciada Gabriela Acuña (y recorrida por la guardia) 43
Conversación con la psicóloga donde se permitió grabar: 47
Entrevista a la Trabajadora Social (Marcela) 50
1
Primera visita 54
Segunda visita. Preguntas al director del hospital 55
Desgrabación de entrevista 55

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Introducción

La presente monografía grupal se propone abordar integralmente el contenido programático


visto y trabajado en la materia Salud Pública y Salud Mental (Cátedra Tajer) desde un
trabajo en el terreno concreto de una institución de salud. La institución elegida para nuestro
análisis es la guardia del Hospital General de Agudos Parmenio Piñero. Para nuestra
investigación realizamos cuatro entrevistas presenciales con tres profesionales del servicio
(psicóloga, trabajadora social y médico jefe de guardia), revisamos bibliografía y estadísticas
vinculables a la institución y realizamos una recorrida por el servicio en cuestión. Pudimos
tener acceso a los archivos de las historias clínicas, al diagrama virtual de las internaciones
y presenciamos entrevistas a pacientes. Si bien conseguimos mucha información y material,
la siguiente monografía no pretende agotar una crítica cabal y científica de la institución sino
que es un ejercicio de aprendizaje y un primer acercamiento a la práctica profesional que,
aunque tiene un gran valor personal para quienes lo realizamos, carece del rigor necesario
en este tipo de investigación dentro del área de la salud pública, siempre tan compleja y
sensible.
En el análisis de la institución tratamos de emplear el método sugerido por la cátedra para
abordar problemas de investigación en la configuración del proceso
salud-enfermedad-cuidado: articular interdisciplinariamente dimensiones y niveles de
análisis. Con respecto a las dimensiones de análisis la articulación refiere al abordaje desde
las esferas económica, institucional y de la vida cotidiana, con respecto a los niveles nos
moveremos entre una visión macro, meso y de procesos básicos (Stolkiner, 2010). Como se
trata de un recurso metodológico y no de parcelas de realidad, tanto las dimensiones como
los niveles se integrarán y relacionarán de múltiples formas a lo largo del trabajo. En el
principio se abordarán las cuestiones institucionales desde un nivel macro (por ejemplo la
historia), pero tratando de recuperar aspectos de procesos básicos (como anécdotas o
canciones) o meso (como fotografías o sucesos históricos). Lo económico estará presente
también desde el principio, con referencia a dicho contexto desde la fundación del hospital
hasta nuestros días, incluyendo la dimensión macro del presupuesto y la cuestión puntual de
los usuarios y su economía personal. Por último, pero no menos importante, la dimensión
subjetiva y de la vida cotidiana atravesará las vivencias relatadas por los profesionales que
entrevistamos, los casos que pudimos ver y nuestra propia observación participante.
La estructura del trabajo intenta respetar un orden conceptual. Partimos de una presentación
lo más acabada posible de la institución con la correspondiente articulación de conceptos;
seguimos por el desglose de los conceptos pertinentes al análisis de lo observado y
analizado en la experiencia de campo, intentando vincular lo conceptual con la práctica
institucional concreta; y finalizamos con una conclusión integradora y sintética a modo de

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cierre. Cabe destacar, que hemos puesto especial énfasis en la perspectiva de derechos y
puntualmente en el análisis de los efectos y valoraciones en torno a la Ley Nacional de
Salud Mental.
En los anexos colocamos las guías de entrevistas, las desgrabaciones de las mismas y
algunas cuestiones de interés general de las que nos servimos para la realización del
trabajo.

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Análisis preliminar

Consideraciones previas sobre el enfoque epistemológico necesario.

Toda planificación social es un ejercicio que supone una relación entre sujetos y todo
ocultamiento de esa relación bajo el supuesto de la objetividad es una trampa cosificadora
que impide echar luz sobre la naturaleza conflictiva de la intervención (Rovere, 1993). En
Salud el “objeto de trabajo” es, a su vez, un sujeto, la más de las veces un sujeto en una
situación de vulnerabilidad o dependencia (Ardila Gómez, Parenti, 2014) lo que refuerza la
necesidad de un abordaje subjetivo (no cosificante) en materia de salud y más aún de salud
mental.
Tratándose nuestro objetivo principal la realización de un trabajo de investigación dentro de
una institución de salud (desde la perspectiva de la salud mental), caracterizamos las
prácticas observadas como prácticas sociales y las abordaremos en su inscripción
histórica-política-social. Para poder contemplar la multiplicidad de factores, intereses y
dinámicas en juego apelaremos al paradigma de la complejidad, que implica un análisis
desde una pluralidad de niveles, contemplar la diversidad de relaciones existentes y evitar
las lógicas finalistas o lineales contemplando las discontinuidades desde una visión
dialéctica (Ficha de cátedra, Luciani Conde).
Quienes han sido vanguardia y máximos exponentes en esta línea de trabajo, los distintos
exponentes de la Medicina Social / Salud Colectiva Latinoamericana (marco de referencia
de la cátedra), serán las principales citas y fuentes consultadas como marco teórico y
conceptual.

La salud como proceso cambiante, histórico, terreno de luchas y disputas, también


discursivas.

El concepto de Salud ha sido construido históricamente y como tal ha ido cambiando a lo


largo de los años. Dichas modificaciones suelen arrastrar concepciones retrógradas e
incluso sostenerse en las representaciones sociales más allá de las innovaciones técnicas y
científicas (Moscovici, 2000). Nos referiremos al discurso médico hegemónico para señalar
las prácticas y los discursos inscritos en una hegemonía cultural más abarcativa, que se
inscribe en la lógica medicamentalista y manicomializadora y que es indisociable del
surgimiento y expansión del complejo industrial-farmacéutico-financiero (Stolkiner, 2013).
La propuesta de la Medicina Social / Salud Colectiva Latinoamericana implica un trabajo de
deconstrucción de la perspectiva clásica, positivista, cuyos parámetros son la unicausalidad
explicativa, la concepción liberal de la política, mercantil de las relaciones sociales, patriarcal

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del género y occidentalista (Vazco Uribe, 1987; Stolkiner, Ardila, 2012). La integración de la
salud, la enfermedad, la atención y el cuidado como momentos dentro de un mismo
proceso, permite entender la salud como un proceso y no como un estado, es decir en su
dinámica.
Por supuesto que entenderlo en su dinámica implica también entender su devenir histórico,
en lo concreto y en lo discursivo. El entramado de relaciones sociales deja marcas en los
cuerpos, en la biología, ya que existe un ejercicio del poder a través de los cuerpos y es la
subjetividad la que da consistencia, condiciones concretas de existencia a un régimen
(Foucault, 1985). Con este acervo conceptual consideraremos al sujeto humano como
resultado de determinadas relaciones políticas y sociales y al concepto de salud como una
construcción social.

Estado, salud pública y salud mental (historización)

Galende (2008) establece una periodización de la historia de la psiquiatría, con sus


progresos y regresiones. Nos serviremos de ella como marco general introductorio para
luego establecer el foco en su reestructuración bajo los principios de la salud mental.
A este efecto, el autor propone diferenciar cuatro momentos (con acento en ejes concretos:
definición conceptual del sufrimiento, ordenamiento jurídico, instituciones, incumbencias y
prácticas legitimadas). En este sentido señala como primer momento todo el período
anterior a la Revolución Francesa: el abordaje político-cultural. Establece un segundo
momento que abarca todo el siglo XIX y es el médico-positivista, en él se crea la reclusión
psiquiátrica (Foucault (1961) citado en Galende 2008). La crítica a este positivismo en la
primera mitad del siglo XX es el tercer momento y se da bajo la influencia de la
psicopatología y la irrupción de las ciencias sociales en el campo de la psiquiatría.
Finalmente el cuarto momento adviene en la posguerra, al desarrollarse las consignas de la
Salud Mental bajo la perspectiva de la reestructuración global de la atención psiquiátrica
(Galende, 2008).
En esta misma línea Vainer (2019) ubica el movimiento de salud mental como heredero de la
llamada “higiene mental” que cuestionó desde principio de siglo XX el orden psiquiátrico. En
1948 el que iba a ser el Tercer Congreso de Higiene Mental cambió su denominación por “III
Congreso Internacional de Salud Mental”... la “Higiene Mental” pasó a ser Salud Mental. Los
organismos internacionales como la OMS sostuvieron la necesidad del pasaje de la
Psiquiatría a la salud mental, según el modelo de Estado de Bienestar. “En 1953 la OMS
recomendó la transformación de todos los hospitales psiquiátricos en comunidades
terapéuticas” (Vainer, 2019).

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Todo este movimiento debe ser enmarcado en un proceso político concreto,
fundamentalmente comprensivo de las modificaciones de los Estados y de sus diferentes
modelos a lo largo de la evolución histórica. En este sentido establecemos antes que nada
una contraposición fundamental entre el Estado liberal, con el mercado en primer plano y el
Estado social que interviene y regula en función de las necesidades sociales (Sidicaro,
1997). Nos serviremos de la conceptualización histórica de los ciclos del Estado capitalista
de Luciani Conde (ficha de cátedra) y de los aportes de Stolkiner (2020), Rovere (2016) y
Vainer (2019) sobre la historia de la salud mental en Argentina para armar una línea de
tiempo que facilite al lector la ubicación en tiempo y espacio para las distintas referencias
con las que abordaremos la historia del Hospital Piñero.
Pero antes de adentrarnos en la línea histórica de la salud mental en Argentina es necesario
establecer un contrapunto epistemológico fundamental. De un lado el modelo del encierro, la
patologización, el estigma, el aislamiento y la segregación del modelo manicomial. Del otro
una perspectiva integradora con la comunidad, a través de un enfoque basado en los
derechos de las personas que padecen algún tipo de padecimiento en salud y con la
perspectiva de la desmanicomialización.

De la lógica manicomial a la perspectiva de desmanicomialización

Como ya señalamos el enfoque hegemónico desde la revolución francesa y durante todo el


siglo XIX fue el de una psiquiatría con una perspectiva asilar, en donde el objetivo que se
perseguía era la cura de la enfermedad para mantener el orden social. En general, las
enfermedades eran consideradas como causas orgánicas y/o hereditarias, es decir, no se
contemplaban otros factores, esta etapa estaba regida por el positivismo (Vezzetti, 2016).
Alrededor de 1920 con el movimiento de higiene mental se comienzan a formular las
primeras críticas a los manicomios sobre todo por el hacinamiento y los maltratos que los
pacientes sufrían (Stolkiner, 2020). Por otro lado, la caída de la bolsa de Wall Street también
trajo desajustes sociales que se comenzaron a considerar ya que en ése momento la
etiología de la enfermedad podría darse también por los factores ambientales. El objetivo
que perseguía el higienismo mental era “limpiar el ambiente”. Es así como la psiquiatría
comienza a tener una relación más estrecha con las políticas públicas, sobre todo las
dirigidas a la prevención. En este contexto surge un nuevo período donde surge la definición
de Salud planteada por la OMS en 1948 y la noción de un método más preventivo y no
curativo. Aparecen nuevas concepciones, se comienzan a considerar los prejuicios, la
discriminación social, el desempleo, entre otras, como factores que inciden en la salud
mental, también se comienza a tomar a la familia como un objeto clave para el
establecimiento de la salud mental (Vezzetti, 2016) es algo que pudimos comprobar en

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nuestro paso por la guardia del hospital y sobre cómo los profesionales de la salud indagan
para conocer un poco más sobre el contexto y la red que poseen los pacientes.

Psiquiatría asilar Higiene mental Salud mental


(siglo XIX) (1900-1940) (a partir de 1948)

Ámbito/ Asilo - encierro Consultorios externos y Intervención en la


acción hospitales. Reformas sociedad.
institucionales Dispositivos ambulatorios.
Cuestionamiento asilar

Objetivo Curar la enfermedad y Limpiar el ambiente Prevención y promoción


mantener el orden de la salud. Nueva
social conceptualización de la
salud.

Etiología Causas orgánicas y Factores hereditarios y Dan cuenta de lo que


hereditarias ambientales enferma son los factores
sociales

Práctica Tratamientos Políticas públicas para Prevención y promoción


mejorar la situación interdisciplinario.
hospitalaria

Modelo Teoría de la Evolucionista Ciencias sociales


degeneración

Cuadro realizado con el texto Vezzetti, Hugo (2016). Interludio. Londres 1948.

Salud Pública y Salud Mental en Argentina

Stolkiner (2020) puntualiza los principales hitos de la atención en salud mental en la


Argentina contextualizados en el marco de las concepciones y políticas de salud de las
distintas épocas de nuestro país, emprendiendo este camino con el objetivo de pensar el
pasado “desde el presente y por el presente” (Stolkiner, 2020).
El primer punto sitúa el desarrollo de la salud en nuestro territorio nacional (y en todo
latinoamérica) como proyección de la configuración de un estado liberal clásico,
individualista, que sólo preveía la asistencia a pobres, pueblos originarios, mujeres, niños y

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locos-alienados, a través de la lógica filantrópica contrapuesta a la lógica de los derechos
sociales. Los actuales hospitales Borda y Moyano (apenas establecido el Estado) y las
colonias psiquiátricas (a principios de siglo XX) se establecieron en este período. El
contrapunto a esta lógica individualista puede establecerse con la organización de los
trabajadores y la creación de las primeras mutuales y sociedades de socorros mutuos y
embrión de las actuales obras sociales (Stolkiner, 2020), basados en la solidaridad
comunitaria (Congreso FORA, 1905).
Como ya señalamos el movimiento de la salud mental puede empezar a pensarse a través
del llamado movimiento de la “higiene mental” que en la Argentina tuvo su hito en la
creación de la Liga Argentina de la Higiene Mental, desde el cual tuvieron lugar las primeras
críticas a la práctica manicomial. Tomamos este hito como punto de partida para nuestra
línea de tiempo sobre la salud mental en Argentina.
El largo recorrido de la salud mental en nuestro país que intentamos graficar en la línea de
tiempo, refleja avances y retrocesos dependientes del contexto político y social, a nivel
nacional e internacional y de las respectivas políticas y desarrollos en salud. Muchas veces
llama la atención el desajuste entre determinadas conquistas concretas en el terreno de la
salud pública y la salud mental versus el signo contrario del gobierno de turno. Sucede que
las marchas y contramarchas en las políticas de salud son el resultado de una relación de
fuerzas entre agentes sociales entre los cuales el poder circula reticularmente y los cambios
en el terreno de la práctica y la técnica se anticipan a los cambios en el sistema político
(Foucault, 1981). A su vez, intentos rimbombantes por sintonizar con la política internacional
más progresiva en materia de salud mental han fracasado estrepitosamente al ser
implementadas por gobiernos dictatoriales, represivos o con una óptica pro-mercado. Tal es
el caso de la implementación durante la dictadura de Onganía del primer Plan Nacional de
Salud Mental que no fue más que una propuesta tecnocrática que no logró prosperar
(Vainer, 2019). Este ejemplo es la muestra más clara de la necesidad de operacionalizar las
políticas en salud mental a través de relaciones de horizontalidad y transversalidad
apostando a las formas democráticas de funcionamiento institucional (Ardila, Parenti, 2014).
En la actualidad contamos con un importante avance en materia de democratización y
derechos, tanto en la legislación vigente como en la multiplicidad de espacios desde los
cuales se garantizan los derechos adquiridos a la vez que se piensan nuevos desarrollos.

Promulgación de leyes que garantizan un plexo de derechos

Cuando nos referimos a un avance en la democratización y a una redefinición a favor de lo


público, hablamos concretamente de un plexo de leyes que pueden extender su poder
instituyente por muchos años (Rovere 2016).

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● En Salud Mental: Ley 448 de Salud Mental (2000); Ley Nacional de Salud Mental
26657; Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las adicciones y el
Consumo Indebido de Drogas 26586.
● En Salud: Ley de interrupción voluntaria del Embarazo 27610; Ley de Salud Sexual y
Procreación Responsable 25673; Ley de Producción pública de Medicamentos
26668, Ley de Derechos del Paciente 26529; Ley de Fertilización Asistida 26862.
● Comunitarias: Ley de migraciones 25871; Ley de Matrimonio Igualitario 26618; Ley
de derecho a la identidad de género 26743.

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Institución y población: El hospital en la historia y la comunidad

Allá en el barrio de Flores

en el Hospital Piñero

hay un plantel de Doctores machazo

que no envidian a nadie el saber.

Tango “Manos de Oro” (Rafael D´ Abraccio, 1920)

La inauguración del hospital se realizó con mucha urgencia de manera muy precaria y
desordenada, rodeado de un barrio que no existía, con escasa población, falta de agua
corriente y cloacas; ranchos y pocas casas, calles de tierra, algunas empedradas, sin
transportes, con oscuridad en las horas nocturnas pues los servicios de electricidad pública
llegaban hasta la Avda Directorio. Lo único que se visualizaba era el cementerio y hacia el
sur y noroeste los terrenos bajos, las lagunas y los basurales estaban a la orden del día
(Guardo, 2009, p 12).

Algunas semblanzas del Hospital Piñero permiten echar luz sobre las marcas de un hospital
que al cabo de más de 100 años de su nacimiento conserva muchas de las huellas sociales,
estéticas, culturales y de género de un siglo que habiéndolo hecho cambiar mucho, también
hace que resalten sus continuidades.

Ubicado en la eternamente postergada Zona Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,


su creación es más el producto de un acto de caridad individual que el resultado de un
compromiso político con la salud pública del gobierno de turno. El filántropo Parmenio
Teódulo Piñero (1841-1907) expresó en su testamento la voluntad de donar a la
Municipalidad de Buenos Aires la suma de $2.144.881,56 a condición de que se usarán para
construir con ellos un hospital público. Para ello se eligió finalmente un terreno ubicado entre
las actuales calles Lafuente, Balbastro, Varela y Crisóstomo Álvarez, y la piedra fundamental
fue colocada el 18 de abril de 1915.

Como se ve, su nacimiento es el claro reflejo de una lógica filantrópica con la que se
configuró el Estado liberal clásico en Argentina como herramienta de la clase dominante. En
este tipo de Estado, los derechos del ciudadano eran individuales y aquellos que no podían
ejercer tales derechos (pobres, mujeres, originarios, inmigrantes, locos) sólo eran tenidos en
cuenta por el Estado a través de la asistencia filantrópica “ese mix público-privado que se
propone brindar ayuda sin generar derecho” (Donzelot, 1977; en Stolkiner 2020).

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En junio de 1916 comenzaron los trabajos de construcción del nuevo hospital, cuya primera
etapa compuesta de un sector de 40 camas destinado a cirugía fue inaugurada el 9 de
septiembre de 1917. Como el establecimiento estaba pensado como era costumbre en esa
época (un conjunto de pabellones distribuidos en un amplio parque), las siguientes alas
(Clínica Médica y Maternidad, que incluye Pediatría) fueron terminadas con los años. El
pabellón II, el más importante, fue concebido con salas de internación amplias, aireadas con
muy buena ventilación e iluminación y amplios solarium de ambos lados (en la época la
helioterapia estaba de moda para el tratamiento de varias afecciones).

En las décadas siguientes, los pabellones fueron siendo ampliados de acuerdo a la


creciente población del barrio y del sur de la ciudad de Buenos Aires. En la década del 50 se
extendió incorporándose la Unidad de Cuidados Mínimos y la de Cuidados Ambulatorios. En
1954 se inauguró una nueva ampliación a cargo del ministro Dr. Carrillo con capacidad para
220 camas. En la actualidad, el Hospital Piñero cuenta con una capacidad de 400 camas.

En las fotos vemos un interesante contrapunto entre los médicos (en el tango que citamos
referenciados como “machazos” del saber) y las enfermeras, reflejo de una tajante división
de género del trabajo al interior del sistema de salud, cuya eficacia simbólica perdura en el
tiempo mucho más de lo que el clima de época permitiría pensar. El enfoque de género será
parte integral de nuestro análisis (ver apartado sobre “Políticas de cuidado”).

Línea de tiempo del Hospital Piñero

- Abril de 1915: Colocación de la piedra fundamental del Hospital


- 1916-1917: Construcción e inauguración de la primera etapa del Hospital.
- En noviembre de 1918 se habilitó el consultorio de Odontología.
- En 1920 se habilitó la maternidad, que se amplió en 1925 y diez años después se
construyeron dos nuevos pabellones destinados a Clínica Médica y otro específico
para la Maternidad y Ginecología. También se inauguró la Casa de la Madre Soltera.
- En 1930 el hospital contó con la primera ambulancia automóvil.
- En 1935 se creó el servicio social con las primeras visitadoras sociales.

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- En 1936 se creó el servicio de Psiquiatría bajo la dirección del Dr. René Arditti
Rocha.
- En 1940 comenzó la reconstrucción del servicio de Guardia bajo la dirección del Dr.
Ricardo Spurr.
- En 1953 se inauguró el servicio de Kinesiología.
- En 1962 se comenzó con el régimen de residencias médicas.
- A partir de 1980 se comenzó con las reestructuraciones de los lugares para
internación: de salas generales se pasa a habitaciones de dos camas con su baño.
Se habilita la sala de terapia intensiva y se reforma pediatría y neonatología.
- En la década del 90 el hospital sufre importantes transformaciones, se crean los
departamentos que agilizan el funcionamiento y el Comité de Docencia e
Investigación.
- En 1991 se creó la Escuela de Auxiliares de Enfermería y de Enfermeras.
- En 2008 la vieja caballeriza fue acondicionada y transformada en Aula Magna.

Ficha técnica

Servicios que brinda el hospital en la actualidad:

Salud mental: Infanto- Juvenil. Programa de prevención, asistencia y reinserción en


drogadependencia.

Guardias psiquiátricas:

Otras ofertas:

CePAD.Se realiza el test del vih-sida con asesoramiento antes y/o después del mismo.
Informa y brinda material sobre el VIH-sida.

Especialidades del hospital:

Especialidades médicas adultos: Especialidades médicas pediátricas:

Alergia Clínica Pediátrica


Cardiología Fisioterapia
Clínica Médica Foniatría
Dermatología Fonoaudiología
Fisioterapia Gastroenterología
Foniatría Kinesiología
Fonoaudiología Nefrología
Gastroenterología Neonatología
Ginecología Neumonología

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Kinesiología Neurología
Nefrología Oftalmología
Neumonología Otorrinolaringología
Neurología Psiquiatría
Obstetricia Traumatología.
Oftalmología
Oncología
Otorrinolaringología
Proctología
Psiquiatría
Reumatología
Traumatología
Urología
Cirugía General.

Jurisdicción del hospital

El radio en el cual tiene jurisdicción el hospital va desde las vías del tren Sarmiento (la vía
más cercana a Rivadavia, ya que la otra pertenece al hospital Álvarez), sigue hasta
Escalada en Villa Luro hasta Avenida Cruz, desde Cruz hasta el Riachuelo, y del Riachuelo
casi hasta Pompeya. En Pompeya está el Pena, pero al Piñero corresponde todo Perito
Moreno, Centenera para acá. Una parte del radio está trabajando ahora por el nuevo
Hospital Grierson, que por su reciente implementación aún no tiene capacidad de abarcar
toda la zona que le corresponde.

El servicio de Guardia

Enfocaremos nuestro trabajo en la Guardia del Hospital ya que fue en la Guardia donde
desarrollamos nuestra investigación, realizando entrevistas a distintos profesionales y
recorridas. Según pudimos constatar el Servicio cuenta con un espacio muy reducido a
juzgar por la cantidad de personas que recibe. El plantel de profesionales de la salud es muy
importante, pero aún así en las distintas entrevistas nos comentaron que necesitan más
recursos, humanos y materiales para poder brindar una atención integral. El estrés y el ritmo
de una atención sobrecargada de gente se notó en cada instancia en la que estuvimos en el
hospital.
Respecto a las características del espacio hospitalario en el que se desenvuelve la guardia,
pudimos notar un deterioro edilicio importante: ascensores muy antiguos (que se traban y

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dificultan el traslado de pacientes que en caso de urgencias puede ser fatal), mobiliario
antiquísimo, paredes sin pintar, instrumental, camillas, y otros elementos de trabajo con un
desgaste notorio. Mención aparte merece la falta de espacio, que ya se hace notar en la
sala de guardia pero que es una constante de todo el servicio (y de todo el hospital).
Lógicamente se trata de un Hospital pensado para una población mucho menor
(comenzamos esta reseña con una referencia a un Hospital en el medio de la nada). El
crecimiento exponencial de la población no fue acompañado de un desarrollo similar en el
sistema de salud y mucho menos en la Zona Sur de la ciudad. Eso repercute en mucho más
trabajo en un espacio que se mantiene casi igual y que allí donde generó o amplió servicios
lo hizo a costa de espacios verdes y de recreación.
Según el director de la guardia el servicio cuenta con tres ambulancias. Hay once médicos
ayudantes, sin especialidad, lo cual significa que tanto un dermatólogo, un residente, como
un cirujano, pueden atender como generalistas en el consultorio externo de guardia. En total
hay nueve consultorios. Uno está dedicado a cirugía. Otro otorrino, otro traumatólogo. Hay
tres traumatólogos de guardia. De tres médicos ayudantes que había antes ahora hay 11.
Antes había un clínico, ahora dos. No había cardiólogo ahora hay uno. Dos médicos
cirujanos, cuatro pediatras, tres tocoginecólogos, dos neonatólogos, tres kinesiólogos, dos
médicos de terapia intensiva, dos médicos de terapia intermedia, psicólogos, trabajadores
sociales, psiquiatra. En total la plantilla de la guardia son 56 médicos. Cada jefe de guardia
tiene a cargo 55 médicos (más el).

Cicatrices y heridas de la salud

La descripción antedicha es una referencia muy puntual pero que recuerda a la descripción
de tantos otros hospitales públicos, remitiendo además a la historia de la salud y a un saldo
que deja más del lado del debe que del lado del haber. Luciani Conde (Ficha de Cátedra)
establece este balance ubicando un proceso de acumulación en materia de Salud que se
expande y desenvuelve hasta la finalización del primer gobierno peronista, tras el cual
(1955) empiezan a producirse “bombas” que apuntan a desfinanciar y descentralizar el
sistema de salud. Dichas bombas refieren a un salto cualitativo en la política de privatización
y reducción de la inversión pública en salud, y se pueden ubicar concretamente: son la
Revolución Libertadora en 1955, la Revolución Argentina en 1966 y el menemismo en 1989
(Luciani Conde, Ficha de Cátedra).
Rovere (2016) establece con detallado empeño la incapacidad del subsector privado en
salud para hacer frente a las crisis y a la emergencia, particularmente frente a la crisis del
2001. Como contrapartida el subsector público, a pesar de años de vaciamiento y
desfinanciación ha demostrado en las crisis (y el covid lo volvió a demostrar

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exponencialmente) su capacidad de respuesta contracíclica. Paradójicamente, la lógica
mercantilista ha respondido a las respectivas amenazas de quiebra del subsector privado
¡con asistencia pública!, apostando al salvataje de los sectores privados (Rovere, 2016).
Finalmente es importante señalar que la descentralización es generalmente usada como
pantalla para deslindar al estado nacional del gasto presupuestario en salud, sino que
además deja a merced de la política provincial y municipal la política de gestión en salud,
generando una desarticulación muy dañina y también dejando manos libres a
administraciones atomizadas para profundizar el desfinanciamiento y la privatización. En
este contexto se inscribe la guardia del hospital Piñero, dependiente de un gobierno
pro-mercado y que ha demorado hasta el letargo la inversión y el desarrollo en salud pública
y salud mental en la ciudad, particularmente en la zona Sur (Revista Topía, 2016).

Población y comunidad

“Trabajar en el Piñero es una cosa, trabajar en el Fernandez es otra. Cambian las


patologías, cambia la relación médico paciente, cambia todo. El lugar donde está enclavado
el hospital es la zona Sur de la Ciudad de Buenos Aires... Hace diez días trajeron nueve
heridos de bala juntos, me entero, soy el jefe de departamento pero vine a dar una mano.
Mientras estábamos acá entró un chico con un cuchillo en la espalda. Le habían robado acá
en la puerta del hospital en la bajada del 7. Y eso que había como 20 patrulleros”.

En efecto, las patologías por consumo problemático son una de las principales razones por
las cuales ingresan pacientes a la guardia. Los casos de heridos de bala o las agresiones
delictivas con arma blanca, que ingresan a la guardia con mucha mayor frecuencia que en
otros hospitales, también están fuertemente asociadas al uso de drogas o a enfrentamientos
entre bandas vinculadas al narcotráfico. El relato del jefe de guardia que acabamos de citar,
hace de la guardia del hospital una lente social que pone el foco en el drama cotidiano que
se vive en los barrios de emergencia del sur de la ciudad, azotados por el narcotráfico, la
violencia, las mafias, el gatillo fácil y las zonas liberadas de las fuerzas de seguridad.
Por otro lado existen los factores post-covid que a pesar de haber descendido los casos (y
sobre todo los graves) se han generado una gran cantidad de patologías asociadas sobre
todo neumonías y otras enfermedades pulmonares. A la vez, el Covid generó un atraso
enorme en las patologías biliares, por ejemplo cálculos en la vesícula, generando casi un
año de espera.
Por último la zona está cerca de la autopista y cuenta con una de las áreas programadas
más grandes de la ciudad, que además está atravesada por grandes arterias del tránsito

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urbano, lo que genera un gran afluente por accidentes de tránsito y traumatismos
vinculados.
Obviamente otras patologías, como enfermedades cardiológicas, acv, hipertensión arterial y
otras que son comunes en el general de la población se replican en la guardia del Piñero.

Perfil poblacional del Sur de la ciudad de Buenos Aires

Existe una vasta bibliografía sobre la marcada contraposición de las condiciones de vida y
las brechas en todos los planos que existe en la ciudad entre su parte Sur y su parte norte.
Para no perder el enfoque del trabajo compartimos algunos gráficos ilustrativos para
entender las características fundamentales de la población que recibe asistencia en el
hospital.

Extraído de defensoría.org.ar

Fuente: Iprofesional.com.ar

18
Mapa villas y asentamientos (GCBA) Mapa de distribución porcentual de víctimas de
homicidios dolosos (GCBA)

Epidemiología

Más allá del relato sobre el episodio con los heridos de bala, ha sido una constante en
nuestras entrevistas la referencia a los casos de ingresos por consumo problemático de
sustancias. De hecho en nuestra recorrida encontramos que de las dos camas ocupadas
con pacientes por padecimientos de salud mental, una era por abuso de sustancias; además
en la entrevista que presenciamos en el consultorio de la guardia, la paciente comentó que
el papá de su nena tenía problemas de alcoholismo.
Aunque no hemos podido acceder a la epidemiología del hospital, hemos indagado en una
serie de estudios realizados con la perspectiva de la acción y la investigación en el campo
de las adicciones y el consumo problemático de sustancias.
Si bien el concepto de riesgo estadístico poblacional no permite derivar del riesgo un
diagnóstico (Stolkiner, Teo 11/2021), las características de la población que asiste al Hospital
Piñero analizadas en el parágrafo anterior coinciden con las problemáticas epidemiológicas
que alertan sobre tratamientos a Trastornos por abusos de sustancias:
Los resultados obtenidos en el primer “Estudio epidemiológico de salud mental en población
general de la República Argentina”, “sugieren un tratamiento insuficiente generalizado de los
Trastornos psiquiátricos y particularmente de los Trastornos por abuso de sustancias, con
una pronunciada necesidad no atendida de individuos jóvenes, sin educación y de bajos
recursos” (Stagnaro et al, 2018, p 296).

19
Según el estudio, el 41.6% de los personas que padecen algún tipo de trastorno por abuso
de sustancias nunca acceden a tratamiento alguno, y sólo el 2.6% de esta población
particular tiene acceso al tratamiento temprano. Además el estudio destaca la existencia de
mayores probabilidades de padecer cualquier “trastorno mental” entre la población más
jóven y con más bajo nivel de educación.

La importancia de la comunidad en la Salud Mental

La propuesta de Augsburger (2002) de deconstruir el objeto de la epidemiología en salud


mental, apela a la implementación de la subjetividad y la intersubjetividad en el análisis y en
la investigación:
“Las concepciones dominantes de la enfermedad mental como afecciones intrapsíquicas y
con manifestaciones de naturaleza individual, llevan a que procedimientos diagnósticos se
focalicen exclusivamente en los individuos, destacándose el compromiso singular por sobre
elementos de índole familiar, social, relacional” (p. 71)
Habiendo hecho ya un primer recorrido conceptual e histórico, estamos en condiciones de
leer en esta cita de Augsburger una clara contraposición que entreteje de un lado una visión
liberal-individualista de Estado y Salud y del otro una apelación a la comunidad.
¿Qué entendemos por comunidad? Es el espacio donde se forjan las identidades sociales,
definidas por la relación inmediata por los otros, que regulan el comportamiento práctico y
han ido deteriorándose en el marco del liberalismo como consecuencia de la disolución del
lazo social propio de la vorágine mercantilista (Ardila, Galende, 2011).
Habíamos comenzado este trabajo señalando la creación de las primeras mutuales y
sociedades de socorros mutuos como la respuesta de los sectores más necesitados ante la
disolución comunitaria implicada en la industrialización y en la concepción individualista de
los derechos bajo la hegemonía del Estado Liberal. Ardila y Galende (2011) ubican estas
experiencias como un modelo de comunidad basado en el principio de la solidaridad, y la
ubican como piedra fundamental del desarrollo posterior de los sistemas de seguridad social
en el Estado de Bienestar. Lo interesante de esta experiencia, es que ante la nueva ofensiva
privatizadora neoliberal (Rovere 2018) volvemos a encontrarnos con una disolución de las
relaciones comunitarias y es necesario replantearse una reformulación de la construcción de
la identidad social. Pero ante este nuevo planteamiento y actualidad del problema ¿Sobre
que eje recomponer los lazos comunitarios perdidos? Pues bien, “el reto de lo comunitario
en la actualidad está puesto del lado de lograr que la comunidad se entreteja, atienda y
responsabilice de la igualdad del derecho a ser humanos y de la igualdad de posibilidades
para ejercer ese derecho” (Bauman 2001/2003 en Ardila y Galende, 2011, p 13).

20
Queda claro desde este paradigma, como la ideología asilar es una derivación ideológica de
la lógica de mercado impregnante de la concepción liberal-neoliberal. Pensar en la
perspectiva de la Salud Mental Comunitaria implica postular como eje central de la atención
y la rehabilitación, la integración y la preservación de los vínculos de las personas con
padecimientos subjetivos con sus semejantes y con su comunidad. Desde esta perspectiva
la atención en Salud Mental implica necesariamente un giro hacia el territorio de vida del
paciente, una consideración del paciente en toda su dimensión y su complejidad, como
sujeto activo, respetando su dignidad y sus derechos. Un triple movimiento de la psiquiatría
desde el espacio terapéutico (del hospital al ambiente natural), del poder terapéutico (del
psiquiatra hacia otros profesionales) y del beneficio terapéutico (del sujeto a la comunidad)
(Hochmann 1971, en Ardila y Galende, 2011) .

Atención Primaria en Salud

El concepto de atención primaria surge en la década del 80 en una conferencia internacional


que se dicta en Alma-Ata, URSS, en septiembre de 1978. Lo que promueve en aquel
entonces la declaración de ALMA ATA refiere a articular distintos sectores para conseguir el
mayor bienestar humano, pensando la salud desde un enfoque integral. Atención primaria
se plantea como una estrategia donde se ponen en juego los 3 niveles de prevención y
promoción de la salud, y se promueve la salida de un modelo exclusivamente biomédico o
asistencial. Los fundamentos de la atención primaria en salud impulsan al trabajo
interdisciplinario e intersectorial; a la participación de la comunidad, teniendo en cuenta y
reconociendo la relación entre las enfermedades que se centran en una población y los
territorios donde habitan; y fomentando el trabajo por fuera de la institución salud, es decir,
el trabajo en y desde el territorio. (Teórico Silvina Pedernera, 2020)
La atención primaria ‘’[...] Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia
y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención
de salud al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento de
un proceso permanente de asistencia sanitaria.’’ (Declaración Alma Ata, 1978). A partir de
esta cita podríamos inferir que uno de los métodos de atención primaria que propone el
Hospital Piñero son los CESAC.
Los CESAC ejercen prácticas acordes a la concepción de salud de la Medicina Social/ Salud
Colectiva Latinoamericana y son el primer nivel de atención en el sistema de salud, por lo
tanto garantizan el derecho a la accesibilidad de la salud en la población y funcionan como
un dispositivo interdisciplinario e integral donde se piensa la salud como un proceso en
interacción con el sector salud y el cuidado de los sujetos. (Silvina Pedernera, 2020)

21
Los centros de atención comunitaria brindan servicios ambulatorios, y responden
directamente a hospitales de referencia. Tienen llegada directa a las diferentes
problemáticas de la comunidad y son un ejemplo del vínculo necesario entre los distintos
niveles de complejidad del sistema de salud. (Silvina Pedernera, 2020)
Como el área programática del Piñero es una de las más grandes de la ciudad tiene 12
CESAC dentro de su jurisdicción que funcionan desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la
tarde. En los centros de salud que están mayoritariamente distribuidos en los barrios de
emergencia y zonas vulnerables del radio que comprende al hospital, la atención
mayormente es de médicos generalistas. Sin embargo, hay también odontología, pediatría y
diversas especialidades, aunque en su inmensa mayoría son médicos generalistas que
hacen el diagnóstico y luego derivan al hospital. Es importante remarcar que varios de estos
centros cuentan con asistencia psicológica y médicos psiquiatras entre algunas de las
especialidades. “Viene muy bien porque la gente no tiene que venir hasta acá, es menos
peligroso para los médicos que atienden, si quieren los médicos pueden venir hasta acá y
de acá una combi los lleva, dejan el auto acá y los llevan, el que quiere ir directo va directo.
Se usa muchísimo”. (Entrevista con el director del Hospital).
La coordinación con los CESAC ha sido muy valorada por todos los profesionales que
entrevistamos. “La relación con los centros de salud es fundamental, porque ellos te llaman
y te dicen que hubo un paciente con hipertensión arterial, la medican, pero parece que está
haciendo un ACV una arritmia, algo, te llaman, hacemos la coordinación y vienen para
acá”(Entrevista con el director del Hospital).

Conceptualizaciones y prácticas en torno a la Salud Mental y a la Ley 26.657

Concepciones de Salud y enfermedad

En un contexto de vulnerabilidad económica y social, ante la falta de recursos humanos y


técnicos, y en la dinámica de la emergencia permanente, la definición de Salud de la OMS
se desvanece como arena entre las manos. El “estado de completo bienestar físico, mental
y social” (OMS, 1948) parece una definición que no cuaja .
Tal como lo señala Vasco Uribe (1987) dicha definición está marcada por un profundo tinte
ideológico a pesar de su aparente neutralidad y asepsia, ya que responde a la concepción
teleológica de la perfección divina como estado de salud concibiendo la enfermedad como
una interrupción desde afuera de la perfección con que fuimos hechos a imagen y
semejanza de dios, en sintonía con la matriz judeo-cristiana-occidental-colonialista que
impera socialmente (Vasco Uribe, 1987). Partiendo de esta crítica, Stolkiner (2003) incorpora
nuevos elementos para concebir la raigambre política de la definición de salud de la OMS,

22
considerándolo una rémora del ideal de época, fundamentalmente de los países europeos,
que pregonaban el Estado de Bienestar, como techo histórico, lo cual implica también
pensar la salud (y la política) como algo estático y no en proceso de permanente cambio
(Stolkiner y Ardila, 2012).
La discusión sobre la concepción de la salud no busca quedarse en un juego retórico, sino
que responde a una concepción de la salud como parte del proceso histórico y social del
que partimos como marco de referencia en este trabajo en lo que Foucault dio en llamar
biopolítica y biohistoria (Foucault; 1979), es decir las marcas que deja una sociedad en la
biología y el ejercicio del poder a través de los cuerpos.
Dichas marcas, hoy marcas de una combinación de crisis sanitaria y crisis social, de
desamparo de los pacientes y abandono estatal de la salud pública, se pueden leer en las
deficiencias edilicias del hospital, en el cansancio de sus profesionales y en el libro de
quejas en el que los pacientes dejan sendos cuestionamientos (a veces mal direccionado a
los profesionales y administrativos que son la parte visible de un sistema colapsado).
Sin duda, son los profesionales con su empuje y los pacientes (el peso del significante) con
su paciencia (redundancia necesaria) los que permiten sostener la salud pública. Pero en la
práctica profesional de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y en general el conjunto
de los agentes de salud que pudimos observar en la guardia, existe una profunda
preocupación en pensar de forma integral y exhaustiva el seguimiento de los usuarios, por
entender su contexto de vida, sus lazos sociales y familiares y sus posibilidades.
Obviamente es difícil extrapolar los conceptos teóricos del texto académico a un servicio en
el que la práctica y más aún la urgencia práctica, emerge con tanta estridencia. Pero
creemos que en la integralidad del trabajo de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y
otros agentes de salud del hospital, podemos encontrar una concepción de la enfermedad
contraria a la del Modelo Médico Hegemónico, según el cual la enfermedad es abordada
desde una perspectiva objetivista y objetivizante. Nos referimos a una forma de pensar la
enfermedad como concepto basado en la objetividad de señales y síntomas observadas por
el profesional médico, estático y patologizante de situaciones de la vida. Esta concepción es
particularmente cara en el campo psi, ya que hablar de enfermedad mental tiene una
connotación fuertemente estigmatizante y cada diagnóstico puede ser una forma de
encasillar al sujeto y negar su subjetividad. Por eso preferimos usar la categoría de
sufrimiento psíquico introducida por Ausgburguer (2002) que permite incorporar la dimensión
subjetiva (la vivencia) del padecimiento.
Contrariamente a esta concepción, los profesionales del hospital trabajan en un equipo muy
sólido en el cual la salud mental y las problemáticas socio-familiares ocupan una dimensión
clave de su abordaje, aunque naturalmente nunca totalmente exenta de tensiones y matices.
Creemos que especialmente la vorágine cotidiana del servicio acarrea dificultades para dar

23
lugar a instancias de coordinación y reflexión, lo cual muchas veces implica una adaptación
a las lógicas y situaciones impuestas por las condiciones objetivas del trabajo en el hospital
que siempre conllevan una determinada carga subjetiva y política. De todas maneras,
también vale decir que la emergencia todo el tiempo genera sacudidas y obliga a replantear
enfoques, repensar prácticas, reacomodar espacios y regenerar. Por otro lado existen
cambios introducidos por la Ley Nacional de Salud Mental que habilitan y comprometen a
desarrollar una concepción de la salud diferente, a ello nos referiremos en los siguientes
apartados.

Políticas de cuidado

Pero antes de abordar de lleno el análisis de las implicancias de la Ley de Salud Mental,
consideramos necesario pensar las políticas de cuidado más allá de una lógica restrictiva al
sistema de salud y combinarla con una lógica política de los derechos. Estado, mercado y
familia no se pueden disociar en la provisión del bienestar, la organización social de los
cuidados a través del diseño de políticas públicas implica un diamante del cuidado (Familia-
Estado- Mercado- Comunidad) que el sistema de salud, público o privado suele descuidar
(Ceminari, Stolckiner, 2018). La pandemia fue un ensayo interesante en este sentido, ya que
la saturación del sistema de salud implicó una extensión de camas a ámbitos de la sociedad
civil (como clubes, instituciones e incluso hoteles), así como una nueva forma de relación
entre usuarios y profesionales del sistema de salud, ya que patologías (vinculadas o no al
covid) que no fueran de riesgo, eran monitoreadas a distancia por los agentes de salud. A su
vez, implicó un despliegue en la difusión de políticas de cuidado y prevención, que abarcó
desde estrategias comunicacionales hasta recursos técnicos y legislativos, tanto en el sector
público como en el sector privado.
En lo que concierne a los testimonios de nuestro trabajo de campo en la guardia, pudimos
apreciar una fuerte concentración de problemáticas del cuidado que reposan en el hospital y
el sistema de salud. La situación de carestía por la que atraviesan los usuarios más
vulnerables hace imposible supeditar instancias de la recuperación o de la prevención a la
familia, a la comunidad, mucho menos al mercado. Paradójicamente dicha falencia recae
sobre el trabajo de los agentes de salud que tienen que hacer un doble esfuerzo ya que
tampoco reciben acompañamiento desde la política pública en salud para equilibrar estas
falencias del régimen social. Pasemos revista de algunos ejemplos de estas situaciones.
“Tenemos la situación de la falta de recursos pero sí, hay cuestiones que por ahí es una
cuestión clínica, que se podría seguir por ambulatorio pero por la situación social del
paciente se tiene que quedar a cursar el tratamiento en la institución porque no puede
egresar. Me ha tocado ver pacientes que tienen unas úlceras tremendas en las piernas, que

24
se pueden curar en su casa haciendo un tratamiento ambulatorio, tomando antibióticos,
yendo a hacerse las curaciones, pero si el paciente está en situación de calle no se puede ir
así a la calle. Tiene que quedarse unos días para cumplir el tratamiento y que eso mejore y
después están los recursos de los hogares, los paradores, dependiendo de que el paciente
acepte ingresar a una institución de esas” (Entrevista con trabajadora social).
Yendo a casos de salud mental, presenciamos dos situaciones en las camas de guardia en
nuestra recorrida. Un caso de una señora mayor de 60 años, que había llegado con “una
excitación psicomotriz con síndrome compulsional”, respondía que quería ver a las hijas al
ser entrevistada, sin embargo, tanto la psicóloga como la trabajadora social, habían entrado
en contacto con el grupo familiar y las hijas le habían dado a entender que tenían una muy
mala relación con la madre, que estaban en juicio y que no les interesaba saber de su
situación. Si bien una de las hijas había ido a verla cuando supo del accidente, no volvió a
contestar el teléfono después. En el caso del hermano, que es la persona con quien vivía,
comentó que la llevó a vivir a su casa porque se encontraba en situación de calle, pero que
era la segunda vez que tenía un ataque en el que destrozaba todo lo que se encontraba en
la casa, y que en esas condiciones no sabía si iba a ser posible seguirla alojando.
Tampoco fue posible comunicarse con la familia del caso de internación por consumo
problemático. El único vínculo que fue posible establecer fue con el cura del hogar en el que
reside permanentemente, pero el cura pidió que primero se lo estabilice en el hospital para
luego poder reincorporarse.
Este análisis pone de relieve la importancia del paradigma propuesto por la cátedra en el
cual en lugar de hablar de salud-enfermedad-atención, se habla de
salud-enfermedad-cuidado, considerando a éste un sentido más amplio e integral, que
implica relaciones horizontales, simétricas y participativas y que incluye vínculos afectivos.
La ley de salud mental aborda el cuidado como un sistema de apoyo, en donde gran parte
de las acciones ocurren en la vida cotidiana y no solamente en las instituciones médicas.
Siendo la familia una de las más participativas, e importantes en esta dimensión.
No existe cuidado sin vínculos, sin el otro, y dicho vínculo, según Ulloa, debe tener una
corriente tierna, que implique empatía, miramiento y buen trato. En donde se reconoce al
otro como semejante (Bleichmar), como sujeto de derecho, como ser digno. A partir de las
entrevistas realizadas, encontramos este miramiento de parte de los profesionales de la
salud, pero una ruptura en los lazos familiares. (Bleichmar (2011), Ulloa (1995) en
Michalewicz, et al, 2014)
Pensar el cuidado desde una dimensión de políticas públicas, desde una dinámica relacional
del poder, considerando el cuidado como una dimensión de bienestar que se debe
garantizar en un marco equitativo de género es pensar un movimiento en que el cuidado
debe ir desde la esfera privada, la familia, hacia lo público.

25
Género

La cuestión de género es ineludible en la discusión sobre cuidado, ya que en los niveles


intrafamiliares la responsabilidad compartida entre varones y mujeres suele ser
absolutamente desigual recayendo el cuidado de la infancia, la enfermedad y la vejez en las
mujeres y en las identidades feminizadas (Tajer, 2020). La propuesta de un enfoque
interseccional para pensar la problemática de los cuidados propone a su vez la integración
de la perspectiva de género y su combinación con el análisis de las desigualdades según
estrato socioeconómico, origen nacional, etc (Tajer, 2020).
Derivado del esquema general de inequidades en la distribución del saber y el poder en la
sociedad, este esquema de desigualdad se reproduce al interior del sistema de salud, en la
feminización de los cargos peores pagos y masculinización de los cargos jerárquicos, siendo
las profesiones con “menos poder” las más feminizadas: enfermería, trabajo social,
psicología, terapia ocupacional, nutrición… ¡El 84,6% de auxiliares y ayudantes del sector
salud son mujeres! (Tajer, 2020).
Si bien no contamos con la información estadística pertinente, en nuestra recorrida
constatamos que los varones suelen ocupar cargos de mayor jerarquía (jefe, director, etc) y
las mujeres suelen ocupar los puestos supeditados. Además vimos una notoria
diferenciación genérica de las disciplinas, con mayoría de psicólogas y trabajadoras
sociales, así como también personal administrativo de género femenino. En nuestra
investigación sobre la historia del hospital encontramos que esta tendencia viene de antaño
y encontramos homenajes a enfermeras en las que se la reconoce como “complemento” o a
las instrumentalistas que se las elogia como “las que secundan” el trabajo de los médicos.
La masculinidad de los médicos exaltada en el tango con el que arrancamos este trabajo,
como “machazos” del saber, es otra demostración de la fuerte impregnancia de la cultura de
una época en los hospitales del que el Piñero no podría estar exento.
Tampoco vimos en la guardia (ni en el hospital en general) que se cubra un cupo trans. Es
cierto que las duras condiciones de vida de la población trans dificultan el acceso a la
universidad, por lo que es muy pequeño el número de egresados, egresadas y egresades
trans, transexuales, travestis, transgénero, no binaries. Pero la excusa de que faltan
profesionales de la salud trans, no corre para el personal administrativo en el que tampoco
vimos que se cubra un cupo mínimo.
Ante este panorama de profunda desarticulación de los problemas del cuidado que imponen
las grietas del tejido social, se introduce obligadamente la necesidad de reflexionar sobre la
política de derechos en salud, o sea pensar una perspectiva de salud desde el punto de
vista de los derechos.

26
Política de derechos y Ley Nacional de Salud Mental

Los derechos deben ser asignables a la gama completa de la diversidad humana o no son
válidos como derechos (devienen privilegio). Como propone Luciani Conde (2020), debemos
pensar los DDHH como enfoque articulador integral de la formación en salud. Contemplando
las diferencias pero garantizando un trato igualitario a personas desiguales. LOGRAR
IGUALDAD RECONOCIENDO Y SOSTENIENDO LAS DIFERENCIAS. Si bien diagnosticar
presupone eliminar diferencias, una mirada intercultural puede abordar esta perspectiva. La
perspectiva de derechos, cuestionada políticamente desde un abanico muy grande del
sistema político, necesita un compromiso ético de los profesionales de la salud mental, bajo
la concepción de que los derechos del otro no son un obstáculo a mis derechos, sino que yo
soy parte de la otredad que necesita de esos derechos para progresar como parte de una
sociedad justa e igualitaria. LO ANTAGÓNICO DE LA OBJETIVACIÓN ES LA VIGENCIA
EFECTIVA DE DERECHOS (Ficha de cátedra).
En este sentido la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 avanza en una perspectiva integral
y con eje en la garantización de derechos, que la transforman en una ley de vanguardia a
nivel regional y mundial, entre sus muchos aspectos progresivos. El foco de la ley está
puesto en a) garantizar el derecho a la salud mental de toda la población, b) garantizar los
derechos de los usuarios del sistema de salud mental.
“El enfoque de derechos que intenta implementar la ley es excelente. Se posiciona al
paciente como un sujeto de derecho actualmente y no como antes que era un objeto y se
implementaron recursos, todavía escasos, para proteger los derechos del paciente. El
órgano de revisión, la unidad del letrado (de adulto, niños y adolescentes), o sea recursos
para proteger los derechos del paciente que están y funcionan con las dificultades que
representan que todavía son escasos. Pero que haya dispositivos que protejan los derechos
de ese paciente es fantástico” (Entrevista a la Trabajadora Social).
Una de las cuestiones más polémicas y a nuestro parecer más importantes de la ley, apunta
justamente a terminar con la vulneración de derechos que implicaron en algún momento las
internaciones compulsivas. La internación voluntaria- Involuntaria según el riesgo cierto e
inminente para sí o para terceros legisla y regula el poder de los agentes de salud para
coartar la libertad de las personas. Por otro lado, el enfoque interdisciplinario, el rol que se le
asigna al psicólogo, Trabajadores Sociales, miembros de la comunidad, usuarios, etc, marca
un camino ambicioso que es un horizonte para pelear por mejores condiciones de trabajo y
de atención en el sistema de salud, para lo cual es fundamental una batalla cultural contra el
modelo médico hegemónico y una pelea concreta por el presupuesto necesario para cumplir
con la ley.

27
Internaciones

A través de las entrevistas llevadas a cabo en el hospital podemos observar cómo se


implementa la ley de Salud Mental y cómo abordan los procesos de internación, utilizando la
tipificación de voluntaria e involuntaria y pensándola como último recurso y herramienta del
tratamiento, solo llevando a cabo en caso de que haya riesgo cierto e inminente para el
propio usuario y para terceros.
“En el caso de los pacientes que llegan por SAME, desde la vía pública o desde el domicilio
va directo a la guardia. En el caso de los espontáneos se los evalúa si tienen ideas de
muerte que impliquen riesgo para ver si justifica la internación. Muchos llegan con ideas de
muerte pero se evalúa riesgo y obviamente no se interna ya que si hubiera que internar a
todos los que tienen ideas de muerte internarían a prácticamente todos. Es muy importante
ubicar eso, saber si es algo que el paciente tiene planificado” (entrevista a la psicóloga).
En la guardia (en contacto permanente con urgencias), muchas de las intervenciones que se
llevan adelante son sobre sufrimientos psíquicos, principalmente adicciones, como nos
comentaba el director de la guardia, debido a la población que atienden y a la ubicación del
hospital. La trabajadora social de la guardia nos comentaba: -....”nosotros hacemos el
abordaje, hacemos la entrevista, analizamos la situación que es lo que está sucediendo. Se
trata de analizar si hay algún familiar si viene solo y se evalúa si requiere internación, si no,
si puede ser voluntaria o tiene que ser involuntaria o si con una orientación y contactar a los
familiares se indica un seguimiento por consultorios externos y tratamiento ambulatorio y se
puede ir. Siempre va a depender que cuenten con red socio-afectiva que pueda hacer un
acompañamiento. Cualquiera sea la situación que se presente. Si un paciente presenta
riesgo para sí o para un tercero se tiene que internar. Puede ser en forma voluntaria o
involuntaria. Si es una internación involuntaria hay que dar aviso al juzgado mediante la
cámara civil, después a un juzgado, al órgano de revisión y a la unidad de letrado, siempre.
Y hacer todo el abordaje que requieran porque el paciente después si queda en la guardia,
este hospital tiene sala de internación pero no siempre tiene cama, así que en la guardia
seguimos evaluando mientras se va compensando, si puede pasar a la sala o a otro
hospital”. En esta intervención podemos ver no sólo que utilizan la internación como último
recurso y cuando hay riesgo cierto e inminente, sino que existe un aceitado protocolo de
articulación con los diferentes actores correspondientes y de seguimiento para sostener y
acompañar la recuperación de los pacientes.
El caso de las adicciones es interesante además porque en el diálogo sobre la situación de
uno de los casos ingresados por guardia el equipo interviniente nos comentaba el valor
clínico de la internación voluntaria y la poca efectividad de las internaciones involuntarias en
los tratamientos. Cuando afirmamos que el paciente se había escapado rápidamente nos

28
corrigieron ya que escaparse es un concepto que no está en la sintonía de la ley de salud
mental, se habla de que se “retira sin alta médica” o “contra voluntad médica”, y así debe
figurar en la historia clínica. Los pacientes que tienen internación involuntaria tienen
consigna, que ante un intento de salirse del ámbito de internación retiene a la persona y
enseguida interviene el juzgado. Justamente los casos de abstinencia son muy difíciles ya
que las internaciones involuntarias por lo general no funcionan bien, por eso la idea es
siempre transformarla en voluntaria haciendo que el paciente acepte el tratamiento y poder
trabajar para juntos lograr que funcione la terapéutica. Sin embargo es muy común que
pacientes vuelvan a recaer, vuelvan a entrar por guardia, hasta que empiezan a
engancharse con algún tipo de sistema ambulatorio (Entrevista con la psicóloga).

Primeros señalamientos sobre la interdisciplina

Si bien nos referiremos más adelante al enfoque interdisciplinario, creemos necesario


establecer un primer comentario sobre el valor implicado en el respaldo y respeto al trabajo
de psicólogos y trabajadores sociales a partir de las transformaciones que implementa la ley.
Particularmente en la ciudad, con el antecedente de la ley 448, existe un importante
aprendizaje y un camino recorrido.
“Yo empecé en el 2012 y la LNSM es de 2010, la 448 es de 2000. Cuando yo ingresé al
sistema de salud ya había trabajadores sociales de guardia, recién estrenados, porque si
bien la ley es del 2000 (la 448) recién en el 2008 empezaron a abrirse los cargos de guardia
de trabajo social. Yo ingresé en el 2012 y ya estaban prácticamente todos cubiertos”.

- O sea que de alguna manera la ley incorpora y habilita el trabajo social en la salud
pública

“Si! Por supuesto, que existan equipos interdisciplinarios. Es fantástico porque se pueden
abordar los pacientes desde un enfoque más amplio, abordar los distintos aspectos en
forma interdisciplinaria y en conjunto” (de la Entrevista a la Trabajadora Social).

En un sistema de salud con fuerte hegemonía médico-psiquiátrica, y ante el arrollador poder


del complejo industrial-farmacéutico-financiero, la ley es una herramienta que incorpora
nuevos instrumentos para la redistribución de valores en el discurso social. Esta
implementación tiene grandes ventajas terapéuticas reconocidas no sólo por los nuevos
actores empoderados por la ley (psi y ts) sino también por los propios médicos y psiquiatras.
interd.
En sí mismo, el lugar dado a los agentes sociales o de la salud mental, influye en el
abordaje del médico, obligando a un trabajo desde la complejidad que a su vez refuerza la

29
necesidad del abordaje interdisciplinario, interseccional y dinámico, entendiendo la salud
como un proceso y reconfigurando constantemente estrategias de intervención dinámicas.
Pero justamente, por la impronta y el peso de la historia y de las pautas culturales vigentes,
la lucha contra la hegemonía médica es una constante diaria que requiere un permanente
esfuerzo del profesional de la salud mental y del ámbito social, por abrirse camino y hacer
valer su lugar.
- Con respecto a otras profesiones como la medicina ¿cómo es la relación después de
la ley?

(sonríe)... “Y todavía sigue sucediendo. Son varios años ya de implementación del equipo
interdisciplinario y hay cosas que fueron cambiando pero todavía falta, el hospital ha sido
por excelencia del modelo médico hegemónico y son cosas que llevan mucho tiempo para
cambiar pero van cambiando de a poco. Si se escucha al equipo de salud mental, se hacen
las consultas, interconsultas, y se valora también nuestro trabajo.” (Entrevista Trabajadora
social).

Falencias y tensiones en torno a la ley

En la mueca de insatisfacción que nos hizo la trabajadora social se replican muchas


circunstancias que señalan el incumplimiento o el cumplimiento a medias de la ley.
Constantemente señalado por la psicóloga, el cumplimiento de la ley es una lucha diaria. En
primer lugar el ya señalado respeto por la intervención de los actores no-médicos del
sistema de salud. En segundo lugar los resortes técnicos y operativos para articular con la
comunidad y el resto de los actores del sistema de salud. Y finalmente lo que podríamos
considerar la madre de las batallas, que es la cuestión presupuestaria, que estipula la
implementación del 10% del presupuesto destinado a salud (magro de por sí) pero cuyo
cumplimiento hasta hoy no se ha efectivizado.
- Entonces la ley realmente permitió que ese trabajo exista…
“Si… (hace un gesto dubitativo). En la letra sí, y se va implementando lentamente porque los
recursos no están. Está todo muy lindo, la ley es muy buena, pero sin los recursos no hay
mucho que se pueda hacer”. (De la entrevista a la TS)
Según pudimos concluir de las entrevistas, existe una fuerte resistencia a la implementación
de la ley de un abanico importante de médicos, directivos, autoridades políticas y sobre todo
psiquiatras que ponen palos en la rueda para la implementación de cuestiones básicas.
Vainer (2019) señala una serie de obstáculos en el cumplimiento de la ley, desde la
contraofensiva psiquiátrica hasta las batallas dentro del propio campo (entre corporaciones,
concepciones, teorías, peleas narcisistas entre personajes e instituciones, etc), e incluso

30
señala que una mala utilización política de las leyes desmanicomializadoras (como sucedió
de hecho con el macrismo en Buenos Aires o con Reagan en EEUU) puede ser puesta a
disposición de encubrir despidos y profundizar la privatización de la salud (Vainer, 2019).
A pesar de estas tensiones; vista en su perspectiva dinámica, la ley ha logrado incorporar
nuevas prácticas, derechos y lógicas, presentes en la vida de la guardia y del hospital, que
poco a poco se van abriendo camino y avanzando hacia un abordaje más integral y
complejo de la salud.
Si bien el avance es lento, sólo entre 2012 y 2015 aumentaron en un 88% los hospitales
generales públicos con servicios de atención en salud mental (Stolkiner, et al. 2015).

El enfoque interdisciplinario

Como señalamos más arriba, la ley implementa un enfoque interdisciplinario que obliga a las
instituciones de salud a cumplir con este método de trabajo al menos en lo que a la salud
mental refiere. Sin embargo, como significante, la palabra interdisciplina tiene tanto un uso
vulgar como un uso académico. En el terreno académico tampoco está exenta de debates y
polifonías respecto a su significado, por lo cual para poder evaluar el trabajo
interdisciplinario primero es necesario poder poner algunas coordenadas en común sobre lo
que significa.
En este sentido podemos señalar brevemente que el enfoque interdisciplinario requiere ante
todo una concepción común de la salud. A la vez requiere que el punto de partida del
problema a discutir interdisciplinariamente sea el problema en sí mismo y no una posición
teórica. En este sentido el abordaje de las disciplinas y su integración, se tienen que
acomodar en función de la demanda que requiera un determinado problema (García, 1989).
Finalmente vale decir que un trabajo interdisciplinario requiere una serie de condiciones, que
Elichiry (1987) enumeró de la siguiente forma: Trabajo en equipo, intencionalidad,
flexibilidad, cooperación recurrente y reciprocidad.
En nuestras entrevistas encontramos una colaboración muy grande entre los diferentes
agentes de salud intervinientes en el hospital, y sobre todo por parte del equipo de salud
mental:

“Los pacientes que llegan por sus propios medios (espontáneos) son recepcionados en
ventanilla por el personal administrativo, se les pregunta el motivo y se anota. Cuando
implica al área de salud mental asisten las tres especialidades [haciendo referencia a
psicólogos, psiquiatra y trabajadora social], son casos que llegan generalmente por ataques
de pánico etc. En el caso de los pacientes que llegan por SAME, desde la vía pública o
desde el domicilio va directo a la guardia. En el caso de los espontáneos se los evalúa si

31
tienen ideas de muerte que impliquen riesgo para ver si justifica la internación” (entrevista a
la psicóloga).

“Más allá de que somos un equipo y tratamos de evaluar colectivamente muchas veces
pasa que nos tenemos que dividir, también puede pasar que cualquier servicio puede llamar
al psicólogo, al psiquiatra o al trabajador social. El trabajador social se maneja mucho con
los temas de pediatría, por cuestiones de maltrato o de abuso, porque son los que saben
establecer esa conexión con escuelas, instituciones, etc. De todas formas la evaluación del
psicólogo siempre es necesaria, pero el rol de los trabajadores sociales es fundamental”
(Entrevista a la psicóloga).

“La parte de Trabajo Social entra en acción siempre con el equipo interdisciplinario.
Tratamos de trabajar en conjunto siempre, salvo que haya mucho trabajo y nos dividimos,
pero después todo se conversa porque es un equipo. Cuando entra un paciente que tiene
alguna situación que requiere la intervención del equipo interdisciplinario siempre vamos”
(Entrevista a la Trabajadora Social)

“He tenido por ejemplo, una mamá que llevó una nena a una guardia y la pediatra no
terminaba de entender lo que le pasaba y algo le pareció raro si bien la consulta estaba bien
y todo estaba en orden, me llamó y me dijo Marce algo pasa y no se que es. La
entrevistamos juntas, hicimos el abordaje, la entrevista a la mamá la nena y la conocimos, y
no se notaba mucho pero después llamamos a la psiquiatra y la mamá estaba en un
episodio de esquizofrenia donde se había ido de la casa con la hija hacía dos días, la familia
la estaba buscando desesperadamente y ella estaba como en ese momento en un brote y
logramos ubicar a la familia, vino el papá de la nena, la mamá se internó. Pero era una
señora que vos la veías y no era ni agresiva, ni violenta ni tenía un discurso totalmente
delirante, pero si había pasado algo y se había ido de la casa con la hija, la estaba cuidando
pero no estaba todo en orden. Hay que estar muy atento siempre porque el motivo de
consulta no siempre es el motivo para estar en la guardia(Entrevista a la TS)”.

¿Pero todas estas acciones e interacciones de las diferentes disciplinas constituyen un


trabajo interdisciplinario?
Sería injusto negar el esfuerzo por poner en pie un equipo de trabajo interdisciplinario dentro
del hospital, particularmente del equipo de salud mental. Y si bien muchas de los relatos que
hemos podido recoger y muchas de las experiencias e intervenciones que hemos visto nos
muestran los grandes avances en este camino, creemos que el enfoque de la guardia es
más bien multi-disciplinario y que la estructura normativa del hospital así como también de la

32
organización interna de la guardia, sin dejar de lado las diferencias de abordaje y la
persistencia en la concepción jerárquica dentro de cada disciplina, mantienen y conllevan un
bloqueo al trabajo interdisciplinario.
La trabajadora social nos relataba muchas de las tareas que le son asignadas, del tipo
administrativas, también la psicóloga nos hacía referencia a situaciones en las cuales hacer
que se respete y escuche su opinión era producto de una lucha. Esta resistencia al
intercambio disciplinario, si bien constituye un gran avance respecto al pasado, no ha
logrado todavía superar el nivel de la multidisciplinariedad. La muestra más terminante de
ello es la falta de un espacio tipo gabinete en el cual mantener intercambios y debates entre
los profesionales. Esto no quiere decir que esos intercambios no existan, ya que son
constantes en los pasillos, en las salas ante cada caso complejo que aparece, etc. Sin
embargo no hay una intencionalidad ni una recurrencia lo cual es fundamental para dirimir si
se trata de un trabajo interdisciplinario o no.

Gestión y planificación

Planificar consiste en “pensar antes de actuar… la reflexión orientada y dirigida a la acción”


(Rovere, 1993), decidir con anterioridad que hacer para cambiar condiciones insatisfactorias
en el presente o poder evitar que condiciones actuales se deterioren en el futuro. Se
requiere identificar los problemas, y las prioridades, para poder implementar soluciones,
determinar que está al alcance y de las capacidades de la persona encargada, establecer
los cursos de acción, armar un esquema de trabajo, un equipo responsable de llevar a cabo
las acciones.
En cuanto a “gestionar'' nos referimos a las acciones necesarias de llevar a cabo (pensar,
hacer, conversar) para lograr un deseo, un objetivo, una meta. La gestión se ocupa entonces
de generar las condiciones necesarias para poder desarrollar y lograr aquello que
queremos.” ( Ardila, Parenti, 2014). Implica la toma de decisiones, organizar los recursos,
qué acciones se requieren para lograr los objetivos propuestos, planificacion, ejecucion y
evaluacion.
Del abordaje histórico y de los testimonios que pudimos recoger, se desprende que a lo
largo de la trayectoria de la institución fueron cambiando las formas de abordar los
problemas, de planificar, y de organización del personal. A partir de la llegada del nuevo
director de guardia, que sigue actualmente, se llevó a cabo la digitalización e
implementación de un sistema de registro y control de la guardia.
Director de guardia: -No es para hacer propaganda, yo fui director 7 años del hospital y la
hice digitalizar yo asi que vos lo podes ver desde todos lados, fue el primer hospital en

33
digitalizar, es más vino Santilli, le gustó y la mandó a digitalizar y ahora todos los hospitales
la tienen digitalizada a la historia clínica.
Además, el hospital, lleva adelante una planificación y organización del personal en guardias
rotativas de 24 hs, en donde se trata de abarcar a todas las especialidades siempre. La
guardia tiene jefe de guardia y distintas especialidades: 2 anestesistas, 2 cirujanos, 11
ayudantes de guardia sin especialidad, 2 clínicos, 1 cardiólogo, 1 trabajadora social, 1
psiquiatra, 1 psicóloga, 1 otorrino, 3 traumatólogos y despues tienen en el fondo 5 pediatras,
3 parteras, 2 toco ginecólogos de guardia, terapia intensiva depende también de nosotros
tiene 2 médicos de guardia y 5 de planta, terapia intermedia igual. Son 56 médicos por
guardia, bastante.
En esta organización del personal planteado por el jefe de guardia se puede interpretar la
orientación de las acciones para cumplir con el derecho a la salud en cuanto al acceso del
servicio y de calidad, teniendo presente en cada guardia las diferentes especialidades para
poder abordar las problemáticas presentes. Cubriendo las necesidades de atención de la
población como también atender las condiciones de trabajo de los profesionales.

Apéndice

Antes de cerrar este trabajo, consideramos pertinente incluir este apéndice referido a un
tema sobre el que hemos hecho varias referencias pero que requiere una especificidad y un
lugar en el análisis. Se trata de dos fenómenos que atraviesan todo el sistema de salud en la
actualidad y que son la consecuencia necesaria del surgimiento del complejo
médico-industrial-financiero: la medicalización y la medicamentalización de la vida.
Entendemos medicalización como un aspecto de la modernidad por el cual amplias esferas
de la vida cotidiana van siendo subordinadas al discurso médico hegemónico-biomédico y
van siendo objeto de intervención del médico; y por medicamentalización la búsqueda de un
medicamento que dé respuesta a cualquier tipo de malestar (Stolkiner, Teo Sep 2021).
Los profesionales del hospital nos comentaron que el consumo de medicamentos
autodiagnóstico es muy frecuente entre los pacientes, cada vez más, y llegan a la guardia
muchos casos por consecuencia de la ingesta indebida de medicamentos. La psicóloga de
la guardia destacó el caso del consumo de paracetamol, que genera malestares hepáticos.
Algunos de ellos llegan a casos de gravedad, incluso termina siendo necesario hacer un
trasplante de hígado.
A su vez, en la entrevista que pudimos presenciar de la psicóloga con una paciente joven
(27 años), apareció también el tema de la medicamentalización, ya que cuando se la
consultó por el motivo de consulta respondió que se había quedado sin medicamentos y que

34
necesitaba fundamentalmente Clonazepam. En este caso la psicóloga respondió que
primero había que hablar sobre qué le pasaba, cómo se sentía y después ver la parte
médica. Nos pareció un ejemplo interesante sobre el abordaje del profesional de salud
mental ante la demanda de medicamentos que como señalamos más arriba es parte de una
campaña permanente promovida por los intereses económico-financieros que imperan
detrás de los laboratorios y farmacéuticas. El contrapunto perfecto a esta intervención es la
anécdota del primer día de práctica del jefe de guardia:
“Fuimos acá a la vuelta con el chofer y otro practicante, y el chofer dijo, ante la duda llévenlo
al hospital, el que más sabía era el chofer, y estaba lleno de gente, y decían “el loco le pegó
a la señora”, y el tipo gritaba “azúcar, azúcar”, y el médico dice “che, está loco, ponele un
Valium”, le pusimos un Valium y fuimos a hacer otro auxilio. Cuando vinimos acá había un
bolonqui total. El tipo decía azúcar porque era diabético, había hecho una crisis
hipoglucémica y casi se muere y nosotros encima le dimos un Valium” (Entrevista al Jefe de
guardia).
Más allá de ser una anécdota de principiante y sobre todo de casi 50 años atrás, sirve para
pensar una suerte de arqueología del saber médico y su abordaje medicamentalista, y para
pensar también un camino distinto, ligado a una perspectiva y a un enfoque
interdisciplinario, con énfasis en los derechos del paciente.

Conclusiones

Integrar la historia y el presente, la práctica y la teoría, lo académico-técnico y lo


político-social representa un trabajo arduo y basto, que sólo se puede fijar como un
horizonte hacia el cual avanzar. Es hacia esa dirección integradora que queremos dirigir
nuestras conclusiones, después de haber recorrido un camino que aunque vasto, ha dejado
importantes cuestiones que no nos fue posible abordar.
El sistema de salud de la Argentina atraviesa una fuerte tensión entre lo público y lo privado,
entre la lógica objetivizante y la subjetivizante. Existe una puja de intereses que Rovere
(2016) pone claramente de manifiesto en su relato del lobby generado por el sector privado
del cual la corporación farmacéutica-industrial-financiera-medicamentalizadora es su punta
de lanza .

En la lectura histórica, los avances y retrocesos parecen explicarse por una combinación del
contexto político nacional y mundial y por la relación de fuerzas establecida a nivel social en
general y hacia el interior del sistema de salud en particular.

35
Ante este campo de tensiones, Vainer nos invita a asumir una perspectiva activa tanto en el
terreno académico y teórico, como en el terreno político y social: “Los cambios en el campo
solo suceden a través de luchas. Franco Basaglia, quién lideró el cierre de los manicomios
en Italia, diferenciaba la lucha de los Trabajadores de Salud Mental en política y
teórico-técnica. Esta discriminación permite separar dos frentes y desarrollar herramientas
específicas en cada caso” (Vainer pp. 38, 2019).

Este modo de ver la historia de la salud nos invita a tomar partido y saber que en la
intersubjetividad del lazo social y en la construcción comunitaria de la identidad hay un
futuro (Ardila y Galende, 2011). Se trata de constituir una identidad de lo humano, es decir
de los derechos humanos como política universal, y buscar en el nosotros, ese gran
potencial transformador que reclama nuestra época. Incluso en momentos muy oscuros de
nuestro país “la innovación en el campo de la salud mental no provino del Estado sino de las
fuerzas irradiadas a la vida social por la resistencia y la movilización … Coherentemente con
su historia la posibilidad de sostener las reformas que la ley propone dependen de la lucha
de quienes pugnan por la profundización de derechos en este campo y de la defensa de los
derechos en general (Stolkiner, 2020, p. 26).

En este sentido la LNSM debe leerse como el producto de un proceso histórico de luchas y
disputas específicas como un proceso en curso, en el que la ley funciona como marco
programático para abrir paso a las acciones, transformaciones y cambios en la
administración pública y la gestión que permita la transformación de todo el sistema de salud
y la generación de una nueva institucionalidad ligada a la creación de distintas instancias
articuladas con la comunidad (Stolkiner, et al. 2015).

Con estas herramientas teóricas y conceptuales, que implican un bagaje acumulado a lo


largo de años por generaciones comprometidas con la salud pública y la salud mental (que
en muchos casos han dejado su vida), es necesario posicionarse críticamente ante el orden
establecido y trazarse objetivos junto con la comunidad, planificar estratégicamente, es decir
entendiendo el objeto de nuestra transformación como un campo de confrontación,
tensiones y peleas (Rovere, 1993).

Nuestra facultad tiene como desafío un involucramiento en profundidad con esta agenda de
derechos que plantea la ley, así como la reflexión integral sobre el lugar, alcance y
finalidades de la práctica psi y su relación con la comunidad, tanto como profesionales,
formadores, y agentes de salud (futuros-presentes), como desde un horizonte ético. La
ausencia de debates e incluso menciones a la idea de la salud mental en la Facultad

36
constituyen un déficit que requiere ser reparado con urgencia (Stolkiner, et al. 2015). La
perspectiva institucional dentro de la facultad no es alentadora, con un fuerte problema de
democracia interna que ha tomado alcance público en las últimas elecciones de decano
(Página 12, 29/05/2021). En contraposición a este cerramiento es necesario impulsar el
trabajo en red y la ampliación de las formas de participación dentro de la facultad,
democratizando los espacios y abriendo canales de diálogo. Gestionar implica tomar
decisiones y acciones, pero con una orientación horizontal que implique (en diferentes
niveles) compartir responsabilidades y cuotas de poder (Ardila, Parenti, 2014).

La propuesta de Alicia Stolkiner y su equipo (2015) de crear un espacio intercátedras de


Salud Pública y Salud Mental representa una respuesta activa a este ostracismo institucional
en que se encuentra sumida la facultad. Intercátedra e interclaustros, para que todos los
miembros de la comunidad académica de la facultad de psicología tengamos un espacio
desde el cual ir creando contrahegemonía, y no sólo en referencia al ámbito académico sino
también a nivel social y de la salud. En esta perspectiva se inscribe nuestro trabajo y
esperamos pueda ser un aporte para ello. Parafraseando al Che, “Si el presente es de
lucha, el futuro es nuestro”.

Postfacio

Implicancias afectivas

No queríamos terminar este trabajo sin reservar un lugar desde el cual agradecer a la
cátedra la posibilidad de ver un enfoque social-comunitario tan necesario en nuestra época y
en nuestra facultad. Consideramos además que se nos han brindado herramientas muy
sólidas para encarar el trabajo de la tesina final y se nos abrió el panorama para la elección
de nuestro camino profesional siendo que nos han mostrado el amplio abanico de
incumbencias que permite nuestra vocación. Como señalamos en la introducción fue
también nuestro primer acercamiento a una práctica profesional y eso dejará su huella
indeleble para nosotros y nosotras.
Finalmente no podemos dejar de mencionar la enorme calidad humana que transmiten
desde el afecto y la pasión pedagógica todos y todas quienes forman parte del plantel
docente demostrando con hechos lo que se enseña en el aula, es decir, que en el campo de
la salud mental no se puede trabajar sin empatía, sin escucha, sin implicación y sin un
compromiso militante con el enfoque de derechos.

37
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79-136).

Anexos

Entrevista al director del Hospital

- Yo entré como practicante al Hospital. Un día el médico de la familia vino a casa y mi


abuelo contento le dijo “sabés que Damián empezó a estudiar medicina”, “no, no
sabía, ¿Te gusta la medicina?”... Les voy a contar, yo quería ser odontólogo y mi
papá le gustaba la medicina, y me fui a anotar a odontología y había una cuadra de
cola y como en medicina no había nadie me anoté en Medicina y terminé siendo
médico.
Bueno, antes los domingos la guardia era rotativa, hacías la guardia del lunes, a la
otra semana del martes, quiere decir que si vos tenías guardia sábado o lunes, cada

40
seis semanas hacías 48 hs seguidas. El era de la guardia de los jueves, y me dice “el
domingo tenemos guardia rotativa, venite”. Yo había aprobado anatomía,
embriología, histología la estaba estudiando, vine, me pusieron un guardapolvo y me
dijeron salí con la ambulancia. Yo tenía un miedo encima terrible, no me olvido.
Fuimos acá a la vuelta con el chofer y otro practicante, y el chofer dijo, ante la duda
llévenlo al hospital, el que más sabía era el chofer, y estaba lleno de gente, y decían
“el loco le pegó a la señora”, y el tipo gritaba “azúcar, azúcar”, y el médico dice “che,
está loco, ponele un Valium”, le pusimos un Valium y fuimos a hacer otro auxilio.
Cuando vinimos acá había 200 personas, decía azúcar porque era diabético el tipo,
había hecho una crisis hipoglucémica y casi se muere y nosotros encima le dimos un
Valium.
Estaba permitido el practicantado, fui practicante menor, practicante mayor, y me
tocó hacer cuarto y quinto y sexto año que es la unidad hospitalaria acá en el Piñero,
me saqué diez en todo. Primero porque me conocían todos, y segundo porque por
ejemplo me tocaba infarto y ya había visto 700 infartos, es más fácil. Es lo que
ustedes debieran hacer. La psicóloga que van a hablar hoy, también es hija de un
médico, el papá era obstetra, así que le dije y me dijo sí.
Yo les diría que se queden en la guardia, que no vayan al servicio, yo soy muy amigo
del jefe pero el jefe no usa el pantalón bien puesto, manda más la que viene atrás
que es la psicóloga. Bien o mal vos tenés que ser el que manda. Así que si ustedes
quieren voy a buscar a la psicóloga. Ahora estamos haciendo la siguiente cosa: A
partir de la semana pasada, como hay muchos pacientes de psicopato, es más,
durante el Covid, la primer patología fue el covid y la segunda pacientes de
psicopatología, los demás pacientes entre que no querían venir al hospital porque le
tenían miedo a la pandemia, entre que nosotros separábamos a los pacientes que
tenían covid con los que no tenían, vos tenías un cálculo en la vesícula y tenés año,
año y medio, salvo que sea un cáncer o algo se fueron postergando el tratamiento de
diversas patologías pero las patologías psiquiátricas vos no las podés postergar.
Entonces a partir del lunes pasado, como son 7 días de la semana yo tengo 7
equipos distintos, no todos piensan igual. Muchas veces con agarradas que tenemos
en psicopatología nos niegan camas entonces yo hago ir 8:30 de la mañana después
de que termina el pase de la guardia de acá, si nosotros tenemos pacientes de
psicopato y hoy tenemos 2, los hacemos ir a psicopatología (la verdad para que se
fijen si tienen cama) pero de paso cuentan los pacientes de acá entonces se va
armando cierto protocolo. Por ejemplo, entra un síndrome depresivo vamos a tratar
de darle a todos la misma droga para ver cual droga anda bien y cual anda mal,
tenemos un paciente con riesgo de vida para sí o para un tercero, si ellos tienen

41
cama que vengan, si el psicólogo o psiquiatra es muy jovencito de la guardia, que
vengan de la sala a dar una mano y lo que más se da es al revés: se queda el
residente después de las 12 del mediodía en la sala y nosotros le vamos a ver a los
pacientes de allá. Entonces 8:30 el equipo de salud de acá conocé a los pacientes
de allá y los de allá conocen al de acá.

- Esta guardia es general, ¿no?


- Si.
- ¿Y un paciente que tiene alguna urgencia psiquiátrica o vinculado a algún aspecto de
la salud mental, entra por acá?
- Entran por acá. La guardia tiene jefe de guardia y distintas especialidades: 2
anestesistas, 2 cirujanos, 11 ayudantes de guardia sin especialidad, 2 clínicos, 1
cardiólogo, 1 trabajadora social, 1 psiquiatra, 1 psicóloga, 1 otorrino, 3 traumatólogos
y despues tienen en el fondo 5 pediatras, 3 parteras, 2 toco ginecólogos de guardia,
terapia intensiva depende también de nosotros tiene 2 médicos de guardia y 5 de
planta, terapia intermedia igual. Son 56 médicos por guardia, bastante.
- ¿Por guardia significa por turno?
- Por día. Duran 24 hs las guardias.
- ¿Tienen algún sistema de rotación o todos los médicos hacen la misma guardia, está
previsto?
- Tenemos titulares y suplentes cuando falta algún titular o si se enferma alguien algún
día…
Se hace un silencio, el Dr está buscando en su computadora y retoma:
- Acá si quieren se fijan un cachito, es de la sala de guardia tienen un showroom con 3
camas y tiene 8 camas de internación. Este está en el consultorio, ¿ven?
Traumatismo endocraneana, síndrome de impregnación seguramente un cáncer con
metástasis en algún lado, en la cama 3 hay una excitación psicomotriz con síndrome
compulsional, el shock room hay una deshidratación, en la cama 5 un acv accidente
cerebro vascular isquémico, en un consultorio una descompensación de su cuadro
de base por trastorno por consumo, acá tienen una intolerancia a la vía oral
deshidratación, fuera de la guardia, es decir en los consultorios hay una insuficiencia
respiratorio aguda y una insuficiencia cardíaca descompensada.
- De 8 camas, 2 son de salud mental. Por lo general ¿suele ser así?
- Sí ¿Ves? El diagnóstico de excitación psicomotriz con síndrome compulsional
paciente femenino de 65 años ingresa a la guardia, traída por ambulancia del SAME
desde la vía pública por presentar cuadro de excitación psicomotriz, 7: 45 hizo la
revisación de psiquiatría, se mantiene entrevista interdisciplinaria con la paciente que

42
en el examen psiquiátrico se encuentra vigil desorientada temporalmente. Hacienda,
alineada, euproséxica, con leve disartria, con fallas mecánicas en relación al episodio
que motivó su ingreso no se acordaba por qué la habían traído. Sin sintomatología
psicótica al momento de la evolución, pensamiento de curso conservado ritmo
eneldecido contenido, niega ideación de muerte suicidas así como de auto y hetero
agresiva al momento de internación. El último tiempo estuvo viviendo con su
hermano Hugo, permanece control por clínica médica por aumento de cpk y para
nueva evaluación de salud mental. Ellos tenían idea de que la cpk aumentada fuera
porque la tuvieron que medicar mucho tiene varias inyecciones y cada vez que uno
le pone una inyección aumenta. Bueno, ahí dice que la vio la Dra Silvia Michea que
fue la que salió, dice que está bien.
- Ahi dice que la sometieron a evaluación interdisciplinaria
- Claro porque todo paciente lo ve un clínico también.
- Lo ve un médico clínico, luego un psicólogo, psiquiatra…
- Si se hizo una herida hasta la ve el cirujano, ven ahí está la sala de internación
(muestra información desde su computadora) si quieren saber los laboratorios que se
hizo, acá salen todos los estudios que tienen hechos.
- ¿Esto es nuevo? ¿que esté así todo digitalizado o hace cuanto?
- No es para hacer propaganda, yo fui director 7 años del hospital y la hice digitalizar
yo asi que vos lo podes ver desde todos lados, fue el primer hospital en digitalizar, es
más vino Santilli, le gustó y la mandó a digitalizar y ahora todos los hospitales la
tienen digitalizada a la historia clínica.
El director presenta a la psicóloga y se continúa hablando con ella.

Entrevista a la Licenciada Gabriela Acuña (y recorrida por la guardia)

Entramos en contacto con la Psicóloga de la guardia quien nos presentó otra estudiante de
psicología (de la práctica clínica de la emergencia) y nos propuso acompañarlas en el
recorrido y hacer la entrevista mientras visitábamos diferentes espacios del pabellón. Le
preguntamos si sería posible grabarla y nos pidió que no por el hecho de que prefería
preservar a los pacientes ante posibles cosas que se le escaparan en el relato que pudieran
interferir en el secreto profesional.
En primer lugar nos llevó a una sala de la guardia donde dejamos nuestras pertenencias, allí
nos mostró los libros de guardias en donde se registran los pacientes ambulatorios (los que
vienen por ventanilla). Hay un libro para cada especialidad: psicología, otro para psiquiatría
y otro para trabajo social. En esa sala nos presentaron a la trabajadora social. Recorrimos el
pabellón de internaciones, nos mostraron las camas y los espacios de internación.

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Le preguntamos por el circuito de la atención de los pacientes que ingresan a la guardia.
Nos comenta que los pacientes que llegan por sus propios medios (espontáneos) son
recepcionados en ventanilla por el personal administrativo, se les pregunta el motivo y se
anota. Cuando implica al área de salud mental asisten las tres especialidades, son casos
que llegan generalmente por ataques de pánico etc. En el caso de los pacientes que llegan
por SAME, desde la vía pública o desde el domicilio va directo a la guardia. En el caso de
los espontáneos se los evalúa si tienen ideas de muerte que impliquen riesgo para ver si
justifica la internación. Muchos llegan con ideas de muerte pero se evalúa riesgo y
obviamente no se interna ya que si hubiera que internar a todos los que tienen ideas de
muerte internarían a prácticamente todos. Es muy importante ubicar eso, saber si es algo
que el paciente tiene planificado.
Muchos pacientes sucede que vienen por guardia por que no tienen turno, uno le explica
que no es una urgencia y le sugiere ir a consultorios externos, pero sabemos que los turnos
se dan muy espaciados, entonces lo que hacemos es evaluar al paciente y conseguirle un
turno internamente que por ahí es más rápido aunque de todos modos puede demorar hasta
un mes; y hacemos un control por guardia, evaluamos al paciente, se lo anota por si vuelve
en 48hs. Muchas veces el paciente también requiere medicación y entonces se hace un
control por guardia para ver eso, una paciente que está muy angustiada se le da un
ansiolítico según lo que evalúe el psiquiatra, y así hasta llegar a la consulta. Pero bueno, la
idea es ubicar la urgencia en la guardia.
Más allá de que somos un equipo y tratamos de evaluar colectivamente muchas veces pasa
que nos tenemos que dividir, también puede pasar que cualquier servicio puede llamar al
psicólogo, al psiquiatra o al trabajador social. El trabajador social se maneja mucho con los
temas de pediatría, por cuestiones de maltrato o de abuso, porque son los que saben
establecer esa conexión con escuelas, instituciones, etc. De todas formas la evaluación del
psicólogo siempre es necesaria, pero el rol de los trabajadores sociales es fundamental.
También sucede que vienen personas en situación de emergencia social, la persona dice no
tener donde estar, o está con un cuadro físico, entonces es necesario una consulta directa o
una interconsulta.

En el caso de los que ingresan por ambulancia o los pacientes espontáneos que están en un
estado crítico como por ejemplo que se golpean la cabeza contra la pared ingresan
directamente por guardia. Hacemos una recorrida por la guardia, vemos las camas donde
están los pacientes internados, en el pasillo hay una persona en camilla inconsciente y
permanece allí desde el comienzo hasta el final de nuestra recorrida que duró
aproximadamente dos horas. Los pacientes internados por salud mental se encuentran
durmiendo en ambos casos. Nos cuenta que una vez que ingresan por guardia y si es

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necesario una internación de varios días se busca ubicarlos, o en la sala del hospital o en
algún hospital monovalente como el Borda o el Alvear. Si vemos que el paciente está
internado hace más de 48 horas, tiene red familiar, está en tratamiento, entonces podemos
dar el alta clínica, pero armando una red de tratamiento.
Nos comenta los pacientes que están internados, uno por consumo problemático que estuvo
internado en el borda y se fue el viernes y re ingresó por guardia. La trabajadora social se
comunicó con el sacerdote de Casa Pueblo donde estaba en tratamiento y le dijo que lo
recibía pero cuando estuviera estable.
En ese momento le preguntamos por la forma en que se escapó y nos corrige, escaparse es
un concepto que no está en la sintonía de la ley de salud mental, se habla de que se “retira
sin alta médica” o “contra voluntad médica”, así debe figurar en la historia clínica. Los
pacientes que tienen internación involuntaria tienen consigna, que ante un intento de salirse
del ámbito de internación retiene a la persona y enseguida interviene el juzgado. Nos
comenta que los casos de abstinencia son muy difíciles y las internaciones involuntarias por
lo general es muy difícil que funcionen, por eso la idea es siempre transformarla en
voluntaria haciendo que el paciente acepte el tratamiento y poder trabajar para que juntos
hacer que funcione la terapéutica. Sin embargo es muy común que pacientes como el de
hoy vuelvan a recaer, vuelvan a entrar por guardia, hasta que empiezan a engancharse con
algún tipo de sistema ambulatorio. Pero es una clínica difícil, más difícil que las psicosis o
esquizofrenia.
Volvemos a bajar al hall de la guardia, ahí nos comenta de la otra paciente que ingresó por
un cuadro confusional y que si bien en esos casos intervienen primero los médicos clínicos
para hacer diferentes estudios como laboratorio y neurológicos, en este caso pidieron que
intervenga salud mental y por eso la iban a visitar. En el área de terapia intensiva, el punto
más importante es la parte clínica, una vez estabilizado el paciente puede intervenir el
psicólogo.
Cuando le preguntamos por la relación con los médicos nos dijo que en muchos sentidos
persiste el discurso médico hegemónico y que hay que luchar todos los días en contra de
eso. Pero hay un ida y vuelta muy importante.
Luego le preguntamos por la medicamentalización y el consumo autodiagnosticado y nos
comentó que es cada vez más frecuente y de hecho ingresan muchos casos que por una
ingesta desmedida de paracetamol se generan malestares hepáticos que incluso derivaron
en la necesidad de un trasplante de hígado.
Nos invitó a presenciar una entrevista con una paciente mujer de 27 años en la sala
consultorio de la guardia. Estuvimos ahí toda la entrevista, la paciente estaba muy
apesadumbrada, comentó que había ido por medicamentos que ya casi no le quedaban y le
rechazaron la consulta por guardia, que se había quedado sin clonazepam. La psicóloga le

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dijo que primero había que ver cómo estaba ella, hablar y después ver la parte médica. La
paciente comentó que no pudo dormir en toda la noche, que estaba con una situación
familiar que la angustiaba mucho y que le habían dado turno para el 3/11. La psicóloga le
recomendó no tomar decisiones hasta la próxima entrevista con el psiquiatra y tratar de
estar en un paréntesis. Indagó mucho por la red familiar, particularmente del vínculo con su
ex pareja, que ella le dijo que quería volver pero ya no podía confiar más, que lo vio el fin de
semana y estaba alcoholizado otra vez. La psicóloga le preguntó si pensaba volver con él
pero ella le respondió que ya había dado mucho, abandonado cosas y la psicóloga la
interpeló por esas cosas que abandonó, que estaba mal que lo hubiera hecho. Cuando
habló de la muerte de la madre y que la crió la hermana, se mostró muy angustiada y le dijo
que ella no quería que su hija pase por lo mismo y esté sin mamá, y la psicóloga le dijo que
la función materna había sido ocupada por la hermana. Para finalizar le dice que el turno
está cerca e insiste en que trate de poner un paréntesis hasta tener un lugar, un dispositivo,
no tomar ninguna decisión importante, que la medicación que le va a dar ahora el psiquiatra
apunta a poder dormir, ella dice que ahora tiene que trabajar, pero no puede no pensar,
todavía están esos pensamientos feos, menciona pensamientos de muerte. También
comentó que había tenido en dos ocasiones intentos de suicidio.
Cuando terminó la entrevista la psicológa nos comentó bien el cuadro, lo diagnosticó como
hipertimia displacentera, que indica ideas de muerte pero según ella evalúa sin riesgo, que
se trataba de una paciente que había tenido dos intentos de suicidio, con una hija, que se
separó de su ex pareja por problemas de alcoholismo y que vive en la casa del padre con un
hermano y la esposa del hermano, pero que se lleva muy mal con la esposa del hermano y
la denunció, por lo que le dieron un botón anti-pánico y eso genera un gran malestar con ella
por parte de toda la familia incluido el papá y el hermano.
Cuando volvemos a cruzarnos con la trabajadora social nos dividimos en un grupo que hace
una entrevista a la TS y otro que continúa el recorrido.
Volvemos a ver a la paciente de la cama 3 con la psicóloga y con la TS. Empiezan
preguntando (entre las dos profesionales se reparten las preguntas) si recuerda por qué está
así, en qué año estamos, etc, no recuerda nada... Preguntan por la familia, y responde que
tiene dos hijas, que le gustaría poder comunicarse con ellas, recuerda dónde vive, con su
hermano y dice que es la segunda vez que tiene un episodio de pasar de su casa al hospital
sin conciencia de lo que pasó y sin recordar nada.
Cuando le preguntan si alguna vez hizo tratamiento de salud mental, responde de manera
confusa, dice que es hipertensa, preguntan por otros problemas de salud, por la relación con
las hijas, no recuerda, dice estudiar medicina.
Le preguntan si es jubilada y comenta que es pensionada y dice que se siente a la deriva, "
de la mente".

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Hacen preguntas sobre cosas de la vida cotidiana, noticias, cuestiones significativas que
recuerde, pero no habla de nada importante. Le vuelven a preguntar sobre el entorno,
condiciones de vida, etc. Finalmente le preguntan si hay algo que quiera saber y ella
pregunta por el tiempo de la internación. Entonces le dicen que depende de los médicos y
que están haciendo estudios para saber cómo está.
Finalmente nos comentan el caso. Dicen que pudieron comunicarse con las hijas, que una
vino un día, pero que comentaron que tenían una relación muy mala, que estaban en juicio
que ella les estaba haciendo, que estuvo mucho tiempo sola y viviendo en la calle pero el
hermano la rescató y tuvo muchos conflictos porque en episodios como este último, le
agarran ataques en los que se vuelve muy agresiva y rompe todo lo que encuentra. Las
hijas no volvieron más desde entonces. La trabajadora social intenta llamar al hermano y
nos muestra que antes de cualquier llamada desactiva el registro de llamada para que no la
llamen porque sino después la vuelven loca.
Pasamos por la cama del paciente con consumo problemático pero sigue durmiendo así que
no podemos entrevistarlo.
Por cuestión de horario no podemos continuar con los recorridos y las observaciones. Nos
despedimos quedando con muy buena disposición para nuevas consultas.

Conversación con la psicóloga donde se permitió grabar:

Nos encontrábamos con la practicante en uno de los consultorios leyendo la historia clínica
de la paciente que ingresó por excitación psicomotriz. Ingresa la psicóloga.
Psi: -¿Y chicas?
Practicante: - No dice mucho la verdad
Psi: Claro porque recién hoy a la mañana estaba más despierta.
Practicante: - No habló todavía, dice acá (señala la historia clínica). No pudo hablar con la
psicóloga anterior porque estaba dormida, se la intentó despertar pero dice que sigue con
signos de sedación
Psi:- Claro, ese es otro tema que nos limita
Entrevistadorx:- Eso iba a preguntar. Se acude al equipo de salud mental en este caso ¿no?
Pero el psiquiatra la re medica y después el psicólogo como hace? Tiene que esperar días
para poder hablar con el paciente?
Psi: - Si. Igual si entró con un cuatro de excitación psicomotriz la tienen que medicar (se ríe).
Tiene que estar en condiciones. Vamos viendo a medida que nos vamos asomando cómo
está la paciente, si está colaboradora o no está colaboradora. Ahora podemos pasar y ver si
está despierta.

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Entrevistadorx: y la decisión que toma el médico psiquiatra de medicarla con altas dosis
(pudimos ver en el registro que dejó el doctor que le había dado mucha medicación) es una
decisión propia o quizás se hace una consulta con todo el equipo de salud?
Psi: -No, cuando nosotros recibimos la urgencia el médico de la ambulancia ya interviene
desde la ambulancia. Te dice: la tuve que inyectar. Y es un poco como le pasa el médico de
la ambulancia al paciente, al médico de la guardia. Inclusive si tuvo alguna ingesta tampoco
se puede medicar con cualquier cosa. Es prácticamente un tema de médicos, a nosotras (ts
y psi) no nos consultan ¿qué les parece? No.
Si después de la entrevista evaluamos.Siempre se trata de que sea en última medida.
La vez pasada tuvimos un paciente por consumo de heroína. Estaba esposado, se quedó
esposado aca (consultorio de guardia) toda la noche, cosa que no se puede hacer. Porque
el policía decía: bueno usted se hace cargo? Si le sacamos las esposas usted se hace cargo
de lo que suceda? y la TS dijo: si yo me hago cargo, saquéle las esposas. Se quedó
tranquilo (el paciente) hablando con nosotras. No quería saber nada con ir a ningún lugar
porque tenía una cuestión clínica y lo iban a derivar por os a una clínica médica, él no vino
por su adicción. En el transcurso de esa horas que estuvo acá internado por clínica (estaba
internado por clínica eh) le salió bien el laboratorio y le dieron el alta. Se podía ir, no tenía
criterio de internación por salud mental.
Entrevistadorx: O sea si viene un paciente que es adicto a la heroína... INTERRUMPE LA
PSI
Psi: La heroína es una droga que produce una abstinencia física muy fuerte y tienes que
tratarla.
E: y si el paciente no quiere acceder al tratamiento… PSI INTERRUMPE NUEVAMENTE
Psi: Si está en una situación de riesgo cierto e inminente va a ser internado. La idea es
poder transformar en una voluntaria, como decía antes. Que se judicialice es por protección
del paciente porque el juez va a pedir periódicamente informes, ¿por qué está internado?
¿cómo evoluciona? Osea se hace cargo del control, de la evolución del paciente. Igual eso
cambió totalmente, ya el paciente no queda internado, la idea es que se reintegre a la
sociedad, que pase a tratamiento ambulatorio.
E: ¿Hay hospital de día acá?
Psi: habia hospital de día, ahora ya no hay más creo. En el Alvarez hay. Acá funcionaba un
hospital de día, después no sé por qué desapareció. Hay solo tratamientos ambulatorios. El
hospital de día es un dispositivo intermedio re importante. Este paciente estaba con
abstinencia, el venía todos los días tomando derivados del opio a raíz de una cirugía del
pie, por traumatología ahí comenzó el consumo de los opioides.
E: Hay mucha intervención de la policía no?

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Psi: Sisi es una intervención que pacifica bastante. Muchas veces con la presencia los
pacientes se calman bastante. Muchas veces vemos pacientes del área de internaciones
conversando con la policía. También pasa que los pacientes mismos piden consignas. El
otro día una chica que pasó a sala ella decía no puedo evitarlo si veo que puedo irme, me
voy, entonces pidió consigna.
E: Ustedes están siempre al tanto de lo que está pasando en el área de internaciones y
psicopatología?
Psi: No, solo en este caso porque el psiquiatra es de la sala.
E: Claro, porque cuando llegamos el Dr nos dijo que ustedes estaban en la sala y no entendí
por qué
Psi:a partir de (no se entiende) tenemos que ir a la sala a pasar los pacientes que están en
guardia. Pero no hacemos recorrido. Esto fue idea de la gente de la sala porque por lo
general no hay muchas camas y cuando las hay tenes que luchar y remar para que el
paciente pase a la sala porque se le da super prioridad y tiene que estar encuadrado el
cierto tipo de paciente.Son pacientes más sociales como pueden ser los adictos o gente en
situación de calle.
Tienes que ubicar muy bien cual es la urgencia, por ejemplo si es un paciente crónico no es
urgente.
E: Y sino se deriva? Si tiene criterio de internación
Psi: A un lugar específico, si.
Eso hablábamos hoy igual, que la verdad son todos pacientes de salud mental y debería
haber disponibilidad para todo tipo de urgencia. Los pacientes más difíciles a mi entender a
esta altura son los pacientes que vienen con alguna cuestión social,para mi son muy difíciles
los pacientes que tienen consumo problemático y están en situación de calle. Están en una
situación de riesgo no solo por el consumo, sino riesgo real, tienen infecciones, ets,
cuestiones patológicas. Y cuando vienen acá a la guardia: paciente suyo (para el equipo de
salud mental), consumo; paciente suyo, situación de calle. Entonces esos pacientes muchas
veces también tienen que ser atendidos por clínica porque tienen cuestiones de base más
urgentes porque vienen con un deterioro físico muy marcado. Y cuando queres ubicar
familia, no hay, porque vos le decis bueno, hay que hacer un tratamiento ambulatorio, tenes
que ir al medico y te miran como diciendo: yo duermo en el auto, vivo en la villa,consumo
paco.
Yo digo que hay una pandemia de la que no se habla y que es esta. Lo que vemos en la
guardia es terrible en cuanto al tema de lo social y el consumo. Es un trabajo artesanal el
que hay que hacer con estos pacientes. No está ubicado este problema.
Y en el discurso médico acá, el médico atiende al que viene accidentado. Pero si alguien se
hace daño a sí mismo, se auto agrede, y tienen que suturar YA TIENEN QUE SUTURAR A

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ALGUIEN QUE SE CORTÓ (como si fuese algo terrible) y escuchas unos comentarios, que
bueno por suerte quedan por fuera de la relación médico-paciente.

Entrevista a la Trabajadora Social (Marcela)

- ¿Cómo es el rol del trabajador social en el sistema de Salud?¿En qué consiste


particularmente tu trabajo acá?

El rol del trabajador social es muy variado dependiendo el dispositivo en el que estés
insertado. Trabajé muchos años en el servicio social de planta de un hospital general y
haciendo suplencias de guardia desde el año 2012 en distintos hospitales. Actualmente soy
titular de una guardia en un hospital monovalente (Borda) y la verdad que cada dispositivo
es diferente, no es lo mismo la guardia de un hospital general que un monovalente ni
tampoco el servicio de planta. Desde el servicio de planta lo que te puedo contar es que se
hace más que nada demanda espontánea, o sea atención al público, gente que está ahí,
que tiene algún inconveniente, que quiere consultar algo, solicitar alguna orientación o
asesoramiento, trabajamos con pacientes internados, haciendo seguimiento, orientación, al
momento del alta si hay que hacer gestiones para que ingrese a algún dispositivo. Y también
trabajamos con algunos proyectos propios del servicio social, yo estaba hace dos años ya
trabajando con una colega, con la gente del servicio de infectología, de neumonología en el
servicio de salud mental en un proyecto que era para pacientes hiv y tbc y abordaremos solo
esa población. La idea de ese proyecto era trabajar la accesibilidad para la adherencia al
tratamiento y nos dio muy buenos resultados el trabajo, la verdad que estábamos muy
contentas. Yo actualmente no estoy porque ya cambié de lugar de trabajo, pero los
resultados fueron muy buenos en cuanto a la adherencia al tratamiento. Y después en
cuanto a la guardia de un monovalente que estoy recién empezando, la población es como
mucho más acotada, en el sentido de las diversas situaciones que se ven y trabajamos con
la demanda de la guardia, orientación, escucha, con los pacientes internados por guardia,
tanto internaciones voluntarias, involuntarias, recibiendo oficios del juzgado. Es por salud
mental por lo general. Y la guardia de un hospital general tenés de todo, salud mental, casos
de pediatría, de ginecología, situación de calle, adicciones y el abordaje es de la situación
de urgencia y ver qué es lo que se puede trabajar desde la guardia, más allá de los
pacientes internados que están en guardia. Por ejemplo, tenemos un paciente ahora que
tiene una problemática de salud mental y de adicciones y hay que hacer la atención en la
urgencia para que el paciente se pueda compensar y tratar de derivarlo a un lugar más
apropiado porque la guardia de este hospital no es el mejor lugar para que él esté, tiene que
ingresar a una internación por salud mental en un dispositivo acorde a su situación.

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Entonces se intenta lograr la derivación, contactar familiares que en este caso él no tiene
pero si un cura del hogar donde va, que ya sabe que está acá entonces manda un operador
que viene a verlo.
Es totalmente diferente dependiendo del ámbito donde te insertes. Por ejemplo desde el
Cesac si me preguntas no tengo idea porque nunca trabajé en un Cesac.
- ¿Vos llegaste a trabajar en el momento anterior a la implementación de la ley de
salud mental?
No, yo empecé en el 2012 y la LNSM es de 2010, la 448 es de 2000. Cuando yo ingresé al
sistema de salud ya había trabajadores sociales de guardia, recién estrenados, porque si
bien la ley es del 2000 (la 448) recién en el 2008 empezaron a abrirse los cargos de guardia
de trabajo social. Yo ingresé en el 2012 y ya estaban prácticamente todos cubiertos.
- O sea que de alguna manera la ley incorpora y habilita el trabajo social en la salud
pública
Si! Por supuesto, que existan equipos interdisciplinarios. Es fantástico porque se pueden
abordar los pacientes desde un enfoque más amplio, abordar los distintos aspectos en
forma interdisciplinaria y en conjunto.
- Entonces la ley realmente permitió que ese trabajo exista…
Si… (hace un gesto dubitativo). En la letra sí, y se va implementando lentamente porque los
recursos no están. Está todo muy lindo, la ley es muy buena, pero sin los recursos no hay
mucho que se pueda hacer. Si es muy buen enfoque. El enfoque de derechos que intenta
implementar la ley es excelente, me parece fantástico. Se posiciona al paciente como un
sujeto de derecho actualmente y no como antes que era un objeto y se implementaron
recursos, todavía escasos, para proteger los derechos del paciente. El órgano de revisión, la
unidad del letrado (de adulto, niños y adolescentes), o sea recursos para proteger los
derechos del paciente que están y funcionan con las dificultades que representan que
todavía son escasos. Pero que haya dispositivos que protejan los derechos de ese paciente
es fantástico.
- Con respecto a otras profesiones como la medicina ¿cómo es la relación después de
la ley?
(sonríe)... Y todavía sigue sucediendo. Son varios años ya de implementación del equipo
interdisciplinario y hay cosas que fueron cambiando pero todavía falta, el hospital ha sido
por excelencia del modelo médico hegemónico y son cosas que llevan mucho tiempo para
cambiar pero van cambiando de a poco. Si se escucha al equipo de salud mental, se hacen
las consultas, interconsultas, y se valora también nuestro trabajo.

- ¿Hay en el hospital instancias interdisciplinarias permanentes en las cuales se


reúnan a discutir cuestiones generales, casos? Por ejemplo gabinetes…

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Sé que hacen reuniones de trabajo para mejorar cuestiones y pulir pero yo no soy de este
hospital y vengo a hacer suplencias y no se muy bien como funciona, pero sí sé que se
reúnen para tratar de hablar sobre el trabajo, sobre el tipo de intervención ver en que se
puede mejorar, pero no te puedo dar más detalles porque no soy del hospital.

- Y el tema de las suplencias ¿cómo se maneja?


- Yo hago suplencias de guardias, fue mi primer cargo. Después pasé a la planta pero
cuando vos tenés número de ficha del gobierno de la ciudad y del ministerio de
salud, vos podés hacer suplencias en distintos lugares, siempre y cuando tu horario
te lo permita. Cuando yo estaba en la planta del Hospital Fernández, sábados,
domingos y feriados yo podía hacer suplencias de guardia. O de noche, porque
también se puede cortar sin que sea necesario 24hs, también puede ser 12 y 12 y
creo que también se fracciona cada ocho, cada seis. En este momento tengo
también un cargo titular nuevamente, ahora titular de guardia. Y yo los días que no
trabajo ahí puedo hacer suplencias en otro lugar. Acá en este hospital yo hago
suplencias desde que empecé, desde 2012. Las chicas me conocen y me llaman
siempre. Cuando estaba haciendo la planta muchas veces no podía venir, entonces
sí venía mucho los sábados, los domingos, los feriados o a cubrir la noche. Cuando
me salió otro cargo les avisé que ya estaba disponible para tales días y me
empezaron a llamar de nuevo. Todos los hospitales tienen o deberían tener
suplentes fijos de guardia. Son cargos que se concursan. Siempre que una persona
está de licencia o tuvo un inconveniente y no va a venir te llama a vos. Debería haber
siete suplentes por especialidad, por hospital, por guardia. Eso no sucede. No sé
cuántos tiene este hospital pero no alcanza. Hay hospitales que tienen dos
suplentes. El hospital donde yo estaba antes no tiene suplentes porque se fueron
yendo a otros trabajos y renunciaron a la ficha… Depende del lugar. Van llamando
gente de otros lugares. Mientras tenga ficha puede hacer guardia.

- En el campo de salud mental, ¿como es el funcionamiento habitual? Una vez que


entra a la guardia
Depende de por qué entra por guardia. La parte de Trabajo Social entra en acción siempre
con el equipo interdisciplinario. Tratamos de trabajar en conjunto siempre, salvo que haya
mucho trabajo y nos dividimos, pero después todo se conversa porque es un equipo.
Cuando entra un paciente que tiene alguna situación que requiere la intervención del equipo
interdisciplinario siempre vamos. Pueden ser diferentes tipos de cuestiones; violencia de
género, un abuso, situación de calle, violencia hacia hombres, ahora tenemos un paciente
internado que presenta una problemática de salud mental, de psiquiatría y de consumo. Es

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un paciente al que se los conoce como duales. Y una señora a la que no pudimos
entrevistar todavía que presentó una excitación psicomotriz y un síndrome confusional.
Primero, cuando ingresa al hospital siempre lo tiene que ver un médico clínico, sobre todo
un síndrome confusional. Siempre lo tiene que ver un médico clínico porque tienen que
evaluarlo. A veces entra un paciente y te dicen que tiene una crisis de ansiedad o un ataque
de pánico y resulta que está teniendo un infarto. Siempre lo tiene que revisar un médico
clínico y después lo vemos nosotros. A veces si llega un paciente con una excitación
psicomotriz que está rompiendo todo interviene el psiquiatra para medicarlo y que baje esa
situación. Después nosotros hacemos el abordaje, hacemos la entrevista, analizamos la
situación que es lo que está sucediendo. Se trata de analizar si hay algún familiar si viene
solo y se evalúa si requiere internación, si no, si puede ser voluntaria o tiene que ser
involuntaria o si con una orientación y contactar a los familiares se indica un seguimiento por
consultorios externos y tratamiento ambulatorio y se puede ir. Siempre va a depender que
cuenten con red socio-afectiva que pueda hacer un acompañamiento. Cualquiera sea la
situación que se presente. Si un paciente presenta riesgo para sí o para un tercero se tiene
que internar. Puede ser en forma voluntaria o involuntaria. Si es una internación involuntaria
hay que dar aviso al juzgado mediante la cámara civil, después a un juzgado, al órgano de
revisión y a la unidad de letrado, siempre. Y hacer todo el abordaje que requieran porque el
paciente después si queda en la guardia, este hospital tiene sala de internación pero no
siempre tiene cama, así que en la guardia seguimos evaluando mientras se va
compensando, si puede pasar a la sala o a otro hospital. Hay hospitales que no tienen sala
de salud mental así que queda en la guardia hasta que se pueda derivar. Y a veces está
tantos días en la guardia que se termina compensando, se arma una red y el paciente puede
egresar, irse de alta, con un seguimiento ambulatorio por consultorios externos.

- Lo que nos comentaba la licenciada es que ustedes tienen un conocimiento muy


grande de lo que es el sistema, derivaciones, juzgados, etc.

Y en el trabajo social tenés que saber todo. “Ah vos sabés esto y lo otro porque sos
trabajador social”. No tendría que ser así porque es algo que puede hacer cualquier otro del
equipo. Hay cuestiones que son bien específicas y otras que puede hacer cualquier otro del
equipo. Pero si por nuestra formación y por nuestra curiosidad propia de la profesión sí,
estamos en contacto mucho con el afuera y tenemos conocimiento de la parte legal y esas
cuestiones.

- Hablando de la parte más social, tanto en salud mental como en todas las áreas
¿Que problemas detectas vos?¿Cómo se interviene en esos casos?

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La guardia no es solo esperar a que te llamen. Hay que estar presente y hay que estar muy
atento todo el tiempo porque a veces hay cosas que no se detectan y no es el motivo de
consulta. He tenido por ejemplo, una mamá que llevó una nena a una guardia y la pediatra
no terminaba de entender lo que le pasaba y algo le pareció raro si bien la consulta estaba
bien y todo estaba en orden, me llamó y me dijo Marce algo pasa y no se que es. La
entrevistamos juntas, hicimos el abordaje, la entrevista a la mamá la nena y la conocimos, y
no se notaba mucho pero después llamamos a la psiquiatra y la mamá estaba en un
episodio de esquizofrenia donde se había ido de la casa con la hija hacía dos días, la familia
la estaba buscando desesperadamente y ella estaba como en ese momento en un brote y
logramos ubicar a la familia, vino el papá de la nena, la mamá se internó. Pero era una
señora que vos la veías y no era ni agresiva, ni violenta ni tenía un discurso totalmente
delirante, pero si había pasado algo y se había ido de la casa con la hija, la estaba cuidando
pero no estaba todo en orden. Hay que estar muy atento siempre porque el motivo de
consulta no siempre es el motivo para estar en la guardia.
- Buenísimo, muchas gracias. No se si hay algo más que quieras agregar…
No, no, espero que te sirva.
- Muchísimas gracias entonces.

Primera visita

Guía de entrevista:
Preguntas Generales:
1) Presentación del trabajo, de los entrevistadores y de los entrevistados.
2) ¿Cómo es el trabajo en el hospital?
3) ¿Cómo funciona la guardia?
4) ¿Hay un sector de salud mental?¿Cómo funciona?
5) Historia del hospital y la historia personal de cada profesional

Preguntas específicas:
¿Cómo ingresan los usuarios?
¿Qué criterio tienen para el ingreso del usuario?
¿Cuánto tiempo lleva la atención del usuario?
Cuidados que le recomienden a los usuarios, cuidados que los usuarios practiquen y no
sean recomendables, etc.
Medicamentalización, automedicación, creación de enfermedades, consumos problemáticos.
¿Hacen equipos de trabajo?

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De qué forma se financia la institución?
¿Qué lectura tiene la institución para abordar una problemática? (Planificación).
Prácticas comunitarias
Enfoque de derecho
Interdisciplina
Gestión y participación
Epidemiología
Promoción y prevención de salud-salud mental
Centros de Atención Primaria (Articulación del sistema de salud)
Algunas preguntas que fue diciendo la profesora.
Ley de salud mental
Qué cambios vieron después de la pandemia
Padecimientos-enfermedad y abordajes.
Diagnósticos, historias y abordajes.
Tratar de entrevistar ambulancia
Concepción de la salud

Segunda visita. Preguntas al director del hospital

¿Cuántos años hace que trabajás acá?


¿Qué cambios en la estructura administrativa del hospital recordás a lo largo de estos años?
¿Cómo fue cambiando la composición de los pacientes, la forma de atenderlos, sus
problemas de salud y padecimientos mentales en estos años?
¿Qué podes contarnos de la historia previa del hospital, de su fundación, etc?
¿Qué estructura interna tiene el hospital y la guardia actualmente, cual es su relación con
CAPs y otros servicios de salud?
https://lacomuna7.com.ar/denuncian-grave-estado-del-hospital-pinero/
¿Qué opinás sobre la forma de gestión actual del hospital y del sistema de salud?
¿Cómo imaginarías un funcionamiento ideal del hospital y que política y/o gestión haría falta
para ello?

Desgrabación de entrevista

- Hace varios años que trabajas en el hospital…


- 50, no como médico, sino que empecé como practicante, antes el practicantado
estaba autorizado, ahora de vez en cuando vienen, pero no tanto. Yo creo que es
importante el practicantado porque vos estás haciendo una práctica de lo que estás
estudiando y una cosa es que yo te describa un cuadro y otra cosa es que vos veas

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como se está pintando el cuadro porque a veces un infarto lo ves como se está
formando acá viste. El paciente entra, está esperando sentadito, le preguntás por
qué vino, un dolorcito en el pecho y de repente te das cuenta que empieza a
transpirar, que se empieza a encoger, que se empieza a agarrar el pecho y no te lo
olvidás más. Cuando viste 23 iguales y a los 23 les hiciste el electro, los análisis que
te confirman, decís yo creo que esto debe ser un infarto y no un ACV. Entonces el
practicantado era importante. Ahora no se permite, por qué, bueno hay muchos
juicios de mala praxis y todo y los médicos cambiamos (yo digo cambiamos pero
creo que yo no cambié mucho), pero antes lo más importante era venir al hospital a
trabajar, a ver, a aprender gratis, ahora lo primero que te preguntan es cuánto va a
ganar, si en vez de 24 hs pueden hacer 14, si en vez de 14 pueden hacer 7, si a la
noche se pueden ir a dormir a la casa… Cambió mucho, cambió la sociedad y esto
es parte de la sociedad. La medicina es trabajo, comercio.
Antes el médico era distinto, si yo te decía a vos 40 años atrás adivina donde vive un
médico, en esta cuadra hoy no lo podrías saber, hace 40 años atrás era el que tenía
un auto lindo, tenía el departamento lindo, venía con traje y corbata. Ahora traje y
corbata, mi papá era sastre y me decía el médico tiene que ir bien vestido, ahora ves
alguien con traje y corbata y lo señalas, mirá este médico. Salís y mirás y ves en
zapatillas los médicos de guardia. Antes la gente que atendías no sabía cómo
agradecerte, ahora tenemos un libro de quejas y encontrarás tres felicitaciones en un
año y 15 notas en discordancia por día. Le salvaste la vida a un chico y gracias, pero
nadie viene a escribir, a decir. Después te traen un paciente herido, mal, muerto y te
dicen “porque no le diste bolilla”, sin saber si hay la cantidad de médicos suficientes,
si no la hay. Es decir, creo que la salud pública es lo mejor que tenemos, atendemos
todos los días, a todo el mundo, mucha gente viene del exterior y la atendemos
gratis. A mi me tocó ir de vacaciones a México con la Asist Card. Me tuve que aplicar
una inyección porque me dolía la cintura, me cobraban 100 dólares la aplicación. Acá
le cobrás 100 dólares a un extranjero como era yo en México y te tiran ahí en la
1-11-14.
Y también eso que te digo en la 1-11-14. Trabajar en el Piñero es una cosa, trabajar
en el Fernandez es otra. Cambian las patologías, cambia la relación médico
paciente, cambia todo. El lugar donde está enclavado el hospital es la zona Sur de la
ciudad de Buenos Aires. Yo después de tantos años, nací acá cerca en Parque
Chacabuco, nada que ver, es una zona muy linda, pero de tanto estar de practicante,
de salir con la ambulancia y estar tantos años acá yo creo que me conozco medio
barrio y tres cuartos de barrio me conocen a mi. Yo tengo el privilegio de poder ir
caminando tranquilamente por Varela derecho, tengo a mi mamá en el cementerio,

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yo voy caminando y me saludan 20 personas que no sé quienes son pero me
saludan. En eso la gente sigue… Hace diez días tuve que venir a las nueve de la
noche porque hubo un tiroteo en la villa Cildañez. Acá tenemos siete barrios
humildes, siete villas, que prácticamente es una sola porque se fueron extendiendo
de tal manera que están todas juntas. Antes estaba el barrio Rivadavia, ahora es
parte de la 1-11-14. Estaba la villa 20, la villa Cildañez, se unieron, están todas
juntas. Porque fueron creciendo. Bueno, trajeron nueve heridos de balas, juntos, me
entero, soy el jefe de departamento pero vine a dar una mano. Mientras estábamos
acá entró un chico con un cuchillo en la espalda. Le habían robado acá en la puerta
del hospital en la bajada del 7. Había 20 patrulleros. No les interesa nada. El tema de
la droga, de las adicciones, está muy comprometido acá. Tal es así que durante la
pandemia del covid tenías el 70% de los internados era por Covid y del otro 30 un
80% era de patología de adicciones y/o autolesiones. Es un tema que se vive mucho
acá el de la psicopatología. Tal es así que siendo un hospital general de agudos
tenemos dos salas de psicopatología acá. Cuando están los hospitales
monovalentes de psicopato.
- La sala de guardia es esta, arriba están las camas de los médicos de guardia.
Después tenés saliendo de guardia clínica médica que tiene cuatro salas, en planta
baja tenés dos salas de traumatología, primer piso cuatro salas de clínica, segundo
piso dos salas de cirugía, terapia intensiva y terapia intermedia (que depende de la
guardia) y atrás están psicopatología con una sala de hombre y una sala de mujer.
Pasando ese pabellón verde en frente tenés sala de pediatría, sala de neonatología,
sala de obstetricia, sala de ginecología, sala de partos, todo eso. Y tenés
consultorios externos de otorrinolaringología, de cardiología (muy importante en el
hospital), de kinesiología (enorme), de dermatología, de infectología, de
neumonología y consultorio externo de psicopatología. A la derecha hay otro
pabellón que es cirugía buco-maxilo-facial. Es el hospital de agudos que tiene el
servicio más importante de cirugía buco-maxilo-facial, por no decir el único. Está el
hospital dueñas en Rivadavia y Av. La Plata que es únicamente de eso, y nosotros
que tenemos guardia y tuve el privilegio de influir yo para que esté, las 24 horas del
día acá tenés odontología y cirugía buco-maxilo-facial, para atender todos los
accidentes de tránsito que comprometen el cráneo y todo eso vienen acá. Y sobre la
izquierda tenés un consultorio muy importante de enfermedades infecciosas.
Infectología es un servicio muy importante acá. Tenés el Codei, el comité de
investigaciones que tiene 5 aulas para dar clases, un aula magna y otro aula que le
decimos de la caballeriza porque cuando se creó el hospital en vez de ambulancias
había carro a caballo y le quedó el nombre, sigue con el adoquinado y todo eso. Y

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los consultorios externos que están en la playa de estacionamiento con 43
consultorios de distinta patología que eso está en función de hacerse de nuevo
porque es muy muy antiguo. Lo hicieron por 2 años en forma provisoria y lleva 41 o
43. La guardia también. Se va a trasladar a otro lado pero bueno. Ni bien empecé de
director habíamos hecho los planos y todo pero llevamos 7-8 años esperando que la
hagan, recién ahora dicen que la van a empezar a hacer, a modernizar. Porque es un
hospital que tiene más de 100 años.
- ¿Hoy por hoy que bajó el covid que casos se atienden?
- Enfermedades infecciosas hay y volvieron los de siempre. Teníamos muy atrasados
los que eran patologías biliares, gente con cálculo en la vesícula. Tenemos casi un
año de espera, porque había mucho covid y eso influyó para que le diéramos
nosotros prioridad y para que la gente tuviera miedo de venir al hospital. Entonces si
no estaba mal mal mal no venía. Entonces ahora empezaron a venir todos y tenemos
mucha lista de espera. Ahora tenemos mucho infarto y mucha enfermedad
cardiológica, mucho acv, mucha hipertensión arterial, mucha enfermedad poscovid,
tipo neumonología, tenés muchas fracturas, acá la autopista está cerca, la avenida
perito Moreno. Y es muy grande el radio. El radio del hospital va desde las vías del
tren Sarmiento, la vía más cercana a Rivadavia es nuestra, la otra del hospital
Álvarez, sigue hasta Escalada en Villa Luro, se mete Escalada derecho hasta
Avenida Cruz, ahora hicieron el Hospital Grierson, nos sacó un poquito pero
llegamos desde Cruz hasta el Riachuelo, del Riachuelo casi hasta Pompeya, en
Pompeya está el Pena, pero nosotros agarramos todo Perito Moreno, Centenera
para acá. Es enorme. Hay tres ambulancias que dependían de nosotros, ahora
nosotros le prestamos el estacionamiento al SAME y el SAME si está dentro de ese
área nosotros llamamos área programática viene ahí.
El área programática del Piñero es la más grande porque tiene 12 Cesac. Centros de
Salud. Que ahora en estos días los separaron. Son los centros de atención primaria.
Es el nivel 1 de atención. El 90% está ubicado en las Villas. Viene muy bien porque
la gente no tiene que venir hasta acá, es menos peligroso para los médicos que
atienden, si quieren los médicos pueden venir hasta acá y de acá una combi los
lleva, dejan el auto acá y los llevan, el que quiere ir directo va directo.
- ¿Y se usa lo de la combi?
Se usa muchísimo, vienen de 8 de la mañana a 5 de la tarde. Y después está la
relación con los centros de salud porque ellos te llaman y te dicen que hubo un
paciente con hipertensión arterial, la medican, pero parece que está haciendo un
ACV una arritmia, algo, te llaman, hacemos la coordinación y vienen para acá.

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- ¿En los CESAC que están dentro de esta área, que es lo que se atiende, sólo
médico-clínicos?
No, no, todo. Hay médicos generalistas que atienden todo. Hay odontología también.
Hay pediatría y algunos tienen diversas especialidades. El 70% son médicos
generalistas que hacen la primera consulta, lo ven y lo derivan acá.
- ¿Salud mental hay algo?
Dentro de los Cecac hay psicólogos, en otros hay psiquiatras. En otros no. Pero
estamos relacionados.
- En estos 50 años, cómo fue cambiando la composición…
Aumentó el número de médicos. Antes éramos tres médicos ayudantes. Prácticamente los
tres médicos atendíamos todo. Uno salía en ambulancia. Ahora hay tres ambulancias. Ahora
tenés once médicos ayudantes, sin especialidad. Puede venir un dermatólogo, uno que
recién se recibió, un cirujano, y atender a todo el mundo, consultorio externo de guardia.
Tenemos nueve consultorios. Uno está dedicado a cirugía, lo ve el cirujano. Otro lo ve el
otorrino, otro lo ve el traumatólogo. Tenemos tres traumatólogos de guardia, antes había
uno. Por lo que te digo de los accidentes. De tres médicos ayudantes ahora tenemos 11.
Antes teníamos un clínico, ahora tenemos dos. No había cardiólogo ahora tenemos uno.
Tenemos dos médicos cirujanos, cuatro pediatras, tres tocoginecólogos, dos neonatólogos,
tres kinesiólogos, dos médicos de terapia intensiva, dos médicos de terapia intermedia, en
total la plantilla de la guardia son 56 médicos. Cada jefe de guardia tiene a cargo 55
médicos (más el). Así que fijate por siete, tenemos más de trescientos y pico de titulares,
pero tenés que tener dos o tres suplentes más que te permite tener el ministerio por si falta
alguno, por la pandemia que se dispensaron muchos.
- Psicólogos, trabajadores sociales?
- Asistentes sociales hay, psicólogos hay y psiquiatra hay. Es más, la semana pasada
pedí la ampliación y parece que van a dar más porque es mucha la demanda.
Trabaja muy unido el grupo de trabajadoras sociales, asistentes sociales, psicólogo y
psiquiatra los vas a ver juntos siempre,porque está muy relacionado la contención de
la familia, la no contención, problemas que puede traer a la familia un chiquito o una
chiquita que no esté bien. En general tenés que hablar mucho con los familiares y
ver como se los puede proteger a los familiares, al paciente, a los dos.
- Siempre hubo psicólogos, trabajadores sociales, en la guardia también?
- Siempre, siempre. Desde que yo hacía guardia de practicante. Por eso te digo que
es un hospital de avanzada. Yo lo quiero.
- Y la implementación de la ley de Salud Mental transformó en algo las prácticas en lo
que hace a las psicopatologías…

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- Mirá, en algunas está mejor pero en líneas generales los médicos psiquiatras no
están muy de acuerdo con esto. Tuvieron peleas, lograron algo. Lo que yo veo, es
que en 106 años de hospital tendría que haber cambiado un poquito la arquitectura
del hospital. Este es un hospital de donación, era un almacenero que donó el terreno
con la condición de que se hiciera un hospital para el barrio. Es una estructura vieja,
debiera de haber mejorado un poco. Me gustaría más que en lugar de haber sala de
cirugía, sala de clínica, sacando sala de psicopato, hubiera internaciones
indiferenciadas como en los sanatorios. Porque yo me fijo en la computadora,
tenemos historia clínica digital, podés ver los pacientes de todos lados, la historia
clínica, los análisis, pero por ejemplo tengo 5 camas vacías en traumatología y no
tengo cama de clínica. Tengo que mandar al médico clínico, que te dice “eh tengo
que ir yo” etc. Sería preferible, porque todos los días en todas las salas se hace la
recorrida del hospital, de la sala, nosotros hacemos la recorrida de la guardia, nos
juntamos todos en el pasillo y decimos, shockroom tiene esto, otra cosa que mejoró,
la guardia antes era guardia nada más, ahora tengo cinco camas de shackroom que
vendría a ser 5 guardias de terapia intensiva dentro de la guardia, amén de la terapia
intensiva y la terapia intermedia que están afuera.
- Desde el 73 que estás acá. Pasaron todos los gobiernos, todas las caras. Los
cambios dentro de la gestión del hospital han sido grandes?
- Sí fue cambiando. Pero cambió la sociedad.
- Pero dentro de la gestión del hospital
- Bueno, no teníamos el shockroom, no teníamos esas 5 salas de terapia que tenemos
ahora. Pero perdimos, el que me vino a ver recién era el jefe de cirugía, yo tuve que
sacar el quirófano por culpa del Covid porque teníamos tantos enfermos intubados
que los teníamos que tener acá y empezamos a operar en el quirófano central. Por
supuesto es más moderno y mejor que este, pero viene un acuchillado y no te da
tiempo en salir corriendo porque es el segundo piso y a veces no anda el ascensor y
ves a los médicos que se vuelven locos para encontrar al camillero (que cuesta),
entonces mejoró en algunas cosas y no tanto en otras. Pero hubo cambios sí.
Cuando entré al hospital no había consultorios externos, había una cancha de fútbol.
Cambiamos la cancha de fútbol por 43 consultorios externos.
- ¿Había más espacios abiertos antes?
- Había más espacios abiertos, había más obras sociales, antes la gente se atendía
en la obra social…
- La digitalización
- La digitalización fue fundamental porque no tenés que preguntar tanto al paciente y
está todo reflejado ahí, no hace falta ni ir.

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- Bueno, muchísimas gracias.

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