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INTRODUCCIÓN A LA BIOQUÍMICA

La Bioquímica es una de las disciplinas que mayor desarrollo ha alcanzado en el siglo XX.

Este elevado desarrollo científico alcanzado por la bioquímica en los últimos años ha contribuido
a aumentar los conocimientos acerca de las bases químicas de la vida.

El prefijo bio procede de bios, término griego que significa “vida” antepuesto a la palabra
“química”,

Del francés biochimie, es decir química de la vida

La Bioquímica es la ciencia que estudia la composición molecular de los organismos vivos y las
múltiples reacciones químicas que ocurren en ellos para permitir la vida.

Todos los profesionales médicos y odontólogos así como todos aquellos que forman parte de
los equipos de salud requieren del conocimiento de la ciencia conocida como “Bioquímica”.

La finalidad de este conocimiento es entre otras cosas poder explicar los procesos biológicos y
en última instancia la vida.

Su objetivo principal es el conocimiento de la estructura y comportamiento de las moléculas


biológicas, que son compuestos de carbono que forman las diversas partes de la célula y llevan
a cabo las reacciones químicas que le permiten crecer, alimentarse, reproducirse y usar y
almacenar energía.

La Bioquímica constituye una disciplina que junto con la Química Orgánica que permiten o
facilitan sentar las bases para la comprensión de los fenómenos que ocurren en los
microorganismos y su papel en los procesos bioquímicos.

Se puede considerar que ésta ciencia estudia los seres vivos a nivel molecular, es la química de
la vida, “Ciencia de la vida”.

La Bioquímica se concentra en estudiar, en los seres vivos de qué sustancias químicas están
constituidos y en qué concentraciones se encuentran.

De igual manera cuáles son las propiedades de éstas sustancias químicas y, por qué y cómo se
transforman, cómo obtienen energía y cómo la utilizan.

Por otro lado el estudio de ésta ciencia nos permite conocer cuáles son las rutas de transmisión
de la información genética, cómo se expresa y cómo se controla

Como esta ciencia estudia a los seres vivos a nivel molecular esto implica que tiene relación con
el funcionamiento de las células así como los cambios que intra y extracelularmente puedan
producirse.

Como resultado la Bioquímica se convierte en un instrumento de gran valor cuyo fin será la
comprensión del funcionamiento del ser humano en la salud y la enfermedad.

Es por esto que el conocimiento y el estudio de esta ciencia permitirán realizar un correcto
análisis de la etiología, terapéutica y evaluación de las distintas patologías.

Desde el punto de vista del odontólogo la Bioquímica no sólo describe (como hemos visto) el
funcionamiento del organismo de los seres vivos.
Esta ciencia además proporciona las bases suficientes para entender cómo mejorarlo, por
ejemplo mediante una nutrición y ejercicios físicos adecuados.

También permitirá al médico y odontólogo encontrar la manera más adecuada de diagnosticar


los trastornos y de ser posible encontrar soluciones a los mismos.

Ayuda a comprender la acción de nuevos fármacos, y también ayuda por ejemplo a conocer el
papel energético de la glucosa y las aplicaciones clínicas en la nutrición .

CLASIFICACIÓN DE LA BIOQUÍMICA

Debido a que la Bioquímica es una ciencia que estudia a los seres vivos a nivel molecular es lógico
que se requiera un estudio muy extenso y profundo de la misma.

El desarrollo alcanzado por la Bioquímica en las últimas décadas ha sido muy importante, a tal
punto que se ha convertido en una ciencia autónoma en la cual pueden distinguirse 2 grandes
áreas.

1)Bioquímica descriptiva:

Estudia la naturaleza química (estructura) de los componentes celulares, tales como proteínas,
carbohidratos, lípidos y ácidos nucleicos (macromoléculas biológicas).

2)Bioquímica dinámica:

Estudia su carácter funcional, los diferentes aspectos del metabolismo (reacciones químicas),
regulación química y cambios estructurales que suceden en el interior de las células.

Una parte muy importante en el estudio de esta área lo constituye la Enzimología, pilar
fundamental de investigación en la Bioquímica de los procesos metabólicos

PARTES DE LA BIOQUÍMICA

Para penetrar en la esencia de los procesos vitales (fenómenos bioquímicos), es condición


necesaria el conocimiento de la composición química de los organismos y de las características
químicas de las sustancias que los constituyen.

Bioquímica estática estudia las diversas sustancias que componen la materia viva.

Pero la tarea más específica de la bioquímica consiste en investigar las transformaciones que
ocurren en las sustancias, desde el momento de su entrada en el organismo hasta su devolución
al exterior como productos finales innecesarios.

La bioquímica dinámica es el conjunto de todas estas transformaciones, de complicadas


cadenas de reacciones de síntesis y de degradación que es el metabolismo, que representa el
objeto de estudio del aspecto más importante de la bioquímica: Todas las reacciones
bioquímicas son aceleradas catalíticamente por sustancias de naturaleza protéica.

Los biocatalizadores (Enzimas) son indispensables para la vida, se encuentran presentes en todas
las células y actúan en cantidades mínimas. Son sustancias específicas y es característico de ellos
actuar bajo condiciones fisiológicas específicas de temperatura, presión, acidez y otros factores
presentes en los organismos vivos. Puede decirse que el estudio del metabolismo es una
ampliación del estudio de las enzimas y que es fundamental conocer sus mecanismos de
reacción para la plena comprensión de los procesos vitales.
Relación de la Bioquímica con otras ciencias

La estrecha relación de la Bioquímica con otras áreas de la Biología es innegable, a continuación


veremos algunas de éstas.

Fisiología:

La fisiología como ciencia estudia el funcionamiento de los seres vivos y cada vez que esto ocurre
se encuentra con diferentes procesos bioquímicos.

Si bien es cierto que la Fisiología se encarga de estudiar el funcionamiento de los diferentes


organismos, la Bioquímica por su parte se encarga de los mecanismos moleculares de tales
funciones.

Microbiología:

Esta ciencia está contribuyendo constantemente a la Bioquímica, debido (entre otras cosas) a
que los organismos unicelulares ofrecen ventajas para el estudio de las múltiples reacciones
bioquímicas.

El caso de las pruebas bioquímicas que se realizan en el laboratorio de microbiología con la


finalidad de identificar a los distintos tipos de bacterias (Prueba de Indol).

La prueba del indol es una prueba bioquímica realizada en especies bacterianas para
determinar la habilidad del organismo de romper el indol del aminoácido triptófano. Esta
división molecular es lograda por una serie de enzimas intracelulares diferentes, un sistema
que en conjunto se le llama con frecuencia triptofanasa.

Citología

Las ciencias morfológicas y particularmente la Citología utilizan conocimientos bioquímicos, por


ejemplo el estudio de la localización de las enzimas en el seno de la célula.

Genética

Una gran parte de esta ciencia se ha podido dilucidar gracias a la aplicación de técnicas
bioquímicas, un ejemplo lo constituyen los trabajos de Watson y Crick.

Quienes descubrieron la famosa estructura de doble hélice o escalera en espiral, modelo del
ADN que conocemos y manejamos en la actualidad

En 1953, Watson y Crick propusieron el modelo que establece las bases de la molécula
responsable de contener la información genética de todo ser vivo, una estructura tridimensional
denominada ácido desoxirribonucleico (ADN).

El ADN no solo posee la información más preciada de nuestra existencia, sino que además luce
una figura hermosa y fascinante, conocida como doble hélice. Esta está compuesta por cuatro
moléculas que reciben el nombre de nucleótidos: Adenina, Citosina, Guanina y Timina. Todas
ellas se entrelazan de manera reiterada, formando una larga cadena.

Tras numerosas investigaciones, desde el primer estudio oficial en el año 1977, en 2004 se
publicó la secuencia definitiva del genoma humano, aportando datos sorprendentes. Nuestro
ADN mide aproximadamente 3.200 millones de pares de base, divididos a su vez en 23
cromosomas.

el ADN de todo nuestro cuerpo posee una longitud de más de 100.000 millones de kilómetros
Patología médica

Existe una estrecha relación con la Bioquímica, ya que en muchos casos se ha podido establecer
un nexo entre la lesión y la enfermedad.

Tal es el caso de los pacientes con anemia falciforme, presentan una hemoglobina
estructuralmente distinta de los individuos normales, debido a que no poseen la información
genética correcta para la síntesis de una molécula normal.

Química

Existe una obligada relación de dependencia de esta ciencia con la Bioquímica, por la simple
razón de que los métodos que emplea el bioquímico para el estudio de la materia viva son en su
gran mayoría métodos químicos.

En la Bioquímica no solo encontrará fundamentos, para interpretar e interrelacionar los


fenómenos fisiológicos y patológicos, también es un estímulo para nuevos conocimientos en la
rama de la odontología, para luego poder ser entendida íntegramente, y saber prevenir,
diagnosticar y curar en la medida en que se logre un conocimiento completo.

El conocimiento de esta ciencia, sirve para el futuro ejercicio profesional en el área de la salud,
ya que es indispensable reconocer la importancia que tiene, saber diferenciar un tejido sano, de
un tejido con alteraciones y trastornos, este conocimiento es útil para los fines de diagnóstico y
posteriormente tratamiento

HISTORIA DE LA BIOQUIMICA

La iniciación de la investigación dentro de los límites de la moderna bioquímica se produjo


hace unos 200 años. En la segunda mitad del siglo XVIII y durante todo el XIX, se llevó a cabo
un gran esfuerzo para entender tanto el aspecto estructural como el funcional de los procesos
vitales.

De particular interés son los estudios realizados por el químico francés Antoine Lavoisier (1743-
1794), alrededor de 1780, sobre la respiración; con los resultados de las determinaciones
calorimétricas acerca del calor desprendido en la combustión por un lado, y la respiración en
células vivas, por otro, Lavoisier concluyó que la respiración es similar a la combustión, sólo que
más lenta.

Las primeras investigaciones del gran químico sueco Karl Scheele (1742-1786) sobre la
composición química de los tejidos vegetales y animales constituyeron, sin duda alguna, el
impulso necesario para el de la bioquímica.

Scheele aisló una gran variedad de sustancias naturales tales como ácidos úrico, láctico, oxálico,
cítrico, málico, así como también glicerina, caseína y diversos ésteres.

Al desarrollarse las técnicas de análisis cuantitativo elemental, el químico y médico sueco Jöhns
Berzelius (1779-1848) y el químico alemán Justus Von Liebig (1803-1873) demostraron, a
principios del siglo XIX, que las sustancias aisladas por Scheele contenían como elemento común
al carbono. Siguieron los intentos para sintetizar sustancias que contuviesen carbono, esto es,
productos orgánicos.

En esta época estaba muy extendida la teoría del vitalismo, la cual sostenía que los compuestos
orgánicos solamente podían ser sintetizados mediante la acción de una fuerza vital, que se creía
únicamente existía en los tejidos vivos.
El vitalismo se vino abajo cuando en 1828, el pedagogo y químico alemán Friedrich Wohler
(1800-1882) sintetizó la urea a partir de cianatos metálicos y sales de amonio.

A las investigaciones de Wohler siguió la síntesis de ácido acético por parte de otro químico
alemán Adolf Kolbe (18181884), en 1844, y la de varios compuestos orgánicos sintetizados en
1850 por el químico e historiador francés Marcellin Berthelot (1827-1907).

Entonces el vitalismo quedó en el olvido, mientras que la síntesis orgánica estaba en pleno
florecimiento. La división de los alimentos en azúcares, grasas y proteínas, que dura hasta
nuestros días, fue establecida por primera vez en 1827 por el médico inglés William Prout.

La química estructural de los lípidos fue objeto de atención en el mismo siglo XIX a través de los
trabajos del francés Michel Chevreul (1786-1889) quién lo demostró, a través de estudios de
saponificación (Se entiende por saponificación la reacción que produce la formación de
jabones).

La principal causa es la disociación de las grasas en un medio alcalino, separándose glicerina y


ácidos grasos. Estos últimos se asocian inmediatamente con los álcalis constituyendo las sales
sódicas de los ácidos grasos: el jabón, que las grasas se componían de ácidos grasos y glicerina.

Uno de los trabajos significantes en la bioquímica estructural fueron los presentados por el
eminente químico alemán Emil Fischer (1852-1919), revolucionando la investigación relativa a
las estructuras de carbohidratos, grasas y proteínas. Fischer recibió el premio Nóbel de Química
en 1902.

Químicos orgánicos de renombre como el holandés Gerardus J. Mulder (1802-1880), el alemán


Justus Von Liebig, y el francés Paul Schutzenberger (1829-1897) y otros aislaron aminoácidos a
partir de hidrolizados de proteínas, y de nuevo Emil Fischer vuelve a la escena de la historia
cuando dedujo la forma en que se unen los aminoácidos en las proteínas.

En 1868, el biólogo suizo Friedrich Miescher (1844-1895) descubrió la presencia de ácido


nucleico en los núcleos de las células del pus obtenido de vendajes quirúrgicos desechados.
Algunas facetas del metabolismo bioquímico aclaradas antes del siglo xx, usualmente centraban
sus investigaciones en problemas agrícolas o médicos.

Por esta misma época el zoólogo alemán Theodor Schwann (1810-1882) reconoció que el
proceso de la fermentación era de origen biológico; describió a la levadura como una planta
capaz de convertir el azúcar en alcohol y bióxido de carbono. Estos trabajos fueron continuados,
entre otros, por el químico francés Louis Pasteur (18221895) que identificó microorganismos
fermentadores que no necesitan oxígeno, introduciendo así el concepto de organismos aerobios
y anaerobios.

Otros avances importantes del siglo XIX fueron las investigaciones sobre la fotosíntesis y la
fijación de CO2 por los vegetales que corrieron a cargo del botánico suizo Horace de Saussure;
se realizaron estudios sobre digestión.

Por esta época se desarrollan, además, técnicas quirúrgicas para estudiar la fisiología y la
bioquímica animal.

Una de las conclusiones más importantes fue acerca de la unidad básica de la bioquímica en la
naturaleza. Se demostró que aunque cada especie presenta individualidad bioquímica, existen
grandes semejanzas en la manera en que formas vitales aún completamente distintas, llevan a
cabo funciones íntimamente relacionadas entre sí. Esto simplifica el problema de la
comprensión de los procesos vitales. Ya a finales del siglo XIX y principios del XX la bioquímica
florece en todo su esplendor.

En 1903, el bioquímico judío alemán Carl Neuberg (1877-1956) da el nombre de bioquímica a


esta nueva rama de la biología, motivo por el cual se le considera el padre de la bioquímica.

Desde el punto de vista químico es de gran importancia que factores alimentarios desconocidos
fueran puestos claramente de manifiesto por el bioquímico británico Frederick Hopkins (1861-
1947) y sus colaboradores que señalaron la existencia de enfermedades causadas por
deficiencias nutritivas. La pelagra, el escorbuto, el raquitismo y el beriberi fueron gradualmente
admitidas como enfermedades nutritivo-deficientes y sus agentes curativos, las vitaminas
(término propuesto por el bioquímico polaco-americano Casimir Funk), fueron aisladas y
caracterizadas.

Son notables las investigaciones desarrolladas en este tema por los bioquímicos Elmer
McCollum, Harry Steenbock y Conrad Elvehjem.

Las investigaciones del químico alemán Eduard Buchner (1860-1917) con sistemas libres de
células capaces de llevar a cabo fermentaciones, estimularon otras investigaciones como las de
los bioquímicos ingleses Arthur Harden y Thomas Young; y también de los alemanes Gustav
Embden y Otto Meyerhof, dando por resultado la determinación de la ruta bioquímica completa
desde glucógeno hasta ácido láctico.

Los fructíferos trabajos del profesor de bioquímica Adolf Krebs sobre el metabolismo oxidativo
de carbohidratos fueron continuados y desarrollados en otras áreas del metabolismo
intermediario por Green, Feodor Lynen, Luis Leloir, Konrad Bloch, Kennedy, Davis y David
Shemin.

La contribución del bioquímico estadunidense James B. Sumner radica en que descubrió, en


1926, que los biocatalizadores, o sea las enzimas, son proteínas, y este descubrimiento centra
el interés por la investigación de la estructura y propiedades bioquímicas de las proteínas. Ya
para 1935, Sumner había descrito claramente el fenómeno catalítico, y señalado que la diastasa
de la papa, enzima que cataliza la hidrólisis del almidón constituía un ejemplo de un
biocatalizador e indicaba que todos los materiales de los tejidos vivos se formaban bajo la
influencia de una acción catalítica.

Las posteriores investigaciones sobre purificación de enzimas llevadas a cabo por los
bioquímicos estadunidenses John Northrup y Moses Kunitz, confirmaron la naturaleza proteica
de las enzimas, lo que convirtió a Sumner en el padre de la moderna enzimología, recibiendo
compartido el premio nobel de química en 1946, por sus trabajos de cristalización de las
enzimas. De fundamental importancia son los trabajos, sobre este mismo campo, los
presentados por Vigneaud, Sanger, Stein, Moore, Perutz, Kendrew y Phillips.

Al mismo tiempo, los trabajos del austriaco Edwin Chargaff, el estadounidense James Watson,
el británico Francis Crick y el neozelandés Maurice Wilkins determinaron la formulación de la
estructura del ácido desoxirribonucleico, lo que marcó el comienzo de la biología molecular

LA BIOQUÍMICA Y LA CÉLULA

La bioquímica se define como la ciencia que estudia las moléculas químicas y su relación con
los seres vivos, según Murray et al. (2014), indicaban que la bioquímica es la ciencia que
estudia los constituyentes químicos de las células vivas y de las reacciones y procesos que
experimentan estos constituyentes químicos.

célula viva: se define como la unidad funcional y estructural de los seres vivos.

OTRAS DEFINICIONES DE CÉLULA

Unidad morfológica y funcional de todo ser vivo

Es la unidad anatómica y genética de todo ser vivo

Es el elemento más pequeño que se puede considerar vivo

Características comunes de la célula humana con el resto de las células

la capacidad para respirar, moverse, reproducirse, reaccionar ante los estímulos externos, y
crear y utilizar energía para llevar a cabo sus funciones.

De los 100 elementos químicos descritos en la naturaleza, 22 se encuentran en todos los seres
vivos con funciones bien definidas y 70 se encuentran en la mayoría de ellos.

LOS ELEMENTOS QUÍMICOS DE LOS SERES VIVOS

Un elemento químico es un tipo de materia constituida por átomos de la misma clase.

Elementos químicos

En su forma más simple posee un número determinado de protones en su núcleo, haciéndolo


pertenecer a una categoría única clasificada con el número atómico, aun cuando este pueda
desplegar distintas masas atómicas

Los elementos químicos son primarios, secundarios y oligoelementos

Elementos primarios

Los primarios son los elementos indispensables para formar las biomoléculas orgánicas
(glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos); constituyen el 96% de la materia viva . Son el
carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre (C, H, O, N, P, S,
respectivamente).

Elementos secundarios

Los elementos secundarios se clasifican en dos grupos: los indispensables y los variables.

Bioelementos secundarios indispensables. Están presentes en todos los seres vivos. Los más
abundantes son el sodio, el potasio, el yodo, el magnesio y el calcio.

Bioelementos secundarios variables. Están presentes en algunos seres vivos y se pueden


mencionar zinc, litio, bromo, flúor azufre, hierro

Calcio
Se encuentra en el medio interno de los organismos como ion calcio (Ca2+) o formando parte
de otras moléculas; en algunos seres vivos se halla precipitado en forma de esqueleto interno
o externo. Los iones de calcio actúan de cofactor en muchas reacciones enzimáticas,
intervienen en el metabolismo del glucógeno, y junto al potasio y el sodio regulan la
contracción muscular.

SODIO

El catión sodio (Na+) tiene un papel fundamental en el metabolismo celular, por ejemplo, en la
transmisión del impulso nervioso (mediante el mecanismo de bomba de sodio-potasio)..
Participa, además del impulso nervioso, en la contracción muscular.

POTASIO (K)

El potasio es el catión mayor del líquido intracelular del organismo humano. Está involucrado en
el mantenimiento del equilibrio normal del agua, el equilibrio osmótico entre las células y el
fluido intersticial3 y el equilibrio ácido-base, determinado por el pH del organismo.

El potasio también está involucrado en la contracción muscular y la regulación de la actividad


neuromuscular, al participar en la transmisión del impulso nervioso.

MAGNESIO

El magnesio es importante para la vida, tanto animal como vegetal. La clorofila (que interviene
en la fotosíntesis) es una sustancia compleja de porfirina-magnesio. .

El magnesio es un elemento químico esencial para el ser humano; la mayor parte del magnesio
se encuentra en los huesos y sus iones desempeñan papeles de importancia en la actividad de
muchas coenzimas y en reacciones que dependen del ATP: Adenosín trifosfato.

Trifosfato de adenosina (ATP), molécula que se encuentra en todos los seres vivos y constituye
la fuente principal de energía utilizable por las células para realizar sus actividades. El ATP se
origina por el metabolismo de los alimentos en unos orgánulos especiales de la célula llamados
mitocondrias. El ATP se comporta como un coenzima, ya que su función de intercambio de
energía y la función catalítica (trabajo de estimulación) de las enzimas están íntimamente
relacionadas.

También ejerce un papel estructural, ya que el ion de Mg2+ tiene una función estabilizadora de
la estructura de cadenas de ADN y ARN. Interviene en la formación de neurotransmisores y
neuromoduladores.

OLIGOELEMENTOS

Los oligoelementos son metales o metaloides que están en el cuerpo en dosis infinitesimales
pero que son imprescindibles como catalizadores de las reacciones bioquímicas del organismo.

Cada oligoelemento tiene un intervalo óptimo de concentración y tanto su escasez como su


exceso son perjudiciales para la salud.
Por ejemplo, el manganeso se condensa en el hígado, el cerebro, el páncreas y los huesos. Posee
propiedades antioxidantes y es imprescindible para el metabolismo de la insulina.
• PRINCIPALES OLIGOELEMENTOS:
Bromo, boro, cromo, cobalto, cobre, flúor, hierro, molibdeno, níquel, selenio, silicio, vanadio,
yodo, zinc, manganeso. Para esta época del año este último oligoelemento es muy importante,
daré más detalles de él.

YODO
El yodo es un elemento químico esencial. La glándula tiroides fabrica las hormonas tiroxina y
triyodotironina, que contienen yodo. El déficit en yodo produce bocio y mixedema. Las
hormonas tiroideas juegan un papel muy básico en la biología, actuando sobre la transcripción
genética.

El Bocio es un agrandamiento de la glándula tiroides. Por lo regular, no es un tumor ni cáncer.

La glándula tiroides es un órgano importante del sistema endocrino. Se localiza en la parte


frontal del cuello justo arriba de donde se juntan las clavículas. La glándula produce las
hormonas que controlan la manera en la que cada célula del cuerpo usa la energía. Este
proceso se llama metabolismo.
La deficiencia de yodo es la causa más común del bocio. El cuerpo necesita yodo para producir
la hormona tiroidea. Si no obtiene suficiente yodo en su dieta, la tiroides se agranda para
tratar de capturar todo el yodo que pueda para poder producir la cantidad adecuada de
hormona tiroidea.

Así que, el bocio puede ser una señal de que la tiroides no es capaz de producir suficiente
hormona tiroidea. El uso de sal con yodo en los Estados Unidos evita que se presente una falta
de yodo en la alimentación.

Los bocios simples son más comunes en:


• Personas de más de 40 años de edad
• Personas con antecedentes familiares de bocio
• Mujeres

La mixedema es una alteración de los tejidos que se caracteriza por presentar un edema
(acumulación de líquido), producido por infiltración de sustancia mucosa en la piel, y a veces
en los órganos internos, a consecuencia de un mal funcionamiento de la glándula tiroides
(hipotiroidismo).

FLÚOR

En las últimas décadas se han desarrollado numerosos estudios acerca de los riesgos y
beneficios que el flúor nos puede aportar.

desde principios del siglo XX se ha establecido una clara relación entre el flúor y la prevención
de la caries. Análisis de expertos demostraron que los dientes cariados tenían un contenido
menor en fluoruros que los sanos, así como que la incidencia de caries era inferior entre niños
que habían consumido agua natural fluorada frente a aquellos cuya agua de consumo tenía
una baja concentración en fluoruros (1).

Como consecuencia de esto, se ha conseguido que la prevalencia de caries dental entre niños
haya disminuido en la mayoría de los países industrializados entre un 20 y un 50 por 100 a
través de medidas tales como la fluoración comunitaria del agua potable en muchas regiones,
el empleo de flúor tópico en los colegios y a su integración en aproximadamente el 90 por 100
de las pastas dentífricas.

Sin embargo, actualmente, hay una creciente preocupación por la toxicidad crónica que el
flúor puede producirnos, es decir, la acumulación de fluoruros, debido a la exposición
prolongada, en los órganos y tejidos de nuestro organismo. Esta alteración denominada
fluorosis dental se da, normalmente por la ingesta de agua con alta concentración de flúor,
mayor a 2 mg/litro-2 ppm (partes por millón).

Los hallazgos que resumen los peligros de padecer las manchas blanquecinas con las que cursa
la fluorosis, concluyen que el riesgo es mayor cuando la exposición tiene lugar tanto en la fase
secretoria como en la de maduración de la formación del esmalte (2).

El flúor tiene un doble mecanismo de acción:


1. Por un lado, transforma la hidroxiapatita del esmalte en fluorapatita que es más resistente a
la descalcificación. Actualmente se acepta que la reacción química entre la hidroxiapatita y la
fluorapatita no sería una situación definitiva y estable. Por ello la acción tópica del flúor durante
la erupción de todas las piezas dentales podría ser igual o más importante que la acción
sistémica.

2. Inhibe las reacciones de glucolisis bacteriana de la placa dental, disminuyendo la formación


de ácidos (acético y butírico), mecanismo indispensable para la descomposición de la
hidroxiapatita en iones de calcio, fosfato y agua.

Por vía sistémica: (tanto de modo colectivo como individual)


En la que los fluoruros son ingeridos y vehiculados a través del torrente circulatorio
depositándose fundamentalmente a nivel óseo y en menor medida en los dientes. El máximo
beneficio de esta aportación se obtiene en el periodo preeruptivo tanto en la fase de
mineralización como en la de postmineralización. La administración por vía sistémica de
fluoruros supone la aportación de dosis continuadas y bajas del mismo, minimizando así los
riesgos de toxicidad, prácticamente inexistentes.

En base al riesgo de sufrir fluorosis existen tres grupos que deben ser tenidos en cuenta:
— De 0 a 4 años. Son muy susceptibles de presentar manchas en los primeros incisivos y molares
permanentes ya que es éste el periodo donde se produce la calcificación y maduración de esos
dientes (de los 15 a los 30 meses de edad). Aquí la dosificación del flúor debe ser
cuidadosamente equilibrada con las necesidades de prevenir la aparición de caries en la infancia.
— De 4 a 6 años. Proceso de la calcificación y maduración de los dientes posteriores, premolares
y segundos molares. Existe un alto riesgo de que se formen manchas de esmalte en dichas piezas
dentarias.
— De 6 en adelante. El riesgo aquí es insignificante, a excepción de los terceros molares (2).

b. Por vía tópica:

Supone la aplicación directa del fluoruro sobre la superficie dentaria, por lo que su uso es
posteruptivo. La utilización de esta modalidad puede comenzar desde el momento en que
erupcionan los primeros dientes (con especial atención a su aplicación debido al control
inadecuado, por parte del niño, del reflejo de deglución) y continuarse durante toda la vida
aunque lógicamente su máxima utilidad se centra en los periodos de mayor susceptibilidad a la
caries (infancia y primera adolescencia, embarazo, diabetes…).

BROMO

El bromo se encuentra en niveles de trazas en humanos. Es considerado un elemento químico


esencial, aunque no se conocen exactamente las funciones que realiza. Algunos de sus
compuestos se han empleado en el tratamiento contra la epilepsia y como sedantes.

HIERRO

El Hierro es un mineral esencial que desempeña funciones básicas en el organismo. El hierro


posibilita la formación de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que permite
transportar el oxígeno a los tejidos.

El hierro y la hemoglobina de la sangre

Asimismo, este elemento se usa para reponer las reservas y restablecer las concentraciones de
hemoglobina a niveles normales, previniendo y tratando así los síntomas que surgen, siendo sus
beneficios una mejor calidad de vida, el rendimiento físico, la oxigenación de las células, la
función cognitiva y la función inmune. Nuestro organismo pierde una media de 0,5 a 1 miligramo
al día en hombres adultos y 0,7 a 2 miligramos en mujeres en edad fértil.

El hierro se pierde a través de la descamación de la piel, la orina y las heces, entre otras funciones
para las que el organismo emplea este elemento. Por eso, la cantidad diaria recomendada
alcanza entre 10 y 18 mg diarios. Los requerimientos de este elemento aumentan en algunos
períodos de la vida: durante la época fértil de la mujer, el embarazo, la lactancia (debido a las
demandas incrementadas de hierro) y en los periodos de crecimiento (adolescencia).

Qué es la anemia

La anemia más común es la anemia ferropénica que se produce cuando el organismo no tiene
la suficiente cantidad de hierro. Esto hace que se disminuya la concentración de hemoglobina
y en la capacidad de transportar oxígeno en la sangre. Los síntomas de la anemia suelen ser:
cansancio, fatiga, debilidad, irritabilidad, palidez, falta de apetito, náuseas, diarrea, úlceras
bucales y pérdida de cabello.

Anemia ferropénica es la deficiencia nutricional más común en el mundo y continúa siendo la


primera causa de anemia en la infancia. Para producir glóbulos rojos se necesita, además
de hierro, vitamina B12 y ácido fólico. La vitamina B12 se encuentra en la carne y las verduras
verdes, mientras que el ácido fólico se encuentra sobre todo en las verduras. Por supuesto es
necesario cuidar especialmente la dieta y tomar de forma habitual alimentos ricos en este
elemento.

Uno de los alimentos más ricos en hierro es la carne roja; lo encontramos también en el
pescado azul, en los muslos y alas del pollo y del pavo, en ciertos tipos de frutas secas,
semillas, en las verduras de color verde oscuro como las espinacas, en algunos cereales, en las
almejas, ostras, mejillones, pescado, legumbres (principalmente lentejas, judías y garbanzos) y
en frutos secos oleaginosos como las almendras, las avellanas y las nueces.
MANGANESO

Propiedades del manganeso


• Efecto antioxidante.
• Imprescindible para el metabolismo.
• Junto al cromo, es necesario para que el organismo utilice la insulina correctamente.
• Colabora en la formación de cartílago, y tejido conjuntivo en la piel y los huesos.
• Junto a la vitamina K, promueve la coagulación sanguínea, propiciando la curación correcta de
las heridas.
• Mantiene las uñas y el cabello en buen estado.
• Es imprescindible para que el organismo pueda utilizar algunas vitaminas del grupo B, además
de la C y la E.
• Es esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
• Colabora en la producción de energía.
• Apoya la formación de la hemoglobina de la sangre.
• Ayuda a limpiar el organismo de sustancias tóxicas.
• Es imprescindible para mantener la glándula tiroides en perfectas condiciones.
• Colabora en el proceso digestivo.
• Propicia que el organismo absorba adecuadamente los nutrientes.
• Previene la aparición de alergias en los niños.

Alimentos ricos en manganeso


Arroz integral.
Nueces.
Pipas.
Cacahuetes.
Melazas.
Patatas.
Avena.
Germen de trigo.
Almendras.

BIOMOLÉCULAS
Se les considera biomoléculas a todos los compuestos químicos que al estar en conjunto conforman
la materia viva, es decir, las bases químicas que permiten subsistir al ser vivo, existen infinidades de
biomoléculas pero entre las más necesarias o las que se encuentran en abundancia son en primer
lugar el nitrógeno, oxigeno, hidrógeno y carbono, en segundo lugar se puede mencionar sulfuro y
fósforo.
Las biomoléculas reciben una clasificación general, esta va a depender de la presencia de carbono
en su estructura, de esta manera se les designa el nombre de biomoléculas inorgánicas a las que en
su estructura hay ausencia de moléculas de carbono, este no pueden ser sintetizados por el ser
humano pero aun así son esenciales para el mantenimiento de la vida, en este grupo se puede tomar
como ejemplo el agua; el grupo opuesto, es decir, poseen moléculas de carbono los cuales son parte
de su estructura se les designa biomoléculas orgánicas y también difieren con el grupo inorgánico
en la característica de que estos si pueden ser sintetizados por el cuerpo humano. Las biomoléculas
orgánicas se subdividen en macronutrientes de suma importancia para el buen funcionamiento
orgánico, los cuales son:
Carbohidratos: como si nombre indica, es un macronutriente compuesto por carbono, oxigeno e
hidrógeno, en este grupo entran los glúcidos o los azucares también se encuentran dentro de este
grupo las fibras y almidones; estos son la principal forma de almacenamiento y consumo de energía
del organismo, primordial para el sistema nervioso, musculo y eritrocitos; son solubles en agua.
Lípidos: al igual que los carbohidratos también están compuestos por carbono e hidrógeno y algunas
veces en menor proporción se encuentra oxígeno, fósforo, azufre y nitrógeno, este constituye el
almacenamiento secundario de energía para el organismo cuando las reservas de carbohidratos se
han terminado, de igual forma trabajan en la protección mecánica de estructuras y como aislamiento
térmico, son hidrofóbicos (insolubles en agua).
Proteínas; se encuentran constituidos por hidrógeno, carbono, oxígeno y nitrógeno formando la
unidad monomérica llamada aminoácido, conjuntos de aminoácidos forman las proteínas; tienen
miles de funciones las más importantes son servir de bases para la formación de hormonas, jugos
digestivos, proteínas plasmáticas, hemoglobina, etc.; estos no pueden ser sustituidos por los lípidos
o por los carbohidratos.

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