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INSTITUTO

TECNOLOGICO DE
MAZATLAN

Asignación de
prioridades y
programación

CARRER : ING. Gestión Empresarial


A
PROFESOR

AUTOR
MATERI
A Gestión de Producción
ASIGNACION DE PRIORIDADES
Existen varios métodos para asignar prioridades al trabajo que se realiza en
un centro de trabajo. Las reglas que comentaremos a continuación son
válidas tanto para las operaciones de servicio como para las de
manufactura. A pesar de que se han desarrollado reglas más complejas
para aplicaciones específicas (máquinas múltiples, por ejemplo), su análisis
excede los objetivos de este capítulo. Entre las reglas básicas están:
 Fecha de vencimiento (conocida también como fecha de
vencimiento más próxima). Como indica su nombre, esta regla
selecciona la tarea cuya fecha de vencimiento sea más próxima, a fin
de ejecutarla primero. En caso de empate, se puede utilizar una regla
secundaria (de esta lista) para determinar el orden de prioridad. Esta
regla suele utilizarse en operaciones cuya planificación se basa en el
sistema MRP, ya que la fecha de vencimiento es inherente a dicho
método, y el sistema la genera de manera natural.
 Tiempo de procesamiento más corto (TPC). Nuevamente el
nombre de la regla resulta bastante descriptivo. Las tareas se
organizan en orden de prioridad de acuerdo con el tiempo de
procesamiento estimado para realizarlas (la tarea con el tiempo de
procesamiento más corto se coloca en primer lugar de la lista). Una
de las ventajas de este método radica en que muchas tareas se
completarán rápidamente. Por desgracia, la regla no cuenta con
parámetros que indiquen cuándo requiere el cliente su pedido. Por
otro lado, utilizar esta regla en ocasiones provoca que las tareas más
complejas se dejen al final de la lista, dando lugar a retrasos en su
realización; esta condición es poco recomendable en entornos donde
las tareas complejas suelen estar relacionadas con pedidos de
clientes valiosos y de gran tamaño.
 Holgura total. De acuerdo con esta regla, se elige una tarea
específica, luego se calcula el tiempo total necesario para realizar
todas las operaciones restantes del trabajo en cuestión, y después el
tiempo total que transcurrirá hasta que la tarea se venza. Al restar el
tiempo de procesamiento total del tiempo total hasta el ven- cimiento
se obtiene un valor denominado holgura. En realidad, la holgura es
un tiempo en almacenamiento temporal o un tiempo que puede
transcurrir sin peligro de retrasar la tarea. La regla consiste en
seleccionar aquellas tareas que permiten el menor tiempo de holgura
y realizarlas primero, dado que son las que se encuentran en más
peligro de retraso si no se les atiende.
 Holgura por operación. Se trata de una variante de la holgura total.
De acuerdo con esta regla, la holgura total se divide entre el número
de operaciones restantes. La tarea con menor holgura total por
operación se programa primero. Esto ofrece más información que la
regla de holgura total, por ejemplo, la holgura promedio de cada
operación en lugar de la holgura total de la tarea completa.
 Primero en llegar, primero en ser atendido. Ésta es la regla que
más utilizan las organizaciones de servicios, como bancos y tiendas
minoristas, aunque muchas veces se debe a que no tienen
alternativa. El supuesto inherente es que la primera tarea también se
requiere primero. Además, esta regla suele ser percibida como justa,
ya que la tarea que ingresa primero a la operación tendrá prioridad de
ejecución.
 Proporción crítica. En el caso de esta regla se calcula una
proporción sin unidades de medición, dividiendo el tiempo restante
hasta el vencimiento entre el trabajo remanente. El trabajo remanente
es el tiempo total de procesamiento, mientras que el tiempo restante
es aquel que transcurre hasta que vence la ejecución de la tarea. Si
la proporción crítica es mayor que 1, significa que hay holgura; si es
igual a 1, no existe holgura y el trabajo debe llevarse a cabo sin
retraso; si es menor que 1, la tarea ya se encuentra retrasada.
Evidentemente, esta regla indica que la tarea con menor proporción
crítica debe programarse primero. Muchas personas consideran que
ésta es la mejor regla, ya que toma en cuenta tanto la fecha de
vencimiento como el tiempo de holgura.
Fecha de vencimiento. Con esta regla el establecimiento de prioridades es
sencillo. Simplemente observamos el vencimiento de las tareas, y la que se
venza primero tendrá la prioridad más alta. También debemos tomar en
cuenta las implicaciones para la “demora” de pedido, suponiendo que
iniciamos en la hora “0”:
Tiempo de procesamiento más corto. Observe que cuando aplicamos
esta regla tenemos un “empate” entre dos tareas, la A y la F. Por lo tanto,
utilizaremos una regla secundaria —en este caso, fecha de vencimiento—
para determinar el orden de prioridad.
Holgura total. Para determinar el orden de procesamiento necesitamos
calcular la demora y luego establecer la prioridad a partir de ésta. En este
caso, la demora es simplemente la diferencia entre el trabajo restante y el
tiempo que falta para el vencimiento.
Proporción crítica. La última regla que ejemplificaremos es la proporción
crítica. Re- cuerde que la proporción se calcula dividiendo el tiempo restante
hasta el vencimiento entre el trabajo restante. Las tareas con la menor
proporción crítica se toman en cuenta primero.
Programación en entornos MRP y de arrastre
Las reglas de programación que hemos descrito suelen aplicarse en
entornos de producción donde no se utilizan sistemas integrados de control
de la producción, por ejemplo, en talleres pequeños. En aquellos entornos
donde se utilizan métodos integrados (por ejemplo, MRP o sistemas de
arrastre Kanban), son los propios sistemas los que proporcionan prioridades
inherentes de programación.
 Sistemas MRP. Como el programa maestro se “explota” mediante la
lógica de MRP, la fecha de vencimiento señalada en el programa
maestro para cada artículo y los ajustes por tiempos de espera que
utiliza la lógica MRP generarán fechas de ven- cimiento para todos
los sub-ensamblajes y componentes. Estas fechas de vencimiento se
emplean después para establecer el orden de prioridad para la
producción. En consecuencia, el método MRP usa la programación
de prioridades de fecha de vencimiento como parte de la lógica
básica del sistema.
 Sistemas de arrastre (pull) Kanban. Los sistemas de arrastre, en
esencia, sistemas reactivos que generan información sobre la
demanda a partir del uso del material. Las señales de producción
provienen de la necesidad de reemplazar el material que se ha sido
“arrastrado” desde el inventario para su procesamiento. En este
sentido, los sistemas de arrastre son —básicamente— sistemas de
prioridad del tipo primero en llegar, primero en ser atendido. La
principal diferencia entre ambos surge cuando se presentan múltiples
requerimientos de arrastre prácticamente simultáneos al centro de
trabajo. En otras palabras, podría resultar difícil determinar cuál
requerimiento se generó primero. Por otro lado, además de reconocer
una señal de arrastre que llegue primero al centro, casi siempre es
importante evaluar las necesidades de material implícitas. La
modificación del orden de prioridad es resulta- do de la información
sobre la tasa de producción o de la necesidad de material a medida
que se utiliza en centros de trabajo subsiguientes. En este sentido, la
recomendación es que cuando llega una señal de arrastre para
múltiples partes prácticamente al mismo tiempo, es mejor procesar
primero el material que se utiliza con más rapidez en centros de
trabajo subsiguientes.
PROGRAMACIÓN
Suponiendo que no se utilizan sistema MRP ni sistemas de arrastre (como
se analizó en la sección anterior), es posible desarrollar un estimado de
cuándo alcanzará la tarea un centro de trabajo determinado, y de cuándo
debe finalizarse el trabajo en él. Existen dos métodos básicos para
establecer estos estimados de tiempo. El primero, llamado programación
inversa, inicia el cálculo a partir del momento en que la tarea se vence (o se
ha comprometido), y utiliza la información del tiempo de espera para
retroceder hasta determinar cuándo llegará la tarea al centro de trabajo y
cuándo deberá finalizarse. El segundo método, conocido como
programación directa, funciona exactamente al revés. Se inicia cuando la
tarea se libera al proceso de producción. Una vez más mediante
estimaciones del tiempo de espera, el método calcula en qué momento debe
llegar la tarea al centro de trabajo, y cuándo deberá ser completada ahí,
para concluir con una estimación del momento en que se terminará todo el
trabajo. Este tiempo de terminación global representa el tiempo de promesa
más lógico para el cliente. Debido a que la programación inversa inicia con
la fecha esperada de vencimiento para la entrega, casi siempre se prefiere
este método (de hecho, éste es el enfoque que utiliza el sistema MRP).

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