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A.·. L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.

S .·. F .·. U .·.

Los cinco sentidos y la inteligencia

H .·. M .·. Manuel Ruben Loza Carrasco

INTRODUCCION

"Levantad templos indestructibles a la Virtud y cavad sepulturas sin fondo a vuestros Vicios”
Código Masónico

Empezare esta plancha haciendo referencia al primer viaje misterioso de nuestro aumento de
salario, es este viaje que nos presenta los cinco sentidos del hombre: la vista, el oído, el olfato,
el gusto y el tacto. Las herramientas que cargamos en este primer viaje son el martillo y el cincel;
estos representan el primer año de estudios del neófito, durante ese año estudiaban la zoología,
botánica, mineralogía, física, química. Materias que investigan los fenómenos naturales.

El significado de este viaje con el martillo y el cincel es el desbaste de la piedra bruta, pasar de
lo concreto a lo abstracto, dominar la materia y el espíritu, controlar la fuerza mediante la
inteligencia y la aplicación de los cinco sentidos.

La inteligencia es la facultad del hombre que nos permite controlar nuestras pasiones, hábitos,
preocupaciones, es mediante su uso que nos separamos de los otros seres creados por la
naturaleza.

Es a través de la inteligencia que comprendemos, concebimos, comparamos ideas a voluntad;


elegimos lo que nos parece mejor, es decir razonamos y aplicamos la conciencia. La inteligencia
nos permite percibir la información captada por nuestros sentidos.

En el sentido inmaterial la inteligencia es la partícula invisible, la chispa, el soplo luminoso, la


fuerza que nos conduce por senderos desconocidos hacia las regiones astrales de la ciencia.
La inteligencia

Es la facultad que nos permite interpretar las apariencias, aplicar la conciencia al pensamiento,
conocer la naturaleza a través de nuestros cinco sentidos y de esta manera conocer las leyes
que gobiernan el universo, el mundo interno, nuestra vida íntima, física, mental y espiritual.

La inteligencia nos permite usar la voluntad, aplicar de manera consciente la intención de


pensamiento, lo que nos diferencia del resto de los seres y nos sirve como un faro luminoso que
ilumina nuestro recorrido de la existencia. Esta existencia que es la de un constructor, pues el
hombre es el constructor consciente o inconsciente de si mismo y de su vida, todo lo que
hacemos y pensamos se manifiesta en nuestra propia naturaleza para convertirse en parte de
lo que somos.

La sabiduría es el fundamento de toda actividad constructora, es mediante ella que se


edificamos nuestro templo interior, es la sabiduría que concibe lo que la inteligencia lleva a cabo.

El estudio teórico es el camino hacia la verdadera sabiduría, sin embargo, no es suficiente, sino
que va de la mano de la reflexión, del discernimiento, de la experiencia y la asimilación de todo
este conocimiento a través de la inteligencia hacia nuestra conciencia individual.

Los cinco sentidos

El aliento o el origen de la vida se manifiesta en lo material en cinco principios elementales que


son conocidos en la filosofía yoguista como los Tatvas. Los Tatvas son fuerzas naturales que se
consideran modificaciones en la vibración del éter o la quintaesencia. Cada una de estas
modificaciones actúa sobre uno de los cincos sentidos del hombre.

Así el sol que corresponde al Tatva de fuego se manifiesta sobre el sentido de la vista, La luna,
el Tatva del agua se aplica al gusto, el Tatva de tierra rige el olfato y el Tatva del éter el oído.

Se dice en el hinduismo que el universo esta originado en los Tatvas, se sostiene por ellos y se
disuelve en ellos. Nosotros podríamos decir que le hombre existe por sus sentidos, vive por sus
sentidos y muere por ellos.

Los cinco sentidos del hombre conducen al centro, de nuestro interior, la morada de la
inteligencia, a la intuición del corazón. El tacto está relacionado con el cuerpo físico, el gusto
con los instintos, el olfato a los deseos, el oído a lo mental y la vista a la voluntad. Los cinco
sentidos son expresiones del quinario con las funciones de respiración, digestión, circulación,
excreción y reproducción. El quinario es el numero que preside las manifestaciones de la vida
animal del hombre sobre el dominio del “yo soy”.

Podemos decir que los sentidos son las ventanas del templo que permiten el paso de la luz de
lo externo a lo interno y viceversa. Los cinco sentidos son los cinco talentos de los que habla
Jesús en San Lucas 19. Todo hombre que posee los cinco sentidos está obligado a trabajarlos y
duplicarlos.

La vista, el primer talento, es el sentido con el que los iniciados ven la luz interna de la verdad
emanada del Yo Soy para dirigir los pensamientos y construcciones mentales.
Jesús dijo “La lámpara del cuerpo es el ojo (el ojo interno, o glándula pineal); de modo que, si tu
ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso; pero, si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será
tenebroso. Así, si la luz que hay en ti son tinieblas, ¿cómo serán las tinieblas mismas?”.

Esto quiere decir que lo que vemos influye en nosotros, nuestra mente, nuestros pensamientos,
nuestra imaginación contribuyen a hacernos lo que somos. De igual manera, lo que somos
influye sobre nuestra visión interna y externa, es decir lo que somos afecta nuestra
interpretación, es por eso por lo que dos personas pueden “ver” las mismas cosas o
circunstancias de maneras distintas.

El segundo talento es el oído, el hombre determina sus pensamientos por lo que oye. Segun lo
que vemos sabemos, pero por lo que oímos conocemos. El oído dirige el curso de nuestros
pensamientos, debemos alejarnos de la crítica, la injuria, la calumnia y acercarnos a la voz
interna que nos comunica el saber.

El tercer talento es el tacto, nuestras manos son las mensajeras de la mente, la expresión del
tacto tanto material como moral.

El cuarto talento es el sentido del gusto, el cuidador del templo. Un hombre de buen gusto es
un hombre que trasciende lo vulgar para alcanzar lo superior.

El quinto talento es el olfato, el guardián externo del templo que está directamente relacionado
con el sistema nervioso simpático y la inteligencia.

La estrella flamígera, que lleva en su centro la letra G, es la representación del ser humano, en
ella están marcadas las cinco extremidades del hombre, los cinco sentidos, los cinco elementor
naturales de los seres animados, la materia, el espíritu el alma, la fuerza y a vida.

La logia también tiene la representación de los sentidos en las tres luces principales que lo
iluminan. El oído y la comprensión están relacionados a la sabiduría, el tacto y el juicio a la fuerza,
la vista y la imaginación a la belleza.

La inteligencia se hace fecunda cuando la hermosura acompaña al juicio de


la inteligencia y a la comprensión de la verdad.

Al primer ternario descrito anteriormente se les unen dos luces más, el secretario y el orador
para completar el sentido del gusto con las facultades mentales de la asimilación y la memoria.
Y el sentido del olfato con la percepción y la observación.

La logia como todos sabemos, esta orientada hacia la dirección en que se encuentra o aparece
la luz. Esta luz material, afecta nuestro ojo físico y nos da visión externa del mundo y a su vez es
emblemática de otra forma de luz, la luz de la inteligencia que se representa con la estrella
flameante, signo del hombre y sus facultades.

Una vez los compañeros hayan dominado sus cinco sentidos, encontraran en su interior los cinco
siguientes, los Sentidos Apreciativos.

El Sentido Filantrópico, que se desarrolla por medio del afecto hacia la Humanidad, la Caridad y
la Compasión. El Sentido Moral que nos hace distinguir el bien del mal. El Sentido de la Estética,
que nos permite apreciar la belleza, admirar las Obras de Arte, calificarlas y premiarlas. El
Sentido Intelectual, por medio del cual nos educamos, aprendemos, investigamos, etc. El
Sentido Religioso, que nos acerca a la Divinidad, de lo concreto a lo abstracto.
CONCLUSION

Si en el grado de aprendiz trabajamos con la duda para aprender el uso de nuestras facultades
intelectuales por nosotros mismos, en el grado de compañero la duda se disipa mediante la
materia filosófica.

Los masones tenemos las facultades de la inteligencia, razón y voluntad como herramientas a
utilizar, sin embargo, en paralelo se desarrollan instintos completamente opuestos como ser la
apatía, la ignorancia, la maldad, la hipocresía y los vicios. Es mediante la aplicación de estas
facultades que debemos luchar contra estos instintos y usarlas para resolver nuestros
problemas, estudiar su naturaleza, resolver nuestros interrogantes sobre el origen y fin de su
existencia.

Por medio de los cinco sentidos del hombre, la Masonería inventó su lenguaje universal de
signos tocamientos, baterías, palabras, etc., los masones debemos dedicarnos al estudio de
estos, conocer su interpretación, su significado y aplicación. Los sentidos humanos, son los
canales para recibir todas las ideas de percepción y constituyen las fuentes más importantes de
nuestros conocimientos, simbolizan en Francmasonería el cultivo del intelecto.

Valle de Santa Cruz viernes 26 de febrero del 2021 e.v.

Bibliografía. -

(1) Manual del Compañero: Aldo Lavagnini


(2) los 21 temas del compañero masón: Terrones y León
(3) El compañero masón y sus misterios: Jorge Adoun
(4) El libro del compañero: Oswald Wirth

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