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En 1840 Joule publicó 

Producción de calor por la electricidad voltaica, en la que estableció la ley


que lleva su nombre y que afirma que el calor originado en un conductor por el paso de
la corriente eléctrica es proporcional al producto de la resistencia del conductor por el
cuadrado de la intensidad de corriente. En 1843, después de numerosos experimentos,
obtuvo el valor numérico del equivalente mecánico del calor, que concluyó que era de
0,424 igual a una caloría, lo que permitía la conversión de las unidades mecánicas y
térmicas; este es un valor muy similar al considerado actualmente como de 0,427. De
ese modo quedaba firmemente establecida la relación entre calor y trabajo, ya avanzada
por Benjamin Thompson de Rumford, que sirvió de piedra angular para el posterior desarrollo
de la termodinámica estadística. En estos trabajos Joule se basaba en la ley de
conservación de la energía, descubierta en 1842.
A pesar de que en 1848 ya había publicado un artículo referente a la teoría cinética de
los gases, donde por primera vez se estimaba la velocidad de las moléculas gaseosas,
abandonó su linea de investigación y prefirió convertirse en ayudante de William
Thomson (Lord Kelvin), y, como fruto de esta colaboración, se llegó al descubrimiento del
efecto Joule-Thomson, según el cual es posible enfriar un gas en expansión si se lleva a
cabo el trabajo necesario para separar las moléculas del gas. Ello posibilitó
posteriormente la licuefacción de los gases y llevó a la ley de la energía interna de un
gas perfecto, según la cual la energía interna de un gas perfecto es independiente de su
volumen y dependiente de la temperatura.
hubieron de pasar varios años antes de que los físicos más eminentes se mostraran de
acuerdo con Joule. Kelvin fue uno de los primeros que lo hicieron, y a causa de ello fue
criticado por George Stokes, quien lo consideraba "inclinado a convertirse en joulista".

Kelvin prosiguió el camino iniciado, y en 1851 presentó a la Royal Society de Edimburgo


una memoria titulada Dynamical theory of heat (Teoría dinámica del calor). En este
famoso texto figura el principio de la disipación de la energía, que, junto con el
enunciado equivalente de Rudolf Clausius, del año anterior, integra la base del segundo
principio de la termodinámica. De este modo, Kelvin demostró que las conclusiones
de Sadi Carnot no se oponían a la obra de Benjamin Thompson de Rumford, Julius von
Mayer y James Joule; la teoría dinámica del calor, juntamente con el principio de la
conservación de la energía, fue aceptada por todo el mundo.
Se utilizan para el alumbrado lámparas, bombillas o ampollas llamadas de incandescencia. Estas constan de una ampolla de vidrio que puede ser transparente, opaca ( o sea cubierta con
una pequeña capa de polvo especial), o esmerilada. En el interior de esta ampolla de vidrio se encuentra un filamento de tungsteno o wolframio, muy resistente, que al ser atravesado por
una corriente eléctrica suficiente, se enrojece y se hace incandescente. (Figura 1).

FIGURA 1.

La ampolla está al vacío (sin aire) o llena de un gas inerte (Nitrogeno, neón, argón, etc.). Si este fenómeno tuviese lugar al aire libre, el filamento se quemaría inmediatamente. Por no

existir oxígeno en su interior, no hay combustión.

AplicacionesDomésticas:
Muchas aplicaciones prácticas del efecto Joule intervienen en la construcción de los aparatos electrodomésticos, tales como
planchas, hervidores, hornos, calentadores de ambiente y de agua, secadores, rizadores. (fig. 2 y 3).

FIGURA 2.

FIGURA 3.
La resistencia de todos estos aparatos suele estar protegida del contacto del aire; por eso su duración es mucho mayor. En el
caso de las planchas, la resistencia está constituida generalmente por una laminilla de níquel-cromo enrollada sobre hojas de
mica y cubiertas a continuación por dos placas de amianto. (Fig. 4).

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